Título original: Run River
Autora: Joan Didion
Editorial: Gatopardo
Traducción: Javier Calvo
Páginas: 312
Fecha de publicación original: 1963
Fecha esta edición: marzo 2018
Fecha esta edición: marzo 2018
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 20,90 euros Diseño de cubierta: Rosa Lladó
En un caluroso verano de 1959, el matrimonio formado por Everett
McClellan y su esposa Lily, bisnietos de una larga línea de pioneros
californianos, ven cómo se derrumba su vida bajo el peso acumulado de
falsas apariencias, errores y traiciones. La historia comienza y termina
con un disparo, cuya detonación lanza al lector veinte años atrás.
Tomando el pretexto de un drama doméstico aparentemente inofensivo,
Didion traza, con precisión quirúrgica, un fiel retrato de la clase
media californiana de la época y retuerce los clichés románticos para
retratar como un visionario la imagen de una America que se halla al
final de los sueños y se adentra en una temporada crepuscular de la que
parece ya no resurgirá.
Ya estoy aquí con una nueva joya de la editorial Gatopardo, y con una primera novela de una autora consagrada que parece cualquier cosa menos una primera novela. No dejo de sorprenderme con algunas obras debut, os lo digo de verdad. Algunos autores parecen estar tocados por la varita mágica del talento cuando se sientan por primera vez a dar forma a una historia.
Agosto de 1959. La historia comienza con un disparo lejano, en el embarcadero. Lilly McClellan lo escucha desde su casa, y de inmediato sabe quién ha disparado el arma y quién ha sido la víctima. Lo sabe, y va al embarcadero para confirmar sus sospechas. Allí encuentra lo que esperaba: ya no hay solución. Y entonces la narración nos hace retroceder en el tiempo hasta 1938, año en que una adolescente Lilly comienza una relación con Everett McClellan que acaba en boda. Ella apenas tiene 17 años, él 22. Se van a vivir al rancho de Everett, donde también viven su padre y su hermana Martha. Pronto llegan dos hijos, y con apenas 20 años ella y 25 él, es como si hubiesen vivido toda una vida, como si su relación hubiese dado todo lo que podía dar de sí. Y empieza el declive, el recorrido lento, agotado pero en línea recta hacia esa noche de agosto de 1959 en la que se oye un disparo en el embarcadero.
Río revuelto es como meterle un dedo en el ojo, retorciéndolo hasta el aullido, al dichoso, absurdo y comercial sueño americano. Los McClellan comienzan una vida juntos que no tienen ni la más remota idea de cómo gestionar, y el declive de este matrimonio y de las personas que le rodean corre paralelo al fin de una época en un lugar como Sacramento, tierra de pioneros que levantaron sus tierras con sangre, sudor y lágrimas para que, varias generaciones después, sus descendientes solo pensasen en venderlas, ganar dinero fácil y dejar a las constructoras camino libre para urbanizarlo todo. Este es el mundo que rodea a los McClelland: desde una Segunda Guerra Mundial que en Sacramento parece no tener demasiada importancia, hasta el deterioro persistente y abocado a la desaparición de un modo de vida obsoleto en el que el triunfo a través del sacrificio se ve apisonado por el color verde de los fajos fáciles de billetes.
Desde que leí el libro, cada vez que pensaba en la reseña me preguntaba: "¿cómo describo la prosa de Didion? ¿Voy a saber explicarla?". Y no, creo que no voy a saber. Didion escribe desapegada, tibia, como si no se involucrase en el enorme trasfondo emocional que tiene la historia ni en la angustia afectiva que sufren casi todos sus personajes... pero esa indiferencia solo es una máscara, porque en realidad es el modo que tiene de situarlos ante el lector sin querer influir en él y en cómo los percibe. Se asegura de que sepas cómo son, lo que les duele, su actitud ante la vida, su naturaleza, sus más que evidentes trastornos y carencias emocionales, pero nunca llega a decírtelo con palabras ni a poner nombres. Sus personajes son muy introspectivos, y como si de personas reales se tratasen, esconden sus sentimientos de cara al lector, y por mucho que les preguntes, no te contestan: tienes que esforzarte en intuir lo que les pasa por destellos, gestos, palabras, acciones. A algunos los calas antes; otros saben protegerse mejor de nuestras miradas indiscretas.
Quizás Lilly es la que más información ofrece al lector, y por eso he tenido mis más y mis menos con ella durante la lectura: la comprendo en algunas cosas, pero en otras no. Es un personaje muy complejo, con muchas aristas; es vulnerable, pero también indiferente; no es buena para moverse en sociedad, no se encuentra cómoda en presencia de otras personas, pero tampoco está cómoda consigo misma. Por eso la entiendes en muchas cosas, percibes lo aislada que está de sí misma y de las personas que la rodean. El problema está en que, al mismo tiempo, se conduce por la vida con una falta de responsabilidad y lealtad apabullante, y ahí es donde choco con ella. Podría hacer las cosas de mil maneras diferentes, pero decide hacerlas mal. Ni siquiera las piensa: es un personaje muy egoísta, sea o no de manera consciente. Y eso que Didion es una narradora extraordinaria y protege a sus personajes con esa tibieza que comento arriba: los presenta como son sin artificio alguno pero sin querer provocar el rechazo hacia ellos. Pero en el caso de Lilly, llega un momento que te resulta imposible no juzgar algunas cosas que hace y la aparente ligereza con que las lleva a cabo.
Si os soy sincera, conforme leía me parecía un libro fantástico, pero no he sido consciente de lo mucho que me estaba calando la historia, de lo mucho que se me estaba metiendo dentro, hasta que he llegado a las páginas finales y me he sorprendido con un nudo en el estómago y una lágrima escapándose del ojo. Me ha pillado totalmente por sorpresa, porque me cuesta un mundo llorar con un libro. Y sí, he acabado enfadada con Everett por unos motivos y más todavía con Lilly por otros, pero son estos enfados que sientes con los personajes cuando ves que se equivocan y te importa, cuando ves que no han sido capaces de hacer nada con su vida y que han tomado muy malas decisiones... he sufrido cuando he visto en qué acaba ese dejarse llevar hacia la nada y la desidia más absolutas, y me ha parecido tan injusto que ha sido como un puñetazo en el estómago que no me esperaba. Lo tengo rumiando en la cabeza.
Río revuelto es una novela sobre la fatalidad, la incapacidad de ser felices, la búsqueda constante de algo que no se encuentra, la falta de carácter para tomar las riendas de la vida, la sensación constante de que todo les queda demasiado grande, la desgana, la dejadez, las decisiones mal tomadas y la aparente falta de consecuencias de esas decisiones... Sí, aparente. Esa es la clave, tal y como demuestra el final de la historia. Porque igual que en un río revuelto, la calma que hay en la superficie del agua no se corresponde con las corrientes que subyacen debajo, y esas corrientes se tragan a las personas poco a poco cuando nadie está mirando. A nadie le importa hasta que ya no hay marcha atrás posible.
Muy recomendable, por si hacía falta el apostillamiento final :)
Joan Didion (Sacramento, California, 1934). Periodista y escritora.
Graduada en Literatura inglesa por la Universidad de Berkeley,
California, su primer trabajo fue en la revista Vogue, donde acabó
siendo editora. En 1964 se casó con el escritor John Gregory Dunne, con
quien colaboró en la redacción de guiones cinematográficos.
Ha sido colaboradora habitual de The New York Review of Books. Como escritora, debemos destacar: Según venga el juego (1971), Democracy (1984), Una liturgia común (2007), su obra autobiográfica El año del pensamiento mágico (2006), con la que obtuvo el National Book Award y fue finalista del Premio Pulitzer, y Noches azules (2011), un texto sobre la muerte de su hija. Su obra ensayística es muy extensa; de ella cabe señalar The White Album (1979), Salvador (1983), Miami (1987), After Henry (1992) o Political Fictions (2001).
En España se ha publicado una recopilación de sus ensayos, con el título Los que sueñan el sueño dorado (2012).
Ha sido colaboradora habitual de The New York Review of Books. Como escritora, debemos destacar: Según venga el juego (1971), Democracy (1984), Una liturgia común (2007), su obra autobiográfica El año del pensamiento mágico (2006), con la que obtuvo el National Book Award y fue finalista del Premio Pulitzer, y Noches azules (2011), un texto sobre la muerte de su hija. Su obra ensayística es muy extensa; de ella cabe señalar The White Album (1979), Salvador (1983), Miami (1987), After Henry (1992) o Political Fictions (2001).
En España se ha publicado una recopilación de sus ensayos, con el título Los que sueñan el sueño dorado (2012).
Una joya de la literatura americana, me encantó, lo leí hace mucho tiempo y me pareció una obra ¡boom! creo que junto con "Las correcciones" es de lo mejor que hay de la época y del género en la literatura norteamericana.
ResponderEliminarBesos chicas, muy buena reseña y muy buen libro 💋💋💋
Pues nada,que me lo llevo, aunque he leído otras opiniones no tan buenas sobre la novela. Besinos.
ResponderEliminarMe alegro de que os haya gustado tanto la novela, hasta el punto de provocar el llanto. Cuando un libro logra remover tantas emociones es porque es bueno, realmente bueno. Yo por mi parte estoy deseando volver a leer un libro suyo.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Será una de mis lecturas de este mes así que podré comprobar si coincidimos en apreciaciones... tengo muuuuuy complicadas las dos próximas semanas pero la voy a leer sin duda. Tengo ganas de descubrir si la autora puede llegar a remover sentimientos en mí, y eso que yo me la esperaba más de intriga que otra cosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Si viene de esta editorial ya es garantia de calidad, pero además tras leer tu reseña, me lo llevo apuntadísimo. Besitos
ResponderEliminarNo era una novela que me llamara especialmente, aunque la editorial Gatopardo es de lo mejor actualmente. Ahora, tras leer tu reseña, creo que estaba bastante equivocada y me ha parecido una lectura de lo más interesante, así que quizás me haga con él.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Esta la dejo pasar. Me pasa lo mismo que a ti cuando leo "primera novela de la autora" y me encuentro con novelas de esta talla, pienso que es alucinante, que no puede ser que sea la primera, que de primera no tiene nada. Sí que hay personas que nacen con un don, es innegable. Por cierto, qué reseña tan buena, y qué impactante la frase de meterle el dedo en el ojo y retorcerlo etc. Muy visual XD Besos.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminar¡Qué pedazo de reseña! No puedo estar más de acuerdo; el libro llegó a casa por sorpresa y no tardé en leerlo. Es verdad que es difícil describir la prosa de Didion, es distante pero, como señalas, protege a sus personajes hasta donde puede. En cuanto a Gatopardo...de lo mejorcito en todo.
Un beso
A pesar de tu recomendación, de momento no la veo para mí.
ResponderEliminarBesos
Hola guapa, jolín a veces pienso que deberías dedicarte a la crítica literaria... madre mía que reseñaza!!!
ResponderEliminarYo no sé si me pondré a leer el libro o no, porque en principio no es de mi estilo, pero lo describes de una manera tan impactante que me picas la curiosidad...
Tendré que pensarlo.
Un besazo
A mi esta autora me da cierto reparo porque no se si podría disfrutar de sus historias. Lo dejo en duda y si se cruza en mi camino lo leeré. Besos
ResponderEliminarSobraba el apostillamiento... jajejejje.
ResponderEliminarEsta vez sí me picas, y eso que hay un montón de la autora que no me atraen nada, pero.. oye, que síiii, que me lo llevo...
BEsos.
Pues aunque me apetecía mucho en su momento lo había dejado ahí,apuntado pero olvidados,ahora después de leerte ha pasado a lo alto de mi lista de la compra.
ResponderEliminarUn beso
Esta autora me llama mucho la atención, solo oigo cosas buenas de ella...aunque tengo que decir que tras ver parte de su documental (en mal momento porque me dormía y no fuí capaz de terminarlo) tengo dudas de si su estilo me gustará.
ResponderEliminarTras leerte me apetece mucho conocer esta historia, pero creo que necesita su momento. No parece una historia cómoda de color de rosa. Aún así la anoto ;)
Besitos
Pues menos mal que lo aclaras con la frase final, no parece que te haya gustado ,jajajajaja.
ResponderEliminarLo que está claro es que es de los que causan emociones aunque no demasiado positiva pero sí muy intensas. Me encanta la lectura entre líneas pero no que se abuse de ese espacio y me da que a esta mujer se le ha ido un poco la mano con eso en alguna ocasión.
Me veo que me voy a enfadar también con esos personajes pero lo prefiero a la indiferencia.
Que lo voy a leer, por si no quedó claro, jejeje.
Besos
La verdad es que con tu primer párrafo hubiese bastado. Una nueva joya y una primera novela que parece todo menos eso dicen mucho de tus impresiones sobre ella. No he leído a esta autora y no me importaría meterle mano a esta, jajaja.
ResponderEliminarBesos
Desde luego no hacía falta el apostillamiento final porque yo ya estaba totalmente entregada a la reseña y a la novela :)
ResponderEliminarBesos.
El apostillamiento no hacía falta. Ya me habías convencido. Y lo tenías fácil porque acababa de leer otra reseña que ya me había puesto los dientes largos. Y vienes tú ahora con ésta, donde se ve que las disfrutado tanto y que te ha llegado tanto... Nada, nada, que la tengo que leer sí o sí.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tenía reticencias con esta novela y después de leerte he cambiado de opinión. Me había hecho otra idea en la cabeza de esta historia.
ResponderEliminarUn beso ;)
Sí, se nota que lo has disfrutado a base de bien. Por lo que cuentas tiene pinta de ser toda una joyita. La portada tiene algo que incita a leerlo. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso ;)