Los meses pasan volando (¿de verdad hace ya un año de aquel día que nos cambió la vida?) y toca resumen de lecturas de febrero,cuyos once comienzos esperamos que os gusten.
Os recordamos que pinchando en cada imagen accedéis a la reseña en cuestión.
¡Un abrazo a todos y a por un buen mes de lecturas!
Título original:The Magic Bed Knob / Bonfires and Broomsticks Autora:Mary Norton Editorial: RBA Traducción:Ángela Esteller García
Páginas: 288 Fecha publicación original:1945 / 1947
Fecha esta edición:abril 2019 Encuadernación: cartoné
Precio: 18 euros Ilustración de cubierta: Júlia Gaspar
¿Quién no recuerda el conjuro con el que la bruja en prácticas Miss
Eglantine Price se lleva a los hermanos Charles, Carey y Paul a un mundo
de magia y aventuras? Por desgracia, cuando una consigue el título de
hechicera en un curso por correo llamado Cómo convertirse en bruja en 10 sencillas lecciones,
los problemas no tardan en aparecer. Desde viajes en el tiempo hasta
accidentados vuelos en escoba, las peripecias de esta bruja novata solo
acaban de empezar. Bienvenidos a un clásico de la literatura
infantil y juvenil, adaptado con éxito al cine en 1971. Una novela de
culto que trasladará a los lectores de todas las edades a un universo de
sueños, fantasía y desastres mágicamente divertidos.
¡Treguna mecoides trecorum satisdi!
La bruja novata ha sido siempre una película de la infancia vista mil veces en su día y que forma parte de la añoranza de ese tipo de historias que ya no se hacen. Cuando eres una cría nunca olvidas algo como un boliche (¡boliche! Antes de la película jamás había escuchado esta palabra) que se enrosca en la esquina de una cama y te lleva a cualquier lugar que quieras a vivir mil aventuras. Como digo, es una película que vi muchas veces en su día pero de la que jamás se me pasó por la cabeza que estuviese basada en un libro... hasta hace unos años, que descubrí que efectivamente estaba basada en unas novelas y que su autora era Mary Norton, la misma que dio vida a Los diminutos ( o Los incursores, como han titulado el libro en castellano). El caso es que cuando RBA publicó este libro me hice inmediatamente con él, y tenía pensado leerlo el año pasado, pero Mónica y yo comenzamos a hablar del reto de las Hermanas Fatídicas allá por verano y decidí postergarlo para el propio reto... y aquí estoy, una parrafada después, para hablaros de La bruja novata. Eso sí, os aviso desde ya a quienes hayáis visto la película: no se parecen en nada salvo el boliche y la cama, pero ya os hablo de eso abajo en el apartado de la peli.
En realidad La bruja novata como tal, que es el nombre del libro, solo se llama así porque fue el título de la película en España y de alguna manera había que captar a los nostálgicos de la peli (aka Márketing editorial de toda la vida de Loki... es más, la ilustración de la portada con el casco de soldado, la espada y la bandera británica es una escena de la película, no tiene nada que ver con la historia que se cuenta en los libros). Cuando abres el ejemplar te encuentras con los verdaderos títulos de los dos libros que incluye, que son El boliche mágico y su segunda parte, Hogueras y escobas.
El boliche mágico está protagonizado por tres hermanos londinenses (Carey, Charles y Paul). Se encuentran pasando unas vacaciones en casa de una tía en Bedfordshire, y tienen como vecina a una tal señorita Price que, ¡sorpresa!, es una aprendiz de bruja, cosa que ellos asumen con total naturalidad cuando descubren que se ha caído de su escoba durante la noche. La pobre señorita Price se lamenta de haber empezado demasiado tarde con sus clases de bruja porque nunca conseguirá ser malvada (es que no le sale a la pobre, qué se le va a hacer), pero aun así tiene que mantener las bocas de estos niños cerradas para que no desvelen su secreto, así que hace magia sobre un boliche que, enroscado en su lugar de la cama, unas vueltas por allí, unos deseos por allá, los llevará donde ellos quieran... solo queda pensar bien esos deseos, porque las consecuencias de una decisión equivocada pueden acarrear desde policías hasta caníbales.
Hogueras y escobas tiene los mismos protagonistas pero el tono es muy distinto. Han pasado un par de años, los niños viven su rutina habitual en Londres y el boliche mágico forma parte de esas cosas "que a lo mejor no han sucedido y a lo mejor hemos soñado"... pero llega el verano y surge la oportunidad de ser acogidos en casa de la señorita Price para pasar sus vacaciones. Se frotan las manos porque todo un mes bajo el mismo techo de una bruja da para muchas aventuras, pero se encuentran a una señorita Price que ha renegado de la magia y que no quiere saber nada de boliches mágicos... hasta que los niños viajan al pasado justo antes de que tenga lugar el Gran Incendio de Londres de 1666, y se traen a un hombre con ellos de vuelta... un hombre que muestra tanta fascinación por la señorita Price como sorpresa por la vida en el siglo XX (¿de verdad tiene que bañarse? ¡eso te hace pillar muchas enfermedades!). El caso es que se ven todos envueltos en una aventura mucho más excitante y peligrosa de lo que esperaban.
La primera de las dos novelas, El boliche mágico, actúa un poco de avanzadilla, conocen a la señorita Price, descubren su secreto, corren un par de aventuras... pero todo se acaba pronto cuando al volver del segundo viaje a bordo de la cama son incapaces de dar explicaciones sobre su aspecto y su tía los devuelve junto a su madre en Londres. Es en el segundo libro, Hogueras y escobas, cuando la autora se envalentona y usa todo el potencial que tiene el boliche mágico, porque no solo te lleva donde tú quieras, sino que también viaja en el tiempo, y ahí ya entran elementos que complican la trama y la hacen más interesante. Viajan al siglo XVII, se tienen que preocupar por la ropa que llevan para no llamar la atención, se utiliza un hecho histórico conocido y estudiado por los ingleses desde que son unos críos como es el Gran Incendio de Londres de 1666, contrapone la bruja pizpireta del siglo XX que es la señorita Price a la quema de brujas que todavía se hacía en ese pasado al que viajan, traen a un hombre de aquella época al presente y lo enfrentan a un mundo que nada tiene que ver con lo que conoce... Es como más madura en los temas que trata y menos infantil que la primera parte (de hecho se adentra sutilmente en cosas de adultos sin mostrarse condescendiente en absoluto), y quizás por eso mi mente de adulta ha disfrutado más de esta segunda novela por considerarla mucho más completa y compleja que la primera, pero yo creo que lo interesante es leer las dos tal y como las presenta este volumen como si fueran una sola para comprender mejor la evolución y crecimiento del mundo que crea Mary Norton.
Voy abreviando que ahora os hablo de la peli. Tenía muchísimas ganas de leer La bruja novata y me ha encantado la experiencia, sobre todo el segundo libro. No tiene nada que ver con la historia de la película salvo que comparten la misma base en cuanto a bruja-niños-boliche mágico, pero casi que lo prefiero. ¿Por qué leer lo que ya conozco si puedo encontrar algo diferente que aporte nuevas aventuras? Todo ha sido nuevo y lo he agradecido. ¿Me ha gustado más que la película? Pues no, tampoco os voy a mentir, pero es que la película para mí es muy especial y no soy objetiva. Y la edición es muy bonita, que todo cuenta.
La excéntrica Eglantine Price (Angela Lansbury) es una bruja aficionada
que tiene que hacerse cargo, muy a su pesar, de tres niños londinenses
que han sido evacuados al pequeño pueblo costero donde ella vive. Juntos
lucharán contra el invasor alemán, empleando para ello un truco
magistral de Eglantine.
No tenía pensado verLa bruja novata porque voy siempre fatal de tiempo (de hecho hacía ya año y medio que no os traía una reseña combo), pero la semana pasada la vida me dio un golpe duro de esos que no esperas y necesitaba algo que me retrotrajera a la infancia, a tiempos en los que todo va siempre bien llenos de cosas bonitas y magia. Como además tras leer los libros me di cuenta de que no se parecían en nada a la película no me lo pensé, y doy gracias por ello. Desconecté del mundanal ruido durante dos horas y la disfruté igual que cuando la veía invariablemente todos los años hace ya muchas lunas.
Lo primordial, tal y como digo, es que la historia no tiene nada que ver con los libros que adapta. Los guionistas decidieron ambientarla en plena Segunda Guerra Mundial, así que los tres niños protagonistas son huérfanos evacuados de Londres a causa de los bombardeos que acaban en la casona a orillas del mar de la señorita Price porque a ella no le queda otra (todos los vecinos están obligados a acoger niños quieran o no quieran). Pronto descubren que es una bruja, ella necesita que no se chiven y les da como regalo un boliche mágico que, una vez enroscado en su cama, puede llevarlos adonde quieran. La señorita Price está haciendo un curso a distancia para ser bruja y cuando solo falta la última lección, que contiene el hechizo culpable de que ella haya decidido ser bruja, se suspende el curso, así que decide usar el boliche mágico para ir a Londres en busca del mago que realiza el curso. Y allá que se plantan en Londres, conocen al mago (que es un farsante y de mago no tiene nada) y correrán unas cuantas aventuras en busca de ese último hechizo que es imprescindible para que la señorita Price consiga hacer un conjuro que podría cambiar el curso de la guerra... y hasta aquí puedo contar.
Lo dicho, nada que ver con las historias originales de Mary Norton, pero es la historia que yo he conocido toda la vida y, aunque los libros me han gustado mucho, la película es, para mi gusto, superior. Exprime todo lo bueno que tienen las historias originales y lo multiplica por cinco. Como personajes, los más parecidos a los libros son precisamente la señorita Price, con una maravillosa Angela Lansbury dándole vida y derrochando encanto, y el pequeño Paul, que es el dueño del boliche y además es muy crío, con lo que tiene cosas de un crío que es dueño de un boliche mágico (obvio). De los tres niños el que más difiere es Charles. A ver, en el libro los tres hermanos se llevan genial y son unos trozos de pan, y Charles en concreto es muy reservado y prudente. Aquí en la peli Charles es un preadolescente con un acento cockney fantástico que se las sabe todas, que no se cree nada de nada y que le pone pegas a todo. Es todo lo contrario al personaje de las novelas y da vidilla a la historia. Sobre el personaje de David Tomlinson no puedo comparar nada porque es inventado para la película, pero sí puedo decir que se aleja totalmente del sosias de personaje que hacía enMary Poppins. Estoy segura de que se lo pasó mucho mejor rodandoLa bruja novata(es un jeta con encanto y mucha labia, vamos).
La película tiene escenas icónicas como la del mercadillo de Portobello Road, la de la isla de Naboombu y sus personajes y escenarios de animación o la escena final que no voy a desvelar pero que supone la culminación del viaje en busca del hechizo definitivo que tanto necesita la señorita Price. Además puede que esta película fuese la primera que yo vi en la que se mencionaba (y en cierto modo se veía) la Segunda Guerra Mundial, aunque la historia desborda encanto, humor, energía y normalidad dentro de lo que era Inglaterra en aquella época (no es una peli sobre la guerra, para que me entendáis). Y tiene varias canciones que no forman parte del imaginario popular como las deMary Poppinsporque La bruja novatasiempre ha permanecido (por desgracia) a su sombra, pero para mí son fantásticas.
Y sí, es que me parece una pena que esta película no sea más conocida. Yo pensaba que sí lo era, me la sabía tan de memoria que creía que formaba parte de la infancia de muchos niños de mi edad, pero en su momento me di cuenta de que no. Todo el mundo conoceMary Poppinsaunque no la haya visto, pero no tantos conocenLa bruja novata, y eso que es heredera directa suya: una bruja, niños de los que hacerse cargo, canciones que acompañan la aventura, un hombre que se une a la panda y esa tecnología tan revolucionaria (en aquella época) de combinar en las mismas escenas personajes reales con personajes y ambientaciones de animación. Mirad que me gustaMary Poppins(os hablé del libro y de la adaptaciónaquí), pero siempre he sido todavía más deLa bruja novata.Dando la nota desde bien pequeña, que no se diga.
Os contaría muchas cosas, pero es que el miedo que me dan siempre las reseñas combo es que queden más largas (todavía) de lo habitual. Me encantaLa bruja novata y la recomiendo encarecidamente. De esas películas infantiles y juveniles de antes que no toman a los niños por tontos al tiempo que le cuentan una buena historia. Para mí Angela Lansbury siempre ha sido la señorita Eglantine Price antes que la escritora y detective Jessica Fletcher, y eso ya dice mucho de lo importante que fue esta película en su día para mí.
MARY NORTON (1903-1992) vivió en Inglaterra, donde trabajó como actriz,
guionista y escritora galardonada con numerosos premios. De pequeña,
creó un mundo imaginario en el que unos seres diminutos habitaban los
matorrales cercanos a las casas de los humanos para desconocimiento de
estos. Es de esta fantasía personal de la que proceden sus libros más
conocidos, los que tratan de los Borrowers. Pero antes de The Borrowers, escribió dos enormes relatos que gozaron de mucha popularidad: El boliche mágico y Hogueras y escobas, que posteriormente fueron combinados en este único libro.