Título original: Great Granny Webster
Autora: Caroline Blackwood
Editorial: Alba (colección Clásicos Modernos)
Traducción: Celia Montolío
Introducción: Honor Moore
Páginas: 160
Fecha de publicación original: 1977
Fecha esta edición: marzo 2004
Fecha esta edición: marzo 2004
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 14,50 euros
Cuatro mujeres, cuatro generaciones. La bisabuela Webster, guardiana de
la «corrección» de la familia, recluida en una casa fría y silenciosa
cerca del mar, que nunca ve. Su hija, la abuela Dunmartin, recluida
también, aunque sin orgullo, en una colosal casa solariega en el norte
de Irlanda, castigada por la lluvia y un demencial gobierno doméstico.
Su hija, la tía Lavinia, una belleza londinense, vive en el polo
opuesto, entre grandes fiestas, perros de lanas, inopinados amantes e
intentos de suicidio. Y, por último, en la rama más joven de esta
excéntrica genealogía, una joven huérfana de padre, aún en «la fase de
escuchar torpemente», que visita y recuerda, y cuenta.
Tengo muchos, muchísimos libros de la editorial Alba en la estantería (y los que me faltan y quiero tener, pero hay que comprárselos poco a poco, los precios no invitan a lanzarse a por ellos), pero no sé por qué me sacan de los Maior, Minus, Brevis, Rara Avis, etc... y casi nunca miro su oferta más contemporánea o de la segunda mitad del siglo XX en adelante. Sin embargo había un libro publicado en los años 70 que me llamaba mucho la atención por su portada y por su fama de clásico moderno: La anciana señora Webster. Lo encontré de segunda mano y me hice con él. Una vez leído, estoy escribiendo y todavía no sé qué voy a decir. Este libro es de esos que te compras sin saber muy bien qué te vas a encontrar, así que no lo calificaría como decepción. ¿Puedo decir que me ha gustado? Pues no lo tengo muy claro. Sí puedo decir que no me ha entusiasmado.
Tal y como comento, no sabía qué me iba a encontrar en cuanto a trama, pero no sé por qué tenía la idea de que este libro pertenecía al género gótico o que bebía un poco de esas fuentes. Craso error. Nada que ver, porque en realidad es una novela semiautobiográfica de la autora. Creo que la portada tiene mucho que ver en mi error (a algo o alguien tengo que echarle la culpa xD). Que tampoco es que pase nada de nada, si no es gótico no lo es, pero como que ya empecé un poco con el pie torcido...
La anciana señora Webster que da nombre al libro realmente es la bisabuela de nuestra narradora, de la que nunca conocemos el nombre. Ella, la joven narradora, no es importante: es la excusa para contarnos ciertas cosas de la familia, y es quien personifica a Caroline Blackwood en esta semibiografía camuflada donde todos los personajes están basados en familiares de la autora. El caso es que nuestra joven y huérfana narradora llega a casa de su bisabuela (a la que no conoce) durante la posguerra; está convaleciente de una enfermedad, necesita respirar el aire junto al mar y su bisabuela vive en la costa, cerca de Brighton. Pero esta señora es todo un personaje, y hasta ahí no iba mal el libro: una adolescente viviendo en esa mansión apartada con una anciana rara y antipática, que apenas la deja salir de casa, que apenas habla con ella... yo seguía con mi rollo gótico. Pero no, este es el primer capítulo. Es en el segundo donde se desvela la verdadera finalidad de la historia.
En cierto momento la bisabuela Webster le dice a nuestra protagonista que a su nieto (es decir, el padre de nuestra narradora, fallecido en la Segunda Guerra Mundial) le gustaba acudir allí de visita. Y a ella le sorprende tanto que su padre quisiera visitar a una mujer así en sus escasos permisos del frente que, una vez regresa a su casa, comienza a preguntar entre sus familiares y conocidos por qué creen que su padre quería visitar a la bisabuela Webster. Y es gracias a esta "investigación" que la autora/narradora nos desglosa y describe a algunos miembros de la familia, única finalidad de la historia.
Primero conocemos a su tía Lavinia (superficial, promiscua, con tendencias suicidas a las que no da ninguna importancia); después, y gracias a un amigo de la infancia de su padre, Tommy Redcliffe, conocemos la historia de los abuelos Dunmartin y su vida en la mansión familiar de Irlanda. Supuestamente quieren hacernos creer que en este capítulo la narración se centra en la abuela Dunmartin, en su locura, porque este es un libro sobre las cuatro generaciones de mujeres de la familia Webster, pero si soy sincera a mí me parece que se habla tanto de ella como de su marido, de los dos, así como de la tristeza y desolación de este matrimonio y la deplorable gestión de la casa.
Es decir, que tenemos a la bisabuela Webster, madre de una hija con graves trastornos mentales (la abuela Dunmartin), quien a su vez es madre de Lavinia (una mujer frívola que acaba de intentar suicidarse), quien a su vez es tía de nuestra narradora (de la que acabamos sabiendo más bien poco, por no decir nada). Las conocemos, conocemos su personalidad con pinceladas, conocemos el ambiente en el que viven, lo peculiar del carácter de la bisabuela, la casa en la que terminó de volverse loca la abuela, la extravagante forma de ver la vida de la tía, y como nos lo cuenta todo la narradora. Y poco más.
Esta es de esas historias que nos cruzamos a lo largo de nuestra vida como lectores que cuando necesitamos describirla, ante la falta de una trama real, tenemos que recurrir a eso de "es una historia en la que no pasa realmente nada, lo importante son los personajes". Y yo he disfrutado de muchas novelas así. Pero es que en este caso ni siquiera puedo afirmar eso, porque los personajes tampoco me han parecido nada del otro mundo (y estando basados en personas reales me parece chocante). Son fríos, distantes, no llegas a preocuparte gran cosa por ellos, no empatizas, no ves un propósito en su recorrido a lo largo de la narración. Llegan, te explican como son, conoces sus particularidades, te cuentan algunas de sus batallitas, y con las mismas se salen de la historia y dejan paso al siguiente. Porque realmente nuestra narradora se queda sin saber por qué su padre visitaba a la bisabuela Webster y la narración solo es un vehículo para contarnos retazos de vida familiar.
Caroline Blackwood escribía bien, eso no se lo niego, pero yo no he visto en este libro la grandeza que le precede. Se le presupone un estilo punzante a la hora de retratar aquella alta sociedad de posguerra, pero salvo ligeramente en la tía Lavinia, tampoco es para tanto... Para mí, la historia tiene mordida, pero no llega a clavarse en la piel. No me ha aportado nada, ni para bien ni para mal, y un libro no puede dejarte indiferente, pierde toda su razón de ser. Si el narrador estira el brazo y te aleja de la historia, pues eso hace el lector, mirar desde lejos y no involucrarse para nada.
Hay clásicos muy sobrevalorados, o los hay, como con cualquier otra novela, con los que no conectas y el problema es tuyo como lector con ese libro en concreto. No tengo claro ante cual de los dos casos me encuentro ahora mismo, así que como veis, termino igual que empezaba. O quizás sí lo tengo, pero no quiero ser así de rotunda por si estoy equivocada y sigue siendo mi percepción personal la que se inmiscuye y no me deja ser objetiva. Yo no he tenido feeling con él, y mira que lo siento.
En fin, que no sé si se volverá a cruzar mi camino lector con Caroline Blackwood, y si se cruza no la evitaré y le daré una segunda oportunidad a ver qué tal, pero no es una autora que me haya dejado con ganas de repetir voluntariamente con ella a corto plazo.
(Qué rollo con tanta "narradora" y tal, pero no podía expresarlo de otra manera... y qué largo me ha quedado esto para no saber qué decir, mil perdones... Tengo incontinencia verbal xD)
Tal y como comento, no sabía qué me iba a encontrar en cuanto a trama, pero no sé por qué tenía la idea de que este libro pertenecía al género gótico o que bebía un poco de esas fuentes. Craso error. Nada que ver, porque en realidad es una novela semiautobiográfica de la autora. Creo que la portada tiene mucho que ver en mi error (a algo o alguien tengo que echarle la culpa xD). Que tampoco es que pase nada de nada, si no es gótico no lo es, pero como que ya empecé un poco con el pie torcido...
La anciana señora Webster que da nombre al libro realmente es la bisabuela de nuestra narradora, de la que nunca conocemos el nombre. Ella, la joven narradora, no es importante: es la excusa para contarnos ciertas cosas de la familia, y es quien personifica a Caroline Blackwood en esta semibiografía camuflada donde todos los personajes están basados en familiares de la autora. El caso es que nuestra joven y huérfana narradora llega a casa de su bisabuela (a la que no conoce) durante la posguerra; está convaleciente de una enfermedad, necesita respirar el aire junto al mar y su bisabuela vive en la costa, cerca de Brighton. Pero esta señora es todo un personaje, y hasta ahí no iba mal el libro: una adolescente viviendo en esa mansión apartada con una anciana rara y antipática, que apenas la deja salir de casa, que apenas habla con ella... yo seguía con mi rollo gótico. Pero no, este es el primer capítulo. Es en el segundo donde se desvela la verdadera finalidad de la historia.
En cierto momento la bisabuela Webster le dice a nuestra protagonista que a su nieto (es decir, el padre de nuestra narradora, fallecido en la Segunda Guerra Mundial) le gustaba acudir allí de visita. Y a ella le sorprende tanto que su padre quisiera visitar a una mujer así en sus escasos permisos del frente que, una vez regresa a su casa, comienza a preguntar entre sus familiares y conocidos por qué creen que su padre quería visitar a la bisabuela Webster. Y es gracias a esta "investigación" que la autora/narradora nos desglosa y describe a algunos miembros de la familia, única finalidad de la historia.
Primero conocemos a su tía Lavinia (superficial, promiscua, con tendencias suicidas a las que no da ninguna importancia); después, y gracias a un amigo de la infancia de su padre, Tommy Redcliffe, conocemos la historia de los abuelos Dunmartin y su vida en la mansión familiar de Irlanda. Supuestamente quieren hacernos creer que en este capítulo la narración se centra en la abuela Dunmartin, en su locura, porque este es un libro sobre las cuatro generaciones de mujeres de la familia Webster, pero si soy sincera a mí me parece que se habla tanto de ella como de su marido, de los dos, así como de la tristeza y desolación de este matrimonio y la deplorable gestión de la casa.
Es decir, que tenemos a la bisabuela Webster, madre de una hija con graves trastornos mentales (la abuela Dunmartin), quien a su vez es madre de Lavinia (una mujer frívola que acaba de intentar suicidarse), quien a su vez es tía de nuestra narradora (de la que acabamos sabiendo más bien poco, por no decir nada). Las conocemos, conocemos su personalidad con pinceladas, conocemos el ambiente en el que viven, lo peculiar del carácter de la bisabuela, la casa en la que terminó de volverse loca la abuela, la extravagante forma de ver la vida de la tía, y como nos lo cuenta todo la narradora. Y poco más.
Esta es de esas historias que nos cruzamos a lo largo de nuestra vida como lectores que cuando necesitamos describirla, ante la falta de una trama real, tenemos que recurrir a eso de "es una historia en la que no pasa realmente nada, lo importante son los personajes". Y yo he disfrutado de muchas novelas así. Pero es que en este caso ni siquiera puedo afirmar eso, porque los personajes tampoco me han parecido nada del otro mundo (y estando basados en personas reales me parece chocante). Son fríos, distantes, no llegas a preocuparte gran cosa por ellos, no empatizas, no ves un propósito en su recorrido a lo largo de la narración. Llegan, te explican como son, conoces sus particularidades, te cuentan algunas de sus batallitas, y con las mismas se salen de la historia y dejan paso al siguiente. Porque realmente nuestra narradora se queda sin saber por qué su padre visitaba a la bisabuela Webster y la narración solo es un vehículo para contarnos retazos de vida familiar.
Caroline Blackwood escribía bien, eso no se lo niego, pero yo no he visto en este libro la grandeza que le precede. Se le presupone un estilo punzante a la hora de retratar aquella alta sociedad de posguerra, pero salvo ligeramente en la tía Lavinia, tampoco es para tanto... Para mí, la historia tiene mordida, pero no llega a clavarse en la piel. No me ha aportado nada, ni para bien ni para mal, y un libro no puede dejarte indiferente, pierde toda su razón de ser. Si el narrador estira el brazo y te aleja de la historia, pues eso hace el lector, mirar desde lejos y no involucrarse para nada.
Hay clásicos muy sobrevalorados, o los hay, como con cualquier otra novela, con los que no conectas y el problema es tuyo como lector con ese libro en concreto. No tengo claro ante cual de los dos casos me encuentro ahora mismo, así que como veis, termino igual que empezaba. O quizás sí lo tengo, pero no quiero ser así de rotunda por si estoy equivocada y sigue siendo mi percepción personal la que se inmiscuye y no me deja ser objetiva. Yo no he tenido feeling con él, y mira que lo siento.
En fin, que no sé si se volverá a cruzar mi camino lector con Caroline Blackwood, y si se cruza no la evitaré y le daré una segunda oportunidad a ver qué tal, pero no es una autora que me haya dejado con ganas de repetir voluntariamente con ella a corto plazo.
(Qué rollo con tanta "narradora" y tal, pero no podía expresarlo de otra manera... y qué largo me ha quedado esto para no saber qué decir, mil perdones... Tengo incontinencia verbal xD)
Lady Caroline Blackwood nació en 1931, en el seno de la aristocracia angloirlandesa. Su padre, que murió cuando ella tenía trece años, era Basil Blackwood, cuarto marqués de Dufferin y Ava; íntimo amigo de Evelyn Waugh, formaba parte del círculo descrito en Retorno a Brideshead. Su madre, Maureen Guinness, era una de las cuatro herederas de las célebres cervezas Guinness.
Sin embargo, Caroline, bohemia y desafecta, siguió otro destino que el que la familia le tenía asignado: a los veintidós años se casó con el pintor Lucian Freud, con el consiguiente escándalo por la "boda judía". Posteriormente se casaría con el compositor Israel Citkowitz y con el poeta Robert Lowell. El crítico Cyril Connolly, el guionista Ivan Moffat y el fotógrafo Walker Evans se contaron también entre sus relaciones.
No contenta con ser, como la llamó su biógrafa Nancy Schoenberger, una "musa peligrosa", mecenas de artistas, maestra de la anécdota y gran bebedora, ejerció el periodismo y en la década de 1970 se dedicó a la literatura.
A su primer libro, For all that I found here (1974), que reunía ficción y no ficción, siguieron las novelas de corte autobiográfico The stepdaughter (1976) y La anciana señora Webster (1977), que fue un gran éxito y quedó finalista del premio Booker. Posteriormente publicó, entre otras obras, The fate of Mary Rose (1981), Corrigan (1984) y The last of the duchess (1995).
Murió en Nueva York en 1996.
Sin embargo, Caroline, bohemia y desafecta, siguió otro destino que el que la familia le tenía asignado: a los veintidós años se casó con el pintor Lucian Freud, con el consiguiente escándalo por la "boda judía". Posteriormente se casaría con el compositor Israel Citkowitz y con el poeta Robert Lowell. El crítico Cyril Connolly, el guionista Ivan Moffat y el fotógrafo Walker Evans se contaron también entre sus relaciones.
No contenta con ser, como la llamó su biógrafa Nancy Schoenberger, una "musa peligrosa", mecenas de artistas, maestra de la anécdota y gran bebedora, ejerció el periodismo y en la década de 1970 se dedicó a la literatura.
A su primer libro, For all that I found here (1974), que reunía ficción y no ficción, siguieron las novelas de corte autobiográfico The stepdaughter (1976) y La anciana señora Webster (1977), que fue un gran éxito y quedó finalista del premio Booker. Posteriormente publicó, entre otras obras, The fate of Mary Rose (1981), Corrigan (1984) y The last of the duchess (1995).
Murió en Nueva York en 1996.
Tendré en cuenta tu opinión, pero siendo un libro tan cortito, es probable que me anime. Un beso.
ResponderEliminarEspero que lo disfrutes un poquito más que yo. Que no es que no me haya gustado, está muy bien escrito, pero no me ha transmitido gran cosa. Estaré en una etapa insensible... jajaja.
Eliminar¡Besote!
Voy a seguir tus impresiones y voy a dejarlo pasar, por lo que cuentas no creo que me gustará.
ResponderEliminarBesos
Pues a por otro, que será por libros... :)
Eliminar¡Besote!
Comprendo perfectamente que te enamoraras a primera vista de este libro y te lo llevaras a casa: no solo es un Alba (debilidad de la que muchos lectores sufrimos, ya lo sabes), si no que además la portada es preciosa y la sinopsis hace tilín. Es que antes de leer tu opinión personal, estaba pensando "uy, qué buena pinta tiene esto". Así que te entiendo, porque a primera vista a mí me ha pasado igual, me lo hubiese llevado.
ResponderEliminarNo me importa que las novelas no tengan demasiada trama o poca acción, pero si dices que tampoco los personajes son tan apasionantes... (y eso que lo parecen). Gracias por la reseña, lo tendré en cuenta si este título malvado intenta seducirme. Bss
Es que la portada enamora, pero también engaña un poco sobre lo que te vas a encontrar dentro. No sé si el chasco inicial habrá tenido algo que ver en la lectura un poco desinflada que he sufrido con el libro, pero sí que es verdad que entre que no era lo que esperaba, y que luego no le he visto realmente chicha a la historia...
EliminarA mí no me importa que un libro no tenga trama en sí ni tampoco mucha acción, he leído centenares de libros así, pero los personajes tienen que atraparte porque si no hay acción ni trama, todo el peso lo tienen ellos. Y eso me ha pasado con esta historia, que los personajes no me han atrapado nada. Y mira que lo siento...
De todos modos, si intenta seducirte, no seas mala y déjate seducir que lo mismo tú lo disfrutas mucho más que yo :)
¡Besote!
¡Hola guapa!
ResponderEliminarYo tenía este libro, recuerdo que lo leí un verano a la hora de la siesta, cuando los demás dormían, apoyada en la pared y sentada en mi cama con la ventana a mi derecha...y te digo todo esto porque lo recuerdo como si fuera ayer, pero ¡No recuerdo de que iba la novela! he leído la reseña y apenas he logrado recordar nada más que unos datos, así que en algo tengo que estar de acuerdo contigo, pues si no me dejó huella alguna, no sería una gran novela.
Pocas veces me pasa que no guardo recuerdo alguno de lo que leo...
Un besazo!!!!
Yolanda.
Pues es que lo has definido muy bien. Los personajes son tan insípidos (y eso es lo peor, que resulta obvio que la intención era totalmente la contraria) que pasan sin pena ni gloria, no te quedas con ellos, no te dicen nada, no te emocionan... y te olvidas de ellos en cuanto cierras el libro. Y es una pena.
Eliminar¡Besote!
Pues es verdad que la portada te engaña porque parece un poco gótico... así que no tengas miedo en ese aspecto. Yo, después de leerte, tengo clarísimo que no voy a gastar mi tiempo con este libro.
ResponderEliminarUn besazo
¿Verdad que sí? Es que yo la sigo mirando y me sigue transmitiendo género gótico. Es preciosa, eso sí. Me encanta. Aunque no tenga nada que ver con el interior :)
Eliminar¡Besote!
Vamos, que la autora era la tía Lavinia. Pues yo te vi el título y la portada y como tú pensé en historia gótica, con mansión, gente rara y misterios. Una pena que luego se convierta en un mero casting de personajes, que pinche por muchos sitios pero que al final no haga algo en condiciones. Mucho peor que cabrearse con un libro es tener la sensación de haber perdido el tiempo, es lo que me pasa cuando un libro me causa indiferencia.
ResponderEliminarVoy a leer el primer capítulo.
Besos
Vista la vida que llevó, supuestamente sí, aunque ella en la narración se reserva el papel de la inocente adolescente... jajaja. Otra definición perfecta, "casting de personajes". Ains, es que me da rabia porque el libro en sí me podría haber gustado mucho, me da rabia que me dejase tan indiferente. Tengo una deuda con esta mujer (o ella la tiene conmigo, más bien), necesito leer algo más suyo y saber si es que no conectamos o es que sencillamente está sobrevalorada.
EliminarNo sé si habrás leído ese primer capítulo, pero realmente es el mejor de la novela, el que más disfruté y el que me hizo pensar que iba a disfrutar mucho del libro. Luego ya entró de lleno en el casting y empezó la indiferencia.
¡Besote!
Pues nada, después de leerte queda descartado :)
ResponderEliminar¡A por otro!
Eliminar¡Besote!
Sí que tenía pinta de novela gótica... Pero viendo tus impresiones, voy a dejarlo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me alegra ver que no solo ha sido impresión mía y que realmente el libro transmite eso a primera vista... jajaja.
Eliminar¡Besote!
Me encanta la novela con tintes góticos y la portada es preciosa. Pero tras leer vuestra opinión creo que va ser mejor concentrarse en otras lecturas.
ResponderEliminarUn beso.
Pues eso me pasa a mí, que como me gustan las novelas con tintes góticos y la portada es preciosa, caí de cabeza. Repito que no es una mala lectura, y el libro tiene mucho prestigio, pero a mí me dejó fría.
Eliminar¡Besote!
¡Hola! Tengo que reconocer que cuando he visto la imagen de la portada he querido leer inmediatamente la reseña porque creía, tal y como dices, que se trataba de un libro con tintes góticos, así que me he quedado un poco fría cuando has descrito de qué trata. De todas maneras no la voy a descartar porque las historias de personajes me gustan.
ResponderEliminarUn beso :)
Pues eso me ha pasado a mí, que me he quedado más fría que un témpano leyéndolo. No es una mala lectura, pero sinceramente tampoco la considero buena, le falta alma a la historia. Si decides leerlo finalmente espero que te llegue un poquito más que a mí y lo disfrutes :)
Eliminar¡Besote!
Yo también tengo debilidad por los Alba (no hay uno que no quiera), así que entiendo tu emoción antes de leerlo y que pensaras que podría tener ciertos toques góticos (la portada es muy "Jude el oscuro") porque aparentemente cumple todo. Que fuera algo autobiográfico y más novela coral que otra cosa no me importaba pero no te veo muy entusiasmada...así que de momento no me animaré, quizás haya que investigar más sobre los títulos de su autora ;)
ResponderEliminarBesitos
Esto de los Alba es un vicio como otro cualquiera, yo por mí los tendría todos uno detrás de otro solo en la estantería... jajaja. No me ves entusiasmada porque no lo estoy y se me nota mucho cuando algo me emociona y cuando no. Se lee, pero ya está. No cala en el alma.
Eliminar¡Besote!
Pues esta vez no termina de convencerme. Voy a dejarlo pasar, que también va bien de vez en cuando jeje.
ResponderEliminarUn beso ;)
¿Verdad que se agradece descartar alguno de vez en cuando?... jajaja.
Eliminar¡Besote!
Me encanta la portada, la verdad pero por lo que cuentas y teniendo en cuenta que visito los blogs para ver opiniones y captar sugerencias, éste lo descarto. Gracias por tu sinceridad.
ResponderEliminarBs.
De verdad que me hubiese encantado decir que he disfrutado muchísimo de la novela, pero no sería cierto. No puedo decir que sea una novela mala (que sabéis que cuando me lo parece no tengo problemas en decirlo), pero es una historía fría. No me ha calado en absoluto.
Eliminar¡Besote!
mmmm. Pues esta vez creo que lo dejo pasar. Un besote!
ResponderEliminarPues a por otro, que hay muchísimo donde elegir :)
Eliminar¡Besote!
Este podría gustarme y mucho, adoro las historias generacionales.
ResponderEliminarUn beso!
No es una mala lectura pero a mí los personajes no me han dicho nada, aunque soy consciente de que eso puede ser problema mío (y seguramente lo será). Si te decides a leerlo espero que lo disfrutes un montón :)
Eliminar¡Besote!
Que pena. Pero yo sí que le daría una oportunidad a pesar de tus peros.
ResponderEliminarDebéis dársela si os llama la atención, porque seguramente el problema sea solo mío al no conectar con los personajes ni su forma de deambular a lo largo de la narración. Disfrútalo mucho si decides darle una oportunidad :)
Eliminar¡Besote!
Hola! La verdad es que Alba es una de mis editoriales favoritas, no solo por las ediciones tan bonitas que sacan, sino porque publican obras de calidad.
ResponderEliminarAl margen de eso, siempre puede haber libros que nos decepcionen. A mí la portada de este me llama mucho, pero veo que igual no hay que tener las expectativas tan altas.
Gracias por la reseña, me quedo por el blog :)
Saludos,
Sofía
¡Bienvenida al blog!
EliminarAlba es una editorial maravillosa, tengo decenas de libros suyos en las estanterías, hay clásicos que si no fuese por ellos sería imposible encontrarlos en castellano o encontrarlos en una edición de calidad. Y más que me gustaría tener (alguno por esperar tanto me he quedado sin él al descatalogarse por completo). Pero bueno, independientemente de eso, no con todos los libros podemos empatizar como nos gustaría, sean de la editorial que sean. Yo voy a seguir coleccionando mis Alba igualmente :)
¡Besote!
Con algunos clásicos pasa eso , son valorados en otros tiempos, otras mentalidades y no son del todo agradecidos en todas las épocas. De todas formas el fin que persigue este libro no me atrae mucho.
ResponderEliminarYo creo que este libro simplemente se le dio más bombo del merecido por ser ella quien era. Y no he querido decirlo así de claro en la reseña pero conforme pasa el tiempo lo tengo más claro. Que reconozco que puede ser cosa mía que no haya empatizado con la historia, pero es que al hilo de lo que tú dices... no tiene ningún fin. Ahí está el problema, que te quedas igual que estabas después de leerlo.
Eliminar¡Besote!
Vaya, pues qué lástima, porque la portada y el título tienen algo que llaman bastante. Pero si la propia historia carece de historia y avanza y no aporta nada, mala cosa.
ResponderEliminarUn beso ;)
Para mí desde luego, no, pero soy consciente de que quizás solo sea una apreciación mía. Ya digo, no puedo decir que no me haya gustado, pero tampoco que lo haya hecho. Ni chicha ni limoná, la verdad.
Eliminar¡Besote!
Si he de serte sincera, no me llama en absoluto. La trama no me llamaba desde un principio y los libros de personajes no son lo mío. Y si además no te ha gustado...Pues ni me lo pienso. Gracias por la reseña^^
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