lunes, 5 de agosto de 2024

RESEÑA (by MH) ::: PLEAMARES DE LA VIDA - Agatha Christie


 
 
Título original: Taken at the Flood
Autora: Agatha Christie
Editorial: Molino
Traducción: M. Amechazurra
Páginas: 256
Fecha de publicación original: 1948
Fecha esta edición: 1959
Encuadernación: bolsillo
Precio: descatalogado



 
 
Sigo adelante con el reto de mi querida Agatha, y como quien no quiere la cosa nos hemos plantado en 1948 con un nuevo caso de Poirot, aunque como suele ser habitual en muchas de las novelas de este personaje últimamente, aparece ya bien avanzada la historia. Os cuento.

En el breve prólogo de este misterio nos encontramos en pleno Blitz durante la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de londinenses se ha resguardado en un club mientras caen las bombas y, para pasar el rato, cierto comandante Porter cuenta una interesante historia en la que un hombre, recién casado con una joven viuda y recién llegado a Londres, ha muerto al caer una bomba sobre su casa. También ha muerto toda la servidumbre, pero su esposa y el hermano de esta han sobrevivido. El fallecido, Gordon Cloade, era un hombre muy rico que jamás había mostrado interés por casarse, así que toda su familia contaba con su ayuda y dinero para sus proyectos, facturas y, por qué no decirlo, futura herencia. Este matrimonio tardío lo cambia todo, porque esa mujer, a la que ni siquiera han tenido tiempo de conocer, va a heredarlo todo... ¿pero qué pasaría si su primer marido no hubiese muerto realmente y ella fuese considerada bígama? Que el matrimonio quedaría invalidado y el dinero pasaría de nuevo a los familiares directos de Gordon. Hay rumores al respecto, y de esos rumores habla el comandante Porter... ¿Quién esta entre el público de ese club? Hércules Poirot, naturalmente, que escucha con atención y se olvida del tema hasta que un par de años después, ya terminada la guerra, recuerda la anécdota del club cuando la familia Cloade vuelve a presentarse en su vida y los asesinatos comienzan a sucederse uno tras otro.

Como digo al inicio, en esta novela protagonizada por Poirot tenemos un planteamiento que Agatha Christie usa cada vez más, y es la de centrarse mucho en los personajes, las relaciones entre ellos, sus idas y venidas, sus motivaciones, sus personalidades, etc... e introducir a Poirot en la trama ya muy avanzado el libro porque los asesinatos suelen ocurrir también ya muy avanzadas las páginas. Es decir, que no podía prescindir de Poirot porque era lo que le pedían los editores y los lectores (y, al fin y al cabo, lo que le daba de comer), pero como mujer inteligente que era, usaba sus recursos para compatibilizar todo: sus ganas de desarrollar historias y personajes más allá de las tramas detectivescas e hilarlo todo precisamente con esas tramas detectivescas. Sé que suena raro así escrito y a lo mejor no se entiende bien, pero creedme, al leer todos los libros seguidos en orden se observa claramente cómo ese Poirot omnipresente de sus comienzos va haciendo apariciones más relajadas, con muchas menos páginas... está ahí, obviamente, pero menos, mucho menos. Al menos en este momento de su bibliografía. Ya veremos más adelante cómo van sucediéndose las cosas.

Por tanto, la estructura que escoge Agatha Christie en la novela es la de empezar con un prólogo, que pone sobre la mesa la sospecha de la bigamia cometida por la señora Cloade en forma de chisme para entretener a la gente, pero ese chisme tiene un espectador de excepción, Poirot, que recibe un par de años después, ya terminada la guerra, la visita de una mujer un tanto peculiar que vuelve a poner sobre la mesa a esta familia... y Poirot, que ya sabemos que es pluscuamperfecto (o eso piensa él de sí mismo), no olvida nada, así que recuerda todo el asunto por aquel chisme en el club. En ese momento todavía no ha ocurrido nada, no se ha cometido ningún asesinato y realmente dice que no a lo que le propone esta señora... y ahí queda la cosa hasta que realmente se comete un crimen. Esto hace que Poirot salga en las primeras diez páginas y en la segunda mitad del libro a a partir de una vista judicial, pero entre medias lo que tenemos es una trama familiar muy influenciada por la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, y los subsecuentes cambios en la vida y la forma de pensar de muchos británicos.

Para que os hagáis una idea, tenemos una familia compuesta por varios miembros que, aunque tienen sus respectivos trabajos y maneras de ganarse la vida, siempre han contado con la seguridad que daba el patrimonio de Gordon Cloade y su generosidad. Todos recibían dinero en vida cuando lo necesitaban y recibirían más tras su muerte, sobre todo porque no estaba casado. Contrae matrimonio de improviso y muere por una bomba en Londres sin haber temido tiempo de especificar nada al respecto en su testamento, así que todo va a manos de su esposa, y claro, sus hermanos, cuñadas, sobrinos... tienen que amoldarse a la nueva situación familiar. No solo no van a ver un penique, sino que si quieren dinero tienen que tragarse el orgullo y pedírselo a la viuda, a la que ni siquiera conocían, con la que no demuestran mucha compasión y que encima tiene de perro guardián a su hermano, que pretende evitar que esta panda de aprovechados saque tajada del buen corazón de su hermana.

Y aquí es cuando Agatha presenta algunas de las muy distintas personalidades que tenía cabida en un mundo como el de mediados-finales de los años 40, donde unos fueron a la guerra y otros se quedaron en casa. La protagonista principal del libro es, por así decirlo, Lynn Marchmont, una joven que acaba de volver a su pueblo después de haber sido desmovilizada del Servicio Femenino de la Armada Real (las famosas Wrens, que eran algo así como la rama femenina de la Royal Navy). Lynn dejó atrás a su prometido cuando se marchó a  la guerra; él se quedó trabajando en la granja y no participó de ninguna manera en la contienda. Claro, en una época de escasez como la que se vivió aquellos años en que Inglaterra estuvo asediada por mar y no había alimentos si no los proporcionaban ellos mismos, los servicios agrícolas eran imprescindibles para la subsistencia y se podría decir que Rowley (que así se llama el prometido) cumplió con su función durante la contienda, pero ¿qué puede pensar una joven que se fue a arriesgar la vida de un joven que se quedó tranquilamente en su granja? Pues, como poco, que es un cobarde, como nos queda claro durante la novela...

Y entonces tenemos al hermano de la viuda Cloade, que representa lo opuesto a este granjero: un personaje con una personalidad aceptable en tiempos de guerra pero muy cuestionable en tiempos de paz... ese tipo de hombres tan valioso y aceptado en una guerra, tan peligroso y valiente que no dudaría un segundo en lanzarse en plan kamikaze en medio de una batalla porque no valora en nada su seguridad personal, pero que en una mansión de la campiña no solo parece un elefante en una cacharrería, sino que da un poco de miedo y se entrega sin desenfreno a sus excesos. Temerario, peligroso, de esas personas de las que resulta imposible fiarse, que no tiene filtros y que solo responden ante sus propias leyes. En la guerra, un héroe; en la paz, carne de prisión.

¿Por quién creéis que se sentirá atraída Lynn, recién licenciada de la guerra y que ha vivido mas en los últimos años que en toda su vida? ¿Por el atractivo peligroso al que no se le pone nada por delante con mucho mundo a las espaldas o por el granjero que no ve más allá de sus vacas y no ha corrido el más mínimo peligro en su vida? Ella ya no quiere seguridad, no quiere tranquilidad, no quiere la vida para la que estaba predestinada, así que no creo que os equivoquéis si intentáis responder.

Y además se habla de la bomba atómica, de los gravámenes e impuestos posteriores a la guerra y de un ambiente enrarecido entre la gente, un rencor hacia todo y hacia todos, una psicosis morbosa (así se denomina en el libro) que rezuma malevolencia y que costaría mucho quitarse de encima. Lo dicho, Agatha quería hablar de muchas cosas que estaban ocurriendo en aquella época en Inglaterra y usa su nueva publicación sobre Poirot para hacerlo.

No os he contado nada sobre el misterio en sí mismo, como siempre, porque la sinopsis que os he hecho deja claro por donde irán los tiros: si una familia pierde una herencia porque una joven viuda es la nueva destinataria, y existe la posibilidad de que esta mujer jamás fuese viuda de su primer marido y haya cometido bigamia, pues hay que ir a por todas e intentar demostrar que no tiene derecho a esa herencia, ¿no? La pobre parece buena, pero el hermano hace de pitbull con quien se acerca a ella. Y con todo esto entre manos, llega gente nueva al pueblo que va a enturbiar mucho las aguas (y que usa el nombre de Enoch Arden, así que si os gusta Edgar Allan Poe, adivinaréis las segundas intenciones tras ese nombre...). Varias son las muertes en este libro, y no deis nunca nada por contado porque Agatha siempre se guardaba alguna sorpresa bajo la manga... y ya que hablamos de todo un poco, sin poder extenderme, Pleamares de la vida tiene uno de esos finales que con la mirada de hoy en día puede resultar cuestionable para mucha gente... a mí me ha parecido totalmente coherente con todo lo que hemos leído y conocido de Lynn a lo largo de la novela; eso es lo que busca la nueva Lynn y es con lo que se queda, no me ha sorprendido en absoluto (y no, no creáis que os estoy destripando nada si intentáis hilar esto con cosas que os he dicho arriba, ya he dicho que hay sorpresas... esto de no poder explayarse es un rollo xD). A mí, como personaje, Lynn me ha caído fatal todo el libro, así que bueno, allá ella.

¿Siguiente parada? Testigo de cargo, que nunca he leído pero de la que sí he visto (varias veces) la adaptación protagonizada por Marlene Dietrich, Tyrone Power y Charles Laughton. Muy mal se tiene que dar para que no me guste muchísimo.


Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.
 

2 comentarios:

  1. Hola guapísima, ahora que te estaba alcanzado (el próximo viernes publicó Cianuro espumoso y que quedaba una para llegar a Sangre en la piscina, donde te quedaste) me lo vuelves a alejar, jeje...
    Es que este año me propuse leer un Agatha todos los meses y creo que algún mes se me pasó... De esta no recuerdo nada de nada... ya veremos cuando llegue.
    Un besazo

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  2. Hola, a mí esta es una de las novelas que menos me gustan de la autora, no me atrajo el misterio ni descubrir al asesino, ni me caen bien los personajes, Lynn incluida, ni me convence el final, en fin que la leeré cuando me toque, pero no creo que cambie mi opinión con una relectura. Besos.

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