Título original: La escritora
Autora: Carmen Conde
Editorial: Ediciones B
Páginas: 368
Fecha de publicación: enero 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18 eurosDiseño de cubierta: Estudio Ediciones B
Lucrecia Vázquez trabaja como «negra» literaria para una gran editorial y
convive como puede con el síndrome de Tourette, que le provoca multitud
de tics. De inteligencia brillante y personalidad muy compleja, ha
construido un mundo a su medida dentro de las cuatro paredes de su
apartamento de Barcelona, del que apenas sale. Cuando la escritora de
best sellers Dana Green aparece muerta en un pueblecito del Montseny, la
policía descubrirá pronto que Lucrecia iba a reunirse con ella para
escribir el nuevo libro de la famosa novelista, que en el momento de su
muerte estaba sumida en una profunda crisis creativa. Dana Green ha sido
asesinada de una manera espantosamente cruel.
Si digo que la novela negra está de moda no creo que esté descubriendo el Santo Grial. La literatura, como todo, va por modas; que duren un año, dos, quizás cuatro o cinco, depende de muchos factores. Nos bombardean con tropecientos títulos sobre lo mismo hasta que sale una nueva moda. Y que esas modas las crean las editoriales a su conveniencia yo creo que lo sabemos también todos (o deberíamos). En La escritora me he encontrado dos cosas: a una autora que se nota en cada página que adora la novela negra (pero que también tira a dar hacia alguno de sus clichés), y también una crítica feroz al mundo editorial y su manejo de las necesidades y gustos de los lectores (a los que no siempre se nos trata con respeto). A una autora que escribe sobre el género que le gusta pero que al mismo tiempo sabe perfectamente el mundo editorial en el que vive, y lo dice. Porque sí, a ratos parece una sátira sobre las manos que manejan los hilos de los libros que pueblan luego nuestras estanterías y del género pleno de psicópatas que nos invade desde hace años, pero hay que recordar que las sátiras se burlan de la realidad. Y solo por eso la autora ya me ha caído bien, muy bien. Y encima me ha gustado mucho el libro.
Quien primero aparece ante nuestros ojos es la protagonista femenina, Lucrecia Vázquez, quien trabaja para la Editorial Universo escribiendo novelas protagonizadas por el detective Sam Fisher llenas de casquería, asesinatos, mutilaciones... con seudónimo, claro. Una mañana descubre el cadáver de Dana Green (grande la procedencia del nombre), la autora para la que iba a trabajar como negra literaria. Su cuerpo ha sido devorado por ratas mientras aún estaba viva. Tras este asesinato llegan más, como no podía ser de otro modo, y Lucrecia comienza a perfilarse como sospechosa. El encargado de resolverlos es Gerard Castillo, mosso con un pasado un tanto rarito que todavía no ha superado y que huyó a Barcelona desde Madrid. Lucrecia tiene síndrome de Tourette además de varios trastornos asociados a él, un pasado traumático y una personalidad muy compleja; Gerard es buena gente y buen poli pero se dispara con facilidad, tiene accesos de ira, y esa pobre muchacha incapaz de controlar sus tics físicos y vocales le provoca mucha curiosidad. Dos protagonistas un tanto especiales destinados a entenderse mientras las muertes truculentas se suceden una detrás de otra. Gerard no sabe a quién creer y Lucrecia no se sabe jamás si miente o si dice la verdad. Trama servida al canto.
La autora sabe que riza mucho el rizo en algunas situaciones, que todo es como muy rocambolesco, muy de "telenovela", como se llega a decir en algún momento, pero creo que es evidente que es buscado y consciente. Es una novela negra pero con sus propias reglas, riéndose un poco de sí misma, de lo irreales que están llegando a ser estas tramas y esos psicópatas en su afán de ir más allá, de distinguirse unos de otros, cada vez más escabrosos, más sangrientos, más inverosímiles y exagerados... Y aun así no deja de ser una buena novela negra con toques de thriller, más bien ligera precisamente por estos destellos en los que demuestra que es muy consciente de sí misma, con un sabueso que se ríe a carcajadas más a menudo de lo normal y en situaciones no muy apropiadas y, sin embargo, truculenta cuando toca. El sabor de los clásicos del terror también está muy presente y Conde no los esconde: Poe, Lovecraft... Y aunque no se hace mención a este relato en la historia, yo diría que las ratas hambrientas de El entierro de las ratas, del irlandés Bram Stoker, son un precedente claro del método que se usa para los asesinatos.
Gerard me ha caído muy bien (y he sufrido por él, todo sea dicho); Lucrecia no tanto (y mira que lo he intentado). La relación que va surgiendo entre ellos resulta un tanto forzada, la ves venir de lejos y a pesar de todo no molesta. Es como si la trama quisiera alejarse de clichés haciendo precisamente uso de ellos. No me importaría nada seguir las andanzas del sargento, aunque con ese final dudo si la autora tiene algo parecido en mente (espero que sí, Gerard Castillo es un buen poli literario). La ambientación bascula entre Barcelona y Galicia, aunque cuando realmente se luce es en los capítulos ambientados en tierras gallegas. Precisamente sobre el final que comento antes (en el que la autora deja preguntas en el aire y a elección del lector responderlas como prefiera o mejor interprete), me ha gustado y yo tengo mi opinión formada, esté equivocada o no.
En cuanto a lo que comento al principio, la crítica al mundo editorial y a lo particulares que pueden llegar a ser los escritores está ahí constantemente (quizás me equivoco, pero creo que Carmen Conde tiene mucho sentido del humor y de la autocrítica y no tiene ningún reparo en demostrarlo)... e incluso se pone en evidencia a los lectores en algunos casos. Pero hay un párrafo concreto que me encanta. ¿Exagerado? No sé, os dejo juzgar a vosotros... Yo lo he leído ya varias veces y me parece muy acertado, se aproxima mucho a mi opinión sobre este tema. Sé que es largo, pero no lo dejéis pasar, merece la pena.
Quien primero aparece ante nuestros ojos es la protagonista femenina, Lucrecia Vázquez, quien trabaja para la Editorial Universo escribiendo novelas protagonizadas por el detective Sam Fisher llenas de casquería, asesinatos, mutilaciones... con seudónimo, claro. Una mañana descubre el cadáver de Dana Green (grande la procedencia del nombre), la autora para la que iba a trabajar como negra literaria. Su cuerpo ha sido devorado por ratas mientras aún estaba viva. Tras este asesinato llegan más, como no podía ser de otro modo, y Lucrecia comienza a perfilarse como sospechosa. El encargado de resolverlos es Gerard Castillo, mosso con un pasado un tanto rarito que todavía no ha superado y que huyó a Barcelona desde Madrid. Lucrecia tiene síndrome de Tourette además de varios trastornos asociados a él, un pasado traumático y una personalidad muy compleja; Gerard es buena gente y buen poli pero se dispara con facilidad, tiene accesos de ira, y esa pobre muchacha incapaz de controlar sus tics físicos y vocales le provoca mucha curiosidad. Dos protagonistas un tanto especiales destinados a entenderse mientras las muertes truculentas se suceden una detrás de otra. Gerard no sabe a quién creer y Lucrecia no se sabe jamás si miente o si dice la verdad. Trama servida al canto.
La autora sabe que riza mucho el rizo en algunas situaciones, que todo es como muy rocambolesco, muy de "telenovela", como se llega a decir en algún momento, pero creo que es evidente que es buscado y consciente. Es una novela negra pero con sus propias reglas, riéndose un poco de sí misma, de lo irreales que están llegando a ser estas tramas y esos psicópatas en su afán de ir más allá, de distinguirse unos de otros, cada vez más escabrosos, más sangrientos, más inverosímiles y exagerados... Y aun así no deja de ser una buena novela negra con toques de thriller, más bien ligera precisamente por estos destellos en los que demuestra que es muy consciente de sí misma, con un sabueso que se ríe a carcajadas más a menudo de lo normal y en situaciones no muy apropiadas y, sin embargo, truculenta cuando toca. El sabor de los clásicos del terror también está muy presente y Conde no los esconde: Poe, Lovecraft... Y aunque no se hace mención a este relato en la historia, yo diría que las ratas hambrientas de El entierro de las ratas, del irlandés Bram Stoker, son un precedente claro del método que se usa para los asesinatos.
Gerard me ha caído muy bien (y he sufrido por él, todo sea dicho); Lucrecia no tanto (y mira que lo he intentado). La relación que va surgiendo entre ellos resulta un tanto forzada, la ves venir de lejos y a pesar de todo no molesta. Es como si la trama quisiera alejarse de clichés haciendo precisamente uso de ellos. No me importaría nada seguir las andanzas del sargento, aunque con ese final dudo si la autora tiene algo parecido en mente (espero que sí, Gerard Castillo es un buen poli literario). La ambientación bascula entre Barcelona y Galicia, aunque cuando realmente se luce es en los capítulos ambientados en tierras gallegas. Precisamente sobre el final que comento antes (en el que la autora deja preguntas en el aire y a elección del lector responderlas como prefiera o mejor interprete), me ha gustado y yo tengo mi opinión formada, esté equivocada o no.
En cuanto a lo que comento al principio, la crítica al mundo editorial y a lo particulares que pueden llegar a ser los escritores está ahí constantemente (quizás me equivoco, pero creo que Carmen Conde tiene mucho sentido del humor y de la autocrítica y no tiene ningún reparo en demostrarlo)... e incluso se pone en evidencia a los lectores en algunos casos. Pero hay un párrafo concreto que me encanta. ¿Exagerado? No sé, os dejo juzgar a vosotros... Yo lo he leído ya varias veces y me parece muy acertado, se aproxima mucho a mi opinión sobre este tema. Sé que es largo, pero no lo dejéis pasar, merece la pena.
¿Qué quieres? Es el mundo editorial que nos da de comer. Así que si Alejandro consigue concluir su novela, la publicaremos con un seudónimo bien raro, que suene a escandinavo. Un seudónimo impronunciable y repleto de ø, æ, ä y ö. Luego, en la contracubierta nos inventaremos varias reseñas extraídas de tres o cuatro prestigiosos y conocidísimos diarios, como por ejemplo The Bananas Republic, The Sri Lanka Independent o The Sebastopol Publishers. Diremos que el autor es un tejedor de intrigas sensacional, que es la nueva voz de la novela negra, o que es un narrador superlativo. Y por si no fuese suficiente, adornaremos el libro con una faja verde chillón que diga que ha vendido un millón de ejemplares en Bután y que ha sido traducido a ochenta y siete idiomas, incluyendo el kikuyu y el arameo clásico... Antes de que nadie se dé cuenta de que es un pedazo truño, ya habremos vendido los cinco mil ejemplares de la primera edición, lo suficiente para recuperar gastos y para que a Alejandro se le caiga la cara de vergüenza cuando comiencen a lloverle las críticas en los blogs literarios, que las habrá. Tú puedes comprar a un par de periodistas que te hagan una buena reseña en su diario, pero a no a cinco mil lectores. Y los lectores no son idiotas, por mucho que a nosotros nos gustaría que lo fueran.
He disfrutado de la historia, se lee fácil y rápido, y esa esencia de novela negra ligera y autocrítica le beneficia. Me he quedado con muchas ganas de leer su primera novela, Para morir siempre hay tiempo, que echando un vistazo también está protagonizada por una escritora difícil. No sé si es una dinámica que la autora tiene intención de continuar o si solo es coincidencia, pero yo encantada porque adoro las novelas protagonizadas por escritores con problemas, muchos problemas (Stephen King tiene la culpa).
Termino con una cosilla y que me perdone la autora (salvo que esté puesto a propósito, que no tiene pinta porque se dice varias veces y lo hace además el narrador omnisciente): los de Albacete no son murcianos, dejaron de pertenecer a esa región hace casi cuarenta años. Manchegos salvo que se demuestre lo contrario :) **
**Abajo en las respuestas os dejo un mensaje que Carmen me ha pedido que comparta con vosotros respecto a esto :)
**Abajo en las respuestas os dejo un mensaje que Carmen me ha pedido que comparta con vosotros respecto a esto :)
Carmen Conde (Barcelona, 1965) estudió Magisterio y desde entonces ejerce como maestra de primaria en la escuela pública.
Su novela Para morir siempre hay tiempo fue galardonada en 2016 con el Premio de Novela Negra La Trama, que busca descubrir nuevas voces para el género.
La escritora es su segunda novela.
¡Hola!
ResponderEliminarPero que ganas de leerlo ^^
Besitos
Pues he tardado tanto en contestar que he mirado primero a ver si ya lo has reseñado, pero no... pues nada, a ver si prontito puedes ponerte con él y lo disfrutas mucho :)
Eliminar¡Besote!
Hola, hola!!!
ResponderEliminarUfff!!! Ser comido por las ratas mientras aún vives no debe ser muy agradable...
Un libro ideal para el mes de la metaliteratura, pero no sé si tendré tiempo de leerlo... Me ha encantado el párrafo que mostráis y donde se ve esa denuncia sobre el sector literario... No tiene desperdicio!!!
Ya os digo... Con ganas de leerlo
Nop, nada agradable, y de hecho imaginarlo da mucha, mucha cosa... jajaja.
EliminarEse párrafo es genial, y ya comenta su autora, Carmen, en su mensaje abajo, que también es uno de sus párrafos favoritos. Acabo de volver a leerlo. Otra vez.
¡Besote!
Yo también me «indigné» con el asunto Albacete (por la parte que me toca) no creo que sea un error...cuestiones a parte, el libro me gustó pero no me encantó, tal vez porque mis expectativas eran desmesuradas.
ResponderEliminarBuena reseña!
Un besito.
Bueno, yo tanto como indignarme no... jajaja, y jamás pensé que fuese un error malintencionado, pero como no tenía muy claro de donde venía el error, preferí comentarlo. La autora, que es un encanto, ya me explicó de donde venía el tema, y de hecho aquí mismo debajo explica la equivocación. Cosas que pasan por muchas correcciones que lleve un libro (aunque sinceramente creo que quien lo corrigiese por parte de la editorial debería haberse dado cuenta).
Eliminar¡Besote!
Llevo leyendo unas cuantas reseñas bastante positivas de esta novela, y aunque al principio no me apetecía demasiado estoy empezando a convencerme de que me puede gustar. Por cierto, esa cita que poner es divertidísima y muy cierta a la vez.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Pues no va a ser posible. Al principio me tenías ganada con el estilo y la valentía de la autora de decir las cosas claras. Luego los personajes tenían su punto también. Me has hecho dudar con lo del estilo televisa, que no puedo repeler más pero bueno, si eran momentos aislados se podrían soportar pero me has jodido de lleno con lo del final. Por ahí no pasó, primero porque me mata no enterarme de todo, segundo porque pienso que cuando los autores hacen eso es por miedo a decepcionar a algunos lectores si escogen una opción y a otros si escogen otra y así aciertan. Y también porque el final es importantísimo y temen estropear el resto.
ResponderEliminarTe agradezco infinito que lo hayas dejado así de claro y me hayas ahorrado un disgusto.
Besos
Pues a mí me ha gustado mucho la reseña, me encantan las novelas que dejan con el final "abierto"? o a interpretación del lector, me gusta mucho eso que dices que parece una parodia (acabo de leer a MaraJss y dice algo parecido) y me encantan los libros metalitarios... así que me lo llevo, a ver cuando puedo hacerme con él, jeje.
ResponderEliminarUn besazo
Ya he leído varias reseñas de la novela y en general todas coinciden en recomendarla. Como dices el thriller y la novela negra está de moda y ahora se publican muchas, demasiadas quizás, pero me gusta lo que cuentas de la crítica de la autora a este mundillo. Yo soy más de finales cerrados, pero aún así me apetece mucho leerla.
ResponderEliminarUn beso
El libro no termina de llamarme la atención así que lo dejo pasar. Sobre lo de las modas estoy completamente de acuerdo contigo. Yo estoy cansada de ver novelas eróticas para mujeres, ¡las hay a cientos! jejeje
ResponderEliminarBesos.
Me pareció una novela entretenida y ágil de leer. Me gustó mucho más esta novela que su anterior novela.
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarYo creo que solo por ese maravilloso fragmento que has puesto merece la pena darle la oportunidad al libro. Es que es una verdad como un templo y lo dice con una soltura que es impresionante. Preciosa reseña.
Un beso :)
Y aún así, los de Albacete y La Mancha poco tienen en común. Por cierto, me gusta tu propuesta de hoy. Un beso.
ResponderEliminarQué reseña te has marcado, guapa!!! Fantástica. A todas nos ha gustado Gérard, tiene un no se qué que mola.
ResponderEliminarBesos
Me gustó mucho, especialmente esa crítica despiadada al mundillo editorial
ResponderEliminarFantástica reseña!
Muy buena reseña de un buen libro!!! Coincido contigo en tus apreciaciones. Me ha gustado mucho y efectivamente me ha parecido fresca y ligera de leer.
ResponderEliminarBs.
No me importaría nada leer esta novela si se cruza en mi camino, que ya veo que está gustando.
ResponderEliminarBesotes!!
Pues creo que hemos entendido la novela de forma parecida, yo no las tenía todas conmigo, no te vayas a creer... xD Pero en mi retina se queda como una sátira, muy divertida a ratos, del mundo editorial, más que una novela negra como tal.
ResponderEliminarY digo yo, ¿cómo se me pasó a mí el comentario de los de Albacete y los de Murcia? Jajajajaja.
Besotes.
De acuerdo contigo. Me resulto amena y entretenida.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarA mi la novela me gustó mucho. El personaje de Lucrecia y Gerard..la trama y esa crítica feroz como dices. La verdad es que ha quedado una novela estupenda...y que final eh! Jaja
A pesar de las buenas opiniones no me he decidido a leer esta novela y no creo que lo haga, tengo la sensación de que me resultaría meramente entretenida.
ResponderEliminarUn beso
La quería leer hace un par de semanas y al final no pudo ser. A ver si de esta no pasa. Fantástica reseña!
ResponderEliminarUn beso ;)
Todas las reseñas que he leído de esta novela son muy positivas, esa mezcla de novela negra y critica del mundo editorial no puede ser más interesante. Además me quedé con ganas de leer el anterior libro que saco su autora, así que ya no tengo excusa para estrenarme con su autora.
ResponderEliminarEl párrafo no puede ser más potente, pero también muy cierto...por eso ya solo me fío de las críticas que leo y mi propio interés ;)
Besitos
Pues no me disgustaría nada leerla porque este tipo de lecturas me gustan casi siempre pero de momento creo que ladejo esperando
ResponderEliminarUn beso!
Yo quiero leer la novela, por una parte por su historia pero por otra porque desde el primer momento que vi la portada me trasportó a la casa del pueblo de mis abuelos que tiene un suelo igual que este.
ResponderEliminarExcelente reseña. Me lo paso bomba en vuestro blog. Será raro que compre algún título, pues tengo en mi cola particular alrededor de cincuenta (y los que van llegando), pero lo que contáis tiene valor per se.
ResponderEliminar¡Hola a todos! La autora de la novela, Carmen Conde, me ha pedido que comparta con vosotros un mensaje respecto al último párrafo de la reseña, así que aquí os lo dejo. Montones de gracias por la sinceridad y la simpatía, Carmen :)
ResponderEliminar**********************************************************************************
Hola, soy Carmen Conde, la autora.
Lamento el error cometido con Pérez, un personaje que dice ser de Albacete y, posteriormente, se convierte en murciano. Sé que los de Albacete no son murcianos, sencillamente es que Pérez pasó de ser de Albacete a ser de Murcia. Agradezco la oportunidad de pedir disculpas por este error. Creo que soy bastante cuidosa y no puedo ni contar las veces que releí el manuscrito, pero ahí se coló una pifia.
Aprovecho que me asomo a este magnífico blog para felicitar a Las inquilinas por la reseña. Y no solo porque creo que salgo bien parada, sino porque está muy bien estructurada y argumentada. Ah, y el fragmento que habéis elegido es de mis preferidos.
Un abrazo.
Lo cierto es que le tengo ganas a este título! Por lo que contáis quienes lo habéis leído es entretenido y agradable de leer.
ResponderEliminarY... Carmen (autora) errar es de humanos ;-) No obstante, me resulta curioso que en la editorial tampoco se hayan dado cuenta del error.
Un besin
Todo eso de la crítica al mundo editorial me chifla y ese fragmento que nos has dejado, sin duda es para enmarcar. Aún así, estoy saturada de tanta novela negra, por lo que no quedo convencida. Pero gracias por la reseña^^
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