Título original: La chambre verte
Autora: Martine Desjardins
Editorial: Impedimenta
Traducción: Luisa Lucuix Venegas
Páginas: 256
Fecha de publicación: enero 2018
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 20,50 euros Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Imagen de cubierta: Mansión del arzobispo, 1555 State Parkway, Chicago. Postal coloreada a mano. (1911, autor desconocido)
Una
obra maestra del gótico canadiense, deudora del mejor Robertson Davies,
y que bien podrían haber firmado Shirley Jackson o Margaret Atwood. Una
de las más divertidas y mordaces sagas familiares de los últimos años,
galardonada con el premio Jacques-Brossard.
Todas las casas
tienen sus pequeños secretos, pero algunas los protegen con más ahínco
que otras. Durante años, los engaños y vilezas de la familia Delorme han
sido celosamente custodiados por las robustas paredes de su hogar, una
mansión gótica situada en Mont-Royal, a las afueras de Montreal. Tras
sus sesenta y siete cerraduras, el edificio ha ocultado las historias
más perturbadoras de sus habitantes. Sin embargo, todas ellas saldrán a
la luz con la irrupción de la intrigante y hermosa Penny Sterling. Con
su llegada se desvelarán los pecados de los Delorme, incluyendo los
cometidos en la habitación abovedada conocida como «la cámara verde»,
donde se esconde el espeluznante cuerpo de una mujer momificada que
sujeta entre los dientes un ladrillo con una moneda de plata.╼Hijo mío, me parece que no te das cuenta de la gravedad de la situación. La gangrena de la prodigalidad ha infectado esta familia y amenaza con pudrir todas las manzanas de nuestro cesto. Incluso yo misma podría sucumbir a ella. Si no tomamos inmediatamente medidas draconianas, terminaremos en la calle.En La cámara verde, de Martine Desjardins, además de un misterio encontramos la idolatría al dinero en el grado máximo de exaltación, es decir, la acumulación del mismo o su ahorro en un sentido enfermizo que raya en el paroxismo. Pero que estas palabras no os echen para atrás, todo lo contrario. La autora entrega una historia donde la veneración del ahorro se presenta envuelta en un fino humor negro y satírico que recuerda a la mejor ironía british, de la que ofrece grandes dosis (no racanea).
Martine Desjardins nos invita a viajar a la mitad del siglo XX a Canadá, a una mansión que más parece un banco, dividida en apartamentos. Pertenece a la familia Delorme y allí viven junto a sus inquilinos, quienes con sus mensualidades ayudan a mal conservar el edificio y, sobre todo, a su gran misión: acumular billetes, unos encima de otros, en la cámara acorazada, el Sancta Sanctorum del dinero al contado que tienen en este extraño hogar.
Los miembros de la familia Delorme comparten la consustancialidad a la acumulación del dinero desde que el patriarca, Prosper, visionario y avispado donde los haya, hiciese el negocio de su vida con la compañía de ferrocarriles que quería pasar por su granja. Esta inversión le produjo grandes beneficios que guardó y atesoró, iniciando la gran misión (la devoción por el ahorro), que inculcó a sus hijos. De entre ellos, Louis-Dollard fue el que absorbió su filosofía, que fructificó y expandió cuando se casó con Estelle Monet (lo curioso de estos nombres es que todos tienen un sentido monetario, siendo además los personajes más entregados a la causa del ahorro).
También encontramos a las hermanas de Louis-Dollard (Blástula, Gástrula y Mórula, nombres elegidos por las fases del desarrollo embrionario), que en su día fueron desterradas por su padre al pensar que no tenían nada que aportar al depósito familiar, y que la buena de Estelle, su cuñada, recoge y asiste bajo su techo a cambio de que se ocupen de las tareas domésticas de la mansión. Queda Óscar, relojero y último hijo de Prosper, quien, con más o menos suerte, salió del clan familiar para construir su propio camino.
Terminando con el recorrido familiar por fin llegamos a Vincent, el heredero del clan Delorme, hijo de Louis Dollard y Estelle.
Aún no conocía el reglamento de la casa, y fue Gástrula la encargada de enseñárselo. No era moco de pavo, puesto que constaba de trescientas setenta y cinco reglas (una por cada día del año), y Vincent debía aprendérselas de memoria.Una vez muerto Prosper, Louis-Dollard ocupa el sitio del patriarca. Junto a su esposa construye la susodicha mansión que más parece un banco, y que contiene una cámara acorazada en la que depositan los billetes y monedas que atesoran y no están justificados por los gastos que, por otro lado, son nimios debido a su autoimpuesta frugalidad. En este proceso vemos cómo los protagonistas vacían sus almas por medio de maquinaciones; su codicia no se sacia nunca y deben alimentarla sin escrúpulos, sin importarles el cómo ni las consecuencias de sus actos. De este modo sus corazones quedan huecos; para ellos, las emociones y los sentimientos también son sinónimos de despilfarro.
De esta guisa conocemos a unos personajes con los que resulta difícil empatizar y que parecen de lo más dickensianos, propios de una novela decimonónica inglesa. La protagonista principal es la propia mansión, narradora omnisciente de la historia, conocedora de la vida y los secretos de cada uno de sus habitantes. Ella da el toque gótico y negro a la novela, cumpliéndose literalmente el dicho de que las paredes oyen y, por lo visto, en este caso también sienten y actúan.
Esta familia sin escrúpulos tropieza con su alter ego en la frugal Penny Sterling, su nueva y rica inquilina que, a priori, dispone de una inmensa cantidad de cash. La familia ve en ella la oportunidad de llenar más si cabe su Sanctorum; la introducen y acoplan perfectamente en sus vidas pero, como algunas veces ocurre, nada es lo que parece...
La preciosa y cuidada edición de Impedimenta nos acerca a un libro precioso, culto y maduro. Martine Desjardins regala al lector unos personajes profundos y redondos que crecen en cada página, incluyendo entre ellos a la querida Mansión, narradora y protagonista principal de la historia. Con un lenguaje enriquecido pero sencillo atrapa al lector en la vida de todos ellos mientras le hace disfrutar de una lectura deliciosa desde el mismo momento en que cae en sus manos.
Martine Desjardins nació en 1957 en Mont-Royal, un barrio de Montreal. Estudió Literatura
Comparada, Italiano y Ruso. Es colaboradora habitual de diversos medios,
como Elle Quebec y L’Actualité. Dio el salto a la fama en 1997 con su
primera novela, Le Cercle de Clara. En 2005 obtuvo el Premio Ringuet de la Academia de las Letras de Quebec por L’Evocation. Su novela fantástica Maleficium
(2009) le granjeó el Premio Jacques-Brossard de Ciencia Ficción y
Fantasía, galardón que ha obtenido de nuevo en 2017 gracias a La cámara verde,
su quinta novela («Un estilo cincelado, teñido de poesía y brío
humorístico», Les libraires), considerada su mejor obra hasta el
momento.
Hola, me gustan mucho las historias que publica esta editorial así que ese ya es un motivo para llevármelo, pero por si no estuviera del todo convencida la frase "personajes dikensianos, más propios de una novela decimononica" terminó de convencerme del todo. Así que me la llevo. Besinos.
ResponderEliminarHola MB, la leí hace un par de años y aunque en la reseña (que he tenido que releer para recordar qué opinaba de ella) veo que puse que hacía la mitad sufrió un bajón y le di tres gatos, ahora con el tiempo tengo un mejor recuerdo de ella... Curioso ¿verdad?
ResponderEliminarUn besazo
¡Ostras! Me habéis dejado muy intrigada 7 con ganas e leer el libro. Gracias. Besos.
ResponderEliminar¡Hola, hola!
ResponderEliminarLo he visto un par de veces por las redes pero no es un libro que tenga en mi lista de pendientes. Sin embargo, leyendo tu reseña, creo que puede acabar gustándome y con el tiempo le daré una oportunidad.
un abrazo
Lectora y espectadora
Hola. El humor negro tiene su punto aunque a veces uno se siente raro cuando le hace gracia.
ResponderEliminarDe este libro me gustan sobre todo los personajes aunque no especialmente los nombres. La escenografía está muy bien también por el gótico y la casa. Hace tiempo que está en la lista que cada vez la tengo más atascada.
Besos
¡Hola! Suelo disfrutar mucho de los libros que publica esta editorial, así que esta novela es una apuesta segura, y más viendo lo que comentas en tu reseña. Me he quedado con las ganas de descubrir cómo trata la autora la codicia desmedida de los protagonistas.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola. Gracias por la reseña. Cada vez que veo algo de esta editorial me dan ganas de leerlo. Besos!
ResponderEliminarHola, a mi me ha gustado mucho. Lo encontré por casualidad en mi biblioteca de cabecera y me parece fantástico. Los Delorme me recuerdan a unos vecinos de mi ciudad y en alguna ocasión he pensado que con estos personajes se podría contar una buena historia... me he reído mucho haciendo comparaciones.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog
En esta ocasión me temo que no veo que sea una lectura para mí pero gracias por el descubrimiento =)
ResponderEliminarQué bien ver este libro por aquí. Me lo apunté no hace mucho de una reseña que leí, y estoy deseando de hacerme con él. Lo de los personajes tan peculiares y, sobre todo, la propia mansión como narradora, lo hacen irresistible.
ResponderEliminarUn beso ;)
Pues tiene muy buena pinta y parece una lectura interesante... lo anoto.
ResponderEliminarBesotes
No te creerás que estoy con ella!? Tal cual me encantan los nombres tan aterradores de esas tres !!!! El humor negro y con ese toque british me gusta
ResponderEliminarA que chupar a los peniques para no gastar en comida...
Locura total gracias fue una sorpresa repasar tus lecturas y encontrarla.