Título original: Belgravia
Autor: Julian Fellowes
Editorial: Suma de letras
Traducción: Laura Vidal
Páginas: 504
Fecha esta edición: mayo 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18,90 euros Diseño de cubierta: Adaptación del diseño original de The Orion Publishing Group (Penguin Random House Grupo Editorial)
La noche del 15 de junio de 1815 la flor y nata de la
sociedad británica se reúne en Bruselas para celebrar una fiesta que
se convertirá en una de las más trágicas de la historia: el baile de
gala de la duquesa de Richmond en honor del duque de Wellington. Al día
siguiente, muchos de los apuestos jóvenes que han acudido a la
recepción se encontrarán luchando, y muriendo, en el campo de batalla de
Waterloo.
Para la joven Sophia Trenchard, la
bella hija de un próspero comerciante, esta es la noche que lo cambiará
todo. Pero solo veinticinco años más tarde, cuando los ambiciosos
Trenchard se muden al nuevo barrio de moda en Londres, Belgravia,
comenzarán a conocerse las repercusiones de ese momento. Porque en este
incipiente mundo, en el que los emergentes nuevos ricos se codean con
la más arraigada aristocracia, hay quienes prefieren que los secretos
del pasado sigan enterrados...
Soy tan ansiosa que, sin haber leído nada de Julian Fellowes hasta ahora, tengo sus tres novelas publicadas en España en la estantería. ¿Y quién es él? (seguro que no soy la única que lee esto con soniquete a lo José Luis Perales xD). Pues por estos lares suele ser conocido por ser el guionista y creador de Downton Abbey, pero para una frikaza como yo de las producciones de época, también es el guionista de películas como Gosford Park, La reina Victoria y La feria de las vanidades, o de series como Doctor Thorne y Titanic.... Andrew Davies me parece mucho mejor guionista de producciones de época que Fellowes (MUCHO, MUCHO mejor), pero Fellowes también tiene buenas cosas en su currículum y al César lo que es del César xD. El caso es que me daba bastante igual por cuál empezar de sus tres libros, y como durante dos años consecutivos lo habéis incluido en el reto de libros a reseñar en Netherfield, aquí vengo con mi opinión sobre Belgravia.
La historia comienza en junio de 1815. Justo antes de la campaña de Waterloo (en la que tuvo lugar no solo la famosa batalla con el mismo nombre, sino las de Ligny, Quatre Bras y Wavre), la ciudad de Bruselas respira el aroma de la guerra pero no permite que eso influya en su agitada vida social, que nada tiene que envidiar a la londinense. En este contexto conocemos a la familia Trenchard, compuesta por el cabeza de familia, James (inteligente comerciante con aspiraciones un tanto obsesivas de ser aceptado en la elitista alta sociedad), su mujer Anne (mucho más sensata y con muchas menos aspiraciones de figurar), su hija Sophia (hermosa jovencita un tanto caprichosa) y su hijo, pequeño, John, que en este punto de la historia no pinta mucho. Lo más importante de esta fase de la historia es que nos enteramos de que Sophia está enamorada de lord Bellasis, que aparentemente él lo está también de ella, y que evidentemente un lord no puede casarse con la hija de un comerciante por muy rico que sea. Así pues, cuando lord Bellasis parte hacia la guerra y muere en ella, en apariencia se pone punto y final a este inconveniente romance.
Huelga decir que si en apariencia esto fuese todo, no habría historia y no estaría aquí hablando de ella. Saltamos 25 años en el tiempo, la familia Trenchard ha regresado a Londres y descubrimos que aquella época en Bruselas tuvo consecuencias trágicas para ellos y por circunstancias de la vida será, más de dos décadas después, cuando esas consecuencias empiecen a asomar la cabeza fuera de la propia familia y a involucrar a otras personas que van a alterar los cimientos que hasta ahora mantenían un secreto muy secretoso a buen recaudo... La sinopsis elude muy acertadamente cuál es el susodicho secreto que esconde todo este misterio, así que yo también lo voy a eludir. Es algo que se pone sobre la mesa sin más rodeos a las treinta páginas, así que en cuanto se empieza a leer el libro se sabe, pero mejor acercarse a él sin saberlo y descubrirlo cuando toca, no antes.
A ver... Belgravia, en pocas palabras, es un culebrón victoriano, y tampoco puede sorprender a nadie porque Downton Abbey, la gallina de los huevos de oro de este autor, se convirtió en otro culebrón tras facturar dos fantásticas primeras temporadas y decidir estirar el éxito a toda costa con tal de seguir ingresando libras... Y si la fórmula fue un éxito mundial, ¿por qué no repetirlo en novela? Dicho y hecho.
A Fellowes lo que mejor se le da (y se nota que se documenta muy a fondo) es la ambientación de sus historias, la recreación de otras épocas con unas costumbres que hoy en día nos son muy ajenas y que, a mediados del siglo XIX, obligaron a la sociedad imperante a enfrentarse a muchos cambios no solo a nivel estructural, sino también a nivel jerárquico y estamental. En plena Revolución Industrial seguía imperando la alta sociedad, la aristocrática, la que siempre había estado arriba mirando por encima del hombro a todos los demás, pero también empezaban a demandar su espacio los nuevos ricos, los comerciantes, los empresarios, luchando por adentrarse en ese mundo, por ser aceptados en esos salones, por obtener membresías en clubes que hasta ese momento les habían sido vetadas... Los aristócratas miraban por encima del hombro a los que ellos consideraban arribistas, y esos arribistas se tragaban su orgullo y ponían su mejor sonrisa con tal de ser invitados a esas casas y de ascender en estatus social.
Pues todo eso lo vemos representado en el libro con los Trenchard en el lado de los comerciantes ricos, y con los condes de Brockenhurst por el lado aristocrático. Y mientras Fellowes construye sus secretos y misterios alrededor de estas dos familias, aprovecha para meternos en vena todas las peculiaridades, costumbres, etiquetas y eventos sociales de la época. Incluso asistimos al nacimiento de la tan archifamosa hora del té, que aunque parezca mentira no es una costumbre tan antigua como pueda parecernos y data de la época en que está ambientado el libro (1841), e introduce algún personaje real, como Thomas Cubitt, arquitecto y constructor de, entre otros, el barrio londinense de Belgravia, donde viven buena parte de los protagonistas y del que toma su nombre el libro.
La historia comienza en junio de 1815. Justo antes de la campaña de Waterloo (en la que tuvo lugar no solo la famosa batalla con el mismo nombre, sino las de Ligny, Quatre Bras y Wavre), la ciudad de Bruselas respira el aroma de la guerra pero no permite que eso influya en su agitada vida social, que nada tiene que envidiar a la londinense. En este contexto conocemos a la familia Trenchard, compuesta por el cabeza de familia, James (inteligente comerciante con aspiraciones un tanto obsesivas de ser aceptado en la elitista alta sociedad), su mujer Anne (mucho más sensata y con muchas menos aspiraciones de figurar), su hija Sophia (hermosa jovencita un tanto caprichosa) y su hijo, pequeño, John, que en este punto de la historia no pinta mucho. Lo más importante de esta fase de la historia es que nos enteramos de que Sophia está enamorada de lord Bellasis, que aparentemente él lo está también de ella, y que evidentemente un lord no puede casarse con la hija de un comerciante por muy rico que sea. Así pues, cuando lord Bellasis parte hacia la guerra y muere en ella, en apariencia se pone punto y final a este inconveniente romance.
Huelga decir que si en apariencia esto fuese todo, no habría historia y no estaría aquí hablando de ella. Saltamos 25 años en el tiempo, la familia Trenchard ha regresado a Londres y descubrimos que aquella época en Bruselas tuvo consecuencias trágicas para ellos y por circunstancias de la vida será, más de dos décadas después, cuando esas consecuencias empiecen a asomar la cabeza fuera de la propia familia y a involucrar a otras personas que van a alterar los cimientos que hasta ahora mantenían un secreto muy secretoso a buen recaudo... La sinopsis elude muy acertadamente cuál es el susodicho secreto que esconde todo este misterio, así que yo también lo voy a eludir. Es algo que se pone sobre la mesa sin más rodeos a las treinta páginas, así que en cuanto se empieza a leer el libro se sabe, pero mejor acercarse a él sin saberlo y descubrirlo cuando toca, no antes.
A ver... Belgravia, en pocas palabras, es un culebrón victoriano, y tampoco puede sorprender a nadie porque Downton Abbey, la gallina de los huevos de oro de este autor, se convirtió en otro culebrón tras facturar dos fantásticas primeras temporadas y decidir estirar el éxito a toda costa con tal de seguir ingresando libras... Y si la fórmula fue un éxito mundial, ¿por qué no repetirlo en novela? Dicho y hecho.
A Fellowes lo que mejor se le da (y se nota que se documenta muy a fondo) es la ambientación de sus historias, la recreación de otras épocas con unas costumbres que hoy en día nos son muy ajenas y que, a mediados del siglo XIX, obligaron a la sociedad imperante a enfrentarse a muchos cambios no solo a nivel estructural, sino también a nivel jerárquico y estamental. En plena Revolución Industrial seguía imperando la alta sociedad, la aristocrática, la que siempre había estado arriba mirando por encima del hombro a todos los demás, pero también empezaban a demandar su espacio los nuevos ricos, los comerciantes, los empresarios, luchando por adentrarse en ese mundo, por ser aceptados en esos salones, por obtener membresías en clubes que hasta ese momento les habían sido vetadas... Los aristócratas miraban por encima del hombro a los que ellos consideraban arribistas, y esos arribistas se tragaban su orgullo y ponían su mejor sonrisa con tal de ser invitados a esas casas y de ascender en estatus social.
Pues todo eso lo vemos representado en el libro con los Trenchard en el lado de los comerciantes ricos, y con los condes de Brockenhurst por el lado aristocrático. Y mientras Fellowes construye sus secretos y misterios alrededor de estas dos familias, aprovecha para meternos en vena todas las peculiaridades, costumbres, etiquetas y eventos sociales de la época. Incluso asistimos al nacimiento de la tan archifamosa hora del té, que aunque parezca mentira no es una costumbre tan antigua como pueda parecernos y data de la época en que está ambientado el libro (1841), e introduce algún personaje real, como Thomas Cubitt, arquitecto y constructor de, entre otros, el barrio londinense de Belgravia, donde viven buena parte de los protagonistas y del que toma su nombre el libro.
Belgravia me ha gustado en su conjunto final sin maravillarme. Siempre acabo disfrutando de este tipo de historias porque la época que recrean me apasiona, pero en el caso de este libro tengo que reconocer que a ratos se me ha hecho un poco pesado. El envoltorio es muy bonito, muy elegante, muy detallado... pero la trama es muy simple y tiene tendencia a dar vueltas sobre sí misma, así que algunos pasajes se resienten un poco. Y los personajes pues son correctos, pero sin llegar a entusiasmar; cumplen su función, pero he echado de menos más chispa en sus diálogos y, de más, menos clichés. No sé cómo hubiese tolerado esta misma historia sin esa ambientación victoriana tan bien recreada. Así que sí, es una lectura agradable para quienes nos gusta este género, pero la trama en sí misma no da para gran cosa. A ver qué me parecen Esnobs y Pasado imperfecto, porque tanto uno como otro tienen también opiniones bastante encontradas.
Por ir terminando, fijaos si Fellowes tenía claro lo que buscaba con este libro que ya se está rodando la adaptación televisiva con guión a su cargo (además de la peli de Downton Abbey). Sabe lo que funciona, sabe lo que le da de comer y se sabe su librillo a la perfección. No me pega nada el casting con lo que yo tenía en la cabeza en cuanto a los personajes, pero con un poco de suerte sacarán lo mejor del libro y eliminarán lo peor. A ver qué sale.
Julian Fellowes (El Cairo, 1949) es un multipremiado actor, escritor, director y productor. Como creador, único guionista y productor ejecutivo de la exitosa serie Downton Abbey, Fellowes ha ganado tres premios Emmy un Globo de Oro. Recibió un Oscar al mejor guión original por Gosford Park. Es autor de dos novelas, Esnobs y Pasado imperfecto, ambas publicadas por Suma de Letras.
Fellowes entró en la Cámara de los Lores en 2011. Vive entre Londres y Dorset con su mujer, Emma.
Lo leí el año pasado y lo tengo sin reseñar, y posiblemente así se quedará. Me gustó bastante sobretodo la ambientación que es estupenda, pero me parece que aprovecha el argumento más allá de lo que da. Besinos.
ResponderEliminarBuenos días:
ResponderEliminarFíjate, que me pasa como a ti, tengo sus novelas, pero aún no he leído ninguna :) He leído opiniones distintas sobre este autor, erola intuición me dicta algo parecido a lo que tú nos has contado. Tengo la sensación de que son novelas para lo que yo llamo: verano y piscina :)
No sabía que la estaban rodando la novela que oy nos traes, ero yo encantada, porque es la típica producción agradable para cuando la desidia te invade :)
Un abrazo y gracias por tu sinceridad reseñando!!
Hola guapa, pues con un estusiasmo tan moderado, la verdad, es que creo que lo dejo pasar... Tengo muchos pendientes...
ResponderEliminarUn besazo
Lo anterior del autor no me ha desagradado pero no es para tirar cohetes, de todas maneras leeré este si puedo, quien sabe, en verano y bajo la sombra de la Parra 😁😁😁
ResponderEliminarBesitos carinyet 💋💋💋
Lo tenía apuntado, me gusta la serie de Downton Abbey, pero veo que no te ha entusiasmado, así que no sé que haré.
ResponderEliminarBesos
Por ahora no me voy a a nimar. Las guerras no me atraen mucho y veo que no te ha entusiasmado. Besos.
ResponderEliminarTenía yo mucho subidón con este libro, lo quería leer a toda costa...así que se agradece que lo cuentes así. A mí el estilo no me puede gustar más, pero leyéndote ya sé que esperar cuando lo lea. Que luego vienen los disgustos ;)
ResponderEliminarbesitos
No lo conocía, pero lo apunto porque creo que a mí me puede gustar.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Besitos.
Hola. Pues coincido contigo, está bien, es entretenido pero ninguna maravilla. A mí lo que menos me gustó es que es demasiado frío todo y se salvó en parte porque lo leí en un viaje muy guay y se benefició de mi buen humor.
ResponderEliminarLos tejemanejes mantienen el interés pero se olvida rápido.
Y muy de acuerdo también con lo que dices de la serie, primeras partes genial y luego a estirar el chicle. Ni la terminé.
Besos
Lo tengo apuntado para comprarlo en bolsillo pero si no te ha parecido una historia redonda, falla en los personajes y además es repetitivo creo que me lo voy a pensar mejor. Yo también tengo un libro suyo pendiente y no he oído muchas opiniones positivas sobre él.
ResponderEliminarEn fin veré la serie y para de contar.
Besotes.
Viendo que no te ha entusiasmado mucho, no creo que me anime.
ResponderEliminarBesotes!!!
Fan número uno de Downton y sin emabargo no he leído absolutamente nada de este autor... y como tú tengo dos de sus tres libros, pero no me animo. Tras leer tu reseña no sé que pensar, seguramente lo leeré pero no me extrañaría para nada coincidir con tu opinión. Un saludo.
ResponderEliminarYa estoy por estos lares.
ResponderEliminarSe ve interesante, entretenido, y sobre todo curioso en cuanto a datos de la época, como lo del origen de la hora del té, algo tan inglés.
Un beso ;)
Esta novela la tuve apuntada mucho tiempo pero al final no me decidí y aunque tampoco parece para tirar cohetes, si no tuviera tanto pendiente me animaría.
ResponderEliminarBesos
Yo también recuerdo reseñas de cuando salió y me apetecía mucho leerla, ahora creo que ya se me ha quedado atrás y con tanto pendiente no sé si me animaré.
ResponderEliminarUn beso
Ay, mira que me lo imaginé cuando leí la sinopsis de "Belgravia", pensé que sería serie TV para repetir Downton Abbey. Leí a Fellowes antes de que se hiciera famoso por ser guionista, de hecho pensaba que era novelista y ya. Me estrené con "Esnobs", que te recomiendo mucho, y me gustó por british y por la habilidad de Fellowes para retratar la sociedad británica en profundidad con una facilidad pasmosa y en pocas líneas, es la pera. Esta de "Belgravia" me gusta por el contexto histórico, la tengo en el kindle de alguna oferta que salió hace tiempo, pero me da miedo que sea posterior al éxito de Downton Abbey y que el autor solo la haya escrito pensando en la adaptación. Tú reconoces que no te ha apasionado. Aunque lo de la hora del té... Besotes
ResponderEliminarLo apunté en su momento por alguna reseña muy entusiasta, pero al final fue de los que se quedaron solo en intenciones.
ResponderEliminarBesos.
Pues me quedó con que no te ha entusiasmado, y con todo lo que tengo acumulado no me animó. A lo mejor veo la serie jej.
ResponderEliminarUn beso ;)
No es mi tipo de libro, la verdad, aunque entiendo que te haya gustado. Y qué curioso lo de la hora del té.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.