viernes, 25 de agosto de 2017

RESEÑA (by MH) ::: LAS ESQUINAS DE MI CABEZA - Teresa Hernández




Título original: Las esquinas de mi cabeza
Autora: Teresa Hernández
Editorial: Libros Mablaz
Páginas: 251
Fecha publicación: noviembre 2015
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 16,95 euros 
Diseño de cubierta: Mari Carmen López





Ante la grave enfermedad de su hija, Ángela se ve obligada a quedarse al cargo de su nieta, una adolescente desorientada y de personalidad difícil. Son dos personas con caracteres opuestos que han mantenido un trato escaso, por lo que su relación es complicada. En un intento por acercarse a la niña, Ángela, guiada por la música y por los hombres que han marcado su vida, le descubre a la verdadera mujer que habita dentro de ella.

La novela se divide en cuatro bloques que se corresponden con sus amores adolescentes, los de juventud, los prohibidos y los lascivos. Estos capítulos se unen entre sí mediante una serie de relatos cortos que se enmarcan dentro del realismo mágico, cuyo desenlace y razón de estar se descubre al final de la obra.  

Se trata de un texto dramático con gran tensión emocional.

Admito que hay ciertas temáticas (enfermedades, para que nos entendamos) que intento evitar en las lecturas. No por nada, es que no me apetece leer sobre ellas... ya las he vivido y sufrido demasiado en la vida real. Una de ellas es esa de la que casi ninguna familia se libra, el cáncer. Esto lo comento porque en este libro se habla de muchas, muchísimas cosas, y en modo alguno trata exclusivamente sobre eso, pero la enfermedad, de una manera u otra, está presente durante toda la novela. Sé que no soy la única que le pasa algo parecido a la hora de escoger un libro, y quiero dejar claro desde el principio lo que hay, pero también aseguraros que descartar esta lectura por eso es un error. Si algo caracteriza a Las esquinas de mi cabeza es que trata muchas circunstancias inherentes a la condición humana, y que además su autora lo hace de tal manera que no intenta condicionarte ni decirte cómo tienes que sentirte cuando lees sobre ellas. No te manipula, que es un recurso fácil que sí utilizan muchos otros autores cuando tratan ciertos temas.

La historia, narrada en primera persona con la voz de Ángela, comienza cuando su nieta Nines llega a Jaén para pasar el verano con ella. Su madre está luchando contra la leucemia en Madrid, no tiene fuerzas para enfrentarse a una adolescente problemática, y deciden que unos meses alejada del ambiente hospitalario le hará bien a la joven. Su abuela no se anda con tonterías cuando nos la describe: conflictiva, antipática, arisca, nada agraciada físicamente (a diferencia de su hija y ella misma)... A Nines no le hace ninguna gracia pasar el verano con su abuela, pero a su abuela le hace la misma poca gracia tener que cuidar de su nieta, a la que reconoce no tener tanto aprecio como debería y de la que apenas se ha preocupado hasta ese momento. 

Pero a pesar de que las dos tienen el mismo escaso deseo de pasar unos meses juntas, Ángela necesita encarrilar la situación con su nieta si van a tener que convivir juntas, y lo consigue del modo más inesperado: hablándole sobre ella, sobre sus amores, sobre su vida desde que siendo una adolescente llegó a Madrid a vivir con sus tíos Aurelio y Angélica. Y así, introduciéndola además en su propio círculo de amistades, consigue que Nines comience a salir de su cascarón.


Con una prosa cuidada y al ritmo de una banda sonora que acompaña a la historia a lo largo de las páginas, Las esquinas de mi cabeza alterna capítulos breves protagonizados por Ángela y su nieta en el presente, con otros bastante más largos donde se narra su relación con los cuatro hombres de su vida; cuatro capítulos donde la autora no da tregua y no llegan a su fin hasta que la relación está contada desde su nacimiento hasta su final, y que están narrados de tal manera que es difícil soltarlos hasta que no te enteras de qué pasó con cada uno de ellos.

Y ahora os cuento por qué me ha gustado a pesar de que algún tema de los que trata no es santo de mi devoción. No me gusta "que me busquen" en los libros (ni en las películas, series, etc...), y con buscar me refiero a estas novelas o guiones que están escritos de un modo evidente para hacerte llorar, para sacarte la lágrima fácil. Huyo de lo que huela mínimamente a algo parecido como alma que lleva el diablo. No, no me gusta un pelo que jueguen con mis sentimientos cuando me siento a leer un libro o a ver una película. Las esquinas de mi cabeza es un libro emotivo, pero no es un libro lacrimógeno; cuenta cosas muy reales, cuenta la vida tal como es cuando se ve golpeada, entre otras cosas, por una enfermedad grave, pero no escarba en el drama fácil, sino que busca la empatía sosegada del lector. Habrá sin duda quien se emocione mucho leyendo, cada persona somos un mundo, pero no es el objetivo del libro. Ángela dice en cierto momento algo así como que "la vida es como es, no como nos gustaría que fuese", y eso es lo que hay en el libro. Nada más y nada menos.

¿Dónde radica el equilibrio que consigue la autora? En su protagonista. Ángela es un personaje bastante alejado de los clichés sobre abuelas o mujeres que ya sobrepasan los sesenta años y que acostumbran a vendernos normalmente. Es muy independiente, muchísimo. Ve los defectos de su propia familia, de su nieta, con una claridad apabullante, y se los revela al lector con una sinceridad que omite toda pátina de maquillaje. Nada de quedarse en casa, nada de pasarse el día haciendo labores en el hogar, nada de abuela cariñosa que sobreprotege a su hija o su nieta... nada de nada. Ángela es vitalidad pura, posee una inteligencia muy por delante de su tiempo, y lleva toda la vida luchando, aprendiendo, equivocándose, tomando buenas y malas decisiones... viviendo. Ha vivido su existencia con pasión, la ha absorbido con ansias, y aunque esa misma vida le ha dado muchos palos, también le ha hecho muy feliz. Es una persona muy libre con un pasado más complicado de lo que su nieta pueda llegar a imaginar jamás.

Y esa es otra de las miradas del libro. Cuando un nieto mira a su abuela solo ve eso, a su abuela, y permanece totalmente ajeno a que esa persona ha sido adolescente, joven, esposa, amante, amiga... Que ha amado, ha llorado, ha sufrido, ha reído, ha sido feliz, ha estado en el abismo y ha resurgido de él... eso es lo que trata de contar Teresa Hernández en esta historia. Por tanto, sí, el cáncer está presente, pero también lo están el despertar sexual, el abandono, la familia, la soledad, la desdicha, la felicidad, la pasión, la insatisfacción, el matrimonio, la infidelidad, el dolor, las cicatrices que el paso del tiempo nos deja en el alma... el primer amor, el amor verdadero, el amor prohibido, el sexo de conveniencia. Teresa Hernández toca muchos temas en esta historia, porque su personaje ha vivido también mucho y muy intensamente.

A pesar de todo esto, de que Ángela es la reina de la función, no hay que perder de vista el otro lado de la sociedad que la autora quiere contarnos, y que representa Nines, su nieta: el de la difícil y cruel adolescencia, las inseguridades, los complejos físicos, el pavor a lo que opinen los demás de uno mismo, lo difícil que les resulta a muchos adolescentes hablar sobre aquello que les hace daño, lo mucho que les cuesta en ocasiones abrirse a los demás, cómo se encierran en su mundo, un mundo que hoy en día gira alrededor de las redes sociales, y lo lejanos que les parecen sus mayores cuando en realidad pasaron por situaciones muy parecidas a su misma edad. 

Las esquinas de mi cabeza resulta esperanzadora en algunas de sus tramas, mientras que en otras el camino es duro e incierto. Realista como la vida misma, conmovedora sin resultar sensiblera, y con una visión muy honesta de la autora sobre el mundo que nos rodea.


Teresa Hernández es doctora en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, trabaja en investigación y sus publicaciones se han situado de forma prioritaria en el ámbito científico. 

Comenzó a escribir cuentos desde muy joven, y ha sido galardonada en numerosas ocasiones en certámenes de relatos y microrrelatos, algunoa de especial relevancia por el elevado número de obras presentadas, como el I Concurso Internacional de Microrrelatos "Latin Heritage Foundation" o el I Concurso Mundial de Microrrelatos de la "Internacional Microcuentista".

Es autora, además, de ocho novelas, de las que dos de ellas han sido finalistas en premios literarios. Tiene publicados cuatro títulos que se enmarcan en géneros tan dispares como la comedia y el drama bajo diferentes sellos editoriales.

Las esquinas de mi cabeza es su quinto trabajo de larga extensión y obtuvo el accésit en el II Premio de Narrativa de la editorial Libros Mablaz.

 http://bhavnika.wixsite.com/thernandez

8 comentarios:

  1. Hola!

    Me pasa como a ti, cualquier libro que hable de enfermedades lo descarto casi inmediatamente y te agradezco la advertencia. El que el tema esté presente en toda la novela aunque trate otros temas me hace descartarla y más en este momento.

    Un beso

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  2. Pufff que gran reseña, por la manera en la que hablas de la novela ha tenido que ser una gran lectura. Yo también huyo de los libros lacrimógenos, pero me gustan las novelas que marcan, que cuentas historias difíciles de olvidar, y sin duda alguna esta parece una de ellas. Tomo nota del título. Un saludo.

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  3. Vaya montón de cosas que abarca la novela. Muchos temas con el peligro de que al tocar tantas teclas a la vez, se produzca el desastre. Yo tampoco suelo animarme con historias donde la enfermedad está muy presente. Ahora bien, aquí se junta demasiado drama como para hacer la excepción ahora.
    De momento lo dejo pasar.
    Besos

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  4. A mí no me importa que se hable de determinadas enfermedades, pero sí que no soporto tampoco que se busque la lágrima fácil.
    Y aunque ahora mismo tengo un caso muy cercano relacionado con el cáncer, no puedo negar que me ha gustado mucho lo que has contado. Primero que haya una relación abuela-nieta me encanta, tengo devoción por estos binomios, y segundo que se traten temas tan humanos desde una perspectiva alejada de la típica abuela. No sé...pero ya solo con eso sé que me gustaría esta historia, así que anotadísima ;)

    Besitos

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  5. Descubrí la magnífica narrativa de Teresa Hernández con la lectura de La galería de los susurros. Me encantó la novela. De esta que reseñas no hago más que leer buenas reseñas.Y me la apunto, por supuesto. Aunque de Teresa tengo pendiente de lectura La dama de las cavernas no tienen jardín. Besos.

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  6. Hola, MH:

    No conocía esta novela y me ha sorprendido que, a pesar de que de la temática no era santo de tu devoción, te haya gustado tanto. Ahora mismo no estoy buscando una lectura de este tipo, pero me ha llamado mucho la atención lo que has mencionado de cómo miramos los nietos a los abuelos. Me la llevo apuntada la reseña para echarle un vistazo en el futuro y ver si me animo. ¡Gracias por el descubrimiento!

    Un saludo imaginativo...

    Patt

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  7. Hola guapa, yo soy como tú y cuando has hecho la advertencia he pensado que no conseguirías picarme, jeje... pero no es así has conseguido llamar mi atención. No digo que la vaya a leer, pero desde luego si me la cruzo la tendré en cuenta.
    Un besazo

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  8. Pues por la portada y el título creía que era una novela espiritual xD
    No, me ha llamado la atención, este temática me gusta y además, me parece genial que la autora no busque la lágrima fácil. Por no hablar de la importancia de la abuela, creo que las personas mayores deberían salir más en las novelas. Lo pensaré.

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