Título original: Living the questions
Autora: Sue Hubbell
Editorial: Errata Naturae
Traducción obra: Miguel Ros González
Prólogo: J.M.G. Le Clézio
Traducción prólogo: Regina López Muñoz
Páginas: 304
Fecha publicación original: 1983
Fecha esta edición: mayo 2016
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,50 euros Fecha esta edición: mayo 2016
Encuadernación: rústica con solapas
Imagen de cubierta: William Britten / Getty Images
Sue Hubbell, bióloga de formación, trabajaba como bibliotecaria en
una importante universidad americana y llevaba una vida normal,
seguramente demasiado normal. Un buen día, definitivamente harta de la
omnipresente sociedad de consumo norteamericana, tanto ella como su
marido deciden que quieren otra vida, más rica, más plena, más cercana a
sus verdaderos ideales y a la naturaleza salvaje que tanto añoran.
Entonces, y con las lecturas de Henry David Thoreau en la cabeza,
deciden dejarlo todo y marcharse a vivir a una solitaria y destartalada
granja en los bosques de las montañas Ozarks, en el Medio Oeste de
Estados Unidos.
Sin embargo, al poco de llegar, el marido de Sue decide abandonarla. Ésta es, por tanto, la historia de una mujer enfrentada a las montañas, al invierno, a los coyotes, a las motosierras y, algunos días, a la soledad, pero sin perder jamás el sentido del humor y una mirada infinitamente curiosa y prendada por la belleza salvaje que la rodea. La historia de una mujer que construye por sí sola una nueva forma de felicidad y que, de paso, nos descubre, como bióloga y amante de la naturaleza, los secretos de todas las criaturas vivas con las que convive cada día. La historia, por tanto, de una verdadera revolución vital: la búsqueda de una nueva existencia en la que es la propia naturaleza quien le ofrece el conocimiento para decidir quién es ella misma.
«A menudo he soñado con un libro en el que cupiera toda la naturaleza y que me hiciera tan feliz como cuando en otros tiempos leía a Virgilio, junto al mar, a la sombra de los olivos. Un libro en el que la poesía fuera como una respiración, en el que el lenguaje nos acercara su música. Creo que Un año en los bosques de Sue Hubbell es ese libro» J. M. G. Le Clézio, Premio Nobel de Literatura
Sin embargo, al poco de llegar, el marido de Sue decide abandonarla. Ésta es, por tanto, la historia de una mujer enfrentada a las montañas, al invierno, a los coyotes, a las motosierras y, algunos días, a la soledad, pero sin perder jamás el sentido del humor y una mirada infinitamente curiosa y prendada por la belleza salvaje que la rodea. La historia de una mujer que construye por sí sola una nueva forma de felicidad y que, de paso, nos descubre, como bióloga y amante de la naturaleza, los secretos de todas las criaturas vivas con las que convive cada día. La historia, por tanto, de una verdadera revolución vital: la búsqueda de una nueva existencia en la que es la propia naturaleza quien le ofrece el conocimiento para decidir quién es ella misma.
«A menudo he soñado con un libro en el que cupiera toda la naturaleza y que me hiciera tan feliz como cuando en otros tiempos leía a Virgilio, junto al mar, a la sombra de los olivos. Un libro en el que la poesía fuera como una respiración, en el que el lenguaje nos acercara su música. Creo que Un año en los bosques de Sue Hubbell es ese libro» J. M. G. Le Clézio, Premio Nobel de Literatura
Mis trescientos enjambres de abejas están desperdigados por las colinas del sur de Misuri, en colmenares situados en los pastos de los granjeros o en los límites de sus arboledas. Todos los años doy a cada familia que tiene uno de estos colmenares un galón de miel en concepto de alquiler, aunque a la mayoría de granjeros le gusta tener enjambres en sus tierras, pues las abejas polinizan sus plantaciones y los tréboles de sus pastos.
Un año en los bosques, de Sue Hubbell, es una ventana con vistas a la naturaleza más primigenia donde la belleza salvaje encierra todo un universo vivo, simbiótico, en el que todos los seres vivos, ya sean plantas o animales, crean y construyen simplemente por el hecho de realizar sus funciones vitales, y que solo las personas que se detienen a observar tales funciones se maravillan por la grandeza que supone participar en tales procesos.
Sue Hubbell era una bióloga y apicultora ecológica que poseía "una granja de abejas" en las montañas de Ozarks, en el medio oeste de los Estados Unidos. Junto a su marido dejó una vida cómoda en la universidad para vivir su sueño, ser apicultores en las montañas, y cambiaron su estilo de vida por uno donde la belleza y la sencillez de la naturaleza impregnó sus vidas.
Durante un tiempo compartieron el mismo sueño hasta que su marido lo dejó para recorrer otros caminos, pero a Sue Hubbell, no pareció afectarle esto gravemente, pues ella ya había quedado atrapada en la belleza salvaje de sus montañas convirtiéndose con el tiempo en La Dama de las Abejas, parte importante de la simbiosis estructural que formaba su ecosistema.
Con Sue Hubbell recorremos las cuatro estaciones en su día a día como apicultora (todos sus enjambres estaban desperdigados por las montañas). Además, como buena bióloga que era, Sue, detallaba a aquellos seres, ya fuesen personas, plantas o animales, que pululaban y compartían su espacio, siempre desde ese respeto reverencial que supone observar a la par que se admira tal majestuosidad natural.
Cada estación del año era un descubrimiento, un renacer cargado de sabiduría que nuestra protagonista absorbía con la humildad y la grandeza de las personas que son capaces de observar y compartir un espacio vital donde tienen cabida todos los seres vivos, incluso aquellos más pequeños como los ácaros y las bacterias. Y así como lo reconocía y lo sentía, Sue también lo trasmitía con sencillez, vitalidad y un sentido del humor que atrapa al lector, que se involucra al tiempo que suspira por esa vida natural.
Una cosa curiosa del libro es lo actual que es, pues en él encontramos aspiraciones muy presentes y coetáneas a un pensamiento tan contemporáneo como es el de mirar hacia una naturaleza primigenia y salvaje cada vez más frágil porque no hemos sabido observarla con el detalle suficiente que nos haga entenderla y comprenderla. Simplemente la hemos explotado sistemáticamente en aras de nuestro confort. Lo de curioso lo digo porque fue escrito a principios de los 80 y relata las experiencias vividas por la protagonista unos años antes, en la década de los 70. Y aun así, leído cuarenta años después resulta evidente que no ha perdido ni un ápice de esa actualidad y frescura que envuelve a la belleza eterna e imperecedera de esos bosques.
Con todo, y a pesar de lo anterior, es comenzar a leerlo y sumergirte en un universo atemporal y natural donde solo las estaciones del año regulan los ritmos y los procesos de los seres que habitan en ese paraíso terrenal. Y al lector no le queda otra que enredarse y adecuarse a esa naturaleza al tiempo que se involucra con los aprendizajes y descubrimientos que la autora tenga a bien enseñarle, ya sean los azulillos índigo, los mosqueros, los chotacabras o los herrerillos, o plantas, ranas, serpientes, arañas, insectos, ácaros y bacterias. Hubbell fusionaba estos conocimientos con el mundo de las abejas, y por eso conocemos de primera mano todo lo que conllevaba ser una apicultora en las montañas, un trabajo tan real como sensible conectado al respeto y la sencillez.
Con todo, y a pesar de lo anterior, es comenzar a leerlo y sumergirte en un universo atemporal y natural donde solo las estaciones del año regulan los ritmos y los procesos de los seres que habitan en ese paraíso terrenal. Y al lector no le queda otra que enredarse y adecuarse a esa naturaleza al tiempo que se involucra con los aprendizajes y descubrimientos que la autora tenga a bien enseñarle, ya sean los azulillos índigo, los mosqueros, los chotacabras o los herrerillos, o plantas, ranas, serpientes, arañas, insectos, ácaros y bacterias. Hubbell fusionaba estos conocimientos con el mundo de las abejas, y por eso conocemos de primera mano todo lo que conllevaba ser una apicultora en las montañas, un trabajo tan real como sensible conectado al respeto y la sencillez.
Al final, solo puedo decir que todo este universo físico y natural tiene cabida en Un año en los bosques gracias a una autora que supo ofrecer al lector toda la naturaleza que ocupaba su granja de ciento cincuenta acres al tiempo que conseguía que se interesase por ella. Es un libro para leer y releer cada vez que queramos que la naturaleza en todo su esplendor vuelva a nosotros... y mientras lo digo pienso en alguien muy querido, que cuando leyó a Thoreau, se perdió por Los bosques de Maine, y al que le encantaban las abejas, y que seguramente se reencontrará con Sue Hubbell en este tipo de libros donde el ser humano convive en igualdad con otros seres que son tan diferentes como majestuosos e impresionantes.
A todo estoy hay que añadir el maravilloso prólogo de J.M.G. Le Clézio, quien supo captar toda la sutileza y sensibilidad de Hubbell. En definitiva, nos encontramos ante una joya valiosa e imprescindible, llena de amor, sabiduría y aprendizaje.
Y a mí, solo me queda dar las gracias a la persona que supo ver que este libro encajaba perfectamente conmigo y me lo hizo llegar.
Sue Hubbell nació en Kalamazoo, Michigan, en 1935. Tras licenciarse en Periodismo en
la Universidad del Sur de California trabajó como librera y
bibliotecaria, mientras desarrollaba su compromiso como activista por la
paz en diversas organizaciones. En 1973, sin embargo, decide cambiar
radicalmente de vida: abandonar su trabajo y la vida urbana, reducir sus
ingresos y también sus gastos, de modo que, además, se redujeran los
impuestos que debería pagar a un gobierno que seguía amparando la
injustificable Guerra de Vietnam.
Se marcha entonces a vivir a un remoto lugar de las Montañas Ozarks, en Misuri, donde crea un pequeño negocio de apicultura respetuoso con el bienestar animal y el medio ambiente. Allí escribe Un año en los bosques, considerado hoy en día un libro clásico de la llamada nature writing y del movimiento del decrecimiento, y que ha recibido innumerables elogios a lo largo de varias décadas.
También es autora de libros como A Book of Bees: And How to Keep Them (1989), Broad Sides from the Other Orders: A Book of Bugs (1993), Far-Flung Hubbell: Essays from the American Road (1995), Waiting for Aphrodite: Journeys Into the Time Before Bones (1999), Shrinking the Cat: Genetic Engineering Before We Knew about Genes (2001) o From Here to There and Back Again (2004). Igualmente, Hubbell ha sido colaboradora habitual de publicaciones como The New Yorker, The New York Times, Times Magazine, Harper’s o Smithsonian.
Falleció el 13 de octubre de 2018, a la edad de 83 años, por causas derivadas de la demencia que padecía.
Se marcha entonces a vivir a un remoto lugar de las Montañas Ozarks, en Misuri, donde crea un pequeño negocio de apicultura respetuoso con el bienestar animal y el medio ambiente. Allí escribe Un año en los bosques, considerado hoy en día un libro clásico de la llamada nature writing y del movimiento del decrecimiento, y que ha recibido innumerables elogios a lo largo de varias décadas.
También es autora de libros como A Book of Bees: And How to Keep Them (1989), Broad Sides from the Other Orders: A Book of Bugs (1993), Far-Flung Hubbell: Essays from the American Road (1995), Waiting for Aphrodite: Journeys Into the Time Before Bones (1999), Shrinking the Cat: Genetic Engineering Before We Knew about Genes (2001) o From Here to There and Back Again (2004). Igualmente, Hubbell ha sido colaboradora habitual de publicaciones como The New Yorker, The New York Times, Times Magazine, Harper’s o Smithsonian.
Falleció el 13 de octubre de 2018, a la edad de 83 años, por causas derivadas de la demencia que padecía.
Bueno, así de principio no es una historia que me llame en estos momentos pero no la descarto definitivamente porque nunca se sabe. Besinos.
ResponderEliminarNo me llama mucho la atención, creo que yo no la disfrutaría.
ResponderEliminarBesos
Me lo llevo a mi estantería de deseos, así, literalmente. Muchas gracias!! :D
ResponderEliminar¡Qué maravillosa sensación es aquella en la que descubrimos que un amigo o un lector nos recomienda una lectura con la convicción de que es para nosotros y, además, acierta! Enhorabuena por tener a esa persona y por la lectura. Interesante elección, la verdad
ResponderEliminarTengo en espera, Refugio , que en vez de bosque nos lleva al desierto. Me llaman este tipo de libros porque dan como paz. Aunque creo que nunca haría algo así y a veces se ponen un poco pesados con los detalles.
ResponderEliminarBesos
¡Me encantó este libro de Sue Hubbell! (por cierto, la autora murió a finales del año pasado, qué pena). Es, tal y como tú dices, una hermosa ventana a la naturaleza. Leerlo fue como irme de vacaciones a una cabaña junto a Sue, en medio del silencio (¡cómo se echa de menos el silencio cuando vives en una ciudad!) y de ese paisaje. Me gustaron las reflexiones a lo Thoreau, como señalas, y esa idea del bien y el mal en la naturaleza: un zorro no es mal por comerse a las gallinas es, simplemente, un zorro y actúa como tal. Tengo ganas de leer más de esta autora, qué acierto de Errata naturae traernos a Sue Hubbell. Besos.
ResponderEliminaryo no me animo, es cierto que sí me atrae pero en algún momento hay que parar aunque luego voy de compras y ya sabes lo que me pasa. Ayer fui y buscaba "La chaise-longue victoriana" pero no quedaba, a la próxima será.
ResponderEliminarBesos
Hola guapa, la verdad es que con tu reseña has recreado un pedacito de paz impresionante, no sé si es un libro para mí o no, pero la verdad es que picarme me has picado... Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn besazo
Qué envidia me da ese tipo de vida en plena naturaleza renunciando a otras cosas más urbanistas, aunque me imagino que tiene que ser un cambio drástico que requiere tener las cosas muy claras.
ResponderEliminarEs un título que requiere su momento y además te tiene que gustar el tema, me lo apunto...puede ser interesante.
Besitos
No sé si disfrutaría igual que tú con esta lectura. Sería cosa de probar con las primeras páginas.
ResponderEliminarBesotes!!!
No te creas que cuando voy al pueblo y estoy allí varios meses es muy distinto, en serio 😉
ResponderEliminarQué bonito que te conozcan tanto y piensen en ti cuando te hacen llegar un libro 😍
Besitos carinyet 💋💋💋
Me identifico totalmente con lo que cuenta la novela que nos traes. No me importaría nada acercarme a ella.
ResponderEliminarBs.
Qué gusto cuando se acierta de esa forma con una recomendación, verdad ? Me alegro de que lo hayas disfrutado tanto, yo en esta ocasión lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos
Me la llevo apuntada que me suelen gustar este tipo de historias lo que no se si la disfrutaría como tu, un beso
ResponderEliminarLo de la apicultura me pone muy nervioso, pero lo que nos cuentas de la novela, como siempre, consigue llamarme la atención. Besos
ResponderEliminarEs uno de los muchos que tengo fichados de esta editorial. Leer este tipo de libros resulta terapéutico. Un besote.
ResponderEliminarLa verdad es que este no lo veo nada para mí. Me resulta interesante, pero tiro más por otro tipo de historias.
ResponderEliminarBesos
BUeno es una opción interesante pero tengo otras lecturas que me atraen más. Besos
ResponderEliminarMe encantan este tipo de libros, así que me lo llevo apuntado. Besotes.
ResponderEliminar