viernes, 24 de mayo de 2019

RESEÑA (by MH) ::: LOS GONDOLEROS SILENCIOSOS - William Goldman




Título original: The silent gondoliers 
Autor: William Goldman 
Editorial: Ático de los libros
Traducción: Mercedes Herrera Perol  
Páginas: 160
Fecha publicación original: 1983
Fecha esta edición: mayo 2018
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 12,90 euros 
Imagen de cubierta: Birra San Marco / Buyenlarge Archive 
Ilustraciones interiores: Paul Giovanopoulos



Hubo una época en que los gondoleros de Venecia eran los mejores cantantes del mundo y sus voces hechizaban a cuantos las escuchaban, pero ¡ay! muy pocos recuerdan esos tiempos y menos aún son los que tuvieron la suerte de escuchar aquellas voces divinas. Un día, de repente, los gondoleros dejaron de cantar y desde entonces nadie ha podido desvelar el secreto que se esconde tras su silencio. Nadie excepto William Goldman, quien a través de la triste y noble historia de los sueños y las aventuras de Luigi, el gondolero de sonrisa bonachona, descubre la razón del silencio de los gondoleros.

Asentando bases desde el principio: La princesa prometida es uno de mis libros favoritos de todos los tiempos, de esos libros que lees en la adolescencia y se quedan contigo para siempre. Tuve la suerte de leerlo antes de ver la película y de poder apreciarlo por sí mismo como maravilla literaria, porque quien ha seguido la trayectoria contraria (primero peli, luego libro), creo que no disfruta el libro de igual manera. ¿Su adaptación al cine? Pues aunque muy diferente en la parte "real" (y quien haya leído el libro sabe que este concepto de "real" no es muy adecuado, pero lo uso para no liar a quien no lo haya leído), capta a la perfección esa maravilla que son los personajes, la magia y las aventuras de la parte de fantasía, y hubo una época de mi vida que la veía unas dos o tres veces al año. Adoración total por esta historia. Y sí, uno de mis amores eternos es y será Westley, seguido de cerca por Iñigo Montoya. 

Bueno, a lo mejor un día de estos releo La princesa prometida y me marco una reseña de estas de fangirleo puro subido de emoción que me salen de vez en cuando, pero hoy no vengo a eso: hoy vengo a hablar de Los gondoleros silenciosos, la otra novela que William Goldman escribió con el seudónimo de S. Morgenstern aparte de La princesa prometida. Ambas comparten precisamente el estilo de este alter ego del autor, pero en eso me adentraré después. Primero os explico de qué va. Pero os digo desde ya que aunque he intentado encontrarle alguna pega al libro, no he sido capaz. Llamadme subjetiva, no seré yo quien os lo impida :)

Los gondoleros silenciosos cuenta la épica y fantabulosa historia de por qué los gondoleros venecianos, otrora los mejores cantantes del mundo, de repente enmudecieron para no volver a cantar jamás. Y esto nos lleva a Luigi, el protagonista de este cuento, un muchacho con sonrisa de bonachón que proviene de una familia de gondoleros que se remonta a siglos atrás. Luigi es un gran gondolero, probablemente el mejor gondolero que ha surcado los canales de Venecia... pero no sabe cantar. Matizo: no es que no sepa cantar, es que no tiene oído musical alguno, pero sí tiene una potencia vocal estratosférica, y las dos cosas combinadas pueden matar a alguien del susto. ¿Y quién quiere un gondolero que no puede cantar ni entretener y que solo sabe remar? Desde luego los turistas de este libro no (si me preguntasen a mí...). El caso es que, al final, Luigi debe buscarse la vida fuera de su góndola, pero tiene un sueño, un gran sueño: cantar, aunque solo sea una vez, a pleno pulmón, con todo su corazón y todo su ser, en el Gran Canal, y no cejará hasta ver cumplido su sueño...

Como ya sucedía en La princesa prometida (prometo no volver a nombrar este libro xD), Morgenstern/Goldman se erige en el narrador de la historia y lo hace del mismo modo: toma como punto de partida una vida inventada para sí mismo en la que te habla de unos recuerdos de infancia, una familia o una trayectoria laboral que no existen. Es decir, Morgenstern-Goldman se inventa una autobiografía ficticia y a partir de ahí desarrolla su narración, que en este caso es el hecho de que, cuando era niño, oyó a los gondoleros cantar durante una mañana de Navidad y ahora en la vejez quiere averiguar por qué dejaron de cantar. Para ello usa una narración en la que habla constantemente con el lector, le cuenta la historia como si estuviese sentado a su lado tomando un café, hace incisos en la historia para aclarar este o aquel punto, para explicar por qué cuenta esto de un modo u otro... Goldman se sienta contigo y te cuenta un cuento, tal cual. Y tú, humilde lector deslumbrado y encandilado, le escuchas con la boca abierta y te maravillas con esa investigación que se saca de la manga y esa historia del bonachón Luigi que quería cantar y no le dejaban.

¿Y cómo es ese cuento? Divertido, ocurrente, inimitable, original, imaginativo... genial, en un sola palabra. El ritmo no decae en ningún momento, el humor afilado y juguetón del autor está presente desde la primera hasta la última página, el estilo que lo hace tan inconfundible es omnipresente, los diálogos son brillantes y el juego de palabras, estilo y narración convierten a esta novela corta en una joyita. Pero, como diría aquel, aún hay más. El carácter del gondolero veneciano adquiere en la historia tintes que fluctúan entre lo peculiar y lo legendario, los turistas quedamos retratados como lo que somos (al menos en muchas ocasiones, lo dejo así xD) y, sobre todo, la historia deviene en fábula y la moraleja está ahí sin ambages ni florituras: hay que soñar, hay que perserverar en la consecución de esos sueños, y hay que saber apreciar las oportunidades que te da la vida cuando se presentan. 

Luigi perseguía un sueño, era el hazmerreír de Venecia, y de repente todos los gondoleros, todos, dejaron de cantar, y así siguen hasta el día de hoy. ¿Por qué? Pues a leer se ha dicho. Y ya no solo por saber qué ocurrió, sino por leer a Goldman, maravilloso Goldman, que nos dejó tristemente el año pasado y que, sin ánimo de desmerecer al resto de su trabajo (guiones, novelas, obras de teatro...), hizo magia pura el día que se sacó a S. Morgenstern de la manga y se puso a escribir desde el ingenioso punto de vista de su alter ego.

Si queréis una historia que os ponga una sonrisa en la boca nada más comenzar y la mantenga ahí hasta la última página, leed Los gondoleros silenciosos. Si queréis una historia llena de magia que os deje con ese espíritu de buen rollo que tanto cuesta encontrar en los libros, leed Los gondoleros silenciosos. Si queréis descubrir un narrador/escritor fantástico, juguetón, inteligente y lleno de imaginación, leed Los gondoleros silenciosos. Si queréis un soplo de aire fresco que rezume ironía y talento entre lecturas sesudas y densas, leed Los gondoleros silenciosos. Si queréis un cuento de esos que te dejan el corazón contento y sosiego en el alma... no lo dudéis, leed Los gondoleros silenciosos.



William Goldman (Highland Park, Illinois; 12 de agosto de 1931-Nueva York, 16 de noviembre de 2018). Novelista, dramaturgo y guionista, labor por la que ha recibido dos premios Oscar: al mejor guión original por Dos hombres y un destino y al mejor guión adaptado por Todos los hombres del presidente. Ha ganado también dos premios Edgar al mejor guión de película, concedidos por la asociación Mystery Writers of America, por Harper en 1967 y por Magic en 1979, este último adaptado de una novela que él mismo escribió en 1976.

Según él mismo explica en sus memorias, Las aventuras de un guionista en Hollywood, empezó a escribir después de cursar una asignatura de escritura creativa en la universidad. Inicialmente no tenía intención de convertirse en guionista. Lo que más le interesaba era la poesía, el relato breve y la novela. William Goldman publicó cinco novelas y tres de sus obras de teatro se produjeron en Broadway antes de que empezara a escribir guiones. Hasta la muerte de su primer agente escribió casi exclusivamente narrativa literaria, pero a partir de entonces empezó a escribir thrillers, el primero de los cuales fue Marathon Man.

S. Morgenstern es a la vez un seudónimo y una herramienta narrativa inventada por Goldman para añadir un segundo nivel de lectura a su novela La princesa prometida. Goldman nos dice que su novela es una versión abreviada de un libro escrito por Morgenstern, un autor nacido en el igualmente ficticio país de Florin. El nombre es un homenaje a Johann Carl Simon Morgenstern, que acuñó el término  Bildungsroman para describir el género de la historia de formación.

La otra novela de Goldman en la que utiliza el seudónimo S. Morgenstern es Los gondoleros silenciosos, la única de sus novelas escrita en un estilo similar al de La princesa prometida y en la que el elemento fantástico y el humor juegan un papel fundamental.

18 comentarios:

  1. Hola. Creo que quieres que leamos los gondoleros silenciosos. Ahora que no nos oye nadie tengo que decir que no he leído La princesa prometida pero he visto la película, tan entrañable ella.
    De los gondoleros me gusta lo que dices del buen rollo, y la diversión, aventuras y los turistas, jejeje, creo que sé por dónde vas.
    Me lo voy a apuntar porque me viene muy bien esa alegría y también voy a leer algún día La princesa prometida.
    Besos
    El gondolero habrá dicho, o canto yo o aquí no canta nadie.

    ResponderEliminar
  2. Yo al revés que tu, vi primero la peli antes de leerme la novela, no se si hubiera disfrutado más al revés, pero el caso es que así se dio, y es un libro que he releído varias veces, y la película la he visto un montón, todavía hace poco, todo esto me lleva a tu reseña de hoy: solo con ver el autor de este libro me hubiera llevado la novela, pero tu entusiasmo me anima todavía más, así que me lo llevo y lo buscaré en cuanto pueda. Besinos.

    ResponderEliminar
  3. No he leído La princesa prometida ohhh, pero si he visto la película ;-)
    Voy a tener que leer a esta autor, me gusta lo que cuentas de esta novela, pero no sé si empezar primero por la princesa...
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Hola guapa, yo soy de las que he visto la película de La princesa prometida (quien no recuerda a ese magnífico Iñigo Montoya y su famosa frase), pero no he leído el libro. Voy a hacer los deberes y ya lo he metido en mi lista de deseos para leer con mi hijo (sí suena a excusa para leerlo lo sé, jeje...) y ya me tienes aquí para meter en la lista también este... Si es que eres malvada, malvada...
    Un besazo

    ResponderEliminar
  5. Buenos días:
    ¡Qué puedo decir! A mí este título me encantó, me llegó al corazón; y ahora que leo tu reseña me emociono, pues me trae tantos recuerdos del momento en que lo disfruté que me hace viajar.
    Comparto tu adoración por el autor y por La princesa prometida.
    Preciosa reseña, Sra. Inqilina!!

    ResponderEliminar
  6. Vi hace mucho una peli, no sé si Fellini o Visconti, en que un gondolero encuentra una cartera en la góndola y va buscando al dueño mientras va conociendo gente extraña y diversa 😅😅😅 no tiene nada que ver pero ese recuerdo me lleva a querer leer esta novela 🤗

    Besitos cielo 💋💋💋

    ResponderEliminar
  7. Tal como lo pones de bien dan ganas de correr a leerlo, a ver si saco más tiempo para leer de algún sitio porque tengo ganas de disfrutar así de un libro.

    Besos =)

    ResponderEliminar
  8. No te digo ni que sí ni que no. Es que me gusta lo que cuentas, pero ¿cómo lo hago? No puedo con más la verdad...
    Besos.

    ResponderEliminar
  9. Pues no he leído aún La princesa prometida. La peli ni sé las veces que podré haberla visto, pero con el libro no me he animado aún. Y esta otra novela del autor ni la conocía. Pero viendo tu reseña, resulta imposible dejarla pasar. Apuntada la dejo.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  10. Imposible no leer esta novela con ese párrafo final! La verdad es que tengo pendiente ponerme con estr autor y eso que compré La primersa prometida en inglés hace ya tiempo... quizás lo haga este verano. Un saludo!

    ResponderEliminar
  11. Pues me parece una lectura bonita, agradable. Me compré hace poco La princesa prometida, que yo no lo he leído, en una edición muy bonita.
    Un beso

    ResponderEliminar
  12. "La princesa prometida" me lo leí en inglés hace tiempo y me gustó muchísimo (pero la peli ya la había visto antes, debo decir). Y, bueno, con tu reseña entusiasta es imposible no sentirse atraída también por este libro... No sabes lo larga que es ya la lista de libros que he anotado para la Feria de Madrid, ay...
    ¡Besos!

    ResponderEliminar
  13. Aysss hoy me hago un dos por uno!!! Me llevo los dos títulos...no he leído nada del autor, pero tras leerte me ha entrado así de repente el ansia y necesito cualquiera de los dos libros. Gondoleros y princesas...esto suena bien!!

    besitos

    ResponderEliminar
  14. Ai ai.. No los he leído tampoco y ahora tras leerte no creo que pueda resistirme, y espero disfrutarlos tanto como tu.
    Besotes

    ResponderEliminar
  15. Uohhhhhhhhhhhh. Te iba a decir que no, que tengo mucho pendiente, que patatín, que patatán, pero a medida que os iba leyendo he cambiado de opinión. Ojú , me gusta mucho y ahora me lo apunto pero ya... Besos

    ResponderEliminar
  16. Me encanta!!! La princesa prometida me gustó mucho, aunque no esté entre mis favoritos, pero este sí que lo anoto, por la ambientación, la edición y todo!! Besos!

    ResponderEliminar
  17. Hace tanto que quiero leerla... Es que me encanta ese narrador, justo así, como tú dices, divertido, pícaro, juguetón... Me encantan los juegos literarios y narradores de Goldman y su alter ego. Nos enamoró a muchos en "La princesa prometida" (por cierto, yo vi la peli antes que el libro, pero también es una de mis novelas favoritas del mundo mundial) y ya estamos irremediablemente perdidos con estos gondoleros. Es que ya la premisa de la historia es enamorante: ¿por qué los gondoleros pasaron de ser los más extraordinarios cantantes a quedar silenciados?" Qué GRANDE, el señor Goldman.
    P.D.: Voto a favor muy fuerte por una reseña tuya fangirleando y uncensored de "La princesa prometida".

    ResponderEliminar
  18. La princesa prometida es uno de mis libros favoritos, y no tenía ni idea de la existencia de este libro. Me lo apunto, tu reseña sin duda me ha convencido. Lo único que me preocupa es que me resulte repetitivo y demasiado parecido a La princesa prometida...

    ResponderEliminar