viernes, 19 de agosto de 2016

RESEÑA (by MH) ::: DIARIO DE UNA DAMA DE PROVINCIAS - E.M. Delafield




Título original: Diary of a Provincial Lady
Autora: E.M. Delafield  
Editorial: Libros del Asteroide 
Traducción: Patricia Antón de Vez
Páginas: 207
Fecha publicación original: 1947
Fecha esta edición (tercera): 2014
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18,95 euros
Diseño de cubierta: Enric Jardí




La dama de provincias vive en una preciosa casa de campo, tiene dos hijos encantadores y un marido que, cuando está con ella, acostumbra a dormitar tras las páginas del Times. Lleva un diario que le sirve para poner un poco de distancia con las cosas que le suceden; en él escribe sobre sus esfuerzos para equilibrar la economía familiar y lidiar con su temperamental cocinera y la sensible institutriz francesa de sus hijos; así como sobre su lucha constante por mantener a raya a su engreída vecina, Lady B., y sus denodados esfuerzos por estar siempre a la altura de las circunstancias.

Con el relato cotidiano de las desventuras de su protagonista, de sus agobios y preocupaciones, de sus pequeños triunfos, E. M. Delafield ha creado un vivísimo e inolvidable personaje con el que se identificará cualquier lector que se haya sentido alguna vez sobrepasado por los quehaceres del día a día.


A veces me pongo a revisar estanterías en busca de la siguiente lectura, y me sorprendo al ver libros que hace meses (¿años?) que están ahí esperando a que me digne a abrirlos y leerlos. Así que los miro, ellos me miran a mí, y el que mejores ojitos me pone, por fin cae.

Y gracias a eso he leído por fin a esta pobre dama de provincias, que después de llevar ahí meses agazapada entre los libros cada vez más amontonados, ya se merecía un poco de atención. Me hubiese venido genial para el mes de la fantasía y el humor, pero bueno, ya no hay remedio (por el humor, claro... de fantasía, por desgracia para las amas de casa, tiene poca).

Supongo que había leído tanto y tan bueno de estos libros (porque son cuatro, si no recuerdo mal, de los que este es el primer volumen), que me daba reparo llevarme una mis famosas y consabidas decepciones. Pero no... me ha gustado mucho, me he reído mucho, y aunque quizás no es tan desternillante como lo venden, ¿qué más da? Sigue siendo un libro divertidísimo.

Hay que tener un talento muy especial para observar desde fuera lo cotidiano, la rutina en la que una misma vive y respira, y saber sacarle punta... ser capaz de hacer sonreír a los demás con las cabezadas de tu marido, las ocurrencias de tus hijos o las exigencias de unos criados que se ofenden por servir un tentempié fuera de hora y a los que les tienes un poco de miedo. Y eso mismo hace Delafield. Estos diarios son en parte autobiográficos, y supongo que nunca sabremos dónde terminaba la realidad y comenzaba la ficción, aunque a mí me parece todo tan posible y real que lo del "semi" me suena a querer que parezca algo exagerado sin realmente serlo. Porque aquí tenemos a una madre, esposa, vecina y, sobre todo y ante todo, mujer, lidiando con la casa, el marido, los hijos, los amiguitos de los hijos, las facturas, los milagros caseros del pan y los peces, los vecinos, las actividades extrafamiliares, las obligaciones sociales y el no morir exhausta en el intento... sinceramente creo que podría estar escrito hoy en día y no pasaría absolutamente nada. Este diario comenzó a publicarse hace 80 años y sorprende mucho, muchísimo, lo realmente moderna que es esta dama de provincias. O eso, o que no hemos adelantado nada.

Y así asistimos a un año de la vida de nuestra protagonista (de la que nunca sabemos el nombre), y conocemos su mundo: su marido, Robert, mueble de Ikea que cuando no está trabajando (le otorga el mismo empleo que a su marido real, administrador de fincas), está durmiendo detrás de su ejemplar del Times, que no habla salvo para criticar a alguien, que es incapaz de mantener una conversación con su esposa, y cuya única utilidad aparente es la de ir a la estación a llevar o recoger gente. Eso sí, nuestra protagonista siempre consigue que le deje hacer todo lo que quiera, por mucha resistencia que ponga al principio. Sus dos hijos, Vicky y Robin, son su debilidad. Le molesta que la llamen madre perfecta, pero es lo que demuestra durante todo el libro. Adora a sus hijos, aunque como "madre moderna" intenta que no se le note. Y vuelvo a lo mismo que comentaba arriba. Estamos hablando de un libro publicado en los años 40 del siglo XX, años 30 si nos remitimos a cuando se publicaron originalmente las columnas en la revista Time and Tide (que por cierto nombra y publicita constantemente a lo largo del diario), y que luego compiladas dieron origen a los libros, y no cuesta nada reconocer realmente a una madre moderna de hoy en día. En aquella época todavía estaba muy implantado en la sociedad lo de ser madre y esposa como el cúlmen y único objetivo en la vida de una mujer, y nuestra protagonista se rebela contra ello (además lo deja bien claro en el libro en alguna que otra frase). Es madre, adora a sus hijos, los quiere por encima de todo, pero también necesita ser algo más que madre y esposa y hacer otras cosas que le hagan sentirse útil, tener aficiones, vivir experiencias diferentes... necesita realizarse y crecer como mujer además de ser ama de casa. 

A todo esto unimos el manejo de su hogar, ya sea en cuanto a los criados como a su economía (su marido se desentiende absolutamente de todo lo que no sea ir a su puesto de trabajo, comer y dormir... e ir a la estación); tiene que mantener las apariencias de una solvencia económica que no existe, hacer malabares con las cuentas del banco al descubierto, aplazar pagos aquí, dar unas migajas que cubran el expediente por allá, la cocinera que se queja, la criada que es una tiquismiquis, la institutriz que es muy susceptible y se ofende por nada... Y unos vecinos que son cada uno de su padre y de su madre, como se suele decir. Y aún encuentra tiempo para irse de vacaciones a Francia o a pasar unos días a Londres y darse algún capricho.

Nuestra dama, a pesar de los apuros económicos tiene cierta posición social (como resulta evidente al tener dos criados y una institutriz en la casa, además de tener a su hijo mayor interno en un colegio de pago y caro), pero aun así resulta difícil no ponerse en su lugar en muchas situaciones porque son muy, muy reales. Y te saca la sonrisa con casi todas ellas.

Es un libro amable que se lee fácilmente y casi de una tirada. Y a pesar del sentido del humor que destila también da mucho que pensar en cuanto a la situación del ama de casa hace 70 u 80 años con respecto a ahora. ¿Realmente hay tantas diferencias? Porque leyendo a Delafield, sinceramente, no lo parece. Porque sí, su protagonista era una abanderada de la mujer moderna... pero es que de esto hace ya muchas décadas.

Como soy muy obediente, termino la reseña recomendando la lectura de este diario, tal y como Libros del Asteroide amablemente pide al final de la edición. Leeré los siguientes sin dudarlo (y espero no tardar tanto como con este).



E.M. Delafield (1890-1943) fue una prolífica y famosa escritora inglesa. Hija de la novelista Mrs. Henry de la Pasture, decidió utilizar el seudónimo de E.M. Delafield para diferenciarse de ella. Recibió una educación clásica y victoriana, y en 1911 entró como postulante en un convento belga, cuya experiencia relató en The Brides of Heaven (1931). En 1919 se casó con Paul Dashwood, un ingeniero de caminos convertido en administrador de propiedades, con el que viviría varios años en el Sudeste Astico hasta que se instalaron en Croyle, Devon, donde nacieron los dos hijos del matrimonio y Delafield escribió muchas de las más de treinta novelas por las que sería recordada. 

En 1929 la editora de la liberal y feminista revista semanal Time and Tide le pidió que colaborara con una columna. Así nacio Diario de una dama de provincias, el divertidísimo relato, parcialmente autobiográfico, de las miserias y fortunas de una dama en una ciudad de provincias. El éxito fue inmediato, y las columnas fueron recogidas en cuatro volúmenes que la convirtieron en una de las novelistas más populares y queridas de la época. 
 
Miss Hurst

18 comentarios:

  1. Aunque a priori no me atraía, después de leer tu reseña me ha picado la curiosidad.
    Un beso :)

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    1. Pues si al final te decides a leerlo ya me contarás qué tal.

      ¡Besote!

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  2. La leí hace tiempo. Es muy divertida.
    besos

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    1. ¿Verdad que sí? No es de partirte de risa, pero la sonrisa sí que te la saca en muchas ocasiones. Disfruté mucho de su lectura.

      ¡Besote!

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  3. Aunque no es muy de mi estilo, no me importaría leerlo. Lo pones tan bien en la reseña.. Un beso ;)

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    1. Es que me gustó, y tal y como digo se lee fácil y en dos ratejos que encuentres. Si al final decides ponerte con él, espero que lo disfrutes o que al menos te haga sonreír un poquito.

      ¡Besote!

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  4. De este tipo leí el de la desquiciada, de Kaufman, y me pareció muy entretenido. El problema es que este tipo de libros se me parecen demasiado y tengo la sensación de que es la misma historia. Me apunto lo del milagro casero de los panes y los peces, jajaja.
    Besos

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    1. Es que estos libros yo creo que hay leerlos espaciados, sin saturarse, para darles a cada uno el valor que se merecen (para bien o para mal). Hay que "olvidarse" de uno para leer otro. Del milagro casero yo creo que muchas amas de casa saben más de lo que parece... jajaja.

      ¡Besote!

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  5. Hace tiempo q me llama mucho la atención. Muy buena reseña. :)

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    1. ¡Muchísimas gracias! Pues a ver si puedes sacarle un hueco pronto. Creo que lo disfrutarías :)

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  6. Hola!

    Yo también lo tengo por ahí sin leer, pero como has comentado, aunque para el mes temático ya no me da tiempo igual lo leo para el apartado de humor del reto genérico.


    Un beso

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    1. Pues si te cabe en algún reto de humor hazle hueco, que creo que lo disfrutarás. Yo es que apenas estoy apuntada a retos, pero en cualquier de humor cabe. No es de partirse de risa pero sí de sacarte la sonrisa constante.

      ¡Besote!

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  7. Pues la leí hace ya... Uy, en el 2014 (¡como pasa el tiempo de los lectores!) y me encantó. Me lo pasé muy bien leyendo estas desventuras de dama de provincias atribulada, escapando de la pesada Lady Boxe y con un servicio doméstico... dejemoslo en excéntrico ;-) (o tiquismiquis, como dices tú). Como no había leído nada sobre el libro, me lo pasé en grande y sin expectativas (entiendo bien lo que comentas al respecto). Sabía que la idea de Delafield nació en forma de columnas en una publicación periódica, y sabía que había un segundo volumen, "la dama de provincias prospera", pero no sabía que eran cuatro. Pues nada, a por el siguiente, que es una lectura de las que me gustan, con mucho feelgood y mucho humor inglés. Bss

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    1. Pues sí, son cuatro, pero creo que Libros del Asteroide solo ha publicado los dos primeros (faltarían por publicar en castellano los dos últimos, "The provincial lady in America! y "The provincial lady in wartime"). El último lo sacaron hace un par de años, así que no sé si es que no tienen pensado publicarlos. Todo es cuestión de preguntar. A ver si tenemos suerte.

      ¡Besote!

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  8. A mi me has convencido totalmente. Me gustan los libros de humor y me da igual que no sea desternillante, con que sea divertido me basta
    Besos

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    1. Pues me alegro muchísimo, y de verdad creo que si lo leyeses te encantaría y disfrutarías mucho con él. Es divertido y te saca la sonrisa continuamente. Espero que si lo lees lo disfrutes tanto como yo.

      ¡Besote!

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  9. La verdad es que yo al humor no le tiro mucho, pero esta historia tiene algo que creo que me haría disfrutarla, así que tomo nota de ella.
    Besos

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    1. Es que no es humor en plan "risa", es humor de sacarle punta a todo lo cotidiano, ya sea el marido, los hijos, la casa, los criados, los vecinos... y es un humor que se hace amable y fácil de leer. Yo tampoco le tiro mucho a los libros de humor puro y duro (de hecho tendría que rebuscar en las estanterías para encontrar 4 o 5 como mucho y si hay suerte), pero este va más allá de eso.

      ¡Besote!

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