lunes, 30 de septiembre de 2019

RESEÑA (by MH) ::: VISADO PARA SHANGHAI - Qiu Xiaolong




Título original: A loyal character dancer
Autor: Qiu Xiaolong  
Editorial: Tusquets
Traducción: Carme Camps
Páginas: 384
Fecha publicación original: 2002
Fecha esta edición: junio 2012
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: descatalogado (disponible de 2ª mano)
Fotografía de cubierta: Hans Neleman







OTROS LIBROS RESEÑADOS DE LA SERIE CHEN CAO:
Poco después del descubrimiento de un cadáver horriblemente desfigurado en el apacible parque Bund, uno de los enclaves más populares de Shanghai, al inspector jefe Chen Cao le encargan una delicada misión: debe colaborar con una agente de policía estadounidense que está a punto de llegar a la ciudad. La inspectora Catherine Rohn, que trabaja para el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ha venido a buscar y custodiar a una joven, llamada Wen Liping, cuyo marido es un importante testigo en un juicio contra el jefe de una de las temibles tríadas. Las cosas empiezan a torcerse cuando la joven Wen desaparece sin dejar el menor rastro. Y mientras atiende a la guapa inspectora, intentando que se lleve del país y de la policía china la mejor impresión posible, Chen tiene que embarcarse en la búsqueda de Wen.

Una de las grandes sorpresas que me llevé el año pasado literariamente hablando fue descubrir a Qiu Xiaolong y su serie sobre el inspector jefe Chen Cao, de la Policía de Shanghai. Ambientada a principios de los años 90, no solo nos adentra en los casos que debe resolver Chen, sino que dibuja a la perfección el lienzo social, político y económico que emergió en la China de aquella época, que aparentemente intentaba abrirse al mundo pero que al mismo tiempo no dejaba entrar al mundo en su territorio. China, su historia y su cultura son la columna vertebral de estos libros. Si al lector que quiera adentrarse en la serie de Chen Cao no le interesa China como país y en todos sus aspectos, dudo que pueda disfrutar de estos libros en toda su magnitud y casi mejor que ponerse con otro tipo de historia. Yo reconozco que estoy muy enamorada de esta serie y de Chen Cao como personaje: lo que es, es.

En Visado para Shanghai han pasado varios meses desde los acontecimientos que se narraron en Muerte de una heroína roja. Chen sigue afianzándose en su puesto de inspector resolviendo casos en los que la política siempre está involucrada de un modo u otro, y él, al que le interesan más bien poco esos asuntos más allá de su obligación de pertenecer al partido comunista por culpa de su trabajo, intenta vadear todo eso como puede. Mientras pasea por el parque Bund, uno de sus emplazamientos favoritos en la bulliciosa y ruidosa Shanghai, aparece un cadáver escondido entre unos arbustos. La víctima es un hombre sin identificación todavía con el pijama puesto que ha recibido siete hachazos, marca inequívoca de la tríada conocida como Hachas Voladoras. No están en su terreno, es una banda mafiosa que suele actuar en provincias, pero sea o no sea suya la marca, las pistas apuntan hacia ella. Todo parece indicar que este será el caso primordial a resolver en la historia, pero no. A Chen le esperan nuevas órdenes.

Y es que Chen recibe un encargo que proviene directamente del Ministro. En Estados Unidos se ha detenido a un ciudadano chino relacionado con la masiva inmigración ilegal china que se está produciendo desde hace unos años. Está dispuesto a colaborar con las autoridades norteamericanas y a entrar en el programa de protección de testigos (si las tríadas le localizan no le dejarían llegar a juicio... vivo, se sobreentiende xD), pero pide que Wen, su mujer, embarazada y que todavía vive en Fujian, se reúna con él en USA. ¿Problema? Que Wen ha desaparecido sin dejar rastro y una agente norteamericana del Departamento de Justicia de Estados Unidos vuela con United Airlines en esos momentos camino de Shanghai para recogerla y llevársela a su país. No solo será responsabilidad de Chen informarle de lo sucedido sino que, mientras se hace cargo de investigar la desaparición y de encontrar a Wen, la comodidad y estancia de la agente Catherine Rohn también recaerán sobre él... y todo siempre con un objetivo (una orden) en mente: dar una buena imagen de China y de su fuerza policial de cara a los norteamericanos.

Cuando reseñé Muerte de una heroína roja os situé (lo mejor que supe y pude) en el contexto en el que se desarrollan estas novelas, y tampoco quiero repetirme demasiado porque la serie consta de muchos libros, pretendo traeros todos los que pueda, y no tiene sentido que os cuente lo mismo en todos ellos. Pero, por otro lado, se hace necesario contextualizar aunque sea someramente la China que se describe en el libro. Así que aunque para haceros una idea en profundidad os invito a leer la reseña de la heroína roja (enlace aquí), os doy dos pinceladas rápidas. Estamos en la China de principios de los años 90, es decir, la China post-Revolución Cultural, la china post-masacre de Tiananmén y, por tanto, en la China que quiere lavar su imagen internacionalmente pero sin cambiar gran cosa a nivel interno. Los altos estamentos chinos quieren ofrecer una imagen de país incorruptible y de nación que quiere abrirse al mundo, pero los intereses del partido comunista siguen siendo lo primordial... y tanto el partido como la policía están corruptos.

En este juego está siempre atrapado Chen Cao, que no solo está harto de la política, sino que las dudas que tiene sobre el funcionamiento de su propio país, el Partido y el modo en que funciona todo no dejan de acentuarse. Policía por obligación, porque así lo designaron en el Partido, pero poeta y literato de corazón, no está ciego ante lo que ocurre a su alrededor, lo que entra en confrontación directa con su alto rango dentro de la Policía de Shanghai, un puesto que le obliga a una actividad y unas obligaciones políticas que no comparte en absoluto.

Si algo me quedó claro en Muerte de una heroína roja es que estamos ante novelas policíacas con un componente social e histórico altísimos, de tal modo que todo se entrelaza de una manera que hace imposible entender estas novelas sin la denuncia y el contexto social en que se encuadran. Y, si os digo la verdad, por mucho que adore a Chen Cao, si Xiaolong no me contase todo lo que me cuenta de la China de los 90 y de la propia historia del país que le ha llevado a ese momento concreto de apertura, no disfrutaría ni la mitad de lo que lo hago leyéndolo.

Así pues, si la anterior novela se movía por cauces políticos y sus muchos secretos y esqueletos en el armario, en este se adentra en otros dos enormes problemas sociales en China: por un lado las tríadas, o mafias de gánsteres que, ya sea en las grandes urbes o en las pequeñas poblaciones, obran a su antojo con una más que evidente impunidad que no puede sino provenir de cierta permisividad, colaboración o asociación con los estamentos policiales y políticos. Todo eso se sospecha, claro, jamás podría un funcionario chino realizar una acusación como esa, pero a cada paso que dan tanto Chen y Catherine por un lado, como Yu (el ayudante de Chen) por otro, no deja de confirmarse que hay cierta tolerancia en el asunto, que hay cierta inoperancia voluntaria en el intento de detener a las tríadas por parte de los cuerpos policiales, e incluso comienzan a producirse ciertos accidentes que no lo son tanto y que pretenden asustarlos para que dejen la investigación.

Por otro lado, la migración china camino de occidente. Miles de chinos parten hacia Estados Unidos dejando atrás a sus familias para labrarse un futuro mejor, y eso se percibe incluso en las propias aldeas chinas, donde las casas de calidad, prósperas, las que reciben dinero americano, se distinguen sin problemas de las casas ruinosas y pobres que no reciben dinero extranjero. Aquí también se percibe la dicotomía: al gobierno chino le incomoda dar la imagen de que sus ciudadanos tienen que salir del país para ganarse la vida, pero al tiempo todos esos barcos están gestionados por las tríadas que, como ya he comentado, tienen tentáculos que llegan hasta arriba. Al final siempre es un círculo en el que Chen tiene que desenterrar mucha podredumbre haciendo malabarismos para no tocarle las narices a sus superiores... es tan íntegro que jamás permite que los intereses del Partido le impidan seguir investigando, pero al tiempo tiene que tener mucho cuidado de hacerlo todo de tal modo que la imagen del país y de la policía queden a buen recaudo.

Y por si todo esto fuera poco, está Catherine Rohn. Esta agente norteamericana es una apasionada de la sociedad y la cultura chinas, al pisar Shanghai cumple uno de sus sueños, pero eso no quita para que el choque cultural sea inevitable y vea muchas de las cosas que ocurren allí con sus ojos y su mentalidad occidental. Chen está de acuerdo con ella en muchos aspectos, pero su posición y su cargo le obligan a defender las decisiones y la política de su país, lo que hace que se produzcan piques que, sin embargo, no llegan jamás al enfrentamiento. La química entre ellos dos es palpable a pesar de la desconfianza normal entre dos profesionales que deben velar en todo momento por los intereses de sus países por mucho que estén obligados a colaborar juntos. Y aquí tengo que aplaudir a Xiaolong... cualquier otro autor (¿occidental, debería decir?) hubiese llevado la historia por unos derroteros que él evita a toda costa. La relación entre estos dos personajes, sus conversaciones (sobre todo sus conversaciones... simplemente maravillosas) y la confianza que se va estableciendo entre ellos, son sin duda uno de los platos fuertes de este libro. Y qué elegante es este autor, me tiene conquistada.

Visado para Shanghai se desarrolla en muchos aspectos del mismo modo que su antecesora. El tempo de la investigación es pausado, va avanzando, pero de tal modo que el autor pueda ir introduciendo otros muchos temas que a él le interesa tocar y exponer y que son tan importantes y tan relevantes para la trama como la propia línea policial. Mientras, seguimos paseando por Shanghai, seguimos conociendo su pulso, sus rincones, su apertura casi explosiva a un mundo que está también deseoso de conocerla. Chen es poeta y traductor, e igual que en Muerte de una heroína roja, la narración sigue estando salpicada de versos de autores chinos de distintas dinastías, porque ese es el modo en que Chen ve el mundo, el modo en que lo tamiza y procesa. Es un alma sensible y tranquila atrapada en un trabajo impuesto a dedo que le obliga a ver lo peor de las entrañas humanas. Y sobre todo es un hombre recto, honrado, compasivo y muy inteligente que vive atrapado en un mundo político en el que algunas de esas características son totalmente incompatibles.

Ya lo dije al principio. A la serie de Chen Cao no hay que acercarse exclusivamente buscando una investigación policial, hay que sumergirse en él con la intención voluntaria de aprender muchísimas cosas sobre China y su historia social y política, porque ambos aspectos comparten la narración a partes iguales. Son libros muy, muy buenos y muy, muy recomendables, pero también muy particulares en cuanto a tono, cadencia narrativa y manera de afrontar las investigaciones. Yo estoy deseando adentrarme en el siguiente. Ya lo tengo esperando en la estantería.


Qiu Xiaolong (Shanghai, 1953) se dio a conocer mundialmente con la serie de novelas policiacas protagonizadas por el inspector jefe Chen Cao, en las que traslada a los lectores a la realidad social y cultural de la China moderna en una época de difícil transición. Tusquets Editores ha publicado: Muerte de una heroína roja, Visado para Shanghai, Seda roja, El caso Mao, El crimen del lago y El enigma de China.

domingo, 29 de septiembre de 2019

RESEÑA (by MH) ::: LA ESPOSA INOCENTE - Amy Lloyd





Título original: The innocent wife 
Autora: Amy Lloyd 
Editorial: Roca Editorial 
Traducción: Ana Guelbenzu 
Páginas: 336
Fecha de publicación: abril 2019
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,90 euros 
Fotografía de cubierta: @Arcangel Images



Confías en todo lo que te han contado pero, ¿estás preparada para conocer la verdad?

Veinte años atrás, Dennis Danson fue arrestado y encarcelado por el brutal asesinato de una adolescente. Ahora, es el protagonista de un documental sobre dicho crimen que ha despertado un terrible frenesí en las redes sociales y cuyo objetivo es destapar la realidad y liberarle a él, un hombre que fue declarado culpable de manera incorrecta.

A miles de kilómetros de distancia, en Inglaterra, Samantha está obsesionada con el caso de Dennis. Ambos se intercambian cartas y ella rápidamente lo cree, dado que Dennis se muestra encantador y muy educado en su correspondencia. Tanto es así, que Samantha decide dejar de lado toda su vida para casarse con él y ayudarle a que sea liberado.

Cuando Dennis finalmente es declarado inocente, Samantha comienza a descubrir nuevos detalles que podrían sugerir que su marido no es tan encantador ni inocente como antes le parecía.

Voy a ser sincera, cuando le eché el ojo a este libro fue en primer lugar por el apellido de la autora. Esa Ll me supo a gloria porque es la letra que más me cuesta encontrar para el reto de la A a la Z, mucho más que las otras letras que son consideradas difíciles en el reto. Pero una vez leída la sinopsis, me llamó la atención por la premisa de la que parte, porque es una situación que se da mucho más de lo que creemos en otros países y que a mí, psicológicamente hablando, me fascina y repele a partes iguales. ¿Que lleva a cientos, miles de mujeres de todo el mundo, a cartearse con asesinos y criminales de todas las calañas (sobre todo si son guapos o atractivos físicamente hablando, claro) cual groupies de una banda musical famosa? Es más, ¿cómo son capaces algunas incluso de enamorarse y dar el paso de transición que va de mandarles cartas a comenzar una relación sentimental con ellos? Porque así es la protagonista de este libro, esa es la premisa de la que parte, y es una premisa muy real en países como Estados Unidos.

Samantha es una joven inglesa que se enamora de Dennis Danson, un norteamericano que se encuentra preso en el corredor de la muerte desde hace casi veinte años a la espera de su ejecución por el asesinato de Holly Michaels. Aparte de este cadáver desaparecieron seis chicas más en los alrededores de Red River, el pueblecito de Florida donde todos vivían, y aunque jamás aparecieron los cuerpos, todos en Red River consideran a Dennis culpable de su desaparición y más que probable asesinato. Dennis era un adolescente guapo y fotogénico de 17 años cuando su juicio copaba horas e imágenes en la televisión norteamericana, y a pesar de ser considerado culpable, se convirtió en objeto de culto y adoración... un culto que, con las redes sociales y la era de la omnipresente imagen del siglo XXI, ha alcanzado sus cotas más altas. Lo que empieza como un carteo tímido entre fan y reo acaba convirtiéndose en noviazgo y luego matrimonio. Pero cuando detienen a otro hombre que se declara culpable del asesinato de Holly y Dennis sale en libertad inesperadamente, comienza una nueva vida para ambos, ya casados pero sin conocerse absolutamente de nada salvo una hora de conversación semanal con un cristal de por medio.

El libro está dividido en dos partes muy claras, que para mi gusto coinciden precisamente con lo mejor y lo peor del libro. En la primera conocemos a Sam, una joven inglesa que empieza a obsesionarse con ese reo tan guapo que ve en las imágenes de hace veinte años y que ella está segura de que es inocente, se vuelve adicta a los foros donde se debate sobre él y el caso, firma peticiones para nueva admisión de pruebas, empieza a escribirle tímidas cartas a prisión, él empieza a contestarle haciéndole sentirse muy especial, pasado un año de carteo en el que ya tienen oficialmente una relación coge el avión y se planta en Los Ángeles, se queda allí a vivir sin trabajo solo para tener la visita de rigor semanal de una hora, se casa con él tras una pedida de mano precipitada a causa de los celos de ella... y así se pasan los meses hasta que ocurre lo inesperado: que Dennis es declarado inocente después de casi veinte años, recibe una millonaria compensación del Estado y sale libre. 

En esta parte también se nos cuenta que se está rodando una especie de película documental sobre el caso a cargo de un director famosísimo (ficticio, claro), y la narración fluctúa entre las visitas a la cárcel, el rodaje del documental visitando el pueblo de Red River y a las personas que en su momento tuvieron algo que ver con la investigación, y algunos extractos de un libro escrito sobre el crimen llamado Cuando el río se tiñe de rojo, que nos va poniendo en antecedentes sobre cómo era Dennis (o cómo era percibido Dennis) y su situación familiar y social antes de su detención. Esta primera parte para mí es la mejor del libro sin lugar a dudas.

Luego empieza la segunda parte, la parte en la que viven su vida como matrimonio célebre en libertad (estamos en USA, y lo que a nosotros nos puede parecer surrealista allí lo convierten en fama y muchos focos), y es donde la dirección que toma la historia empieza a torcerse poquito a poco. De esta segunda parte es de la que ya no os puedo contar nada concreto sin hacer spoilers innecesarios, pero digamos que no es lo mismo tener un marido entre rejas al que no conoces de nada y ves sesenta minutos a la semana tras un cristal que un marido con el que pasas las 24 horas al día y al que empiezas a conocer más a fondo... al menos lo que él te deja que conozcas. A lo que se suma que Sam tampoco es la persona más estable y confiable del mundo, y que se mueve entre los celos, los complejos, el odio, el miedo y el deseo, así que forman una pareja un tanto peculiar zambulléndose sin taparse la nariz en el pasado de Dennis, un pasado que él no parece muy dispuesto a olvidar... ni sus antiguos vecinos tampoco.

Las grandes virtudes que tiene este libro son sin duda la premisa de la que parte y que se lee rápido. Rapidísimo. Incluso cuando la trama empieza a flojear el libro vuela entre las manos porque quieres ver lo que pasa a continuación. Si os digo que lo he leído en dos tardes que he tenido libres os lo digo todo. El problema está en que la premisa empieza a desinflarse en el momento en que, después de salir de la cárcel y aprender a vivir de nuevo en libertad, parece que la autora no sabía muy bien qué mostrar y qué esconder, y acaba pergeñando un batiburrillo que hace que veas venir todo de lejos por mucho que maree la perdiz. El final en sí mismo, apresurado y un tanto caótico, no ayuda. Si soy sincera me hubiese gustado ya no un final un poco mejor llevado, sino más atrevido y que no cumpliera punto por punto lo que tú intuyes que va a ocurrir durante muchas páginas.

Los personajes son tal para cual. A Sam la pinta como una mujer acomplejada por sus kilos de más, sus encías grandes y sus dientes pequeños, que tiende a obsesionarse con sus parejas sentimentales. Lo hizo con su anterior novio y lo hace con una persona como Dennis, que a poco que le presta un poco de atención en la primera carta se enamora de él y sale tirando para Los Ángeles dejando trabajo, familia y amigos para visitarle en prisión. Con este personaje he tenido mis más y mis menos. A ver, partimos de la base de que se casa con él cuando es considerado culpable de asesinato, está en el corredor de la muerte esperando su ejecución y, básicamente, no lo conoce absolutamente de nada salvo que es muy mono y le dice que está enamorado de ella. A mí me ha parecido una mujer a la que le gusta tener al novio guapo entre rejas para no tener que lidiar con el día a día y las decepciones: si él está ahí dentro y ella fuera, está casada pero se ahorra todas las complicaciones de vivir en pareja. Pero es que encima durante el resto de la novela no dejan de pasar cosas raras que harían correr a cualquiera con dos dedos de frente, y ella solo piensa en lo calentorra que se pone cuando lo tiene cerca. Todo un personaje esta Sam... y no en el buen sentido.

¿Dennis? Yo creo que este era el personaje bombón de la novela, el más difícil de trazar porque no solo es el personaje al que corresponde la maleta de la ambigüedad, sino que estamos hablando de un hombre de 38 años que se ha pasado casi los últimos veinte en prisión y que no tiene ni idea de lo que son las redes sociales, internet o Netflix. Sale a un mundo digital que desconoce por completo y al que se ve abocado de cabeza por su condición de celebridad, y creo que en este aspecto no hace mal trabajo la autora. Tampoco es que sea brillante, pero sí que creo que está bien plasmada esa apertura de ojos al siglo XXI. Ahora, en el aspecto de la ambigüedad patina un poco, se le ve venir de lejos y no creo que esté del todo bien llevado (con este personaje no debo ir más allá).

En resumen, hay que reconocerle la facilidad con la que se lee, la muy buena premisa de la que parte y esas primeras 110 páginas del libro (las mejores sin lugar a dudas) en las que te mete en un mundo difícil de entender desde fuera como es el de esas mujeres que deciden hacer caso omiso al sentido común y comienzan relaciones con presos condenados a los que no conocen de nada simplemente llevadas por algo muy parecido al fenómeno fan.

¿Lo recomiendo? Es una lectura de estas que no exigen demasiado del lector, así que si alguien quiere una lectura fácil, rápida y sin complicaciones entre lecturas más exigentes, cumple su función. Pero que no le pida más, porque no se lo va a dar. Se queda un poco a medias con respecto a lo que promete al inicio del libro, pero lo compensa en calidad de lectura rápida y entretenida. Ya depende de cada lector si eso le resulta suficiente o necesita algo más cuando abre un libro.




Amy Lloyd estudió inglés y escritura creativa en la Universidad Metropolitana de Cardiff. Su escritura mezcla su fascinación por el true crime con la pasión por la ficción. Amy fue ganadora del Daily Mail First Novel Competition en 2016 por éste que es su primer thriller.

viernes, 27 de septiembre de 2019

SORTEO P. L. SALVADOR ::: 3 LOTES DE 2 LIBROS ::: La prodigiosa fuga de Cesia + Nueve semanas (justas-justitas)

¡Hola a todos!

Hoy os traemos un sorteo que esperamos que os guste y que despierte vuestro interés, porque los libros bien lo merecen. El escritor valenciano P. L. Salvador ha puesto muy generosamente a nuestra disposición varios ejemplares para que los sorteemos entre vosotros, así que allá vamos :)

Tendremos tres ganadores que se llevarán dos libros cada uno. Cada lote estará compuesto por estos dos libros: La prodigiosa fuga de Cesia + Nueve semanas (justas-justitas).

  
NUEVE SEMANAS (JUSTAS-JUSTITAS)
(NOVELA)
  
ENLACE RESEÑA -> AQUÍ

Esta es la historia de Bloss Ñejer, un golfo irresistible que siempre vivió de las mujeres porque ellas se lo permitieron. Nació guapo y con talento, pero él no tiene la culpa. Tampoco tiene la culpa de ser escritor. Maldita sea, lo necesita. Necesita escribir. Necesita registrar sus sensaciones en una libreta-diario. Bloss es un canalla, un tipo burlón que le planta cara a la vida enseñando los dientes. Apretando los dientes. El éxito es esquivo y la vida golpea. Pero de uno de esos golpes (un golpe de suerte) nacerá un nuevo estilo literario cuyo poder de seducción va más allá de los lectores y de la propia literatura. Un estilo inimitable que todos imitarán. Un estilo contagioso, indecoroso, sedicioso. El estilo de un hombre al que ya le toca ganar. Así pues, experimentemos...

 
LA PRODIGIOSA FUGA DE CESIA
(NOVELA)

ENLACE RESEÑA -> AQUÍ 

En la España de 2010, Cesia Fornes sufre la crisis. Se ha quedado sin pacientes y el dinero se acaba. Como dispone de todo el tiempo, empieza a escribir una novela. La historia no tarda en absorberla. Una ficción que le da lo que la realidad le niega. Cesia aún no sabe que está a punto de protagonizar una fuga prodigiosa. No sabe que terminará olvidando su condición, que dejará de sentirse autora, que se convertirá en un personaje más. Sí sabe, sin embargo, que en su supuesto papel de escritora-lectora le espera un desenlace desconocido, pero tiene el presentimiento de que todo saldrá bien.




  1. El sorteo es NACIONAL (España).
  2. Se sortean 3 LOTES DE 2 EJEMPLARES CADA UNO, y habrá por tanto 3 GANADORES. Cada uno de ellos ganará un ejemplar de LA PRODIGIOSA FUGA DE CESIA + un ejemplar de NUEVE SEMANAS (JUSTAS-JUSTITAS).
  3. Los envíos los realizará el autor personalmente.
  4. El sorteo comienza hoy día 27 de septiembre de 2019 y termina el 17 de octubre de 2019 a las 12:00 del mediodía (hora española). 
  5. Comprobaremos todos los enlaces antes de hacer el sorteo.
  6. Los ganadores se darán a conocer el sábado 19 de octubre.
  7. NO es obligatorio tener un blog literario, el sorteo está abierto para cualquier lector interesado.
  • Rellenar el formulario de Rafflecopter que aparece abajo con los siguientes requisitos obligatorios:
    • Ser seguidor de nuestro blog (por GFC).
    • Hacer un comentario en esta entrada diciendo que queréis participar en el sorteo
    • Anunciar el sorteo al menos en una red social.
    • Acceder a proporcionarnos vuestros datos en caso de resultar ganadores para que la autora pueda enviaros el libro. Una vez utilizados para tal fin, serán borrados.
Una vez hayáis rellenado los requisitos obligatorios os aparecerán una serie de requisitos opcionales con los que ganar puntos adicionales.



¡SUERTE A TODOS Y MIL GRACIAS A SALVADOR!


miércoles, 25 de septiembre de 2019

RESEÑA COMBO (by MH) ::: EL ASESINO VIVE EN EL 21 - S. A. Steeman




Título original: L'assasin habite au 21 
Autor: S. A. Steeman
Editorial: Siruela
Traducción: Susana Prieto Mori
Páginas: 224
Fecha publicación original: 1939
Fecha esta edición: noviembre 2017
Encuadernación: cartoné
Precio: 19,95 euros 
Imagen de cubierta: Ilustración de NRM / Pictorial Collection / Science & Society Picture Library



En el neblinoso Londres de los años treinta, un asesino en serie tiene aterrorizada a la capital. Tras matar a sus víctimas de un golpe en la cabeza, les roba y deja junto a ellas una nota con la más anodina de las firmas: «Mr. Smith». Cuando, tras el último ataque, un testigo ve al criminal entrar en una pensión del número 21 de Russel Square, Scotland Yard —con el superintendente Strickland al frente del caso— pondrá bajo vigilancia a sus huéspedes: la viuda Hobson, dueña del establecimiento; el señor Collins, vendedor a domicilio de radios; el mayor Fairchild, retirado tras haber servido en las Colonias; la señorita Holland, amante de los gatos... Pero pese a haber estrechado tanto el cerco, descubrir entre todos la verdadera identidad de Mr. Smith no resultará sencillo en absoluto...

El asesino vive en el 21 —publicada originalmente en 1939 y llevada al cine tres años después por Henri-Georges Clouzot— es la obra maestra de su autor y una de las más brillantes aportaciones continentales a la novela detectivesca clásica.

No me voy a andar con rodeos: qué bien, ¡pero qué bien!, me lo he pasado con este libro. Creo que, si los cuento, este debe ser el octavo libro de la colección de clásicos policíacos de Siruela que reseño, y siempre lo digo, me encuentro de todo. Unos me hacen más tilín, otros menos. Pues bien, El asesino vive en el 21 me ha recordado en todo su esplendor por qué adoro este género, por qué me pirra el clásico policíaco de los años 30-40 y por qué me dejo el sueldo mes tras mes comprando todo lo que huela remotamente a un misterio escrito durante las primeras décadas del siglo XX. Si cuando yo digo que me hace falta un dinerete de la lotería de manera urgente...

Vamos al lío. Se están produciendo unos asesinatos en Londres que traen a Scotland Yard de cabeza. Siempre se llevan a cabo cuando la niebla oculta en buena medida el crimen, y las víctimas parecen aleatorias y sin ninguna relación entre ellas. Además el asesino siempre deja una tarjeta de visita donde se da a conocer como Mr. Smith. Un conocido y habitual de la policía (atención al modo en que lo hace, es genial) suelta el bombazo: ha sido testigo de uno de esos asesinatos y, aunque no le ha podido ver la cara, ha seguido al criminal hasta su casa. Sabe donde vive: ni más ni menos que en el número 21 de Russell Square, muy cerquita del British Museum.

Pero claro, acabamos de empezar el libro, no puede ser esto tan fácil, ¿no? Pues no, no lo es. Y es que en el 21 de Russell Square no vive uno sino muchos sospechosos: es una casa de huéspedes con unos diez inquilinos entre hombres y mujeres, así que Scotland Yard sabe dónde está, pero no sabe quién es ni tampoco puede desvelar que sabe dónde vive para no alertarle. De este modo empieza el juego del ratón y el gato entre la policía y el asesino porque, a pesar de sus precauciones, el criminal se ha dado cuenta de que la casa está vigilada, y aun así se las apaña para seguir haciendo de las suyas y el número de víctimas sigue creciendo a un ritmo alarmante. Llega un punto en que salta la liebre, los huéspedes saben que entre ellos hay un asesino, pero al estar todos bajo sospecha no pueden abandonar la casa y deben seguir con su rutina de convivencia habitual (aunque son british, señores, aquí no hay dramatismos ni histerismos que valgan. Todo muy polite xD).

El planteamiento en sí mismo es genial, y además el protagonismo recae en su mayor parte sobre los huéspedes/sospechosos y las relaciones que se establecen entre ellos en la casa, no sobre el agente asignado al caso. Este agente, el superintendente Strickland, se enfrenta a un escurridizo asesino que consigue dar esquinazo constantemente a un cuerpo policial que va deteniendo, uno a uno, a buena parte de los inquilinos de esa casa de huéspedes, y uno a uno tiene que ir soltándolos porque los crímenes siguen produciéndose... Porque esto es lo curioso: Mr. Smith, nuestro misterioso asesino, podría cargarle el muerto (o muertos, como es el caso) a cualquiera de sus compañeros de la casa de huéspedes conforme van siendo detenidos, pero no lo hace, sigue matando. Así se va reduciendo el círculo de sospechosos, y a los que van quedando no hay manera de pillarlos; está claro que el tal Mr. Smith se está riendo de Scotland Yard y de sus capacidades deductivas, y cuanto más intentan cercarle, más se ríe de ellos; cuanto más vigilan el 21 de Russell Square, más esquinazo les da. Y así llegamos a un final con sorpresa que es sencillamente fantástico.

Pero aun así, aun siendo la premisa una gozada para quienes nos gusta el género, lo que realmente atrapa al lector es la forma en la que está narrada. El autor era belga, compatriota y amigo de otro grande del género, Georges Simenon (creador del personaje del inspector Maigret), pero en esta novela hace gala de un humor británico brillante que campa a sus anchas de principio a fin. Al parecer él mismo era muy guasón y muy irónico en la vida real, y esa personalidad se traslada completamente a la historia, en la que te saca la sonrisa constantemente. Incluso se permite el lujo, hacia el final del libro y hasta en dos ocasiones, de dirigirse al lector "que aún no ha adivinado al culpable" para preguntarle si realmente se considera un buen detective, si ya ha adivinado quién es el asesino, y le recuerda que tiene todas las pistas a su alcance y que la solución aparece literalmente en la novela en varias ocasiones. Reta al lector a destaparle el juego, una lucha mental que él mismo reconoce que usa emulando a autores de la Golden Age como Ellery Queen o Hugh Austin.

Y a todo esto, y sé que soy muy pesada con este tema, una vez más estamos ante un debut como escritor. El asesino vive en el 21 fue la primera novela (publicada al menos) de Steeman, y a mí estas genialidades me fascinan, ya lo sabéis. La novela es consistente y está perfectamente estructurada y dosificada en cuanto a la información que va dando, y el autor tiene razón cuando le da un toque al lector hacia el final de la lectura: la solución está a la vista, pero hay que saber verla. No solo hay que leer, hay que entender y asimilar lo que se está leyendo.

No me quiero enrollar mucho que como ya habréis visto os traigo reseña combo y os quiero hablar también un poquito de la película. En resumen, ya sabéis que las medias tintas no son lo mío: que cuando disfruto muchísimo con un libro se me nota a la legua, y con este creo que os habrá quedado claro a estas alturas: me ha e-n-c-a-n-t-a-d-o. Tiene absolutamente todo lo que le pido a estas historias: ritmo narrativo, excelentes diálogos, mucho encanto british (aunque el autor no lo sea), ironía, humor y un final sorprendente. Un misterio clásico policíaco muy, muy recomendable.






Título original: L'assassin habite... au 21
Año: 1942
Duración: 84 minutos
País: Francia
Director: Henri-Georges Clouzot
Guión: S. A. Steeman, Henri-Georges Clouzot
Basada en una novela de: S. A. Steeman

Reparto: Pierre Fresnay, Suzy Delair, Jean Tissier, Pierre Larquey, Noel Roquevert, René Génin, Jean Despeaux, Marc Natol, Huguette Vivier




  
En París, en el barrio de Montmartre, actúa un misterioso asesino que tiene el cinismo de dejar una tarjeta de visita sobre sus víctimas. En un mes ha asesinado ya a cuatro personas.
 




Hacía mucho tiempo que no os traía una reseña combo, y si no pasa nada me he juntado con varias que traeros antes de que acabe el año. Pero todo a su tiempo, y hoy toca la primera de ellas, El asesino vive en el 21.

Si os soy sincera no tenía ni idea de la existencia de esta película hasta que leí el libro. Lo disfruté tanto que me puse a buscar adaptaciones cinematográficas y di con esta, estrenada apenas tres años después de la publicación de la novela. Y me la compré, sin más. Cuando yo me pongo en plan fan, me pongo XD. Esta fue la primera de las adaptaciones; luego vino otra en 1948, de nacionalidad argentina, titulada muy poéticamente como La muerte camina en la lluvia. 

Sobre la trama no os cuento nada que para eso está la reseña arriba y se explica de sobra. Ya sabéis que cuando hago reseñas combo me dedico principalmente a contaros impresiones generales sobre la película y las diferencias o similitudes con la novela que más me han llamado la atención. Y os digo desde ya que la peli, aunque resultona y muy entretenida, se aleja del libro en muchas, muchas cosas.

La primera diferencia, que además es muy notable porque es la que marca todo el tono de la pelícua, es que es francesa. Y eso, más allá de que trasladan la ambientación del neblinoso Londres a un París que de niebla sabe poco, se nota en que es... pues eso, francesa. El caso es que intenta mantener el tono juguetón e irónico del libro original de Steeman, pero no le sale porque el humor de Steeman, aun siendo belga, era muy británico, y el humor francés se parece al británico lo que un huevo a una castaña. Dejamos a un lado la sutileza y la ironía y lo apostamos todo a un humor mucho más... ¿obvio? No sé, yo me entiendo. De todos modos una cosa no quita la otra, ya digo que el resultado queda aparente, es una película muy entretenida, tiene un ritmo rapidísimo y, como además es muy cortita (apenas 80 minutos), se pasa volando.

Eso en cuanto al tono. Por lo que respecta a la adaptación en sí misma, realmente es como contarte la misma historia de un modo totalmente diferente. En la novela, el detective apenas tiene importancia, casi toda la trama y la acción se desarrolla con los personajes de la casa como protagonistas y así se mantiene hasta el final. Pero claro, estamos a principios de los años 40, las adaptaciones de Sherlock Holmes con Basil Rathbone de protagonista estaban triunfando, e imagino que ni se les pasó por la cabeza dejar de lado al detective en la adaptación cinematográfica. Así pues, aquí el rey absoluto de la función es el inspector a cargo del caso, e incluso le buscan una novia pizpireta, graciosilla y muy resuelta ella que también se meterá en la investigación y tendrá mucho que ver en la resolución del misterio (interpretada por Suzy Delair, actriz y cantante francesa de estas adorables y cuquis especializadas en comedia que, por si os interesa, sigue vivita y coleando a sus 101 años).


Total, que ya no estamos en Londres, sino en París; ya no tenemos a un Mr. Smith sino a un Monsieur Durand; nos meten a una cantante lírica gracioseta, metomentodo y a veces un poco pesada como novia del detective y nos meten a un detective que se infiltra en la casa de huéspedes que también es muy listo, muy gracioso y muy sobradillo; se inventan huéspedes y relaciones entre ellos y, por tanto, todo lo que ocurre en la pensión es completamente inventado... Comienza con la misma premisa (asesino que deja tarjeta con su nombre en las calles de París), termina con la misma identidad del culpable, pero entre medias cualquier parecido con la novela es pura coincidencia.

Y si habéis llegado hasta aquí puede parecer que no me ha gustado la película o no la recomiendo, y estaréis equivocados. Ya lo he comentado, es muy entretenida, se pasa en un suspiro y si no conoces la novela original, resulta incluso una película muy original y diferente. Es que además yo adoro el cine clásico, y a veces hasta me parecía que quería emular el toque de Ernst Lubitsch... pero claro, ni se aproxima al genio de Lubitsch ni se acerca a la novela original, y en eso está su máximo defecto, no en la película en sí misma.

Vamos, que como adaptación, no. Como película, sí. Más o menos lo de siempre. Pero si le echáis un vistazo como entretenimiento sin más y sin pensar en la novela, yo creo que os puede gustar mucho :)


Stanislas-André Steeman (Lieja, 1908-1970) fue un prolífico autor de novelas policiacas, muchas de las cuales han sido adaptadas a la gran pantalla. En la actualidad está considerado, junto a Jean Ray y Georges Simenon, como el máximo exponente del género en Bélgica.