Título original: Pride and Prejudice
Autora: Jane Austen
Editorial: Alba (colección Clásica Maior)
Traducción: Marta Salís
Páginas: 424
Fecha publicación original: 1813
Fecha publicación original: 1813
Fecha esta edición (3ª): julio 2011
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: 28 euros Ilustración de cubierta: Fresco de un pavo real (siglo XVII, Palazzo Spada, Roma)
Ilustraciones interiores: Hugh Thomson
El señor y la señora Bennet tienen cinco hijas, y el único objetivo de
la madre es conseguir una buena boda para todas. Dos jóvenes ricos, el
señor Bingley y el señor Darcy, aparecen en ese ambiente e
inmediatamente se ven señalados como posibles maridos. La heroína de la
novela es Elizabeth, la segunda hermana, inteligente, perspicaz,
consciente de su valor, y algo rebelde. El opresivo ambiente de la
familia, la presión del matrimonio, la diferencia de clases, el fantasma
de la pobreza y la delicada sensibilidad de una heroína decidida, pero
no libre de errores de juicio y dudas de comportamiento, se conjugan
para crear una obra maestra leída a lo largo de más de dos siglos.
¡MB, a por O&P! ¡Sin presión! xD
Recojo el testigo de la conversación y, como casi siempre, estoy de acuerdo con MH, porque además de grandes lectoras somos grandes amigas. Esta reseña es un poquito especial pues, tal y como yo la veo, además de MH y servidora me gustaría que todos nuestros grandes amigos, vosotros, que nos estáis acompañando a lo largo de este caluroso homenaje con vuestras reseñas y comentarios, opinéis y digáis todo, pero todito todo, lo que opinéis sobre este libro en cuestión o sobre cualquier otro de Jane Austen, pues en mi caso estaría encantada de que se convirtiera en el broche de oro de nuestro mes especial con todas las aportaciones de esas mentes brillantes, inteligentes y sensibles que se reúnen y se aglutinan en nuestra blogosfera.
Así pues... adelante, estáis invitados a quedaros por Netherfield.
Vamos a la chicha. Qué puedo decir de O&P... hubo un tiempo que lo leía dos o tres veces al año, y nunca, nunca, me cansaba. Fue el libro que me introdujo en el maravilloso mundo de Jane Austen, y creo que fue el libro adecuado con los años adecuados. Más tarde, con el paso del tiempo, descubrí que Jane Austen había escrito otros libros iguales o mejores que O&P, pero no fue hasta mucho después, porque yo era tan feliz en mi bucle austeniano.
Si una cosa tiene buena cumplir años es que ellos te hacen ver las cosas o las formas con diferente perspectiva, así como dar el justo valor que tu madurez permite, y en una de las últimas relecturas de O&P de alguna manera humanicé a todos los personajes: los malos no me parecían tan malos, y a otros los bajé de su pedestal para atribuirles cualidades humanas que lejos de desmerecerlos hacía que los comprendiera y entendiera de una manera cercana.
Creo que podría afirmar exactamente lo mismo (que fue la novela con la que conocí a Jane, que fue mi favorita un tiempo, y que los años te hacen darte cuenta que otras novelas suyas, opinión personal, son incluso mejores) salvo en una cosa: yo también he bajado de su pedestal a algún que otro personaje, pero en mi caso ha sido para tener peor concepto. Pero voy a intentar mantener la armadura intacta aunque sea algún párrafo más xD. ¿Esbozamos un poco la novela? Que no todo el mundo la conoce ni tiene por qué haberla leído.
En Longbourn habita la familia Bennet, compuesta por un matrimonio muy dispar (él muy inteligente y sarcástico pero muy pasota, ella una insufrible cuya única meta en la vida es cotillear con los vecinos y casar a sus hijas antes que ellos), y cinco hijas, de las cuales solo las dos mayores, Jane y Elizabeth, poseen dos dedos de frente. Pronto se conoce en la vecindad que la mansión de Netherfield ha sido alquilada por el atractivo y adinerado señor Bingley, y cuando junto a él llegan sus dos hermanas, la señorita Bingley y la señora Hurst, además del altanero y antipático señor Darcy, comienza realmente la trama de la novela. ¿Conseguirá la señora Bennet maridos para sus hijas entre los habitantes de Netherfield?
De momento lo dejo así que si no esto se alarga hasta el infinito. ¿Qué tendrá la historia de Lizzy Bennet y Fitzwilliam Darcy para enamorar y atrapar a millones de personas desde hace 200 años? Que por cierto, a pesar de la creencia popular, no es que uno posea orgullo y el otro prejuicios... estos defectos los llevan los dos de serie :)
¡Ay! Lizzy y Darcy... qué historia tan maravillosa. Hubo un tiempo en el que yo era Lizzy. De todas las heroínas de todos los tiempos, para mí Lizzy era la primera; reunía todos los elementos que una heroína debía de tener: inteligencia, perspicacia, una belleza tolerable... pero sobre todo era la mujer pizpireta e inteligente que en un principio sabía lo que no quería y después tuvo muy claro lo que le era más conveniente.
El orgullo y los prejuicios son cualidades que Jane Austen reparte unas veces más y otras menos entre nuestros protagonistas, pues tanto Lizzy como Darcy son muy sensibles a los comentarios que se realizan respectivamente. Por eso a lo largo de la novela vemos que en principio Lizzy no resulta demasiado atractiva para Darcy, y a su vez para ella Darcy es un tanto pedante y engreído. Pero a mi juicio, si hay una persona verdaderamente superior, esta es Lizzy, pues es la que se queda con el premio gordo, conservando y mejorando por tanto su estatus social y, al mismo tiempo, va dejando sin voluntad a Darcy después de haberle dado unos baños de realidad... una voluntad que va desapareciendo y diluyéndose a lo largo de toda la novela. Tal vez sea el amor u obcecación que siente por nuestra protagonista.
Ahora conforme han pasado los años, vislumbramos en nuestra Lizzy (además de todas esas buenas cualidades que le presupone su padre, el señor Bennet, y que tal magistralmente le dio Jane) que la sutil manipulación que va tejiendo alrededor de Darcy va dando sus pequeños frutos, y que esos pequeños pasos hacen que este pierda todo su deber de cuidado, dejándose en el camino el corazón y la voluntad. ¡Ay, Darcy! Tan preocupado por tu amigo el señor Bingley, por si lo cazan o no, y tú te enredas en ese hilo fino y suave que te atrapa y atrapa...
Qué mala eres, MB... ¡sabes que leyéndote tanta alabanza a Lizzy Bennet me están chirriando los dientes! ¡Provocadora!... jajaja. Pues nada, toca hacer uso de los dichosos yelmo y armadura. Lo confieso: adoré a Lizzy Bennet en la primera lectura, cuando era casi una cría, porque me veía reflejada en ese orgullo respondón y autosuficiente... y con cada relectura, años por medio, mi opinión sobre este personaje ha ido devaluándose... no veo su forma de comportarse y sus sentimientos como los veía hace taitantos años.
Para que nos entendamos (y veo venir de lejos los golpes que me van a caer... tened misericordia), en este libro hay cuatro personas enamoradas: tres lo están de otro ser humano, y la otra lo está de una mansión llamada Pemberley rodeada de bosques y jardines, y luego si eso de Darcy. Y Jane Austen, que era lista como el hambre y no quería que tuviéramos mala impresión de su Lizzy, pone esta misma observación en boca de su personaje hacia el final del libro, como diciendo: "bueno, si lo digo como si fuese broma lo mismo cuela". ¡Pues no, no cuela!... jajaja.
Me sentí muy, muy sola con esta incomprendida opinión entre un mar de adoración masiva a este personaje hasta que se estrenó la película "Miss Austen regrets" ("Jane Austen recuerda" en la maravillosa traducción al castellano). En ella, Charles Haden, el médico interpretado por Jack Huston, le dice exactamente lo mismo a Jane Austen a la cara (que le parece curioso que Lizzy solo se dé cuenta de que está enamorada de Darcy después de ver lo grande que es Pemberley), y la sonrisa que ella pone, que no defienda a su personaje, me quitó un peso de encima. Si una producción británica de la sacrosanta BBC, en un homenaje a Jane, se atreve a aventurar algo así, es que no es solo opinión mía y no estoy tan sola en el mundo como creía. Respiré tranquila después de ver la película... jajaja.
Que conste que no juzgo a Lizzy, pero lo que es, es: el único que está enamorado hasta las trancas, con sus mil defectos, es Darcy. ¡No os enfadéis conmigo quiénes adoréis a Lizzy, plis! Yo también la adoré en su día, hasta que otras heroínas Austen comenzaron a parecerme muy superiores en sentimientos y acciones. Si hasta sus propios tíos comentan en la novela que se nota mucho más enamorado a Darcy que a ella... pero bueno, que como todo en esta vida, solo es una opinión. La historia para mí sigue siendo la misma, adoro la evolución de la relación entre estos dos personajes, solo que no lo veo todo tan de color de rosa como hace unos años.
Eres muy mala, sabes que si me tiras de la lengua con esto me explayo que da gusto, así que cambiemos de tercio... jajaja. El humor viene en buena medida en la novela de la mano de la señora Bennet, aunque a mí siempre me ha tirado más la ironía y el sacasmo del señor Bennet. Es sin duda la novela con más humor de Jane, ¿verdad? Las apariciones del repelente señor Collins son apoteósicas :)
¡Esa es mi MH! ¿Has visto que tranquilica te has quedado? No hay nada como expulsar todos los sapetes... ahí fuera, fuera.
Como último apunte, no me gusta dejarte sola con tu opinión pero, por muchas veces que haya leído O&P, siempre pienso lo mismo: Darcy no sería Darcy si no hubiera tenido a una Lizzy espabilada e inteligente. Y si algo admiro de este personaje, como te conté hace poco, es su arribismo... ya me gustaría que se me pegara un poquito, que yo también me iría a Pemberley con Darcy... jajaja. Lizzy no tiene otra alternativa; no es lo mismo casarse con el señor Collins, aunque reconozco que este personaje tiene su gracia.
Nuestra heroína lo es por lo espabilada que nos ha salido, teniendo en cuenta que esta historia cuenta con doscientos años. Ahora sucedería como en la serie de la ITV, Lost in Austen: puede que Lizzy prefiriera ser canguro en el Londres actual que vivir en Pemberley con Darcy.
Entre el señor y la señora Bennet, mi personaje favorito es sin duda el de la señora Bennet... pero con diferencia. Entiendo que no se la comprende, pero el papel del señor me recuerda tanto a lady Bertram de Mansfield Park... todo indulgencia y pereza; así ya se puede ser bueno y sarcástico. Esta buena señora se echa a sus honorables espaldas nada menos que el destino de todas sus hijas, que no es una ni dos sino unas cuantas... todas ellas diferentes y singulares, unas más guapas y otras más listas, y otras para esos tiempos ni lo uno ni lo otro.
Que tiene malos modales, que es un poco vulgar, ¿pero qué hace ella? Intentar colocar a sus hijas donde puede y como puede. ¿Que hay un regimiento? Allá que va. ¿Que hay un baile? Ahí está. ¿Que nuestro querido Netherfield se ha alquilado? Ya se preocupa ella por quién y con quién... pero siempre con un objetivo: que sus hijas cumplan con su destino, casarse. Ahora mirándolo con nuestros ojitos un tanto miopes, podemos ver que es una señora un tanto vulgar, pero su carga es muy pesada, ¿y qué hace su buen señor? Nada, ridiculizarla y ayudarla más bien poco... así se puede.
¡Si tú misma dices que Lizzy es una arribista! Me das un poco (bastante) la razón... jajaja.
Sobre el señor Bennet, qué le voy a hacer si me hace sonreír... yo creo que el incomprendido es él. La señora Bennet es la que cae bien y hace reír a todo el mundo, es el personaje cómico de la novela favorito de casi todo el que la lee, y mi maravilloso señor Bennet queda tapado entre tanto dolor de cabeza y verborrea sin fin (recordemos que con mucho salero es él quien impide que Lizzy se case con el señor Collins... si no fuese por él, a ver en qué quedaría O&P... jajaja). Con esa fina ironía, a mí me parece que representa a la perfección mi adorado humor británico... mucho más que la señora Bennet. Por cierto, me has recordado que tengo que volver a ver Lost in Austen... lo mismo luego la reseño.
Vamos a ir finiquitando esto, que a este paso os tenéis que poner un té y unas pastas para leer la reseña. Me releo, y no quiero dar una impresión equivocada (ni que l@s fanátic@s de este libro me coman viva sin motivo xD). Adoro Orgullo y prejuicio, la historia, los personajes, y es una obra maestra de la literatura universal de la que 200 años después estamos hablando con un pasión infinita en todo el mundo, y que sigue enamorando a lectores que la leen por primera vez. Si pudiésemos viajar en el tiempo y contarle a Jane Austen lo que todas sus novelas, y especialmente esta, transmiten y emocionan dos siglos después, no podría creerlo. Solo digo que, con el paso de los años, mi valoración sobre la obra de Jane y sus personajes ha ido cambiando, y que igual que el orden de preferencia de sus libros no es el mismo ahora que cuando los leí por primera vez, también mi opinión sobre sus personajes ha sufrido altibajos, algo que estoy intentado transmitir con todo el respeto del mundo.
Así que me repito... ¡adoro Orgullo y prejuicio! ¡Prometido! ¿Que Lizzy Bennet no me parece tan estupenda como a todo el mundo? ¿Que me cuesta creer, tal y como sucede todo, eso de "ay, estaba enamoradísima y no me había dado cuenta"? ¡Que más da! Una cosa no quita la otra. Sin Lizzy no tendría sentido O&P, me parece un personaje fantástico y las escenas que comparte con Darcy son lo mejor de esta historia; yo me identificaba totalmente con Lizzy hace muchos años... pero con las relecturas he ido viendo aristas que antes no había visto. Y me parecen muy respetables esas aristas, que conste; repito que yo no juzgo a la buena de Lizzy, pero el que muestra firmeza de carácter, constancia y amor, con sus orgullos y prejuicios, es Fitzwilliam Darcy. De principio a fin. Sobre los sentimientos de ella se podría hablar largo y tendido. Solo digo eso. Y me callo. Estoy cavando mi tumba, pero si dijese lo contrario a lo que estoy diciendo, mentiría. No me odiéis xD.
Oye, MB, habría que decir algo de Wickham, ¿no? Te lo dejo a ti, que yo ya me he pasado de cupo. Por mi parte... ¡¡gracias mil a todos los que nos habéis leído y acompañado durante estas cinco semanas por aguantar estoicamente esta sobredosis austenita a 40 grados a la sombra! ¡Ya queda menos! ¡Besote enorme! ¡Y no me pongáis muchas velas negras! xD
Como siempre, MH, tienes razón en todo, ¡ya tú sabes!
Qué voy a decir, ME ENCANTA LIZZY BENNET, con todo y por todo. Tal vez me pase como a Darcy en su primera declaración: a pesar de todos los contras él era un proLizzy, y yo también lo soy... jajaja.
Otra cosa. Los prejuicios no van conmigo; me encanta la flexibilidad, pues ante todo cultivo las cualidades de empatía y argumentación. Quién sabe si para otra reseña mi pensamiento puede que haya cambiado... o no; el tiempo lo dirá.
Esta es mi opinión, una de tantas que ha habido en estos doscientos años. Para los que la compartimos como para los que no, entiendo que siempre hay una celebración; celebramos que amamos a Jane Austen, nuestra autora preferida, quien supo crear tantos y variados personajes. Cada vez que lees una de sus novelas intemporales y eternas, conectas con ellos de una forma pasional y especial.
Se me olvidaba: de Wickham poco tengo que decir. Me parece que la única función que tiene en la novela es conectar y desconectar a nuestra pareja. Sin embargo en la serie de Lost in Austen es uno de los personajes que más me atrae... como dije en otra reseña, es que Jane Austen da para mucho, para interpretarla y reinterpretarla. En la novela, Wickham tiene un papel poco noble, que comparándolo con Darcy hace que este último brille y brille de tanta blancura y resplandor.
Ya solo queda, daros de mi parte las GRACIAS A TODOS los que nos habéis acompañado a lo largo de este caluroso homenaje; creo que Jane Austen estaría contenta. Por mi parte lo he dado todo... y como todos sabéis a estas alturas, Netherfield siempre está abierto, nunca cierra para vosotros, nuestra familia de la blogosfera.
Besossss y nos seguimos leyendo.
I'm back!! jajaja. Me redespido solo para decir que todavía queda la reseña cinéfila... jajaja. Que parece que estamos finiquitando el homenaje ¡y NO!, todavía os queda por soportar el último bastión austenita. El miércoles sorteo de libro + dvd de la miniserie de 1995, y el viernes reseñas tanto de la miniserie de 1995 como de la película de 2005... ¡Y os dejaremos en paz con Jane Austen por siempre jamás... o no!
¡Besote!
Así pues... adelante, estáis invitados a quedaros por Netherfield.
Vamos a la chicha. Qué puedo decir de O&P... hubo un tiempo que lo leía dos o tres veces al año, y nunca, nunca, me cansaba. Fue el libro que me introdujo en el maravilloso mundo de Jane Austen, y creo que fue el libro adecuado con los años adecuados. Más tarde, con el paso del tiempo, descubrí que Jane Austen había escrito otros libros iguales o mejores que O&P, pero no fue hasta mucho después, porque yo era tan feliz en mi bucle austeniano.
Si una cosa tiene buena cumplir años es que ellos te hacen ver las cosas o las formas con diferente perspectiva, así como dar el justo valor que tu madurez permite, y en una de las últimas relecturas de O&P de alguna manera humanicé a todos los personajes: los malos no me parecían tan malos, y a otros los bajé de su pedestal para atribuirles cualidades humanas que lejos de desmerecerlos hacía que los comprendiera y entendiera de una manera cercana.
Creo que podría afirmar exactamente lo mismo (que fue la novela con la que conocí a Jane, que fue mi favorita un tiempo, y que los años te hacen darte cuenta que otras novelas suyas, opinión personal, son incluso mejores) salvo en una cosa: yo también he bajado de su pedestal a algún que otro personaje, pero en mi caso ha sido para tener peor concepto. Pero voy a intentar mantener la armadura intacta aunque sea algún párrafo más xD. ¿Esbozamos un poco la novela? Que no todo el mundo la conoce ni tiene por qué haberla leído.
En Longbourn habita la familia Bennet, compuesta por un matrimonio muy dispar (él muy inteligente y sarcástico pero muy pasota, ella una insufrible cuya única meta en la vida es cotillear con los vecinos y casar a sus hijas antes que ellos), y cinco hijas, de las cuales solo las dos mayores, Jane y Elizabeth, poseen dos dedos de frente. Pronto se conoce en la vecindad que la mansión de Netherfield ha sido alquilada por el atractivo y adinerado señor Bingley, y cuando junto a él llegan sus dos hermanas, la señorita Bingley y la señora Hurst, además del altanero y antipático señor Darcy, comienza realmente la trama de la novela. ¿Conseguirá la señora Bennet maridos para sus hijas entre los habitantes de Netherfield?
De momento lo dejo así que si no esto se alarga hasta el infinito. ¿Qué tendrá la historia de Lizzy Bennet y Fitzwilliam Darcy para enamorar y atrapar a millones de personas desde hace 200 años? Que por cierto, a pesar de la creencia popular, no es que uno posea orgullo y el otro prejuicios... estos defectos los llevan los dos de serie :)
¡Ay! Lizzy y Darcy... qué historia tan maravillosa. Hubo un tiempo en el que yo era Lizzy. De todas las heroínas de todos los tiempos, para mí Lizzy era la primera; reunía todos los elementos que una heroína debía de tener: inteligencia, perspicacia, una belleza tolerable... pero sobre todo era la mujer pizpireta e inteligente que en un principio sabía lo que no quería y después tuvo muy claro lo que le era más conveniente.
Ahora conforme han pasado los años, vislumbramos en nuestra Lizzy (además de todas esas buenas cualidades que le presupone su padre, el señor Bennet, y que tal magistralmente le dio Jane) que la sutil manipulación que va tejiendo alrededor de Darcy va dando sus pequeños frutos, y que esos pequeños pasos hacen que este pierda todo su deber de cuidado, dejándose en el camino el corazón y la voluntad. ¡Ay, Darcy! Tan preocupado por tu amigo el señor Bingley, por si lo cazan o no, y tú te enredas en ese hilo fino y suave que te atrapa y atrapa...
Qué mala eres, MB... ¡sabes que leyéndote tanta alabanza a Lizzy Bennet me están chirriando los dientes! ¡Provocadora!... jajaja. Pues nada, toca hacer uso de los dichosos yelmo y armadura. Lo confieso: adoré a Lizzy Bennet en la primera lectura, cuando era casi una cría, porque me veía reflejada en ese orgullo respondón y autosuficiente... y con cada relectura, años por medio, mi opinión sobre este personaje ha ido devaluándose... no veo su forma de comportarse y sus sentimientos como los veía hace taitantos años.
Para que nos entendamos (y veo venir de lejos los golpes que me van a caer... tened misericordia), en este libro hay cuatro personas enamoradas: tres lo están de otro ser humano, y la otra lo está de una mansión llamada Pemberley rodeada de bosques y jardines, y luego si eso de Darcy. Y Jane Austen, que era lista como el hambre y no quería que tuviéramos mala impresión de su Lizzy, pone esta misma observación en boca de su personaje hacia el final del libro, como diciendo: "bueno, si lo digo como si fuese broma lo mismo cuela". ¡Pues no, no cuela!... jajaja.
Me sentí muy, muy sola con esta incomprendida opinión entre un mar de adoración masiva a este personaje hasta que se estrenó la película "Miss Austen regrets" ("Jane Austen recuerda" en la maravillosa traducción al castellano). En ella, Charles Haden, el médico interpretado por Jack Huston, le dice exactamente lo mismo a Jane Austen a la cara (que le parece curioso que Lizzy solo se dé cuenta de que está enamorada de Darcy después de ver lo grande que es Pemberley), y la sonrisa que ella pone, que no defienda a su personaje, me quitó un peso de encima. Si una producción británica de la sacrosanta BBC, en un homenaje a Jane, se atreve a aventurar algo así, es que no es solo opinión mía y no estoy tan sola en el mundo como creía. Respiré tranquila después de ver la película... jajaja.
Que conste que no juzgo a Lizzy, pero lo que es, es: el único que está enamorado hasta las trancas, con sus mil defectos, es Darcy. ¡No os enfadéis conmigo quiénes adoréis a Lizzy, plis! Yo también la adoré en su día, hasta que otras heroínas Austen comenzaron a parecerme muy superiores en sentimientos y acciones. Si hasta sus propios tíos comentan en la novela que se nota mucho más enamorado a Darcy que a ella... pero bueno, que como todo en esta vida, solo es una opinión. La historia para mí sigue siendo la misma, adoro la evolución de la relación entre estos dos personajes, solo que no lo veo todo tan de color de rosa como hace unos años.
Eres muy mala, sabes que si me tiras de la lengua con esto me explayo que da gusto, así que cambiemos de tercio... jajaja. El humor viene en buena medida en la novela de la mano de la señora Bennet, aunque a mí siempre me ha tirado más la ironía y el sacasmo del señor Bennet. Es sin duda la novela con más humor de Jane, ¿verdad? Las apariciones del repelente señor Collins son apoteósicas :)
¡Esa es mi MH! ¿Has visto que tranquilica te has quedado? No hay nada como expulsar todos los sapetes... ahí fuera, fuera.
Como último apunte, no me gusta dejarte sola con tu opinión pero, por muchas veces que haya leído O&P, siempre pienso lo mismo: Darcy no sería Darcy si no hubiera tenido a una Lizzy espabilada e inteligente. Y si algo admiro de este personaje, como te conté hace poco, es su arribismo... ya me gustaría que se me pegara un poquito, que yo también me iría a Pemberley con Darcy... jajaja. Lizzy no tiene otra alternativa; no es lo mismo casarse con el señor Collins, aunque reconozco que este personaje tiene su gracia.
Nuestra heroína lo es por lo espabilada que nos ha salido, teniendo en cuenta que esta historia cuenta con doscientos años. Ahora sucedería como en la serie de la ITV, Lost in Austen: puede que Lizzy prefiriera ser canguro en el Londres actual que vivir en Pemberley con Darcy.
Entre el señor y la señora Bennet, mi personaje favorito es sin duda el de la señora Bennet... pero con diferencia. Entiendo que no se la comprende, pero el papel del señor me recuerda tanto a lady Bertram de Mansfield Park... todo indulgencia y pereza; así ya se puede ser bueno y sarcástico. Esta buena señora se echa a sus honorables espaldas nada menos que el destino de todas sus hijas, que no es una ni dos sino unas cuantas... todas ellas diferentes y singulares, unas más guapas y otras más listas, y otras para esos tiempos ni lo uno ni lo otro.
Que tiene malos modales, que es un poco vulgar, ¿pero qué hace ella? Intentar colocar a sus hijas donde puede y como puede. ¿Que hay un regimiento? Allá que va. ¿Que hay un baile? Ahí está. ¿Que nuestro querido Netherfield se ha alquilado? Ya se preocupa ella por quién y con quién... pero siempre con un objetivo: que sus hijas cumplan con su destino, casarse. Ahora mirándolo con nuestros ojitos un tanto miopes, podemos ver que es una señora un tanto vulgar, pero su carga es muy pesada, ¿y qué hace su buen señor? Nada, ridiculizarla y ayudarla más bien poco... así se puede.
Sobre el señor Bennet, qué le voy a hacer si me hace sonreír... yo creo que el incomprendido es él. La señora Bennet es la que cae bien y hace reír a todo el mundo, es el personaje cómico de la novela favorito de casi todo el que la lee, y mi maravilloso señor Bennet queda tapado entre tanto dolor de cabeza y verborrea sin fin (recordemos que con mucho salero es él quien impide que Lizzy se case con el señor Collins... si no fuese por él, a ver en qué quedaría O&P... jajaja). Con esa fina ironía, a mí me parece que representa a la perfección mi adorado humor británico... mucho más que la señora Bennet. Por cierto, me has recordado que tengo que volver a ver Lost in Austen... lo mismo luego la reseño.
Vamos a ir finiquitando esto, que a este paso os tenéis que poner un té y unas pastas para leer la reseña. Me releo, y no quiero dar una impresión equivocada (ni que l@s fanátic@s de este libro me coman viva sin motivo xD). Adoro Orgullo y prejuicio, la historia, los personajes, y es una obra maestra de la literatura universal de la que 200 años después estamos hablando con un pasión infinita en todo el mundo, y que sigue enamorando a lectores que la leen por primera vez. Si pudiésemos viajar en el tiempo y contarle a Jane Austen lo que todas sus novelas, y especialmente esta, transmiten y emocionan dos siglos después, no podría creerlo. Solo digo que, con el paso de los años, mi valoración sobre la obra de Jane y sus personajes ha ido cambiando, y que igual que el orden de preferencia de sus libros no es el mismo ahora que cuando los leí por primera vez, también mi opinión sobre sus personajes ha sufrido altibajos, algo que estoy intentado transmitir con todo el respeto del mundo.
Oye, MB, habría que decir algo de Wickham, ¿no? Te lo dejo a ti, que yo ya me he pasado de cupo. Por mi parte... ¡¡gracias mil a todos los que nos habéis leído y acompañado durante estas cinco semanas por aguantar estoicamente esta sobredosis austenita a 40 grados a la sombra! ¡Ya queda menos! ¡Besote enorme! ¡Y no me pongáis muchas velas negras! xD
Como siempre, MH, tienes razón en todo, ¡ya tú sabes!
Qué voy a decir, ME ENCANTA LIZZY BENNET, con todo y por todo. Tal vez me pase como a Darcy en su primera declaración: a pesar de todos los contras él era un proLizzy, y yo también lo soy... jajaja.
Otra cosa. Los prejuicios no van conmigo; me encanta la flexibilidad, pues ante todo cultivo las cualidades de empatía y argumentación. Quién sabe si para otra reseña mi pensamiento puede que haya cambiado... o no; el tiempo lo dirá.
Esta es mi opinión, una de tantas que ha habido en estos doscientos años. Para los que la compartimos como para los que no, entiendo que siempre hay una celebración; celebramos que amamos a Jane Austen, nuestra autora preferida, quien supo crear tantos y variados personajes. Cada vez que lees una de sus novelas intemporales y eternas, conectas con ellos de una forma pasional y especial.
Se me olvidaba: de Wickham poco tengo que decir. Me parece que la única función que tiene en la novela es conectar y desconectar a nuestra pareja. Sin embargo en la serie de Lost in Austen es uno de los personajes que más me atrae... como dije en otra reseña, es que Jane Austen da para mucho, para interpretarla y reinterpretarla. En la novela, Wickham tiene un papel poco noble, que comparándolo con Darcy hace que este último brille y brille de tanta blancura y resplandor.
Ya solo queda, daros de mi parte las GRACIAS A TODOS los que nos habéis acompañado a lo largo de este caluroso homenaje; creo que Jane Austen estaría contenta. Por mi parte lo he dado todo... y como todos sabéis a estas alturas, Netherfield siempre está abierto, nunca cierra para vosotros, nuestra familia de la blogosfera.
Besossss y nos seguimos leyendo.
I'm back!! jajaja. Me redespido solo para decir que todavía queda la reseña cinéfila... jajaja. Que parece que estamos finiquitando el homenaje ¡y NO!, todavía os queda por soportar el último bastión austenita. El miércoles sorteo de libro + dvd de la miniserie de 1995, y el viernes reseñas tanto de la miniserie de 1995 como de la película de 2005... ¡Y os dejaremos en paz con Jane Austen por siempre jamás... o no!
¡Besote!
Jane Austen
(Steventon, 1775-Winchester, 1817). Novelista británica. Séptima hija
de una familia de ocho hermanos, su padre se encargó personalmente de su
educación. En 1801, los Austen se trasladaron a Bath y luego a Chawton,
un pueblo de Hampshire, donde la escritora redactó la mayoría de sus
novelas. Apacible, sereno y equilibrado es su modo de escribir, y
describe con sutil ironía el ambiente de la clase alta rural del sur de
Inglaterra. El interés de sus obras reside en los diferentes matices
psicológicos de sus personajes, y en la descripción, con una buena dosis
de crítica, del ambiente social en que sitúa a sus protagonistas, que
no es otro que el suyo propio, el de la burguesía acomodada.