Título original: Dr Gully's Story
Autora: Elizabeth Jenkins
Editorial: Alba (colección Rara Avis)
Traducción: Flora Casas
Ilustración de cubierta: Los personajes del caso Bravo (c. 1876, grabado en madera)
No sé muy bien cómo afrontar esta reseña, porque la historia está basada en un caso real ocurrido en el último cuarto del siglo XIX que, a poco que se googlee, aparece desglosado pormenorizadamente de cabo a rabo, y tengo miedo de adentrarme o desvelar algo que no deba a aquellos que no sepan lo que se van a encontrar con esta lectura. Cuando comencé con ella yo ya sabía más o menos lo que ocurrió en su momento porque, si esta temática te gusta mucho (como es mi caso), a lo largo de los años más o menos vas conociendo sucesos y juicios victorianos de este tipo, pero como imagino que mucha gente (si es que alguien tiene interés por leer el libro) querrá hacerlo sabiendo lo menos posible sobre este suceso en concreto, intentaré hacer lo que hago siempre: apañármelas como pueda para desglosar mi opinión sobre el libro contando solo lo imprescindible sobre la trama en sí. Espero conseguirlo y no estropearle el argumento a nadie.
Cuando leí hace unos años Harriet, la novela de Elizabeth Jenkins que Alba editó con anterioridad a esta, tengo que reconocer que quedé encantada, y por eso no he dudado en repetir con La historia del doctor Gully. Ambos libros retratan sucesos que conmocionaron a la sociedad victoriana y, aunque no queda otra que retratarlos de manera novelada (con todas las aristas que conlleva), Jenkins se las apaña para hacer posible lo hipotético y verídico lo que solamente podemos suponer. Ella misma, en el prefacio de esta obra, afirma que su idea, lo que a ella realmente le hubiese gustado hacer, era escribir una biografía de Gully, pero los impedimentos eran demasiados para poder afrontarla con garantías. Por eso se decantó por la narración novelada, pero aun así echó mano de cuantos datos biográficos verídicos tuvo a su alcance y, de hecho, se intercalan a lo largo de la narración datos y aseveraciones auténticos y contrastables cuando se refieren a personalidades famosas con las que alternaba este variopinto médico.
El doctor James Gully fue toda una eminencia en su época. Tras una serie de vaivenes personales se instaló en Malvern y allí, junto a otro socio y médico, se hizo un nombre que no era solo conocido en Inglaterra, sino en toda Europa (y además contribuyó a que lo que solo era un pueblecito cerca de las montañas se convirtiese en una próspera ciudad). Utilizaba métodos alternativos (u homeopáticos, como se les llamaría ahora) para las curas (entre ellos el más famoso fue la hidroterapia con las aguas de Malvern Hills), y allí acudían en procesión personas de todo el país, ya fuesen anónimos o ilustres (entre ellos Tennyson, Mary Shelley, Dickens, Darwin...). Escribía libros, daba conferencias y charlas por toda Europa, y, en fin, tal y comento arriba, toda una celebridad que infundía veneración y respeto ante la sola mención de su nombre.
Elizabeth Jenkins no elude este aura de prestigio en absoluto, hace alusión a él siempre que lo necesita porque formaba parte de la misma esencia del médico, pero se centra primordialmente en él y en su persona. En este libro nos encontramos ante el Gully hombre, que con sesenta y cinco años se enamoró de una paciente, la joven Florence Ricardo, que a sus escasos veinticinco años cayó rendida igualmente a los pies de aquel que la salvó y curó del abismo emocional en el que estaba inmersa a causa del alcoholismo fuera de control en el que vivía su marido. Florence pronto se vio libre de sus ataduras. Gully no. Su esposa, varios años mayor que él y de la que vivía separado desde hacía años, daba muestras de una fortaleza de salud bastante impresionante para la época, y mientras ella no falleciese, él era obviamente un hombre casado. Así que Florence Ricardo y James Gully comenzaron una relación escandalosa para la época que ha pasado a la historia del crimen por los sucesos que acontecieron en el caso Bravo (de hecho, la imagen de la portada del libro es un grabado de la época referente a ese caso, donde aparecen todos los personajes involucrados en él).
Aunque Jenkins podría haber ido a lo fácil, lo más interesante a priori, que podría ser el caso Bravo en sí mismo, lo cierto es que buena parte de las casi quinientas páginas del libro se centran en la relación entre Gully y Florence, y no es salvo en las cien últimas páginas donde nos adentramos en el caso que les hizo tristemente famosos. A Jenkins le importaban las personas, no los personajes, y ofreció su particular visión de cómo fue probablemente aquella relación, de las consecuencias sociales (o profesionales, en el caso de Gully) que tuvo para los dos, de cómo ambos fueron evolucionando por caminos distintos conforme los años pasaban, y de cómo todo derivó en el caso Bravo, en el que el abogado Charles Bravo murió envenenado. Este caso, aun hoy en día, sigue sin resolver, pero Jenkins ofrece una explicación que a mí personalmente me parece muy plausible a tenor de las pruebas que se ofrecieron en aquel momento y de las sospechas que albergaban algunos de los implicados.
Yo he devorado el libro, pero también reconozco que me interesan muchísimo estos casos judiciales victorianos. Que nadie se lleve a error y piense que es una novela romántica cuando digo que buena parte de la trama está dedicada a la relación entre Gully y Florence. Más bien parece la disección de una historia que, dadas la posición social, características y edades de los protagonistas, estaba predestinada de un modo claro y cierto en una sola dirección (por poner un solo ejemplo, la activa y eminente vida social de Gully, casado, no se vio en absoluto alterada por esta relación, mientras que Florence, viuda, por ser mujer se vio condenada al ostracismo tanto social como familiar). Al tiempo, nos ofrece el retrato de una época vista desde los ojos de un personaje que tuvo acceso a buena parte de todo lo que ocurría en ella (incluso mostró un enorme interés por movimientos como el espiritismo, muy en auge en aquellos días, llegando a ser presidente de la Asociación británica de espiritismo).
Me detengo aquí, que no quiero desvelar nada inapropiado. He intentado dar todas las claves de un caso que está accesible en internet para quien quiera leerlo, pero sin desvelar cómo se llegó a él ni bajo qué circunstancias estuvieron implicados estos personajes. Existió una relación adúltera y escandalosa entre un médico sexagenario y una veinteañera de la alta sociedad, y hubo un caso de asesinato en el que ambos se vieron implicados, pero el modo en que lo estuvieron, el por qué y las circunstancias, tendréis que averiguarlo por vosotros mismos si os decidís a leer el libro.
Yo aconsejaría que, quien se decida a leer el libro, no investigue qué ocurrió en el caso Bravo antes de hacerlo, porque quizás pierda interés o aliciente, y realmente en esta historia lo que importa es cómo llegaron a esa situación, más que lo que ocurrió en ella. Jenkins lo sabía, lo tenía claro, y por eso el número de páginas dedicadas al cómo se llegó y al qué ocurrió difieren tanto en cantidad. Me gusta mucho esta escritora, me gusta cómo se centraba y planteaba casos en los que es fácil perder la perspectiva de lo que se quiere contar. Es una pena que solo estén traducidas estas dos obras suyas al castellano.
Para terminar, y por si a alguien le interesa esta temática, la periodista inglesa Lucy Worsley, que hace unos especiales en formato documental que toda la gente que nos pirran las cosas de época adoramos (lo mismo te habla de la Navidad victoriana que de una granja de esa época o de la corte de los Tudor), hizo tres programas fantásticos en los que relacionaba crímenes victorianos muy famosos y los enlazaba con la emergente literatura de crimen y misterio que surgió en aquella época hasta derivar en la ya famosa Golden Age de la literatura británica (desde Braddon hasta Agatha Christie, pasando por Conan Doyle y Dorothy L. Sayers, por nombrar solo algunos autores). Se llaman A very british murder, consta de 3 episodios, y creo que en youtube se pueden ver aunque sin subs (conocer a esta mujer es adorarla, por cierto... se nota que vive con pasión todas estas cosas, es muy expresiva). Os pongo el segundo episodio, pero seguro que tienen que rondar los otros dos por ahí :).
Páginas: 456
Fecha de publicación original: 1972
Fecha esta edición: mayo 2015
Fecha esta edición: mayo 2015
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 22,50 eurosIlustración de cubierta: Los personajes del caso Bravo (c. 1876, grabado en madera)
En mayo de 1870, Florence Ricardo, esposa de un capitán bebedor y violento, acudía a la consulta del doctor Gully en Malvern (Worcestershire), en busca de una cura para su estado de nervios: estaba agotada, deprimida, ansiosa, bebía preocupantemente, no paraba de llorar. El doctor Gully era famoso por sus tratamientos que hoy denominaríamos «alternativos», en especial la hidroterapia. Entre sus pacientes agradecidos se contaban Darwin, Tennyson y Carlyle. A pesar de los más de treinta años de edad que los separaban, el médico y su paciente iniciaron una relación que no tardaría en ir más allá de lo profesional y que, a lo largo del tiempo, pasaría por las más diversas fases, siempre bajo la amenaza del escándalo.
Como en Harriet, Elizabeth Jenkins reconstruye en La historia del doctor Gully (1972) un sonado caso criminal que dejó perpleja a la sociedad victoriana. Con una técnica narrativa magníficamente astuta, al servicio de una compleja trama con muchos e inesperados giros, la autora se las ingenia en todo momento para desbaratar las expectativas del lector y llevarlo de uno a otro extremo de la identificación con los personajes.
Psicológicamente brillante, socialmente revulsiva, esta historia de amor, manipulaciones y traición es una novela tan lúcida como intrigante.
No sé muy bien cómo afrontar esta reseña, porque la historia está basada en un caso real ocurrido en el último cuarto del siglo XIX que, a poco que se googlee, aparece desglosado pormenorizadamente de cabo a rabo, y tengo miedo de adentrarme o desvelar algo que no deba a aquellos que no sepan lo que se van a encontrar con esta lectura. Cuando comencé con ella yo ya sabía más o menos lo que ocurrió en su momento porque, si esta temática te gusta mucho (como es mi caso), a lo largo de los años más o menos vas conociendo sucesos y juicios victorianos de este tipo, pero como imagino que mucha gente (si es que alguien tiene interés por leer el libro) querrá hacerlo sabiendo lo menos posible sobre este suceso en concreto, intentaré hacer lo que hago siempre: apañármelas como pueda para desglosar mi opinión sobre el libro contando solo lo imprescindible sobre la trama en sí. Espero conseguirlo y no estropearle el argumento a nadie.
Cuando leí hace unos años Harriet, la novela de Elizabeth Jenkins que Alba editó con anterioridad a esta, tengo que reconocer que quedé encantada, y por eso no he dudado en repetir con La historia del doctor Gully. Ambos libros retratan sucesos que conmocionaron a la sociedad victoriana y, aunque no queda otra que retratarlos de manera novelada (con todas las aristas que conlleva), Jenkins se las apaña para hacer posible lo hipotético y verídico lo que solamente podemos suponer. Ella misma, en el prefacio de esta obra, afirma que su idea, lo que a ella realmente le hubiese gustado hacer, era escribir una biografía de Gully, pero los impedimentos eran demasiados para poder afrontarla con garantías. Por eso se decantó por la narración novelada, pero aun así echó mano de cuantos datos biográficos verídicos tuvo a su alcance y, de hecho, se intercalan a lo largo de la narración datos y aseveraciones auténticos y contrastables cuando se refieren a personalidades famosas con las que alternaba este variopinto médico.
El doctor James Gully fue toda una eminencia en su época. Tras una serie de vaivenes personales se instaló en Malvern y allí, junto a otro socio y médico, se hizo un nombre que no era solo conocido en Inglaterra, sino en toda Europa (y además contribuyó a que lo que solo era un pueblecito cerca de las montañas se convirtiese en una próspera ciudad). Utilizaba métodos alternativos (u homeopáticos, como se les llamaría ahora) para las curas (entre ellos el más famoso fue la hidroterapia con las aguas de Malvern Hills), y allí acudían en procesión personas de todo el país, ya fuesen anónimos o ilustres (entre ellos Tennyson, Mary Shelley, Dickens, Darwin...). Escribía libros, daba conferencias y charlas por toda Europa, y, en fin, tal y comento arriba, toda una celebridad que infundía veneración y respeto ante la sola mención de su nombre.
Aunque Jenkins podría haber ido a lo fácil, lo más interesante a priori, que podría ser el caso Bravo en sí mismo, lo cierto es que buena parte de las casi quinientas páginas del libro se centran en la relación entre Gully y Florence, y no es salvo en las cien últimas páginas donde nos adentramos en el caso que les hizo tristemente famosos. A Jenkins le importaban las personas, no los personajes, y ofreció su particular visión de cómo fue probablemente aquella relación, de las consecuencias sociales (o profesionales, en el caso de Gully) que tuvo para los dos, de cómo ambos fueron evolucionando por caminos distintos conforme los años pasaban, y de cómo todo derivó en el caso Bravo, en el que el abogado Charles Bravo murió envenenado. Este caso, aun hoy en día, sigue sin resolver, pero Jenkins ofrece una explicación que a mí personalmente me parece muy plausible a tenor de las pruebas que se ofrecieron en aquel momento y de las sospechas que albergaban algunos de los implicados.
Me detengo aquí, que no quiero desvelar nada inapropiado. He intentado dar todas las claves de un caso que está accesible en internet para quien quiera leerlo, pero sin desvelar cómo se llegó a él ni bajo qué circunstancias estuvieron implicados estos personajes. Existió una relación adúltera y escandalosa entre un médico sexagenario y una veinteañera de la alta sociedad, y hubo un caso de asesinato en el que ambos se vieron implicados, pero el modo en que lo estuvieron, el por qué y las circunstancias, tendréis que averiguarlo por vosotros mismos si os decidís a leer el libro.
Yo aconsejaría que, quien se decida a leer el libro, no investigue qué ocurrió en el caso Bravo antes de hacerlo, porque quizás pierda interés o aliciente, y realmente en esta historia lo que importa es cómo llegaron a esa situación, más que lo que ocurrió en ella. Jenkins lo sabía, lo tenía claro, y por eso el número de páginas dedicadas al cómo se llegó y al qué ocurrió difieren tanto en cantidad. Me gusta mucho esta escritora, me gusta cómo se centraba y planteaba casos en los que es fácil perder la perspectiva de lo que se quiere contar. Es una pena que solo estén traducidas estas dos obras suyas al castellano.
Para terminar, y por si a alguien le interesa esta temática, la periodista inglesa Lucy Worsley, que hace unos especiales en formato documental que toda la gente que nos pirran las cosas de época adoramos (lo mismo te habla de la Navidad victoriana que de una granja de esa época o de la corte de los Tudor), hizo tres programas fantásticos en los que relacionaba crímenes victorianos muy famosos y los enlazaba con la emergente literatura de crimen y misterio que surgió en aquella época hasta derivar en la ya famosa Golden Age de la literatura británica (desde Braddon hasta Agatha Christie, pasando por Conan Doyle y Dorothy L. Sayers, por nombrar solo algunos autores). Se llaman A very british murder, consta de 3 episodios, y creo que en youtube se pueden ver aunque sin subs (conocer a esta mujer es adorarla, por cierto... se nota que vive con pasión todas estas cosas, es muy expresiva). Os pongo el segundo episodio, pero seguro que tienen que rondar los otros dos por ahí :).
Elizabeth Jenkins nació en 1905 en Hitchin (Hertfordshire); su padre fundó la Cardicott School, cerca de Londres, aún hoy en funcionamiento. Estudió en Cambridge y fue profesora en la King Alfred School de Hamsptead. Se relacionó con el Grupo de Bloomsbury, aunque parece que no se llevaba muy bien con Virginia Woolf. Durante la Segunda Guerra Mundial tuvo un papel muy activo ayudando a refugiados judíos y a víctimas de los bombardeos de Londres.
Fue una de las fundadoras de la Jane Austen Society. Escribió biografías de Jane Austen, lady Caroline Lamb, Henry Fielding e Isabel I de Inglaterra, entre otras.
Su primera novela fue Virginia Water (1929); la segunda, Harriet, recibió en 1934 el premio Femina Vie Heureuse (imponiéndose a Evelyn Waugh y Un puñado de polvo) y fue un gran éxito de ventas. Otras novelas suyas son Robert and Helen (1944), The Tortoise and the Hare (1954), Brightness (1964) y Dr Gully’s Story (1971).
Cuando murió en Londres en 2010, a la edad de ciento cuatro años, el obituario de The Telegraph dijo: «El talento especial de Elizabeth Jenkins en sus novelas fue la descripción de la victimización de frágiles personajes que inspiran simpatía, a manos de gente que lo único que tiene de memorable es su crueldad. Como a Agatha Christie, le fascinaban los crímenes en las zonas residenciales».
Fue una de las fundadoras de la Jane Austen Society. Escribió biografías de Jane Austen, lady Caroline Lamb, Henry Fielding e Isabel I de Inglaterra, entre otras.
Su primera novela fue Virginia Water (1929); la segunda, Harriet, recibió en 1934 el premio Femina Vie Heureuse (imponiéndose a Evelyn Waugh y Un puñado de polvo) y fue un gran éxito de ventas. Otras novelas suyas son Robert and Helen (1944), The Tortoise and the Hare (1954), Brightness (1964) y Dr Gully’s Story (1971).
Cuando murió en Londres en 2010, a la edad de ciento cuatro años, el obituario de The Telegraph dijo: «El talento especial de Elizabeth Jenkins en sus novelas fue la descripción de la victimización de frágiles personajes que inspiran simpatía, a manos de gente que lo único que tiene de memorable es su crueldad. Como a Agatha Christie, le fascinaban los crímenes en las zonas residenciales».
Miss Hurst
Fantástica reseña! Sin duda, me anoto este libro entre mis pendientes porque me ha llamado muchísimo la atención. Besos gigantes!
ResponderEliminar¡Ains, gracias! Pues si consigues hacerle un huequín ya contarás qué tal. Tanto este como "Harriet" son dos libros fantásticos aunque muy distintos entre sí.
Eliminar¡Besote!
Pues voy a seguir tu consejo y no voy a googlear Caso Bravo, porque así a priori no lo recuerdo en absoluto y prefiero leer esta novela sin saberlo, seguro que tiene más gracia. Me apetece más leer al doctor Gully, por todo lo que nos cuentas, que a Harriet; por la figura del buen doctor y por sus métodos médicos en la época. ¿En la novela aparecen los Shelley, Tennyson, Dickens, Darwin,...? Me encantaría que hiciesen un "cameo", jijijiji. Bss
ResponderEliminarSiiii, síguelo y no leas nada de nada, que si no pierde todo el interés y sabrás desde el principio hacia donde va toda la historia. Gully como persona tenía que ser fascinante, no me extraña que Jenkins realmente quisiera escribir su biografía y no una novela (y esta señora escribió biografías de personajes muy relevantes, no le interesaba cualquiera). Como lecturas y como historias, son muy distintas: "Harriet" te hace pasarlo mal, esta es más costumbrista, más centrada en la historia entre Gully y Florence.
EliminarSobre lo que preguntas, realmente no aparecen, solo se les nombra, porque Gully se jubiló cuando comenzó su relación con Florence. Se nombran frases u opiniones que ellos daban sobre Gully y que están documentadas y registradas (en unos casos buenas, en otras lo tachaban de charlatán), y de vez en cuando Gully expresa su deseo de visitar a los Shelley, que se habían convertido en buenos amigos suyos. Pero no, como personajes no aparecen. Nos quedamos sin cameo... jajaja.
¡Besote!
Me has picado la curiosidad, ahora tengo que leer el libro.
ResponderEliminarBesos
Si es que soy muy mala... jajaja. Si te pones con él espero que lo disfrutes mucho :)
Eliminar¡Besote!
Qué gran reseña. A pesar de ser una novela no demasiado atractiva a priori para mí, habéis conseguido despertarme las ganas.
ResponderEliminarBesos.
¡Gracias! Reconozco que tanto esta como "Harriet" a mí me han gustado mucho, pero también tiene que gustarte mucho la temática y la época, porque si no imagino que no tienen el mismo interés. En cualquier caso, si al final te decides a leerla, espero que te guste y lo disfrutes.
Eliminar¡Besote!
Hola, a mí me gustaron muchísimo tanto Harriet como esta novela. Como bien dices, la autora podría haber ido a lo fácil y contar el caso Bravo que era lo más interesante, pero me encanta que describa con todo lujo de detalles cómo llegaron a esa situación. Muy buena reseña, un saludo :)
ResponderEliminar¿Verdad que sí? Es que lo recrea de tal manera que ves totalmente posible y plausible que las cosas sucedieran del modo que las plantea. Son casos reales, hay mucha documentación sobre ellos, pero ella va más allá y plasma magistralmente lo que pudo ocurrir detrás de cuatro paredes, y para eso no hay documentación que valga.
EliminarSon dos novelas que merecen muchísimo la pena.
¡Besote!
Hola! Pues tiene una pinta estupenda y me gusta lo que cuentas. Me lo llevo apuntado porque es de las lecturas que me suelen gustar.
ResponderEliminarUn beso
Si este tipo de lecturas suelen gustarte anímate con él, que creo que lo disfrutarás. No solo lo que cuenta es muy interesante, es que Jenkins escribe muy bien y se mete magistralmente en la psicología de los personajes.
Eliminar¡Besote!
Te voy a hacer caso y no voy a leer nada sobre lo sucedido hasta haber leído el libro. Me has convencido totalmente y tengo unas ganas enormes de conseguir esta novela. Y me apunto también esos documentales, porque creo que me iban a encantar como a ti.
ResponderEliminar¡Besos!
Nooooo, no leas nada... jajaja. Espero que disfrutes mucho la novela si decides leerla, y los documentales de verdad que todos los que hace Lucy Worsley son geniales, y mucha culpa la tiene ella. Les imprime una pasión y un amor por lo que cuenta que traspasa la pantalla.
Eliminar¡Besote!
Me llevo este libro a mi lista de pendientes enseguida, me encanta todo lo victoriano y sí, veré el documental porque Lucy Worsley es de lo mejor de la BBC. Me encanta!
ResponderEliminar¡Ains, alguien que conoce a Lucy Worsley!... jajaja. Pues si te suele gustar lo que hace, con estos 3 docus de "A very british murder" vas a disfrutar igual o más. Muy, muy interesantes. El libro es un manual de la vida social de la época, se me nota mucho en la reseña lo que me ha gustado (pero es que "Harriet" me gustó todavía más si cabe).
Eliminar¡Besote!
Pues ni idea del caso, la verdad. Y casi que mejor porque así la lectura tendrá más emoción.
ResponderEliminarMe da la sensación de que la longeva autora ponía mucho cuidado en la recepción de la época y que está muy bien lograda por lo mucho que te ha gustado. No soy muy de este tipo de historias judiciales porque a veces me cansan pero me has ganado con la distinción entre persona y personaje.
Besos
La historia judicial de verdad que apenas ocupa las últimas cien páginas del libro, y yo porque la esperaba, pero quien no sepa nada de la historia (y no haya leído reseñas... jajaja) no lo ve venir en absoluto. Aquí importan Gully y Florence como personas, no lo que les hizo famosos. La época está muy, muy bien lograda, y muy, muy documentada. Jenkins era una biógrafa estupenda, y se nota mucho en sus novelas, no deja nada al azar y recrea lo que cuenta con mucho preciosismo.
Eliminar¡Besote!
Hola!
ResponderEliminarLo primero felicidades por la reseña, porque sin ser el tipo de libro o historia que acostumbro a leer, has despertado mi curiosidad. No conocía el caso de que hablas así que si se me presenta la oportunidad de leer el libro lo haré. Me apetece mucho ver este documental que recomiendas, buscaré los capítulos en youtube.
Un beso
¡Gracias! Si te he abierto un poco la curiosidad por leerlo, espero que luego no te decepcione si lo haces :). A mí me gustan mucho estas novelas no solo por lo que cuentan, sino por la época en que ocurrieron, pero entiendo que no todo el mundo tiene el mismo interés que yo en estas cosas. Los docus son geniales, a ver si tienes suerte y puedes localizarlos.
Eliminar¡Besote!
Un caso judicial victoriano... ¡Vaya pinta! Y yo sin conocerlo. Me lo apunto. Un besazo.
ResponderEliminarEl caso judicial ocupa muy poco de la trama, solo las últimas cien páginas, pero aun así el libro es muy interesante y la época también. Yo creo que te gustará.
Eliminar¡Besote!
No he leído nada de la autora, aunque de Harriet he visto muy buenas reseñas, y por lo que cuentas de este libro, seguro que me gusta ( porque la época victoriana me encanta). No investigo mas para dejarme sorprender aunque la curiosidad me mata. Besinos.
ResponderEliminarAins, intenta no leer nada antes... jajaja.
EliminarEs que si lees algo sobre el caso ya vas a saber hacia donde va dirigida la historia que nos cuenta Jenkins, y pierde parte del interés. Si yo tengo que ordenarlos, me gustó más Harriet que el caso de Gully, pero los dos libros son fantásticos. Y el retrato que hace de aquella época siendo los dos casos reales, fantástico.
¡Besote!
He terminado Harriet hace poco y me ha encantado. Así que me anoto bien este título, que por lo que cuentas, lo voy a disfrutar igual.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sip, estoy contestando tan tarde que ya he leído tu reseña y todo... jajaja.
EliminarLos dos libros en el modo de narrar y la historia son muy distintos. No lo vas a pasar tan mal como con Harriet porque lo que cuenta esta historia va por derroteros muy diferentes, pero aun así es un muy buen libro.
¡Besote!
Tengo apuntado "Harriet" pero este lo apunto sin duda también, que buena pinta tiene....tanto como para quererlo ya! jaja Y los documentales que comentas no los conocía así que investigaré más sobre ellos también.
ResponderEliminarBesitos
Los documentales son geniales, de verdad (para quien le guste toda esta temática o la temática de época, claro). Sobre los libros, de empezar con uno en igualdad de condiciones yo recomendaría siempre "Harriet", pero este es estupendo también, aunque la narración es menos angustiosa (por describir de alguna manera lo que transmite Harriet).
Eliminar¡Besote!
Hola Miss Hurst,
ResponderEliminarYo leí Harriet, de esta autora... y me encantó, además de estar basado en un hecho real, "el misterio de Penge"... lo disfruté un montón!!
Y por lo que veo este libro sigue la misma línea, intentando escribir sobre algo que causó conmoción...
Sí, es una buena autora para leer....
Saludos!! ;)
Sigue la misma línea en cuanto a intentar desentramar un caso de aquella época pero la narración y la historia son muy distintas. Este libro es menos desasosegante, menos duro... con Harriet te hace sufrir porque se ensañaron con ella durante mucho tiempo; con este la narración es más costumbrista porque el asesinato fue repentino y lo importante es cómo llegaron a eso.
Eliminar¡Besote!
Me llama muchísimo todo lo que has contado, así que nada, me dejas con ganas de leerlo. Suena tan interesante...
ResponderEliminarUn beso, feliz navidad a las dos ;)
Feliz Navidad para ti también, Juan :)
EliminarSobre el libro, fíjate que creo que te gustaría más el otro suyo, Harriet. Realmente a mí este me ha gustado mucho, pero más me gustó Harriet... por si se presenta la ocasión :)
¡Besote!