Título original: Κύρου Ανάβασις
Autor: Jenofonte
Editorial: Biblok
Traducción: no consta en la edición
Páginas: 222
Fecha publicación original: Siglos XII-XV (manuscritos medievales)
Fecha esta edición: 2010
Diseño de cubierta: Mercedes Rojas
La expedición de los diez mil, también conocida como Anábasis, es la obra maestra de Jenofonte, quien narró la aventura con la viveza y la fuerza que otorga el haber sido uno de sus principales protagonistas, pues él mismo fue el general que lideró la expedición. No es solo uno de los relatos más conocidos de la literatura griega, sino también una de las mayores epopeyas jamás escritas.
Soldados, no puede desconocerse que nuestra situación es difícil. Nos vemos privados de unos generales como eran los nuestros, de capitanes, de soldados, y, además, de esto, Arieo y los suyos, que antes eran aliados nuestros, nos han hecho traición. Pero, con todo, es preciso salir de este apuro como hombres valientes y no abandonarse al desaliento; es preciso buscar la manera de salvarnos, si es posible, y si no, morir valientemente, pero jamás caer vivos en manos de nuestros enemigos. Creo que sufriríamos las más terribles torturas que podríamos desear a los que nos quieren mal.En esa retirada los vemos sufrir el acoso del ejército del rey Atajerjes y, cuando consiguieron dejarlo atrás, tuvieron que vérselas con diferentes pueblos bárbaros, que unas veces los dejaban hacer sin enfrentarse a ellos pero que, las más de las ocasiones, les tendían emboscadas o les hacían frente en la medida de sus posibilidades. Atravesaron montañas y desiertos con nevadas que les cubrían hasta las rodillas y les congelaban los pies, sufrieron escasez de vituallas constante ante la necesidad de alimentar a un ejército tan numeroso durante un periodo tan prolongado de tiempo... y todo ello siguiendo el culto a los dioses, actuando o esperando según dictasen los augurios y dejándose guiar por sueños premonitorios que jamás fallaban en sus predicciones. Y como no podía ser menos ante un contingente tan grande pasando penurias y susceptible a la desmotivación de no ver aparecer la costa en el horizonte, no faltaban las trifulcas internas, en las que al parecer Jenofonte, el bueno de Jenofonte, siempre llevaba las de perder. Cada dos por tres le acusaban de traición, de engañar a los soldados, de actuar en beneficio propio o de no tomar las decisiones adecuadas. Pero no os preocupéis, que Jenofonte tenía un piquito de oro y estas disputas duraban poco: los dejaba patidifusos con sus argumentaciones.
Y sí, si notáis un punto de ironía, no es cosa vuestra. Jenofonte lo narra todo en tercera persona, con lo que habla de sí mismo como si fuese un personaje más de los acontecimientos, como si él mismo y el tal Jenofonte de la expedición no fuesen la misma persona. Jenofonte hizo esto, Jenofonte dijo aquello... y admito que he sonreído a ratos mientras leía el libro porque no le hacía falta abuela que le cantase alabanzas. Todo lo hacía bien, todo lo argumentaba bien, todo lo rebatía bien, era el más generoso, el más noble, el más inteligente, el que lo dio todo por sus soldados... baja, Modesto, que sube Jenofonte. A ver, que si todo es verdad hizo muy bien en contarlo tal cual, pero cuando sabes que eso lo dice el autor de sí mismo aunque hable en tercera persona, pues tienes que sonreír y tomarlo todo con una pizca de sal. Pero vamos, que esto es una tontería que os cuento porque me ha hecho gracia; el valor de este documento histórico en sí mismo, de unos hechos que hoy en día se antojan tan épicos como sorprendentes, es extraordinario.
Y es que Jenofonte como narrador es fantástico. Que nadie rechace leer este libro por la temática porque lo cuenta todo de una manera ágil, fluida, interesante y, sobre todo, sencilla. Era un contador de historias nato, y en ningún momento te da la sensación de estar ante un relato histórico denso, intenso y académico; al contrario, en su estilo totalmente asequible, comprensible y cercano, radica su mayor virtud. Y lo que cuenta es un episodio histórico tremendamente interesante, una epopeya que ha llegado hasta nuestros días contada de primera mano, en la que los protagonistas no fueron héroes, sino mercenarios que guerreaban por dinero; no estamos ante una historia de batallas, guerras y ejércitos, porque lo que vemos en su mayor parte es como miles de hombres se patearon más de dos mil kilómetros (parasanga es la unidad de distancia que se usa en la narración, jamás se me olvidará porque se dice de manera constante) a lo largo de territorio enemigo pasando penurias, hambre y frío, así como la vida de campamento, reuniones de oficiales, toma de decisiones, la manera en que se organizaban cuando se enfrentaban a alguna escaramuza... Hay también mucho diálogo en la anábasis, y la narración es tan exhaustiva y pormenorizada detallando tanto la ruta real de la retirada como los conflictos internos que se sucedieron uno tras otro, que más bien parece que estamos ante un diario, probablemente el primero del que se tiene constancia (aunque se cree que faltan tres meses en este relato, tres meses en los que el ejército deambuló perdido en territorio armenio... pero esto hoy en día solo son suposiciones).
Alistado en un ejército de mercenarios griegos conocidos como la Expedición de los Diez Mil al servicio de Ciro el Joven, príncipe de Persia, en 401 a.C. participó en la campaña contra el rey Artajerjes II, hermano de Ciro. Tras la muerte de éste en la batalla de Cunaxa, los oficiales al mando de los mercenarios griegos fueron asesinados por orden del persa Tisafernes. Jenofonte y los suyos pasaron de ser una tropa mercenaria a un ejército errante sin víveres y en territorio hostil. Jenofonte asumió la dirección de la retirada y puso a sus hombres a salvo en la antigua colonia griega de Trebisonda (actualmente en Turquía), en el mar Negro, tras una marcha de 2.414 km que duró cinco meses. En su libro más celebre, la Anábasis, narra esta retirada.
Como militar, orador, filósofo, ensayista e historiador, fue el prototipo del erudito ateniense. Aparte de la Anábasis, entre sus obras más destacadas aparecen las Helénicas, continuación de la Historia de la guerra del Peloponeso de Tucídides que cubre el periodo del 411 al 363 a.C.; Ciropedia, biografía idealizada sobre Ciro II el Grande, y Acontecimientos memorables, recuerdos de Sócrates y conversaciones socráticas. Además fue autor de un elogio de Agesilao, de un grupo de tratados políticos y económicos, de una ensayos sobre equitación, caza y guerra de caballería, y de varios diálogos socráticos.
(www.buscabiografías.com)
Madre mía! Nunca pensé ver la Anábasis por aquí, eso es verdad, jeje... Nunca me había planteado leerla porque me parecía que iba a ser un rollazo pero ahora que lo cuentas tan bien me lo voy a pensar muy mucho. Y tú dices de libros en tu estantería, fíjate me acabo de acordar que me compré, ¡hará casi treinta años! La Guerra del Peloponeso de Tucídides, eso cuando estudiaba la carrera de Historia, y también me ha dado mucho miedito leerla, jeje... Ahí está la pobre en la estantería criando polvo. Igual algún año me animo, ...
ResponderEliminarUn besazo
Hace muchos años leí El ejército perdido de Manfredi que habla de la misma expedición y me gustó mucho. Este que traes hoy no sabía que existía, pero me ha llamado mucho la atención. No descarto leerlo más adelante.
ResponderEliminar¡Besos!
Este es uno de los clásicos que más miedo dan, pero lo cierto es que Jenofonte, aunque no tenga abuela, es un narrador muy entretenido. A los estudiantes de Historia nos gusta mucho porque no es el típico tostón y, como te ha pasado a ti, nos reíamos bastante con sus exageraciones. Me encanta tu reseña. Besotes.
ResponderEliminarA ver, es que lo de leo en cuanto pueda nos trae por la calle la amargura porque el tiempo no nos da. Con la Histórica me aturdo, demasiado pesado para mí por muy bien que lo cuente el autor, no consigo interesarme.
EliminarAsí que uno menos.
Besotes
Hola,
ResponderEliminarno hace mucho leí una novela que contaba la guerra entre Ciro y el rey pero ahí se acababa el asunto. Esta no pinta mal pero no sé si me animaré o no con ella.
Un beso
Estupenda reseña, y bien documentada. A mi me parece que es un libro muy a tener en cuenta. Besos
ResponderEliminarAys, yo creo que nuestras estanterías están llenas de libros de "lo leo en cuanto pueda...". Éste ni lo conocía y me ha llamado muchísimo la atención.
ResponderEliminarBesotes!!!
Qué lectura tan original. La verdad es que así en frío hubiera huido de este libro como de la peste, pero por lo que veo es una lectura trepidante. Y sí, leer lo que ocurrió en esa expedición de la pluma de uno de los participantes es un lujazo, ¿verdad?
ResponderEliminarBesotes.
Buenos días, MH:
ResponderEliminar¡Menuda lecturas que te has marcado! A mí me gusta mucho la historia clásica y su literatura. En casa estamos con ella diariamente, porque tengo una fan de Roma y Grecia por aquí pululando. Leer leo algo de vez en cuan, ya que la historia del arte se nutre de ella y ésta es otra de mis pasiones.
¡Enhorabuena por tu lectura y más aún por la reseña!
Besos.
Pues querida mía, a mí este género me da mucha pereza. Lo he intentado muchas veces, algunas me ha salido bien pero la mayoría me he aburrido soberanamente 😖
ResponderEliminarPero desde luego que a mi compañero le encanta, así que no puedo descartarlo.
La reseña, fantástica.
Besitos 💋💋💋
Please read my post
ResponderEliminarAy, pues no sé. Yo creo que este título es más propio para mi marido. Le mostraré el post. Besitos.
ResponderEliminarOye, pero qué libros más curiosos nos traes siempre. No te digo que el tema no me llame la atención, y más así como lo cuentas, pero vengo de Yo, Julia y he tenido novela histórica para rato. Suena interesante, no te digo que no, pero entre que es una edición difícil de conseguir y que no estoy ahora muy a favor de la histórica (me pasa como a Gato trotero), va a ser que de momento paso. Pero gracias por darnos a conocer estas joyitas^^
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