Título original: And then there were none
Autora: Agatha Christie
Editorial: Espasa
Traducción: Orestes Llorens
Diseño de cubierta: @Ed
Diez personas sin relación alguna entre sí son reunidas en un misterioso islote de la costa inglesa por un tal Sr. Owen, propietario de una lujosa mansión a la par que perfecto desconocido para todos sus invitados. Tras la primera cena, y sin haber conocido aún a su anfitrión, los diez comensales son acusados mediante una grabación de haber cometido un crimen en el pasado.
Uno por uno, a partir de ese momento, son asesinados sin explicación ni motivo aparente. Sólo una vieja canción infantil parece encerrar el misterio de una creciente pesadilla.
No era mi intención hacer otra reseña combo tan pronto, pero como la culpa total y absoluta de que haya releído esta novela han sido precisamente dos adaptaciones (una al cine y otra a la televisión), y ciertas dudas que me quedaron después de verlas porque no recordaba qué pasaba exactamente en la novela con respecto a una cosa, pues eso, que aquí estamos nuevamente con un combo. Y encima he aprovechado y me he comprado esta edición que me hacía ojitos desde que salió, porque no ha habido manera de encontrar mi ejemplar viejuno (y churrimangado a mis primas mayores, dicho sea de paso, como casi toda mi colección de Agatha). A saber qué hice con él.
Quien más y quien menos sabrá un poco de qué va la historia, pero refresco (seré breve, que luego toca también pincelar las adaptaciones).
Ocho personas que no se conocen entre sí reciben una invitación para acudir a pasar un fin de semana a la casa que un tal señor Owen posee en la isla del Negro. Cada invitación es personalizada, cada uno de ellos es invitado por una razón distinta, y de hecho ninguno parece recordar de nada a este buen señor, pero él si parece conocerlos a ellos y nadie dice que no a unas vacaciones gratis en una isla. Cuando llegan se encuentran con que el anfitrión está ausente y solo les esperan dos criados, el matrimonio Rogers, encargados de darles la bienvenida y ocuparse de ellos hasta que el señor de la casa aparezca. Este matrimonio tampoco parece haber visto jamás al tal señor Owen.
Por tanto, hay diez personas en la mansión de la isla. Como diez son los protagonistas de un poema infantil que se halla presente en todos y cada uno de los dormitorios a modo de cuadro decorativo. También son diez las figurillas de porcelana que, sobre una bandeja de cristal, presiden la mesa del comedor. Diez negritos.
Varias horas después de llegar a la mansión, después de la cena, se pone en marcha un gramófono en el que una voz en off acusa y declara culpables de un crimen a todos y cada uno de ellos... y acto seguido, mientras protestan por estas acusaciones y claman ofendidísimos su inocencia, cae muerto ante los ojos de los otros nueve el más joven del grupo. De este modo son conscientes de que no han sido invitados precisamente a pasar el fin de semana, que las cosas no cuadran, y empieza una carrera contrarreloj para averiguar quién es el señor Owen, dónde se esconde en la isla y por qué han sido elegidos para estar allí. Empiezan a sospechar unos de otros, vamos conociendo cosas del pasado de estos personajes (que no son tan inocentes como quieren hacer creer a sus compañeros)... y los negritos de porcelana van desapareciendo uno a uno de su bandeja de cristal, ejecutando su poema.
Creo que no exagero si digo que hace unos diez o doce años como mínimo que leí esta novela por última vez, y aunque tengo tal atasco de lecturas que releer no es una de mis prioridades, reencontrarme con ella ha sido como volver a casa, a una de esas autoras que me hicieron amar la literatura y con la que pasé horas maravillosas ante un libro cuando era adolescente. Recordaba perfectamente quién era el asesino (y no porque hubiese visto las adaptaciones, que conste... lo recordaba, cosa que no me pasa con algunas novelas suyas), pero eso no me impidió disfrutarla igual o más. De hecho, he intentado pillar a la buena de Agatha a lo largo de las páginas en un desliz, en una pista que se le hubiese escapado, algún indicio que en la relectura te llevase a decir: "¡aahhh, aquí te despistaste!". Pues no. Puedes sospechar de ese personaje como de cualquiera de los otros. Ni un solo fallo en todo el libro. Qué buena era esta mujer, por favor...
Agatha Christie es archifamosa por su encantadora miss Marple y su extravagante Poirot, pero lo cierto es que algunos de sus libros más célebres, como este, no están protagonizados por ninguno de los dos. Se dice de esta novela que tiene más de análisis de la culpa y la posibilidad o ausencia de redención que de whodunit (nombre con el que se denomina a este género del ¿quién lo hizo?). Yo no estoy del todo de acuerdo y, si me dicen que me queme poniendo la mano en el fuego, elijo la predominancia del whodunit, porque además la propia Christie, en su autobiografía, declaró lo orgullosa que estaba de ese aspecto en esta novela y del resultado final (este extracto aparece como prólogo en esta edición, y no lo veo muy afortunado porque suelta un spoiler como una casa de grande. Así que aviso para navegantes: si te compras esta edición y no has leído nunca Diez negritos... ¡no leas la nota inicial de la autora!).
El caso es que yo tan contenta, porque esta es de las pocas promesas lectoras que me hice para este año que de momento he cumplido: empezar a releer a esta autora. Además mi vena consumista y coleccionista me puede y quiero comprar y releer como mínimo los 5 títulos que componen estas ediciones especiales que salieron hace dos o tres años, así que... volveré :)
Adaptación de la novela homónima de Agatha Christie. Un misterioso personaje invita a diez personas a pasar un fin de semana en una isla, pero, cuando llegan, el anfitrión no está; lo que encuentran es una cinta grabada sobre un asesinato y los posibles sospechosos.
Hay unas cuantas versiones cinematográficas de esta novela, pero la versión clásica de 1945 ha sido siempre mi favorita de lejos, la que tengo en la memoria, y la que he visto ya unas cuantas veces. Pero hace poco vi una miniserie de 3 capítulos estrenada en 2015, producida por la BBC, y se ha convertido en mi nueva favorita.
Estas dos versiones son las responsables de que haya releído el libro (y les doy unas gracias eternas). ¿Razón? Que aunque el culpable, evidentemente, es el mismo (porque es el que es y no hay más xD), había detalles completamente diferentes entre ambas versiones, uno de ellos, el que más me fastidiaba no acordarme, respecto al final mismo. Total, que relectura y reseña combo al canto. Voy con poco cuando algo me gusta mucho.
Una vez releído, debo decir que la más se acerca a la historia original es, de lejos, la versión actual de la BBC. Cambian algunas cosas, sobre todo para añadir más salseo a las relaciones entre los personajes y para hacer más crudos algunos de los asesinatos de los que se culpa a los invitados a la mansión, pero si nos ceñimos a la novela de la Christie, la de 2015 es la adaptación fidedigna. Y tiene un reparto espectacular en todos los sentidos, donde casi todos sus integrantes, al menos para quienes frecuentamos las producciones británicas en general, y de época en particular, son de sobra conocidos y unos magníficos actores.
Aun así, yo recomiendo las dos muchísimo. Son completamente diferentes, las separan 70 años de diferencia nada menos, y aunque particularmente he disfrutado mucho de la versión actual, la de 1945 es también una gozada que además puede presumir de tener algo que no tiene la de 2015: saber esconder mucho, mucho mejor al culpable. En la versión de hace un par de años, a poco que estés atento, y sin haber leído el libro, a mitad del capítulo 2 puedes intuir casi a ciencia cierta quién es. Hay alguna escena muy poco sutil y es lo único que hace que para mí no sea una miniserie de diez. No hace falta darle las cosas mascadas al espectador, y los guionistas no se resistieron a meter un par de escenas de esas de "a ver si lo pilláis". En la versión cinematográfica son mucho, mucho más pellejos, y si no has leído la novela no tienes ni idea de por dónde van los tiros.
No me enrollo más, que con las reseñas combo corro peligro de extenderme por igual tanto en libro como adaptación y de que esto quede más largo que un día sin pan. ¿Por cuál empezar de las dos? Creo que por la miniserie de 2015. Pero no dejéis pasar la peli de 1945 si os topáis con ella, a pesar de que tiene cambios sustanciales con respecto al libro, sobre todo hacia el final. Es buen cine, y una buena peli clásica, más allá de lo que se separe de la novela que le da nombre, siempre es apuesta segura.
Páginas: 230
Fecha de publicación original: 1939
Fecha esta edición (5ª): diciembre 2016
Fecha esta edición (5ª): diciembre 2016
Encuadernación: rústica
Precio: 14,90 eurosDiseño de cubierta: @Ed
Diez personas sin relación alguna entre sí son reunidas en un misterioso islote de la costa inglesa por un tal Sr. Owen, propietario de una lujosa mansión a la par que perfecto desconocido para todos sus invitados. Tras la primera cena, y sin haber conocido aún a su anfitrión, los diez comensales son acusados mediante una grabación de haber cometido un crimen en el pasado.
Uno por uno, a partir de ese momento, son asesinados sin explicación ni motivo aparente. Sólo una vieja canción infantil parece encerrar el misterio de una creciente pesadilla.
La novela más vendida de Agatha Christie, con unos 100 millones de ejemplares vendidos.
Quien más y quien menos sabrá un poco de qué va la historia, pero refresco (seré breve, que luego toca también pincelar las adaptaciones).
Ocho personas que no se conocen entre sí reciben una invitación para acudir a pasar un fin de semana a la casa que un tal señor Owen posee en la isla del Negro. Cada invitación es personalizada, cada uno de ellos es invitado por una razón distinta, y de hecho ninguno parece recordar de nada a este buen señor, pero él si parece conocerlos a ellos y nadie dice que no a unas vacaciones gratis en una isla. Cuando llegan se encuentran con que el anfitrión está ausente y solo les esperan dos criados, el matrimonio Rogers, encargados de darles la bienvenida y ocuparse de ellos hasta que el señor de la casa aparezca. Este matrimonio tampoco parece haber visto jamás al tal señor Owen.
Por tanto, hay diez personas en la mansión de la isla. Como diez son los protagonistas de un poema infantil que se halla presente en todos y cada uno de los dormitorios a modo de cuadro decorativo. También son diez las figurillas de porcelana que, sobre una bandeja de cristal, presiden la mesa del comedor. Diez negritos.
Varias horas después de llegar a la mansión, después de la cena, se pone en marcha un gramófono en el que una voz en off acusa y declara culpables de un crimen a todos y cada uno de ellos... y acto seguido, mientras protestan por estas acusaciones y claman ofendidísimos su inocencia, cae muerto ante los ojos de los otros nueve el más joven del grupo. De este modo son conscientes de que no han sido invitados precisamente a pasar el fin de semana, que las cosas no cuadran, y empieza una carrera contrarreloj para averiguar quién es el señor Owen, dónde se esconde en la isla y por qué han sido elegidos para estar allí. Empiezan a sospechar unos de otros, vamos conociendo cosas del pasado de estos personajes (que no son tan inocentes como quieren hacer creer a sus compañeros)... y los negritos de porcelana van desapareciendo uno a uno de su bandeja de cristal, ejecutando su poema.
Creo que no exagero si digo que hace unos diez o doce años como mínimo que leí esta novela por última vez, y aunque tengo tal atasco de lecturas que releer no es una de mis prioridades, reencontrarme con ella ha sido como volver a casa, a una de esas autoras que me hicieron amar la literatura y con la que pasé horas maravillosas ante un libro cuando era adolescente. Recordaba perfectamente quién era el asesino (y no porque hubiese visto las adaptaciones, que conste... lo recordaba, cosa que no me pasa con algunas novelas suyas), pero eso no me impidió disfrutarla igual o más. De hecho, he intentado pillar a la buena de Agatha a lo largo de las páginas en un desliz, en una pista que se le hubiese escapado, algún indicio que en la relectura te llevase a decir: "¡aahhh, aquí te despistaste!". Pues no. Puedes sospechar de ese personaje como de cualquiera de los otros. Ni un solo fallo en todo el libro. Qué buena era esta mujer, por favor...
Agatha Christie es archifamosa por su encantadora miss Marple y su extravagante Poirot, pero lo cierto es que algunos de sus libros más célebres, como este, no están protagonizados por ninguno de los dos. Se dice de esta novela que tiene más de análisis de la culpa y la posibilidad o ausencia de redención que de whodunit (nombre con el que se denomina a este género del ¿quién lo hizo?). Yo no estoy del todo de acuerdo y, si me dicen que me queme poniendo la mano en el fuego, elijo la predominancia del whodunit, porque además la propia Christie, en su autobiografía, declaró lo orgullosa que estaba de ese aspecto en esta novela y del resultado final (este extracto aparece como prólogo en esta edición, y no lo veo muy afortunado porque suelta un spoiler como una casa de grande. Así que aviso para navegantes: si te compras esta edición y no has leído nunca Diez negritos... ¡no leas la nota inicial de la autora!).
El caso es que yo tan contenta, porque esta es de las pocas promesas lectoras que me hice para este año que de momento he cumplido: empezar a releer a esta autora. Además mi vena consumista y coleccionista me puede y quiero comprar y releer como mínimo los 5 títulos que componen estas ediciones especiales que salieron hace dos o tres años, así que... volveré :)
Adaptación de la novela homónima de Agatha Christie. Un misterioso personaje invita a diez personas a pasar un fin de semana en una isla, pero, cuando llegan, el anfitrión no está; lo que encuentran es una cinta grabada sobre un asesinato y los posibles sospechosos.
Hay unas cuantas versiones cinematográficas de esta novela, pero la versión clásica de 1945 ha sido siempre mi favorita de lejos, la que tengo en la memoria, y la que he visto ya unas cuantas veces. Pero hace poco vi una miniserie de 3 capítulos estrenada en 2015, producida por la BBC, y se ha convertido en mi nueva favorita.
Estas dos versiones son las responsables de que haya releído el libro (y les doy unas gracias eternas). ¿Razón? Que aunque el culpable, evidentemente, es el mismo (porque es el que es y no hay más xD), había detalles completamente diferentes entre ambas versiones, uno de ellos, el que más me fastidiaba no acordarme, respecto al final mismo. Total, que relectura y reseña combo al canto. Voy con poco cuando algo me gusta mucho.
Una vez releído, debo decir que la más se acerca a la historia original es, de lejos, la versión actual de la BBC. Cambian algunas cosas, sobre todo para añadir más salseo a las relaciones entre los personajes y para hacer más crudos algunos de los asesinatos de los que se culpa a los invitados a la mansión, pero si nos ceñimos a la novela de la Christie, la de 2015 es la adaptación fidedigna. Y tiene un reparto espectacular en todos los sentidos, donde casi todos sus integrantes, al menos para quienes frecuentamos las producciones británicas en general, y de época en particular, son de sobra conocidos y unos magníficos actores.
Aun así, yo recomiendo las dos muchísimo. Son completamente diferentes, las separan 70 años de diferencia nada menos, y aunque particularmente he disfrutado mucho de la versión actual, la de 1945 es también una gozada que además puede presumir de tener algo que no tiene la de 2015: saber esconder mucho, mucho mejor al culpable. En la versión de hace un par de años, a poco que estés atento, y sin haber leído el libro, a mitad del capítulo 2 puedes intuir casi a ciencia cierta quién es. Hay alguna escena muy poco sutil y es lo único que hace que para mí no sea una miniserie de diez. No hace falta darle las cosas mascadas al espectador, y los guionistas no se resistieron a meter un par de escenas de esas de "a ver si lo pilláis". En la versión cinematográfica son mucho, mucho más pellejos, y si no has leído la novela no tienes ni idea de por dónde van los tiros.
No me enrollo más, que con las reseñas combo corro peligro de extenderme por igual tanto en libro como adaptación y de que esto quede más largo que un día sin pan. ¿Por cuál empezar de las dos? Creo que por la miniserie de 2015. Pero no dejéis pasar la peli de 1945 si os topáis con ella, a pesar de que tiene cambios sustanciales con respecto al libro, sobre todo hacia el final. Es buen cine, y una buena peli clásica, más allá de lo que se separe de la novela que le da nombre, siempre es apuesta segura.
Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.
Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.