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viernes, 28 de marzo de 2025

RESEÑAS MINUS by MH (2025) #2 ::: BIBLIOTECA

¡Hola a todos!

Hoy en esta sección de opiniones breves toca una tanda de libros sacados de la biblioteca. Si os digo la verdad hacía años que no sacaba libros de la biblio porque con los que tengo en casa me da para varias vidas, pero también hay libros que quiero leer, que no encuentro en formato audiolibro pero que tengo claro que no quiero comprar salvo que me gusten muchísimo una vez leídos. El caso es que a finales del año pasado me hice nuevamente el carnet y en ello estoy, sin volverme loca pero sacando libricos de vez en cuando. Los que use para los retos tendrán su reseña correspondiente, pero los que no use para nada especial los iré trayendo en este tipo de entradas.
 




Veréis que los géneros y tipos de libros son muy variados así que en este tipo de entradas bibliotecarias os vais a encontrar de todo. De biblioteca también saqué El gran robo del tren, que tiene reseña propia (y que compré una vez leído, todo sea dicho), y tengo otro en casa que también reseñaré para mi reto próximamente y que ya descubriréis cuál es. 

Sin más dilación, allá vamos.
 
 



 
 

Título original:
Normal People
Autora: Sally Rooney
Editorial: Random House
Traducción: Inga Pellisa Díaz
Páginas: 256
Fecha de publicación: 2019
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: descatalogado (en esta edición, hay tropecientas más)

Marianne y Connell son compañeros de instituto pero no se cruzan palabra. Él es uno de los populares y ella, una chica solitaria que ha aprendido a mantenerse alejada del resto de la gente. Todos saben que Marianne vive en una mansión y que la madre de Connell se encarga de su limpieza, pero nadie imagina que cada tarde los dos jóvenes coinciden. Uno de esos días, una conversación torpe dará comienzo a una relación que podría cambiar sus vidas.

Gente normal es una historia de fascinación mutua, de amistad y de amor entre dos personas que no consiguen encontrarse, una reflexión sobre la dificultad de cambiar quienes somos. La segunda novela de Sally Rooney acompaña durante años a dos protagonistas magnéticos y complejos, dos jóvenes que llegamos a entender hasta en su contradicción más sonada y en sus más graves malentendidos. Esta es una historia agridulce que muestra como nos conforman el sexo y el poder, el deseo de herir y ser herido, de amar y ser amado. Nuestras relaciones son una conversación a lo largo del tiempo. Nuestros silencios, lo que las define.

 
 
Bueno, este es de esos libros que he visto hasta en la sopa desde su publicación en inglés y que por si faltaba alguien que no hubiese oído hablar de él, volvió a estar en todas partes a raíz de la serie de televisión. Desde entonces había escuchado opiniones interestelares de que era lo mejor del siglo y obra culmen de su generación, y opiniones que decían que estaba sobrevalorado hasta límites exponenciales. Jamás me lo hubiese comprado, pero oye, estando en la biblioteca no perdía nada dándole una oportunidad. ¿Qué me ha parecido? ¿En qué bando estoy?
 
Pues como me suele pasar, en el bando de ni chicha ni limoná. No lo he odiado, pero tampoco me ha encantado, y sí es cierto que me parece que no es para tanto. No me ha caído bien ninguno de los personajes, no me ha gustado nada la representación que se hace de la salud mental en ninguno de los dos protagonistas y el estilo, tan comentado y alabado, pues tampoco me ha parecido nada revolucionario (ni me ha molestado ni maravillado que los diálogos no estén puntuados porque hace años que se inventó la rueda, no es tan novedoso como todo el mundo parece creer). Puedo entender por qué tanta gente lo tiene en un altar (es una inmersión en la generación millenial donde se entremezclan un estilo aesthetic, el sexo predominante más o menos explícito como una manera de exponer en qué punto se encuentra la relación entre los personajes y una trama que se sustenta en las idas y venidas constantes de sus protagonistas), pero para mí ha sido una lectura sin más, que se lee fácil pero que no me ha cambiado la vida ni me ha hecho apuntarme corriendo todas las novelas de la autora. Al menos ya puedo decir que he leído a Sally Rooney. Check!
 
 
Puntuación: 2,5-3/5
 


 

Título original:
A Wizard`s Guide to Defensive Baking
Autora: T. Kingfisher
Editorial: Gran Travesía
Traducción: Mercedes Guhl
Páginas: 352
Fecha de publicación2023
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 17,95 euros

Mona tiene catorce años y no es como los magos encargados de defender su ciudad. Carece de la habilidad para controlar las tormentas o hablar con el agua. Su tótem es una porción de masa madre y su magia sólo funciona con el pan, pero tiene una vida cómoda trabajando en la panadería de su tía y haciendo bailar a los muñequitos de jengibre. Un día, la vida de Mona da un vuelco cuando encuentra un cadáver en el suelo de la panadería. Un asesino acecha las calles de su ciudad buscando a todos aquellos que tienen magia y parece que Mona es su próximo objetivo. Y en una ciudad asediada y repentinamente carente de magos, el asesino podría ser la menor de las preocupaciones de Mona…


 
Ursula Vernon es una autora que le da a todos los palos y que tiene publicados libros en varios géneros y orientados a todo tipo de edades. Hacía años que quería leerla en cualquiera de sus facetas, pero no lo había hecho hasta ahora porque las obras que más me interesaban (las de terror) apenas nos llegan a España (ahora por fin está empezando a llegar alguna). Mirando en la biblio este es el único de sus libros que tenían y decidí no dejar pasar la oportunidad, y debo deciros que no me ha decepcionado en absoluto (esperaba que me gustase mucho, la verdad) y que tengo intención de leer todo lo que pueda escrito por ella que se ponga a mi alcance.

Manual de panadería mágica para usar en caso de ataque (qué fantasía de título, por favor) va de una adolescente de catorce años que puede imprimir magia en la masa de hornear para muy diversas (y en apariencia sencillas) cosas, pero en este mundo alguien está matando a los magos y ahí es donde entra ella para salvar el día. Es difícil catalogar esta novela porque parece literatura juvenil pero pasan cosas que son muy adultas (asesinatos, guerras, política) y la culpa de todo la explica la autora en un prólogo donde habla de los muchos cambios que sufrió la historia según en manos de quien caía. El resultado es una fantasía oscura la mar de entretenida con un personaje principal maravilloso y con personalidad a pesar de su edad y a la que precisamente se trata acorde a los años que tiene (nada de sexualizaciones ni amoríos, y el recordatorio constante de que todo este embrollo no debería estar sobre sus hombros porque es MUY joven). Kingfisher es una narradora nata, carismática, que conecta con el lector con una facilidad asombrosa y eso hace que te creas todo lo que te cuenta sin pestañear.
 
No quiero terminar sin decir que la traducción es muy evidentemente latinoamericana y que han intentado castellanizarla a ratos sí y a ratos no, cuando se acordaban y se daban cuenta... y bueno, el resultado es cuestionable.  Por otro lado, la estupendástica Nitocris ha propuesto un libro de esta autora para el reto Serendipia y es sin duda uno de los que leeré para cumplirlo, así que habrá reseña larga de Kingfisher antes de que acabe el año.
 
 
Puntuación: 4/5



 

Título original:
 Mary Who Wrote Frankenstein
Autora: Linda Bailey
Editorial: Impedimenta
Traducción: Raquel Moraleja
Páginas: 56
Fecha de publicación: octubre 2018
Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta
Precio: 21,95
Ilustración de cubierta e interiores: Júlia Sardà

¿Cómo empieza una historia? A veces, todo comienza con un sueño. Mary es una gran soñadora, una niña que aprende a leer siguiendo el trazo de las letras escritas sobre la tumba de su madre, la pionera del feminismo, Mary Wollstonecraft. Años después, en una noche de tormenta, escribirá una historia de fantasmas, y soñará despierta con un monstruo que cobra vida: «Frankenstein». Un libro que se convertirá en una de las leyendas más populares de todos los tiempos.

 
 
Recuerdo que cuando salió este libro allá por 2018 me pareció tan bonito que incluso lo incluimos en el sorteo del aniversario del blog, pero no había tenido la oportunidad de leerlo. Es una biografía sobre Mary Shelley hasta el momento en que publicó Frankenstein dirigida a un público infantil, y creo que la autora hace un trabajo fantástico, inteligente y sensible a la hora de adaptar una vida tan complicada en unas escasas líneas por página y una concisión necesaria para que unos lectores tan pequeños entiendan el trasfondo. Porque Linda Bailey lo que hace es coger la figura de Mary desde que era una niña y mostrar su lado soñador, el lado apegado a la madre que nunca conoció y la inquietud de hacer algo importante a pesar de su juventud. Lo dicho, apenas unas ocho líneas por página en no más de veinte páginas (el resto son ilustraciones) le bastan para semblar a una mujer esencial en la historia de la literatura.
 
Pero si algo sobresale en esta edición, si algo la convierte en un ejemplar maravilloso también para adultos, son las ilustraciones de Júlia Sardà, que son simplemente fascinantes. Algunas las pondría en mi casa si tuviera la oportunidad: el estilo, la paleta de colores, el modo en que pone la intención en cada imagen... fantásticas, de verdad. De hecho la edición es muy consciente de que su target es también adulto porque, aunque el texto es infantil y está narrado a modo de cuento, al final incluye una biografía de Mary Shelley de unas cuantas páginas escrita por la propia Linda Bailey que parece dirigida a los padres que le han leído la versión infantil a sus hijos. Vamos, todos contentos. Muy recomendable como regalo para cualquier edad.
 
 
Puntuación: 4/5



 
 
 

Título original:
 Imago
Autora: Eva-Marie Liffner
Editorial: Nórdica
Traducción: Carmen Montes
Páginas: 320
Fecha de publicación2013
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,75 euros

Año 2000: La protagonista de esta novela, la joven Esmé Olsen, trabaja como limpiadora en el Instituto de Estudios Históricos de Copenhague y tiene una gran vocación investigadora. Este espíritu la lleva a encontrar unos documentos de los años previos a la II Guerra Mundial que dan cuenta del hallazgo de un cadáver en una turbera en la frontera entre Dinamarca y Alemania. El cuerpo es el de un soldado de la guerra prusiano-danesa, en la que casi cinco mil daneses murieron y tres mil quinientos fueron apresados por el ejército prusiano. En 1938 tres hombres trataron de averiguar su identidad... Esmé (su padre era un fan absoluto de Salinger) se aventurará en el pasado tratando de resolver un asesinato. Con ella recorreremos dos momentos históricos buscando respuestas.

Esta novela (que ya os digo que no es lo que parece ni lo que se han esforzado que parezca) tiene tres marcos temporales: el de 1938, en el que se encuentra un cadáver en una turbera en una región fronteriza entre Dinamarca y Alemania; el de 2000, en el que una mujer que trabaja de limpiadora en la universidad se encuentra con el documento desclasificado de ese hallazgo; y el que transcurre entre 1864 y 1865 en el marco de la segunda guerra de Schleswig (dos contiendas muy complicadas de explicar aquí en tan poco espacio). Dentro de esos marcos temporales a su vez tenemos capítulos de libros ficticios, microhistorias, explicaciones sobre hechos históricos, divagaciones varias... historias dentro de historias dentro de historias. ¿Se investiga realmente qué le ocurrió al cadáver hallado en la turbera? No, en absoluto, y que nadie os intente convencer de lo contrario.
 
Yo le veo dos problemas a esta edición. Una es el modo en que se vende (tanto por la elección del título en castellano, que nada tiene que ver con el original, como por la sinopsis) porque promete algo que no se corresponde con el contenido y luego vienen los chascos. El otro es el propio libro en sí. Confieso que intenté hasta tres veces escuchar el audiolibro, y no hubo manera. Se me iba el santo al cielo, desconectaba de la narración, me dispersaba... pensaba que el problema estaba en el formato, que no era un libro para escuchar, que era un libro para tener entre las manos en papel como toda la vida, y cuando vi que estaba en la biblio ni me lo pensé porque estaba empeñada en leerlo. Bueno, una vez leído solo puedo decir que el problema no estaba en el audiolibro, simplemente es un tostón, y eso es lo peor que puedes decir de una novela. Y me da pena porque está muy bien escrito sin lugar a dudas (chapeau a la traducción, por cierto, porque no tuvo que ser nada fácil), pero es que de verdad que cuesta un mundo no ponerte a pensar en el color de las nubes mientras lo lees. No es novela negra ni importa un carajo el cadáver que hallan (de ahí las expectativas que comento al principio), es una novela introspectiva y muy intimista de un marcado tinte histórico, en la que la autora habla de cualquier cosa que tenga o no que ver con lo que está contando con digresiones constantes y un estilo muy nórdico (lento, pausado, desolado) que en otros muchos casos es una maravilla leer pero que en este no ayuda nada. No es verdad que todo lo que cuenta luego tiene su por qué al final, como he leído por ahí. Eso son ganas de ver virtudes donde no las hay. De esos libros de los que hablan maravillas los críticos literarios (de hecho tiene premios) pero con los que la plebe lectora tiene sus más y sus menos.
 
 
Puntuación: 2,5/5
 


lunes, 8 de mayo de 2023

RESEÑA (by MH) ::: EL SIGNO DEL MIEDO - Margery Allingham


 
Título original: Sweet Danger
Autora: Margery Allingham
Editorial: Impedimenta
Traducción: Guillermo López Gallego
Páginas: 288
Fecha publicación original: 1933
Fecha esta edición: octubre 2016
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 21,95 €
Imágenes de cubierta: Detalle cartel de transporte, Londres (P Shine, 1927)

Guffy Randall, un joven aristócrata inglés, no sale de su sorpresa cuando se encuentra con el Paladín Hereditario de Averna y parte de su corte en un hotel de la Costa Azul. Y es que ese flamante heredero no es otro que su viejo amigo Albert Campion, un caballero de alta cuna que se esconde tras un pseudónimo para poder ejercer de forma anónima su profesión de detective. Campion, acompañado de tres camaradas tan peculiares como él y de su fiel sirviente Magersfontein Lugg, un antiguo ladrón dado a los métodos expeditivos, se enfrenta esta vez a la misión de probar que el reino de Averna, un minúsculo y pintoresco principado situado a orillas del Adriático, pertenece a la Corona inglesa. Para ello se verá obligado a viajar a Pontisbright, una aldea en la que se topará con grandes misterios, adolescentes precoces que se visten con telas de cortinas y cadáveres por doquier. 
 
Una apasionante aventura para el aristocrático y excéntrico detective Albert Campion, uno de los más singulares héroes de la narrativa negra inglesa del XX, un personaje adorado por Agatha Christie, Iris Murdoch o A. S. Byatt. Una obra maestra del suspense y el humor.

No os voy a descubrir nada nuevo si os digo que me pirran las novelas de misterio/detectives clásicas y que intento leer todo lo que puedo (cuando puedo). Margery Allingham es una de pocas escritoras pertenecientes a la Golden Age británica que todavía no había caído en mis manos, así que he puesto remedio en estos primeros meses del año.
Impedimenta ha publicado dos novelas suyas por el momento protagonizadas por su detective, Albert Campion, pero no ha seguido el orden de publicación, siendo esta primera en castellano, El signo del miedo, realmente la quinta en la serie (aunque peor es la otra, que es la decimotercera o así... ¡el orden está sobrevalorado! xD). Os cuento si sé apañarme, porque el libro es muy sencillo de leer a partir de cierto momento pero la premisa que se explica en las páginas iniciales es un poco confusa.
 
Guffy Randall es un joven aristócrata británico algo elitista pero muy buena gente. Acaba de llegar al hotel Beauregard, en Menton, cuando el gerente le informa de que sospecha de ciertos individuos que se alojan en el hotel. Menuda sorpresa se lleva Randall cuando descubre que esos sospechosos son ni más ni menos que varios amigos suyos, entre los que se encuentra el misterioso Albert Campion... pero el caso es que están de incógnito. Resulta que Campion se hace llamar señor Brown, paladín hereditario de Averna, y el resto de acompañantes forman parte de su corte. Probablemente tengan que morir luchando por "su país", pero así son las cosas. ¿Qué rollo es este de Averna? Resumiendo mucho (creedme, es un lío) Averna es un reino fundado al buen tuntún en un valle por un tal Lamberto que, una vez abandonado su reino, no pudo volver a él y lo encomendó a la Corona inglesa. Llegó otro señor cientos de años después que legalizó un poco el reino y luego, pues eso, al olvido otra vez... hasta que pocos meses antes del momento en que tiene lugar la historia, un terremoto, con su movimiento de tierras y apertura hacia el mar, ha convertido Averna en un sitio muy codiciado (petróleo y esas cosas). Y aquí es cuando entra la cuestión de la propiedad y a quién pertenece realmente Averna. Y todo esto, de una manera que me niego a explicar aquí, lleva a nuestra panda hasta un pequeño pueblo de Suffolk donde una familia, probablemente los verdaderos herederos de todo este embrollo de Averna, vive en un molino turístico. Para ayudarlos tendrán que resolver tres acertijos y encontrar los objetos a los que aluden antes de que un delincuente ricachón carente de escrúpulos se les adelante en conseguirlos.

Mirad, os voy a ser muy sincera. No he entendido la necesidad de complicar tantísimo el planteamiento de esta historia. Lo que aquí os cuento es un resumen muy, muy conciso de todo el rollo patatero que ocupa páginas y páginas al comienzo del libro y que, sinceramente, anticipo que puede desanimar a mucha gente a la hora de seguir con la lectura. Y que no se me malinterprete, no estoy diciendo que el planteamiento tenga que ser facilón o sencillo, pero es que este en concreto me ha parecido hasta fuera de lugar para lo que luego ofrece la historia, porque llega un punto a mitad de libro que te dejas llevar por todas las aventuras del molino y sus habitantes (que es lo realmente interesante) y tienes que hacer un esfuerzo para recordar todo el galimatías de Averna y el porqué están haciendo todo eso. Vamos, que bajo mi modesto y simplón punto de vista, no era necesario complicar tanto las cosas al inicio, la historia hubiese evolucionado y avanzado exactamente igual.

Pero bueno, una vez dejamos a un lado lo confuso del planteamiento y nos desplazamos a la campiña y a ese molino regentado por la familia Fitton, empieza lo interesante y el libro se lee del tirón. De hecho, la familia Fitton tiene más carisma que toda la pandilla esta de amigos junta (o al menos la hermana mayor lo tiene, que no se le pone nada por delante y su personaje es probablemente el mejor del libro), y las idas y venidas en busca de pistas sumadas a los diálogos y el intercambio de ocurrencias, ironía y despistes varios tienen todo el sabor del misterio clásico británico. A todo esto hay que añadir que la historia atesora algo que no todos los libros de su estilo y de su época tienen: un villano en toda regla, de esos megapoderosos con mucho dinero y muchos medios a su alcance, con un montón de delincuentes y criminales a sueldo sin escrúpulos y, sobre todo, con una mente maléfica y criminal que no piensa detenerse hasta conseguir su objetivo. Campion tiene muchas piedras en este caso, pero el villano (del que no os doy el nombre ni más datos por no estropearos nada) es su archienemigo evidente, y como si de Moriarty y Sherlock se trataran, no falta el clímax final, trepidante y con bastante más acción de la que suele ser habitual en este tipo de historias, para dar buena muestra de ello.
 
Y hablando de nuestro detective, Albert Campion, es descrito constantemente como una persona de apariencia muy anodina, con una expresión en la cara que va de estúpida a boba (pasando por bobalicona y cualquier cosa que se os ocurra que signifique lo mismo). Claro está, sabemos que la inteligencia está en el interior y eso es lo que él demuestra. También descubrimos que es un detective de acción (nada de células grises sentado en el sofá), que tiene un humor un tanto particular y que no le importa disfrazarse de la manera más ridícula con tal de pasar desapercibido. Se enamoró en algún libro de esos anteriores a este que no hemos leído, pero la cosa quedó en nada (al parecer), y también en alguno (o algunos) de esos libros anteriores estará explicada la extraña procedencia de este personaje, porque en este poco sacamos en claro salvo numerosas alusiones veladas que no explican nada. Tirando de imaginación podemos deducir que es un aristócrata de muy (muy) alto rango (cuando Randall se lo encuentra al principio lo llama Alteza) que ha decidido meterse a detective y que oculta esa procedencia en sus andares por el mundo del crimen. Sus amigos, que obviamente son también de buena familia y se conocen desde hace tiempo, participan de esta conjura y tampoco sueltan prenda. En fin, si me preguntáis a mí, no sé qué opinaría del personaje si lo hubiese conocido desde sus inicios, pero en esta novela no he terminado de encariñarme con él hasta la fanfarria final, donde sí que ha conseguido convencerme. Pero esto es algo muy personal y tampoco tiene mayor relevancia.

Dejando esto a un lado, Allingham es de esas autoras que todos los que disfrutamos de los misterios clásicos debemos leer tarde o temprano. En honor a la verdad no puedo decir que me haya parecido un libro redondo, y hay una subtrama un poco rara hacia el final que surge sin más y que realmente no aporta nada ni viene mucho a cuento (cosillas de esas que te hacen restar puntos a un libro porque no les ves el sentido), pero en líneas generales creo que va de menos a más y la segunda mitad sí la he disfrutado, que es lo importante (a ver, me estoy leyendo y parece que no me ha gustado el libro cuando no es así... si veis que pongo alguna pega es porque sabéis que soy muy sincera cuando algo no termina de entusiasmarme, pero que eso no os desanime a leerlo si realmente os apetece darle una oportunidad porque tiene cosas muy buenas y la experiencia lectora en conjunto ha sido positiva, de verdad).

Por cierto (y ya lo digo todo), no he entendido una cosa de la traducción; no sé si tiene explicación o qué, pero desde luego yo no se la he visto... ¿por qué el criado de Campion le habla de tú a su jefe, cuando el propio Campion le habla a él de usted (como debe ser)? Vamos, que los dos deberían hablarse de usted, y que este criado fuese un delincuente antes de ser su criado no justifica el trato. Si se hablasen los dos de tú lo entendería, pero que el jefe le hable de usted al empleado y el empleado de tú al jefe... no lo veo muy claro, más por la época en la que fue escrito. Lo dicho, que a lo mejor tiene una explicación que se me escapa, pero no hay nada en la narración que justifique la decisión de traducirlo así. Que es una tontería, lo sé, pero queda muy raro y cada vez que me encontraba esto en la lectura me chirriaban los dientes.






Margery Allingham nació en Londres, en 1904. Hija de escritores, publicó su primera novela con diecinueve años, aunque su primer éxito llegaría en 1929 con la publicación de The Crime at Black Dudley, donde presentó al aventurero y detective Albert Campion, un misterioso aristócrata aficionado a resolver crímenes de altos vuelos que sostiene que su nombre figura en la línea de sucesión al trono inglés. Allingham lo hizo protagonista de otras 17 novelas y de más de 20 relatos, que la llevaron a ser considerada una de las grandes damas de la edad dorada de la novela de crímenes inglesa, junto a Agatha Christie y Dorothy L. Sayers. Murió en Londres en 1966.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

RESEÑA (by MH) ::: LOS CASOS DE HORACE RUMPOLE, ABOGADO - John Mortimer


 
Título original: Rumpole of the Bailey
Autor: John Mortimer
Editorial:
Impedimenta
Traducción:
Sara Lekanda Teijeiro
Páginas:
320
Fecha publicación original: 1978
Fecha esta edición: febrero 2017
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 20,95 euros
Diseño de cubierta: Westminster Bank, 41 Lothbury, London (Eric Fenton, 1953)




Insigne defensor de las causas perdidas, Horace Rumpole es un abogado adorable, un hombre de altos ideales y de gran sentido común, que fuma cigarros malos, bebe un clarete aún peor, es aficionado a los fritos y a la verdura demasiado hervida, cita a Shakespeare y Wordsworth a destiempo y, generalmente, se decanta por los casos desesperados y por los villanos de barrio. Excéntrico y gruñón, lleva años abriéndose paso en las salas de justicia londinenses, mientras brega en casa con su terca mujer, Hilda, a quien él apoda «Ella, La que Ha de Ser Obedecida», en un particular universo donde el sarcasmo, el humor y la intriga se mezclan a partes iguales. 
 
Al modo de P. G. Wodehouse, John Mortimer construye en sus narraciones un universo demoledor y sarcástico al más puro estilo British.

Poquito a poco voy leyendo libros que tengo pendientes casi desde el momento de su publicación, y Los casos de Horace Rumpole, abogado llevaba ya cinco años esperando en la estantería (nada menos...).
 
Horace Rumpole se presenta al inicio del libro diciéndonos que está a punto de cumplir sesenta y ocho años y que, siendo el miembro de mayor edad de su bufete y teniendo algo de tiempo libre, ha decidido poner por escrito sus triunfos (y algún que otro fracaso) más sonados, tanto para su mayor gloria como para entretener al lector... y para conseguir algo de dinero al que no pueda poner las manos encima su mujer (Ella, la que Ha de Ser Obedecida) ni Hacienda, todo sea dicho. Rumpole es letrado del Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales, comúnmente conocido como Old Bailey por la calle en que se encuentra situado, y es experto en manchas de sangre, huellas dactilares, falsificaciones y grupos sanguíneos. Suelta citas famosas cada dos por tres, le gusta el clarete, luce un sombrero zarrapastroso que es el hazmerreír de los pasillos de los juzgados, su peluca ha conocido tiempos mejores y a veces suelta de cada perla por la boca que sube el pan... Pero si algo lo define por encima de cualquier otra cosa es que adora su profesión, adora defender sus casos ante un tribunal y es, ante todo y por encima de cualquier otra cosa, abogado. Además de todo esto es un poco... bueno, digamos que no es un encanto. Las palabras antónimas a esta que se me ocurren son un poco burdas (me las ahorro), pero es que nadie es perfecto.
 
Las historias que cuenta no se remontan a su juventud cuando ganó los casos que le dieron fama, sino que nos habla de casos de los que se hizo cargo cuando ya era una celebridad del Old Bailey. A su mujer le gustaría que ascendiese a abogado de la Corona (ganaría más y trabajaría menos), pero Rumpole es carne de tribunal, defiende a familias enteras de criminales (aunque no siempre de la manera que ellos quisieran), disfruta con el juego de pillar al principal testigo en un renuncio (con la ayuda de un concierto de los Rolling Stones), se encarga de procesos de divorcio en los que el quid de la cuestión está donde menos se espera, no tiene miramientos en usar la reputación de una mujer si eso le sirve para ganar el caso para su cliente y, como no podía ser menos cuando se es un abogado tan entregado a la causa, también le sale el tiro por la culata a veces cuando los clientes se ponen rebeldes e insisten en declararse culpables si su defensa no es congruente con su forma de ver la vida. De todo un poco, que diría aquel.
 
Salpimentando todo esto tenemos sus declaraciones sobre su vida familiar, en la que nadie sale bien parado pero donde su mujer destaca como una especie de ser insensible que habita bajo su mismo techo pero con la que no parece tener absolutamente nada en común. Fría, calculadora y escaladora social por principios, tal parece que se casaron sin querer y que ahí siguen, taitantos años después, y así seguirán hasta que anden con bastón: ella como comandante conyugal y él como soldado raso que acata órdenes sin rechistar. De ahí lo de Ella, la que Ha de Ser Obedecida, pero claro, teniendo en cuenta que todo esto se cuenta desde el punto de vista de este señor, que es más caústico que la sosa, pues a saber... Y luego está el hijo, que él pensaba que iba para abogado y que se le hace sociólogo, se va a vivir a Estados Unidos y se busca una esposa a la que le horrorizan los tejemanejes de los abogados (esas ratas que no buscan la verdad, solo que su cliente sea declarado inocente cueste lo que cueste), tirando por el retrete la relación cordial entre suegro y nuera que sería de esperar. 

Tengo que reconocer que yo soy mucho de series de abogados (antes más que ahora, cuando sabía lo que era tener tiempo para esas cosas), y que en el colmo del frikismo londinense, soy de esas que se ha pateado el barrio del Strand, la zona de los colegios de abogados de Londres, y que aunque no entré en el Old Bailey (está en la City, no en el Strand), sí lo hice en los Reales Trbunales de Justicia, que me pateé de arriba abajo y merece muy mucho la visita. En fin, que este libro es muy de mi rollo. Entender y explicar cómo funciona la justicia en Inglaterra es complicado (los abogados no son abogados y ya, pueden ser solicitors o barristers con sus correspondientes funciones), y luego están los Silks (abogados de la Corona que pueden lucir togas de seda y que supone la máxima aspiración para muchos de estos abogados... cobran mucho más, claro está). Lo dicho, explicado al trote aquí puede parecer complicado, pero no lo es tanto y en el libro está todo implementado con tanta naturalidad que queda clarísimo desde el principio. El bufete de Rumpole parece una jaula de grillos entre silks, barristers, solicitors, ayudantes, secretarios, los nuevos que llegan, los viejos que no se van, y cuatro o cinco personas trabajando en cada minidespacho. Mortimer lo cuenta de tal manera que parece el camarote de los hermanos Marx, y teniendo en cuenta que sabe de lo que habla, eres consciente de que muchas de esas situaciones que vemos en las series británicas son más auténticas y realistas de lo que nos pensamos.
 
Y es que ahí está la gracia del libro (al menos en lo que a mí respecta): Rumpole me ha caído regular tirando a mal, me hacía poner los ojos en blanco de vez en cuando (también me ha sacado alguna risa en voz alta, al César lo que es del Cèsar), pero los casos en los que interviene y el modo en que los cuenta me han gustado muchísimo y los he disfrutado de tal manera que espero hacerme con Los juicios de Rumpole, el segundo volumen que publicó Impedimenta un año despues de este.

A todo esto, y hablando de series, los libros de Horace Rumpole tuvieron su correspondiente y exitosa adaptación televisiva en los años 80 que yo no he llegado a ver, pero nunca es tarde. Os dejo de todos modos el tema de la intro por si os interesa, y os invito a leer de paso la biografía del autor que adjunto abajo, que es de lo más interesante y lo explica todo mucho más sucintamente que si me pongo a hablar aquí sobre él (estoy decidida a abreviar las reseñas).

 

Nacido en Londres en 1923, John Mortimer fue hijo de un abogado que, a pesar de quedarse ciego, siguió vistiendo la toga durante años. Estudió leyes en Oxford y se convirtió en uno de los más grandes defensores de la libertad de expresión, entre cuyos clientes figuraban la actriz porno Linda Lovelace y el grupo punk The Sex Pistols. En 1975, la creación del carismático personaje de Horace Rumpole, basado en la figura de su padre, le consagró como uno de los más corrosivos escritores de su tiempo. Llevó a la pequeña pantalla Retorno a Brideshead, de Evelyn Waugh. Aficionado a la buena vida, «un socialista del champán», se casó en primeras y breves nupcias con la novelista Penelope Mortimer, que hizo de su tormentoso matrimonio el tema de la magnífica El devorador de calabazas. Padre de ocho hijos, infatigable enemigo de Margaret Thatcher, es autor de las célebres Rapstone Chronicles, formadas por Un paraíso inalcanzable (1985), El regreso de Titmuss (1990), ambas publicadas por Libros del Asteroide y The Sound of Trumpets (1998). John Mortimer recibió en 1997 el título de sir a instancias del Gobierno de Blair, un político a quien apoyó fervientemente y llegó a odiar. Murió en 2009 en su casa de The Chilterns, después de una larga enfermedad.

miércoles, 24 de marzo de 2021

RESEÑA (by MH) ::: EL FANTASMA Y LA SEÑORA MUIR - R. A. Dick


 
 
 
Título original: The Ghost and Mrs. Muir
Autora: R. A. Dick
Editorial: Impedimenta
Traducción: Alicia Frieyro
Páginas: 224
Fecha publicación original: 1945
Fecha esta edición: noviembre 2020
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 20,50 euros
Imagen de cubierta: St. Ives, Cornwall (Stanley Roy Badmin, 1953)


Lucy Muir es una joven viuda a la que todo el mundo considera «muy poca cosa», a pesar de que ella se tiene por una mujer muy decidida. Agobiada por las deudas tras la muerte de su marido, decide mudarse a Gull Cottage, una casita ubicada en Whitecliff, un pintoresco pueblo costero inglés, en la que nadie ha querido vivir desde hace años. Según los rumores que corren por la zona, la casa está embrujada, y el espíritu del atractivo y arisco capitán Daniel Gregg, antiguo dueño de la casa, vaga por el lugar importunando a todos los que osan alterar su descanso. Inmune a las advertencias, Lucy se plantea descubrir por sí misma si esos rumores son ciertos. Decidida a sacar adelante a sus hijos, pronto tendrá que enfrentarse a la dura realidad. Hasta que, inevitablemente, entre el fantasma y ella surge el amor. La relación estrambótica y a la vez sumamente tierna con el capitán Gregg se convertirá en un refugio para ella, así como en un amor que desafiará todas las leyes de la lógica y del mundo en el que viven. 
 
Publicada en 1945, fue la novela que inspiró la mítica película de Joseph L. Mankiewicz protagonizada por Gene Tierney y Rex Harrison. Una comedia romántica, encantadora y poética, deliciosa y refrescante que explora la capacidad del amor para romper fronteras no solo en la vida, sino también más allá de esta.
El fantasma y la señora Muir fue una de las sensaciones literarias de las navidades pasadas, o al menos lo fue entre quienes nos gustan los clásicos y agradecemos como agua de mayo que las editoriales se acuerden de muchas de estas historias que o están inéditas, o fueron traducidas por última vez cuando se inventó el fuego. Tener El fantasma y la señora Muir entre las manos es una gozada, ojalá vengan detrás muchos libros más de este estilo (las adaptaciones cinematográficas clásicas son un filón para encontrar libros maravillosos inéditos en su traducción que, para mi gusto, está fatal explotado en España... pero ese es otro debate que hoy no voy a abrir. Bastante tengo con sacar un rato para escribir la reseña).

Lucy Muir es una viuda muy joven, con dos niños y una renta insuficiente para vivir con las mismas comodidades de las que disfrutaba cuando vivía su esposo. Es una mujer menuda, aparentemente frágil y sumisa, acostumbrada a dejar que los demás decidan por ella e incapaz de decirle a nadie que no. Hasta que un día se planta, decide marcharse de la casa donde vive con la familia de su marido, irse a la costa, alquilar una casita apartada y empezar a valerse por sí misma y ser una mujer independiente. Encuentra la casita perfecta en Whitecliff, aun a pesar de que el señor de la inmobiliaria no se muestra muy colaborador a la hora de alquilársela. ¿La razón? Pues que parece que el capitán Gregg, antiguo dueño de Gull Cottage, no está por la labor de tener inquilinos, cosa nada infrecuente de no ser porque está muerto, ha encantado la casa y se dedica a asustar al personal. Pero Lucy se ha enamorado de ese lugar y un fantasma cabezota y grosero no le va a impedir cumplir su sueño ahora que está totalmente decidida a llevarlo a cabo. Llega a un acuerdo con él, y se traslada a Gull Cottage... y a partir de ahí empieza su nueva vida, una vida de la que ella es ama y señora, con la única peculiaridad de que tiene un amigo/consejero fantasma. Cosas más raras se han visto, ¿no?

El fantasma y la señora Muir está dividida en cuatro partes muy diferenciadas que narran cronológicamente distintas etapas de la vida de Lucy en Gull Cottage. La trama estrella de la historia es sin duda la relación entre Lucy y el capitán Gregg, la dinámica que se establece entre ellos desde el primer momento, como el capitán sabe de lo que Lucy es capaz y le va abriendo la mente hacia las muchas cosas que puede hacer por sí misma. Conforme la confianza crece entre los dos personajes, se van saltando barreras personales que dan lugar a confidencias que la mayor parte de las veces son más profundas de lo que aparentan. Gregg desde el primer momento le deja claro que su existencia ya está en un plano en el que las apetencias carnales no tienen cabida, y eso hace que Lucy deje a un lado muchas cohibiciones que hubiesen impedido que la relación entre ellos avanzase como avanza. Y es que hay que tener en cuenta una cosa: el capitán Gregg es muy real, está muy presente, pero no es corpóreo. Lucy habla con él, lo siente, pero no lo ve. Llega un momento que sus diálogos son mentales sin pronunciar palabra alguna en voz alta.

Y hablando de los diálogos, son fantásticos, llenos de ingenio y humor, y la narración se desarrolla con una prosa envolvente, bonita y conmovedora, de esas que te hacen sentir como en casa. El capitán Gregg y su personalidad arrolladora son los amos de la función en las primeras dos partes del libro, mientras que en las dos últimas dos partes la vida terrenal de Lucy copa toda la narración. Y acompañando a los dos protagonistas tenemos un elenco de secundarios que van aumentando o disminuyendo de importancia según el momento vital de la protagonista (sé que la pobre Lucy no estaría de acuerdo conmigo, pero el personaje de su cuñada Eva es genial y cumple su cometido a la perfección xD).
 
De todos modos, a título personal creo que al leer este libro es fácil quedarse con la originalidad de convivir con un fantasma y la relación tan peculiar que se desarrolla entre los dos protagonistas, cuando lo que no hay que perder de vista en realidad es el verdadero trasfondo de la historia: el crecimiento personal de Lucy Muir. Lucy empieza como una mujer joven que quiere luchar fuera del nido de su familia política, que quiere libertad e independencia para ser ella misma, y las cuatro partes que tiene el libro nos narran el proceso para conseguirlo con sus aciertos, sus errores, sus tropiezos y sus anécdotas. ¿Que quien le guía y le va dando empujoncillos en parte de ese proceso es el apuesto y honesto fantasma? Sí, pero creo que es un artilugio de la autora para llegar donde quiere llegar. De hecho, y sin querer adentrarme mucho por no desvelar más de la cuenta, llega un momento donde el fantasma del capitán pasa a un segundo (tercer, cuarto) plano, y Lucy sigue adelante sin ningún problema. Ya tiene las bases, ya sabe cómo hacerlo. Vuela sola. Ese es para mí el objetivo de lo que nos quiere contar Dick, pero supongo que cada cual hace su propia lectura del mismo libro.
 
De este libro también quería haceros una reseña combo y hablaros de la adaptación de 1947 dirigida por Mankiewicz y protagonizada por Gene Tierney y Rex Harrison, pero como ya os comenté en Las brujas, no va a poder ser. He visto la película varias veces a lo largo de mi vida (la última hace ya un tiempo), así que aunque no la tengo reciente, voy a intentar de memoria deciros las cosillas que yo recuerdo como diferentes al libro (pido perdón por adelantado si la memoria no me acompaña como debe). Lo primero es que la protagonista solo tiene una hija, y esto, que parece que no supone gran cosa, para quien haya leído el libro resulta evidente todo lo que se queda en el tintero. Lo segundo es que, en cuanto a los acontecimientos, digamos que coge tres puntales de la novela (dejándose otros muchos en el camino, pero ya sabemos como funciona esto de las adaptaciones) y los introduce en la historia pero en un orden muy distinto y más... pues eso, cinematográfico, cambiando su influencia en la trama. Lo tercero y más importante es la relación entre el capitán y Lucy, porque en la película Lucy sí que ve en todo momento al capitán, y eso hace que su relación, aunque pueda parecer un sinsentido teniendo en cuenta que él es un fantasma, sea mucho más física y (para mí) romántica. No es lo mismo que el capitán esté en tu pensamiento y se comunique contigo en una especie de subconsciente a que lo tengas a cinco centímetros constantemente y te coma con los ojos mientras tú te lo comes a él. Nos entendemos, ¿no? Pues eso. Que sí, se parecen... pero en la base misma, no se parecen. Creo que la película es más romántica que la novela, decidió centrarse en ese aspecto y dejar de lado lo que para mí es más importante de la historia original: la búsqueda de independencia y el crecimiento como personaje de Lucy Muir, su aprendizaje para decir no, su determinación a ser ella misma y como el capitán le ayuda en el proceso más allá de la vertiente romántica. Ojo, que la película me parece maravillosa, pero si se comparan, pues tienen sus diferencias, y yo os las cuento, que para eso estoy aquí :) Lo dicho arriba, lo
mismo me patina la memoria, así que si alguien la tiene reciente y me tiene que corregir, adelante. Estas son mis impresiones de lo que recuerdo de la peli.
 
Si os gustan las novelas costumbristas con un toque de humor, personajes achuchables, casas encantadas y marinos fantasmas con un carácter de tomo y lomo pero de enorme corazón, El fantasma y la señora Muir es vuestro libro. A pesar de sus treinta y cuatro años (cuando comienza la historia), Lucy Muir sale del cascarón protector y comienza a vivir ante nuestros ojos, y eso se traduce en que la vemos equivocarse y aprender de sus equivocaciones, vemos como deja atrás su ingenuidad y como aprende a dar una patada en el suelo en lugar de agachar la cabeza y amoldarse. La vemos evolucionar hacia la Lucy Muir que ella quiere ser en lugar de la que le dejaban ser, la vemos enamorarse, la vemos sufrir y vemos como gana en sabiduría, experiencia y madurez. El fantasma y la señora Muir es una historia bonita, maravillosamente contada, que te hace reír y emocionarte, y no sé a vosotros, pero a mí con eso, hoy en día, me tiene ganada cualquier historia.

 
R. A. Dick nació como Josephine Aimee Campbell (1898-1979) en Wexford, Irlanda. Bajo este nom de plume publicó El fantasma y la señora Muir (1945), un libro que ahora ve la luz en Impedimenta y fue llevado al cine en 1947 por Joseph L. Mankiewicz. A este título le seguirían Unpainted portrait (1954), Witch Errant: An Improbable Comedy in Three Acts (1959), Duet for two hands (1960) o The Devil and Mrs. Devine (1974). 
 
R. A. Dick es una autora de literatura fantástica, así como cultivadora de la comedia gótica o costumbrista como lo fue en su día El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde.