Título original: The silkworm
Autor(a): Robert Galbraith
Editorial: Salamandra
Traducción: Gemma Rovira Ortega
Ilustración de cubierta: Sian Wilson
Sin embargo, a medida que la investigación avanza, Cormoran descubre que tras la ausencia de Quine hay mucho más de lo que su mujer cree. No hace mucho, Owen había acabado un manuscrito en el que revelaba los secretos más comprometidos de prácticamente todos sus conocidos. Es evidente que la publicación de la novela arruinaría sus vidas, así que, en teoría, cualquiera de ellos haría lo que fuese por impedir que el libro saliera a la luz.
Segunda entrega de la aclamada serie protagonizada por el detective Cormoran Strike y su ayudante Robin Ellacott, dos personas que por su arrojo y determinación, astucia y encanto, honestidad y pasión por su trabajo forman una peculiar pareja que deleitará a los aficionados a las historias de misterio y suspense.
Me estoy jugando alguna amistad con esta reseña (no miro a nadie xD), pero el verano pasado os mostré mi entusiasmo por El canto del cuco, la primera parte de la (de momento) trilogía protagonizada por Cormoran Strike y su ayudante Robin, y aquí vengo con el segundo tomo de la serie. Me encantan estos libros, os mentiría si os dijese lo contrario. Me lo paso pipa y Cormoran me parece lo más de lo más (lo replus). Así que aunque me dispongo a contaros qué me ha parecido la novela, que no os quepa ninguna duda de que me ha gustado mucho, y eso que iba con reparos porque el segundo no le ha gustado a mucha gente que sí le gustó el primero (y de hecho dicen que es el más flojo de los tres). Pero nada, lo que os digo, yo a lo mío: me ha gustado.
Han pasado unos meses desde los acontecimientos que tuvieron lugar en El canto del cuco. Strike se ha convertido en el detective privado de moda, le caen casos y trabajos como churros, la gente de dinero se pelea por contratar sus servicios... y vamos, que lo que en el primer libro eran todo penurias económicas, en este, por ese lado, se ha despejado el camino. Pero Cormoran está muy harto de los ricos maleducados estos, así que cuando una mujer sin un penique le pide que encuentre a su marido, Owen Quine, un escritor con ínfulas de genio que lleva desaparecido días, acepta el caso aun a sabiendas de que seguramente no cobrará por él.
Pero algo que parecía muy sencillo (encontrar a un hombre que supuestamente se ha ido de picospardos con alguna amante), se convierte en algo mucho más turbio, grotesco y truculento... tan turbio, grotesco y truculento como el último manuscrito que quería publicar Owen Quine, Bombyx Mori (el gusano de seda que da título al libro, pero en latín), y alrededor del que parece girar todo el misterio de su desaparición, porque no solo crea un nuevo subgénero literario, el brutalismo mágico, sino que en él no deja títere con cabeza entre su familia, sus amistades, sus amantes y los personajes del mundo editorial en el que se mueve. Y ese manuscrito lo han leído muchas personas, así que, por decirlo de algún modo, hay muchos, muchos sospechosos que odian a muerte a Quine.
En el caso de Cormoran cobra importancia, o se le da una relevancia que en el primer libro quedaba más soslayada, a su incapacidad. Esa media pierna que perdió en Afganistán le da muchos problemas, y esa prótesis que utiliza aguantaría el ritmo de una persona normal, pero no el de alguien como él que se tira todo el día en la calle y que tiene una envergadura considerable. Cuando la ciudad se ve cubierta por varios centimetros de nieve, cuando hay que utilizar un coche con marchas, o simplemente un mal paso o un mal movimiento de la rodilla a la que va unida la prótesis, se convierte en un problema grave. En esta segunda novela se ahonda más en el día a día de una persona con estas limitaciones, y en lo mucho que le cuesta a Cormoran reconocerlas o admitir el dolor casi perpetuo que siente en la pierna.
Más allá de eso, el Cormoran Strike que conocimos en la primera novela sigue aquí en todo su esplendor. Su persistencia, la capacidad organizativa adquirida en el ejército, su intuición, su temeridad, su inteligencia... Es muy grande en todos lo sentidos. Soy muy fan de este personaje. Ni yo misma sé por qué, pero estas cosas no tienen por qué tener una razón de ser. Me encanta, y ya está.
Con Robin sí que he tenido mis más y mis menos... el grito de "¡Todas somos Robin!" de mi reseña de El canto del cuco se ha quedado un poco chafadillo (de verdad, luego me releo pasado el tiempo y se me va mucho la pinza... jajaja). A ver, la Robin inteligente e intuitiva que quiere ser a toda costa detective privado, que quiere que Cormoran le dé más responsabilidades, que quiere dedicar su vida a esto, que rechaza trabajos mucho mejor pagados por cumplir su sueño, que quiere que reconozcan su talento... esa Robin peleona sigue estando ahí. Pero luego hay una Robin que no me gusta nada, la Robin que se va a su casa y aguanta al tipejo ese llamado Matthew, del que no puedo dar más explicaciones salvo decir que lo mandaría de una patada en el culo a China. No digo que quiera que surja algo con Strike (¡no lo digo!, ¡no lo digo!, ¡no estoy cruzando los dedos debajo de la mesa!, ¿vale? xDDD), pero estoy esperando a ver cuándo se da cuenta de ciertas cosas y pone pies en polvorosa. Muy en polvorosa. Porque Robin es muy lista para algunas cosas pero muy tonta para otras.
En cuanto al mundo en el que se desenvuelve la trama, si ya en el primer libro no era nada soslayada la crítica a los nuevos ricos y sus pies de barro, en este es el mundillo editorial el que recibe unos cuantos zascas, tanto por el modo en que las editoriales tratan de aprovechar cualquier suceso siniestro con tal de hacer caja, como por la rivalidad entre autores a cuentas de su talento y éxito (o la carencia de una o ambas cosas), como por los escritores en sí mismos y lo que están dispuestos a hacer con tal de ver su nombre en la prensa. En esta historia hay mucho ego suelto, los escritores protagonistas se creen la repanocha, y no me cabe duda de quela Rowling
Galbraith ha volcado mucho de lo visto y vivido en todos estos años.
Toda la novela gira alrededor del mundo editorial, y por un lado o por
el otro caen perlas sobre el tema. Se llega a decir que hoy por hoy hay
más escritores que lectores, que hay obsesión por publicar, que todo el
mundo se cree con talento para escribir un libro... También da una
visión bastante negativa de los autores que están en la cima del éxito
(o lo han estado alguna vez y han caído en el olvido). Mucho se podría
debatir sobre esto.
Como
no puedo poner biografía del tal Robert, y tengo que hacer como que no
pongo la de J.K., os pongo los tres libros publicados hasta la fecha con
este seudónimo y el título del cuarto, ya confirmado. J.K. dijo en su momento que como mínimo serían 6, así que tenemos Cormoran para rato.
Páginas: 544
Fecha esta edición: marzo 2015
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19 eurosIlustración de cubierta: Sian Wilson
La desaparición del novelista Owen Quine no altera demasiado a su
esposa, convencida de que su marido se ha marchado a pasar unos días
solo, tal como ha hecho en otras ocasiones. Por ello acude al despacho
del detective privado Cormoran Strike para encargarle que encuentre a su
esposo y lo lleve de vuelta a casa.
Sin embargo, a medida que la investigación avanza, Cormoran descubre que tras la ausencia de Quine hay mucho más de lo que su mujer cree. No hace mucho, Owen había acabado un manuscrito en el que revelaba los secretos más comprometidos de prácticamente todos sus conocidos. Es evidente que la publicación de la novela arruinaría sus vidas, así que, en teoría, cualquiera de ellos haría lo que fuese por impedir que el libro saliera a la luz.
Segunda entrega de la aclamada serie protagonizada por el detective Cormoran Strike y su ayudante Robin Ellacott, dos personas que por su arrojo y determinación, astucia y encanto, honestidad y pasión por su trabajo forman una peculiar pareja que deleitará a los aficionados a las historias de misterio y suspense.
Me estoy jugando alguna amistad con esta reseña (no miro a nadie xD), pero el verano pasado os mostré mi entusiasmo por El canto del cuco, la primera parte de la (de momento) trilogía protagonizada por Cormoran Strike y su ayudante Robin, y aquí vengo con el segundo tomo de la serie. Me encantan estos libros, os mentiría si os dijese lo contrario. Me lo paso pipa y Cormoran me parece lo más de lo más (lo replus). Así que aunque me dispongo a contaros qué me ha parecido la novela, que no os quepa ninguna duda de que me ha gustado mucho, y eso que iba con reparos porque el segundo no le ha gustado a mucha gente que sí le gustó el primero (y de hecho dicen que es el más flojo de los tres). Pero nada, lo que os digo, yo a lo mío: me ha gustado.
Han pasado unos meses desde los acontecimientos que tuvieron lugar en El canto del cuco. Strike se ha convertido en el detective privado de moda, le caen casos y trabajos como churros, la gente de dinero se pelea por contratar sus servicios... y vamos, que lo que en el primer libro eran todo penurias económicas, en este, por ese lado, se ha despejado el camino. Pero Cormoran está muy harto de los ricos maleducados estos, así que cuando una mujer sin un penique le pide que encuentre a su marido, Owen Quine, un escritor con ínfulas de genio que lleva desaparecido días, acepta el caso aun a sabiendas de que seguramente no cobrará por él.
Pero algo que parecía muy sencillo (encontrar a un hombre que supuestamente se ha ido de picospardos con alguna amante), se convierte en algo mucho más turbio, grotesco y truculento... tan turbio, grotesco y truculento como el último manuscrito que quería publicar Owen Quine, Bombyx Mori (el gusano de seda que da título al libro, pero en latín), y alrededor del que parece girar todo el misterio de su desaparición, porque no solo crea un nuevo subgénero literario, el brutalismo mágico, sino que en él no deja títere con cabeza entre su familia, sus amistades, sus amantes y los personajes del mundo editorial en el que se mueve. Y ese manuscrito lo han leído muchas personas, así que, por decirlo de algún modo, hay muchos, muchos sospechosos que odian a muerte a Quine.
Lo único que me había revelado de Bombyx Mori era que el gusano de seda era una metáfora del escritor, que sufre una agonía para escribir algo que valga la pena.Ya lo dije en El canto del cuco, esta serie protagonizada por Strike contiene historias donde no hay que esperar acción trepidante porque no la hay. Bebe mucho de los clásicos policíacos, del sin prisa pero sin pausa, del investigar para averiguar, de los interrogatorios, de las visitas a sospechosos, de las vigilancias a pie de calle... y todo a su debido tiempo sin trucos ni piruetas mortales; sigue sus premisas y en su ritmo se asemeja mucho más a esos clásicos que menciono que a los thrillers o novelas negras actuales. Son novelas policíacas en las que el caso avanza sin estridencias pero sin grietas, y dando mucha, muchísima importancia, a los personajes. Y es que, como ya pasaba en el primero, el terreno personal de los dos protagonistas es casi igual de importante que la trama, y ambas cosas se entrelazan a lo largo de toda la narración.
En el caso de Cormoran cobra importancia, o se le da una relevancia que en el primer libro quedaba más soslayada, a su incapacidad. Esa media pierna que perdió en Afganistán le da muchos problemas, y esa prótesis que utiliza aguantaría el ritmo de una persona normal, pero no el de alguien como él que se tira todo el día en la calle y que tiene una envergadura considerable. Cuando la ciudad se ve cubierta por varios centimetros de nieve, cuando hay que utilizar un coche con marchas, o simplemente un mal paso o un mal movimiento de la rodilla a la que va unida la prótesis, se convierte en un problema grave. En esta segunda novela se ahonda más en el día a día de una persona con estas limitaciones, y en lo mucho que le cuesta a Cormoran reconocerlas o admitir el dolor casi perpetuo que siente en la pierna.
Más allá de eso, el Cormoran Strike que conocimos en la primera novela sigue aquí en todo su esplendor. Su persistencia, la capacidad organizativa adquirida en el ejército, su intuición, su temeridad, su inteligencia... Es muy grande en todos lo sentidos. Soy muy fan de este personaje. Ni yo misma sé por qué, pero estas cosas no tienen por qué tener una razón de ser. Me encanta, y ya está.
En cuanto al mundo en el que se desenvuelve la trama, si ya en el primer libro no era nada soslayada la crítica a los nuevos ricos y sus pies de barro, en este es el mundillo editorial el que recibe unos cuantos zascas, tanto por el modo en que las editoriales tratan de aprovechar cualquier suceso siniestro con tal de hacer caja, como por la rivalidad entre autores a cuentas de su talento y éxito (o la carencia de una o ambas cosas), como por los escritores en sí mismos y lo que están dispuestos a hacer con tal de ver su nombre en la prensa. En esta historia hay mucho ego suelto, los escritores protagonistas se creen la repanocha, y no me cabe duda de que
Los escritores somos una raza salvaje, señor Strike. Si busca amistades duraderas y camaradería desinteresada, alístese en el ejército y aprenda a matar. Si prefiere una vida llena de alianzas pasajeras con colegas que se regodearán con cada uno de sus fracasos, escriba novelas.Ya sabéis que siempre evito contar ni una palabra de más sobre el caso en sí y lo que se va averiguando, así que lo dejo aquí. A mí me ha parecido muy bien narrada, bien hilada y bien resuelta (bueno, hay una cosa hacia el final en plan "no te flipes tanto, J.K." que tampoco tiene mayor importancia pero que mi lado tiquis no puede dejar de mencionar). Iba con pies de plomo pero me ha gustado, y del tercero hablan muy bien, así que ¡alegría! A seguir disfrutando de Cormoran. Y para quien le interese, la BBC emitió las adaptaciones de los dos primeros libros antes de Navidad, y la del tercero se está emitiendo esta misma semana. Yo os dejo el tráiler de la adaptación de este segundo libro, que es el que toca :)
Robert Galbraith es el seudónimo de J.K. Rowling, y con eso ya está todo dicho.
- El canto del cuco (2013, Espasa)
- El gusano de seda (2015, Salamandra)
- El oficio del mal (2016, Salamandra)
- Lethal White (¿2018?)
Totalmente desconocida para mi esta trilogía y su autora (a ver, sé quién es, os lo aseguro, pero NO HE LEÍDO nada de ella, así que soy el bicho raro de los bichos raros)... me gustan las novelas de detectives, no son las que más, pero me lo paso bien con ella, y más si el protagonista es de esos anti-héroes que me van en literatura.
ResponderEliminarLeí el primero de la serie y me gustó, me pareció entretenido, lo que no sé es porque no he seguido con la serie, pues nada viendo que te ha gustado, voy a ver si lo leo.
ResponderEliminarBesos
Nuestra amistad está por encima de reseñas!!! Y tranquilas, que con esta novela no vamos a discutir, me encanta antes de leerlo ¿Que Robin se nos ha convertido en una pequeña burguesa? Pues tampoco es tan grave 😄
ResponderEliminarYo lo voy a leer, no se cuando pero lo leeré.
Besitos 💋💋💋
Ay madre mía que despiste tengo encima. Tengo en el kindle El oficio del mal y no sé por qué pensaba que era el segundo!! Menos mal que no me lo he puesto a leer jeje.. así que nada, después de leer tu magnífica reseña tendré que hacerme con él para poder leerlo antes de El oficio del mal, que ya llevaba su tiempo en el kindle, pobrecito a esperar un poco más. :)
ResponderEliminarUn besazo
Pues a mi esta fue la que menos me gustó de las tres que llevo leídas. El caso me parecio desagradable y complicado de más y me costó bastante acabarlo. Pero bueno tiene que haber gustos para todo, ya nos contarás que te parece el tercero. Estoy deseando que traduzcan el siguiente. Besinos.
ResponderEliminarPues El canto del cuco lo compré en una oferta para el Kindle de dos euros y algo porque la verdad que tuvo buenísimas críticas pero ahí sigue esperando, a ver si me animo. Lo que me pasa con los libros que tengo en el ebook es que no los recuerdos y se pasan ahí tiempo y tiempo los pobres.
ResponderEliminarBesos
Entonces es que no es amistad.... solo faltaba mujer, cada una lee lo que le da la ganaaaaa.
ResponderEliminarSi te ha entretenido, fantástico. Yo no he leído ninguno y de momento tampoco me atraen, así que me lo salto. Pero seguimos siendo chupiamiguis eh.
BEsotes.
Pues yo me aburrí con el primero que encima se metía en el mundo moda si no recuerdo mal. Pero me pareció que era más de lo de siempre y no congenié ni con la autora ni con los personajes. Se torció lo nuestro.
ResponderEliminarMe han dicho que lea Una vacante imprevista pero no veo el momento.
Besos
Yo no he leído ninguno así que no puedo opinar mucho jajaja Pero con la primera me dejaste con ganas, así que si cuando la lea me gusta no dudaré en continuar con la saga ;) La serie promete muchooo, espero aguantarme las ganas de verla antes de leerlos.
ResponderEliminarBesitos
Pues no he leído ninguno de estos libros. Y viendo cómo lo has disfrutado, ahora me picas la curiosidad. Quizás me anime.
ResponderEliminarBesotes!!!
A pesar de las buenas críticas que he leído, tratándose de una trilogía lo voy a dejar pasar. Me alegro que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tengo en el kindle el primero de la serie pero llevo posponiéndolo años. A ver si me animo. Saludos
ResponderEliminarNo he leido ninguno de esta trilogía pero voy de cabeza a por ellos, ¡qué ganas! Saludos
ResponderEliminarSi es que todo lo que toca Rowling pasa por mis manos, tarde o temprano. No obstante, todo se debe al fenómeno Harry Potter, del que soy un orgulloso seguidor, ya que Una Vacante Imprevista me decepcionó bastante, no me terminó de agradar.
ResponderEliminarSinceramente pienso que ella al ocultarse bajo ese pseudónimo buscaba lectores por la trama y no todos los del saco potterhead que vamos de cabeza a lo que saque. Aun así, esta serie de libros entran en mi género preferido, por lo que seguramente acabe leyéndolos... por más que soy reacio en un principio a meterme (al sufrimiento de) sagas por lo que toca esperar y el miedo a que me defrauden por alargar la historia demasiado y eso. Y si van 4...y dice mínimo 6, como compre el primero tendré que completarla sí o sí.
Aish, pues me has dejado confundida. Tenía pendiente leerlos, pero luego vas y dices que es de ritmo lento y yo soy más de thrillers trepidantes, pero luego alabas tanto la novela y dices que trata unos temas tan interesantes...Me ha parecido guay lo de la cojera del protagonista y también los zascas al mundo editorial. Va a ser que los mantengo en mi lista de pendientes ;)
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