Título original: A Circle of Witches. An Anthology of Victorian Witchcraft Stories
Autora: VV.AA.
Editorial: Alba
Selección: Peter Hanning
Traducción: Daniel de la Rubia Ortí
Páginas: 312
Fecha publicación original: 1839-1920
Fecha esta edición: octubre 2019
Encuadernación: cartoné
Precio: 21,50 euros Fecha esta edición: octubre 2019
Encuadernación: cartoné
Ilustración de cubierta: Detalle de La bola de cristal (John William Waterhouse)
En el mundo eminentemente masculino de la sociedad victoriana,
volcado en el comercio y la expansión imperial, regido por un orden
racionalista y por unos estrictos códigos morales (aunque luego los
hombres, pero no las mujeres, pudieran llevar una doble vida), fueron
las mujeres quienes se interesaron sobre todo por el fenómeno de la
brujería.
En Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1920) Peter Haining ha reunido sobre este tema crónicas históricas y leyendas tanto como ficciones de escritoras hoy en su mayoría olvidadas pero que sin duda ha valido la pena recuperar. Eliza Lynn Linton estudió profundamente la tradición de la brujería en Inglaterra y Escocia; lo mismo hicieron, en Irlanda, Jane Wilde y, en Gales, Mary Lewes. A su lado, un buen número de autoras –de una tal «H. L.» hasta H. D. Everett− escribieron cuentos de brujas, donde exploraron el conflicto entre religión y ciencia, la condición de la mujer apartada y acosada, la sexualidad asociada a «los espíritus malignos» y —por otro lado— a la intimidación y la explotación, las relaciones entre el amor y la muerte, y la visión de la Naturaleza como una fuerza esencialmente destructora.
Estas narraciones tan memorables como imaginativas ilustran tanto el poder de fascinación de la brujería como la mentalidad y la forma de entender lo oscuro de la mujer victoriana.
En Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1920) Peter Haining ha reunido sobre este tema crónicas históricas y leyendas tanto como ficciones de escritoras hoy en su mayoría olvidadas pero que sin duda ha valido la pena recuperar. Eliza Lynn Linton estudió profundamente la tradición de la brujería en Inglaterra y Escocia; lo mismo hicieron, en Irlanda, Jane Wilde y, en Gales, Mary Lewes. A su lado, un buen número de autoras –de una tal «H. L.» hasta H. D. Everett− escribieron cuentos de brujas, donde exploraron el conflicto entre religión y ciencia, la condición de la mujer apartada y acosada, la sexualidad asociada a «los espíritus malignos» y —por otro lado— a la intimidación y la explotación, las relaciones entre el amor y la muerte, y la visión de la Naturaleza como una fuerza esencialmente destructora.
Estas narraciones tan memorables como imaginativas ilustran tanto el poder de fascinación de la brujería como la mentalidad y la forma de entender lo oscuro de la mujer victoriana.
Tenía pensado leer Cuentos de brujas de escritoras victorianas el año pasado, pero como ya desde verano teníamos claro Mónica y yo que íbamos a realizar nuestro reto brujil de las Hermanas Fatídicas, decidí dejarlo para leerlo dentro del reto. No sabéis las ganas que le tenía a este libro: autoras victorianas (bueno, casi todas... lo de que este libro llegue hasta 1920 excluye la definición absoluta de victorianas del título, pero whatever) y, sobre todo y ante todo, en apariencia, una antología especializada en la temática de las brujas. ¿Qué podía salir mal? Ay, si yo os contara... que es precisamente lo que voy a hacer, vamos :)
El libro está dividido en dos secciones, una de no ficción y otra de ficción, y la edición y selección original es de Peter Haining, periodista y antólogo británico que lo mismo recopilaba cuentos de brujas, vampiros y hombres lobo que ponía su atención sobre Doctor Who. Volviendo al libro que nos ocupa, os hablo un poco de ambas secciones sin adentrarme demasiado, que si no esto sería eterno.
La primera parte de no ficción incluye cinco textos, cuatro de ellos centrado en cada uno de los países que componen Gran Bretaña. Los dos primeros, que versan sobre la brujería en Inglaterra y Escocia son de la misma autora, E. Lynn Linton, considerada (o reinvindicada como) la primera mujer periodista. Su labor de investigación sobre los casos más importantes de brujería le llevaron a publicar Witch Stories en 1861, libro al que pertenecen los dos extractos que aparecen en este libro y que, para mí, son de lo mejor que contiene, ya no solo por el recorrido exhaustivo que hace por los distintos casos y juicios de brujería que están documentados en ambos países, sino por su tono mordaz, su humor negro, su sarcasmo y su retranca a la hora de enumerar las clarísimas pruebas por las que se condenaba a mujeres (y también hombres) por brujería. Te está contando cosas horribles y aun así te saca la sonrisa de vez en cuando, y eso tiene mucho mérito. Habrá quien considere que solo cuenta casos uno detrás de otro, pero yo he aprendido con la información y he disfrutado de la forma de ofrecerla.
La sección de brujería de Irlanda viene de la mano de, sorprendentemente, la madre de Oscar Wilde. Lady Wilde fue una conocida cronista de lo oculto que sin embargo ha quedado a la sombra, literariamente hablando, de su hijo. El texto que aquí se recoge se aleja totalmente del tono periodístico de Linton y se dedica más a contar leyendas, rumores e historias de estas que pasan de generación en generación, y aunque admito que su estilo se me ha quedado un poco corto y resulta mucho más ingenuo que el de Linton, no deja de tener su encanto. La parte de Gales recae sobre Mary Lewes, que ya directamente deja a un lado los casos de brujería para contar anécdotas y, sobre todo, los remedios que se usaban en la época para curar todo tipo de males (desde la tisis hasta la rabia pasando por la epilepsia) y que por muy llamativos que resulten, pues poco tienen de brujería y hechicería. Es como hablar sobre remedios caseros pero usando víboras o ranas en distintos estados de... ¿cocinado? en lugar de plantas o semillas (y las usaban hasta los médicos... por eso digo que hechicería, poca)
Ah, os decía que eran cinco y solo os he hablado de cuatro... es que el quinto texto de la parte de no ficción está dedicado a casos de posesiones demoníacas y/o angélicas. ¿Qué tiene que ver esto con las brujas? Absolutamente nada. A una persona más perspicaz que yo le hubiesen saltado todas las alarmas, pero soy una ingenua. En fin, prosigamos con la parte de ficción.
La segunda parte, dedicada a la ficción, está compuesta de doce relatos. Salvo Amelia Edwards o H. D. Everett, admito que las demás autoras no me resultaban conocidas y tenía mucho interés por ver lo que contaban y cómo lo contaban. ¿Qué tenemos en esta sección? Pues un par de extractos sacados de dos novelas sobre brujas (una de ellas reseñada en el blog precisamente en enero, La bruja del ámbar, escrita, dicho sea de paso, por un hombre, y que aquí cuelan con el rollo de que fue traducida al inglés por una mujer), otro relato que también tiene los juicios por brujería como telón de fondo, un par de relatos que siendo optimistas tienen una bruja como personaje, y por lo demás, relatos sobre objetos malditos, hechos sobrenaturales, maldiciones, espíritus, fantasmas, satanismo... es decir, que las brujas, haberlas haylas, pero no será en buena parte de los relatos que incluye esta antología. No sé si veis donde quiero ir a parar. No sé si veis el problema que he tenido con este libro. No sufráis, que por si no lo veis, os lo cuento yo. Faltaría más.
Antologías y compilaciones de relatos y cuentos victorianos (y de la primera mitad del siglo XX, estirando mucho) de temática sobrenatural, gótica, misterio, etc... hay a montones, y además buena parte de ellas son de mujeres escritoras, porque era lo que hacían muchas de ellas para ganarse el pan: publicar relatos en revistas y periódicos, y resulta fácil recopilar todo ese material. Ya sean antologías de varias autoras o antologías que recogen parte de la obra de una única autora, hoy por hoy se encuentran en el mercado literario sin problemas y más que irán apareciendo con el tiempo. Tengo muchas en la estantería (algunas os las he traído por aquí, otras no, otras están sin leer), y cuando compro esos libros sé lo que estoy comprando: relatos o cuentos de diversas temáticas sobrenaturales o espeluznantes. Vale, ahora llegamos al punto crítico. Puesto que tengo muchos de estos libros, mi interés primordial en esta antología llamada Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1920) radica precisamente en una palabra clave: brujas. Es decir, que yo compré este libro creyendo que era una antología especializada y enfocada a la temática sobre brujas y la brujería en la literatura victoriana de mano de la mano de mujeres escritoras de la época. Y si nos atenemos a eso, esta antología no ofrece en absoluto lo que promete, y me he sentido un poco decepcionada, os lo digo como lo siento. Me he quedado con la sensación de que había tan poco material sobre el tema que el autor decidió rellenar con lo que encontró. Que de doce relatos solo cinco puedan asociarse a las brujas (ya sea como personajes fantásticos o aludiendo a los juicios por brujería), y que de esos cinco dos estén sacados de escenas de novelas (una de ellas incluye una nota donde incomprensiblemente te destripan el final; la otra ni siquiera fue escrita por una autora victoriana, sino por un autor alemán)... pues que me parece un bagaje muy pobre para un título tan rimbombante como Cuentos de brujas de escritoras victorianas (que por otro lado es el título original del libro... vamos, que no se lo ha sacado Alba de la manga).
En definitiva, que no me quiero alargar mucho, ¿qué os puedo decir sobre este libro? Pues si hablo de su contenido per sé, la parte de no ficción me ha gustado mucho (sobre todo los dos textos de Lynn Linton) y la parte de ficción me ha parecido más floja y dispar; algunos relatos me han parecido malotes, la verdad, pero otros sí me han gustado (sin pasarse) y sobre todo me quedo con el hecho de haber conocido nuevas autoras y lo que se estaba cociendo durante la época victoriana y post-victoriana en cuestión de literatura oscura escrita por mujeres. Pero claro, si me preguntáis qué me parece este libro en relación a lo que promete el título y lo que pensaba que iba a encontrar en sus páginas, pues ha sido una decepción. En la parte de ficción las brujas hay que buscarlas como una aguja en un pajar, por mucho que Peter Haining quiera vendernos la moto en las breves introducciones sobre las autoras que acompañan a cada relato con excusas de "relación tangencial" y tal con la brujería... Peter, corazón, ni tangencial, ni diagonal, ni aun jugando al tres en raya. Las historias de fantasmas, de espíritus, de apariciones, de objetos malditos o misas negras no tienen absolutamente nada que ver con brujas. Un poco de por favor.
¿Puedo suspender objetivamente a este libro? No, aunque tampoco me ha parecido memorable la selección que contiene, es muy irregular. ¿Puedo suspenderlo objetivamente en cuanto a no ofrecer, temáticamente hablando, lo que promete? Sí (¡sí!). Como soy buena (no lo parezco, pero lo soy... ahora se me ha pasado, pero tendríais que haberme escuchado cada vez que me encontraba OTRO relato que nada tenía que ver con brujas xD) lo voy a dejar en un aprobado raspadito, pero de verdad, si le tenéis echado el ojo a este libro exclusivamente por el tema brujas, no lo recomiendo, se os va a quedar cortísimo. Si eso os da un poco igual y solo queréis leer un poquito sobre brujas y un muchito sobre misterio con toques sobrenaturales sin brujas, entonces os podrá resultar entretenido.
Eliza Lynn Linton
Lady Wilde
Mary Lewes
Catherine Crowe
H. L.
Anónimo
Lady Duff-Gordon
Amelia Edwards
Anna Kingsford
Ethel Marriott-Watson
Beatrice Heron-Maxwell
Pauline Mackie
Baillie Reynolds
Mary Crawford Fraser
Jessie Adelaide Middleton
H. D. Everett
Buenos días, MH:
ResponderEliminar¡Qué lástima, esperaba otra cosa del libro! Te agradezco la sincera opinión que nos has ofrecido porque es un libro que atrae como la miel a las moscas. A otra cosa, pues.
Un abrazo y felices lecturas!!
Bueno,a mi los toques sobrenaturales siempre me vienen bien pero la brujería me gusta de la de los hechizos, el caldero y eso. La otra "brujería" no, porque además se lo hacían pasar bastante mal. Me ha sorprendido un montón lo de la madre de Wilde. ¿Ves cómo siempre aprende uno algo en esta casa? Por eso me mola y porque antes de que lo hicieras público ya lo sabía yo.
ResponderEliminarMe ahorro los cuentos porque reconozco que me esperaba otra cosa.
Besos
Gracias por la sinceridad, la verdad que el título promete mucho pero los libros de relatos por lo general son disonantes. Besos
ResponderEliminarOpino, como tu, que ningún libro merece ser suspendido. En la lectura todo es cuestión de opiniones, y aunque la mayoría de ellas sean iguales, escribir un libro, o recopilar como este caso, tiene su trabajo y seguro que hecho con ilusión.
ResponderEliminarDe todas formas, siempre es triste que un libro te decepcione. Besos
Pues cómo no, aquí está la tercera en discordia. La menda lerenda. A mí el libro me gustó más que a ti, soy muy dada a los relatos,y a los relatos de autoras victorianas, de hecho algunos los leí incluso dos veces.
ResponderEliminarVamos a ver si esperas relatos de brujas de abracadabra y shalakabula y esas cosas, no es lo que vas a encontrar, pero como relato en si de la época y de las autoras de entonces, a mí me parece bastante bueno.
La reseña magnífica, obvio.
Besitos 💋💋💋
Ok, tomo nota mental: soy una básica que quiere que las brujas hagan pitopitogorgorito... jajaja.
EliminarA ver, yo creo que simplemente hemos valorado el libro desde dos perspectivas muy diferentes. Libros como los que tú comentas a mí también me gustan mucho, pero los hay a montones (los tengo a montones también). La particularidad de este libro era el esfuerzo por compilar relatos sobre brujas y brujería, y siento repetirme, pero en ese aspecto (para mí) no cumple. Si te encuentras muchos de estos relatos en cualquier antología gótica, sin ninguna alusión a la brujería, jamás se haría esa asociación mental tras leerlos porque no tienen nada que ver. Si quitan lo de las brujas en el título y ponen "Cuentos de autoras victorianas" a secas mi opinión sería muy diferente.
No siempre podemos coincidir, neni, sería muy aburrido :)
¡Besote!
Hola guapa, según te iba leyendo ya me imaginaba cuál iba a ser tu conclusión sobre el libro... :)
ResponderEliminarEs una pena que no hayas podido encontrar lo que promenten y estoy de acuerdo contigo si dices Cuentos de brujas... tienen que ser brujas si no le cambias el nombre y listo.
Un besazo
Una pena, que el libro pintaba bien. Pero claro, si no te ofrecen lo que esperas... Creo que le vendría mejor un cambio de título.
ResponderEliminarBesotes!!!
No soy lectora de cuentos, relatos y similares, aunque en alguna ocasión llego a animarme. No va ser este el caso viendo que la lectura no ha cumplido tus expectativas.
ResponderEliminarBesos.
Pues ya sabes lo que opino del libro porque lo hemos leído y comentado juntas, y coincido en todo contigo excepto que creo que me siento menos estafada que tú porque no he leído tantos relatos clásicos de misterio. A ver si me explico, que coincido contigo en que brujas hay muy pocas entre tanto espíritu, posesión infernal, fantasmas, juicios y satanismo, en que la parte de la no ficción es la que más me ha gustado (la mejor, Linton, como bien dices), en que Peter Haining hace trampa poniendo traducciones y etc., pero que como he leído muy pocos relatos clásicos de este cariz pues me lo he pasado bien. Eso sí, para nuestro Reto Hermanas Fatídicas nos entra justito ;-))) Besotes.
ResponderEliminarHola, por el título me esperaba otra cosa la verdad, y aunque no deja de tener relatos interesantes, sobre fantasmas, juicios y demás, en realidad me atrae menos de lo que esperaba y viendo la lista interminable de libros que me apetecen, creo que este lo voy a dejar pasar. Besinos.
ResponderEliminarEl tema parece interesante creo que disfrutaría descubriendo que nos depara su interior =)
ResponderEliminarVaya, pues no me parece muy acertado llamarlo "victorianas" si no es así...
ResponderEliminarEmpezar diciendo que me ha sorprendido que hubiera tantas autoras que hablaran sobre este tema...cosa que se ha visto explicada por lo que tú dices, que muchos textos no tratan realmente sobre las brujas. Sobre la parte de no ficción, coincido en que lo de los remedios y las posesiones no termina de ser del tema brujeril. Sobre incluir "La bruja de ámbar" con la excusa de la traducción... no cuela.
"tangencial, ni diagonal, ni aun jugando al tres en raya" Esto me ha matado xD
Un saludo brujil,
Laura.