Título original: Callander Square
Autora: Anne Perry
Editorial: Plaza & Janés
Traducción: Rosa Sala
Páginas: 345
Fecha publicación: 1980
Fecha esta edición (5ª): septiembre 1998
Encuadernación: bolsillo
Precio: descatalogadoDiseño de cubierta: Judith Commeleran
Fotografía de cubierta: Mary Evans Picture Library
En Los cadáveres de Callander Square, segunda novela de la serie d el
inspector Pitt, éste y Charlotte Ellison forman ya pareja, tanto en la
vida como en las investigaciones policiales. El nuevo caso de Pitt se
inicia con el hallazgo de dos recién nacidos enterrados en una elegante
plaza londinense. Pitt choca con el rechazo del distinguido vecindario,
reacio a airear sus oscuros secretos ante un simple policia, y es
Charlotte quien, aprovechando su aristocrático origen, debe hurgar bajo
el caparazón de respetabilidad de las clases altas. Anne Perry destaca
como auténtica experta en la época victoriana. En esta colección se
publica la serie completa del inspector Pitt.
Os hablo siempre del reto atemporal de Agatha Christie y lo cierto es que me propuse al menos dos retos atemporales más (¡quién dijo miedo!), pero como el de la Christie es el más largo los otros los tengo un poco abandonados. En cualquier caso uno de ellos es leer toda la serie del inspector Pitt, escrita por Anne Perry, del que os traje el año pasado el primer libro, Los crímenes de Cater Street, y hoy toca el segundo, Los cadáveres de Callander Square.
Dos jardineros municipales están trabajando en el jardín que hay en el centro de Callander Square cuando encuentran los cadáveres de dos bebés que parecen llevar unos años ahí enterrados. El caso recae sobre el inspector Thomas Pitt, ya felizmente casado con su adorada Charlotte (a quien conoció en la anterior y primera novela de la serie). Pitt se dispone a resolver el caso, aunque sabe que será difícil por dos cosas: una, el tiempo que ha transcurrido desde que esos niños fallecieron y fueron enterrados (es de esos casos que tienen toda la pinta de quedar sin resolver); la otra, que Callander Square es un barrio de clase alta y sus habitantes no se lo van a poner fácil para realizar sus averiguaciones. Recibir a la policía en una de estas señoriales casas no está nada bien visto (si puede entrar por la puerta de servicio, mejor, y si ese inspector larguirucho y desaliñado no les dirige la palabra, gloria bendita), pero si encima viene a hacer preguntas indiscretas o a insinuar que una de las criadas, o ¡válgame el cielo!, una de las señores de la casa, podría ser la madre de esos bebés... ni os cuento.
Dos jardineros municipales están trabajando en el jardín que hay en el centro de Callander Square cuando encuentran los cadáveres de dos bebés que parecen llevar unos años ahí enterrados. El caso recae sobre el inspector Thomas Pitt, ya felizmente casado con su adorada Charlotte (a quien conoció en la anterior y primera novela de la serie). Pitt se dispone a resolver el caso, aunque sabe que será difícil por dos cosas: una, el tiempo que ha transcurrido desde que esos niños fallecieron y fueron enterrados (es de esos casos que tienen toda la pinta de quedar sin resolver); la otra, que Callander Square es un barrio de clase alta y sus habitantes no se lo van a poner fácil para realizar sus averiguaciones. Recibir a la policía en una de estas señoriales casas no está nada bien visto (si puede entrar por la puerta de servicio, mejor, y si ese inspector larguirucho y desaliñado no les dirige la palabra, gloria bendita), pero si encima viene a hacer preguntas indiscretas o a insinuar que una de las criadas, o ¡válgame el cielo!, una de las señores de la casa, podría ser la madre de esos bebés... ni os cuento.
Voy a ser honesta desde el principio, as usual: me he llevado un chasco pequeñín con este libro. Bueno, tampoco chasco... a ver si sé explicarme. No con el libro en sí mismo, porque la historia me ha gustado mucho. Objetivamente hablando, para quienes nos gustan los misterios clásicos ambientados en el XIX, con el salseo de las clases medias-altas inglesas, sus oscuros secretos, la vida arriba y abajo en un hogar victoriano, las apariencias y convenciones sociales y la hipocresía que lo rodeaba todo, etc... nada que objetar, ofrece todo eso y más. Pero claro, no nos engañemos: una servidora está a lo que está y se ha metido en el berenjenal de leer los veintitantos libros de esta serie por enamoramiento desde la adolescencia hacia su protagonista, Thomas Pitt. ¿Y dónde está Pitt en este libro? Pues eso mismo me pregunto yo, porque el pobre anda un poco escaso de páginas (pero su maravillosa voz persiste. Quien no se consuela...).
Yo creo que la Perry se hizo el moño un lío y se olvidó de que Pitt era el protagonista, y se dedicó a escribir... pues un Belgravia de la vida como el que os traje el otro día. Es decir, que en estas páginas tienen mucho más protagonismo los propios habitantes de Callander Square, sus secretos, sus miserias, sus relaciones prohibidas... y por eso es a ellos a quienes acompañamos en buena parte de la novela como protagonistas de los capítulos. Ocasionalmente (muy ocasionalmente) aparece Pitt en escena para ponerlos un poco nerviosos o hacer, simplemente, acto de presencia. Es que si os digo la verdad, su mujer y su cuñada ejercen en realidad más como detectives e investigadoras que él, cosa que me parece un poco chocante (a todo esto, yo no recuerdo a Emily, la hermana de Charlotte, tan fantástica, generosa y cariñosa... en el primer libro era una mala pécora de cuidado).
Creo que me estoy yendo por los cerros de Úbeda. Voy a centrarme.
¿Me parece recomendable este libro? Sí, es una muy buena lectura para todo aquel que le gusten las novelas ambientadas en el siglo XIX y que ahonden mucho en la alta sociedad de la época y sus miserias: abres el visillo y a disfrutar con los tejemanejes de esta gente y los líos que montan con tal de que sus secretillos y pecadillos no lleguen a oídos de ese metomentodo de Pitt. La investigación se centra tanto en la servidumbre femenina, que son las que más papeletas tienen a priori de ser las madres de esos bebés (ya se sabe que los señores de la casa tienen apetitos que saciar) como en las señoras de la casa y en sus hijas en edad de merecer (que ya se sabe también que en aquella época estaba bien visto echar canas al aire siempre y cuando nadie se enterase... y un embarazo era complicado de ocultar salvo que te mandasen al campo a pasar un año). La sección masculina de esta vecindad también tiene mucho que esconder: la hipocresía campa a sus anchas y los que tienen cargos de conciencia por asuntos de faldas empiezan a ponerse nerviosos, que quien más y quien menos cae en la cuenta de que resulta más que probable que uno de estos señores atildados y bien considerados sea el padre de esos niños.
Es decir, que como retrato de la sociedad victoriana y la mojigatería de cara a los demás que escondía pasiones disimuladas en la intimidad, o el abuso de poder que ejercían estas clases afortunadas cuando no querían sentirse presionados por la policía (a los que consideraban casi escoria, por cierto; resulta curioso el desprecio que generaba la profesión de policía entre la alta sociedad)... como retrato de todo eso, yo creo que la narración es incluso más penetrante y aguda que en la primera novela. Además Pitt es un personaje que cae bien (al menos de momento, ya se verá en próximas entregas) y sin esforzarse demasiado rebosa autoridad, inteligencia, saber estar y elegancia.
Simplemente, y estoy en mi derecho, tengo que quejarme precisamente de la presencia casi testimonial del propio Pitt, porque me he sentido un poco estafada. Ya puede compensarme la Perry en el siguiente libro de semejante negligencia, ya...
Yo creo que la Perry se hizo el moño un lío y se olvidó de que Pitt era el protagonista, y se dedicó a escribir... pues un Belgravia de la vida como el que os traje el otro día. Es decir, que en estas páginas tienen mucho más protagonismo los propios habitantes de Callander Square, sus secretos, sus miserias, sus relaciones prohibidas... y por eso es a ellos a quienes acompañamos en buena parte de la novela como protagonistas de los capítulos. Ocasionalmente (muy ocasionalmente) aparece Pitt en escena para ponerlos un poco nerviosos o hacer, simplemente, acto de presencia. Es que si os digo la verdad, su mujer y su cuñada ejercen en realidad más como detectives e investigadoras que él, cosa que me parece un poco chocante (a todo esto, yo no recuerdo a Emily, la hermana de Charlotte, tan fantástica, generosa y cariñosa... en el primer libro era una mala pécora de cuidado).
Creo que me estoy yendo por los cerros de Úbeda. Voy a centrarme.
¿Me parece recomendable este libro? Sí, es una muy buena lectura para todo aquel que le gusten las novelas ambientadas en el siglo XIX y que ahonden mucho en la alta sociedad de la época y sus miserias: abres el visillo y a disfrutar con los tejemanejes de esta gente y los líos que montan con tal de que sus secretillos y pecadillos no lleguen a oídos de ese metomentodo de Pitt. La investigación se centra tanto en la servidumbre femenina, que son las que más papeletas tienen a priori de ser las madres de esos bebés (ya se sabe que los señores de la casa tienen apetitos que saciar) como en las señoras de la casa y en sus hijas en edad de merecer (que ya se sabe también que en aquella época estaba bien visto echar canas al aire siempre y cuando nadie se enterase... y un embarazo era complicado de ocultar salvo que te mandasen al campo a pasar un año). La sección masculina de esta vecindad también tiene mucho que esconder: la hipocresía campa a sus anchas y los que tienen cargos de conciencia por asuntos de faldas empiezan a ponerse nerviosos, que quien más y quien menos cae en la cuenta de que resulta más que probable que uno de estos señores atildados y bien considerados sea el padre de esos niños.
Es decir, que como retrato de la sociedad victoriana y la mojigatería de cara a los demás que escondía pasiones disimuladas en la intimidad, o el abuso de poder que ejercían estas clases afortunadas cuando no querían sentirse presionados por la policía (a los que consideraban casi escoria, por cierto; resulta curioso el desprecio que generaba la profesión de policía entre la alta sociedad)... como retrato de todo eso, yo creo que la narración es incluso más penetrante y aguda que en la primera novela. Además Pitt es un personaje que cae bien (al menos de momento, ya se verá en próximas entregas) y sin esforzarse demasiado rebosa autoridad, inteligencia, saber estar y elegancia.
Simplemente, y estoy en mi derecho, tengo que quejarme precisamente de la presencia casi testimonial del propio Pitt, porque me he sentido un poco estafada. Ya puede compensarme la Perry en el siguiente libro de semejante negligencia, ya...
Anne Perry nació en Blackheath, Inglaterra, en 1938. Su
escolarización fue interrumpida en varias ocasiones por los frecuentes
cambios de domicilio y sucesivas enfermedades, que la llevaron a
dedicarse apasionadamente a la lectura. Su padre trabajó como astrónomo,
matemático y físico nuclear. Él fue quien la animó a dedicarse a la
escritura. Tardó veinte años en publicar su primer libro. Durante todo
ese tiempo realizó diferentes trabajos para ganarse la vida y dedicarse
a lo que realmente era su pasión: escribir. Su primera novela sobre la
serie del inspector Pitt, editada en 1979, fue Los crímenes de Cater Street.
Anne Perry se ha consagrado como consumada especialista en la
recreación de los claroscuros, contrastes y ambigüedades de la sociedad
victoriana. Su serie de novelas protagonizadas por el inspector Pitt y
Charlotte, su perspicaz esposa, es seguida por millones de lectores en
todo el mundo.
Me gusta mucho esta serie creo que la tengo leída casi toda.Besinos.
ResponderEliminarNo tiene mala pinta, pero he leído alguno de la serie, hace ya años, y no me entusiasmaron, pero me llama que se centre en la vida de los habitantes de Callander Square, así que no sé, lo dejo en stand by.
ResponderEliminarBesos
He leído dos o tres libros de esta autora y no me disgustaron pero sin más; me da pereza leerlos
ResponderEliminarBesos
Buenos días:
ResponderEliminarAquí una fan, muy fan de Anne Perry :)
He leído anárquicamente unos cuantos libros suyos, sin orden, ni concierto. Pero siempre he salido encantada con la narrativa de la autora.
Por otro lado, Pitt me encanta!! Este título no lo he leído, pero caerá, y es muy posible también que me anime al reto que te has marcado con él detective victoriano. A ver, pues soy un desastre para los retos!!
Un beso grande, y enhorabuena por otra fantástica reseña!!
Hola guapa, yo ya te comenté en la reseña de su primer libro que meterme en lectura de 31 libros como que no... y voy y me pongo el propósito de leerme los ¡¡¡42!!!, nada menos que 42 libros libros de Terry Pratchett, pero es que la fantasía es la fantasía... y mira que a lo mejor voy y me apunto también a este reto... ¡¡¡no!!! por ahora no... Ya iré viendo según nos cuentas...
ResponderEliminarUn besazo
Qué no llegue la sangre al río mi querida Miss Hurst, Perry nunca nos dañaría gratuitamente, ese olvido habrá sido intencionado, no da puntada sin hilo...😏
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Leí unos cuantos y mi favorito es uno en el que salía una médium pero no me acuerdo del título. Como me suele pasar con estas cosas, llega un momento en el que me parecen todos iguales y además luego empezó a escribir otros ambientados en la guerra y ya me despedí. Podría leer otro, no sería mala idea pero cogeré uno donde salga Pitt.
ResponderEliminarBesos
Pues oye yo no la descarto hay ingredientes que podrían gustarme, así que tomo nota para más adelante.
ResponderEliminarBesitos
Conocía a la autora de oídas, pero no sabía que escribía por estos derroteros.
ResponderEliminarAl principio te iba a decir que mejor lo dejo pasar, que ya tengo bastantes libros del género pendientes, más encima tratándose de una saga, pero conforme he ido avanzando he ido interesándome más por esta historia. Y es que los casos que sucedieron hace mucho, los que parecen más imposibles de esclarecer, son los que más me llaman. A pesar de esa ausencia del prota, me ha dejado con buen sabor de boca esta reseña.
Un beso ;)
Sigo sin estrenarme con la autora. Y a este paso no sé si voy a animarme. Pero me dejas con curiosidad por conocer a Pitt, pero veo que éste no es el mejor libro para hacerlo...
ResponderEliminarBesotes111
Pues tengo en casa "Los pecados del lobo" que no sé ni a qué serie pertenece, pero sería lo primero que tendría que leer de ella...más que nada para quitar pendientes. Así que empezaré por ahí y si me gusta no me importaría seguir con esta serie protagonizada por Pitt.
ResponderEliminarEntiendo perfectamente tu decepción...cuando algo te gusta, lo quieres jajaja A ver qué tal el siguiente.
besitos
Holas guapas, a pesar de la poca participación del personaje principal que es la única pega que le pones, me parece un libro estupendo, estos misterios clásicos son maravillosos, no he leído nada de la autora, a ver si consigo el libro y lo leo en verano.
ResponderEliminarMil gracias por la reseña, es fantástica.
Besos.
Nunca he leído nada de Anne Perry... a mi hermana le encanta, sin embargo...
ResponderEliminarLo que sí conozco y me fascinó en su momento, fue el pasado de la autora cuando vi la película Criaturas celestiales con una jovencísima Kate Winslet...
Un saludo ;)
Yo soy muy fan de Anne Perry (por cierto, que no cuentas nada de su biografía en el post, y mira que tiene su morbo) ;-) Ahora mismo estoy justo leyendo "El cadáver de Traitors Gate". Voy leyendo la serie entera desde hace años, pero a pequeñas cucharaditas. De otra forma, creo que me empacharía. Muy buena reseñas, "as usually" :-)
ResponderEliminarBesotes mil.
A mí en esta ocasión no me llama y es bueno irse alguna vez con las manos vacías, que no me caben casi más libros en el estante.
ResponderEliminarBesos