Título original: A child's Christmas in Wales
Autor: Dylan Thomas
Editorial: Nórdica
Traducción: María José Chuliá García
Páginas: 80
Fecha publicación original: 1954
Fecha esta edición: octubre 2010
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 15 euros Ilustraciones de cubierta e interiores: Pep Montserrat
La Navidad para un niño en Gales
es uno de los mejores relatos de Dylan Thomas y nos hará revivir
nuestros recuerdos de la infancia. Dylan Thomas es algo más que un
poeta: es toda una leyenda. Este relato nos lleva a un pueblo de la
costa de Gales, lleno de gatos, carteros y niños ansiosos por jugar con
la nieve, que cayó «durante seis días con sus noches cuando yo tenía
doce años, o durante doce noches y doce días cuando tenía seis», según
nos cuenta el autor al principio del libro.
Las excelentes ilustraciones de Pep Montserrat recibieron el Premio Junceda 2008. Además, presentamos el libro en edición bilingüe, de manera que es una ocasión única para acercarse a este clásico para todas las edades disfrutando también del texto original en inglés.
Y vamos con la tercera minirreseña, que como ya os comenté al principio, tampoco tiene nada que ver con las otras dos anteriores. La recopilación está quedando de lo más variada, que no se diga :)
La Navidad para un niño en Gales fue en su origen una grabación que su autor, Dylan Thomas, hizo para la radio de la BBC en 1952. Él falleció un año después, en 1953, y fue en 1954 (de manera póstuma, por tanto) cuando se publicó por primera vez en papel. Como siempre pasa en estos casos, es uno de sus trabajos más conocidos, y no deja de resultar curioso porque lo de Thomas no era precisamente la prosa, sino la poesía.
En este caso no estamos ante una trama o un argumento concreto, sino que son una serie de recuerdos de un niño en un pequeño pueblo pesquero de Gales allá a principios del siglo XX. Os hablaba antes de que Dylan Thomas es principalmente conocido por su labor poética, y aunque estos recuerdos están escritos en prosa ese lirismo late en sus líneas: los mares entonan villancicos, los pájaros del color de las enaguas de franela roja sobrevuelan colinas con forma de arpa, la nieve se deposita como una muda y entumecida tormenta de blancos pedazos de postales navideñas...
Es una lectura navideña para lectores con almas pausadas y sin prisas que de vez en cuando también recuerden con nostalgia cómo eran sus navidades cuando eran pequeños, y al hacerlo asome una sonrisa a sus labios. Porque eso es, una lectura llena de nostalgia escrita por un adulto que todavía recuerda cómo enterraba las manos en la nieve por si encontraba algo o cómo perseguía a los gatos para tirarles bolas de nieve (pobres)... o aquella Nochebuena en la que intentó apagar fuegos con esas mismas bolas heladas. Regalos útiles e inútiles, la tía que se echaba más licor al gaznate que al puchero, olores que recuerdan reuniones familiares ancladas en la memoria, historias contadas junto al fuego y la nieve que lo cubría todo y a todos.
La edición bilingüe de Nórdica con las ilustraciones de Pep Montserrat es preciosa, y se lee en media hora como mucho (algo más si leéis reposados y saboreando la prosa poética de Thomas), así que aquellos a quienes les apetezca leer algo rapidito y fácil (pero escrito muy, muy bonito, repito), con muchísimo ambiente navideño y los recuerdos aquí y allá de un niño y una época donde las cosas eran muy distintas (más auténticas), o que quiera sentirse transportado a las propias navidades de su infancia, lo disfrutará seguro.
El miércoles la última minirreseña navideña. Muy feliz año nuevo para todos, y que el 2018 os traiga mucha salud y nada más que cosas buenas. De corazón :*
La Navidad para un niño en Gales fue en su origen una grabación que su autor, Dylan Thomas, hizo para la radio de la BBC en 1952. Él falleció un año después, en 1953, y fue en 1954 (de manera póstuma, por tanto) cuando se publicó por primera vez en papel. Como siempre pasa en estos casos, es uno de sus trabajos más conocidos, y no deja de resultar curioso porque lo de Thomas no era precisamente la prosa, sino la poesía.
En este caso no estamos ante una trama o un argumento concreto, sino que son una serie de recuerdos de un niño en un pequeño pueblo pesquero de Gales allá a principios del siglo XX. Os hablaba antes de que Dylan Thomas es principalmente conocido por su labor poética, y aunque estos recuerdos están escritos en prosa ese lirismo late en sus líneas: los mares entonan villancicos, los pájaros del color de las enaguas de franela roja sobrevuelan colinas con forma de arpa, la nieve se deposita como una muda y entumecida tormenta de blancos pedazos de postales navideñas...
Es una lectura navideña para lectores con almas pausadas y sin prisas que de vez en cuando también recuerden con nostalgia cómo eran sus navidades cuando eran pequeños, y al hacerlo asome una sonrisa a sus labios. Porque eso es, una lectura llena de nostalgia escrita por un adulto que todavía recuerda cómo enterraba las manos en la nieve por si encontraba algo o cómo perseguía a los gatos para tirarles bolas de nieve (pobres)... o aquella Nochebuena en la que intentó apagar fuegos con esas mismas bolas heladas. Regalos útiles e inútiles, la tía que se echaba más licor al gaznate que al puchero, olores que recuerdan reuniones familiares ancladas en la memoria, historias contadas junto al fuego y la nieve que lo cubría todo y a todos.
La edición bilingüe de Nórdica con las ilustraciones de Pep Montserrat es preciosa, y se lee en media hora como mucho (algo más si leéis reposados y saboreando la prosa poética de Thomas), así que aquellos a quienes les apetezca leer algo rapidito y fácil (pero escrito muy, muy bonito, repito), con muchísimo ambiente navideño y los recuerdos aquí y allá de un niño y una época donde las cosas eran muy distintas (más auténticas), o que quiera sentirse transportado a las propias navidades de su infancia, lo disfrutará seguro.
El miércoles la última minirreseña navideña. Muy feliz año nuevo para todos, y que el 2018 os traiga mucha salud y nada más que cosas buenas. De corazón :*
Dylan Thomas (Swansea, Gales, 1914 - Nueva York, 1953). Poeta
galés en lengua inglesa. Durante un tiempo trabajó como periodista para
el South Wales Evening Post y durante la Segunda Guerra Mundial, como
guionista para la BBC. Escribió también guiones radiofónicos y
cinematográficos.
Se dio a conocer como poeta con Dieciocho poemas (1934). Defendió sus concepciones estéticas en Retrato del artista cachorro.
Murió en Nueva York el 9 de noviembre de 1953; sus últimas palabras
fueron: «He bebido 18 vasos de whisky, creo que es todo un récord».
Dylan Thomas!!! Lo que no nos traigais vosotras no lo hace nadie ¡Es uno de mis libros favoritos!
ResponderEliminarQué joyita, chicas, qué joyita.
Besitos 💋💋💋
Feliz Año nuevo queridas, espero que estéis disfrutando de estos días en Netherfield.
ResponderEliminarQué joyitas más deliciosas tiene siempre Nórdica, me las llevaría todas.
Besotes.
No conocía este libro, pero siempre es de agradecer que se rescaten textos literarios de hace años y que además son verdaderas joyas literarias como parece que es esta obra. Mil gracias por la recomendación!!
ResponderEliminar( y gracias también a Nórdica por su publicación. Nórdica es sinónimo de calidad!)
Un saludo!
No conocía el libro, me lo apunto y luego ya veremos. Gracias chicas, siempre traéis unos libros preciosos. Feliz año. Besinos.
ResponderEliminarLo leí hace poco pero dentro de una recopilación de Alba. Me gustó mucho aunque personalmente me costó acostumbrarme a la poesía aunque sea en prosa por la falta de costumbre.
ResponderEliminarSon como fotografías y no me hubiera importado seguir leyendo.
Lo mejor es sin duda lo evocador de la propuesta. Y que te recuerda lo rico que es nuestro idioma aunque a veces parezca que siempre usamos tres o cuatro y no hay más.
Besos. Muy feliz año nuevo.
Otra lectura que parece una delicia, además ese puntito nostálgico me encanta porque se te suele acabar pegando y al final vagas entre la historia que lees y la tuya propia. Lo tendré en cuenta ;)
ResponderEliminarBesitos
¡Ay, me encantó este librito! Leí justo esta edición de Nordica (que es una joyita) y era taaan bonito. Ya lo dices tú: recuerdos de la infancia escritos bonito-bonito. Tenía la sensación de estar leyendo poesía escrita en prosa, me hizo levitar un par de palmos del suelo mientras lo leía. Besos y feliz año.
ResponderEliminarMe gusta un buen libro con tema navideño de fondo, pero este que reseñas no me termina de convencer; quizás sea su estilo narrativo el que no me atraiga. Besos.
ResponderEliminarDe este que traes Hot me gusta muchísimo la portada, sin embargo, la historia en sí no me resulta tan atractiva o quizá me frene el que sea más pausada.
ResponderEliminarBesos