Título original: The Ghost: A Modern Fantasy
Autor: Arnold Bennett
Editorial: Erasmus
Traducción: Carlos Ezquerra Vendrell
Páginas: 200
Fecha publicación original: 1907
Fecha esta edición: octubre 2016
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18,90 euros Diseño de cubierta: Eva Celdrán
El argumento se inicia con un médico aficionado a la ópera, que se ve
obligado a atender a un famoso tenor víctima de un extraño colapso antes
de una representación. Será este el inicio de una accidentada peripecia
–sobre la que flotará una suerte de tenebrosa maldición anunciada por
una espiritista– que le llevará al protagonista de Londres a Brujas y
París, en su fascinación por una célebre prima donna que parece
arrastrar a la perdición a cuantos se acercan a ella con interés
amoroso. Una novela de misterio, con aparecidos, sesiones de espiritismo
y fenómenos inexplicables, teniendo como fondo el mundo de la ópera,
con sus intrigas y rivalidades.
Con esta reseña empiezo la semana Halloween clásica, durante la que, si no pasa nada, desde hoy lunes hasta el jueves día 1 de noviembre colgaré cuatro reseñas de clásicos considerados de terror o gótico. El menú estará compuesto por dos novelas y dos antologías de relatos y, salvo una de ellas que creo que sí es más renombrada, el resto creo que son poco conocidas, así que de eso se trata, de dar a conocer obras o ediciones que suelen pasar más desapercibidas. Y al ser cuatro reseñas en cuatro días, intentaré no extenderme mucho y no abusar de vuestra paciencia :)
Sin más preámbulos empiezo hoy con El fantasma, de Arnold Bennett.
Nuestro protagonista es Carl Foster, un joven médico recién licenciado que, estando en Londres, coincide con un pomposo primo al que no veía hace tiempo y que se ha convertido en un afamado compositor de comedias musicales. Gracias a él consigue acudir esa misma noche al debut de Rosetta Rosa, una soprano que tiene embelesado a todo el mundo de la ópera, de la que apenas se sabe nada y que está envuelta en un halo de misterio. Carl cae rendido a sus pies nada más verla sobre el escenario, y jamás hubiese imaginado que iba a conocerla en persona, pero lo hace cuando el tenor de la obra, Alresca, también enamorado de Rosa, tiene un accidente de lo más extraño entre bambalinas y se requiere la presencia de Carl para atenderle. Desde este momento su vida quedará entrelazada tanto con la del tenor en menor medida, como con la de la soprano en mucho mayor grado.
Por otra parte, la mujer de su primo el pomposo, Emmeline, es aficionada al oscurantismo, y durante una fiesta en la que tiene el chiringuito esotérico montado para entretenimiento de sus invitados, hace que Carl pose las manos sobre su bola de cristal y vea su futuro. ¿Qué ve Carl? Pues a él mismo junto a Rosetta Rosa... y tras él una figura informe, indefinida, que le amenaza, es horrible, ¡y quiere matarle!
Creo que no hace falta decir que a este tipo de novelas clásicas consideradas como góticas hay que acercarse buscando una ambientación, un desasosiego, amores enfermizos, fantasmas que atormentan a los vivos, pero en ningún momento vamos a sentir terror ni miedo. Además El fantasma ya está alejado del terror gótico primigenio (aquel de castillos tenebrosos, bosques encantados, leyendas sobrenaturales, sonidos espeluznantes...) y pertenece al gótico moderno, pero aun así, durante el último tercio del libro hace honor al género al que pertenece.
Y digo en el último tercio porque en los dos primeros, digamos que esa sensación espeluznante está mucho más difusa. La historia se centra mucho en el enamoramiento de Carl por Rosa, en como ella parece que sí pero no, y mientras estos dos van y vienen, los sucesos extraños por el camino se entretienen :). Durante toda la novela parece claro que sobre Rosa pesa una maldición que se cierne sobre cualquier hombre que se enamore de ella, y esto no es spoiler, porque para el lector resulta evidente desde el principio, aunque nuestro protagonista sea un poco tontorrón y le cueste caer del guindo (él, que narra la historia en primera persona, lo reconoce desde el principio: durante la época en que suceden estos hechos era inocentón y poco experimentado), pero no es hasta determinado momento que la maldición comienza a desasosegar a Carl y al espectador.
Así pues, entre chismorreos sobre el egocentrimos del mundillo artístico, viajes a Brujas, algo de práctica profesional médica por parte de Carl y mucho amor juvenil hacia Rosa, nos encontramos con fogonazos esporádicos en forma de accidentes extraños aparentemente empeñados en que Carl, a ser posible, muera; con un hombre tenebroso, misterioso y maligno que no habla pero se ríe de manera sardónica y que parece presentarse allá donde esté Carl cuando menos se lo espera (desvaneciéndose del mismo modo); con que todo aquel que se enamora de Rosetta Rosa (y nuestra pobre heroína es tan encantadora que le sucede a menudo) acaba, digámoslo así, muy malamente mal...; y con intentos de asesinato múltiples que tienen a casi todos los personajes principales como víctimas, así que aquí no se escapa ni el apuntador.
Yo lo he disfrutado y me ha parecido una historia muy entretenida, pero también es verdad que muy mal se tienen que dar las cosas para que una historia así a mí no me guste. Sé a lo que me enfrento cuando leo este tipo de novelas, y sé que el aura gótica va a pulular por toda la historia, pero que realmente no voy a estar en tensión durante todo el libro. Tal y como os comentaba, el clímax sobrenatural y gótico no se muestra en todo su esplendor hasta el último tercio de libro, pero tanto el camino hasta ese punto (con sus misterios, sobresaltos e incidentes extraños), como el clímax en sí, merecen la pena y la lectura se hace muy atractiva.
Eso sí, debo reconocer una cosa: no me ha gustado la traducción. Dejando aparte que se beneficiaría de una buena corrección, a ratos se siente rara, con frases raras, con palabras inadecuadas en contexto y que se presuponen mal traducidas, con traducciones literales que no suenan bien... sinceramente, creo que no le hace justicia a la prosa de Bennett, le resta elegancia, y es una pena. ¿Se puede leer la novela? Sin problema ninguno, y supongo que para quien no sea tiquis como yo con estas cosas le dará un poco igual, pero si soy sincera, debo decirlo. Hay otra edición de este libro a cargo de la editorial Renacimiento que no sé cómo estará, pero yo por si acaso informo.
El fantasma es una obra diferente dentro de la bibliografía de Arnold Bennett, alejada de sus temáticas habituales y encuadrada dentro del género gótico, aunque durante buena parte de la historia impera más el suspense y el misterio que los elementos sobrenaturales. Merece la pena su lectura, sobre todo para quien le guste el escritor y quiera conocer todo cuanto pueda de su obra, aunque todo el que quiera un poquito de suspense clásico lo disfrutará seguro. No hay que acercarse a ella esperando pasar miedo ni asustarse, y el prota es un poco naíf, pero aun así es una lectura que atrapa y muy entretenida. El título de la novela no deja lugar a dudas sobre lo que uno puede encontrarse dentro, así que no os cuento más porque es una novela cortita y todo lo que le ocurre a Carl hay que descubrirlo mientras se tiene el libro entre las manos.
Sin más preámbulos empiezo hoy con El fantasma, de Arnold Bennett.
Nuestro protagonista es Carl Foster, un joven médico recién licenciado que, estando en Londres, coincide con un pomposo primo al que no veía hace tiempo y que se ha convertido en un afamado compositor de comedias musicales. Gracias a él consigue acudir esa misma noche al debut de Rosetta Rosa, una soprano que tiene embelesado a todo el mundo de la ópera, de la que apenas se sabe nada y que está envuelta en un halo de misterio. Carl cae rendido a sus pies nada más verla sobre el escenario, y jamás hubiese imaginado que iba a conocerla en persona, pero lo hace cuando el tenor de la obra, Alresca, también enamorado de Rosa, tiene un accidente de lo más extraño entre bambalinas y se requiere la presencia de Carl para atenderle. Desde este momento su vida quedará entrelazada tanto con la del tenor en menor medida, como con la de la soprano en mucho mayor grado.
Por otra parte, la mujer de su primo el pomposo, Emmeline, es aficionada al oscurantismo, y durante una fiesta en la que tiene el chiringuito esotérico montado para entretenimiento de sus invitados, hace que Carl pose las manos sobre su bola de cristal y vea su futuro. ¿Qué ve Carl? Pues a él mismo junto a Rosetta Rosa... y tras él una figura informe, indefinida, que le amenaza, es horrible, ¡y quiere matarle!
Creo que no hace falta decir que a este tipo de novelas clásicas consideradas como góticas hay que acercarse buscando una ambientación, un desasosiego, amores enfermizos, fantasmas que atormentan a los vivos, pero en ningún momento vamos a sentir terror ni miedo. Además El fantasma ya está alejado del terror gótico primigenio (aquel de castillos tenebrosos, bosques encantados, leyendas sobrenaturales, sonidos espeluznantes...) y pertenece al gótico moderno, pero aun así, durante el último tercio del libro hace honor al género al que pertenece.
Y digo en el último tercio porque en los dos primeros, digamos que esa sensación espeluznante está mucho más difusa. La historia se centra mucho en el enamoramiento de Carl por Rosa, en como ella parece que sí pero no, y mientras estos dos van y vienen, los sucesos extraños por el camino se entretienen :). Durante toda la novela parece claro que sobre Rosa pesa una maldición que se cierne sobre cualquier hombre que se enamore de ella, y esto no es spoiler, porque para el lector resulta evidente desde el principio, aunque nuestro protagonista sea un poco tontorrón y le cueste caer del guindo (él, que narra la historia en primera persona, lo reconoce desde el principio: durante la época en que suceden estos hechos era inocentón y poco experimentado), pero no es hasta determinado momento que la maldición comienza a desasosegar a Carl y al espectador.
Así pues, entre chismorreos sobre el egocentrimos del mundillo artístico, viajes a Brujas, algo de práctica profesional médica por parte de Carl y mucho amor juvenil hacia Rosa, nos encontramos con fogonazos esporádicos en forma de accidentes extraños aparentemente empeñados en que Carl, a ser posible, muera; con un hombre tenebroso, misterioso y maligno que no habla pero se ríe de manera sardónica y que parece presentarse allá donde esté Carl cuando menos se lo espera (desvaneciéndose del mismo modo); con que todo aquel que se enamora de Rosetta Rosa (y nuestra pobre heroína es tan encantadora que le sucede a menudo) acaba, digámoslo así, muy malamente mal...; y con intentos de asesinato múltiples que tienen a casi todos los personajes principales como víctimas, así que aquí no se escapa ni el apuntador.
Yo lo he disfrutado y me ha parecido una historia muy entretenida, pero también es verdad que muy mal se tienen que dar las cosas para que una historia así a mí no me guste. Sé a lo que me enfrento cuando leo este tipo de novelas, y sé que el aura gótica va a pulular por toda la historia, pero que realmente no voy a estar en tensión durante todo el libro. Tal y como os comentaba, el clímax sobrenatural y gótico no se muestra en todo su esplendor hasta el último tercio de libro, pero tanto el camino hasta ese punto (con sus misterios, sobresaltos e incidentes extraños), como el clímax en sí, merecen la pena y la lectura se hace muy atractiva.
Eso sí, debo reconocer una cosa: no me ha gustado la traducción. Dejando aparte que se beneficiaría de una buena corrección, a ratos se siente rara, con frases raras, con palabras inadecuadas en contexto y que se presuponen mal traducidas, con traducciones literales que no suenan bien... sinceramente, creo que no le hace justicia a la prosa de Bennett, le resta elegancia, y es una pena. ¿Se puede leer la novela? Sin problema ninguno, y supongo que para quien no sea tiquis como yo con estas cosas le dará un poco igual, pero si soy sincera, debo decirlo. Hay otra edición de este libro a cargo de la editorial Renacimiento que no sé cómo estará, pero yo por si acaso informo.
El fantasma es una obra diferente dentro de la bibliografía de Arnold Bennett, alejada de sus temáticas habituales y encuadrada dentro del género gótico, aunque durante buena parte de la historia impera más el suspense y el misterio que los elementos sobrenaturales. Merece la pena su lectura, sobre todo para quien le guste el escritor y quiera conocer todo cuanto pueda de su obra, aunque todo el que quiera un poquito de suspense clásico lo disfrutará seguro. No hay que acercarse a ella esperando pasar miedo ni asustarse, y el prota es un poco naíf, pero aun así es una lectura que atrapa y muy entretenida. El título de la novela no deja lugar a dudas sobre lo que uno puede encontrarse dentro, así que no os cuento más porque es una novela cortita y todo lo que le ocurre a Carl hay que descubrirlo mientras se tiene el libro entre las manos.
Enoch Arnold Bennett (Hanley, 1867 - Londres, 1931). Bennett nació en mayo de 1867 en Hanley, Inglaterra, lugar que le
servirá de modelo para uno de los «Five Towns» de sus novelas, y que en
1910 se uniría a otras cinco grandes villas para formar la ciudad de
Stoke-on-Trent, en Staffordshire.
Su primera infancia estuvo marcada por la escasez, pero su familia vino a mejor fortuna cuando a su padre le ofrecieron un puesto de abogado. Bennett trabajó con él, pero pronto comenzaron las disensiones entre ambos y el joven Bennett se marchó a Londres, donde empezaría a dedicarse al periodismo. Durante un tiempo fue ayudante del editor de la revista Woman. Comenzó a escribir entonces una novela por entregas que se convertiría en Grand Hotel Babylon (1902).
Su primera infancia estuvo marcada por la escasez, pero su familia vino a mejor fortuna cuando a su padre le ofrecieron un puesto de abogado. Bennett trabajó con él, pero pronto comenzaron las disensiones entre ambos y el joven Bennett se marchó a Londres, donde empezaría a dedicarse al periodismo. Durante un tiempo fue ayudante del editor de la revista Woman. Comenzó a escribir entonces una novela por entregas que se convertiría en Grand Hotel Babylon (1902).
A partir de 1900 se
consagraría por completo a la literatura. Su primera novela, A Man from
the North (1898), en gran medida autobiográfica, fue muy bien acogida
por la crítica. Le siguió Anna of the Five Towns (1902), el primero de
una serie de relatos centrado en la rutina diaria de la zona de los
Potteries, área industrial de Staffordshire. Entre 1903 y 1911, Bennett
se instaló en París. Durante estos años publicó la novela Enterrado en
vida (1908) y la que sería su obra más aclamada, Cuento de viejas,
considerada una obra maestra. En 1911 viajó a América donde fue recibido
como lo fuera Dickens en su época. Con un continuado éxito de crítica y
lectores, Bennett siguió escribiendo obras como la serie publicada
entre 1910 y 1918 formada por las novelas Los Clayhanger, Hilda
Lessways, Estos dos y The Roll-Call.
En 1922 se separó de su esposa
francesa y se enamoró de la actriz Dorothy Cheston, con quien viviría
hasta su muerte, acaecida en su casa de Baker Street en Londres, en
1931. En 1923 recibió el Premio James Tait Black por su novela Riceyman
Steps.
Pues así a bote pronto me parece que no había oído hablar nunca de la novela, aunque del autor leí hace muchísimos años Los Clayhanger y Hilda Lessways. Ni que decir tiene que me la llevo apuntada que el terror gótico me encanta. Besinos.
ResponderEliminarMe gustan esas ambientaciones aunque no den miedo. Eso sí, algo tiene que pasar porque si no, vaya rollo. Hasta ahora uno de mis libros de terror favorito es El alumno, de Patrick Redmond.
ResponderEliminarBesos
Tiene buena pinta para este leerlo en este puente.
ResponderEliminarBesos
Es lo que toca esta semana pero en mi blog no aparecerá ni una reseña de este tipo porque el género no es lo mío.
ResponderEliminarBesos.
Hola guapa, la verdad es que me has picado con todo... el naif del prota, el que al principio no parezca gótico pero al final sí... lo voy a buscar, a ser posible en la otra editorial poque yo, como tú, soy un poco tiquismiquis... y a ver si lo encuentro.
ResponderEliminarUn besazo
¿Para qué paso? Ya me has liado, como siempre 😅 y además lo quiero en la edición más chuliway que tengan 😉
ResponderEliminarBesitos carinyet 💋💋💋
Aunque de vez en cuando me gusta acercarme a este tipo de lecturas este libro no me atrae lo suficiente para animarme con él.
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarPues no conocía de nada el libro, pero me ha gustado la reseña y el ambiente gótico siempre me llama. Ahora bien, si dices que la traducción no es muy buena casi que prefiero mantenerme lejos de esta edición. Personalmente, una mala traducción te saca de contexto u_u.
Un beso :)
Yo prefiero algo así que una historia de terror, que me conozco y luego lo paso fatal. Este título concreto no lo conocía, así que me lo llevo ;)
ResponderEliminarBesitos
Pues no he leído nada del autor pero no me importaría nada acercarme a alguna de sus lecturas.
ResponderEliminarBs.
PUes no conocía esta novela del autor. Y qué pinta más buena tiene. Me la llevo bien apuntada.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tiene muy buena pinta y la verdad ahora es un momento evocador para este tipo de historias jaja, la tendré en cuenta. Besitos
ResponderEliminarNo lo conocía de nada y teniendo en cuenta que no es terror puro, no me importaría leerlo.
ResponderEliminarLo anoto y ya lo indagaré un poco más.
Besos.
¡Ohhhhh! ¡Mi muy querido Arnold Bennett! Justo iba a decirte que no había leído nada parecido de Bennett cuando he llegado al último párrafo de tu reseña y ya he visto que dices que diferente en la bibliografía del siempre genial Bennett. Aunque cuando he leído eso de "la mujer de su primo el pomposo" he tenido cierta esperanza de ese sentido del humor tan british que me chifla del autor (pero ya he visto que no, que es un destello de TU sentido del humor, que también me chifla). Iba a decir que me lo llevaba, pero me pesa un poquito lo de la traducción. Besos.
ResponderEliminarEste género no es lo mío, la verdad, no me atrae en absoluto, lo siento. Me alegro de todas formas que te haya gustado, pese a la calidad de la traducción, un fallo que me parece enorme :/
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