Título original: Old Lady Mary. A Story of the Seen and the Unseen
Autora: Margaret Oliphant
Editorial: El Nadir
Traducción: María Inglés
Páginas: 101
Fecha publicación original: 1885
Fecha esta edición: 2009
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 15 euros Fecha esta edición: 2009
Encuadernación: rústica con solapas
Ilustración de cubierta: René Parra
Una broma pesada, una muerte imprevista, y unos efectos indeseados, son
los materiales de los que Margaret Oliphant se sirve para contar la
historia de un malentendido. Un error de tanta envergadura que
subsanarlo, implicará que su protagonista atraviese una frontera. Lady
Mary es una novela de aparecidos que entronca con la tradición del
gótico inglés en el que su autora se mueve como pez en el agua. La
novela envuelve al lector en una atmósfera de “visitante”, un invitado
en la mansión en la que todo tendrá lugar. Sus personajes son
encantadores, en especial la juguetona anciana Mary que da título al
relato. Pero Oliphant no se engaña respecto a las pasiones humanas y al
irrefrenable deseo de vida de la protagonista, cuyos rasgos de bondad y
placidez se ven aplastados por un narcisismo infantil que acarreará
graves consecuencias. Diálogos chispeantes, descripciones precisas y
bellas y una atmósfera de extraña cotidianeidad, hacen de Lady Mary una
pequeña joya literaria en el mundo de los fantasmas.
Hoy os traigo una novela corta clásica de fantasmas... corta la novela y más corta (o esa es mi intención) de lo habitual la reseña, porque la vida en estos días no me da para más. Aun así, hoy miércoles tocaba reseñar, yo soy muy cumplidora (además de cabezona), y mejor o peor, quería traeros algún librete. Su autora, Margaret Oliphant, es de esas escritoras victorianas de las que nos ha llegado más bien poco en castellano (poco, poco). Si os digo que escribió más de cien novelas (habéis leído bien, más de cien... tras quedarse viuda tenía que ganarse la vida y algunos años publicaba hasta cuatro libros), y eso sin contar sus relatos, biografías, artículos... ¿no os parece sorprendente, cuando menos? ¿Por qué siempre vemos en las librerías los mismos clásicos a los que solo les cambian la portada cuando hay tantos y tantos autores clásicos completamente ignorados en castellano? Sé que siempre reivindico lo mismo, soy muy pesada, lo sé. No me lo tengáis en cuenta xD.
La premisa de la historia es sencilla. Lady Mary es una anciana de casi noventa años que tiene tan buena salud que cree que nunca va a morir, así que por mucho que la gente de su alrededor le pide que haga testamento, ella se ríe y dice que ya habrá tiempo de hacerlo, ¿a qué vienen tantas prisas? Con ella vive su pupila, también llamada Mary, a la que ha criado desde que era una niña y que se quedará en la calle si lady Mary no le deja nada en el testamento. Un día le da el puntazo, escribe el dichoso testamento, pero por aquello de genio y figura hasta la sepultura, no le dice a nadie que lo ha escrito y lo esconde bien escondido... ¡qué broma más graciosa le va a gastar a la gente cuando vuelvan a insistirle que escriba el testamento y ella enseñe que ya está escrito!
Sí, estáis imaginando bien lo que pasa. Como no podía ser menos, lady Mary muere de repente, no le ha dicho a nadie que ha escrito el testamento ni dónde está escondido, y se va al otro mundo con remordimientos por lo tonta que ha sido y por una broma tan poco graciosa que ha dejado abandonada a su suerte a su pupila. Debe encontrar el modo de comunicarse con los vivos para que el escondite del testamento sea descubierto, y cuando en una especie de ¿purgatorio? le dan la opción de volver como fantasma, acepta. Lo que no imagina es lo complicado que va a resultar su tarea cuando solo pueden verla seres inocentes como los bebés y los niños, cuando no puede hablar y expresarse, o cuando el tiempo para los vivos y los muertos transcurre de un modo muy diferente, y lo que para ella son minutos para su pupila son años viviendo de la caridad de los demás... incluso se entera de lo que la gente piensa sobre ella una vez muerta y de lo que dicen cuando creen que nadie les está escuchando, y eso a veces duele.
Como veis la novela está dividida en dos partes. En la primera la protagonista absoluta es lady Mary, y en ella la autora nos hace un retrato nítido y categórico de esta mujer que se pone el mundo por montera y que la da igual ocho que ochenta. A sus noventa años y con su posición social, a ver quién es el listo que le tose. En la segunda lady Mary ha pasado a mejor vida, pero sigue en la historia como fantasma compartiendo protagonismo con su pupila, Mary, y en ella vemos sus intentos por hacerle comprender a alguien dónde está escondido el testamento. Si tengo que ponerle una pega al libro es el comienzo. El primer capítulo es muy pesado, muy denso, demasiado introductorio y explicativo y con párrafos de páginas y páginas... se hace un poco cuesta arriba leerlo. Pero si alguien se decide a leerlo, que pase ese trago lo mejor que pueda y siga, que no deje el libro, porque prometo que a partir del segundo capítulo, cuando ya empiezan a ocurrir cosas, la narración y el ritmo mejoran muchísimo (iba a decir que todo mejora cuando lady Mary muere, pero no quiero parecer una bruja desconsiderada xD).
Tal y como os decía arriba, esta es una historia de fantasmas, pero no tanto una historia gótica. Y de serlo, sería con muchos matices que la diferencian de los relatos góticos victorianos a los que estamos acostumbrados. En estos últimos los protagonistas siempre son mortales que se enfrentan a una situación con tintes sobrenaturales, y el fantasma, de haberlo, suele ser malvado, encanta casas, atrae incautos para matarlos del susto... Vamos, en las novelas góticas victorianas habituales, el fantasma está para asustar, matar, o ambas cosas, pero no suele ser el protagonista (dejemos aparte al fantasma de Canterville de Oscar Wilde). Aquí no, aquí el fantasma es una buena mujer que, después de fallecer, quiere remediar un error terrible, y en el purgatorio le es concedido el deseo de volver a la tierra como espectro hasta que consiga solucionarlo. No hay escenas impactantes, no hay sustos de muerte. Todo transcurre con normalidad porque la razón de ser de este fantasma es una buena acción y la finalidad de la historia es saber si consigue llevarla a cabo, y por ello es una de las dos protagonistas de pleno derecho, cosa que ahora nos puede parecer lo más normal del mundo pero en el siglo XIX no era así.
Lady Mary cuenta con solo cien páginas pero muy bien aprovechadas. No es de esas lecturas imprescindibles, pero sí de esas que se leen con gusto y que se disfrutan. Oliphant cogió a una protagonista de armas tomar, una mujer de edad avanzada fuerte y con mucho carácter a la que poco le importaban las habladurías, y construye a su alrededor una historia bonita y curiosa en la que nos da un toque de atención sobre las cosas que hacemos en vida y que cuando morimos poca solución tienen; esto lo salpica con un poco de contexto y denuncial social, con un buen meneo de elemento sobrenatural, y un espolvoreo de buenas intenciones que le dan el punto justo de condimento a una trama que se recupera sin problemas del comienzo farragoso y llega un punto que se lee del tirón. Por poner un ejemplo, toda la parte en la que lady Mary se despierta en un mundo que ya no es el de los vivos, y cómo se da cuenta de que está muerta, la gente que se va encontrando... me parece preciosamente escrito y muy bien narrado.
Si os gustan las historias clásicas victorianas con fantasmas y un punto sobrenatural, pero sin llegar a adentrarse demasiado en el terreno gótico, es una lectura interesante, bonita y agradecida :)
La premisa de la historia es sencilla. Lady Mary es una anciana de casi noventa años que tiene tan buena salud que cree que nunca va a morir, así que por mucho que la gente de su alrededor le pide que haga testamento, ella se ríe y dice que ya habrá tiempo de hacerlo, ¿a qué vienen tantas prisas? Con ella vive su pupila, también llamada Mary, a la que ha criado desde que era una niña y que se quedará en la calle si lady Mary no le deja nada en el testamento. Un día le da el puntazo, escribe el dichoso testamento, pero por aquello de genio y figura hasta la sepultura, no le dice a nadie que lo ha escrito y lo esconde bien escondido... ¡qué broma más graciosa le va a gastar a la gente cuando vuelvan a insistirle que escriba el testamento y ella enseñe que ya está escrito!
Sí, estáis imaginando bien lo que pasa. Como no podía ser menos, lady Mary muere de repente, no le ha dicho a nadie que ha escrito el testamento ni dónde está escondido, y se va al otro mundo con remordimientos por lo tonta que ha sido y por una broma tan poco graciosa que ha dejado abandonada a su suerte a su pupila. Debe encontrar el modo de comunicarse con los vivos para que el escondite del testamento sea descubierto, y cuando en una especie de ¿purgatorio? le dan la opción de volver como fantasma, acepta. Lo que no imagina es lo complicado que va a resultar su tarea cuando solo pueden verla seres inocentes como los bebés y los niños, cuando no puede hablar y expresarse, o cuando el tiempo para los vivos y los muertos transcurre de un modo muy diferente, y lo que para ella son minutos para su pupila son años viviendo de la caridad de los demás... incluso se entera de lo que la gente piensa sobre ella una vez muerta y de lo que dicen cuando creen que nadie les está escuchando, y eso a veces duele.
Como veis la novela está dividida en dos partes. En la primera la protagonista absoluta es lady Mary, y en ella la autora nos hace un retrato nítido y categórico de esta mujer que se pone el mundo por montera y que la da igual ocho que ochenta. A sus noventa años y con su posición social, a ver quién es el listo que le tose. En la segunda lady Mary ha pasado a mejor vida, pero sigue en la historia como fantasma compartiendo protagonismo con su pupila, Mary, y en ella vemos sus intentos por hacerle comprender a alguien dónde está escondido el testamento. Si tengo que ponerle una pega al libro es el comienzo. El primer capítulo es muy pesado, muy denso, demasiado introductorio y explicativo y con párrafos de páginas y páginas... se hace un poco cuesta arriba leerlo. Pero si alguien se decide a leerlo, que pase ese trago lo mejor que pueda y siga, que no deje el libro, porque prometo que a partir del segundo capítulo, cuando ya empiezan a ocurrir cosas, la narración y el ritmo mejoran muchísimo (iba a decir que todo mejora cuando lady Mary muere, pero no quiero parecer una bruja desconsiderada xD).
Tal y como os decía arriba, esta es una historia de fantasmas, pero no tanto una historia gótica. Y de serlo, sería con muchos matices que la diferencian de los relatos góticos victorianos a los que estamos acostumbrados. En estos últimos los protagonistas siempre son mortales que se enfrentan a una situación con tintes sobrenaturales, y el fantasma, de haberlo, suele ser malvado, encanta casas, atrae incautos para matarlos del susto... Vamos, en las novelas góticas victorianas habituales, el fantasma está para asustar, matar, o ambas cosas, pero no suele ser el protagonista (dejemos aparte al fantasma de Canterville de Oscar Wilde). Aquí no, aquí el fantasma es una buena mujer que, después de fallecer, quiere remediar un error terrible, y en el purgatorio le es concedido el deseo de volver a la tierra como espectro hasta que consiga solucionarlo. No hay escenas impactantes, no hay sustos de muerte. Todo transcurre con normalidad porque la razón de ser de este fantasma es una buena acción y la finalidad de la historia es saber si consigue llevarla a cabo, y por ello es una de las dos protagonistas de pleno derecho, cosa que ahora nos puede parecer lo más normal del mundo pero en el siglo XIX no era así.
Lady Mary cuenta con solo cien páginas pero muy bien aprovechadas. No es de esas lecturas imprescindibles, pero sí de esas que se leen con gusto y que se disfrutan. Oliphant cogió a una protagonista de armas tomar, una mujer de edad avanzada fuerte y con mucho carácter a la que poco le importaban las habladurías, y construye a su alrededor una historia bonita y curiosa en la que nos da un toque de atención sobre las cosas que hacemos en vida y que cuando morimos poca solución tienen; esto lo salpica con un poco de contexto y denuncial social, con un buen meneo de elemento sobrenatural, y un espolvoreo de buenas intenciones que le dan el punto justo de condimento a una trama que se recupera sin problemas del comienzo farragoso y llega un punto que se lee del tirón. Por poner un ejemplo, toda la parte en la que lady Mary se despierta en un mundo que ya no es el de los vivos, y cómo se da cuenta de que está muerta, la gente que se va encontrando... me parece preciosamente escrito y muy bien narrado.
Si os gustan las historias clásicas victorianas con fantasmas y un punto sobrenatural, pero sin llegar a adentrarse demasiado en el terreno gótico, es una lectura interesante, bonita y agradecida :)
Margaret Oliphant nació en 1828 en Wallyford (Escocia) y falleció en
Wimbledon en 1897. Creció en un ambiente que favoreció su interés por
los juegos literarios y publicó su primera novela en 1849. A pesar de
llevar una vida personal dura, en la que la enfermedad, la muerte y las
necesidades económicas, la acuciaron, no se dejó derrotar. Tras la
muerte de su esposo en Roma, regresó a Inglaterra para dedicarse a
escribir como forma de manutención, y logró gran fama, siendo muy
conocida por sus relatos góticos, dotados de una maestría particular. A
lo largo de su vida escribió más de cien artículos para el Blackwod´s
Magazine, famosa revista en la que escribieran Edgar Allan Poe y
Nathaniel Hawthorne.
Hola,
ResponderEliminarme ha gustado mucho lo que cuentas así que me la llevo apuntada para no sé cuando pero la apunto.
Un beso
No soy yo mucho de fantasmas, la verdad, pero todo es ponerse con el texto adecuado
ResponderEliminarBesos
No es un género para mí, aunque también es cierto que no lo he probado lo suficiente y quizá siendo tan cortita podría dar una oportunidad. me lo pienso.
ResponderEliminarBesos.
Yo me la llevo sin dudarlo, me suena esta autora de leer algún cuento en alguna antología, así que no me importaria volver a encontrarme con ella. Te doy toda la razón, hay un montón de autores desconocidos para nosotros y que nunca leeremos si alguna editorial no se pone las pilas y los traduce, alejándose así de los autores de siempre que ya conocemos y que estamos "hartos" de leer. Besinos.
ResponderEliminarMe gusta lo que cuentas, me la llevo apuntada.
ResponderEliminarBesos
Cien novelas, madre mía!! Qué mujer...
ResponderEliminarNo soy yo muy dada a los fantasmas, pero por cómo esta tratado en esta historia creo que sí que disfrutaría con la temática. Tiene muy buena pinta.
Besitos
Aleeee, otro apuntado!!! Menuda escritora tan prolífica.
ResponderEliminarBesos
Me suena mogollón esta autora, tendré que investigar. No sé, una novela corta que tiene un capítulo tan pesado...igual no paso la criba. El tema me gusta, ya lo sabes, con su punto sobrenatural, gótico y el fantasma. A ver si lo encuentro dan alguna biblio y sí, tienes razón, ya vale de reeditar hasta el infinito los mismos clásicos.
ResponderEliminarBesitos
Me la apunto, porque me has convencido con todo lo que cuentas de ella, puede ser una joyita que no me gustaría perderme.
ResponderEliminarBesos!
Pero qué buena pinta tiene!!! Lo miraré porque me has picado, mucho, mucho... Y que bien que avises de lo farragoso del primer capítulo.
ResponderEliminarUn besazo
Muy interesante que sea tan cortita, porque es para pensarlo, pero de fantasmas... aysss, creo que no. ESta vez no me anima.
ResponderEliminarBesos.
Si es que nada más ver la portada me ha dicho ¡ya verás como Miss Hurst me lía 🙄 y empiezo a leerte y justo, me has ido liando y liando hasta hacer un ovillo conmigo y ahora no pienso en otra cosa más que leer está novela, porque encima es corta y encima el tema me apasiona ¡ay Dios mío, qué duro es ser tan convencible! 😅😅😅
ResponderEliminarBesitos preciosa 💋💋💋
Sí que escribió! Y habrá que superar ese primer capítulo, por lo que cuentas. Me dejas con ganas de saber cómo termina esta historia.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues el caso es que la autora me suena bastante, pero no recuerdo de qué... Seguro que me viene a la cabeza en el momento menos pensado. Leía lo de las cien novelas de la señora e iba asintiendo con la cabecita: es que es tan azaroso que algunos nombres pasen a la posteridad y otros, igual de excelentes, se pierdan en la niebla del olvido... Como Lucy Clifford, por ejemplo.
ResponderEliminarHaces bien en avisar sobre el primer capítulo (mujer, un poco malvada sí que suenas cuando dices que todo mejora cuando muere la anciana, jajajaja) porque por tu reseña me parece una novela muy curiosa y agradable, incluso divertida, y no me esperaba una narración tan densa como la que adviertes al principio. Qué maja eres siempre, de verdad. Besos.
Hola. Ay, no sé tengo mis dudas por el género. Ahora que os confieso que ha despertado mi interés totalmente y me atrevería con la lectura. Gracias por traernos la novela y a la escritora.
ResponderEliminarBesos.
Hola!! Muchísimas gracias por el descubrimiento, me encantan estas historias. ¡Genial reseña! Besos!!
ResponderEliminarPues a mí me tira un poco atrás el tema sobrenatural pero por lo que cuentas, creo que incluso me podría encajar bien. Me llama la atención la historia y es cierto que hay que aprovechar la vida. El día de los enamorados Carmen Amoraga decía que al saber que su madre había ido a poner flores a la tumba de su padre en el cementerio le entraron ganas de celebrar todo, ahora que estamos vivos. Y qué razón lleva la mujer. Menudo rollo te he metido, jajaja.
ResponderEliminarBesos
Sí que parece una historia de fantasmas diferente, por ser la época que es. De todas formas, no termina de llamarme.
ResponderEliminar