Título original: 7LR (Siete lágrimas rojas)
Autor: Juan Miguel de los Ríos
Editorial: Ediciones del Genal
Páginas: 483
Fecha de esta edición (5ª): septiembre 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 20 euros
Diseño de cubierta: Antonio Soler Doña
Diseño de cubierta: Antonio Soler Doña
A pocos días de que comience la Semana Santa en Málaga,
la Virgen del Rosario, en la parroquia de la barriada malagueña de El
Palo, amanece llorando sangre. Horas después, la Virgen de los Remedios,
en la iglesia de los Mártires, y la Virgen de la Expiración, en la
parroquia de San Pedro, repiten el supuesto milagro. En los cinco días
siguientes tres imágenes más aparecerán con el rostro maculado de
sangre: la Virgen de la Amargura en la ermita de Zamarrilla, María
Santísima de la O en la iglesia de los Mártires, y la Virgen de la
Esperanza en su basílica, junto al cauce del río Guadalmedina. El Vaticano enviará a uno de sus hombres en la sombra: Elias, un jesuita
malagueño que lleva 30 años sin regresar a su ciudad huyendo de unos
sucesos terribles que vivió en su adolescencia. A sus investigaciones se
unirán el singular comisario Javier López y una periodista local: Micaela, muy avezada en los reportajes de investigación.
Conocí este libro gracias a la estupenda reseña de Mª Ángeles en su Bookeando, y de inmediato me llamó la atención esta frase de su párrafo de apertura: "Es una intriga trepidante al estilo de El Código da Vinci, solo que está muy bien escrita". Estas palabras de Juan Eslava Galán me sonaron a gloria bendita (no, Dan Brown y yo no somos amigüitos xD), así que se me escapó la sonrisa cómplice, alabé a Eslava Galán mentalmente y apunté de inmediato el libro. La sorpresa llegó cuando, por mediación de la propia Mª Ángeles, el autor se puso en contacto con nosotras, y no puedo más que darle las gracias a ella por acordarse de este rinconcillo, y al autor por hacerle caso, porque he disfrutado un montón del libro.
El padre Fabián comienza su rutina diaria de las siete de la mañana en su iglesia, la de las Angustias, en el malagueño barrio de El Palo. Pero no es una mañana cualquiera, porque al acercarse a la virgen del Rosario, ve que está llorando sangre. Y lo que empieza en la iglesia de las Angustias se reproduce en cinco iglesias más a lo largo y ancho de toda la ciudad durante los días siguientes: seis vírgenes lloran sangre en seis templos distintos, y un milagro como este atrae a devotos de, literalmente, todo el planeta. Málaga es engullida por cuatro millones de almas en los días previos a la Semana Santa y la ciudad queda paralizada, la vida en sí misma se detiene... Imaginaos que en vuestra ciudad, una no excesivamente grande, fuese tomada por cuatro millones de personas que viviesen en la calle... algo tan simple como poner un pie fuera de tu casa y querer desplazarte hacia otro sitio sería pura utopía. Málaga está invadida, y la proximidad de la Semana Santa solo hará que lleguen más y más peregrinos.
¿Pero es realmente un milagro o algo más? Se impone una solución, la que sea, que dé una explicación a lo que ocurre pero que contente a todo el mundo, y aquí es cuando entra el Vaticano, que envía a Málaga al padre Elías, jesuita malagueño de nacimiento que no ha vuelto a pisar su ciuad natal desde un trágico hecho que ocurrió durante su infancia, hace ya 30 años. Elías pertenece a una facción secreta del Vaticano, una especie de agente secreto que recorre el mundo en misiones encubiertas de todo tipo y que está acostumbrado a resolver situaciones muy complicadas. En su investigación contrarreloj cuenta con la ayuda de Micaela, reportera dicharachera y con mucho carácter, y el comisario Javier López; los tres irán desentrañando lo que se esconde tras este milagro de las 6 lágrimas rojas que, tal vez, sea la menor de todas las incógnitas que surjan durante la investigación.
A ver, no sé por dónde empezar, que como siempre me pasa, quiero comentar muchas cosas y no aburriros al mismo tiempo hasta el infinito y más allá.
La narración, salvo la introducción en la aparición de las lágrimas, la presentación de los personajes de Elías y el padre Ugarte en el Vaticano y la llegada del propio Elías a Málaga, transcurre desde el viernes de Dolores hasta el domingo de Resurrección, así que a primera vista podría decirse que estamos ante una novela de suspense ambientada en la Semana Santa malagueña, pero es mucho más que eso. Aunque el marco temporal predominante es el presente, en el que Elías, Micaela y López recorren (como pueden) la ciudad de arriba abajo siguiendo pistas y desentrañando su misterio, existe otro marco, el de la Málaga de los años 30, que es fundamental en la narración y en la historia, porque si algo trasluce a lo largo de las páginas es la excelente documentación que se esconde tras ellas. La investigación en el presente nos trasladará a hechos del pasado, como la noche de la "Quema de conventos" que tuvo lugar en Málaga la noche del 11 al 12 de mayo de 1931, fruto de la violencia anticlerical que inundó España pocas semanas después de proclamarse la Segunda República, o la situación política y social en la ciudad hasta bien entrada la Guerra civil española, con episodios como la masacre en la carretera entre Málaga y Almería el 8 de febrero de 1937, que yo al menos desconocía. Y así, entre pasado y presente, se va desenredando la madeja de un modo bastante intrincado pero sólido.
Los personajes principales son otro punto fuerte de la trama. Te caen bien, son "de a pie", como yo los llamo. Creíbles. Y con esto me refiero tanto a los del presente como a los del pasado, de cuya trama, salvo el contexto político del que hablo arriba, no quiero decir más. Además, la investigación en sí de las lágrimas rojas llevará a algunos de los personajes por otros derroteros, los de saldar cuentas pendientes y desenterrar recuerdos escondidos en un rincón de la mente que, de un modo u otro, deben salir y encontrar un cierre. No puedo deciros mucho más de ellos, igual que no puedo ni debo entrar a fondo en la investigación. Nunca lo hago (o eso intento) porque es mejor que os adentréis en la lectura sin ideas preconcebidas ni pistas.
Tengo que hablaros del estilo del autor, porque me ha gustado mucho. Unos ejemplos al azar:
Mención aparte se merece esa Málaga que el autor construye sepultada bajo los pies de millones y millones de almas enfervorecidas en pos del milagro. En este libro Málaga no es solo una ciudad de peregrinaje: es una ciudad clausurada. La actividad es inexistente, todo está cerrado porque cualquier espacio a cielo abierto está ocupado por los peregrinos, que conforman una masa compacta de gente que no deja espacio para nada más. Los malagueños se han convertido en refugiados en su propia ciudad: los que están en sus casas no pueden salir, y aquellos que un día salieron ya no han podido acceder a ellas de nuevo y viven en tiendas de campaña a las afueras de la ciudad. Y por añadidura, entre la multitud peregrina empieza a surgir lo inevitable: el fanatismo. El conmigo o contra mí, la exclusión si perteneces a la minoría. Vístete como ellos, comportáte como ellos, o estás contra ellos, sin faltar los falsos mesías que quieren aprovecharse de la buena fe de la gente, de sus ganas, o casi ansias, de creer.
El escenario que pinta el autor es dantesco... no sé si cabe decir apocalíptico, porque realmente esos millones de personas suponen una amenaza para la ciudad y sus habitantes. ¿Durante cuánto tiempo puede una urbe aguantar una invasión como esta?
Aun así, la ciudad de Málaga brilla con luz propia en esta novela: sus calles, sus barrios, sus monumentos, sus edificios, sus gentes... su historia. Sobre todo su historia y lo que se esconde detrás de cosas que a simple vista no demuestran todo lo que guardan, lo que encierran, la memoria que perdura en ellas. Yo no conozco Málaga (shame on me!), pero esta novela te hace querer tirar para allá a la mínima oportunidad y casi usar el libro como guía para perderte por sus calles. La ambientación es magnífica, y si a mí, sin conocerla, me ha encantado tal como se percibe a través de las páginas, imagino que los malagueños andarán como locos con la novela, porque es todo un homenaje a la ciudad y a su historia (y si no lo hacen, no sé a qué esperan xD).
Estamos por tanto ante una novela de misterio e intriga con un alto componente histórico, cuyo ritmo va in crescendo de tal modo que llega un punto que no puedes soltar el libro. Bien escrita, con un estilo narrativo muy personal y unos diálogos ágiles, en ocasiones llenos de humor y que se perciben como muy auténticos. El autor guarda además muy bien la información, la dosifica, y aunque reconozco que adiviné desde el principio cierto hecho que ocurre en la trama del pasado, me dio absolutamente igual porque lo que quería era ver cómo lo solucionaba y cómo le daba salida. Encima no cae en algún cliché en el que estoy segura que cualquier otro autor sí hubiese caído, así que no puedo más que recomendarla. Me he esperado a reseñarla ya a las puertas de la Semana Santa, pero hace bastantes semanas que la terminé y hay escenas que no se me van de la cabeza. Con eso creo que os lo digo todo. Para mí este autor ha supuesto un descubrimiento, uno de los buenos, y le seguiré sin duda la pista.
Por cierto, sí, he hablado todo el rato de 6 lágrimas rojas... ¿pero en el título no son 7?, os preguntaréis. No seré yo quien os resuelva la duda. Quien quiera saber, que lea xD.
El padre Fabián comienza su rutina diaria de las siete de la mañana en su iglesia, la de las Angustias, en el malagueño barrio de El Palo. Pero no es una mañana cualquiera, porque al acercarse a la virgen del Rosario, ve que está llorando sangre. Y lo que empieza en la iglesia de las Angustias se reproduce en cinco iglesias más a lo largo y ancho de toda la ciudad durante los días siguientes: seis vírgenes lloran sangre en seis templos distintos, y un milagro como este atrae a devotos de, literalmente, todo el planeta. Málaga es engullida por cuatro millones de almas en los días previos a la Semana Santa y la ciudad queda paralizada, la vida en sí misma se detiene... Imaginaos que en vuestra ciudad, una no excesivamente grande, fuese tomada por cuatro millones de personas que viviesen en la calle... algo tan simple como poner un pie fuera de tu casa y querer desplazarte hacia otro sitio sería pura utopía. Málaga está invadida, y la proximidad de la Semana Santa solo hará que lleguen más y más peregrinos.
¿Pero es realmente un milagro o algo más? Se impone una solución, la que sea, que dé una explicación a lo que ocurre pero que contente a todo el mundo, y aquí es cuando entra el Vaticano, que envía a Málaga al padre Elías, jesuita malagueño de nacimiento que no ha vuelto a pisar su ciuad natal desde un trágico hecho que ocurrió durante su infancia, hace ya 30 años. Elías pertenece a una facción secreta del Vaticano, una especie de agente secreto que recorre el mundo en misiones encubiertas de todo tipo y que está acostumbrado a resolver situaciones muy complicadas. En su investigación contrarreloj cuenta con la ayuda de Micaela, reportera dicharachera y con mucho carácter, y el comisario Javier López; los tres irán desentrañando lo que se esconde tras este milagro de las 6 lágrimas rojas que, tal vez, sea la menor de todas las incógnitas que surjan durante la investigación.
A ver, no sé por dónde empezar, que como siempre me pasa, quiero comentar muchas cosas y no aburriros al mismo tiempo hasta el infinito y más allá.
La narración, salvo la introducción en la aparición de las lágrimas, la presentación de los personajes de Elías y el padre Ugarte en el Vaticano y la llegada del propio Elías a Málaga, transcurre desde el viernes de Dolores hasta el domingo de Resurrección, así que a primera vista podría decirse que estamos ante una novela de suspense ambientada en la Semana Santa malagueña, pero es mucho más que eso. Aunque el marco temporal predominante es el presente, en el que Elías, Micaela y López recorren (como pueden) la ciudad de arriba abajo siguiendo pistas y desentrañando su misterio, existe otro marco, el de la Málaga de los años 30, que es fundamental en la narración y en la historia, porque si algo trasluce a lo largo de las páginas es la excelente documentación que se esconde tras ellas. La investigación en el presente nos trasladará a hechos del pasado, como la noche de la "Quema de conventos" que tuvo lugar en Málaga la noche del 11 al 12 de mayo de 1931, fruto de la violencia anticlerical que inundó España pocas semanas después de proclamarse la Segunda República, o la situación política y social en la ciudad hasta bien entrada la Guerra civil española, con episodios como la masacre en la carretera entre Málaga y Almería el 8 de febrero de 1937, que yo al menos desconocía. Y así, entre pasado y presente, se va desenredando la madeja de un modo bastante intrincado pero sólido.
Los personajes principales son otro punto fuerte de la trama. Te caen bien, son "de a pie", como yo los llamo. Creíbles. Y con esto me refiero tanto a los del presente como a los del pasado, de cuya trama, salvo el contexto político del que hablo arriba, no quiero decir más. Además, la investigación en sí de las lágrimas rojas llevará a algunos de los personajes por otros derroteros, los de saldar cuentas pendientes y desenterrar recuerdos escondidos en un rincón de la mente que, de un modo u otro, deben salir y encontrar un cierre. No puedo deciros mucho más de ellos, igual que no puedo ni debo entrar a fondo en la investigación. Nunca lo hago (o eso intento) porque es mejor que os adentréis en la lectura sin ideas preconcebidas ni pistas.
Tengo que hablaros del estilo del autor, porque me ha gustado mucho. Unos ejemplos al azar:
Elías le contestó que sí, que tenía toda la razón del mundo, que hasta que no he entrado en el templo no me he relajado.
Elías solo supo contestarle que se me fue el santo al cielo, padre, aunque entre los curas no quede bien decirnos esas expresiones.
Micaela mudó sugesto de enfado por una mueca de sorpresa, de no saber de qué me está hablando el majareta este...¿Veis el patrón? Cada frase comienza en tercera persona, la de un narrador omnisciente, y cambia a la primera persona, al diálogo indirecto (y en esto me perdonáis porque seguro que tendrá un nombre técnico que yo desconozco. Así es como yo lo llamé interiormente durante toda la lectura: diálogo indirecto). Al principio choca, luego es precisamente la seña de identidad de la narración, lo que infunde personalidad propia a la historia. El libro está muy bien escrito y de una manera nada fácil, no es una prosa sencilla, y sin embargo se lee como si lo fuera. Lo dicho, me ha encantado. Si a eso sumamos que los diálogos son inteligentes, agudos, que incluso te sacan la sonrisa... pues que da gusto leerlo.
Mención aparte se merece esa Málaga que el autor construye sepultada bajo los pies de millones y millones de almas enfervorecidas en pos del milagro. En este libro Málaga no es solo una ciudad de peregrinaje: es una ciudad clausurada. La actividad es inexistente, todo está cerrado porque cualquier espacio a cielo abierto está ocupado por los peregrinos, que conforman una masa compacta de gente que no deja espacio para nada más. Los malagueños se han convertido en refugiados en su propia ciudad: los que están en sus casas no pueden salir, y aquellos que un día salieron ya no han podido acceder a ellas de nuevo y viven en tiendas de campaña a las afueras de la ciudad. Y por añadidura, entre la multitud peregrina empieza a surgir lo inevitable: el fanatismo. El conmigo o contra mí, la exclusión si perteneces a la minoría. Vístete como ellos, comportáte como ellos, o estás contra ellos, sin faltar los falsos mesías que quieren aprovecharse de la buena fe de la gente, de sus ganas, o casi ansias, de creer.
El escenario que pinta el autor es dantesco... no sé si cabe decir apocalíptico, porque realmente esos millones de personas suponen una amenaza para la ciudad y sus habitantes. ¿Durante cuánto tiempo puede una urbe aguantar una invasión como esta?
Aun así, la ciudad de Málaga brilla con luz propia en esta novela: sus calles, sus barrios, sus monumentos, sus edificios, sus gentes... su historia. Sobre todo su historia y lo que se esconde detrás de cosas que a simple vista no demuestran todo lo que guardan, lo que encierran, la memoria que perdura en ellas. Yo no conozco Málaga (shame on me!), pero esta novela te hace querer tirar para allá a la mínima oportunidad y casi usar el libro como guía para perderte por sus calles. La ambientación es magnífica, y si a mí, sin conocerla, me ha encantado tal como se percibe a través de las páginas, imagino que los malagueños andarán como locos con la novela, porque es todo un homenaje a la ciudad y a su historia (y si no lo hacen, no sé a qué esperan xD).
Estamos por tanto ante una novela de misterio e intriga con un alto componente histórico, cuyo ritmo va in crescendo de tal modo que llega un punto que no puedes soltar el libro. Bien escrita, con un estilo narrativo muy personal y unos diálogos ágiles, en ocasiones llenos de humor y que se perciben como muy auténticos. El autor guarda además muy bien la información, la dosifica, y aunque reconozco que adiviné desde el principio cierto hecho que ocurre en la trama del pasado, me dio absolutamente igual porque lo que quería era ver cómo lo solucionaba y cómo le daba salida. Encima no cae en algún cliché en el que estoy segura que cualquier otro autor sí hubiese caído, así que no puedo más que recomendarla. Me he esperado a reseñarla ya a las puertas de la Semana Santa, pero hace bastantes semanas que la terminé y hay escenas que no se me van de la cabeza. Con eso creo que os lo digo todo. Para mí este autor ha supuesto un descubrimiento, uno de los buenos, y le seguiré sin duda la pista.
Por cierto, sí, he hablado todo el rato de 6 lágrimas rojas... ¿pero en el título no son 7?, os preguntaréis. No seré yo quien os resuelva la duda. Quien quiera saber, que lea xD.
Juan Miguel de los Ríos (Málaga, 1971), es ingeniero informático por la Universidad de Málaga. Actualmente reparte su trabajo entre su profesión como ingeniero y director de su empresa de software, y la escritura.
Es autor de tres novelas: El mar no puede morir (publicada en 2006), donde se nos narra una historia sobre la búsqueda de la auténtica felicidad, construido sobre los poemas de Manuel Alcántara e hilado como un relato de intriga y misterio. En Cuando suenan las palabras (2010) se nos describe una historia sobre el sentido de la existencia, conducida a partir del naufragio del barco alemán Gneisenau, que aconteció en diciembre de 1900 en la bahía de Málaga.
Con su tercera novela, 7LR (Siete lágrimas rojas), quedó 4º finalista en la edición de los Premios Planeta 2016.
1Vaya reseña más buena, chiquilla! Me alegra muchísimo que la hayas disfrutado tanto. A mí también me pareció que el autor tiene un estilo muy personal y una prosa preciosa, muy cuidada y elegante, pero a la vez se lee de forma gustosa. Homenaje a los malagueños el que hacéis con esta bonita reseña.
ResponderEliminarBesos
No me disgusta lo que nos cuentas pero a mí no acaba de atraerme lo suficiente y aunque lo tengo apuntado desde que lo leyo M. Ángeles sigo sin animarme.
ResponderEliminarBesos
He pasado por encima porque será una de mis próximas lecturas y no me gusta leer mucho sobre ellas antes de descubrirla. A mí el libro me tocó en un sorteo que organizó el blog de Bookeando. Tampoco soy muy fan de Dan Brown xDDDDD y su estilo narrativo, la verdad
ResponderEliminarBueno, cuando la lea me volveré a pasar por aquí
Lo tengo apuntado desde hace un tiempo y la verdad que sigue llamándome, pero no sé si llegaré a leerlo.
ResponderEliminarUn beso ,)
Hola guapa, pues la verdad es que por ahora no me llama mucho, pero bueno si se me cruza no lo dejaré pasar.
ResponderEliminarUn besazo
Otro más a mi lista de pendientes...
ResponderEliminarBesos
Me chiflan los misterios vaticanos estos como yo los llamo. Por preferir prefiero demonios y posesiones pero lo de los Milagros también me vienen bien. De mano no parece original pero lo has salvado muy bien mencionando los atractivos de la novela. Lo que menos me gusta es el estilo, pero creo que podría soportarlo porque todo lo demás me atrae como luz a las polillas.
ResponderEliminarMira que no ser amiguita de Dan...ay, ay, ay. Jeje, yo tampoco me junto mucho.
Besos
Lo he mirado en Amazon y he visto que la versión kindle estaba barata, pero alguien comentaba que también estaba llena de errores. Así que lo dejo pasar, porque mi cupo de tolerancia de errores para este año ya está desbordado. XD Un beso.
ResponderEliminarLa tengo pendiente de lectura. Es la segunda reseña que leo de esta novela, y veo que su trama es muy atractiva. Besos.
ResponderEliminarRecuerdo que a Mª Ángeles también le gustó mucho, pero es que a mi el suspense religioso me da mucha pereza. Leí mucho hace tiempo y le tengo ya hasta manía. Pero pasa lo de siempre...me traes una reseña así y es que es delito decirte que no, además me llama mucho ese componente histórico que comentas.
ResponderEliminarNo lo descarto jajaja
Besitos
Pues tendré que leer el libro para saber por qué son siete... Muy buena reseña! Desde luego dejas con ganas!
ResponderEliminarBesotes!!!
También disfruté de su lectura. Me resultó muy entretenido.
ResponderEliminarMe gustan mucho este tipo de tramas y ya lo tengo bien apuntado, a ver si despejo un poco la lista de pendientes
ResponderEliminarBesos
Estupenda reseña que ratifica lo que yo diría sí me piden mi opinión.
ResponderEliminarUn libro estupendo, con una trama muy bien elaborada, con unos personajes cercanos "de aquí al lado", ágil en su desarrollo y con una vuelta por una ciudad que te hace recorrerla con él. Altamente recomendable.