Título original: A glass of blessings
Autora: Barbara Pym
Editorial: Lumen
Traducción: Ana Mata Buil
Páginas: 350
Fecha publicación original: 1958
Fecha esta edición: marzo 2010
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: DescatalogadoIlustración de cubierta: @Jessie Boswell
Cumplidos los treinta, la seducción es también un ejercicio de voluntad,
y casi cualquier mujer agradece el cumplido de un hombre que casi no
conoce. Eso es el caso de Wilmet Forsyth, casada con Rodney, un
funcionario más pendiente de su trabajo que de su esposa. Esa señora
alta y distinguida, que ama los trajes color café y los collares de
coral, lleva una vida de lo más convencional, confortable y, ante todo,
aburrida: va de compras, asiste regularmente a la iglesia y pasa más
tiempo con su suegra que con su marido. Para entretenerse, decide
asistir a las clases de portugués que imparte Piers Longridge, el
hermano de una de sus mejores amigas. Justo cuando el profesor comienza a
flirtear con ella, el marido de su amiga también decide citarla y
dedicarle todo tipo de halagos. Un tanto sorprendida, Wilmet acepta el
juego de ambos y empieza a fantasear con la posibilidad de un romance
extramatrimonial, pero más allá de un par de paseos y de alguna llamada
telefónica, nada parece concretarse. Finalmente, un buen día otro
hombre aparece en el horizonte... Algo ha cambiado, así que Wilmet
vuelve a su vida matrimonial con un entusiasmo renovado y sin renunciar
nunca a esa discreta perversión que viste a las damas en los momentos de
apuro.
Como suele suceder con las novelas de Barbara Pym, la trama es un simple andamio que sirve para que la autora de rienda suelta a su ironía, a su sentido del humor, a su finura para criticar las costumbres de la burguesía inglesa. De ahí que la crítica la valore como la Jane Austen del siglo XX y que sus novelas, olvidadas durante un tiempo, vuelvan a triunfar en toda Europa.
"Cada frase de Los hombres de Wilmet es un placer que hay que paladear con calma." Washington Post
Como suele suceder con las novelas de Barbara Pym, la trama es un simple andamio que sirve para que la autora de rienda suelta a su ironía, a su sentido del humor, a su finura para criticar las costumbres de la burguesía inglesa. De ahí que la crítica la valore como la Jane Austen del siglo XX y que sus novelas, olvidadas durante un tiempo, vuelvan a triunfar en toda Europa.
"Cada frase de Los hombres de Wilmet es un placer que hay que paladear con calma." Washington Post
La fiebre Pym ha llegado a nuestras vidas en forma de huracán gracias a la editorial Gatopardo (se avecina nuevo libro en nada de nada y la impaciencia me puede), pero pocos lectores recuerdan que hace unos años otra editorial, Lumen, hizo el primer intento de recuperar a esta escritora. Les duró poco la intención porque solamente sacaron dos libros, pero existir existen, aunque a día de hoy son más difíciles de encontrar que un hueco libre en mis estanterías xD. Los hombres de Wilmet es uno de ellos, y en unas semanas (o cuando se tercie, mejor no pongo plazos) os traeré el otro, Jane y Prudence. Imagino que si hay alguien interesado en leerlos, siempre quedará la opción del ebook, aunque con el resurgir de esta autora en España bien harían en plantearse reeditarlos, la verdad.
Wilmet Forsyth, de 33 años, es una mujer guapa, elegante y de vida acomodada, pero que vive su vida de una manera bastante anodina. Salvo sus visitas regulares a la iglesia y alguna actividad relacionada con ella, poco más hace en la vida: ni tiene necesidad ni la predisposición para hacerlo. Casada con Rodney (funcionario de un ministerio desconocido que nunca se nombra), de su matrimonio se desprende la rutina más absoluta sin un atisbo de pasión; con ellos vive Sybil, la madre de Rodney (realmente la casa es suya, son ellos los que viven "de prestado"), que es quien se hace cargo por completo de las riendas del hogar; no tiene hijos ni realmente se arrepiente de no haberlos tenido; le habría gustado en algún momento trabajar a media jornada, pero su marido es de los que piensa que si no hace falta para la economía familiar, como es el caso, ¿para qué?... Así las cosas, cuando en la vida de Wilmet aparecen un hombre que le hace sentir pajaritos y mariposas en el estómago como cuando era una quinceañera, cuando se siente admirada y objeto de atención, se abandona a esos pensamientos y al flirteo, al que tampoco da mayor importancia... casados o no, todo el mundo lo hace, ¿verdad?
Su vida es tan estéril que ir a donar sangre o aprender la técnica de los centros florales le parece toda una aventura, así que cuando aparecen varios hombres nuevos y solteros en escena, por fin tiene algo en lo que pensar y distraerse. Por un lado se reencuentra con Piers, hermano de su mejor amiga Rowena (atractivo, voluble, misterioso...); por otro llega un nuevo coadjutor a su iglesia, el padre Marius (también muy atractivo, alto, un tanto despreocupado...); y por último se encuentra con que Harry, el marido de su amiga Rowena, empieza a mostrar intenciones insospechadas hacia ella. Con tanto donde elegir, no puede evitarlo y se encapricha de uno de ellos (no os diré de cuál, claro), y empieza a plantearse... cosas. Y no me extraña, porque Rodney, su marido, es una seta y lo más anodino que ha parido madre.
Decía arriba que esta novela era muy pymenita... es que todo lo que caracteriza a esta autora está presente en la historia. Con esa fina y elegante ironía suya (que a veces es más despiadada de lo que parece a primera vista), sacude el polvo de la sociedad británica y expone las manchas en la ropa sucia de los cajones de la burguesía. Te hace sonreír cada dos por tres mientras escarba en lo que cada individuo esconde en su casa, en la falsa imagen que la gente ofrece ante los demás, en la languidez matrimonial y la infidelidad, en el deseo interno de sentirnos admirados... en la frivolidad, la frustración, el interés casi malsano en la vida de los demás y el constante mantenimiento de las apariencias. Para que os hagáis una idea, estamos en un hogar típicamente británico de la alta sociedad con su flema y discreción, donde la señora de la casa recibe llamadas de teléfono de otros hombres a horas intempestivas pero ni el marido ni la suegra son tan "maleducados" como para preguntar quién ha llamado. Moderación y discreción ante todo.
No faltan en la narración elementos comunes de la literatura de Barbara Pym: la iglesia anglicana en sus diversas corrientes (Wilmet pertenece a la anglocatólica, más cercana a los ritos católicos que a los anglicanos); la conciliación entre la vida laboral y la familiar en plenos años 50, cuando el trabajo de la mujer fuera del hogar y su aportación a la economía familiar ya empezaban a estar normalizados; la visión que se tenía de las mujeres trabajadoras y/o intelectuales (las combinación de belleza e inteligencia se consideraba poco atractiva o natural... toma ya); destellos de los vestigios que todavía salpicaban Londres tras los bombardeos sufridos durante la 2ª Guerra Mundial, así como la participación de algunos personajes en ella; la arqueología y el mundo editorial vuelven a tener su hueco como en cada una de las novelas que yo he leído suyas; y el té, siempre el té, como modo de reunir a los ingleses en torno a un punto en común en el que se sienten a salvo en sociedad (no recuerdo haber probado el lapsang que tanto disputa la hegemonía al earl grey en la historia, tengo que ponerle remedio).
Y luego hay detalles de esos tan... ains, no sé... ¿british? ¿cuquis? (¡no los llaméis cursis, apiadaos de mí!)... como recibir un invitado o invitada en casa y tener por costumbre no solo dejarle libros preparados en la mesita para que los lea durante su estancia, si no que además se piensa en los libros precisos y exactos que le pueden gustar a esa persona. ¿Por qué ya no se hacen estas cosas?
Ah, una inesperada alegría. Al haber leído tan poquitos libros de Pym, no sabía que había conexiones entre ellos, y me ha dado un alegrón del quince leer cómo se nombra varias veces a Rocky Napier o los hermanos Malory (personajes de Mujeres excelentes), o a Prudence Bates, que a pesar de que no lo he leído, sé que es una de las protagonistas de Jane y Prudence, libro que os nombro arriba y que, como digo, os traeré pronto. No son personajes de la novela, da igual haber leído los otros libros o no porque solo se habla de ellos en alguna conversación suelta... pero son guiños de la autora hacia sus lectores: conecta los libros, sus historias y sus mundos, y a mí estas cosas me encantan.
¿Recomendable? Mucho, como todo lo que yo he leído hasta ahora de esta autora. Costumbrismo inglés lleno de ironía, cierta acidez, mucho humor y encanto, y unos personajes fantásticos. El retrato de una época y una sociedad narrados desde el punto de vista de una autora con tanto talento como ingenio. Si algún día leo algo de esta mujer que no esté a la altura creo que tendré que ahogar mis penas en té, pero es que veo tan improbable que algo así ocurra, que lo que único que quiero es leer toda su obra y disfrutarla. La señora Pym es valor seguro.
¡Haced fuerza para que la reediten o salga una nueva edición, que lo merece! xD
Barbara Pym nació en Oswestry, una localidad cerca de la frontera galesa, en 1913. Hacia mediados de los años cincuenta del siglo pasado, la autora publicó las novelas Some Tame Gazelle (195), Mujeres excelentes (1952), Jane y Prudence (1953), Less than angels (1955), Los hombres de Wilmet (1958) y Amor no correspondido (1961).
Tras haber alcanzado la popularidad con estos títulos, durante los años sesenta cayó en el olvido y decidió abandonar la escritura. Solo en 1977, cuando Philip Larkin habló de ella como la nueva Jane Austen, recuperó el apoyo de la crítica y volvió a publicar otras dos novelas: Quartet in Autumn (1977), que fue seleccionada para el Booker Prize, y Murió la dulce paloma (1978).
Pym murió en Oxford en 1980. Actualmente su obra goza de popularidad tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos, y The Times la ha incluido en la lista de los cincuenta mejores autores británicos desde 1945 hasta hoy.
Cada línea que leo de esta reseña más me apetece la novela, aunque parece que está descarta ligada, confiemos en que con " la fiebre Pym", vuelvan a reeditar lo. Yo aún no he leído ningún libro de la autora. Por un lado me da pena, por otro me alegro, por todos los libros que tengo por delante para disfrutar... Besinos.
ResponderEliminarPues me has vuelto a convencer... Echaré un vistazo por Amazon a ver si lo tienen, aunque sea en ebook.
ResponderEliminarBesos
Es que Pym es fabulosa, su pluma y sus historias son embaucadoras...este no lo he leído, pero como siempre, como sois malas remalas, ya me habéis liado otra vez...brujas!!! jajajaja.
ResponderEliminarBesitos tesoro!
Pues de momento, solo he leído "Mujeres excelentes" y me apetece mucho continuar con "Amor no correspondido". Sí que me gusta Barbara Pym, sobre todo por esa mirada crítica a la sociedad de su época y por su sutil sentido del humor. Pero no me ha convencido mucho la sinopsis de la novela que hoy nos traes, no sé... ¿Seguro que esta Wilmet es una señora excelente? ;-) Besotes.
ResponderEliminarUy, espera, que se me olvidaba comentarte: ¿no te recuerda la portada al estilo Impedimenta? Ya sé que es Lumen pero si la miras así deprisa...
EliminarSolo he leído un libro de la autora y me encantó así es que miraré este aunque en verano sale otro de ella en Gatopardo. Tiene razón Mónica, a mitad de reseña he vuelto hacia arriba para comprobar que era Lumen(para apuntarlo) porque en mente veía Impedimenta. Mágnifica reseña.
ResponderEliminarBesos
Pues creo que tengo Amor no correspondido en el kindle así que todavía no he catado nada de Barbara Pym... pero caerá pronto... y este... ya veremos, jeje...
ResponderEliminarUn besazo
Yo solo he leído el de las excelentes. Tengo que buscar este ¡ya!, pero oye, rompo lanza por Wilmet, que lo que tiene en realidad es una vida normal y mira qué bien se lo pasa con esos dos. Jeje, yo creo que sé con cuál se queda.
ResponderEliminarLo de la costumbre de dejar libros a las visitas me parece una idea excelente pero igual dejaron de hacerlo porque los invitados se quedaban más de lo normal.
Voy a ver si hay suerte en la biblio.
Besos
No conozco a la autora, tiene un punto que no había visto nunca en las novelas de época, sería interesante probarla. Gracias por tu reseña. Un abrazo.
ResponderEliminarHe conocido a esta autora hace muy poquito gracias al acierto que alguien tuvo de regalarme Amor no correspondido y quedé totalmente encantada, así que sin duda alguna continuaré leyendo más de ella.
ResponderEliminarBesos.
Si es que es imposible dejarlo pasar, si me lo cuentas así...
ResponderEliminarBesotes!!!
Creo que se me ha ido a la porra el comentario que os había escrito, maldito sea Blogger. Os decía que visto lo visto, me uno a vuestras oraciones para que se editen las novelas de esta señora y me dejo arrastrar por la fiebre Pym. Probaré a acercarme a alguna de sus novelas y, llamadme loca, después de muchísimas reseñas de las dos novelas editadas por Gatopardo, yo me quedaría con esta, por esa protagonista menos excelente y más terrenal.
ResponderEliminarBesos.
Y yo todavía sin estrenarme con la autora. Tengo en casa Mujeres excelentes pero no encuentro el momento para ponerme con él. Gran reseña.
ResponderEliminarUn beso ;)
El contexto de este tipo de libros me enamora, y sobre todo lo detallados que son a veces, no he leído aún nada de esta autora pero la pones tan por las nubes que me has tentado muchisimo y veré si mi madre tiene alguna por casa, porque ha sido leer la reseña y pensar en ella, le encantaría, como a mi (y si no tiene se lo recomendaré hasta tenerlo jajajaja)
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la reseña!
Sigo sin leer nada de esta autora pero le tengo ganas desde que conocí “Mujeres excelentes”, así que con cada título que conozco más me apetece. Promete, ¿quién se resiste a un poquito de buen humor inglés? Yo no 🙋🏽♀️
ResponderEliminarBesitos 😘😘
No he leído nada suyo y sí, yo tb la conozco por las reseñas que habéis sacado de Gatopardo. Ay, pero qué edición, por dios... ME encantaaaaa. Llámame friki, superficial o frívola, pero me parece divina.
ResponderEliminarRespecto al libro en sí (interior, ya he dejado claro que por fuera me flipa), me gustaría animarme antes con algo de gAtopardo, porque por más que entro en su web, no acabo de animarme nunca con sus títulos.
Besos.
Jo, yo es que tengo delito. Veo Barbara Pym y me acuerdo de Mujeres excelentes, que me está esperando en el estante, y cada día me lío un poco más y vuelvo a no llegar. Ahora apunto uno nuevo y eso de que sea muy british y muy cuqui, queda perdonado, jajaja. Si es que es tu debilidad.
ResponderEliminarBesos
No he leido nada de esta autora, pero esta reseña me ha cautivado. Todo eso tan 'british' me encanta, toda esa sociedad y esas costumbres son algo que me fascinan y sé que esta novela me dará buenos momentos. Muchas gracias por este descubrimiento para mí.
ResponderEliminarNo ho sé, el argumento no me llama mucho y eso de que conozca tantos hombres de repente pues no lo veo muy así, así que no quedo convencida. Eso sí, el detalle british que has mencionado me encanta xD
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