Título original: Den stora verklighetsflykten
Autor: Lars Vasa Johansson
Editorial: Duomo
Traducción: Francisca Jiménez
Páginas: 368
Fecha esta edición: noviembre 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 20 eurosDiseño de cubierta: Elsa Suárez Girard
Cuando el bosque pide literalmente ayuda, llega al rescate Anton, un
mago ególatra cuya vida es un fracaso que él se niega a admitir. Se
somete entonces a una terapia muy especial. Todo empieza a última hora
de la tarde de un día de junio. Anton acaba de tener un accidente con su
coche en mitad de la nada. No tarda en encontrarse con una muchachita
rubia, quien le pide que la ayude a recoger flores para la noche del
solsticio de verano. A través de los retos que se ve obligado a superar,
Anton será consciente de sus propios fracasos y de su actitud egoísta. En el fondo no es mala
persona: solo tiene miedo de creer en la magia y de ser feliz. La
verdadera felicidad, nos transmite esta novela, se alcanza ayudando a
los demás. Por eso, nunca hay que decir que no a las jovencitas guapas
ni a las ancianas gruñonas.

Anton (que así se llama nuestro mago profesional) se gana la vida haciendo actuaciones en residencias de ancianos y poco más en Estocolmo y alrededores. Es un artista de cuarta categoría, y él lo sabe. Narra esta historia en primera persona, que es para que intentase dar la mejor versión de sí mismo y ocultar sus defectos... pero no hay manera: no puede esconderlos cada vez que abre la boca y suelta una de sus perlas, y además los vemos muy claros a través de los ojos de otros personajes que se cruzan con él. ¿Y cómo es Anton? Antipático, gruñón, cuadriculado, maniático, escéptico, sarcástico, egoísta, egocéntrico, narcisista, amargado... se siente fracasado aunque no quiera reconocerlo, está muy solo, no tiene amigos y apenas se relaciona con su familia. Pero Anton no te cae mal. Tampoco bien, pero comprendes muchas de sus reacciones a lo largo de la historia. Él es su peor enemigo, lo sabes y le das manga ancha, porque también sabes que él mismo se irá dando cuenta conforme pasen las páginas de que buena parte de la culpa de su situación la tiene él, y solamente él. Y quieres ver qué pasa cuando eso ocurra.
Además de esta trama en el presente, Anton nos narra mediante flashbacks (y también en primera persona) cómo comenzó su carrera como mago profesional siendo un adolescente, así como su amistad con Sebastian, compañero de actuaciones al principio de su carrera, y su noviazgo con Charlotta. Y esta subtrama es muy importante porque nos desvela por qué Anton es como es en la actualidad. Hace décadas que no habla con estos dos personajes, y su vida sigue girando obsesivamente alrededor de ellos y lo que ocurrió.
El libro tiene para mí dos partes muy diferenciadas. Las primeras cien páginas las lees casi de una sentada; el autor te mete de lleno en la maldición que cae sobre Anton y el mundo mágico y bastante surrealista del bosque de Tiveden con una naturalidad casi pasmosa, además de mucho humor (no de partirte de risa, entendedme, pero hay diálogos absurdos que te sacan la sonrisa aunque no quieras). La segunda parte es más pausada; una vez tenemos planteada la historia asistimos al camino de redención de Anton... o más que redención, de reconocimiento de lo que ha hecho con su vida, lo perdido que está y la persona desagradable en que se ha convertido. Sigue habiendo situaciones disparatadas y diálogos absurdos, pero Anton comienza a plantearse cosas, y esa es realmente la finalidad del libro. Es un antihéroe egoísta que no cae bien a nadie pero que no es consciente de ello hasta que se adentra en esta aventura... un mago escéptico que no cree en la verdadera magia y que sin embargo, no tan a su pesar, acaba dejándose llevar por ella.

Puede parecer que os he contado mucho y os aseguro que no os he destripado nada, porque Anton pasa muchas peripecias en el bosque de Tiveden (y alrededores) de las que no os he dado ni una sola pincelada. Es una historia diferente que te hace sonreír y recapacitar a partes iguales sobre algunas decisiones que tomamos en la vida y cómo nos condicionan para siempre... de esas historias que entre lecturas más sesudas cumplen su función de entretenerte y sorprenderte, porque muchas veces no hace falta nada más. Y encima es tan original que se queda contigo, no se pierde entre la marea de lecturas que acaban pareciéndose demasiado unas a otras. Ni mucho menos es perfecta, que de esas hay pocas... pero tiene magia. De la de verdad, la que no necesita trucos.
Lars Vasa Johansson, escritor y guionista, ha creado algunas de las series y largometrajes de más éxito de la televisión sueca. Autor de populares novelas para jóvenes en colaboración con Petrus Dahlin, trabaja, además, como productor de series y películas en el Reino Unido.
También es batería del grupo Pontus & Amerikanerna.
También es batería del grupo Pontus & Amerikanerna.