Título original: The Red House Mystery
Autor: A.A. Milne
Editorial: Siruela
Traducción: Raquel García Rojas
Prólogo: A.A. Milne
Páginas: 226
Fecha de publicación original: 1922
Fecha esta edición: septiembre 2018
Encuadernación: cartoné
Precio: 21,95 eurosImagen de cubierta: Christchurch Mansion, Ipswich
Mark Ablett, propietario de una magnífica residencia en la campiña
inglesa, organiza en su casa un animado encuentro. Entre los variopintos
invitados ;una viuda y su casadera hija, un militar retirado, una
voluntariosa actriz; se cuentan también Anthony Gillingham y su amigo
Bill Beverley, a quienes dos inesperados acontecimientos empujarán a
ejercer circunstancialmente de Watson y Holmes: el misterioso asesinato
del hermano de su anfitrión ;llegado hace poco desde Australia y
considerado como la oveja negra de la familia; y la no menos
inexplicable ausencia de este último tras el crimen...
El misterio de la
Casa Roja (1922), única incursión en la ficción detectivesca del autor
de Winnie the Pooh, es considerada como una de las mejores y más
imaginativas novelas de cuarto cerrado en la historia del género.
Ya sabéis que me gusta bastante esta colección de clásicos policíacos de Siruela pero que tengo mis más y mis menos con las elecciones que contiene. Tampoco puedo pretender que me gusten todos los libros de la colección por igual, así que aunque me lleve algún chasco, sigo acercándome a ella a ver qué me encuentro, y este libro que os traigo tenía el plus del autor y la peculiaridad que supuso en su obra una novela de misterio como esta. Y es que El misterio de la Casa Roja fue escrito por A.A. Milne, creador de Winnie the Pooh, lo que no deja de tener su aquel. ¿Queréis saber qué me ha parecido? Pues os cuento.
La Casa Roja del título es la magnífica residencia de Mark Ablett, un hombre rico aunque un tanto peculiar que tiene un hermano al que hace años que no ve (la oveja negra de la familia, que emigró hace mucho tiempo). El día en que comienza la historia, Mark cuenta con varios invitados en la casa pasando unos días de vacaciones así como con la presencia de Cayley, su joven secretario. Durante el desayuno recibe la noticia de que ese día se presentará en la casa su hermano Robert. Cuando horas más tarde el tal Robert aparece asesinado dentro del despacho de Mark, y Mark no aparece por ningún sitio, las cosas parecen claras: Mark ha asesinado a su hermano Robert y se ha dado a la fuga. Pero un nuevo personaje aparece en escena, Antony Gillingham, un joven despreocupado que hace lo que le viene en gana en cada momento, y esa tarde lo que le apetece es pasarse por la Casa Roja, donde sabe que uno de los invitados es su amigo Bill. La casualidad hace que su llegada a la casa coincida justo con el instante en que reina el caos tras haberse escuchado unos disparos y Cayley está intentando acceder al despacho para saber qué ha ocurrido. La policía no ve más allá de la fuga de Mark Ablett; Gillingham, testigo de primera mano del descubrimiento del cadáver, no lo tiene tan claro, y como todo lo que hace en la vida, se toma este incidente como una aventura más: decide convertirse en detective por un espacio de tiempo y averiguar lo que ha ocurrido en la Casa Roja.
Querido padre: como toda la buena gente, tienes debilidad por las novelas policíacas y te parece que nunca hay suficientes. Por eso, después de todo lo que has hecho por mí, lo menos que puedo hacer yo por ti es escribirte una. Aquí está, con más gratitud y afecto de los que puedo expresar en estas líneas.El misterio de la Casa Roja es la única novela de misterio en la bibliografía de A.A. Milne, y se la dedicó a su padre de la manera que veis arriba. Qué pena que solo escribiese una porque, después de leer esta única incursión del autor en el género, sinceramente creo que la novela de misterio se perdió a un gran autor con un punto de vista un tanto irreverente y una intención notable de darle un poco la vuelta al género. Lo dicho, una pena... como yo hubiese sido su editora, le hubiese implorado menos Winnie the Pooh y más crímenes que resolver xD.
Aunque al comenzar la novela hay muchos personajes, no creáis que esto va, tal y como suele suceder en buena parte de las novelas de la época, de descubrir quién de entre todos los que estaban en ese momento en la casa es el asesino. No, en cuanto se descubre el asesinato los mandan a casi todos a su casa y en la mansión solo quedan Cayley (el secretario), Gillingham y Bill. El culpable está claro para la policía, Mark Ablett no aparece, y no hay investigación que valga. Solo Gillingham ve cosas raras en el caso y aprovecha que tiene que quedarse en la casa (por si la policía le necesita al haber sido el primero en llegar hasta el cadáver junto a Cayley) para investigar un poco. Se propone ser detective como antes se ha propuesto multitud de empleos y trabajos para pasar un poco el rato, y él mismo se impone el rol de Sherlock Holmes. A su amigo Bill le propone ser su Watson, y los dos, encantados de la vida, irán desenmarañando lo que ocurrió en el interior de ese despacho.
La novela destaca sobre todo por el humor irónico y a veces socarrón del detective aficionado protagonista, Gillingham, y más inocentón de su compañero de aventuras, Bill. A veces incluso podría parecer que El misterio de la Casa Roja roza la parodia de las novelas policíacas, pero lo hace de una manera tan inteligente que funciona como un reloj si decides hacer caso omiso de ese tono. Es decir, que si quieres ver una parodia la ves, pero si quieres ver un misterio serio y formal (con mucho humor, eso sí) conforme a los mandamientos de la Golden Age, también lo ves. Y conseguir eso es muy, muy difícil, y al tiempo es lo que le da una personalidad y un punto a la novela bastante interesantes.
Y tengo que hacer mención aparte al prólogo que adjunta la edición, prólogo que escribió el propio Milne para una de las ediciones de El misterio de la Casa Roja, porque merece la pena su lectura casi tanto como la del libro. Está lleno de humor e ironía (muy en la línea de la propia novela), y en él dejaba claro lo que consideraba una buena novela policíaca. Desde desear que estuviese escrita en inglés (forma sutil de decir que no soportaba el estilo recargado de la prosa cuando se pueden decir las cosas de manera clara y sencilla), a afirmar que prefería que no incluyese tramas románticas porque mientras el lector está pendiente del romance podrían estar pasando cosas mucho más interesantes y determinantes para la resolución del caso. Y hace especial hincapié en que el detective debe ser aficionado y estar a la misma algura que el lector (no tener conocimientos especiales por encima del lector medio), pero que sí debe haber un Watson. Ains, es que no puedo evitarlo, os pongo una cita del prólogo:
¿Qué hay de Watson? ¿Tiene que haber un Watson? Sí. Muera el autor que deja el desenlace para el último capítulo y convierte todos los anteriores en mero prólogo para un drama de cinco minutos. Esa no es forma de escribir una novela. Tenemos que saber capítulo a capítulo lo que piensa el investigador. Para ello puede servirse de Watson o de un soliloquio; lo primero no es más que una versión dialogada del segundo y, por ello, más entretenido. Un Watson, entonces, pero no necesariamente estúpido. Un poco lento, de acuerdo, como lo somos tantos de nosotros, pero cordial, humano, agradable...Hace ya un par de meses que lo leí (sí, mi retraso en las reseñas nada más comenzado el año es de traca), y aun así tengo todavía en la cabeza muchas de las escenas del libro. Me lo pasé genial leyéndolo, me hizo sonreír muchas veces y la trama es consistente. No falta el consabido y esperable giro al final del libro, y no tiene esos agujeros negros que me fastidia encontrarme en este tipo de historias porque me estropean la valoración final. Me parece una lectura muy recomendable para quien le gusten los clásicos policíacos, para quien le guste Winnie the Pooh y quiera conocer otra vertiente del autor (y comprobar si lo reconoce en ella o se encuentra a un autor diferente y lleno de posibilidades), y para quien simplemente quiera pasar un buen rato de lectura con un misterio por resolver y unos detectives muy majos empeñados en tener éxito descifrándolo.
Alan Alexander Milne (Londres, 1882-Sussex, 1956) era ya un reconocido
dramaturgo cuando en 1926 dio a imprenta los primeros y exitosos relatos
dedicados al más célebre oso de la literatura infantil, universalizado
por las numerosas adaptaciones cinematográficas a cargo de Walt Disney.
A mí con esta colección me pasa como a ti, unas me gustan más que otras, pero esta tiene muy buena pinta y me has dejado con ganas de leerla.
ResponderEliminarBesos
Te leo por encima que lo tengo pendiente de reseña. Besinos.
ResponderEliminarMe gusta esta colección de Siruela, de vez en cuando un misterio clásico resultar cómodo y gratificante de leer ahora que estamos acostumbrados a otro tipo de elementos en el género.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que lo disfrutaría mucho, me lo llevo anotado para algún momento más adelante. Gracias por la recomendación,
ResponderEliminarbesitos
Ya me lo recomendaste antes de publicar la reseña y ya está en casa. Compré también Asesinato en el laberinto. A ver cuando me pongo con ellos.
ResponderEliminarBesos
Pues tiene buena pinta; a ver si me decido a comprar algún libro de esta colección porque es realmente atractiva; esta novela puede ser una buena opción.
ResponderEliminarUn beso
No me importaría leerla. Me gusta lo que nos cuentas en tu reseña. Besos.
ResponderEliminarPues me encanta ese trocito de prólogo que has añadido, no puedo estar más de acuerdo con el autor. Resolver todo en el último capítulo es mal!! jajajaa
ResponderEliminarAnotado queda este título de la colección, porque viendo el estilo del autor creo que me gustaría.
Besitos
Hola guapa, pues mira esta novela la tenía en el punto de mira gracias a Ana Granger, de El aventurero de papel, que me descubrió una editorial pequeñita Sherlock Ediciones y tienen este libro a un precio bastante asequible. No sabía que lo tenía Siruela. Pero igual me cojo la de ediciones Sherlock para ver qué tal son. Y por supuesto me has picado mogollón con la reseña.
ResponderEliminarUn besazo
¡Uuuuh,lo necesito! Otra necesidad creada hoy miercoles, y solo son las 16h 😂😂😂
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
Pero qué buena pinta tiene. TOmo buena nota que no lo conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me lo llevo que pinta genial. Besos
ResponderEliminarCómo me apetece leerlo!!! Tiene todo cuanto me gusta de este tipo de novelas, empezando por el autor:) Inglaterra, mansión, humor...Me voy a buscarla por la web.
ResponderEliminarMil gracias por dármela a conocer!! Y enhorabuena por la estupenda reseña!!
Anda, pues se me acaba de quedar una cara... Qué curioso, tampoco yo sabía que el autor de las historias del célebre oso animado hubiese hecho sus pinitos con este género. Por lo que cuentas promete.
ResponderEliminarUn beso ;)
Pues muy sorprendida al descubrir quién era el autor. En cuanto a la novela, la trama no me llama, pese a que el prólogo en el que diserta sobre el género parece interesante.
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