Título original: A visit from St. Nicholas
Autor: Clement C. Moore
Editorial: Reino de Cordelia
Traducción: Luis Alberto de Cuenca
Páginas: 48
Fecha publicación original: 1823
Fecha esta edición (2ª): diciembre 2019
Fecha esta edición (2ª): diciembre 2019
Encuadernación: Cartoné con sobrecubierta
Precio: 7,20 euros Ilustraciones de cubierta e interiores: Ilse Bischoff y Arthur Rackham
Publicado originalmente en 1823, este poema escrito por el
norteamericano Clement C. Moore es un emblema de la Navidad en todo el
mundo. Sus versos revolucionaron la iconografía navideña al presentar
por primera vez a un Santa Claus vestido de rojo, conduciendo un trineo
tirado por renos y llenando de juguetes los calcetines colgados de las
chimeneas. Delicioso para ser leído en voz alta, nunca había sido
traducido antes al castellano en volumen exento.
No sé si conocéis la colección que tiene la editorial Reino de Cordelia llamada Snacks de Cordelia. Son libros muy chiquitines (caben en la palma de la mano) y de muy poquitas páginas (no suelen pasar de las cincuenta), que además suelen estar ilustrados o contener fotos sobre el tema que tratan. Este que os traigo es el tercero que leo este año (los otros dos versaban sobre cine clásico, una de mis pasiones... y no, no os traje reseña), y viene que ni pintado para estas fechas. ¿Qué es? Pues nada menos que el poema que se considera como el origen de la figura de Santa Claus (San Nicolás, Papá Noel,... ) tal y como la conocemos hoy en día.
Clement C. Moore escribió este poema para sus hijos, poema que se publicó por primera vez de manera anónima un día antes de la Nochebuena de 1823 en el Sentinel, un periódico de la ciudad de Troy en la que vivía el autor. Se imprimió una y otra vez en años posteriores y no fue hasta catorce años después que un libro de poesía que contenía este poema atribuyó su autoría a Moore, y aun así él no quiso confirmar ni desmentir el tema durante años. Al final él mismo lo incluyó en una antología propia de poemas que publicó en 1844.
¿A qué viene tanto misterio? Pues a que Moore era un prestigioso filólogo y no quería que le relacionasen con un poemilla como este. ¿Otra posible causa? Pues que hay mucho debate (incluso en nuestros días) sobre la autenticidad de esta autoría. De hecho muchos expertos aseguran que el verdadero autor es Henry Livingston Jr, un coronel que luchó en la Guerra de la Independencia de los EEUU y que, tras la guerra, cultivó sus aficiones por la poesía y la ilustración. Sus dibujos se los regalaba a amigos y familiares, y sus poesías las publicaba ocasionalmente de manera anónima. El caso es que sus hijos aseguraron en su día que escucharon este poema de boca de su padre al menos quince años antes de que fuese publicado por primera vez en 1823. Livingston ya había fallecido en 1837 cuando salió el nombre de Moore a relucir y solo han quedado los lamentos de sus hijos; probablemente nunca se podrá demostrar sin ningún género de dudas quién de los dos fue el autor de Una visita de San Nicolás... pero ya os digo que los expertos tiran más para Livingston que para Moore.
Controversias aparte, ¿qué tiene de especial este poema? Que revolucionó la iconografía navideña, iconografía tan arraigada en el imaginario popular que es la misma que sigue inundando nuestras navidades doscientos años después. ¿Pensáis en Santa Claus vestido de rojo? Aquí comienza su andadura. ¿Pensáis en un trineo tirado por renos cargado de regalos? Aquí comienza su andadura. ¿Pensáis en los calcetines colgados de la chimenea representando a cada miembro de la familia? Aquí comienza su andadura. ¿Pensáis en un Santa Claus con un saco al hombro bajando por la chimenea? Pues sí, adivináis bien... aquí comienza también su andadura.
Este poema está tan enraizado en la cultura anglosajona que forma parte de la tradición navideña de muchas familias. Se suele leer en voz alta, y eso mismo he hecho yo... y creedme, es como hay que hacerlo. Si lo leéis en silencio, interiorizándolo como cualquier otro libro, no es lo mismo. Estos versos están escritos para dejarse oír, para ser interpretados, vividos y, sobre todo, disfrutados. Hay que dejarse llevar por su magia, imaginar que estamos ante una chimenea con fuego crepitante, la nieve cayendo tras las ventanas, un árbol gigantesco decorado en una esquina y un buen chocolate caliente esperando en su taza. Echadle imaginación, sin miedo, sin vergüenza. Si
tenéis churumbeles en casa, leédselo, les va a encantar. Si no los
tenéis, leedlo igualmente: os va a encantar. Tardaréis apenas unos
minutos y acabaréis con una sonrisa en los labios. Yo lo he leído con antelación porque quería hablaros de él,
pero amenazo con volver a leerlo esta noche en voz alta
declamando como si no hubiese un mañana.
No os puedo decir más porque Una visita de San Nicolás se lee en tres minutos de reloj. Es un regalo navideño ideal ya sea para lectores que les gustan las lecturas típicas de estas fechas como para lectores coleccionistas de libros bonitos. La edición cuenta con dos tipos de ilustraciones: las de Arthur Rackham,
probablemente fechadas en 1931, y las xilografías coloreadas de Ilse
Bischoff, también de los años 30. La reseña es cortita y no da para mucha foto, pero os enseño algunas imágenes que veáis el contraste entre unas y otras.
Estas navidades tan atípicas que nos ha tocado vivir necesitan de mucha magia y de instantes que nos arranquen una sonrisa. Hay que dejar que los niños que llevamos dentro campen a sus anchas aunque solo sea durante un ratito, y estos versos, que invitan a ello y yo hago míos para desearos felices fiestas, terminan tal que así:
Desde el cielo exclamó aquel tierno fantoche:
«¡FELICES NAVIDADES! ¡QUE PASÉIS BUENA NOCHE!»
Clement C. Moore (Nueva York, 1779 – 1863). Hijo
del obispo episcopaliano Benjamin Moore, cursó estudios de humanidades y
teología, y en 1821 fue nombrado profesor de literatura griega y hebrea
en el Seminario Protestante de su ciudad natal. La fama, de este sabio
no se funda en su producción filológica, sino en un poemilla navideño
que escribió para sus hijos y que llevó originariamente el título de A Visit From St. Nicholas, aunque también se lo conoce, a partir de su primer verso, como The Night Before Christmas.
Los 112 versos, repartidos en 28 estrofas, de que consta han sido
traducidos a muchas lenguas e ilustrados con profusión. Aparecieron por
primera vez en 1823, de forma anónima, en las páginas de un periódico de
la ciudad de Troy (Nueva York). Hasta 1837 no se reconocería la autoría
de Moore, que no dudó en incluir Una visita de San Nicolás entre sus Poems de 1844.
Un post de lo más interesante e instructivo para este día y los que vienen...
ResponderEliminarPD: me encantan las ilustraciones de Arthur Rackham!!
FELICES FIESTAS chicas!!! Un besazo!!!
Hola, pues no conocía los snacks de Cordelia, pero me los apunto ahora mismo para echarles un vistazo. Felices Navidades!. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo leo poesía, pero la portada es muy llamativa.
ResponderEliminarUn beso.
So interesting. Great review!
ResponderEliminarEh,eh, para el carro. ¿DOS libros de cine clásico de Reino de Cordelia y no nos dices ni el título?
ResponderEliminarYa sabes que yo de poemas voy fatal ni aun siendo de Navidad. Pero tengo que echarle un ojo a este. Por si acaso. Entre unas cosas y otras, el montón de libros nuevos y un cansancio crónico que me aplasta, no me he comprado ninguno de Navidad y eso que quería el de los cuentos, de Alianza.
Pero creo que ya lo dejo pasar. Además Papá Noel me ha traído uno que cuando acabe de flipar te lo digo.
Besos y ¡¡Feliz Navidad!!
Jejeje, deslizo hacia abajo tu página para buscar los comentarios y veo encima de este cuadrado donde escribir, lo que te dice Norah... Yo también te pido que nos des los títulos de esos libros de cine clásico jejeje... De Reino de Cordelia he leído algo pero desconocía esta colección que comentas. Me pasa con la poesía lo mismo que a otros comentaristas de este post, que no soy mucho del género, aun así, me has picado la curiosidad porque el libro tiene una pinta tan bonita... Estoy elaborando mi lista de regalos para Reyes y no dejo de apuntar títulos. Tendré que hacer una criba final porque, de otro modo, los Reyes se van a cabrear conmigo. ¡Y con razón! El argumento de "He sido buena, he sido buena,..." llega hasta cierto punto. Besos
ResponderEliminarQue tengas y un fin de año con mucha Paz y Salud! !!
ResponderEliminarAbrazosbuhos💕🌲💕
No te guardes nada, dispara forastera!! 😁 Este libro es una maravilla, y enamoradiza que es una...🥰💋
ResponderEliminarAy, pues no conocía estos snacks de Reino de Cordelia. Qué preciosa la edición de este poema clásico, me gusta como "postal" navideña para regalar. Besos.
ResponderEliminarHola MH, pues la verdad es que parece una obrita deliciosa... peeero no sé... no me convence mucho...
ResponderEliminarFeliz año nuevo, que nos traigas un nuevo reto de Clásicos, que yo me he divertido y he aprendido mucho y que el año que viene que traiga lo mejor.
Un besazo
Buenas tardes, MH:
ResponderEliminar¡Qué delicia de libro nos traes hoy! Me pareceun auténtico capricho. Sobre lo que nos cuentas en la reseña, me parece super interesante. Es lo que tienen los títulos de esta fantástica colección, llevan un mundo tras ellos.
Un abrazo muy grande y mis mejores deseos para 2021!!