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lunes, 31 de marzo de 2025

RESEÑA (by MH) ::: TRES RATONES CIEGOS - Agatha Christie


 
 
Título original: Three Blind Mice and Other Stories
Autora: Agatha Christie
Editorial: Booket
Traducción: C. Peraire del Molino
Páginas: 176
Fecha de publicación original: 1950
Fecha esta edición: julio 2021
Encuadernación: rústica
Precio: 9,95 euros




 
 
 
Hoy toca nueva lectura de mi querida Agatha Christie, a ver si recupero un poco los meses de asueto que me he tomado en este reto. Seguimos en el año 1950 pero con un libro de relatos; de hecho, aunque en la edición española hayan abreviado el título (cosa que no deberían hacer porque a muchos lectores no les gustan los relatos y quien no conozca o no sepa lo que está comprando puede pensar que es una novela)
el original es Tres ratones ciegos y otros relatos
 
El relato que da título a la obra es el más largo y ocupa la mitad del total de páginas, y aunque es el primero que lees, yo lo voy a dejar para el final por diversas circunstancias y porque quiero explayarme un poco más sobre él (tampoco mucho, solo un par de cosas). Así que os hablo de los otros cinco relatos primero y luego voy con el más importante de los seis.
 
Ah, antes de seguir os comento que una vez más (y ya son unas cuantas) Agatha usa una rima infantil como título o leitmotiv de la historia y, como muchas de estas canciones tradicionales anglosajonas, es un poco cruel y truculenta:
 
 
Tres ratones ciegos,
Tres ratones ciegos
Ved cómo corren,
Ved cómo corren
Van tras la mujer del granjero
Ella les cortó el rabo con un cuchillo de trinchar.
¿Habéis visto alguna vez algo parecido
a tres ratones ciegos?  

Si lo encuentro os pongo al final la cancioncilla de marras que la escuchéis. Por ahora, os voy hablando de los relatos contenidos en esta antología.
 
Una broma extraña. Una pareja tenía pensado casarse y para ello contaban con la herencia de un familiar que ambos tenían en común. La sorpresa viene cuando esa herencia es prácticamente inexistente aunque se decía que este hombre guardaba su fortuna en lingotes de oro y plata... pero por más que han removido toda la casa donde vivía no encuentran nada, ¡y necesitan ese dinero para casarse! Cuando acuden a miss Marple para que les ayude a encontrar el tesoro se llevan una desilusión: ¿qué va a hacer esa anciana que solo cuenta batallitas sobre sus vecinos y parece un poco gagá? Pero, ah, amigos... esta gente no conoce la agudeza de Jane Marple.
 
El crimen de la cinta métrica. Una mujer aparece asesinada en su casa y su marido, el señor Spenlow, se lo toma con una calma y una presencia de ánimo sorprendentes, lo que, sumado a que hereda una cuantiosa fortuna, le convierte automáticamente en sospechoso a ojos de sus vecinos y de la policía. Encima usa como coartada a su vecina, miss Marple, de quien dice que recibió una llamada para que acudiese a su casa y que en eso estaba cuando mataron a su mujer. Miss Marple lo niega, ella jamás llamó a este señor para nada, pero eso no quiere decir que Spenlow mienta... el caso es que miss Marple se entera de todo y todo le recuerda a otras cosas, y además es muy observadora. ¿Alguien duda de que va a resolver este asesinato?
 
El caso de la doncella perfecta.
En este relato es la propia criada de miss Marple la que plantea un caso a resolver. Resulta que una prima suya ha sido despedida de la casa donde trabajaba con una excusa cualquiera, pero ella piensa que es porque sus señoras (dos hermanas) sospechan que robó un broche (algo que niega rotundamente), y claro, si eso llega a saberse, no podrá volver a trabajar en los alrededores. Miss Marple, armada de paciencia, se propone resolver este entuerto, pero va a resultar más difícil de lo que parece, sobre todo cuando aparece una nueva criada, modelo de perfección y orgullo de sus señoras.
 
El caso de la vieja guardiana. La pobre miss Marple guarda cama convaleciente de una gripe y está muy alicaída, así que el doctor Haydock, para que se entretenga y tenga alguna motivación, le da un manuscrito donde él mismo ha intentado hilvanar una historia. ¿Qué le propone? Que solucione el rompecabezas que aparece en ese manuscrito, a ver si es tan lista como parece, porque los hechos que cuenta en esas páginas son totalmente verídicos.
 
Detectives aficionados. Aquí recuperamos al señor Satterthwaite, de quien ya sabemos que le gusta estudiar la naturaleza humana y ser espectador de la vida de los demás. Acompaña al coronel Melrose cuando este se entera de que han asesinado a un conocido de ambos, y allá que van los dos a la escena del crimen. ¿Y a quién se cruzan en el camino? Al misterioso, enigmático, inalcanzable Harley Quin, que siempre aparece como por arte de magia cuando el señor Satterthwaite necesita ayuda para guiarle, con su sola presencia, en el razonamiento hacia la verdad... y eso hace, que este relato viene con sorpresa final.
 
***
 
Como veis, los cuatro primeros relatos de los que os hablo están protagonizados por miss Marple y en ellos aparecen personajes recurrentes que ya le han acompañado en sus novelas, como el coronel Melchett, el doctor Haydock y el inspector Slack (salvo en Se anuncia un asesinato, que como no está ambientado en St. Mary Mead no tienen cabida). Son historias muy cortitas de entre doce y quince páginas, así que dan para poco más que plantear la cuestión y miss Marple, con esa agudeza suya, lo adivina todo en un periquete. No esperéis grandes tramas de investigación porque no las hay, es más bien cosa de observación y simple razonamiento... aun así, muy entretenidos de leer, como siempre. En cuanto a Detectives aficionados, recuperamos a dos personajes,  Mr. Satterthwaite y el señor Quin, que protagonizaron juntos un libro allá por 1931, El enigmático Mr. Quin (una rareza en la obra de la Christie por sus tintes sobrenaturales), y aunque Satterthwaite ha aparecido en solitario posteriormente, creo es la primera vez que volvemos a verlos juntos. Como añadido peculiar, aparece el coronel Melrose, nombre usado  por la Christie varias veces a lo largo de su bibliografía aunque nunca para referirse al mismo personaje (pero siempre ocupa el cargo de jefe de policía del condado que toque en suerte... caprichos de nuestra Agatha). Como digo arriba, hay que leer este relato hasta el final para entender qué pinta ahí realmente el señor Quin, y además la autora le da más páginas para desarrollar la historia comparado con la extensión de los relatos protagonizados por Marple.
 
Dicho esto, y sin desmerecer a los demás, voy con el rey de la función, Tres ratones ciegos, que como digo arriba ocupa solo las mismas páginas que los otros cinco relatos juntos. ¿De qué va?
 
Pues de un matrimonio muy joven que contrajo matrimonio apenas quince días después de conocerse que decide montar una casa de huéspedes en una propiedad que ella ha heredado. Acaban de abrirla y reciben a sus tres primeros huéspedes junto con uno que se presenta de improviso en plena noche. Todos ellos son peculiares a su manera, pero todo iría bien si no fuese por la tormenta de nieve, que esa misma noche los deja aislados. ¿Qué pasa? Pues que reciben la llamada de la policía diciéndoles que su casa de huéspedes está relacionada de alguna manera con un asesinato ocurrido en Londres dos días atrás antes de que la nieve los aislase de todos, y cuando llega un policía como buenamente puede para hacerse cargo de la situación, queda bien claro que no solo los huéspedes son sospechosos y resulta muy posible que ocurran más asesinatos, sino que los propios dueños de la casa son unos desconocidos entre ellos y no saben nada del pasado del otro.
 
No sé si os ha sonado el argumento así escrito a bote pronto, pero nada más empezar yo no hacía más que pensar "esto me suena, esto ya lo he leído, esto está repetido de otro libro"... y claro, ya me podía sonar... ¡es el relato que Agatha usó como base para escribir
La ratonera, la obra de teatro más representada en el mundo desde su estreno! Es que tanto ambientación, como personajes y sus nombres, como el misterio... es prácticamente igual. Sí es cierto que en la obra de teatro se añade algún personaje más y tal, pero vamos, que la historia es la misma. Nunca te acostarás sin saber una cosa más. La ratonera es del año 1952, así que en nada os hablaré de ella.
 
Dicho esto, estamos en la misma época en la que se ambientaba Se anuncia un asesinato y vemos tanto las mismas problemáticas del racionamiento que os comenté en esa reseña (se conseguían productos en el mercado negro, se cambiaban cupones por otras cosas que hacían falta... todo ilegal, obviamente, y de hecho se quejan varias veces de que en aquella época todo estaba prohibido) como esa sensación de posguerra de no conocer a la gente que tenías alrededor, de los matrimonios apresurados, de pasados desconocidos... No sé si tiene que ver que se publicaran el mismo año, pero está claro que era un sentir general que Agatha quería plasmar porque aparece de manera idéntica en las dos historias.
 
Sobre el misterio, pues solo os puedo decir que usa el clásico de un grupo de personas que no se conocen aisladas por la nieve, pero con un giro: que los que quedan atrapados en esa casa pueden ser tanto víctimas como asesinos, y todo relacionado con un crimen que se ha cometido muy lejos de allí. Los dueños de la casa de huéspedes son muy inexpertos, ni se les había ocurrido pedir referencias a sus huéspedes (que pueden ser lo que dicen o pueden no serlo, pero lo cierto es que varios de ellos se sobresaltan cuando saben que la policía va a presentarse en la casa y todos empiezan de repente a hacer cosas sospechosas), y además pronto surgen otros hechos ocurridos años atrás que pueden (o no) estar relacionados con todo este embrollo. Es un relato largo de casi ochenta páginas, pero no voy a comentar más al respecto salvo que la cancioncita de los Tres ratones ciegos aparece varias veces a lo largo de la narración y tiene su importancia en el misterio. Sin duda es el mejor de los seis que incluye la antología, pero lo tenía fácil porque está mucho más desarrollado (aunque el final sea un poco precipitado).
 
Llegados a este punto, antes de terminar debo dejar constancia de que en esta edición de Booket faltan relatos... la obra original, Three blind mice and other tales, contiene, además de todo lo anterior, tres relatos protagonizados por Poirot que aquí no aparecen para nada. Con el baile de relatos que me estoy encontrando desde que empecé el reto no sé si es que en las ediciones de Booket se han movido a otra antología o simplemente los han eliminado por vaya usted a saber qué motivo, pero el caso es que faltan. En fin...
 
Postdata. Lo prometido es deuda... la cancioncilla de Three Blind Mice :)
 
 
 
 

Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.
 



jueves, 21 de marzo de 2024

RESEÑA (by MH) ::: SANGRE EN LA PISCINA - Agatha Christie


 

 
Título original: The Hollow
Autora: Agatha Christie
Editorial: Booket
Traducción: Guillermo López Hipkiss
Páginas: 304
Fecha de publicación original: 1946
Fecha esta edición: 2019
Encuadernación: bolsillo
Precio: 8,95 euros



 
 
Seguro que teníais una sensación rara, como de que faltaba algo en vuestras vidas, que vuestras existencias parecían incompletas y no sabíais darle nombre al problema... pues aquí vengo yo a resolveros la intriga: ¡os he dejado descansar tres meses de mis reseñas de Agatha Christie! xD Sí, he sido buena persona y he pensado en lo aburridos que estaríais del tema... pero claro, eso no quiere decir que yo no haya seguido leyendo a la dama del crimen. De hecho leí el que me tocaba por orden hace por lo menos dos meses, y como hasta que no reseño el que toca no sigo leyendo el siguiente, estoy aquí de parón agathiano obligado, y no puedo esperar más. Así que doy el pistoletazo de salida para la nueva temporada de reseñas 2024 de mi reto atemporal de Agatha Christie, y lo hago con
Sangre en la piscina, publicado en 1946 (llevo siglos con esto y solo he cubierto veinticinco años de la bibliografía de esta mujer... no digo ná y lo digo tó). ¿Protagonista? El incansable y eterno Poirot. Pero antes os cuento un poco sobre el libro.

Poirot se ha comprado una casita en el campo para pasar los fines de semana, y ha sido invitado a comer por una de sus vecinas, lady Angkatell, dueña de The Hollow. Cuando llega allí se encuentra de bruces con una escena totalmente artificial que parece sacada de una obra de teatro: varias personas estupefactas y quietas, que aparentemente han llegado a una piscina desde caminos distintos, una mujer con una pistola en la mano y, a sus pies, un hombre moribundo en el borde de esa piscina, que solo pronuncia una palabra antes de morir, "Henrietta" (el nombre de otra de las mujeres presentes en la escena). A Poirot todo le parece tremendamente escenificado, ocurren varias pequeñas cosas que provocan sus sospechas, pero el caso no resulta nada fácil de resolver... si fuera fácil no haría falta la presencia de Poirot, claro está.
 
Bueno, pues aquí tenemos otro caso de Poirot, que una vez más hace gala de su extraordinaria cuenta bancaria porque no hace más que comprar casas por toda la campiña inglesa y jamás se queda en ninguna (será porque en todas acaba ocurriendo cerca un asesinato). En cualquier caso tarda en aparecer, porque Agatha Christie echa mano nuevamente en este libro de un recurso que gusta mucho de usar desde hace un tiempo: el de reservar los primeros capítulos (diez, en este caso) para presentar a todos los personajes que van a formar parte de la trama y que, por tanto, probablemente serán sospechosos en algún momento, las relaciones entre ellos y el motivo de que estén todos reunidos en el momento del asesinato. Y no es hasta el momento exacto en que se comete ese asesinato que Poirot nos honra a todos con su presencia.
 
¿Quiénes son los protagonistas de esta historia? Pues por un lado tenemos a lady Angkatell y su marido, quienes residen en The Hollow, lugar donde se comete el crimen. Lady Angkatell es una mujer bastante peculiar, de esas a las que en las novelas todo el mundo soporta y perdona sus peculiaridades pero que en la vida real no aguantaría ni el tato. A ella es a quien se le ocurre la idea de esta reunión y quien decide invitar a Poirot, que realmente no pinta nada en un acontecimiento tan familiar salvo que la anfitriona tenga algo en la cabeza. El marido, pues un buenazo que bastante tiene con soportarla. Luego tenemos a Midge, la típica pariente pobre que trabaja explotada en una tienda de Londres y en la que nadie se fija. Ahí se presenta también el matrimonio formado por John y Gerda; él es un guaperas infiel y ella un pan sin sal que aguanta lo que sea con tal de tenerlo al lado. Luego está Henrietta, independiente, de carácter muy fuerte y que se dedica a la escultura profesionalmente. ¿Quién más? Pues Edward, sobrino de los Angkatell, y David, futuro propietario de The Hollow, que preferiría estar comiendo piedras a pasar un fin de semana con toda esta gente. ¡Ah! Y una mujer del pasado que hace ¡chas! y aparece por allí a complicarlo todo. No diréis que Agatha no nos daba sospechosos entre los que elegir... El caso es que dedica buena parte de los primeros capítulos de la novela a presentarnos individualmente a muchos de estos personajes (no a todos) antes de que se reúnan en The Hollow y a mostrarnos la dinámica entre ellos cuando ya están todos juntos. Descubrimos muchas cosas antes de que se cometa el asesinato porque ya sabemos que estos ingleses de la alta sociedad tienen mil secretos, pero también quedan otras muchas en el tintero que serán las que tenga que sacar Poirot a la luz.

Dicho todo esto, me vais a perdonar lo que voy a decir porque intento no juzgar nunca a los personajes, pero me resulta incomprensible la adoración que despierta John Christow entre varias mujeres de esta novela. No puedo entrar en detalles por no hacer spoilers, pero es un ser horroroso, egocéntrico, narcisista, que solo piensa en sí mismo, en su bienestar, en su placer, en lo mucho que se merece en la vida y en lo poco que le importa hacer daño a quien tiene cerca o le quiere... una adoración idealizada y cegata por parte de ciertos personajes que persiste hasta el infinito y más allá. Y tengo muy claro que esta sensación, esta percepción, es conscientemente buscada por la autora, pero vaya, que me ha parecido un tiparraco que no se merece ni una milésima parte de la atención que recibe. He dicho.

¿El final? Retorcido, complicado y, sin embargo, totalmente coherente con todas las miguitas que deja la Christie por el camino. Es una historia peculiar, se lee algo diferente al resto de sus novelas más típicas. Durante toda la novela pulula un algo desolador, un algo triste y pesaroso que nada tiene que ver con el propio asesinato. Muchos de los personajes tienen una mochila muy pesada a la espalda, sueños frustrados, sentimientos enterrados a base de pico y pala que se niegan a verbalizar. Ha habido una muerte, pero ellos están a otras cosas, necesitan poner puntos sobre íes y tomar decisiones que llevan posponiendo mucho tiempo. Son personajes como más reales, más tridimensionales... no sirven solo para el propósito de figurar como sospechosos en la novela, sino que son personajes con derecho propio y son ellos y sus circunstancias los que realmente importan. Da la sensación de que el asesinato es solo una excusa para contar sus historias explorar sus debilidades y fortalezas y presionarles para comprobar hasta donde pueden llegar (bueno, en realidad esto es muy típico de la Christie, pero por lo que sea lo he sentido muy acusado en esta novela).
 
Lo he dicho muchas veces: desde fuera, cuando solo se ha leído lo más famoso de Agatha Christie o no se conoce a fondo su obra, parece que todo lo que escribía era igual, que sus novelas son todas idénticas y que se dedicaba a hacer copia-pega y ver venir los cheques. Pero no. Le gustaba probar cosas nuevas, estructuras diferentes, alternativas a la hora de presentar sus misterios... podía hacer lo que quisiera porque lo que escribiese saldría publicado, pero al mismo tiempo sabía que ese privilegio se lo debía sobre todo a Poirot, e intentaba conjugar ambas cosas lo mejor posible haciendo uso, cada vez más, de esa libertad a la hora de escribir. O esa es la sensación que yo tengo conforme voy avanzando en el reto, vaya. 

Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.
 

viernes, 3 de noviembre de 2023

RESEÑA (by MH) ::: LA VENGANZA DE NOFRET - Agatha Christie


 
 
 
Título original: Death Comes as the End
Autora: Agatha Christie
Editorial: Booket
Traducción: Inés Cortés Bover
Páginas: 240
Fecha de publicación original: 1945
Fecha esta edición: julio 2020
Encuadernación: bolsillo
Precio: 8,95 euros



 
 
Habrá quien se sorprenda (no quienes estamos haciendo el reto egipcio, porque ya lo han leído varios participantes), pero sí, Agatha Christie escribió un libro ambientado en el Antiguo Egipto. Que yo sepa solo escribió esta novela histórica, todas las demás están ambientadas en el siglo XX en la época en que fueron escritas. Y la verdad, nunca uso los libros de este reto para cumplir otros retos basados en premisas (como mi reto de clásicos, por ejemplo), pero sería un poco absurdo no utilizar un libro como este, tan especial y particular dentro de la bibliografía de la autora, en un reto tan especial y particular como también lo es mi reto egipcio. Así que si mi querida Bastet, diosa protectora y de mis preferidas de toda las deidades egipcias, cuida de mí y me lo ha puesto fácil para que haya coincidido en orden justo este año, ¿quién soy yo para llevarle la contraria?
 
Imhotep es un sacerdote del ka, una figura que recibía como legado tierras de un difunto a cargo de cuidar su tumba y realizar ofrendas en ciertos días del año para el descanso de su alma. En su casa habita toda su familia, que son los que también trabajan sus tierras y dependen para todo de la función que Imhotep cumple como sacerdote (todas sus tierras, ganado, madera, lino y cebada proceden del legado del sepulcro que cuida). Por un lado están sus dos hijos varones mayores (Yahmose, casado con Satipy, y Sobek, casado con Kait); uno es tímido, reservado, trabajador y apocado cuando se trata de enfrentarse a su padre; el otro es impulsivo, bocazas, engreído y cree que merece mucho más reconocimiento del que tiene. Luego está Ipy, el hijo menor de Imhotep, un adolescente mimado que  sabe que puede hacer lo que quiera con su padre y se aprovecha de ello. Además a la casa acaba de llegar Renisenb, la única hija de Imhotep, que a pesar de su juventud acaba de quedarse viuda tras un matrimonio de ocho años. En esta casa también vive la madre de Imhotep, Esa, una anciana de armas tomar a la que no se le escapa nada y que es mucho más inteligente que su hijo; Hori, el escriba de Imhotep, que le lleva las finanzas y la administración de todas sus propiedades; y Henet, una sirvienta a la que casi todos desprecian y que disfruta yendo de acá para allá con chismorreos sembrando la discordia. Entre los dos hermanos mayores y el padre hay tensiones a cuenta de la rigidez con la que Imhotep controla todo (piensa que solo él sabe hacer las cosas bien), y la actitud de sus esposas, sobre todo de Satipy, no ayuda en nada. Cuando Imhotep vuelve de un viaje con Nofret, una hermosa y joven concubina que tendrá que vivir con resto de la familia, la tensión aumenta exponencialmente. Nofret no ayuda, su actitud es maliciosa y malintencionada. ¿Resultado? Pues que empieza a morir gente. Mucha gente. Y ni las ofrendas a los dioses y los muertos servirán para detener a quien está detrás de esos asesinatos.
 
Me ha quedado un poco larga, pero es que tenía que nombrar al menos a cada uno de los personajes involucrados. Agatha explica en una nota antes de comenzar la lectura que la historia está ambientada en Tebas hacia el año 2000 a.C., así que por situarnos estaríamos en la época conocida como Imperio Medio, aunque ella misma explica que tanto el lugar como la fecha darían un poco igual si no fuese porque el argumento y algunos personajes están inspirados en unas cartas halladas en una tumba cerca de Luxor en las que un tal Hekanakhte se quejaba a sus familiares por el trato que le daban a su concubina... qué contenían esas cartas exactamente para inspirar una escabechina como la que hay en este libro se me escapa, pero sus motivos tendría :) También especifica que para los títulos de los capítulos ha usado el calendario agrícola de aquellos tiempos: inundación (de finales de julio a finales de noviembre); invierno (de finales de noviembre a finales de marzo); y verano (de finales de marzo a finales de julio). Haciendo entonces cálculos, esta novela transcurre más o menos (días arriba o abajo) entre mediados de septiembre y mediados de mayo, un periodo de unos ocho meses, que también debe ser de los más largos usados por la autora en cualquiera de sus otros libros.

Os decía arriba que esta es la única novela histórica escrita por la autora, pero también es conocida por ser una de las que más asesinatos contiene. Ya os digo arriba que es una escabechina, y suele compararse el número de cadáveres de esta historia con el de Diez negritos/Y no quedó ninguno, pero no os voy a decir la cantidad exacta que si no pierde la gracia. Pero vamos, que estéis preparados para que muera hasta el chacal que aúlla en la colina :) Nunca había leído esta novela (no me preguntéis por qué, ni idea... se me debió escapar en su día), pero lo cierto es que he adivinado la identidad de la persona culpable con bastante antelación. Son ya muchos los libros leídos de la Christie y yo creo que llega un punto que la ves venir tanto a ella como a sus pistas, pero realmente no importa, disfrutas de la lectura igualmente porque siempre tienen esa cosilla de ¿y si me la está colando y estoy yendo por donde ella quiere, que no es por donde debería ir?

Otra curiosidad de la novela (que no es tan curiosidad, sino simplemente concordancia con el periodo elegido para ambientar correctamente la historia) es que, por razones evidentes, no existía la figura del detective ni tan siquiera la de un cuerpo de policía profesional (sí que había una especie de funcionarios que actuaban de modo local o en determinadas circunstancias, o mercenarios vigilando las tumbas, pero ese es un tema muy largo como para tratarlo aquí), con lo que la investigación, si puede llamarse de esa manera, tienen que hacerla los propios miembros de la familia. Y la llamo investigación por no llamarla simplemente intercambio soslayado de opiniones o sospechas que deriva en una eliminación pura y dura según van cayendo como moscas, porque poco más es hasta cierto momento en el que Agatha tira de la nostalgia por Poirot y hace una especie de reunión con todos los que todavía viven y entre los que se encuentra el asesino, pero solo como manera de acelerar los acontecimiento y en ningún caso como una exposición sobre los hechos, las pistas y la identificación del culpable, que es lo que hubiese hecho el bueno de Hercules en sus tracas finales.
 
Por ir terminando con las peculiaridades de esta novela,
está considerada como  la primera novela larga en la historia de la literatura en combinar la narración histórica y una trama whodunit o detectivesca, lo que luego llegaría a conocerse como misterio histórico, que hoy en día está más que asentado y es muy popular entre los lectores (por no irme muy lejos, el otro día os hablé de El enigma del gato grande, que pertenece a este subgénero). Hay ejemplos anteriores de principios del siglo XX pero son historias cortas o relatos. Vamos, que la Christie se propuso hacer historia desde el momento en que se sentó a escribir su primera novela y no paró a lo largo de los años.

¿Más cositas? El estilo de Agatha Christie en esta historia, porque cambia radicalmente para adaptarse a la cadencia propia de las narraciones ambientadas en el Antiguo Egipto. Quienes hayáis leído novelas históricas situadas en ese periodo sabréis a qué me refiero, ese rimo tan peculiar que parece querer imitar la escritura jeroglífica que, cuando es leída en voz alta, tiene un componente simbólico y alegórico muy importante. Que sigue siendo igual de fácil de leer que cualquiera de ss novelas, no os asustéis, pero en ciertos aspectos está escrita de manera distinta y la historia en sí misma se lee diferente a sus novelas contemporáneas. Es complicado de explicar pero lo entenderéis si en algún momento os acercáis a ella. El caso es que no se acomoda calcando su estilo tal cual lo usaba habitualmente limitándose a cambiar el marco temporal y ya, sino que se ajusta a él, lo asimila e intenta reproducirlo dentro de las posibilidades que ofrece una novela de este tipo, y es de agradecer. La reconstrucción de lo que era la vida en aquella época es vívida y semeja realista (se nota que a estas alturas ya sabía muy bien de lo que hablaba) y algunos de los personajes, como la abuela Esa, son simplemente magníficos.
 
Según los agradecimientos que aparecen en el libro, la idea de escribir La venganza de Nofret se la dio un tal profesor Glanville, quien al parecer fue de mucha ayuda durante todo el proceso de creación y documentación, proporcionándole información sobre cómo era el día a día en un hogar egipcio de hace cuatro mil años . ¿Y quién era ese tal Glanville? Pues nada menos que Stephen Glanville, historiador y eminente egiptólogo que ocupó la cátedra de Arqueología y Filología Egipcias en el University College de Londres tras jubilarse el insigne Flinders Petrie en 1935 (por cierto, Glenville estaba casado con una tal Ethel Mary Chubb, que nada tiene que ver con la Mary Chubb de Aquí vivió Nefertiti, pero no me diréis que no es sorprendente la coincidencia). Venga, otra curiosidad antes de terminar: al parecer el final original de la obra no es el que podemos leer actualmente, sino que Glanville instó a Agatha a que lo cambiase (desconozco las razones), cosa que ella hizo, aunque se dice que después se arrepintió. ¿Cuál sería el final original de la novela? A saber...

Mucho rollo, mucho rollo, pero no os he contado nada del misterio, los personajes o la propia trama en sí. Nada nuevo bajo el sol cuando os hablo de un libro de Agatha Christie. Solo puedo deciros que es un muy buen libro, con muchos asesinatos, con la cadencia típica de una ambientación en el Antiguo Egipto y que está muy bien documentado. Ni lo recomiendo ni lo dejo de recomendar (hace tiempo que decidí dejar de hacerlo con casi cualquier libro), pero yo lo he disfrutado mucho y me ha sorprendido para bien.
Los egipcios somos un pueblo raro. Amamos la vida, así que empezamos desde muy pronto a planear para la muerte. Toda la riqueza de Egipto va a parar a las pirámides, tumbas y legados para los sepulcros.

Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.

 

viernes, 30 de diciembre de 2022

RESEÑA (by MH) ::: NAVIDADES TRÁGICAS - Agatha Christie


 

 
Título original: Hercule Poirot's Christmas
Autora: Agatha Christie
Editorial: Booket
Traducción: José Mallorquí Figuerola
Páginas: 288
Fecha de publicación original: 1939
Fecha esta edición: octubre 2018
Encuadernación: bolsillo
Precio: 8,95 euros



https://inquilinasnetherfield.blogspot.com/p/esta-pagina-la-abro-yo-mh-modo-personal.html
 
 
Es Nochebuena y la reunión familiar de los Lee se ve interrumpida por un estruendo seguido de un grito que proviene del piso de arriba. En una de las habitaciones, el cuerpo del despótico patriarca Simeon Lee descansa sobre un charco de sangre, con un corte en la garganta.Cuando llega, Poirot se encuentra con una atmósfera de desconfianza y sospechas mutuas. Parece que todo el mundo tenía sus razones para odiar al anciano.
 
Bueno, pues ya estamos aquí. Supongo que no os habréis preguntado el frenesí de lecturas y reseñas de mi reto de Agatha Christie en apenas dos meses y medio, pero había una razón detrás: que en el horizonte estaba Navidades trágicas, así que o apretaba y hacía coincidir la lectura de la novela con la época navideña, o me iba a tocar leerla en pleno verano (o cuando fuese, pero no en Navidad). Y yo soy muy cuadriculada para estas cosas: este libro se lee en navidades porque es un libro estacional, sí o sí. El caso es que he cumplido al menos con esta reseña (porque se me han quedado al menos cuatro o cinco en el tintero este mes... el año que no me ponga mala en diciembre me autorregalo algo muy, muy chulo, o cumplo un sueño y me voy a Avonlea de una vez a pasar las navidades). En fin, que hoy toca hablar de Navidades trágicas... ho ho ho!!
 
Estamos en los días previos a las navidades, y en Gorston Hall, la casa de los Lee, se preparan para celebrarlo con más gente de la que esperaban (y les gustaría). A los habitantes habituales de la casa (el patriarca, Simeon Lee, su hijo Alfred y la esposa de este, Lydia) se suman Harry (el hijo pródigo), David (el hijo que culpa al padre de la muerte de su madre) con su esposa Hilda, George (el hijo que va para político) y su esposa Magadalene, Pilar (la nieta del jefe del clan que viene directamente desde España) y un tal Stephen, que llega de África del Sur y decide dejarse caer por la casa como un personaje del pasado del cabeza de familia. Veréis que Agatha Christie lo prepara todo concienzudamente, así que tenemos tropecientos personajes en una casa donde van a pasar juntos las navidades. ¿Qué nos falta? ¡El crimen, of course! Porque hay un asesinato, obviamente, y en Nochebuena, que para eso es un libro navideño. El fallecido es, como no podía ser menos, el que ha juntado a toda esta gente con el único fin de liarla parda... Simeon Lee es un viejo decrépito más malo que la quina que tiene lo que se merece, pero al fin y al cabo es un asesinato y estaría mal no resolverlo, así que Poirot, que no se pierde una invitación y está pasando las navidades con un amigo policía a cargo de esa zona, se ve envuelto en la investigación.

Agatha presenta un misterio de habitación cerrada de manual. El asesinato tiene lugar en una estancia cerrada con llave, las ventanas están o cerradas o abiertas con apenas una rendija, no existe ningún tipo de acceso posible a través de la pared exterior y no aparece el arma del crimen, lo que además descarta el suicidio. Tenemos al menos nueve sospechosos contando a los familiares y allegados de la víctima que estaban cenando esa Nochebuena en la casa, a los que además hay que sumar al personal que trabaja en la casa, algunos con un pasado sospechoso. Como móviles del crimen podríamos decir que el fallecido era un auténtico hijo de la Gran Bretaña y con eso sería suficiente, pero es que además escondía unos diamantes sin tallar en su caja fuerte y esos diamantes, que parecen simples pedruscos, han desaparecido. Las coartadas no coinciden, hay resquemor y odio para dar y tomar, unos dicen la verdad, otros pretenden estar diciendo la verdad, otros directamente mienten y luego están los que, como quien no quiere la cosa, solo por lo buena gente que son, se acercan a Poirot para contarle esa cosa inocente e ingenua que, vaya por Dios, intenta poner al belga sobre la pista de alguien en concreto. Nada nuevo en la viña de Poirot que él no sepa discernir con sus células grises.

Detalles a destacar. Uno es las varias alusiones que se hacen a un caso anterior protagonizado por Poirot, Tragedia en tres actos, sobre el que además no solo se dice (varias veces a falta de una) el método usado para los asesinatos, ¡sino que desvelan el nombre del asesino! Si a la Christie no le importó hacer spoilers a lo grande a mí tampoco debería importarme, pero vamos, que supongo que daba por hecho que quien leyese Navidades trágicas ya habría leído Tragedia en tres actos porque si no, no se entiende (o le dio igual, que para el caso es lo mismo). El otro detalle. Ya he comentado en más de una ocasión los comentarios prejuiciosos que Agatha ponía en boca de sus estirados protagonistas cuando se hablaba sobre extranjeros, y en Navidades trágicas otorga este privilegio a los españoles: somos todos morenos de ojos negros sin excepción (y a mí que llevan toda la vida tomándome por guiri), las mujeres somos unas orgullosas, nos irritamos con facilidad y además somos unas frescas que no sabemos guardar las formas ante un hombre y por último, pero no menos importante, los españoles resolvemos nuestras disputas pegándonos y, si nos descuidamos, vamos todos con la navaja en las manos... bueno, lo que digo siempre, donde algunos lectores ven comentarios sesgados o racistas de la autora realmente hay denuncia y crítica sobre la intolerancia y los prejuicios de cierto sector social británico, y tampoco creo que haya cambiado mucho el asunto, la verdad. Por otro lado, se dice varias veces que España está inmersa en la Guerra Civil, así que la ambientación temporal de la historia no tiene pérdida.

Navidades trágicas ha sido relectura y recordaba a la persona culpable (lo que supone un plus a la hora de ir descubriendo las miguitas de pan de la autora), pero lo leí hace tantos años que no tenía ningún detalle concreto en la cabeza. Por eso, con la relectura y el refresco de la trama le pondría un par de pegas a Agatha Christie si pudiera hablar con ella, pero como no puedo tomar el té en su compañía (por desgracia) y tampoco es algo que creo que tenga mayor importancia si no eres (también por desgracia) una tiquismiquis como yo, correré un tupido velo. Es una lectura navideña, es de misterio, es de Agatha, es un imprescindible en su bibliografía y lo he leído cuando tocaba leerlo, así que todo bien y a por el siguiente, que sería Diez negritos/Y no quedó ninguno si no estuviese ya reseñado en el blog desde antes de comenzar el reto (podéis leer la reseña aquí, que además en aquella época todavía estaba comprometida con la causa y os hablaba de las adaptaciones cinematográficas/televisivas). Total, que volveré con Un triste ciprés, y prometo espaciar un poco las reseñas de este reto en 2023 (que será, por cierto, el año del regreso del matrimonio Beresford y de miss Marple, esta última además por partida doble... que no solo de Poirot vive el fan Agathiano).

Aprovecho para desearos una muy feliz entrada de año, mucha salud y muy buenas futuras lecturas. Con mayor o menor constancia, nos seguiremos leyendo en 2023 :)

 


Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.