Título original: The inheritance
Autora: Louisa May Alcott
Editorial: Siruela
Traducción: María Corniero
Páginas: 160
Fecha publicación original: 1997 (escrito en 1849)
Fecha esta edición: 1998
Encuadernación: rústica
Precio: descatalogadoFecha esta edición: 1998
Encuadernación: rústica
Enmarcada en el escenario de una aristocrática mansión de la Inglaterra
rural decimonónica, ésta es la obra juvenil de la autora del clásico
Mujercitas. Escrita en 1849 con la frescura e ingenuidad de los
diecisiete años, la novela describe un mundo de románticas ensoñaciones,
de personajes arquetípicos y conflictos pasionales, donde, al final,
triunfa la virtud. Lady Hamilton, una viuda altiva pero de espíritu
ecuánime, preside el hogar donde conviven sus jóvenes hijos, Amy y
Arthur, su sobrina Ida, una huérfana pérfida y ambiciosa, y Edith
Adelon, una virginal muchachita italiana que lord Hamilton rescató de un
orfanato durante un viaje por Italia. Cuando viene a pasar con ellos la
temporada veraniega un amigo del joven Hamilton, lord Percy, su entrada
en el pequeño mundo de la mansión desatará pasiones y envidias entre
las jóvenes habitantes de la casa.
La de hoy es una reseña atípica, y mientras la escribo lo hago con una sonrisa en los labios, porque vengo a deciros, sin rodeos, que no os recomiendo este libro. Y al tiempo que os digo esto, os confieso que yo lo he leído con mucho cariño. Sé que puede parecer contradictorio, o absurdo, pero es que es así: a mí me ha hecho ilusión leerlo porque es la primera novela que escribió Louisa May Alcott con 17 años, pero es tan tontorrona e infantil que no puedo hacer la vista gorda ante el hecho más que evidente de que no es una lectura que se pueda recomendar (si lo hiciese me tiraríais a los leones embadurnada en salsa barbacoa xD). Aun así quería que estuviese en el blog por cariño hacia la autora, simple y llanamente... no todos los primeros libros de grandes autores son obras de arte, y este es un buen ejemplo.
La historia tiene lugar en la casa solariega de una familia aristocrática, los Hamilton, compuesta por lady Hamilton, viuda y un poco borde, y sus dos hijos, lord Arthur y Amy, que deben beber agua bendita desde que nacieron porque tanta bondad junta es casi inconcebible. Junto a ellos vive lady Ida Clare, sobrina y prima respectivamente de los personajes anteriores y mala pécora de diccionario, y Edith Adelon, un dechado de virtudes hermosísimo que comparte el agua bendita anteriormente mencionada, y de la que el fallecido lord Hamilton se hizo cargo durante una estancia en Italia a pesar de desconocer todo sobre su pasado. La historia comienza cuando esperan la llegada de lord Percy, que va a pasar una temporada con ellos y que arrastra un amor trágico a sus espaldas que lo dota de todos los dones románticos habidos y por haber, además de resultar interesante, misterioso, melancólico y todo un caballero. Durante esas semanas, Ida va a intentar pescar a lord Percy, lord Percy solo tiene ojos para el ángel moreno de Edith, y Edith tiene un pasado que vamos a resolver sí o sí para que nuestra heroína sea más heroína (si algo así es posible)... Y es que nunca hay suficientes casualidades en una historia como esta.
Antes de ir más allá permitidme que esboce un poco la historia detrás de esta novela, porque tiene su aquel. Alcott la escribió en 1849 cuando solo tenía 17 años y bajo seudónimo, pero no solo no fue publicada en vida de la autora y se desconocía su existencia, sino que el manuscrito permaneció mal catalogado durante toda una generación hasta que, en 1997, dos profesoras especializadas en Alcott estaban buscando cartas y diarios suyos en la biblioteca Houghton de la Universidad de Harvard y toparon con él de pura casualidad. Su autoría fue reconocida y el libro fue publicado ese mismo año. Imaginaos lo que supuso en aquel momento: nada menos que la primera novela adolescente, desconocida e inédita de una autora de esta talla... es como si hoy día encontrasen de la manera más fortuita una novela inédita de Jane Austen, por poner un ejemplo. Fueron tales el revuelo y el entusiasmo que rápidamente fue traducida a varios idiomas (a España llegó al año siguiente en esta edición que os traigo) y ese mismo año se rodó su adaptación cinematográfica (os dejaré algún vídeo por ahí abajo).
Dicho esto, hay que reconocer (si todos somos honestos por mucho que nos emocione un acontecimiento como este) que esta historia es lo que es: el escrito un tanto infantil e ingenuo de una adolescente que quería contar una de esas historias románticas con una pizca de misterio que tanto se llevaban en la época, pero que todavía no tenía las armas ni los recursos narrativos para hacerlo de una manera adecuada. Aquí los buenos son buenísimos, los malos son malísimos, los que sufren lo hacen en silencio sepulcral y dramático, los que manipulan parecen Maquiavelo, las casualidades campan a sus anchas y se montan una fiesta y tú, como lector, no puedes dejar de sonreír ante el tono tan naive con el que va sucediendo todo. Es como si estuvieras leyendo la primera novela de tu prima adolescente y la estuvieses disfrutando porque la lees con cariño y valoras su trabajo y su esfuerzo, pero no porque el resultado sea realmente bueno.
A ver, que igual que os digo una cosa os digo la otra. La historia está completa, tiene su comienzo-nudo-desenlace, el estilo es sencillo pero está bien escrita, es entretenida y, dentro de lo que cabe, ya quisieran muchos ser capaces de completar un libro así con 17 años. Pero los clichés de la imaginería adolescente de la época sobre una historia romántica son ingenuos, los diálogos resultan inocentones y afectados, y bueno, que el libro es lo que es y da para lo que da. Con todo lo que llevamos leído a la espalda y lo que tenemos pendiente por leer, no puedo venir aquí a deciros que hagáis hueco a esta historia porque luego me pediríais cuentas :)
Eso sí, para quienes les guste mucho la autora y tengan curiosidad por leer todo lo publicado por ella, no deja de ser un lujazo que nos llegó de manera inesperada 150 años después de ser escrito, y realmente se disfruta si se deja a un lado el tono evidentemente simplista e inocente de la historia. No todos los días se encuentran novelas inéditas de autores como estos, y ayudan a vislumbrar y comprender su evolución como narradores. Se nota tanto la diferencia de estilo, la evolución en la complejidad estructural y narrativa y el crecimiento como escritora entre la Alcott de esta novela y la de nouvelles como Tras la máscara y Un susurro en la oscuridad, por poner dos ejemplos y no tirar de sus novelas más famosas como Mujercitas, que hacen bueno el dicho de que no basta con nacer escritor y tener la necesidad de contar cosas, sino que la mayor parte de las veces el autor debe hacerse a base de experiencia, práctica, hábito y recorrido vital.
No os puedo decir más de lo que os he dicho: los caprichos, caprichos son, y me apetecía que esta novela tuviese su espacio en Netherfield, nada más. En cualquier caso, y a pesar de estar descatalogada, si alguien estuviese interesado en leerla puede encontrarla fácilmente de segunda mano tanto en esta edición como en una posterior que sacó Siruela en el año 2000.
Lo dejo aquí con el comienzo de la adaptación que os comentaba arriba, aunque en youtube se puede ver la peli completa en vose :)
Louisa
May Alcott (1832-1888) fue una educadora y novelista estadounidense muy
conocida por sus libros para adolescentes. Fue autora de unos 300
títulos de diversos géneros, aunque sus obras más famosas, Mujercitas (1868), novela autobiográfica de su infancia, y sus secuelas, Aquellas Mujercitas (1869), Hombrecitos (1871) y Los muchachos de Jo (1886), están consideradas como clásicos.
Comprometida con el movimiento abolicionista y los derechos de la mujer,
escribió bajo el seudónimo de A.M. Barnard una colección de novelas en
las que se trataban temas tabúes para la época como la sexualidad, el
incesto o el adulterio.
Yo la leí hace muchos años y no me disgustó, supongo que me paso como a ti, que le tengo cariño a la autora y me despertó ternura. Lo que no sabia era que se había hecho ya adaptación. Besinos.
ResponderEliminarNo lo conocía, pero tampoco me llama mucho, no soy fan absoluta de la autora, aunque Tras la máscara me gustó mucho.
ResponderEliminarBesos
También dependerá de la edad del lector, igual leer este libro de jovencita deje mejor sabor de boca aunque claro, con lo espabilados que están ahora los jóvenes seguramente les parecería "tontorrona" la autora igualmente. De todas formas la reseñas es bonita y me ha gustado leerla.
ResponderEliminarBesos
Yo la recuerdo como una bonita lectura, claro que la leí de adolescente y entonces las cosas se ven de otra manera, ese curso fue el libro más solicitado en la biblioteca 😁
ResponderEliminarUna reseña fantástica.
Besitos cielo 💋💋💋
Ya no sé si leerla o no, me encanta la escritora pero que al comienzo digas que no lo recomiendas.... bueno... me lo pienso mientras leo otras cosillas.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Besitos.
Jajajajajaja. Me quedo con lo de beber agua bendita. Y me parece una jugarreta que se la hayan publicado sin su permiso, pobre... Entiendo perfectamente tu forma de leer este libro desde el cariño y en plan, qué tierna e inocente. Estoy segura de que todos los escritores tienen ese tipo de cosas en un cajón bajo siete mil llaves. Es que aunque muchas veces dicen eso de "primera novela" y encima es una pasada de obra, está claro que es lo primero que publican, no lo primero que escriben.
ResponderEliminarSeguro que te has echado unas risas y pasado un buen rato. Eso que te llevas.
Besos
Pues oye, te ha quedado una reseña muy bonita y sincera. Le has dado un buen homenaje ;) Yo todavía no he leído nada de la autora, pero me muero de ganas de leer "Mujercitas". Vi hace poco la miniserie y quedé fascinada, así que empezaré por ahí y luego seguiré con sus otras obras.
ResponderEliminarBesitos
Hola guapa, que magnífica reseña... Cómo se nota la calidez con la que la has escrito, incluida la parte humorística (estoy con Norah Benett en que lo de beber agua bendita me ha dejado sin palabras, jeje...) No sé si la leeré, pero desde luego si lo hago será desde la misma perspectiva que la tuya...
ResponderEliminarUn besazo
Se nota el cariño en cada una de tus palabras. Creo que así valoramos más todo lo que escribió después, ¿no? Y esto demuestra que con constancia, con ganas, todo se aprende. Y que lo primero no siempre sale bien. Casi nunca sale bien. Me alegra que te hayas dado el capricho, porque me has presentado esta novela. Y aunque no la recomiendes, me has dejado con curiosidad. Eso sí, expectativas, por los suelos. Mejor así.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola!
ResponderEliminarA mi me encanta Louise May Alcott, aunque tengo que ponerme con muchas de sus obras que me faltan, cuando esté bien empapada puede que lea este.
Aprecio mucho esta reseña más como una curiosidad que como una recomendación.
Pd. me encanta este blog!
Hasta ahora no he leído nada de la autora, pero creo que tengo que ponerle remedio. Un beso.
ResponderEliminarJajajaja, no somos tan crueles como para embadurnarte en salsa a la barbacoa, irías sin salsa. Pues nada, chica, no siempre se acierta y, a veces, los de más expectativas nos sorprenden. La dejo.
ResponderEliminarBesos
Efectivamente no siempre se acierta a la primera y lo importante es cómo evoluciona la obra de un autor así que le perdonamos este pinchazo.
ResponderEliminarBesos.
Pues he disfrutado leyendo tu reseña y te agradezco la sinceridad jaja pues no creo que vaya a leerlo, al menos por el momento. Leí hace muchos años Mujercitas y me gustó mucho, y de momento creo que ahí va a quedarse mi experiencia con la autora, aunque como todo en la vida, nunca se sabe. Besotes
ResponderEliminarJajajaja, qué gracia me ha hecho tu comienzo. Pues nada, no me lo anoto, porque yo voy con retraso con la autora, tiene muchas cosas mejores que quiero leer. Un besote.
ResponderEliminarSi no nos lo recomiendas porque es inocentón y tontorrón, pues te hacemos caso, jajajajaja. Me ha encantado que nos explicases cómo encontraro este manuscrito, fue una serendipia ;-)
ResponderEliminarMientras leía los primeros párrafos de tu reseña, y nos explicabas las circunstancias de "La herencia", me he acordado de "Frankenstein": si no recuerdo mal, Mary Shelley lo escribió justo con 17 años. Es curioso cómo la escritura es reflejo de la vida de sus autoras, independientemente de la calidad de prosa de ambas escritoras: además de las diferencias de caracteres, época y formación, la vida de Mary Shelley a los 17 años ya era apasionada, intensa, dramática. No sé, no me hagas mucho caso, es que me ha venido a la cabeza, no es que estuviese comparando a las autoras, es que pensaba en lo alucinante que es escribir un clásico a los 17 años, y que deberíamos recordarlo más a menudo. Besos.
No me importa que sea simple. Me gustaría leerla. Besos
ResponderEliminarEs una autora con la que no me importaría repetir, pero de la que me esperaba más. Se ve que, gracias a novelitas como esta (más inocentes, quizá), ha ido puliendo su estilo hasta llegar a sus obras más conocidas.
ResponderEliminarUn beso ;)
Se agradece mucho esta opinión tan sincera, y me alegra saber que tú la has disfrutado, aunque sea por lo clásico únicamente.
ResponderEliminarBesos.