lunes, 21 de noviembre de 2016

RESEÑA (by MH) ::: EL NOVIEMBRE DE KATE - Mónica Gutiérrez






Título original: El noviembre de Kate 
Autora: Mónica Gutiérrez  
Editorial: Roca
Páginas: 310
Fecha de publicación: julio 2016
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 17,90 euros
Ilustración de cubierta: Juanjo Ávila
En vísperas de una tormenta de nieve, un viernes tras la barra de galeón pirata de un bar escondido, un barman recién llegado del Loira espera la llegada de Kate, la chica del extraordinario cabello flotante y las larguísimas bufandas.

Kate vive en un edificio antiguo como su propia tristeza y hace tanto tiempo que se ha dejado llevar por la rutina que ya no recuerda el sentido de los pequeños detalles, la aventura escondida en las sorprendentes pistas cotidianas. Un extraño jardín y una emisora de radio colgada del cielo en una buhardilla de madera constituyen su refugio para ese otoño. Y, sin embargo, aunque en la pequeña ciudad de Coleridge todos ignoren las advertencias de un excéntrico meteorólogo, el tiempo está a punto de cambiar el noviembre de Kate de la mano de un hombre bueno con planes de venganza, un sábado de tortitas y la risa de los argonautas.

Una novela feelgood ambientada en Inglaterra.

Di con El noviembre de Kate por casualidad. Echando un vistazo a los lanzamientos allá por finales de junio me apareció esa portada con la bufanda voladora, las hojas otoñales, el abrigo (¡que me encanta, quiero uno!), la melena al viento, esos colores... y me gustó tanto que me puse a leer la sinopsis sin ni siquiera mirar el nombre del autor. Fue cuando llegué al final y vi lo de una novela feelgood ambientada en Inglaterra cuando se me encendió la bombilla y miré el nombre de la autora... Mónica Gutiérrez. Creo que le escribí enseguida para preguntarle si era ella, aunque realmente no me cabían muchas dudas. Nunca le he preguntado si está contenta con esa portada, pero a mí me parece una preciosidad, y creo que capta muy bien el espíritu un tanto mágico de Kate y su esencia de brujilla buena.

Cuando ya lo tuve en mi poder, hablando sobre este libro con una amiga le dije que con esa portada, ese título, esa nevada de la trama... ¿cómo se le ocurría a la editorial sacarlo en julio? Ella me dijo que menuda tontería (tal cual... qué poco respeto, oye), pero yo seguí en mis trece, y por unas cosas o por otras, unas conscientes, y otras inconscientes, varios meses después de leerlo... ahora he encontrado el momento adecuado para que salga la reseña. En noviembre. Como tiene que ser. Y si de mí dependiese le hubiese hecho foto en la nieve, pero donde yo vivo es como pedir que lluevan ranas de chocolate. Esto además me ha permitido algo que me apetecía mucho: leerla de nuevo y "en condiciones". La primera fue a 40 grados a la sombra (os hablaré de lo mucho que odio el calor en otra ocasión), y esta ya ha sido bajo la manta, con un té calentito y unas galletas al lado. Menuda diferencia de ambientación... Acurrucada en busca de calorcillo, con degustación british que llevarse a la boca, y con el poso que da siempre leer algo por segunda vez, creo que la he disfrutado incluso más.

Sé que a estas alturas ya han salido muchas reseñas, y que lo que yo diga a nivel de argumento ya estará muchas veces dicho y es de sobra conocido, así que quiero centrarme en lo que me ha transmitido a mí la historia. Intentaré que no me quede muy largo, pero no prometo nada (con lo larga que me ha quedado la intro, no tengáis muchas esperanzas).

Leer cada una de las novelas de Mónica es como reencontrarte con algo que sabes que te va a gustar, pero aun así te mueres por descubrir qué será diferente y nuevo con respecto a los anteriores. Y nunca defrauda: su estilo cálido, reposado, cercano, bonito... siempre está ahí, y cada uno de sus libros está un escalón por encima del anterior. Aun así, El noviembre de Kate va más allá. Es como ser testigo de una Mónica 2.0 y ver la evolución de una escritora ante tus ojos, una escritora que ya empezó con una pequeña maravilla como fue Cuéntame una noctalia y que desde ahí no ha hecho más que superarse y mejorar en la complejidad de sus tramas, cosa que en esta historia es evidente ya no solo en la historia principal sino también en las secundarias. 

Mónica sabe que yo tiendo a dejar las tramas amorosas en un segundo plano o, por definirlo mejor, no es en lo que más me fijo cuando leo sus libros. No porque les quite importancia o no me gusten, sino porque las veo como un complemento necesario para la historia, como el detonante indispensable que sus protagonistas precisan para salir de sus burbujas al tiempo que sanan y cicatrizan sus heridas, pero no como la finalidad en sí misma de lo que en ella se cuenta. Nunca las he sentido como tal, y El noviembre de Kate no ha sido una excepción. La relación (o la evolución de esa relación) entre Don y Kate es sin duda el motor que mueve la historia, lo que complementa la narración, pero creo que la base de este cuento de brujas buenas y polis buenos justicieros es precisamente todo aquello que les ha llevado a ambos a la situación en la que están y a todo aquello que se aferran casi inconscientemente para salir de ella. Y esa situación se presenta de un modo natural porque les llega en el momento preciso en el que ambos están preparados para dejarse llevar por ella, ni antes ni después. 

Dicho esto, huelga decir que en lo que más me fijo es en la evolución de sus personajes a lo largo de la trama, que en el caso de El noviembre de Kate, y a diferencia de sus otras novelas, no concierne solamente a su protagonista femenina, sino también al masculino. En Cuéntame una noctalia, Cole está ahí pero los que realmente nos importan son Grace y su familia; en Un hotel en ninguna parte, Samuel gana mucha relevancia como personaje masculino y tiene voz propia dentro de la narración, pero Emma, como personaje femenino, sigue siendo el centro de la historia y es a ella a quien realmente conocemos y de quien realmente sabemos en qué momento se encuentra y cómo va evolucionando conforme pasan las páginas. En El noviembre de Kate es cuando ya vemos un personaje masculino, Don, que, aunque sigue a la estela del femenino sin llegar a ponerse nunca a su altura (porque la autora tampoco lo pretende, diría yo), resulta tangible para el lector; tiene su propia trama, su propio recorrido y sus propios demonios que exorcizar. Kate es la dueña de la historia, pero Don llega desde el principio para quedarse.

Hay una frase pasados unos capítulos del libro que define perfectamente la situación emocional en la que se encuentra Kate; dice algo así como que ha bajado el volumen de la vida al mínimo para que nada le moleste y pueda permanecer anestesiada, y sinceramente creo que es difícil expresar mejor en tan pocas palabras la rutina existencial en la que Kate está atrapada, y con la que resulta fácil empatizar. Tiene un trabajo que empezó siendo temporal, que odia, que se ha eternizado en el tiempo y que no sabe cómo abandonar; le aterrorizan los cambios, la incertidumbre, el no saber qué pasará si abandona la comodidad de la silla que ocupa todos los días; se siente muy sola, y habita en una especie de tristeza desangelada y desesperanzada de la que es muy consciente pero a la que se aferra como si el hecho de dejarla marchar fuese a incrementar el vacío en el que está perdida.

Es en esta situación cuando todo empieza a cambiar para ella con la aparición de ese programa de radio que emite desde un caserón del siglo XIX, con la entrada de Don y sus amigos en las noches de los viernes, con el empujón de ese Pierre sabio detrás de la barra de un bar escondido en un hotel de lujo y  la intervención de esa histórica, monumental y descomunal nevada que espera su momento oportuno (con permiso de William) para descargar su furia justo en el instante de la historia en que tanto Kate como Don esn preparados para afrontar ese mundo que les duele a pesar del letargo adormecido con el que lo afrontan. Esa nevada no solo aisla a la gente en sus casas, sino que posibilita la vida dentro de ellas, unas vidas que hoy en día, tal y como están las cosas, vivimos más hacia fuera que hacia dentro, cegándonos ante los pequeños detalles, pequeños momentos, pequeños instantes que lo cambian todo y sosiegan el alma. Y esta tormenta de inmensas proporciones facilita precisamente eso, que el tiempo se detenga fuera pero se llene de vida y momentos de esos que alimentan el espíritu dentro de la casa de los Berck. El mundo tiene que pararse fuera para que tengamos tiempo de darle vida dentro, podría decirse.


No puedo dejar de mencionar ciertas huellas que forman parte del mundo que Mónica entreteje en sus novelas y que a poco que se conozcan son fácilmente identificables: ese señor Berck que, con su sabiduría y su saber estar, tanto me recordaba al abuelo de Grace en Cuéntame una noctalia; esa señora con el pelo rosa pastel que con un té, unas galletas y unas sabias palabras nos recuerda que la vida es capaz de ofrecernos muchas cosas buenas, al estilo de la señora Povedy de Un hotel en ninguna parte; o ese jardín mimado donde perderse y sentirse a gusto que tanto me traía a la memoria al de Samuel en Le Bosc de les Fades. Leer sus novelas es como buscar y encajar las piezas que forman parte de ese estilo que ha hecho tan suyo y tan personal.


A todo esto, y por ir terminando (, ya termino, prometido), lo de la ubicación en Inglaterra que se nombra en muchas sinopsis que rulan por la red lo puedes intuir, pero jamás está explícito en la trama. Yo quiero creer que está ambientada allí, pero porque a mí todo lo que me gusta y está emplazado en un sitio indeterminado, me lo llevo para allá. Me aferro a varias pistas que seguramente serán fruto de mi imaginación para hacerme ilusiones. Por otro lado, las referencias culturales constantes, las alusiones a series y películas que en algunos casos podrían considerarse un poco frikies (y que huelga decir creo que pillé todas, y a mucha honra) y las menciones a la literatura en general y al romanticismo en particular (en referencia al movimiento cultural, no al género literario) son otras de las gozadas que pululan por el libro.

Que me ha gustado mucho, por si no se nota. Que es un lujazo ver crecer a Mónica como escritora con cada libro que publica, que es una alegría inmensa comprobar que una editorial ha sabido ver lo bonito que escribe, y que estoy deseando leer lo que tenga a bien publicar próximamente. Que espero que sea a no mucho tardar, dicho sea de paso.
  


Mónica Gutiérrez nació y vive en Barcelona. Es licenciada en Periodismo por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) e Historia por la Universitat de Barcelona (UB). Apasionada lectora, escribe novela, relatos y poesía. En la actualidad compagina la escritura de ficción con la docencia y suele charlar de literatura con buenos amigos en su blog, Serendipia.

Debutó en el mundo de la publicación con Cuéntame una noctalia, y las buenas críticas de Un hotel en ninguna parte, su segunda novela, han mantenido a la autora durante más de un año en la lista de los más vendidos.
 
Miss Hurst

49 comentarios:

  1. No descarto leerlo, tiene algo que me atrae ^^

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    1. Pues si al final cedes a la tentación creo que lo disfrutarás mucho :)

      ¡Besote!

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  2. Pues para haber salido muchas reseñas te ha quedado de lujo. Me encanta eso de Mónica 2.0. Totalmente de acuerdo contigo, Mónica va creciendo y sus historias no defraudan. Una maravilla de novela.
    Besos

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    1. Ains, gracias :* Lo de Mónica 2.0 es que es tal y como lo siento, verle crecer y superarse es un lujazo, la novela es una preciosidad.

      ¡Besote!

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  3. Me has dejado con muchas ganas de darle una oportunidad, gracias por la reseña.
    Un beso

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    1. Pues si le das una oportunidad seguro que lo disfrutas mucho, es una maravilla.

      ¡Besote!

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  4. Pues ya va siendo hora de leer a Mónica, porque todas las reseñas que leo son positivas, y además ella es encantadora, así que no tengo perdón.
    ¡Un abrazo!

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    1. Intenta sacarle un huequecillo que seguro que te gusta mucho y lo disfrutas. Sus novelas tienen algo muy especial que te hacen sentirlas muy cercanas.

      ¡Besote!

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  5. ¡Qué lujazo de reseña! Y mira que me hace todavía más ilusión por ser tan esperada, y por venir en noviembre, mi mes preferido de siempre. Y, también como siempre, darte las gracias con rendida sinceridad porque tienes el don de conectar con la esencia misma de las intenciones de la autora. Me animas muchísimo cuando hablas de maduración de la escritora, pero a la vez, me hace muy feliz haber mantenido esos rasgos tan personalísimos que tan bien reconoces. Encantada, y muy agradecida por la generosidad de tu lectura y la belleza de tus palabras. Repito, un lujo de reseña y lujazo de lectora: Mil gracias. Un beso enorme.

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    1. Aquí en el blog llevo un retraso considerable contestando a vuestros mensajes y esto ya te lo he dicho por privado, pero me alegro muchísimo de que de verdad te haya gustado, porque sabes que es sincera y desde el corazón. Y sí, además de esa maduración yo sigo encontrándote en esos rasgos y detalles que son tan suyos y que dudo mucho que jamás los pierdas. ¡Me muerdo las uñas esperando la siguiente!

      ¡Un besote enorme!

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  6. Bien se nota que te gusta lo british, porque tu reseña es magnífica, o como se dice ahora, lo siguiente (aquí ya me pierdo, porque no sé cuál sería la palabra exacta para definir lo siguiente). Debes de ser la única que valora la portada de la novela porque, cuando la vi, fue como si me dieran un buen bofetón, pero quien lea detenidamente tus impresiones, seguro que cambiará de idea. Leí las tres novelas de Mónica y esta, para mi, es quizás la más literaria, pero quizás le faltara ese halo de magia que rodea a las otras dos. Y eso que hay magia, sí, pero la vi un tanto distinta: era una magia con mensaje, sin lugar a dudas, plasmada en esa tormenta de nieve. Repito, te hago una profunda reverencia ante tu reseña. Besos.

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    1. Ains, muchas gracias, Paco, eres un sol :* Y sí, muy, muy british, hasta la médula :). Sobre la cubierta ya me he dado cuenta de que no tiene muchos adeptos, y de verdad que a mí me gusta un montón y de hecho leí la sinopsis y descubrí que era de Mónica gracias a ella. Suelo ir contracorriente así que tampoco me hagáis mucho caso, pero vamos, que a mí me encanta :). Sobre ese halo de magia yo creo que siempre está, pero conforme vaya creciendo Mónica como escritora irá de otras maneras, con otras apariencias... siempre presente, pero siempre evolucionando (o al menos es como yo lo percibo).

      ¡Besote!

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  7. Un libro que me encantó al igual que sus anteriores novelas. Tienes toda la razón, el mejor momento para leerla es ahora en el sofá con mantita y una café/té calentito.
    Un libro muy muy muy recomendable.
    Besos

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    1. ¿Verdad que sí? Leer esta novela a 40 grados sudando la gota gorda no es lo mismo (supongo que a quien le guste el calor le dará igual, pero no es mi caso). Un libro maravilloso y muy recomendable, tal y como comentas.

      ¡Besote!

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  8. Tengo delito no haber leído nunca a Mónica aunque no por falta de ganas. Este en particular me encantaría leerlo, esa halo mágico que recrea Mónica en sus novelas me encantaría sentirlo y vivirlo
    Besos

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    1. Pues de verdad que intentar sacar un hueco y ponerte con él, porque te va a encantar y lo vas a disfrutar mucho. Es una novela bonita, así tal cual, que tiene muchos más recovecos más allá del romance aparente.

      ¡Besote!

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  9. Coincido contigo en casi todo. A mí más que Don y Kate me gustó el hermano, me identifiqué con él muchísimo, con su sentido del humor y es que los argonautas también me cayeron un poco pesados. Por lo demás firmo todo lo que dices, desde la evolución de la autora hasta lo bien que sienta leer sus libros. Yo tampoco soy muy aficionada a las hisotrias de amor pero esta mujer las vende muy bien.
    Y por qué no una portada así en julio, desde luego, tú como la gente que se pone abrigo en noviembre aunque haga calor...hay que ver.
    Besos

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    1. ¡Es que Charlie es genial! A mí los argonautas me encantaron, tan sabios ellos desde su metro y poco de altura, pero me pongo en el lugar del pobre Charlie y todo es entenderlo... jajaja. ¡Y protesto! Yo soy muy calurosa, por eso odio el calor, con lo que ponerme el abrigo en noviembre si no hace frío, como que no... jajaja. Pero este libro es para leerlo con un chocolate o un te calientes al lado. No te pueden hablar de la nevada del siglo cuando tú estás asfixiándote de calor, es muy cruel :))

      ¡Besote!

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  10. Estamos de acuerdo en todo menos el lo de la portada. Es cierto que una vez leído parece perfecta pero yo hubiera pasado de largo en la librería si no hubiera sabido por adelantado que era de Mónica,no porque no sea bonita,que lo es,sino por un cierto aire juvenil que me parece que tiene.
    Besos

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    1. Pues de verdad que a mí me encanta, aunque ya he visto que somos minoría los que nos hace tilín (y no sabía el poco amor que había por esta cubierta hasta que empecé a leer vuestras respuestas... jajaja). Yo no le veo aire juvenil, le veo aire mágico... pero vamos, que ya digo, sé que voy contracorriente en esto :)

      ¡Besote!

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  11. La tengo apuntadisima y la portada también me parece una preciosidsd, es llamativa. Que lástima que una no sea rica para hacerse con todos los libros que quiera, pero me haré con él. Besicos

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    1. Lo de los libros te entiendo perfectamente... pero si consigues y puedes hacerte con él, de verdad que creo que lo disfrutarás un montón.

      ¡Besote!

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  12. Hola, Miss Hurst:

    Este es uno de mis pendientes. Y estoy de acuerdo contigo: habría sido más lógico publicarlo en otoño que en verano, pero bueno.. en el fondo lo que querían es darnos un toque fresquito para distraernos de las altas temperaturas. Me ha encantado eso de "qué poco respeto, oye" XD ¡Gracias por la reseña!

    Un saludo imaginativo...

    Patt

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    1. Es que me tienen muy poco respeto, de verdad... :))

      A mí sinceramente me pega más publicarlo en otoño, pero de todos modos un libro bueno se vende salga cuando salga. Otra cosa es cuando apetezca más leerlo. Av er si puedes ponerte con él, que me interesa mucho conocer tu opinión.

      ¡Besote!

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  13. Hola!
    Yo a este libro llegué por las buenas reseñas, y como tú lo tenía planificado para leer en Noviembre, pero entre unas cosas y otras todavía no he podido hacerlo. Suerte que todavía tengo tiempo. Espero que me guste tanto como a ti. Por cierto, fantástica reseña!
    Un beso

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    1. De noviembre queda ya poquito, pero lo importante es que haga fresquete para que el ambiente sea el adecuado, así que aún te quedan unos meses por delante para hacerle hueco :)

      ¡Besote!

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  14. Hola Inquilinas!
    Un libro muy apetecible!! No he leído nada de la autora pero veo que os tiene encandilados a muchos de vosotros! He leído maravillas de este libro y de su obra en general!!
    El feel-good es un género que, a mi parecer, siempre apetece y es ideal para desconectar de nuestro día a día!! Además, el hecho de que la historia transcurra en Inglaterra es todo un puntazo!!
    Magnífica reseña!! ;)

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    1. Pues yo al feelgood, al menos conscientemente, no me había acercado hasta leer a Mónica, y creo que ya no es solamente el género, sino todos los detalles que ella imprime a su obra lo que convierte estos libros en algo muy especial. A ver si consigues leer alguno de ellos y nos cuentas.

      ¡Besote!

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  15. Pues aún no me he estrenado con la autora y parezco boba por todo lo que contáis de ella. A ver cuando saco tiempo para hacerle un hueco a alguno de sus libros.

    Excelente reseña :)

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    1. ¡Gracias! Pues creo que cuando empieces con uno de ellos querrás leerlos todos, porque tienen mucho encanto, mucha magia. Y no cuesta nada identificarse con las situaciones que viven las protagonistas, sus penas y alegrías resultan muy cercanas. Estoy segura de que los disfrutarías mucho.

      ¡Besote!

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  16. Pues a mi también me encanta la portada, y seré de las únicas. una historia con la que disfruté un montón pese a leerla en verano. Un beso ;)

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    1. Pues estamos un poco solas en esto, porque está visto que la portada no tiene muchos fans... jajaja.

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  17. A mi también me gustó mucho y la reseña te ha quedado genial

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  18. Encantadora la reseña, en línea con la novela. Yo la leí en julio, en Pirineos, en plena ola de calor, y la disfruté un montón. Sí que es verdad que dan ganas de releerla bajo las mantas, pero a Mónica se la disfruta incluso haciendo el pino.
    Un saludo

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    1. Jajajaja... es verdad, da igual la situación que los libros de Mónica se disfrutan igual, pero este en concreto llamaba a la mantita y el chocolate caliente o el té. Yo la disfruté mucho a 40 grados, pero más enterrada en el sofá bajo la manta.

      ¡Besote!

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  19. No lo he podido leer, pero al igual que a ti, me pega para esta época. Y como en breves empezaré a estresarme con la cercanía de las opos creo que seguramente me deje contagiar por esas sensaciones que os transmite Mónica.

    Besitos

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    1. Pues si tienes cerca opos, de verdad que este libro te dará mucha tranquilidad y te hará desconectar un ratito del estrés. Los libros de Mónica son como un bálsamo :)

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  20. A mí también me gustó mucho esta novela al igual que las anteriores de Mónica
    Besos

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    1. Es que son todas fantásticas, en sus diferencias y en sus semejanzas. Leer una es querer leerlas todas :)

      ¡Besote!

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  21. ¡Hola! Me ha gustado tu blog y ya tienes una nueva seguidora ;) Me quedo por aquí y espero que puedas pasarte por mi blog y quedarte.
    Nos leemos. Kisses ^^

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  22. Me ha encantado la reseña. De Mónica sólo leí un relato que la verdad es que me gustó. Me lo apunto.Besinos.

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    1. Pues te aconsejo que si puedes, intentes leer alguno de sus libros. Después de eso, querrás leerlos todos :)

      ¡Besote!

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  23. Me pareció una novela entrañable. Conecte muchísimo con la historia, sin dudas, de lo mejor de este año. Besos.

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    1. Yo también conecté mucho con ciertas partes de la historia, y me sentí identificada en otras. Me llegó mucho a la patata aunque en eso no haya querido entrar en la reseña.

      ¡Besote!

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  24. Has leído el libro en el mes idóneo. A mi me gustó mucho. Besos

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    1. ¿Verdad que leerlo en noviembre es como que le da otra aire? A mí también me ha encantado, un libro precioso.

      ¡Besote!

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