Título original: The winter of our discontent
Autor: John Steinbeck
Editorial: Nórdica
Traducción: Herederos de Miguel Martínez-Lage
Páginas: 424
Fecha publicación original: 1961
Fecha esta edición: noviembre 2018
Fecha esta edición: noviembre 2018
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 22,50 euros
John Steinbeck escribió El invierno de mi desazón
en 1961, un año antes de recibir el Premio Nobel de Literatura, y es su
última novela. El propio Steinbeck dijo de esta obra que «trata sobre
una gran parte de Norteamérica tal como es hoy en día», prestando
especial atención a la confrontación entre el dinero producto del
trabajo y el heredado.
Steinbeck estudia en esta obra qué es lo que hace que un hombre, Ethan Allen Hawley, empleado y antiguo propietario de una tienda de comestibles, cambie de valores, en apariencia de la noche a la mañana. Ese cambio tendrá lugar, precisamente, el 4 de julio, día de la fiesta nacional estadounidense.
Podemos leer esta novela como una lúcida parábola sobre los valores de Estados Unidos, y de cómo el dinero puede repeler cualquier forma de honestidad.
Un libro grandioso cuyo mensaje sigue plenamente vigente cincuenta años después de la muerte de su autor.
Steinbeck estudia en esta obra qué es lo que hace que un hombre, Ethan Allen Hawley, empleado y antiguo propietario de una tienda de comestibles, cambie de valores, en apariencia de la noche a la mañana. Ese cambio tendrá lugar, precisamente, el 4 de julio, día de la fiesta nacional estadounidense.
Podemos leer esta novela como una lúcida parábola sobre los valores de Estados Unidos, y de cómo el dinero puede repeler cualquier forma de honestidad.
Un libro grandioso cuyo mensaje sigue plenamente vigente cincuenta años después de la muerte de su autor.
En El invierno de mi desazón, Jonh Steinbeck construye una novela llena de profundidades y capas en la que los personajes poseen esa pátina de mediocridad e intachabilidad que les hace pertenecer a una sociedad, a un pueblo y a una comunidad, y que, conforme se van desprendiendo de sus diferentes envolturas, vemos que hay mucho más. Al final nada o casi nada es lo que parece, pues cuando el dinero es la energía diferenciadora, ella es la que posiciona a las personas en su sociedad, distinguiéndolas en clase y en pertenencia.
Ethan Allen Hawley es el típico ciudadano medio que vive en la antigua mansión familiar, último vestigio dorado de su poder. Es descendiente de una familia poderosa, los Hawley, balleneros que se asentaron en New Bayton (un pueblo ficticio situado en el estado de Nueva York) y que, junto a otras familias, lograron crecer en prestigio y dignidad a la par que su comunidad.
Todos los Hawley supieron mantener la fortuna de la familia hasta que llegó el padre de Ethan, quien por culpa de su carácter confiado y unos consejos desacertados y desafortunados, perdió todo por medio de unas inversiones desastrosas salvo su mansión, que retuvo y conservó para las siguientes generaciones. Es en este momento temporal cuando conocemos a Ethan Allen Hawley y somos testigos de cómo se encuentran y adónde han llegado los antiguos potentados balleneros: a Ethan solo le quedan la mansión y el puesto de dependiente en el colmado, una tienda de ultramarinos que perteneció a su familia y que también perdió su padre.
A pesar de su pasado, y ya sea por pereza o confort, Ethan es un hombre felizmente casado junto a su bella esposa Mary, y con dos hijos adolescentes, Ellen y Allen. Su vida transcurre plácida y rutinariamente en el pueblo que lo vio nacer, en su puesto de trabajo y junto a su familia. Las facturas son pagadas cada mes y no siente la necesidad de salir de ese bucle vital, rutinario y diario en el que tanto el trabajo como la familia absorben sus días, y en el que fantasea y se vanagloria de las antiguas hazañas de su abolenga familia.
Pero este discurrir de días tiene un plazo y un final. Para la familia Hawley supone el clic que les hace despertar y metamorfosearse de una u otra manera; todos participan de este proceso evolutivo del que no sabemos si les encamina hacia un futuro incierto o hacia su pasado dorado. Con este fin se reunen varios elementos, siendo uno de ellos la llegada de un dinero procedente de una herencia. Aunque este dinero no les restituye su fortuna, les transmite un mundo de posibilidades que abarca desde inversiones locales a un colchón de seguridad.
Y así, lo que parece una cuestión nimia de fácil resolución, en el fondo es el resorte que cambia las vidas de esta buena familia, empezando por Ethan, un hombre servicial y atento con su comunidad, que vive investido de una intachabilidad e integridad que utiliza como empoderamiento y pertenencia a una comunidad que, a pesar de su mala fortuna, lo acoge en igualdad de condiciones. Sin embargo, las tentaciones lo rodean con distintas máscaras, ya sean las insinuaciones de Margie Young-Hunt o las proposiciones de algunos agentes comerciales. En su vida comienzan a convivir las corruptelas junto a su honestidad, y estas situaciones no son ajenas a su familia, que participa de ellas en mayor o menor medida. El bueno de Ethan parece que está por encima de todas estas minucias (que reconoce al mismo tiempo que le divierten), pues en su mente ya ha germinado un plan, un gran proyecto que lo devolverá a los vestigios pasados: por fin ocupará el lugar que le corresponde.
Y con todo y con esto, ya sea en su rutina diaria vendiendo productos y comestibles o en su vida interior, acompañamos al protagonista en su camino transformador por medio de sus reflexiones y en los pasos que da, pasos que al final intuimos que lo conducirán hacia la recuperación de su grandeza pérdida. Así es como vamos descarnando capa a capa al personaje hasta quitarle todos sus envoltorios para descubrir que, debajo de esa brillante honestidad, existe y cohabita otro hombre que no se manifiesta entre los suyos y que, al igual que otros, también tiene su precio... precio que está dispuesto a pagar a pesar de todas las elucubraciones y pesadillas. Al final el resultado también justifica sus medios y los sacrificios de otros, ya sean los de su amigo, Danny Taylor o los de su jefe, Marullo.
En El invierno de mi desazón encontramos una novela testamentaria e impresionante en la que John Steinbeck nos señala la pérdida de valores de la clase media en pos de una evolución kafkiana, donde el dinero es el instrumento que mide y posiciona a sus miembros en la sociedad, y donde la integridad y la honestidad todavía emergen de corrientes soterradas que son las verdaderas instrumentalizadoras del cambio que llega para quedarse. En esta novela se reconocen y se dimensionan la magnitud y la profundidad del escritor atemporal y eterno.
Solo queda dar las gracias a la editorial Nórdica por traérnosla y recordárnosla en esta maravillosa y cuidada edición.
John Steinbeck (Salinas, 1902 - Nueva York, 1968). Narrador y dramaturgo estadounidense. Estudió en la Universidad de Stanford, pero desde muy joven tuvo que trabajar duramente como albañil, jornalero rural, agrimensor o empleado de tienda. En la década de 1930 describió la pobreza que acompañó a la Depresión económica y tuvo su primer reconocimiento crítico con la novela Tortilla Flat, en 1935.
Sus novelas se sitúan dentro de la corriente naturalista o del realismo social americano. Su estilo, heredero del naturalismo y próximo al periodismo, se sustenta sin embargo en una gran carga de emotividad en los argumentos y en el simbolismo presente en las situaciones y personajes que crea, como ocurre en sus obras mayores: De ratones y hombres (1937), Las uvas de la ira (1939) y Al este del Edén (1952). Obtuvo el premio Nobel en 1962.
No conocía esta novela, aunque de Steinbeck, que me encanta, he leído La perla, De ratones y hombres y Las uvas de la ira y tengo pendiente desde hace un montón de tiempo Al este del Edén. Me llevo esta que por lo que cuentas seguro me gusta. Besinos.
ResponderEliminarEstoy leyendo junto a Macondoclubliterario Al este del Edén, es mi primera incursión con este autor y me está gustando mucho. Seguiré leyéndole y esta novela tiene también muy buena pinta. Apuntada.
ResponderEliminarBesos
Leí Steinbeck hace poco, muy poco, y me llamó la atención esa mezcla de narrativa y a veces desdén a la hora de presentarnos a los personajes... no sé si lo que digo tiene sentido o no... xD
ResponderEliminarBueno, la verdad es que me dieron ganas de seguir leyendo su obra así que esta podría ser una buena opción, aunque tengo apuntada Al este del Edén.
Del autor no he leído nada. Tengo delito, pero es que no he tenido la oportunidad. Un beso.
ResponderEliminarA pesar de tus buenas impresiones la verdad es que no me llama especialmente y hay que seleccionar... de momento la dejo pasar.
ResponderEliminarBesos
Creo que vi este título entre los posibles para leer en Masa Crítica en Babelio pero no acabo de atraerme lo que decía su sinopsis, pero con tu reseña me ha picado la curiosidad. Así que tomo nota y lo sumo a los otros títulos que quiero leer de su autor ;)
ResponderEliminarbesitos
Al este del Edén me enamoró y estoy segura de que si volviera a leerlo, era muy muy joven cuando lo hice, me gustaría aún más. La novela que nos traes hoy no termina de llamarme, aunque, como siempre, me la "vendes" superbien :)
ResponderEliminarBesos.
Qué edición más bonita, no he leído todavía nada de Steinbeck pese a tener por casa alguna obra suya, y este que hoy nos traéis podría disfrutarlo mucho por lo que nos contáis. Tomo nota.
ResponderEliminarBesitos
Hola guapa, pues la verdad es que no me llama mucho la atención. ¡¡Qué alivio pasar por aquí y, por una vez, poder no llevarme el libro!! jeje...
ResponderEliminarUn besazo
Años ha que lei Al este del Edén, y desde entonces no volvi a encontrarme con la narrativa de Steinbeck. Me gusta lo que nos cuentas de esta novela. Besos.
ResponderEliminarLas uvas de la ira me encantó, pero no he vuelto a leer nada del autor. Y esta novela ni la conocía. Apunto, apunto, que creo que la disfrutaría igual o más.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Es que con Steinbeck ya son palabras mayores! Fue mi chico quien me contagió su pasión por él y esta novela en concreto me la regaló en una de nuestras primeras citas 😊😊😊
ResponderEliminarMuy buena reseña para un muy buen libro.
Besitos tesorete 💋💋💋
Autor pendiente de los que no sabes explicar por qué sigue siendo pendiente. Este libro pinta interesante y podría ser una buena opción para acercarse al autor. Entre las uvas, los ratones y este ahora está la cosa. Algún día será.
ResponderEliminarBesos
No he leído nada del autor aunque tengo Al este del Edén en casa así que de estrenarme sería con esa.
ResponderEliminarUn beso
Yo tampoco he leído nada de este autor, pero me gusta lo que nos has contado de esta novela. Besos
ResponderEliminarJohn Steinbeck es uno de los grandes, de los grandísimos, diría yo. He leído de él "Las uvas de la ira" y "La perla"; he visto representada enteatro, magníficamente por cierto, su "De ratones y hombres"; y, claro, conozco la versión cinematográfica con un estupendo James Dean de "Al este del Edén". Me falta este título que desconocía por completo y que vuestra reseña me hace muy apetitoso Siempre me gusta pasarme por aquí porque siempre descubro obras importantísimas.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigas mías. Un beso
Desde Al este del Edén no leí nada de Steinbeck. Y ya es hora de retomar la narrativa de este autor, que tiene títulos muy apetecibles, como Las uvas de la ira, que solo vi en versión cinematográfica. Besos.
ResponderEliminarMe da miedo entrar aquí así os lo digo. Bueno este lo voy a dejar pasar de momento, he leído otros del autor y tengo otro ya esperando en la estantería y lo primero es lo primero.
ResponderEliminarBesos
Tengo 'la perla' pendiente de lectura. A ver, si el texto lo publica esta editorial, es ya una garantía y si encima os ha gustado tanto, es para tenerlo en cuenta pero creo que debo ir dando salida a lo que tengo en casa antes de traer nuevos inquilinos jejeje. Besos
ResponderEliminarEste me lo llevo sin dudar. Besotes.
ResponderEliminarUno de esos autores pendientes que tengo ganas de leer. Me gustaría estrenarme con "De ratones y hombres", así que si me gusta tal vez repita con este que nos traes, que de hecho ni conocía.
ResponderEliminarUn beso ;)
Excelente novela, y el final te deja simplemente sin palabras...
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