Título original: Girl with a Pearl Earring
Autora: Tracy Chevalier
Traducción: Ignacio Gómez Calvo
Editorial: Duomo
Páginas: 288
Fecha publicación original: 1999
Fecha esta edición: marzo 2021
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 15,90 euros Imagen de cubierta: Elsa Suárez Girard
Países Bajos, siglo XVII. La joven Griet, de dieciséis años, entra a trabajar al servicio de Johannes Vermeer en la ciudad de Delft. Griet parece saber cuál es su papel en la casa: ocuparse de las tareas domésticas y cuidar a los seis niños del pintor. Sin embargo, la sensibilidad de la muchacha llama la atención de Vermeer, quien le abre las puertas de su mundo y su trabajo. A medida que la intimidad crece entre ambos, también lo hacen la tensión y los celos. Y pronto, llega el escándalo.
Tracy Chevalier logra consagrarse en el género de la ficción histórica con esta novela que ya es un clásico contemporáneo.
Siempre colocaba las verduras en un círculo, cada una en una sección, como porciones de una tarta. Había cinco: lombarda, cebollas, puerros, zanahorias y nabos. Había utilizado la hoja de un cuchillo para dar forma a cada porción y había puesto un disco de zanahoria en el centro.
Griet tiene dieciséis años y vive en Delft. Su padre se ha quedado ciego y no puede desempeñar su trabajo de azulejero. Su hermano Frans se ha colocado de aprendiz en el gremio de su padre y su hermana Agnes es más pequeña. El peso de la familia recae sobre ella.
Estamos en 1664, en una ciudad holandesa donde los gremios y las clases sociales delimitan el estatus, las relaciones, las posibilidades profesionales y la vida social en general. Si una mujer joven todavía no se ha casado y tiene un padre imposibilitado para continuar su trabajo (dejando con ello sin recursos a la familia), no tiene más remedio que convertirse en una criada con todo lo que ello conlleva: cambio de estatus, bajar en el escalafón social, seguir las órdenes de sus amos, no opinar, no ver, ser invisible...
Caminé hacia el centro de la plaza. Allí había unas piedras colocadas en forma de estrella de ocho puntas dentro de un círculo. Cada punta señalaba hacia una parte distinta de Delft. Yo la consideraba el centro mismo de la ciudad y de mi vida.
Griet se dirige a Oude Langendijk, en el barrio papista de Delft, para ser la nueva criada de la familia que vive allí. Entre otras tareas limpiará el estudio del pintor Johannes Vermeer, situado en la casa de su suegra, Maria Thins, donde vive con su embarazada esposa Catharina y sus cinco hijos.
A pesar de habitar en la misma ciudad provienen de mundos
completamente distintos y de diversas comunidades con diferentes religiones, y por ello el choque cultural y la adaptación a su nueva situación social forzarán a la protagonista a salir de sus límites y mirar con nuevos ojos, observar, deducir y, sobre todo, flexibilizar. Ahora está bajo la responsabilidad de su otra familia, y todas sus creencias anteriores serán puestas a prueba, comprobando como poco a poco y sin darse cuenta se verá contaminada (o de alguna forma influenciada) por todo lo que la rodea.
Cuando por fin empezó a añadir colores encima de los colores falsos, vi a qué se refería. Pintó la falda de la chica de azul claro, y se convirtió en un azul a través del cual se podían ver partes de negro, más oscuro a la sombra de la mesa, y más claro en las partes próximas a la ventana.
Así es la vida de Griet en casa de los Vermeer: una parte negra y oscura que solo brilla cuando sube a limpiar el estudio del pintor. Allí puede contemplar e intentar entender el proceso de un cuadro, de una obra de arte imperecedera e inmortal. Ella, una mujer sencilla pero capacitada de manera natural para ver y aprender lo que esas pinturas representan, ha aprendido a descifrar la historia que un cuadro sustancialmente quiere contar. Así pues, además de criada cuidando a los niños, haciendo coladas y recados, se convierte a escondidas de la familia en ayudante del pintor, moliendo y preparando pinturas, y desarrollando al mismo tiempo un amor platónico hacia su amo-mentor.
Como los secretos no pueden durar en una casa llena de habitantes, Maria Thins es la primera que la descubre, y posteriormente lo hacen los demás miembros. Luego de una cosa se pasa a otra y, por influencia del mecenas del artista, Van Ruijven, se convierte en la modelo de La joven de la perla, circunstancia que desagrada profundamente a Catharina, la esposa del pintor, que vive excluida del mundo que rodea a su marido y padre de sus numerosos hijos, el gran Johannes Vermeer.
En La joven de la perla, Tracy Chevalier nos sumerge en una ficción histórica donde se imagina cómo y en qué circunstancias fue creada esa obra de arte. Construye una historia de claros y oscuros en la que la protagonista principal, Griet, es una mujer inteligente y sensible, conocedora del lenguaje y los códigos del pintor, que es capaz de mirar a través de los ojos del artista. Ella, de una forma intimista y completamente subjetiva, nos relata su historia y su vida como hija y como criada, así como su lucha para no sentirse influenciada. También nos revela sus pensamientos más íntimos, sus anhelos y ambiciones, el ansia de elegir y el conformismo al que está avocada.
Lo más interesante y conseguido por parte de la autora es el modo en que, a través de sus palabras, sabe interpretar la pintura de Johannes Vermeer. De la mano de Griet (su pincel), el lector pasa de los oscuros a los claros y se introduce en la esencia de su obra, en su rigor y meticulosidad para llegar a la perfección, al arte... Son dos personajes que están por encima de lo que les rodea, hablan en otro idioma, ven cosas que los demás ni siquiera pueden imaginar... un mundo que los otros (aparte de Maria Thins, sabedora de todo lo que ocurre bajo su techo) no pueden entender, deducir, y ni tan siquiera descifrar.
Me emocioné tanto que me puse a señalarlas. Había estado mirándolas toda mi vida, pero me sentía como si las hubiera visto por primera vez en ese momento.
Tracy Chevalier
(1962) creció en Washington. Se mudó a Inglaterra a los 22 años y
trabajó durante un tiempo como editora. En 1994 se graduó en la
Universidad de Anglia del Este con un máster de escritura creativa.
Su novela La joven de la perla es
un bestseller internacional. Fue adaptada al cine, con una película que
estuvo nominada al Óscar y cuyos protagonistas son Colin Firth y
Scarlett Johansson; también se llevó al teatro en el West End.
Sus siguientes novelas han sido aclamadas por la crítica y gozan de un gran éxito entre los lectores.
Hola, fue la primera novela que leí de la autora y mi favorita, no sólo por el tema sino porque me parece muy visual. También vi la película porque me encanta Colin Firth. Besinos.
ResponderEliminarLa leí hace ya bastantes añitos y la disfruté mucho. Es de esas novelas que no me importaría releer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola,
ResponderEliminarno sé por qué pero está novela nunca he llamado mi atención tanto como para leerla, la dejo pasar.
Un beso
Toma nota porque no tenía ni idea de este libro sí que vi la película o al menos una con el mismo título imagino que será de este libro y la disfrute mucho muy muy interesante y como ya la he olvidado casi no estaría de más leerlo
ResponderEliminarEsta novela no ha terminado de llamar mi atención nunca.
ResponderEliminarBesos.
Hola.
ResponderEliminarLeí esta novela hace muchos años. Lo cierto es que me gustó mucho, por la sensibilidad y por lo bonita que es la forma en la que se describen esos mundos tan separados pero que se mezclan en realidad. Luego leí más de la autora y me han gustado más que este, como El azul de la virgen y El último refugio. Recomendadísimas las dos.
Besos
Hola MB yo leí Las huellas de la vida porque me encanta el mundo antropologíco, los fósiles y demás... también em gusta el arte, pero no me llama tanto Veermer. No sé si en algún momento me pondré con ella, pero por ahora no creo.
ResponderEliminarUn besazo
Es bonito que la pintura de Vermeer de pie a una novela. El cuadro realmente es precioso, y por lo que cuentas la novela también tiene su punto. No he leido nada de Chevalier, así que quizá sea una buena novela para empezar. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarEs una de las novelas que más he recordado mucho tiempo después de leerla, no te digo ná y te lo digo tó.
ResponderEliminarFantástica reseña.
Besos 💋💋💋
Pues a mí me encantaría leerla, de hecho la autora me gusta mucho y además la ambientación y esa historia relacionada con la pintura...
ResponderEliminarBesos
No leí nada de esta autora. Esta que reseñas es una historia muy atractiva, sobre todo por cómo interpreta la pintura de Vermeer.Besos.
ResponderEliminarTodavía no leí nada de Tracy Chevalier. Me gusta lo que nos comentas sobre la ficción que crea en torno a la obra de Vermeer.Besos.
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