martes, 11 de noviembre de 2025

RESEÑAS MINUS by MH (2025) #14 ::: TERROR (#2)

 

Hola a todos!

Hoy en esta sección de opiniones breves toca una nueva tanda de literatura de terror, género que como ya he comentado alguna vez leo bastante más de lo que mis apariciones por aquí puedan dar a entender.
 
 

Los cuatro libros que traigo hoy son muy distintos entre sí en cuanto al tipo de terror que ofrecen (en algunos casos es sobrenatural, en otros los humanos son los monstruos) y algunos de ellos no son libros que recomendaría alegremente porque he leído opiniones de todo tipo. A mí me han gustado los cuatro, cada uno por cosas distintas y en ocasiones llevando la contraria a la opinión generalizada.

Os cuento. 

 
 


 


 

Título original:
 The Elementals
Autor: Michael McDowell
Editorial: La bestia equilátera
Traducción: Teresa Arijón
Prólogo: Mariana Enríquez
Páginas: 320
Fecha de publicación original: 1981
Fecha esta edición: noviembre 2019 
Encuadernación: rústica sin solapas
Precio: descatalogado
Ilustración de cubierta: M. S. Cotley

Después de un extraño incidente en el funeral de la matriarca Marian, las familias McCray y Savage esperan un tranquilo verano en la costa del golfo de Alabama, donde tres antiguas casas victorianas se elevan en la soledad de una playa abrasadora. Dos de las casas son habitables, mientras que la tercera está siendo invadida por la arena: entre sus paredes, algo desconocido se encuentra al acecho. Algo que ha atemorizado a varios miembros de la familia y que aún los persigue en pesadillas. Algo atroz que parece listo para atacar de nuevo…
 
 
Sé que Blackwater lo petó el año pasado y sí, yo también caí en la avalancha promocional y el delirio colectivo y compré el cofre que incluye todos los libros, pero ahí están sin leer porque antes quería ponerme con este otro, Los elementales, que llegó a mis estanterías antes y tenía preferencia. Y me ha gustado mucho, la verdad. MacDowell escribe muy bien y además maneja de manera excelente tanto los recursos que plantea en la trama como las interacciones entre los personajes.
 
Los elementales cuenta la historia de dos familias, los McCray y los Savage, emparentadas entre sí, que, tras morir la matriarca, deciden trasladarse a Beldame, un lugar aislado al que solo se puede acceder por una franja de tierra que tiene a un lado una laguna y al otro lado un golfo. Beldame en realidad son tres enormes mansiones victorianas idénticas entre ellas, cada una mirando a un lado: dos de ellas todavía son habitables, pero la otra está casi completamente invadida por la arena, cuyas dunas rodean sus paredes. El lugar en sí mismo da escalofríos, esconde secretos y resulta evidente que hay algo en esa tercera casa abandonada... algo que al principio solo percibe India, la única niña del grupo, aunque Odessa, la criada negra de la familia, podría explicarle muchas cosas si le preguntase.
 
Esta novela está encuadrada dentro lo que se denomina gótico sureño, y lo cierto es que el calor asfixiante de Alabama y el entorno de Beldame, con esas tres mansiones góticas en un trozo de tierra rodeado de agua y arena de playa, son dos protagonistas en sí mismos, y aunque la narración empieza poco a poco presentándote a todos los miembros de la familia, la relación entre ellos, lo que supone Beldame en su pasado, el transcurrir de los días en esas casas sin que aparentemente pase nada, notas cómo MacDowell está entretejiendo los hilos de su particular casa encantada. Cuando empieza la fiesta, cuando lo que hay en ese lugar empieza a impacientarse y a reclamar atención, ya estás totalmente inmerso en la historia deseando ver qué te cuentan y cómo te lo cuentan. De entre los personajes, para mí resulta evidente que las que se quedan contigo como lector son India y Odessa, pero todos están ahí por algo... como bien descubrimos tarde o temprano. No sé si este tipo de terror es del gusto de todo el mundo, pero para mí ha sido un fantástico primer acercamiento al autor.
 
  
Puntuación: 4/5



 

Título original:
 True Crime
Autora: Samantha Kolesnik
Editorial: La Biblioteca de Carfax
Traducción: Shaila Correa
Páginas: 196
Fecha de publicaciónabril 2023
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 17,90 euros
Ilustración de cubierta: Kim Martín Humphrey
 

Suzy vive con su hermano Lim y su madre. La niña está fascinada por las historias de crímenes y su pasatiempo favorito es mirar revistas con fotos de asesinatos. Es su forma de evadirse de los horrores cotidianos con los que convive: el abuso constante de su madre y el novio de esta. Hasta que un día, cansada de la humillación y de someterse a los designios de los demás, actúa. A partir de este momento, Suzy y Lim se embarcan en un frenesí violento y mortal. Cuando la policía los atrapa, Lim acaba en la cárcel y Suzy es acogida por Hank Riley y su esposa. Por fin tiene lo que nunca disfrutó, una familia, pero Suzy ya es diferente y le cuesta encontrar su lugar en el mundo.

 
 
Sigo leyendo poco a poco los libros incluidos en la colección Démeter de La biblioteca de Carfax (donde publican novelas cortas de terror contemporáneo), y este verano le tocó el turno a Crímenes reales, novela debut de la autora y una historia que no me atrevería a recomendar porque hay que tener cierto estómago para leerla. A priori si digo que es la historia de dos hermanos que huyen después de asesinar a su madre tras una vida de abusos y que entran en una espiral de violencia que solo puede tener un muy mal final, os parecerá algo ya leído, ya visto, ya trillado. No. Creedme... NO.
 
Como digo, la novela está protagonizada por dos hermanos (Lim y Suzy) un tanto especiales que además viven en un entorno abusivo con una madre que es una hija de... su madre (lo dejaremos así). Suzy llega a su límite y se asegura de que su madre no vuelva a abusar de nadie más y de paso quema la casa. Lim y ella huyen, pero en lugar de ponerse a salvo, huir de la policía y mantener un perfil bajo, convierten la escapada en un cuentakilómetros de violencia y oscuridad. Palpan los límites entre ellos, lo que cada uno estaría dispuesto a hacer por el otro, hasta qué punto les conviene seguir juntos, si son buenos el uno para el otro, si se manipulan emocionalmente, si Suzy sabe que su hermano haría cualquier cosa por ella (cualquier cosa) y está dispuesta a comprobarlo.
 
Crímenes reales es una lectura muy turbia y muy incómoda, con escenas de violencia y abuso muy explícitas y con una línea argumental no apta para lectores muy sensibles o que reaccionan mal ante determinadas circunstancias. Se adentra en temas como la sexualidad, el dolor, la supervivencia, el abuso tanto físico como emocional, las consecuencias de esos abusos y el desarrollo de la personalidad de quienes los sufren... y la relación entre Lim y Suzy es compleja y anómala; son muy diferentes entre sí pero tienen la misma mochila a cuestas, los dos han vivido en un entorno abusivo, están defectuosos en muchos aspectos y también dañados, muy dañados. Suzy pasaba sus días leyendo revistas sobre true crimes, ahora es ella quien los protagoniza y, aunque comienza su andadura huyendo del abuso y la violencia, pronto descubre que eso no acaba fuera de su hogar porque esas situaciones, cuando eres mujer, jamás se terminan. Cambian, mutan... pero siempre están ahí, no se van jamás. Y el modo en que Suzy maneja todo lo que ocurre... bueno, ese es otro melón que aquí no se puede abrir.  
 
 
Puntuación: 4/5

 


 

Título original:
 How to Sell a Haunted House
Autor: Grady Hendrix
Editorial: Minotauro
Traducción: Pilar de la Peña Minguell
Páginas: 440
Fecha de publicación: octubre 2023
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,95 euros

Cuando Louise se entera de que sus padres han muerto, teme volver a casa. No quiere dejar a su pequeña con su ex y volar a Charleston. No quiere enfrentarse al domicilio familiar, donde se amontonan los restos de la vida académica de su padre y de la constante obsesión de su madre por los títeres y los muñecos. No quiere aprender a vivir sin las dos personas que mejor la han conocido y más la han querido del mundo entero. Sobre todo, no quiere tener que lidiar con su hermano, Mark, que nunca ha salido de Charleston, es incapaz de conservar un empleo y no lleva bien el éxito de Louise. Por desgracia, ella lo necesita, porque, para vender esa casa, va a hacer falta algo más que una manita de pintura y retirar los recuerdos de toda una vida. Pero hay casas que no se dejan vender, y la de Louise y Mark tiene otros planes para ellos dos…
 
 
 
Os hablé hace nada de Grady en la entrada de reseñas minus de fantasía y ciencia ficción, y si en aquel caso os traje su primera novela, que se aleja mucho de sus temáticas habituales, hoy os traigo el que probablemente es el libro más controvertido en cuanto a opiniones, porque o gusta mucho o decepciona... o te parece una tontería, que de esas también he leído. A mí me ha gustado mucho, os lo digo desde ya. No creo que sea su mejor libro, no es mi preferido, pero me ha gustado.
 
¿De qué va la historia? Louise es una madre soltera que recibe una llamada de su hermano Mark comunicándole que sus padres han fallecido en un extraño accidente de tráfico. Louise no quiere volver al hogar de su infancia, lleno de los títeres y muñecos a los que su madre dedicó su vida, y no quiere saber nada tampoco de su hermano, pero no le queda otra. Cuando llega allí descubre que Mark ya está intentando vaciar la casa para venderla, pero ella se niega, necesita tiempo y hacer las cosas con cuidado. Pero claro, cuando entra en ella empieza a notar cosas raras, que todo pinta que por alguna razón sus padres salieron corriendo (¿huyendo?) de la casa la noche en que murieron, que tiene la piel de gallina con tanto muñeco observándola y, sobre todo, que algunos de esos muñecos le atacan. Pero si hay algo que pone los pelos de punta es Pupkin... y sobre eso su hermano Mark podría contarle una o dos cosas si le preguntase.
 
Os decía arriba que hay lectores que les ha decepcionado o que directamente piensan que todo este rollo de las marionetas posesas da más risa que otra cosa. Bueno, yo solo puedo deciros que me dan una grima tremenda las marionetas, los guiñoles, las muñecas antiguas de porcelana... no puedo con ellos... os digo más, para que veáis que no exagero: en su día hice un taller de literatura creativa, me pidieron un relato de terror y lo escribí sobre una muñeca de estas. Vaya, que lo que a otros les parece una tontería, a mí me pone los pelillos de punta, así que entiendo su punto de vista pero conmigo, obviamente, Grady ha cumplido. Entrar en una casa como esa llena de cientos de marionetas sería una pesadilla en toda regla, me cagaría de miedo. Por lo demás, tenemos al Grady inteligente de siempre que tan pronto derrocha cierto sentido del humor como se remanga la camisa y empieza a repartir un poco de body horror, que se suele llamar. Lo de las marionetas (lo de una de las marionetas, concretamente) puede resultar grotesco y una ida de olla en cierto momento, pero esa es la intención. No es la novela que recomendaría a quien no haya leído nunca al autor porque es un libro que a muchos de sus lectores habituales no ha entusiasmado, pero oye, cada cual con sus gustos.

 
Puntuación: 4/5
 


 

Título original:
 The Lost
Autor: Jack Ketchum 
Editorial: La Biblioteca de Carfax
Traducción: María Pérez de San Román
Páginas: 416
Fecha de publicación: octubre 2022
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 23 euros
Ilustración de cubierta: Rafael Martín Coronel

En una noche del verano de 1965, Ray, Tim y Jennifer están pasando el rato, bebiendo cervezas en el lago Turner, cerca de la ciudad de Sparta. Es una noche más hasta que Ray decide que va a matar a dos amigas que han acampado en las cercanías del lago, porque sí, porque le da rabia que sean niñas pijas, que tengan dinero, que se estén consolando la una a la otra. Tim, su mejor amigo, y Jennifer, su novia, serán testigos, atónitos, del brutal asesinato. Ray sabe que a partir de ahora los tendrá a su merced. Sparta, 1969. Estados Unidos está cambiando y esta pequeña ciudad a las orillas de un lago, no es ajena a esos cambios. Los crímenes de Lisa Steiner y Elise Hanlon aún siguen sin resolver, a pesar de todos los esfuerzos llevados a cabo por los policías Ed Anderson y Charles Schilling. Ray, impune, no deja en presionar a sus amigos para conseguir lo que quiere en cada momento. Pero sus encantos no dan resultado con Sally y Kath, dos chicas jóvenes que aparecen en su vida y a las que desea. Tampoco Jennifer está dispuesta a seguir aguantando las continuas vejaciones a las que la somete Ray continuamente. Todo esto, sumado a la presión del teniente Schilling, llevará a Ray al límite. Una espiral de violencia y abuso que nadie se vio venir.
 
 
 
Uno de los grandes descubrimientos lectores que he realizado gracias a La biblioteca de Carfax es el escritor norteamericano Jack Ketchum. En sus libros no hay elementos sobrenaturales, el ser humano es el ejecutor de todo tipo de horrores y crueldades, y eso, que queréis que os diga, da más miedo que cualquier fantasma. Perdición es el tercero de sus libros que leo, también es el más actual en cuanto al año en que fue publicado por primera vez y, aunque Ketchum es Ketchum y cuando ya lo conoces sabes lo que vas a encontrar, he visto diferencias con respecto a los otros libros, sobre todo en cuanto al desarrollo de la historia. Me ha gustado, pero quizás el que menos de los tres, aunque el personaje principal, Ray, es un psicópata difícil de olvidar.

Para poneros en contexto, la historia comienza en junio de 1965 con un doble asesinato: el de dos amigas que están acampando por parte de Ray, un joven del lugar. El asesino está acompañado por su novia y un amigo, y aunque las investigaciones apuntan hacia él y los policías encargados del caso tienen claro que es el culpable, no pueden demostrar nada y se va de rositas. La trama en sí misma comienza cuatro años después, en 1969. Ray sigue viviendo en el mismo pueblo haciendo su vida como si nada, mangoneando a todo el mundo, vendiendo drogas y acumulando rencor cuando algo no sale a su gusto. Al tiempo se nos presenta a otro puñado de personajes que serán claves en lo que está por venir... porque eso llegará, podéis estar seguros. 

Como digo, es un libro atípico dentro de lo que he leído del autor porque en sus otras historias digamos que la violencia explícita está presente durante toda la novela de una manera u otra, mientras que aquí empieza con violencia y termina con violencia, pero el restante 85% de las páginas es un trabajo exclusivo de desarrollo de personajes, relaciones entre ellos y acumulación de situaciones que nos llevarán a ese final... y ahí está lo curioso del caso, porque si no has leído nunca a Ketchum te imagino adentrándote en la historia y pensando que no pasa nada y que a ver donde te lleva todo esto, mientras que si has leído ya al autor sabes que esa tranquilidad, ese transcurrir de los días, va a reventar a lo grande en algún momento (como de hecho pasa en las últimas ochenta páginas) y muchos de esos personajes que tanto se esmera Ketchum en presentarnos van a terminar mal, muy mal. Así que aviso como avisaría con cualquier otro libro de este autor: hay mucha violencia explícita, si no os gusta ese tipo de terror no os acerquéis, es muy desagradable (aunque nada puede superar a La chica de al lado... esa lectura es una experiencia de la que jamás podrás olvidarte y de la que difícilmente se puede hablar y explicar). 

Puntuación: 4/5
 

miércoles, 5 de noviembre de 2025

RESEÑA (by MH) ::: EL TRUCO DE LOS ESPEJOS - Agatha Christie


 
 
Título original: They Do It with Mirrors
Autora: Agatha Christie
Editorial: Círculo de Lectores
Traducción: C. Peraire del Molino
Páginas: 255
Fecha de publicación original: 1952
Fecha esta edición: 1995
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: descatalogado




 
 
 
Mirad que las entradas del reto de Agatha son las que menos me cuesta escribir y hasta este año solía ir al día... pero nada, que me está pasando lo mismo que con el resto de entradas en el blog: llevo un retraso de tres pares de narices (y como hasta que no las traigo aquí no leo el siguiente del reto, pues esto es la pescadilla que se muerde la cola). En fin, no os cuento mis penas y voy a lo que importa: tita Agatha y
El truco de los espejos, publicado en 1952 y protagonizado por miss Jane Marple en su quinta aparición literaria (sí, solo cinco a estas alturas... no me repito: la Marple de los libros tiene mucha menos presencia de lo que muchos lectores piensan o las adaptaciones nos han hecho creer). ¿De qué va la novela? Os cuento.
 
Jane Marple está con su amiga, Ruth Van Rydock, quien le confiesa que está muy preocupada por su hermana Carrie Louise. No sabe explicarle por qué, no ha ocurrido nada que justifique la sensación de que va a pasar algo malo, pero desde su útima visita está intranquila. Carrie Louise siempre ha vivido al margen del mundo y escogido a hombres con ideales tan grandes como excéntricos para compartir su vida. El hogar actual de Carrie Louise, Stonygates, es un tanto peculiar: allí hay gente suficiente para parar un tren y la señora Van Rydock pide a Jane que se sume al cotarro y vaya a pasar una temporada en esa casa, a ver si averigua qué es eso que ella no sabe ver ni explicar. ¿Por qué manda precisamente a miss Marple? Porque nuestra querida protagonista siempre piensa lo peor de todo el mundo y cuando ocurre algo malo no se sorprende. Vamos, lo que ya sabemos quienes la conocemos de anteriores novelas. ¿Averiguará Jane qué ha hecho saltar todas las alarmas? Podéis apostar vuestra taza de té preferida a que sí, que no la vais a perder. Porque claro, un asesinato is coming... o varios. 
 
Bueno, pues aquí tenemos un nuevo caso de miss Marple, y creo que lo primero que debo hacer es explicar qué ocurre exactamente en esa casa donde ella acude a ayudar a sus amigas porque, como digo arriba, es un tanto peculiar.
 
Resulta que el último marido de Carrie Louise, llamado Lewis, es un señor obsesionado con conseguir un mundo mejor y un entusiasta de la enseñanza y la reinserción de jóvenes delincuentes. En su día era interventor de cuentas y vio muchos fraudes cometidos por estas incipientes mentes criminales, y él está convencido de que estos malandrines solo quieren exhibirse porque han tenido una infancia desgraciada, que en realidad tienen cerebros privilegiados y solo necesitan un empujón cariñoso y estar bien dirigidos para ser útiles a la sociedad. Mira qué suerte tiene el tal Lewis que se casa con Carrie Louise, millonaria y muy enamorada de su marido y sus altos ideales, así que, viviendo como viven en un casoplón gótico en plena campiña, construye allí una especie de colegio de reinserción, así que el lugar está plagado de cientos de pacientes adolescentes, psiquiatras, maestros, terapeutas... pero es que aparte tenemos a la familia y gente allegada al matrimonio: Mildred (la hija viuda de Carrie Louise), Gina (la nieta de Carrie Louise) y su marido Wally, Jolly Bellever (secretaria personal de Carrie Louise), Edgar Lawson (ayudante de Lewis... o eso dice él, porque también es un paciente), Stephen y Alex Restarick (hijos de uno de los maridos anteriores de Carrie Louise de los que ella en cierto modo se ha hecho cargo)... y mas personajes que van llegando a la casa o apareciendo y que ya conoceréis si leéis la novela :)
 
En resumidas cuentas, que ese lugar está lleno de adolescentes en los que no se puede confiar y adultos que, bueno, a saber... Jane se dedica como una hormiguita a hablar con todo el mundo, a observar a todo ese mundo y sacar sus propias conclusiones. Y claro, como además tiene esta pinta de ancianita indefensa y frágil (aunque más dura que una piedra), quien más quien menos va a contarle sus penas o a desahogarse con ella, con lo que recibe corrientes muy distintas y lo que le urge saber es cuál es la que preocupó a Ruth en su día y si afecta a Carrie Louise, porque esta mujer es incapaz de ver la mezquindad y la maldad en las personas que le rodean. Encima su marido solo piensa en criminales y ella solo piensa en él, así que la ceguera es recalcitrante. 
 
Los seres humanos, querida, son iguales en todas partes. En una ciudad es más difícil observarlos de cerca, eso es todo. 
 
¿Cosas interesantes de esta novela? Pues sin lugar a dudas la principal es ese atisbo al pasado de Jane Marple que  nos ofrece la historia, porque lo que habíamos leído de ella hasta ahora poco nos decía salvo que tiene un sobrino escritor y que aunque sale de su St. Mary Mead, no se aleja mucho de la campiña inglesa. En
El truco de los espejos descubrimos que, por alguna razón que no se explica, en su juventud miss Marple vivió y estudió durante un tiempo en Florencia, pues fue allí donde conoció a Ruth y Carrie Louise, las dos hermanas que aparecen en este libro. Tampoco se nos cuenta mucho más, pero ahí recibimos esta curiosidad. Aparte de esto, resulta un tanto curiosa la ambientación de la historia, esa extraña mansión gótica a la que han añadido un pabellón para pacientes adolescentes y ese maremágnum de profesionales empeñados en salvar a doscientos cincuenta delincuentes y reformarlos. ¿Resulta improbable un lugar así mientras la familia prácticamente convive con ellos? Pues seguramente, no me consta que este lugar estuviese basado en uno real, pero tampoco me sorprendería que Agatha estuviese plasmando un sitio parecido o del que hubiese oído hablar. También se reincide, como en libros anteriores, a la dura vida de posguerra para aquellas personas con escasos medios económicos y como muchos tuvieron que reinventarse después de la contienda.
 
Sobre los crímenes, como siempre, poco os digo. El primero de ellos se produce en un momento de confusión en el que da la casualidad de que hay un elemento distractor que lo complica todo, pero poco más voy a añadir. El truco de los espejos supone el regreso de Jane Marple y, salvo que recuerde mal, es de los pocos libros protagonizados por ella en el que está de principio a fin y no se limita a unas pocas escenas o a aparecer bien avanzada la trama, como suele ser habitual. No es de esas novelas que recomendaría a un lector neófito en la autora para empezar con ella porque no es de las mejores y, por si sirve de algo, yo no recordaba nada y aun así he adivinado quien era el asesino (la subtrama que lo rodea no, la verdad sea dicha). Pero vaya, resulta entretenida, como siempre. 
 
Termino con un par de curiosidades. El título original del libro proviene del argot del mundo teatral de los magos e ilusionistas, y de hecho el teatro es en la novela uno de los medios de expresión y reinserción de los pacientes adolescentes. Por otro lado, en el arco de entrada de la mansión aparece la frase "Todos los que entran aquí recobran la esperanza", que es como una vuelta de tuerca al verso que aparece en la Comedia de Dante cuando entran al Infierno, y que realmente dice "Abandonad toda esperanza, quienes aquí entráis". Aparte, siempre miro a quien dedica Agatha sus libros porque sueles llevarte alguna sorpresa; en este caso el afortunado es Mathew Prichard, único nieto de la autora y que a día de hoy sigue vivito y coleando a sus ochenta y tantos años y es presidente de la entidad que gestiona el legado de su abuela. Por él hemos sabido muchas cosas de tita Agatha, como su hartazgo con Poirot (siguiendo la estela de Doyle y Sherlock Holmes) y, haciendo cálculos, para cuando Agatha le dedicó este libro tendría unos ocho o nueve añitos.  

 


Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.

lunes, 3 de noviembre de 2025

RESEÑA (by MH) ::: DISPARAD AL PIANISTA - David Goodis




Título original: Down there
Autor: David Goodis 
Editorial: RBA
Traducción: Julio F. Yáñez
Páginas: 128
Fecha publicación original: 1956
Fecha esta edición: enero 2019
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: descatalogado
Diseño de cubierta: Luz de la Mora



 
Eddie trabaja como pianista en un bar de mala muerte de Filadelfia. Una noche entra allí uno de sus hermanos pidiéndole ayuda. Dos matones vienen pisándole los talones y Eddie es el único a quien puede recurrir. A pesar de que no quiere hacerlo, el pianista impide que su hermano caiga en manos de los gánsteres. Ahora, los problemas de su familia también son los suyos. 
 

 


 
 
Ya os he comentado más de una vez que desde hace unos años estoy leyendo los libros en los que se basaron muchas de las películas clásicas que he visto a lo largo de mi vida, y hoy le toca a
Disparad al pianista, que adaptó François Truffaut allá por 1960 con el título de Tirad sobre el pianista (de hecho el título del libro en español deriva de la película, porque el título original de la novela no tiene absolutamente nada que ver). Hacía un porrón de años que no la veía y de hecho he conseguido sacar tiempo para revisionarla después de leer el libro y comparar libro y adaptación, pero de eso os hablo brevemente al final. Primero os cuento un poco sobre la premisa en que se basa la historia.
 
Filadelfia, 1956. Eddie trabaja como pianista en el Harriet Hut, un bar de mala muerte con una parroquia fiel. Eddie es un tipo especial, vive como anestesiado y rodeado de un hermetismo que hace que sus compañeros en el bar no sepan absolutamente nada sobre él a pesar de conocerlo desde hace tres años. Una noche llega al Hut un hermano de Eddie, Turley, al que no veía desde hace seis o siete años. Huye de dos hombres y quiere que Eddie lo esconda hasta que pase la tormenta. Eddie no tiene la más mínima intención de mover un dedo por su hermano Turley, pero aun así, de manera inconsciente o porque la sangre manda, lo ayuda a escapar cuando los dos matones irrumpen en el bar. Aquí comienza una nueva etapa para Eddie, una etapa que le va a obligar a salir de ese parapeto detrás del que decidió esconderse muchos años atrás por razones que tarde o temprano descubriremos... una etapa en la que también irrumpe sin esperarlo Lena, camarera en el Hut y decidida a ayudar a Eddie lo quiera él o no.
 
Bueno, pues a grandes rasgos esto es lo que tenemos en la novela, y si hay un protagonista absoluto alrededor de quien gira toda la trama, ese es Eddie, porque además nos pasamos buena parte de las páginas en su cabeza. Por lo pronto solo vemos a un hombre que siempre esboza una sonrisa como respuesta a todo como quien lleva una coraza y con ella elude cualquier intromisión del exterior. Más allá de eso, poco a poco vemos a un hombre que respira, come y gana lo imprescindible para vivir porque otra cosa sería dejarse morir, pero la vida no tienen ningún otro aliciente para él. Sus pensamientos recurrentes son los de evitar por todos los medios involucrarse con otras personas, hacer cualquier cosa que implique una mínima interacción, eludir los compases continuos de la vida porque para Eddie la vida ya no tiene ningún interés. Es un hombre amante del frío (¡punto a favor, Eddie!), de pocas palabras, mucha reflexión, con un monólogo interno constante que no se traduce en la impavidez de su rostro y que, incluso cuando va con alguien o está acompañado, está solo, siempre solo.
 
Lo mejor será olvidarlo, no hacer caso. O tomárselo con filosofía. Sí, ese es el sistema. O, por lo menos, el que a ti te va bien. Una especie de control automático que te lleva a un lugar en el que nada importa. En el que solo estáis tú y tu sistema y ninguna otra cosa. Porque no hay más remedio. Tienes que mantenerte al margen del cualquier problema grave. 
 
También descubrimos que tiene dos hermanos que viven con sus padres en una granja a la que resulta imposible llegar o acceder si no es por medio de uno de ellos, y bueno, por decirlo de alguna manera, su familia es problemática... o al menos sus hermanos lo son. Eddie huyó de ellos y de ese lugar hace muchos años para no volver la vista atrás en ningún momento, y aun así la familia es la familia, la sangre es la sangre y la genética es la genética... como descubriremos más pronto que tarde en la novela. ¿El pasado de Eddie? Pues también llegaremos ahí, porque de hecho ese pasado y la espiral que vino después son los culpables de su presente, pero todo a su debido tiempo porque, obviamente, nada puedo decir por aquí: eso hay que descubrirlo en la lectura.
 
¿Qué personajes forman parte de la vida de Eddie? Pues no son muchos porque su existencia se reduce a ir desde su habitación de alquiler en una pensión al Harriet Hut y viceversa, y cuando está en el Hut apenas habla con nadie. Aun así, esos personajes son potentes e imprescindibles para lo que va a ocurrir en la historia. Tenemos a Harriet, la dueña del local, y a su marido, Wally Plyne, que tiempo atrás era conocido como "El estrangulador de Harleyville" y que hoy en día ejerce de vigilante/matón del Hut; Wally anda prendado de Lena, la camarera que hace unos meses que trabaja ahí, pero Lena, a partir de los sucesos que ocurren al principio del libro, es por Eddie por quien se interesa y a quien no deja ni a sol ni a sombra; también anda por ahí Clarice, vecina de Eddie, que en su día fue bailarina acrobática y que hoy en día ejerce la prostitución y se ha hecho famosa precisamente por su elasticidad y variedad de posturas en la cama; y, por ir terminando, no puedo dejar de mencionar a los hermanos de Eddie, llamados Turley y Clifton, que desde bien jóvenes decidieron caminar por el camino incorrecto de la vida y en esas siguen. Hay un par de personajes más de los que no os voy a hablar porque os desvelaría más de la cuenta, pero ahí están y tienen unas cuantas escenas y líneas inolvidables de la historia.
 
Realmente Disparad al pianista es la historia de un hombre cuya cabeza hizo click hace unos años y decidió vivir en modo automático pero al que, como suele pasar, llega un momento en el que su pasado le gana la carrera y le alcanza y esa cabeza presente se desdobla y lucha por no hacer click de nuevo y volver a un Eddie que no quiere de nuevo en su vida. Es una novela negra diferente, intensa, con un desarrollo de personajes magnífico, unos diálogos inteligentes (muy inteligentes) que fluyen con la naturalidad que da el talento y un final como debe ser en este tipo de historias, inesperado en cierto modo y muy alejado del camino fácil o el conformismo que en muchas ocasiones pulula en el género actualmente. 
 
De hecho para mí es un placer cada vez que leo a uno de los autores que dieron forma, apadrinaron y abrieron camino a muchos recovecos en la novela negra, porque además suelo disfrutarlos mucho más que a los contemporáneos (pero sin lugar a dudas). En
Disparad al pianista tenemos para elegir de lo que se espera en este tipo de historias: malos con mucho gusto por la violencia, buenos que en realidad tienen muchos grises y también recurren a la violencia si hace falta, protagonistas derrotados por circunstancias o pasados cuyo control no siempre estaba en sus manos, motivaciones tan humanas como la venganza o la ira, un ambiente decadente y de mala muerte que se rige por unas reglas muy especiales y particulares, personajes (buenos y malos, hombres y mujeres) que tienen una personalidad tan marcada como fascinante de cara al lector...y encima es una lectura breve que no supera las 200 páginas y que no necesita morralla y morralla de relleno (gran mal de la novela negra actual) para contar una historia que se beneficia de la acción rápida, la economía de los hechos relevantes y directos y un conocimiento milimétrico por parte del autor de lo que quiere contar y como quiere contarlo.
 
Poco más os puedo decir de la lectura (¡muy recomendable, por si no había quedado claro!) salvo comentaros mi impresión sobre la adaptación tras revisionarla. Hacía sus buenos veinte años que no veía la película de Truffaut y, solo puedo decir que me quedo con la novela sin lugar a dudas. Sé que puedo estar cometiendo sacrilegio, pero me da igual xD. La novela es muy negra, muy estadounidense, y la película es tan tan francesa... es que se pierde por el camino buena parte del trabajo que hace Goodis con sus personajes, tanto con Eddie como con Lena. Que Charles Aznavour dé vida a Eddie tampoco me ha convencido nada, no me parece buen actor y además eliminan una parte importantísima del pasado de Eddie (que converge precisamente en el presente) porque nadie se la creería viéndolo a él. Y no sé, es que se añaden muchas escenas que no vienen a cuento (y que además contradicen por completo al personaje original y sus circunstancias), otras humorísticas pegan menos todavía... En fin, que cuando la ves sin conocer la historia original pues está bien (aunque yo la considero una obra menor de Truffaut), pero como adaptación no me ha gustado, la verdad. Punto de vista totalmente personal, huelga decirlo. Os dejo el tráiler por si os interesa :)
 
 

 





David Loeb Goodis (Filadelfia, 1917-1967) es considerado, junto con Jim Thompson, uno de los mejores escritores de novela negra de su generación. Tras ejercer de periodista y publicar su primera novela, se trasladó a Nueva York y escribió a destajo para revistas pulp. El éxito de Senda tenebrosa (1946), cuya adaptación cinematográfica protagonizaron Lauren Bacall y Humphrey Bogart, le permitió establecerse como guionista en Hollywood. Sin embargo, en 1950 regresaría a la casa familiar de Filadelfia y cuidaría de su hermano esquizofrénico Herbert. Autor de culto en Francia y Estados Unidos, David Goodis publicó una veintena de novelas, varias de ellas adaptadas a la gran pantalla por directores como François Truffaut, Jacques Tourneur o Samuel Fuller. Murió poco antes de cumplir los cincuenta años en su Filadelfia natal.