Título original: Behind a mask
Autora: Louisa May Alcott
Editorial: dÉpoca
Traducción: Rosa Sahuquillo y Susanna González
Prefacio: Blanca Briones
Posfacio: Juan Mari Barasorda
Páginas: 182
Fecha de publicación original: 1866
Fecha esta edición: mayo 2018
Encuadernación: cartoné
Precio: 18.90 euros Ilustraciones: Cassell's Magazine
Inglaterra, 1866. La joven y recatada Jean Muir llega a la aristocrática
mansión de los Coventry para trabajar como institutriz. Gracias a su
astucia y sus múltiples habilidades, tras solo una jornada de trabajo
consigue ganarse el afecto de la señora Coventry, su hija Bella, el hijo
menor, Edward, y sir John, el anciano y acaudalado tío. No ocurre lo
mismo con Gerald, el hermano mayor, y Lucia, su prima, quienes
desconfían de la institutriz y comienzan a espiar sus pasos. Pero Jean
es una superviviente; su objetivo es asegurarse un esposo con riqueza y
posición, y no dudará en utilizar todas las armas femeninas a su alcance
como máscaras tras las que ocultarse para alcanzar sus objetivos.Al
igual que su heroína, Alcott también hubo de esconderse tras la máscara
de un seudónimo masculino.
Tras la máscara, de Louisa May Alcott, es un libro que desde la primera página te pone una sonrisa en la cara que no desaparece hasta pasado un rato largo después de finalizado.
La editorial de dÉpoca sigue manteniendo con Tras la máscara sus estándares de calidad. La edición es tan bonita y preciosa... las ilustraciones, la historia y, si a ello le añadimos toda la información extra recogida en su introducción y posfacio, resulta una de sus acostumbradas joyas, digna de pertenecer a su colección Delicatessen.
Cómo lo he disfrutado de cabo a rabo, aunque suene un poco grotesco decirlo, lo tengo escribir. No hay nada como descubrir tesoros injustamente olvidados y enterrados en el tiempo. dÉpoca, como siempre, nos los descubre y nos los envuelve con el mayor de los cuidados y mimos para maravillarnos y deleitarnos con ellos.
Me sigue sorprendiendo encontrar historias, que se escribieron hace más de 150 años, en las que se perpetúan las esencias de la frescura, la alegría y el humor inteligente, todo ello escondido y maquillado a través de de los rigores sociales de su época. En este caso es el rigor victoriano, donde las apariencias y las realidades se licúan para proyectarse hacia nosotros en cada uno de los párrafos que componen la historia.
Jean Muir, la protagonista, es la heroína en Tras la máscara (me niego a llamarla antiheroína). Ella lo es todo; es la columna vertebral que apuntala toda la trama. Con ella se enraiza la argumentación, de la que emanan todas las situaciones, ya sean positivas o no tan positivas, con unos diálogos cargados de los mayores sentimientos y pincelados por la autora con fina e inteligente ironía.
Jean tiene un plan con unas metas concretas y un objetivo final. Desde el momento en que entra en la casa y en las vidas de los Coventry, todos y cada uno de ellos trabajarán consciente e inconscientemente para dar forma y cumplimiento a los objetivos perversos y oscuros que dan forma a ese plan. La manera de objetivar todo lo anterior es el trabajo sin descanso además del conocimiento psicológico de todos ellos, con el propósito de alzarse con el premio gordo que le dará el prestigio y la posición social anhelada.
Para ello, Jean Muir solo tiene que convertirse en el espejo en el que los Coventry vean reflejados sus sueños e ilusiones, para que hallen en ella sus deseos más recónditos, escondidos y a veces adormecidos. Quienes la busquen por su alegría, diversión y conocimiento, será lo que siempre encuentren, cayendo uno a uno a sus pies; así, con los más retorcidos y enrevesados medios, los irá conquistando y obnubilando y al final se verán incapaces de oponer la mínima resistencia, porque ninguno tiene el nivel ni la altura de su ingenio e inteligencia.
La señorita Muir, joven institutriz de escasos medios y necesitada de calor y un hogar, se presenta como una joven desvalida. A los honorables Coventry no les queda otra que hacerse cargo de la situación; como familia de bien deben acogerla y ampararla, aunque, eso sí, conforme a sus cánones sociales y a la posición que ocupan cada uno en la comunidad. Una vez que le abren las puertas de su casa y, con ello, también de sus corazones, el telón se levanta y comienza el espectáculo, o en este caso, la mascarada.
Veremos en el discurrir de la lectura cómo cada uno de ellos le irá entregando los hilos de su destino. Independientemente de su sexo o edad, todos al final serán manipulados y modelados para cumplir una inconsciente misión: el próposito de Jean Muir, el objetivo que nuestra buena protagonista se ha impuesto, el que enredará a todos ellos en su sedosa tela de araña y que los hará trabajar y dirigirse para que nuestra buena mujer alcance hasta la última de sus metas.
Si miramos superficialmente al personaje de Jean Muir, en principio nos puede parecer que representa a una vulgar arribista que quiere ascender por los escalones de la buena la sociedad pagando cualquier precio y por medios poco honestos u honorables. Pero, si nos apartamos un poco y la miramos con distancia y perspectiva, vemos que al final, con sus virtudes y defectos, es la más humana de todos. No se deja llevar por los tintes melodramáticos, sino que los utiliza para su empresa, a la que se consagra en cuerpo y alma aplicando y desplegando todos sus conocimientos y experiencias y demostrándonos lo grandes que son su inteligencia e intuición. En el proceso observamos que, en cierto modo, todos le facilitan alegremente el camino: al tiempo que quieren algo de ella (y ella se lo da), deben pagar el precio consciente e inconscientemente. Nada es gratis, ni ahora ni hace 150 años.
Considero que Tras la máscara es un libro para disfrutarlo, y para sacarle todo el jugo no hay que posicionarse del lado de ningún personaje. Si observamos desde la distancia, nos maravillaremos por toda la trama tejida alrededor de todos ellos.
En este libro, Louisa May Alcott me confirma todo lo que ya sabía, pues Mujercitas es una de mis novelas favoritas y hemos crecido y evolucionado juntas (como lo conté hace un tiempo en mi reseña), y no la considero para nada un historia estanco para adolescentes. En ella ya se encuentran todos los registros y recursos literarios que descubrimos en Tras la máscara.
La espléndida y cuidada ambientación, su amplio conocimiento de las diferentes y encorsetadas clases sociales, la fina e inteligente ironía, los finales sorpresivos, los recursos teatrales, y más cosas que dejo al lector, son parte integrante del bagaje literario de la autora, todo ello impregnado por una rica e innovadora educación, a la que, de alguna manera, aquellos que la conocieron aportaron los conocimientos necesarios para modelarla y construirla en los principios reivindicativos que lograron transformar la férrea sociedad decimononica.
Esto, y más, lo descubrimos si levantamos la máscara que tan hábilmente ha urdido la autora.
Louisa
May Alcott (1832-1888) fue una educadora y novelista estadounidense muy
conocida por sus libros para adolescentes. Fue autora de unos 300
títulos de diversos géneros, aunque sus obras más famosas, Mujercitas (1868), novela autobiográfica de su infancia, y sus secuelas, Aquellas Mujercitas (1869), Hombrecitos (1871) y Los muchachos de Jo (1886), están consideradas como clásicos.
Comprometida con el movimiento abolicionista y los derechos de la mujer,
escribió bajo el seudónimo de A.M. Barnard una colección de novelas en
las que se trataban temas tabúes para la época como la sexualidad, el
incesto o el adulterio.
Hola guapa, la verdad es que cotilleé el otro día las novedades de D´Epoca y vi este libro... Peeeero claro, una ya se ha gastado sus dinerillos en la feria de libro y toca esperar un poco que lo mío ya es vicio, jeje...
ResponderEliminarMe ha gustado tu reseña porque no sabía qué iba a encontrar en el libro cuando leí la sinopsis... así que supongo que acabaré haciéndome con él... (a mí también me gustaba mucho Mujercitas cuando era pequeña).
Un besazo MB
¡Ay ay ayyyy! ¡Si es que no se puede ser más mala! ¡mala remala! en cuanto he visto la novela en blogs amigos me ha dado un repelús, vamos envidia ponzoñosa, de la mala, no se si alegrarme por tí o hacerte vudú...me lo pienso, jajajajajaja.
ResponderEliminarBesazos a montonazos.
Todas las novelas de esta editorial son verdaderas joyas literarias tanto en su edición como en los títulos que rescatan del olvido. Lo voy a leer, aunque no se cuándo podré hacerle el hueco que se merece esta autora. Besos
ResponderEliminarQue voy a decir, que me atrae y me gustaría leerla. Otra cosa es que me de la vida para ello jaja
ResponderEliminarUn beso ;)
Lo leeré en breve y espero disfrutarlo.
ResponderEliminarEs una autora, como muchas otras, que tengo pendiente de leer desde hace tiempo...
ResponderEliminarEn estas últimas semanas he podido adentrarme, por fin, en la pluma de Virgina Woolf (con la que por ahora no me llevo muy bien) y Margaret Atwood (que me ha encantado)... así que será cuestión de tiempo... No sé si será con este libro, la verdad es que siempre he querido leer Mujercitas, porque todas sus adaptaciones cinematográficas me encantan... ;)
¡Hola!
ResponderEliminarA mí me encanta "Mujercitas" y también tengo mi historia con ella, pues leí esa novela a los nueve años y me la he releído este año de nuevo porque me acordaba de muy pocas cosas, a parte de que me había fascinado. La verdad es que no conocía la existencia de esta novela, no es de las más conocidas y había abandonado la idea se leer las continuaciones de "Mujercitas" porque, en mi opinión y sabiendo lo que pasa en esos libros, la autora se carga los personajes construidos.
¡Nos leemos!
Lua.
Hola, no he leído nada de esta afamada escritora, aunque he visto tropecientas mil veces la película de Mujercitas, así es que creo que si que me gustarían sus libros. Estas clase de escritoras siempre merecen la pena leerlas. Saludos.
ResponderEliminarPues yo me quedé atascada con Mujercita y no leí nada más de la autora. Por ahí tengo apuntado el de Un susurro en la oscuridad. Con este tipo de historias voy con cuidado porque a veces se me hacen muy pesados pero creo que este no, porque el personaje en sí ya me parece estupendo, la trama entretenida y sobre todo el tono de la narración. Creo que me va a gustar.
ResponderEliminarLo de la edición, pues qué decir, viniendo de donde viene...
Besos
Me llama un montón así que espero no tardar mucho en comprarlo. Yo Mujercitas todavía lo tengo pendiente pero en principio me llama menos que éste.
ResponderEliminarPor cierto magnífica reseña, como siempre.
Besotes.
Hola! Nos llama mucho la atención. Estuvimos en la presentación del libro de Molly Thynne que ha publicado la misma editorial y es nuestra próxima lectura. Allí se habló de "Tras la máscara" que se iba a publicar próximamente y nos dejaron con la miel en los labios. A ver si pronto nos hacemos con él.
ResponderEliminarUn beso
Me encantan estas ediciones de la editorial Época y después de leérte, sé que tengo que leer esta novela, me habéis dejado con la miel en los labios...
ResponderEliminarBesos
Y yo que de esta autora sólo conocía Mujercitas... Ays, con qué ganas me dejas de disfrutar con esta novela!
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo quiero y mucho, vamos tanto que el último día que fui a la capi tuve buscándolo a dos empleados de Casa del libro una hora hasta que llegó otro y dijo:"aún no ha salido". El próximo viaje se viene seguro.
ResponderEliminarBesos
Esta es una de mis autoras pendientes desde hace mucho, y la verdad es que esta historia corta me parece ideal para empezar con ella...y la edición no puede ser más bonita, pero como todo lo que hace la editorial.
ResponderEliminarMujercitas me apetece muchísimo desde que vi la última adaptación de la BBC, así que ando como loca detrás de una edición completa de Lumen ;)
Besitos
Fijate que gracias a esta editorial y a otras más estamos descubriendo mucho más de la autora, más allá de Mujercitas... Sin duda D'Epoca hace un trabajo tremendo y dan ganas de hacerse con todos los libros... Una maravilla. Si además estamos ante un libro como el que describes,...¡madre mía! Cuesta mucho resistirse!! Besosw
ResponderEliminarLo tengo pendiente así que paso un poco de puntillas por tu reseña. Me quedo con que te ha gustado y con esa sonrisa
ResponderEliminarBesos
Ains, Louisa May Alcott,...¡Qué recuerdos me trae esta autora! La descubría en mi juventud con Mujercitas. El año pasado leí su novela inédita en nuestro país hasta no hace mucho, Un susurro en la oscuridad, y me encantó, sobre todo por ese giro brutal que hay a mitad de la novela. Esta me la llevo apuntada, ya lo creo. Me gusta lo que nos cuentas en tu reseña. Besos.
ResponderEliminarMe gusta mucho DÉpoca. Mujercitas me pareció entrañable, este título y esta edición merecen leer otro título de Alcott.
ResponderEliminarBesotes.
Tengo la novela de la editorial impedimento, y la leí hace años, sin embargo me han dicho que la traducción es mala, así que con el tiempo me haré con esta. Besinos.
ResponderEliminarYa la tengo, me ha llegado hoy y espero poder leerlo pronto porque me llama mucho!
ResponderEliminarBesos!!
Veo que poco tiene que ver con el estilo que desarrolló en "Un susurro en la oscuridad", cuento gótico más sombrío y misterioso. Aun así, no me importaría leerlo, es una autora que hasta el momento me ha hecho pasar buenos ratos.
ResponderEliminarUn beso ;)
Pues a mí lo que me sorprende es los pedazos de reseñas que hacéis una y otra vez. Esta edición es una maravilla y el que dÉpoca haya decidido incluirla en su catálogo es una garantía. Me encantaría leerla.
ResponderEliminarBesos
Es un libro que no parece ser de mi estilo, muy de personajes, pero la forma de ser de la protagonista y esta reseña tan convincente hacen que me lo piense. Ya veremos.
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