Título original: Romanticismo
Autor: Manuel Longares
Editorial: Galaxia Gutenberg
Páginas: 552
Fecha de publicación original: 2001
Fecha esta edición: febrero 2019
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: 23,90 eurosIlustración de cubierta: Albert Planas
En el reducto burgués del madrileño barrio de Salamanca, a través de
tres generaciones de una familia marcadas por un amor inviable, esta
novela nos cuenta unos años cruciales de la vida española, tras la
muerte del Caudillo y la transformación política que supone.
Que nada cambie o que a todo se le dé la vuelta, es la cuestión que incide como una amenaza en ese barrio conservador en el que la vida se considera inalterable en sus ritos, costumbres y creencias, y donde los acomodados descartan cualquier alternativa.
Casi veinte años después, Galaxia Gutenberg recupera esta novela, que ganó el premio nacional de la Crítica, y que ya en su momento fue considerada una obra maestra. Una novela imprescindible, situada en la estela de la mejor narrativa europea del siglo xx. Esta edición incluye un texto del autor en el que se desvelan algunas claves de su creación.
Que nada cambie o que a todo se le dé la vuelta, es la cuestión que incide como una amenaza en ese barrio conservador en el que la vida se considera inalterable en sus ritos, costumbres y creencias, y donde los acomodados descartan cualquier alternativa.
Casi veinte años después, Galaxia Gutenberg recupera esta novela, que ganó el premio nacional de la Crítica, y que ya en su momento fue considerada una obra maestra. Una novela imprescindible, situada en la estela de la mejor narrativa europea del siglo xx. Esta edición incluye un texto del autor en el que se desvelan algunas claves de su creación.
Romanticismo, de Manuel Longares, es el pasaporte para entrar a ese microcosmos privilegiado y exclusivo donde un grupo de personas, debido a su estatus social aceptado y reconocido, vive en la creencia y en la realidad (también con la deferencia y el respeto) que les otorga ocupar la cúspide de la jerarquía social.
Aquella mañana, en cuanto Arce partió en el descapotable con la camisa azul bajo el abrigo de piel, Pía quedó como electrocutada y ni bajó a la compra ni hojeó el periódico de Caty Labaig ni despertó a Virucha y Goreti ni quso la tila que le traía Wences, sino que se prendió del televisor con la mirada errática y la imaginación trepidante de las noches bélicas.Y es que la situación no era para menos. El matrimonio formado por José Luis Arce y Pía Matesanz, domiciliado en el barrio de Salamanca, sentía pendular los cimientos de su posición social pues, de una manera o de otra, se avecinaban tiempos de cambios: el Caudillo había muerto, y con él todo un estilo de vida que abogaba por desaparecer o, en el mejor de los casos, transformarse. Esta transformación es la que viviremos junto a los Arce-Matesanz: los cambios y miedos que llegaron después de cerrar el ciclo vital y político del Caudillo que gobernó España durante cuarenta años.
No es raro que Pía se sienta algo indispuesta cuando visiona el entierro, pues todo su mundo conocido, toda esa pasividad e indolencia teñidas de respetabilidad y privilegio, comienzan a desestabilizarse. En esos momentos no las tiene todas consigo: su posición, adscrita o asignada por haber nacido en el seno de una familia adinerada del madrileño barrio de Salamanca, puede verse alterada por los movedizos e inestables tiempos que se avecinan. Ambos, ella y su marido, vivían protegidos y mimados por su riqueza y las relaciones sociales que les otorgaba el sentido de pertenencia de vivir en el barrio en que vivían. Cumplidores de todas las normas sociales, no aspiraban a otra cosa que perpetuar este sentido con sus vástagos: vivir en el ombligo del mundo les había cerrado los ojos o, más bien, cegado metafísicamente a otras realidades o tipo de justicias.
El autor divide la narración en tres partes (Sepulcro de la memoria-Desajustes-Restauración) que nos sirven para recorrer la vida de los protagonistas y la historia de España durante más de tres décadas (si tenemos en cuenta todas las analepsis o escenas retrospectivas que los diferentes personajes protagonizan y que alteran o suspenden de algún modo la cronología de la historia, al tiempo que nos ayudan a entender y comprender los sentimientos y pensamientos de esos mismos personajes).
La novela comienza con la agonía y muerte del Caudillo y con la preocupación de todos aquellos que han sido mimados por su régimen, entre los que se encuentran los Arce-Matesanz que, junto a su hija Virucha, han vivido y todavía viven cómodamente en su piso del barrio de Salamanca. Ellos, que hasta ahora solo se dedicaban a sacar lustre a su clase por medio de rutinas y ritos sociales (que cumplían a rajatabla ante la creencia y la querencia de que si los modificaban sufrirían graves y temibles consecuencias), son testigos de cómo todas estas ceremonias y liturgias se ven totalmente transformadas con el cambio de régimen y quedan, tal y como titula la primera parte del libro, sepultadas en la memoria.
En cierto modo debe hacerse una retrospección, lanzar una mirada hacia tiempos pasados para evocarlos y recordarlos y así poder asimilar el incierto tiempo presente y futuro. Hay que soltar y dejar ir por mucho que duela, y eso es lo que hacen nuestros protagonistas, quienes se adaptan a los nuevos tiempos sin perder un ápice de brillo social (más bien todo lo contrario). Aplican el dicho de nobleza obliga a la máxima potencia: si hay que cepillarse la indolencia pues se hace, y si hay que tintarse la camisa, también. Todo siempre en interés de la clase y el estatus que los mantiene y sostiene en el rango de los privilegiados y les permite conservar un estilo de vida de influencias y regalías.
Esta es la evolución que vemos en los protagonistas, al tiempo que el autor va introduciendo los diferentes cambios sociales acaecidos durante treinta años en nuestro país. De este modo somos participes de cómo los diferentes personajes se adaptan a esos cambios, y testigos de cómo, en el fondo, no les resultan tan profundos ni desestabilizares. Como dice Panizo, el administrador-contable de los vecinos del barrio de Salamanca donde transcurre la historia:
Ellos y los que les precedían y los que serían educados en sus principios conforme al sistema de una Casa Real, habían convivido con socialistas y derechas democráticas, con el caudillaje, con monárquicos y republicanos, con la dictablanda y con la regencia, con conservadores, liberales y revolucionarios -por abarcar sólo el periodo iniciado desde la fundación del barrio donde se acogían-, y salvo las excepciones lamentadas por sus biógrafos, nadie les había quitado un duro ni un átomo de grasa.Para que esto sucediera así, estas gentes debían ponerse en movimiento y fluctuar con los nuevos tiempos que se les avecinaban con el fin de protegerse y estabilizarse. Esto mismo hicieron los Arce-Matesanz durante treinta años para seguir perteneciendo a su estatus privilegiado: adaptarse como las mejores de de las especies para, no solo sobrevivir, sino hacerse más grandes si cabe.
Ese proceso de adaptación y restauración es el que Manuel Longares relata magistralmente en Romanticismo, sin duda un manual y una fuente para aquellos que buscan inspiración e ideas. Esta novela no es de esas que se leen y se aparcan en la estantería para acumular polvo y espacio. Todo lo contrario: por su riqueza y profundidad debe ser considerada como un referente de la literatura española de nuestro siglo.
Impresionante.
Manuel Longares nació en Madrid en 1943. Sus tres primeras novelas: La novela del corsé (1979), Soldaditos de Pavía (1984) y Operación Primavera (1992), pertenecen al ciclo experimental titulado La vida de la letra (Galaxia Gutenberg, 2014). La novela siguiente, No puedo vivir sin ti (1995), sirve de transición al ciclo formado por Romanticismo (2001) y Nuestra epopeya (2006).
Sus últimas novelas son Los ingenuos (2013), El oído absoluto (2016) y Sentimentales (2018). Es autor de dos libros de cuentos: Extravíos (1999) y La ciudad sentida (2007) y de uno de relatos, Las cuatro esquinas (2011). Ha traducido el libro de sonetos de J. V. Foix, Sol, i de dol (Solo y dolido, 1993). Premio Nacional de la Crítica por Romanticismo (reeditado
por Galaxia Gutenberg en 2019), ha recibido también el Ramón Gómez de
la Serna, el NH de relatos, el Francisco Umbral y el premio de los
Libreros de Madrid.
No tiene mala pinta y recomendado por vosotras, habrá que echarle un vistazo.
ResponderEliminarBesos
No conocía al autor pero lo que cuentas me llama la atención. Tomo nota. Besinos.
ResponderEliminarPues la verdad es que no me llama la atención... Así que lo dejo pasar...
ResponderEliminarUn besazo
Esta vez no me puede el ansia, me lo tomo con calma y lo pienso 🤗
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
No me termino de animar con ella, creo que no la disfrutaría tanto como vosotras, de ahí que la deje pasar. Besos
ResponderEliminarA mí esto ahora mismo que acabo de bajar de Los Alpes me viene grande. Demasiado serio para mí aunque esa época me gusta y me gustaría que me ahorrara la agonía del personaje. Quizás en otro momento.
ResponderEliminarUn beso
Pues no me sonaba de nada. Y desde luego vuestra reseña me tienta mucho. Me lo apunto.
ResponderEliminarBesotes!!
Me gustan este tipo de lecturas y más si terminas con un IMPRESIONANTE
ResponderEliminarEsta no me la llevo a pesar de u favorable opinión.
ResponderEliminarBesos
Buenas tardes, Inquilinas:
ResponderEliminarÚltimamente paso más tiempo aquí que en mi blog, no me dais tregua :)
La novela parece interesante, más teniendo en cuenta donde se ubica, pero no es el tipo de lectura que me seduce. No obstante, si me la recomendáis mucho le hago hueco.
Un beso fuerte, y mil gracias por contarnos tan bien los libros!!
Suena muy bien y me apetece una lectura así, por eso que os trendré muy cuenta.
ResponderEliminarBesos
Por lo que comentas en el último párrafo de tu reseña, está claro que disfrutaste mucho con su lectura. Me la llevo apuntada, porque me gustan las novelas ambientadas en esta época, y lo que cuentas en tu reseña invita a su lectura, ya lo creo. Besos.
ResponderEliminarDe Manuel Longares he leído Los ingenuos y no me gustó mucho así que de momento creo que lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarBesos.
Holas guapas, no es mi fuerte los libros ambientados en la Guerra Civil española y años posteriores, salvo cuatro libros muy concretos no me acaban de gustar estos libros, de momento no voy a leerlo aunque me alegro que lo hayas disfrutado mucho
ResponderEliminarBesitos guapetonas.
He entrado decidida a no llevármela porque de verdad que estoy hasta arriba y no tengo tiempo ni de respirar, pero claro... ¿cómo no me la voy a llevar con esta reseña?
ResponderEliminarBesos.
Pues no sé...no acaba de atraerme lo suficiente, pero me dejas con muchas dudas con tus palabras. Lo tendré en cuenta, al menos ;)
ResponderEliminarBesitos
No la conocóa. Vaya reseña!! Aumnque tengo mis dudas de que sea para mí, tomo nota para tenerla presente por si me decido. Un beso!
ResponderEliminarYo no conocía esta novela y tampoco me llamaba a priori pero me la llevo bien apuntada porque todas las historias de Madrid tienen un gancho especial para mí y el enfoque de esa familia de la alta sociedad que ve temblar sus cimientos...promete buena historia.
ResponderEliminarBesos
No siento mucha sintonía con este libro. Mejor lo dejo pasar. Besos
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