Título original: The Haunted Organist of Hurly Burly / The Ghost at Wildwood Chase / A Strange Love Story / The Ghost at the Rath / Not to Be Taken at Bed-Time
Autora: Rosa Mulholland
Editorial: La Biblioteca de Carfax
Traducción: María Pérez de San Román
Páginas: 188
Fecha publicación original: 1866/¿?/1882/1866/1865
Fecha esta edición: septiembre 2019
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 16,60 euros Ilustración de cubierta: Rafael Martín Coronel
Los relatos recogidos en esta colección fueron escritos en las últimas
décadas del siglo XIX por la irlandesa Rosa Mulholland. Novelista y
poetisa, Rosa también mostró un gran interés por el folclore y el mundo
rural de su Irlanda natal, algo que plasmó en su obra, especialmente en
sus relatos cortos repletos de elementos sobrenaturales y paranormales.
Representó a alta sociedad a la que ella pertenecía, sus miedos e
inseguridades; aunque sus personajes femeninos son marcadamente
feministas y buscan escapar a los límites victorianos de la época, la
autora siempre tuvo cuidado de que sus finales fuera «aceptables» por la
sociedad del momento.
No siempre reseño todo lo que leo de La Biblioteca de Carfax, pero es una editorial habitual en mis lecturas e intento leer al menos dos o tres de sus publicaciones todos los años. Historias extrañas, de Rosa Mulholland, es probablemente de los primeros libros suyos que compré, pero por unas cosas o por otras he ido priorizando otras lecturas de la editorial. En cualquier caso a todo libro le llega su momento adecuado y por fin le he hincado el diente.
Imagino que quienes estéis familiarizados con la línea editorial de Carfax sabéis que desde el principio se propusieron recuperar autoras del siglo XIX y principios del XX que tuvieron un amplio reconocimiento en cuanto a la temática gótica o sobrenatural y que hoy en día apenas tienen presencia en el mercado editorial en español. Muchas de estas autoras se movían sobre todo en el ámbito del cuento o el relato, y eso es lo que Carfax publica: antologías de cuentos inquietantes, sombríos, extraños, góticos, sobrenaturales, etc... y aquí es donde nos topamos con la irlandesa Rosa Mulholland y estos cinco relatos reunidos bajo el nombre de Historias extrañas.
¿Quién era Rosa Mulholland? Pues sabemos bastante sobre ella, algo poco habitual con muchas de estas autoras. Nacida en Belfast en el seno de una familia de buena posición social, recibió desde muy jovencita el apoyo y aliento de Charles Dickens, que no solo pensaba que tenía un gran talento literario sino que lo demostró publicando muchos de sus relatos en su revista All The Year Round. También Wilkie Collins fue uno de sus mentores, y como anécdota cabe mencionar que Rosa publicó en 1868 (de manera anónima y por entregas en la revista de Dickens) uno de sus libros, The Late Miss Hollingford, y la influencia de ambos genios era tan evidente que durante mucho tiempo se creyó que ellos eran los autores (años después, en 1886, ya se publicó bajo el nombre de Rosa y la autoría quedó demostrada). Mulholland escribía poesía, fue editora y publicó un buen número de novelas, todas (salvo que me equivoque) completamente inéditas en castellano (no me voy a repetir, pero habrá que esperar a que editoriales independientes y valientes se animen a publicar alguna novela suya, porque las grandes bastante tienen con publicar siempre las mismas cambiando las cubiertas cada dos años... sin acritud). En fin, que Rosa Mulholland no fue una autora esporádica ni ocasional, ni tampoco una desconocida en su época. Fue prolífica en sus publicaciones y muy polifacética a la hora de moverse por los entresijos del mundillo editorial.
Por otro lado, y como ya digo, Mulholland era irlandesa, y eso supone la mitad del camino allanado cuando de ambientaciones góticas o sobrenaturales se trata. Las autoras victorianas escocesas e irlandesas que tanto se prodigaron en el relato de género tenían un don para trasladar sus creencias, su folclore y sus supersticiones a unas historias en las que sus personajes convivían con fantasmas, apariciones y sucesos paranormales varios de un modo natural. Unas veces les espantaba, otras lo comprendían y en muchas ocasiones iban en busca del por qué en lugar de salir huyendo, como cualquier persona razonable haría. Creen en estas cosas, las tienen asumidas y forman parte de sus tradiciones, y por eso sus historias no buscan demostrar ni razonar sobre lo que se cuenta en ellas; simplemente dan por hecho su existencia y el enfoque siempre suele ponerse en descubrir qué es lo que les ha llevado a la situación en la que están. A todo esto se suma que Mulholland escribía bien, se detiene en envolvernos en ambientaciones sugerentes cuando la historia lo necesita, es emotiva cuando hace falta, tiene toques romanticistas y trágicos, y la lectura es ágil y efectiva sin perder ni un ápice de su fineza y elegancia.
Sin más, os comento muy brevemente de qué trata cada uno de los relatos contenidos en este volumen:
El organista maldito de Hurly Burly. Al hogar del matrimonio Hurly llega Lisa, una joven italiana que afirma ser la prometida de su hijo y pide tocar el piano que ambos tienen en una alcoba. Debe hacerlo sin descanso porque así se lo ha pedido su amado, y no tiene tiempo que perder. Ya de por sí la aparición de Lisa resultaría harto extraña en condiciones normales, pero si tenemos en cuenta que el hijo de los Hurly lleva muerto veinte años, la situación no deja de ser espeluznante. Este matrimonio de ancianos, que no ha conocido el descanso ni la felicidad desde hace mucho tiempo, no saben cómo hacerle entender que lo que dice no es posible, y la llevan a casa de una de sus vecinas, Margaret Calderwood, con la esperanza de que le cuente ciertos hechos que le hagan entrar en razón... que lo consiga ya es otra historia.
El espectro de Wildwood Chase. Este relato está narrado en primera persona por el protagonista, un pintor enfermizo al que acecha la tuberculosis y que, en beneficio de su propia salud, acepta un encargo en la mansión Wildwood Chase. Allí, rodeado de naturaleza, intenta fortalecerse al tiempo que realiza el trabajo para el que le han contratado, pero el día en que se cruza con el retrato de una hermosa joven en una de las galerías todo cambia para él: se enamora de esa mujer como no lo ha hecho de ninguna otra de carne y hueso, y pronto empieza a ver y a cruzarse con algo parecido a su espíritu tanto dentro de la mansión como en los alrededores.
Una extraña historia de amor. Para saber sobre esta historia de amor (tan extraordinaria como extraña) nos trasladamos inicialmente a Innsbruck, donde Max, un joven escultor, está prometido con Hilda, una muchacha que lo apoya en su deseo de viajar a Roma e intentar labrarse allí un futuro en su profesión. Max es bueno, tiene talento, pero lo que tiene Hilda cada vez que sus dedos rozan la escayola es algo muy superior, casi divino, puro genio... pero Hilda no quiere saber nada sobre este tema, lo odia: tienen poco dinero y quiere que sea Max quien triunfe. Cuando los dos parten hacia Roma, ya casados, van llenos de esperanzas e ilusiones… pero lo que allí les espera tomará unos derroteros muy inesperados. Y sí, lo sé, con todo esto que os cuento diréis que donde está el tono gótico o paranormal. Lo hay, pero es el relato más largo con diferencia, el más desarrollado, e incluso está dividido en dos partes muy diferenciadas, así que dado que tarda más en ir al grano, tendréis que leerlo para descubrirlo.
El fantasma del Rath. Pues aquí tenemos una casa encantada como está mandao (una de mis temáticas favoritas en el género). John Thunder invita a Frank, un amigo enfermo, a pasar unas semanas de descanso en el Rath, una casa que ha heredado pero que no conoce. Frank viaja solo hasta allí unos días antes y, ante la falta de noticias suyas casi desde el momento en que llega, John viaja apresuradamente al Rath temiendo que haya ocurrido algo. Lo que encuentra es un Frank mucho más saludable pero con un comportamiento raro, vacuo, casi demente. Esa misma noche John empieza a ver y experimentar sucesos extraños y paranormales en la casa, y no se detendrá hasta descubrir qué ocurre y por qué.
No tomar antes de dormir. El protagonista de esta historia es Coll Dhu (Negro Coll), que vive en una casa llamada Devil's Inn en un páramo en lo alto de las montañas de Connemara. Hosco, sombrío y esquivo, Coll no tiene ningún trato con sus vecinos, hasta que unos nuevos ocupantes llegan a una pequeña fortaleza situada ladera abajo. Pronto descubrimos que ni ese edificio ni sus moradores son ajenos a Coll, que hay una historia detrás esperando su momento para salir a la luz y que, a causa de una mujer, las cosas no van a salir como Coll Dhu esperaba.
Por no alargar esto demasiado, os comento que todos me han gustado mucho pero que, de tener que escoger favoritos, os diría que los que más he disfrutado han sido, por este orden: El fantasma del Rath (por lo ya comentado, adoro las historias de casas encantadas), Una extraña historia de amor (porque es el más desarrollado y me ha parecido muy original y trágico) y El organista maldito de Hurly Burly (porque hay fantasmas malos, y eso siempre es un punto a favor). El que quizás me ha parecido más flojillo es El espectro de Wildwood Chase, y probablemente ha sido porque es el menos sobrenatural de todos ellos, pero que aun así es un buen relato. De No tomar antes de dormir me quedo sobre todo con la ambientación (adoro Connemara, es uno de mis sitios favoritos de Irlanda... si cierro los ojos, me veo otra vez allí feliz) y con Coll Dhu, un personaje muy potente, excesivo y perturbado. Refleja esa Irlanda de páramos, nieblas, aislamiento y melancolía que tanto se aleja de la imagen habitual bulliciosa, festiva y acogedora. Es el relato más antiguo de los cinco, es muy sombrío y va menos de fantasmas (no los hay, de hecho) y más de pasiones muy oscuras y personajes obsesivos (no se parecen en absolutamente nada, pero al leerlo me venía todo el rato a la cabeza Cumbres borrascosas... ¡¡repito, no se parecen en nada!!, pero la cabeza hace asociaciones sin pedir permiso).
Si os gustan los libros de relatos victorianos bien escritos, mejor ambientados, con un punto sobrenatural, fantasmas, casas encantadas, maldiciones, brujería... es una lectura muy recomendable y merece mucho la pena conocer a la autora. Eso sí, os digo lo de siempre: si buscáis historias que den mucho miedo en plan obvio, explícito y buscando el susto, al más puro estilo del siglo XXI, pues obviamente este no es vuestro libro, que luego vienen los comentarios de "no me ha dado nada de miedo, esto ya está muy visto, me esperaba otra cosa" xD. Que yo soy la primera lectora habitual de terror contemporáneo, pero a los clásicos hay que acercarse de otra manera. Y yo estoy vendida si me ponen delante literatura gótica clásica... qué os voy a contar a vosotros que no sepáis, lleváis sufriéndome muchos años.
Por cierto, podéis leer también a Rosa Mulholland en uno de los relatos contenidos dentro de La señora Lirriper, de la editorial Alba.
Rosa Mulholland (lady Gilbert por
matrimonio) nació en Belfast el 19 de marzo de 1841. Sus intereses
iniciales estuvieron centrados en la pintura, pero muy pronto cambiaron
hacia la escritura queriendo publicar su primera novela a la edad de
quince años. Sus afanes literarios fueron alentados por Charles Dickens,
quien era admirador de su trabajo y quien la ayudó en gran manera
publicando varios relatos cortos y dos novelas suyas en su revista All
the year round.
Sus obras están pobladas de personajes femeninos fuertes e
independientes, especialmente en las obras del final de su carrera.
Habitualmente transcurren en la Irlanda rural, cuyo folclore y paisaje
la fascinaban.
Murió en su casa de Dublín en 1921.