Título original: The Ghost and Mrs. Muir
Autora: R. A. Dick
Editorial: Impedimenta
Traducción: Alicia Frieyro
Páginas: 224
Precio: 20,50 euros
Imagen de cubierta: St. Ives, Cornwall (Stanley Roy Badmin, 1953)
Editorial: Impedimenta
Traducción: Alicia Frieyro
Páginas: 224
Fecha publicación original: 1945
Fecha esta edición: noviembre 2020
Encuadernación: rústica con sobrecubiertaImagen de cubierta: St. Ives, Cornwall (Stanley Roy Badmin, 1953)
Lucy Muir es una joven viuda a la que todo el mundo considera «muy poca
cosa», a pesar de que ella se tiene por una mujer muy decidida. Agobiada
por las deudas tras la muerte de su marido, decide mudarse a Gull
Cottage, una casita ubicada en Whitecliff, un pintoresco pueblo costero
inglés, en la que nadie ha querido vivir desde hace años. Según los
rumores que corren por la zona, la casa está embrujada, y el espíritu
del atractivo y arisco capitán Daniel Gregg, antiguo dueño de la casa,
vaga por el lugar importunando a todos los que osan alterar su descanso.
Inmune a las advertencias, Lucy se plantea descubrir por sí misma si
esos rumores son ciertos. Decidida a sacar adelante a sus hijos, pronto
tendrá que enfrentarse a la dura realidad. Hasta que, inevitablemente,
entre el fantasma y ella surge el amor. La relación estrambótica y a la
vez sumamente tierna con el capitán Gregg se convertirá en un refugio
para ella, así como en un amor que desafiará todas las leyes de la
lógica y del mundo en el que viven.
Publicada en 1945, fue la novela que
inspiró la mítica película de Joseph L. Mankiewicz protagonizada por
Gene Tierney y Rex Harrison. Una comedia romántica, encantadora y
poética, deliciosa y refrescante que explora la capacidad del amor para
romper fronteras no solo en la vida, sino también más allá de esta.
El fantasma y la señora Muir fue una de las sensaciones literarias de las navidades pasadas, o al menos lo fue entre quienes nos gustan los clásicos y agradecemos como agua de mayo que las editoriales se acuerden de muchas de estas historias que o están inéditas, o fueron traducidas por última vez cuando se inventó el fuego. Tener El fantasma y la señora Muir entre las manos es una gozada, ojalá vengan detrás muchos libros más de este estilo (las adaptaciones cinematográficas clásicas son un filón para encontrar libros maravillosos inéditos en su traducción que, para mi gusto, está fatal explotado en España... pero ese es otro debate que hoy no voy a abrir. Bastante tengo con sacar un rato para escribir la reseña).
Lucy Muir es una viuda muy joven, con dos niños y una renta insuficiente para vivir con las mismas comodidades de las que disfrutaba cuando vivía su esposo. Es una mujer menuda, aparentemente frágil y sumisa, acostumbrada a dejar que los demás decidan por ella e incapaz de decirle a nadie que no. Hasta que un día se planta, decide marcharse de la casa donde vive con la familia de su marido, irse a la costa, alquilar una casita apartada y empezar a valerse por sí misma y ser una mujer independiente. Encuentra la casita perfecta en Whitecliff, aun a pesar de que el señor de la inmobiliaria no se muestra muy colaborador a la hora de alquilársela. ¿La razón? Pues que parece que el capitán Gregg, antiguo dueño de Gull Cottage, no está por la labor de tener inquilinos, cosa nada infrecuente de no ser porque está muerto, ha encantado la casa y se dedica a asustar al personal. Pero Lucy se ha enamorado de ese lugar y un fantasma cabezota y grosero no le va a impedir cumplir su sueño ahora que está totalmente decidida a llevarlo a cabo. Llega a un acuerdo con él, y se traslada a Gull Cottage... y a partir de ahí empieza su nueva vida, una vida de la que ella es ama y señora, con la única peculiaridad de que tiene un amigo/consejero fantasma. Cosas más raras se han visto, ¿no?
El fantasma y la señora Muir está dividida en cuatro partes muy diferenciadas que narran cronológicamente distintas etapas de la vida de Lucy en Gull Cottage. La trama estrella de la historia es sin duda la relación entre Lucy y el capitán Gregg, la dinámica que se establece entre ellos desde el primer momento, como el capitán sabe de lo que Lucy es capaz y le va abriendo la mente hacia las muchas cosas que puede hacer por sí misma. Conforme la confianza crece entre los dos personajes, se van saltando barreras personales que dan lugar a confidencias que la mayor parte de las veces son más profundas de lo que aparentan. Gregg desde el primer momento le deja claro que su existencia ya está en un plano en el que las apetencias carnales no tienen cabida, y eso hace que Lucy deje a un lado muchas cohibiciones que hubiesen impedido que la relación entre ellos avanzase como avanza. Y es que hay que tener en cuenta una cosa: el capitán Gregg es muy real, está muy presente, pero no es corpóreo. Lucy habla con él, lo siente, pero no lo ve. Llega un momento que sus diálogos son mentales sin pronunciar palabra alguna en voz alta.
Y hablando de los diálogos, son fantásticos, llenos de ingenio y humor, y la narración se desarrolla con una prosa envolvente, bonita y conmovedora, de esas que te hacen sentir como en casa. El capitán Gregg y su personalidad arrolladora son los amos de la función en las primeras dos partes del libro, mientras que en las dos últimas dos partes la vida terrenal de Lucy copa toda la narración. Y acompañando a los dos protagonistas tenemos un elenco de secundarios que van aumentando o disminuyendo de importancia según el momento vital de la protagonista (sé que la pobre Lucy no estaría de acuerdo conmigo, pero el personaje de su cuñada Eva es genial y cumple su cometido a la perfección xD).
De todos modos, a título personal creo que al leer este libro es fácil quedarse con la originalidad de convivir con un fantasma y la relación tan peculiar que se desarrolla entre los dos protagonistas, cuando lo que no hay que perder de vista en realidad es el verdadero trasfondo de la historia: el crecimiento personal de Lucy Muir. Lucy empieza como una mujer joven que quiere luchar fuera del nido de su familia política, que quiere libertad e independencia para ser ella misma, y las cuatro partes que tiene el libro nos narran el proceso para conseguirlo con sus aciertos, sus errores, sus tropiezos y sus anécdotas. ¿Que quien le guía y le va dando empujoncillos en parte de ese proceso es el apuesto y honesto fantasma? Sí, pero creo que es un artilugio de la autora para llegar donde quiere llegar. De hecho, y sin querer adentrarme mucho por no desvelar más de la cuenta, llega un momento donde el fantasma del capitán pasa a un segundo (tercer, cuarto) plano, y Lucy sigue adelante sin ningún problema. Ya tiene las bases, ya sabe cómo hacerlo. Vuela sola. Ese es para mí el objetivo de lo que nos quiere contar Dick, pero supongo que cada cual hace su propia lectura del mismo libro.
De este libro también quería haceros una reseña combo y hablaros de la adaptación de 1947 dirigida por Mankiewicz y protagonizada por Gene Tierney y Rex Harrison, pero como ya os comenté en Las brujas, no va a poder ser. He visto la película varias veces a lo largo de mi vida (la última hace ya un tiempo), así que aunque no la tengo reciente, voy a intentar de memoria deciros las cosillas que yo recuerdo como diferentes al libro (pido perdón por adelantado si la memoria no me acompaña como debe). Lo primero es que la protagonista solo tiene una hija, y esto, que parece que no supone gran cosa, para quien haya leído el libro resulta evidente todo lo que se queda en el tintero. Lo segundo es que, en cuanto a los acontecimientos, digamos que coge tres puntales de la novela (dejándose otros muchos en el camino, pero ya sabemos como funciona esto de las adaptaciones) y los introduce en la historia pero en un orden muy distinto y más... pues eso, cinematográfico, cambiando su influencia en la trama. Lo tercero y más importante es la relación entre el capitán y Lucy, porque en la película Lucy sí que ve en todo momento al capitán, y eso hace que su relación, aunque pueda parecer un sinsentido teniendo en cuenta que él es un fantasma, sea mucho más física y (para mí) romántica. No es lo mismo que el capitán esté en tu pensamiento y se comunique contigo en una especie de subconsciente a que lo tengas a cinco centímetros constantemente y te coma con los ojos mientras tú te lo comes a él. Nos entendemos, ¿no? Pues eso. Que sí, se parecen... pero en la base misma, no se parecen. Creo que la película es más romántica que la novela, decidió centrarse en ese aspecto y dejar de lado lo que para mí es más importante de la historia original: la búsqueda de independencia y el crecimiento como personaje de Lucy Muir, su aprendizaje para decir no, su determinación a ser ella misma y como el capitán le ayuda en el proceso más allá de la vertiente romántica. Ojo, que la película me parece maravillosa, pero si se comparan, pues tienen sus diferencias, y yo os las cuento, que para eso estoy aquí :) Lo dicho arriba, lo mismo me patina la memoria, así que si alguien la tiene reciente y me tiene que corregir, adelante. Estas son mis impresiones de lo que recuerdo de la peli.
Si os gustan las novelas costumbristas con un toque de humor, personajes achuchables, casas encantadas y marinos fantasmas con un carácter de tomo y lomo pero de enorme corazón, El fantasma y la señora Muir es vuestro libro. A pesar de sus treinta y cuatro años (cuando comienza la historia), Lucy Muir sale del cascarón protector y comienza a vivir ante nuestros ojos, y eso se traduce en que la vemos equivocarse y aprender de sus equivocaciones, vemos como deja atrás su ingenuidad y como aprende a dar una patada en el suelo en lugar de agachar la cabeza y amoldarse. La vemos evolucionar hacia la Lucy Muir que ella quiere ser en lugar de la que le dejaban ser, la vemos enamorarse, la vemos sufrir y vemos como gana en sabiduría, experiencia y madurez. El fantasma y la señora Muir es una historia bonita, maravillosamente contada, que te hace reír y emocionarte, y no sé a vosotros, pero a mí con eso, hoy en día, me tiene ganada cualquier historia.
R. A. Dick nació como Josephine Aimee Campbell (1898-1979) en Wexford,
Irlanda. Bajo este nom de plume publicó El fantasma y la señora Muir
(1945), un libro que ahora ve la luz en Impedimenta y fue llevado al
cine en 1947 por Joseph L. Mankiewicz. A este título le seguirían
Unpainted portrait (1954), Witch Errant: An Improbable Comedy in Three
Acts (1959), Duet for two hands (1960) o The Devil and Mrs. Devine
(1974).
R. A. Dick es una autora de literatura fantástica, así como
cultivadora de la comedia gótica o costumbrista como lo fue en su día El
fantasma de Canterville, de Oscar Wilde.
Dan ganas de salir corriendo a por ella, termino la reseña con la impresión de que sería una de esas lecturas en las que refugiarme y olvidarme de los crímenes y dramas que suelen copar mis horas lectoras.
ResponderEliminarBesos.
Hola. Coincido completamente contigo. Es maravilloso el libro y poco se explota el cine clásico en literatura, muchas veces están descatalogados o ni siquiera se llegaron a publicar en España.
ResponderEliminarTambién creo que la peli se queda más en la parte romántica y el libro abarca mucho más. Es el tipo de libro que no me hubiera importado que tuviera 500 páginas más.
Besos
Un descubrimiento muy interesante aunque nuestro que me planté ahora mismo leer nunca descarto nada y siempre más descubres libros muy apetecibles
ResponderEliminarLo he terminado hace unos días y es seguro ya que va a ser de mis mejores lecturas del año. Te ríes, te emocionas... Da penilla terminarlo!
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues pinta súper interesante!!
ResponderEliminarLe tenía echado el ojo, pero me has picado.
Besotes
La peli me gustó mucho, y el libro lo tengo ya anotado. Me encantará ir viendo esas diferencias :-)
ResponderEliminarBeso grande.
Lo he terminado hace nada y lo he disfrutado mucho también. Yo no había visto la película así que iba totalmente a ciegas con la historia, aunque me podía imaginar... ;-)
ResponderEliminar¡Besos!
Hola guapísima, a mí la peli me suena de cuando era pequeña. Pero no la recuerdo mucho. El libro lo tengo en mis estanterías (te suena esa expresión? jeje...) y lo leeré este año. No sé en qué premisa, o quizá sí, pero lo leeré...
ResponderEliminarUn besazo
Hola, fue uno de mis regalos de Reyes, vi la película hace años y me encantó, imaginate mi emoción cuando me enteré que se publicaba la novela. La leeré dentro de vuestro reto, pero no será hasta el próximo nivel. Lo estoy deseando. Besinos.
ResponderEliminarHola, bonitas.
ResponderEliminarLo vi el otro día en la mesa de una de mis librerías favoritas y estuve supertentada, pero al final cayeron otros muchos y no puedo comprar todo.
Gracias por vuestra opinión.
Besitosss.
Aunque me gusta lo del fantasma, qué va, las novelas costumbristas y de personajes no son para mí. Eso sí, he de decir que por la temática me ha recordado a El fantasma de Canterville.
ResponderEliminarMaravillosa historia. La conozco por la película, pero no me importaría leer el libro. Me gustó un montón la relación entre los personajes. Besos
ResponderEliminarPues ya sabes que me encantó muy fuerte y que coincido contigo en señalar esos diálogos tan divertidos e ingeniosos y esa relación tan conmovedora que se establece entre el fantasma y la familia que ocupa su casa. Me pareció especialmente reseñable que la señora Muir, con lo poquita cosa que parece, no se deje mangonear más por su familia política ni por nadie y siga adelante con su vida. Por cierto, genial la autora reflejando tan bien ese choque (también social y de género) entre el viejo mundo y los aires de cambio tras la Segunda Guerra Mundial. Besos.
ResponderEliminarBuenas tardes otra vez, MH:
ResponderEliminarEs una novela preciosa y muy original. Yo tenía unas ganas locas de que alguien la publicara porque desde siempre he adorado la película. Pero tienes razón, novela y adaptación guardan diferencias. A mí me gustan ambas, pero como suele ocurrir el libro es muy superior. Eso sí, jamás olvidaré la sensación que tuve la primera vez que vi la película...Romántica que es una :)
Un abrazo y enhorabuena por la reseña!!