¡Hola a todos!
Hoy
en esta sección de opiniones breves toca una nueva tanda de misterios en sus muy diversas formas. Ya sabéis que leo mucho sobre esta temática así que los voy agrupando como buenamente puedo aunque por separado se puedan etiquetar de maneras diferentes (qué rollo con lo de las etiquetas en los libros de unos años para acá, dicho sea de paso).
Como veréis hay de todo, unos me han gustado más, otros menos, pero es que con este tipo de historias cada vez soy más tiquismiquis (y también creo que se está publicando demasiado, pero ese es otro tema en el que no voy a entrar aquí).

Título original: The Travelling Companion
Autora: Ian Rankin
Editorial: RBATraducción: Efrén del Valle
Páginas: 96
Fecha de publicación original: 2015Fecha esta edición: noviembre 2024
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 12 euros
Para Ronald Hastie, recién graduado, un trabajo en la legendaria
librería Shakespeare and Company es la opción perfecta para pasar un
verano en París. Trabajar a tiempo parcial a cambio de alojamiento y
comida le deja mucha libertad para explorar la ciudad que alguna vez
visitó su héroe literario, Robert Louis Stevenson. Las cosas no hacen
más que mejorar cuando conoce a un coleccionista que afirma tener los
manuscritos originales de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde y del nunca publicado La compañera de viaje. Pronto una obsesión imprudente se agita en su interior: buscar el secreto que se esconde en las páginas perdidas de Stevenson.
A finales del año pasado (de cara a la campaña navideña), RBA publicó cuatro novelas cortas (o relatos largos, según queramos verlo) dentro de una colección llamada Bibliomisterios, así que os podéis imaginar: son narraciones breves sobre misterios dentro del fascinante mundo de los libros, y todas ellas de la mano de autores muy conocidos y consagrados. Los cuatros escritores seleccionados fueron Anne Perry, John Connolly, Joyce Carol Oates e Ian Rankin (que es el que os traigo hoy)... y cuando digo seleccionados me refiero a que estas ediciones son en realidad traducciones de unos originales publicados por The Mysterious Bookshop, una librería y editorial independiente neoyorquina especializada en ficción de misterio. La colección se llama igual en inglés (Bibliomystery) y, echándole un vistazo, he identificado tanto autores contemporáneos como clásicos, aunque en castellano nos han traído los que más conocemos por aquí. ¿Seguirán publicando estos bibliomisterios? Porque nada se ha sabido sobre esta colección desde noviembre del año pasado.
En fin, como veis y os decía, yo os traigo hoy La compañera de viaje, y como son historias muy cortitas y encima de misterio, voy a ser muy concisa. Aquí el misterio rodea a un manuscrito y a la obsesión de un joven por ese manuscrito. Rebobinando un poco, el elemento metaliterario de la historia es doble: por un lado, el protagonista trabaja a modo de trabajillo de verano en la Shakespeare and Company de París. No sé si lo sabéis, pero la librería que hoy conocemos como tal no es la original de Sylvia Beach, que cerró durante la ocupación alemana de París en la Segunda Guerra Mundial. Esta segunda Shakespeare and Company, abierta al público en 1951, se llama así en honor a la primera, y su fundador fue George Whitman, que es el jefe (por llamarlo de alguna manera, porque allí no te pagaban, sino que trabajabas una horas a cambio de una cama en el piso de arriba) de Ronald, nuestro prota. El caso es que por medio de esto entra el segundo elemento literario: un excéntrico coleccionista de libros que dice tener el manuscrito de La compañera de viaje, de Rober Louis Stevenson, jamás publicado, además del manuscrito original de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde.
El modo en que esto influye en Ronald ni en lo que convierte su vida no lo puedo explicar aquí, pero a la obsesión por estos manuscritos se suma la aparición de una misteriosa joven que hace que el pulcro, sensato y centrado Ronald que conocemos al principio se pierda mucho, muchísimo, por el camino... y sí, se comete algún asesinato xD. Está bien y es entretenido pero no me ha maravillado. Tengo muchas expectativas con los demás títulos (entre regalos y autorregalos los tengo todos), así que ya os iré contando.
T
Título original: A Metropolitan Murder
Autora: Lee Jackson
Editorial: Newton Compton EditoresTraducción: Marcelo E. Mazzanti
Páginas: 288
Fecha de publicación original: 2004
Fecha esta edición: septiembre 2024
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: 12,90 euros
Londres, 1864. El último tren de la noche llega a la estación
subterránea de Baker Street y dentro se encuentra el cadáver de una
joven. Al parecer, ha sido estrangulada y abandonada en un vagón de
segunda clase.
Ante este brutal asesinato, interviene el inspector
Decimus Webb, que rápidamente empieza a moverse por los suburbios del
Londres victoriano en busca de indicios. Sus pesquisas lo llevan al
Refugio Holborn para Mujeres Penitentes, una suerte de hospicio donde se
encuentra la madre enferma de Clara White, una de las sirvientes de la
familia Harris.
Y precisamente en torno a esta aparentemente humilde
trabajadora, Webb descubre una compleja red de secretos e intrigas que
parecen expandirse bajo tierra, en el laberinto de túneles del metro
londinense. Para resolver el asesinato en el tren, el inspector tendrá
que entender primero quién es realmente Clara White: ¿una posible
víctima o la sospechosa número uno?
Sigo
leyendo libros de misterio publicados por Newton Compton y el elegido
ha sido Un asesinato en Baker Street. Tengo la muy sana costumbre de no
leer sinopsis, pero eso también hace que me deje llevar por títulos o
apariencias que luego no se corresponden mucho con la realidad. En este
caso, si yo leo "Baker Street" pienso en Sherlock, o en algo relacionado
con la calle donde vive Sherlock... yo que sé, pero nada que ver, así que avisados quedáis por si se os ocurre lo mismo que a mí: ese Baker Street del título (en castellano, que en inglés no aparece) se refiere a que se encuentra un cadáver en un vagón de metro de la estación de Baker Street. Sin más. No os dejéis llevar por las apariencias y el marketing.
Dicho esto, estamos ante un caso de asesinato ambientado en la época victoriana y narrado de una manera particular que no creo que sea del agrado de todo el mundo. Lo que es investigación policial vemos poca porque nos dedicamos a seguir principalmente a una serie de personajes que de un modo u otro acabará por descubrirse que están relacionados con el cadáver del vagón o con los posteriores asesinatos que tendrán lugar. Y cuando digo narrado de una manera particular es que hay saltos constantes de un personaje a otro, de un escenario a otro, dentro de un mismo capítulo, y aunque acabas por acostumbrarte (he leído muchos libros así), hay algo que no termina de funcionar; tienes todo el rato la sensación de un algo antipático, desabrido. Si sumamos que el final no me ha gustado y que casi todos los personajes quedan muy desdibujados... no os voy a decir que es un mal libro, objetivamente no creo que lo sea y hay lectores que lo han disfrutado mucho, pero he leído ya tanta novela parecida a esta que tengo muy claro lo que me gusta y lo que no.
Y tengo que decirlo: no he entendido algunas de las decisiones de la traducción con respecto al tratamiento de los personajes, sean del propio traductor o de la editorial. Me sacaban muchísimo de la historia.
Puntuación: 2,5/5
Título original: La septième hypothèseAutora: Paul Halter
Editorial: WhoTraducción: Manuel Navarro Villanueva
Páginas: 243
Fecha de publicación original: 1991
Fecha esta edición: marzo 2024
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 21,50
Una noche de agosto en el Londres brumoso de 1938. El agente Edward
Watkins se encuentra en una ronda nocturna que lo lleva a presenciar lo
inimaginable: un médico de la peste deambulando por las calles de la City
en pleno siglo XX. Pero este encuentro es solo el comienzo de una serie
de eventos extraordinarios. Cuando un hombre ataviado con ropas del
siglo anterior afirma tener un cadáver en un cubo de basura, Watkins
llega a dudar de su cordura… Hasta que una sorpresa macabra lo convence
de que se enfrenta con una siniestra trama criminal.
Pronto el caso cae en manos del Dr. Twist, quien desentraña una red
de oscuros secretos en la que se ven envueltos un autor teatral y un
famoso actor. Ambos se sumergen en un mortal juego de culpa y
manipulación.
¿Veis? Este sí me ha gustado. No sé si será mejor o peor, pero en mis gustos personales es un sí; lo he disfrutado mucho.
El planteamiento inicial es un tanto excéntrico: en pleno Londres de los años 30 se avistan médicos en plena calle ataviados con la máscara picuda que se hizo famosa en tiempos de la peste, otro médico que parece sacado de un vodevil, cubos que están vacíos y a los cinco segundos contienen un cadáver como por arte de magia potagia... testigos que no pueden haber visto nada diferente a lo que dicen que han visto y sospechosos que se dedican al mundo del teatro y el misterio que se las saben todas. Al frente de la investigación está el inspector Archibald Hurst, de Scotland Yard, y su amigo el doctor Twist, y pasarán meses antes de que se acerquen mínimamente a la verdad y a resolver el caso.
Según tengo entendido esta es la sexta entrega de una serie protagonizada por el doctor Twist, pero al parecer es la más conocida o la que mejores valoraciones tiene, de ahí que (imagino) hayan decidido publicarla saltándose las demás. A ver, no se echa de menos haber leído las anteriores; sí que hacen alusiones a cosas donde se ve claro que Hurst y Twist tienen un pasado como compañeros de fatigas, pero poco más. También he podido entender por la dinámica que se traen estos dos que trabajan juntos, pero Twist es quien resuelve los casos en la sombra y Hurst quien se lleva los laureles. El libro en sí mismo está lleno de giros, de contragiros (me acabo de inventar la palabra, lo sé), de teorías y contrateorías, de un personaje diciendo cómo pasó algo y otro personaje siguiéndole el rollo hasta que saca un conejo de la chistera y sale con otra historia... vamos, que no te puedes fiar de nada de lo que dice nadie en toda la novela, porque parece una batalla para dilucidar quien es más listo, más ingenioso, más inventivo y más sorprendente. Tal como se dice en cierto momento, todo lo que ocurre en la novela forma parte de una monstruosa maquinación, un complejo plan maquiavélico lleno de giros perversos y pistas sinuosas, y tú como lector lo vas siguiendo todo a ver donde te lleva.
¿Qué significa eso de la séptima hipótesis? Pues simplemente que en este caso hay seis alternativas posibles muy claras, seis hipótesis con respecto a lo que puede haber ocurrido en ese primer asesinato que abarcan todos y cada uno de los escenarios factibles, y luego hay una séptima que afirma que no es ninguna de esas seis y por tanto no tienen ni idea de qué ocurrió esa noche porque es algo que queda totalmente fuera de todos los datos que manejan. Imagináis cuál es la hipótesis correcta, ¿verdad? Y a todo esto, si estáis un poco puestos en los asesinatos de Jack el Destripador, las fechas, el número de asesinatos por noche, etc... vais a ver que la historia sigue esos pasos. No se dice nada al respecto en ninguna parte salvo que se mueven por Whitechapel ni va de lo mismo en absoluto, pero resulta evidente si conoces el canon oficial del caso. Un easter egg que me ha hecho ilusión reconocer.
Puntuación: 4/5
Título original: In the Woods Autora: Tana French
Editorial: RBATraducción: Isabel Margelí Bailo
Páginas: 588
Fecha de publicación: mayo 2010
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: descatalogado (disponible en otras ediciones)
Más allá de la urbanización está el bosque. Ese
bosque oscuro y silencioso en el que los niños escapan para perseguir
fantasmas, miedos y leyendas. Son sólo juegos. Hasta que no vuelven. La
tarde del 14 de agosto de 1.984, tres niños de doce años, Jamie Rowan,
Peter Savage y Adam Ryan, se adentraron en el bosque de Knocknaree, en
las afueras de Dublín, nunca más salieron de él. Aunque la Policía
encuentra esa misma noche a uno de ellos, Ryan, abrazado a un roble, con
los zapatos llenos de sangre y un rostro de espanto, incapaz de
recordar nada de las horas anteriores. Veinte años después, Ryan
intentará definitivamente escapar de aquel bosque. Ahora se hace llamar
Rob, es detective de Homicidios y sigue guardando con celo aquella
pesadilla de la infancia. Hasta que encuentran el cuerpo de una niña de
doce años asesinada en un escenario difícil de olvidar: el mismo bosque,
el mismo terror, ninguna pista.
El silencio del bosque es realmente una relectura que llevaba años detrás de hacer, porque lo que quiero es releer la serie de la Brigada de Homicidios de Dublín a la que pertenece. Empecé hace muchos años esta serie, llegué al cuarto libro y ahí paré, y claro, quiero continuar, pero es que el último lo leí hace cosa de diez años y honestamente no recuerdo muchas cosas. La peculiaridad es que los libros están conectados a través de sus personajes secundarios (normalmente cada libro lo protagoniza un personaje narrando en primera persona que apareció en el libro anterior con más o menos protagonismo), y claro, tienen una continuidad aunque los casos sean totalmente independientes. Los dos primeros libros son curiosamente los que mejor recuerdo, así que aunque sabía de antemano hacia donde se encaminaba todo, he disfrutado de la lectura igual que la primera vez.
El caso principal es el asesinato de una niña cuyo cuerpo aparece en mitad de una excavación arqueológica cerca de una urbanización y un bosque donde hace veinte años desaparecieron dos niños de los que nunca más se supo. Un tercer niño apareció sin ningún recuerdo sobre lo que había sucedido, y ese niño es hoy en día Rob Ryan, el detective de homicidios que, casualidades de la vida, está a cargo del caso actual... pero nadie sabe de esta conexión porque, si así fuese, obviamente quedaría fuera del caso. Bueno, sí lo sabe su compañera, la detective Maddox, con quien tiene una relación tanto laboral como personal que es la envidia de todos... hasta que se tuerce, claro. En el caso entran muchos factores que complican la situación: la familia de la niña asesinada es rarita de narices y resulta evidente que ocultan cosas; la exposición de la niña de apenas once años por su futura carrera como bailarina profesional; la propia excavación, que tiene los días contados porque van a construir una autopista justo encima de esos restos y eso ha levantado muchas ampollas y protestas vecinales; los secretos del pasado de muchos de los personajes y los sospechosos, que tarde o tempranos salen a al luz; si este caso tiene alguna relación con la desaparición de hace veinte años, y como eso afecta a Rob, a su cordura y a su memoria, que se niega a colaborar... Lo dicho, muchos factores en una investigación que avanza despacio y en la que Rob, al ser el narrador, no solo nos guía a través de cada uno de sus pasos, sino que ofrece mucha información personal tanto del presente como de sus recuerdos del verano en que desaparecieron sus dos mejores amigos.
Debo avisar que el narrador y protagonista es un personaje antipático que nunca te va a caer bien, que hace daño a los demás, se hace daño a sí mismo, comete muchos actos reprobables y a ratos es un poco capull*. Él avisa desde el principio, pero eso no quita para que le pongas velas negras conforme avanza la trama. Avisados quedáis si sois de los que os tienen que encantar los narradores. El segundo libro lo protagoniza la detective Cassie Maddox, recuerdo casi todo lo que ocurre y me gustaría releerlo este mismo año. A ver si cumplo.
Puntuación: 4/5
Qué curioso lo de los Bibliomisterios!! Dan muchas ganas de leerlos. Además la portada del libro de Ian Rankin es preciosa. Gracias por la recomendación. Besos
ResponderEliminarTienen buena pinta.
ResponderEliminarGracias.
Hola guapísima, el de Baker Street, le había echado el ojo, pero creo que viendo tu reseña me lo voy a pensar. El de Tana French sé que lo tengo, o he tenido, en el kindle, pero no recuerdo si lo he leído o no... Pero es que ahora mismo no me apetecen thillers, como tú, llevo tantos leídos que ya me parecen todos iguales.
ResponderEliminarun besazo
Con el de La séptima hipótesis me has dejado con mucha curiosidad. Y el último pinta bastante bien también.
ResponderEliminarBesotes!!!