Mostrando entradas con la etiqueta Random House. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Random House. Mostrar todas las entradas

viernes, 28 de marzo de 2025

RESEÑAS MINUS by MH (2025) #2 ::: BIBLIOTECA

¡Hola a todos!

Hoy en esta sección de opiniones breves toca una tanda de libros sacados de la biblioteca. Si os digo la verdad hacía años que no sacaba libros de la biblio porque con los que tengo en casa me da para varias vidas, pero también hay libros que quiero leer, que no encuentro en formato audiolibro pero que tengo claro que no quiero comprar salvo que me gusten muchísimo una vez leídos. El caso es que a finales del año pasado me hice nuevamente el carnet y en ello estoy, sin volverme loca pero sacando libricos de vez en cuando. Los que use para los retos tendrán su reseña correspondiente, pero los que no use para nada especial los iré trayendo en este tipo de entradas.
 




Veréis que los géneros y tipos de libros son muy variados así que en este tipo de entradas bibliotecarias os vais a encontrar de todo. De biblioteca también saqué El gran robo del tren, que tiene reseña propia (y que compré una vez leído, todo sea dicho), y tengo otro en casa que también reseñaré para mi reto próximamente y que ya descubriréis cuál es. 

Sin más dilación, allá vamos.
 
 



 
 

Título original:
Normal People
Autora: Sally Rooney
Editorial: Random House
Traducción: Inga Pellisa Díaz
Páginas: 256
Fecha de publicación: 2019
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: descatalogado (en esta edición, hay tropecientas más)

Marianne y Connell son compañeros de instituto pero no se cruzan palabra. Él es uno de los populares y ella, una chica solitaria que ha aprendido a mantenerse alejada del resto de la gente. Todos saben que Marianne vive en una mansión y que la madre de Connell se encarga de su limpieza, pero nadie imagina que cada tarde los dos jóvenes coinciden. Uno de esos días, una conversación torpe dará comienzo a una relación que podría cambiar sus vidas.

Gente normal es una historia de fascinación mutua, de amistad y de amor entre dos personas que no consiguen encontrarse, una reflexión sobre la dificultad de cambiar quienes somos. La segunda novela de Sally Rooney acompaña durante años a dos protagonistas magnéticos y complejos, dos jóvenes que llegamos a entender hasta en su contradicción más sonada y en sus más graves malentendidos. Esta es una historia agridulce que muestra como nos conforman el sexo y el poder, el deseo de herir y ser herido, de amar y ser amado. Nuestras relaciones son una conversación a lo largo del tiempo. Nuestros silencios, lo que las define.

 
 
Bueno, este es de esos libros que he visto hasta en la sopa desde su publicación en inglés y que por si faltaba alguien que no hubiese oído hablar de él, volvió a estar en todas partes a raíz de la serie de televisión. Desde entonces había escuchado opiniones interestelares de que era lo mejor del siglo y obra culmen de su generación, y opiniones que decían que estaba sobrevalorado hasta límites exponenciales. Jamás me lo hubiese comprado, pero oye, estando en la biblioteca no perdía nada dándole una oportunidad. ¿Qué me ha parecido? ¿En qué bando estoy?
 
Pues como me suele pasar, en el bando de ni chicha ni limoná. No lo he odiado, pero tampoco me ha encantado, y sí es cierto que me parece que no es para tanto. No me ha caído bien ninguno de los personajes, no me ha gustado nada la representación que se hace de la salud mental en ninguno de los dos protagonistas y el estilo, tan comentado y alabado, pues tampoco me ha parecido nada revolucionario (ni me ha molestado ni maravillado que los diálogos no estén puntuados porque hace años que se inventó la rueda, no es tan novedoso como todo el mundo parece creer). Puedo entender por qué tanta gente lo tiene en un altar (es una inmersión en la generación millenial donde se entremezclan un estilo aesthetic, el sexo predominante más o menos explícito como una manera de exponer en qué punto se encuentra la relación entre los personajes y una trama que se sustenta en las idas y venidas constantes de sus protagonistas), pero para mí ha sido una lectura sin más, que se lee fácil pero que no me ha cambiado la vida ni me ha hecho apuntarme corriendo todas las novelas de la autora. Al menos ya puedo decir que he leído a Sally Rooney. Check!
 
 
Puntuación: 2,5-3/5
 


 

Título original:
A Wizard`s Guide to Defensive Baking
Autora: T. Kingfisher
Editorial: Gran Travesía
Traducción: Mercedes Guhl
Páginas: 352
Fecha de publicación2023
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 17,95 euros

Mona tiene catorce años y no es como los magos encargados de defender su ciudad. Carece de la habilidad para controlar las tormentas o hablar con el agua. Su tótem es una porción de masa madre y su magia sólo funciona con el pan, pero tiene una vida cómoda trabajando en la panadería de su tía y haciendo bailar a los muñequitos de jengibre. Un día, la vida de Mona da un vuelco cuando encuentra un cadáver en el suelo de la panadería. Un asesino acecha las calles de su ciudad buscando a todos aquellos que tienen magia y parece que Mona es su próximo objetivo. Y en una ciudad asediada y repentinamente carente de magos, el asesino podría ser la menor de las preocupaciones de Mona…


 
Ursula Vernon es una autora que le da a todos los palos y que tiene publicados libros en varios géneros y orientados a todo tipo de edades. Hacía años que quería leerla en cualquiera de sus facetas, pero no lo había hecho hasta ahora porque las obras que más me interesaban (las de terror) apenas nos llegan a España (ahora por fin está empezando a llegar alguna). Mirando en la biblio este es el único de sus libros que tenían y decidí no dejar pasar la oportunidad, y debo deciros que no me ha decepcionado en absoluto (esperaba que me gustase mucho, la verdad) y que tengo intención de leer todo lo que pueda escrito por ella que se ponga a mi alcance.

Manual de panadería mágica para usar en caso de ataque (qué fantasía de título, por favor) va de una adolescente de catorce años que puede imprimir magia en la masa de hornear para muy diversas (y en apariencia sencillas) cosas, pero en este mundo alguien está matando a los magos y ahí es donde entra ella para salvar el día. Es difícil catalogar esta novela porque parece literatura juvenil pero pasan cosas que son muy adultas (asesinatos, guerras, política) y la culpa de todo la explica la autora en un prólogo donde habla de los muchos cambios que sufrió la historia según en manos de quien caía. El resultado es una fantasía oscura la mar de entretenida con un personaje principal maravilloso y con personalidad a pesar de su edad y a la que precisamente se trata acorde a los años que tiene (nada de sexualizaciones ni amoríos, y el recordatorio constante de que todo este embrollo no debería estar sobre sus hombros porque es MUY joven). Kingfisher es una narradora nata, carismática, que conecta con el lector con una facilidad asombrosa y eso hace que te creas todo lo que te cuenta sin pestañear.
 
No quiero terminar sin decir que la traducción es muy evidentemente latinoamericana y que han intentado castellanizarla a ratos sí y a ratos no, cuando se acordaban y se daban cuenta... y bueno, el resultado es cuestionable.  Por otro lado, la estupendástica Nitocris ha propuesto un libro de esta autora para el reto Serendipia y es sin duda uno de los que leeré para cumplirlo, así que habrá reseña larga de Kingfisher antes de que acabe el año.
 
 
Puntuación: 4/5



 

Título original:
 Mary Who Wrote Frankenstein
Autora: Linda Bailey
Editorial: Impedimenta
Traducción: Raquel Moraleja
Páginas: 56
Fecha de publicación: octubre 2018
Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta
Precio: 21,95
Ilustración de cubierta e interiores: Júlia Sardà

¿Cómo empieza una historia? A veces, todo comienza con un sueño. Mary es una gran soñadora, una niña que aprende a leer siguiendo el trazo de las letras escritas sobre la tumba de su madre, la pionera del feminismo, Mary Wollstonecraft. Años después, en una noche de tormenta, escribirá una historia de fantasmas, y soñará despierta con un monstruo que cobra vida: «Frankenstein». Un libro que se convertirá en una de las leyendas más populares de todos los tiempos.

 
 
Recuerdo que cuando salió este libro allá por 2018 me pareció tan bonito que incluso lo incluimos en el sorteo del aniversario del blog, pero no había tenido la oportunidad de leerlo. Es una biografía sobre Mary Shelley hasta el momento en que publicó Frankenstein dirigida a un público infantil, y creo que la autora hace un trabajo fantástico, inteligente y sensible a la hora de adaptar una vida tan complicada en unas escasas líneas por página y una concisión necesaria para que unos lectores tan pequeños entiendan el trasfondo. Porque Linda Bailey lo que hace es coger la figura de Mary desde que era una niña y mostrar su lado soñador, el lado apegado a la madre que nunca conoció y la inquietud de hacer algo importante a pesar de su juventud. Lo dicho, apenas unas ocho líneas por página en no más de veinte páginas (el resto son ilustraciones) le bastan para semblar a una mujer esencial en la historia de la literatura.
 
Pero si algo sobresale en esta edición, si algo la convierte en un ejemplar maravilloso también para adultos, son las ilustraciones de Júlia Sardà, que son simplemente fascinantes. Algunas las pondría en mi casa si tuviera la oportunidad: el estilo, la paleta de colores, el modo en que pone la intención en cada imagen... fantásticas, de verdad. De hecho la edición es muy consciente de que su target es también adulto porque, aunque el texto es infantil y está narrado a modo de cuento, al final incluye una biografía de Mary Shelley de unas cuantas páginas escrita por la propia Linda Bailey que parece dirigida a los padres que le han leído la versión infantil a sus hijos. Vamos, todos contentos. Muy recomendable como regalo para cualquier edad.
 
 
Puntuación: 4/5



 
 
 

Título original:
 Imago
Autora: Eva-Marie Liffner
Editorial: Nórdica
Traducción: Carmen Montes
Páginas: 320
Fecha de publicación2013
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,75 euros

Año 2000: La protagonista de esta novela, la joven Esmé Olsen, trabaja como limpiadora en el Instituto de Estudios Históricos de Copenhague y tiene una gran vocación investigadora. Este espíritu la lleva a encontrar unos documentos de los años previos a la II Guerra Mundial que dan cuenta del hallazgo de un cadáver en una turbera en la frontera entre Dinamarca y Alemania. El cuerpo es el de un soldado de la guerra prusiano-danesa, en la que casi cinco mil daneses murieron y tres mil quinientos fueron apresados por el ejército prusiano. En 1938 tres hombres trataron de averiguar su identidad... Esmé (su padre era un fan absoluto de Salinger) se aventurará en el pasado tratando de resolver un asesinato. Con ella recorreremos dos momentos históricos buscando respuestas.

Esta novela (que ya os digo que no es lo que parece ni lo que se han esforzado que parezca) tiene tres marcos temporales: el de 1938, en el que se encuentra un cadáver en una turbera en una región fronteriza entre Dinamarca y Alemania; el de 2000, en el que una mujer que trabaja de limpiadora en la universidad se encuentra con el documento desclasificado de ese hallazgo; y el que transcurre entre 1864 y 1865 en el marco de la segunda guerra de Schleswig (dos contiendas muy complicadas de explicar aquí en tan poco espacio). Dentro de esos marcos temporales a su vez tenemos capítulos de libros ficticios, microhistorias, explicaciones sobre hechos históricos, divagaciones varias... historias dentro de historias dentro de historias. ¿Se investiga realmente qué le ocurrió al cadáver hallado en la turbera? No, en absoluto, y que nadie os intente convencer de lo contrario.
 
Yo le veo dos problemas a esta edición. Una es el modo en que se vende (tanto por la elección del título en castellano, que nada tiene que ver con el original, como por la sinopsis) porque promete algo que no se corresponde con el contenido y luego vienen los chascos. El otro es el propio libro en sí. Confieso que intenté hasta tres veces escuchar el audiolibro, y no hubo manera. Se me iba el santo al cielo, desconectaba de la narración, me dispersaba... pensaba que el problema estaba en el formato, que no era un libro para escuchar, que era un libro para tener entre las manos en papel como toda la vida, y cuando vi que estaba en la biblio ni me lo pensé porque estaba empeñada en leerlo. Bueno, una vez leído solo puedo decir que el problema no estaba en el audiolibro, simplemente es un tostón, y eso es lo peor que puedes decir de una novela. Y me da pena porque está muy bien escrito sin lugar a dudas (chapeau a la traducción, por cierto, porque no tuvo que ser nada fácil), pero es que de verdad que cuesta un mundo no ponerte a pensar en el color de las nubes mientras lo lees. No es novela negra ni importa un carajo el cadáver que hallan (de ahí las expectativas que comento al principio), es una novela introspectiva y muy intimista de un marcado tinte histórico, en la que la autora habla de cualquier cosa que tenga o no que ver con lo que está contando con digresiones constantes y un estilo muy nórdico (lento, pausado, desolado) que en otros muchos casos es una maravilla leer pero que en este no ayuda nada. No es verdad que todo lo que cuenta luego tiene su por qué al final, como he leído por ahí. Eso son ganas de ver virtudes donde no las hay. De esos libros de los que hablan maravillas los críticos literarios (de hecho tiene premios) pero con los que la plebe lectora tiene sus más y sus menos.
 
 
Puntuación: 2,5/5
 


martes, 25 de octubre de 2022

RESEÑA (by MH) ::: EL MUNDO PERDIDO - Arthur Conan Doyle



Título original: The Lost World
Autor: Arthur Conan Doyle
Editorial: Random House
Traducción: Amando Lázaro Ros
Páginas: 304 
Fecha publicación original: 1912
Fecha esta edición: abril 2018
Encuadernación: cartoné
Precio: 22,90 euros 
Ilustración de cubierta e interiores: Sergio Mora



Una maravillosa edición ilustrada de El mundo perdido, la novela fundacional del género de los dinosaurios creada en 1912 por el padre del emblemático detective Sherlock Holmes. Uno de los grandes clásicos de la literatura aventuras de nuestro tiempo.

El mundo perdido relata la aventura del joven periodista Ed Malone, que se embarca junto al estrafalario profesor Edward Challenger en una expedición hacia las profundidades de Sudamérica a la búsqueda de monstruos prehistóricos.


Creo que no os lo he dicho nunca porque no ha surgido la ocasión, pero lo mío con los dinosaurios es... muy fuerte. Y obsesivo. Friki total sobre el tema. Me extendería sobre este asunto pero no es el momento. El caso
es que llevaba años detrás de leer una de las obras fundacionales del género de los dinosaurios, esas que indiscutiblemente luego inspiraron a Michael Crichton para sus novelas (de hecho reutilizó el título que os traigo para una de ellas). Me refiero, naturalmente, a El mundo perdido, la primera de las dos únicas incursiones que Arthur Conan Doyle
hizo en el género de la ciencia ficción, las dos protagonizadas por el mismo personaje, el excéntrico profesor Challenger... y la he disfrutado un montón, os lo digo desde ya.
 
La historia está narrada por Ed Malone, joven periodista (y jugador de rugby ocasional) enamorado de una caprichosa mujer llamada Gladys. La tal Gladys le dice que solo podrá entregar su corazón a un hombre que ponga su vida en peligro para alcanzar la gloria (y de paso alcanzarla ella como "esposa de"), y la oportunidad de poner su valor a prueba se presenta ante Malone como caída del cielo: el profesor Challenger ha vuelto del Amazonas proclamando que allí existe todavía vida prehistórica, y como nadie le toma en serio, su carácter y modales podrían catalogarse objetivamente de peligrosos. Pero una cosa lleva a la otra, y de repente Malone se ve envuelto en una expedición al Amazonas que no tiene otro objetivo que confirmar las afirmaciones de Challenger. Así, junto a otro científico que tilda a Challenger de cantamañanas, y un expedicionario que se ha enfrentado a mil peligros en mil países lejanos y que parece sacado de una novela de Rudyard Kipling, ponemos rumbo a ese lugar del que nunca sabremos las coordenadas. Allí encontrarán cosas maravillosas... y otras que intentarán acabar con sus vidas sin miramiento alguno. ¿No querías aventuras y peligros, Malone? Pues has acudido al lugar indicado: bienvenido a la Tierra de Maple White.

El mundo perdido es una novela que huele a aventura clásica de las buenas desde el mismo momento en que aparece el profesor Challenger con sus fotos de dinosaurios y sus historias sobre lo que ha visto en el Amazonas. Me imagino a los lectores de hace más de cien años leyendo esto y alucinando con una historia tan fantástica como increíble y la imposible posibilidad de que se hiciese realidad. ¡Dinosaurios en nuestra época, viviendo en un rinconcito tan aislado de todo que ha conservado su microclímax y lo ha hecho posible! ¿Esto podría acabar siendo cierto? ¿A quién no le gustaría ver un dinosaurio vivo?

Hay que tener en cuenta que la dinomanía, esta pasión por los dinosaurios que hoy en día sigue totalmente vigente, no es tan moderna como muchos podrían pensar. Realmente nació en el siglo XIX, tras los primeros hallazgos de huesos de dinosaurio en 1842. El príncipe Alberto (esposo de la reina Victoria), fue el promotor de la primera Exposición Universal que tuvo lugar en Londres en 1851, para la que se construyó el Crystal Palace en Hyde Park. Una vez finalizada la exposición se mudó el Palace de sitio con el fin de convertirlo en un museo de ciencias, y fue entonces cuando el mismo Alberto propuso que incluyera reproducciones a tamaño real de animales prehistóricos y de esos dinosaurios recién descubiertos. En 1854 el museo abrió sus puertas con estas reproducciones convirtiéndose en toda una sensación entre el público y toda una atracción turística... y así seguimos hoy en día (por si alguien sintiera interés en visitar el Crystal Palace, aviso de que desgraciadamente ya no existe. Un incendio lo arrasó en 1936, pero donde se encontraba existe hoy en día el Crystal Palace Park, un parque de recreo victoriano donde se mantiene el espíritu jurásico y que es famoso por sus estatuas de dinosaurios).

Todo este rollo, que no interesará a nadie más que a mí, para contaros que a mediados del siglo XIX la atracción por los dinosaurios ya era normal y que una historia como la de Doyle estaba destinada a hacer las delicias de todos esos lectores que nos gusta echar mano de imaginación. ¿Qué pasaría si en el mundo actual existiese un reducto donde la vida vegetal y animal prehistórica no se hubiese extinguido? La raza humana no deja mucho margen para alegrías, así que si existe, mejor que no lo encontremos, pero el caso es que para la ficción, para imaginar las maravillas y terrores que podrían esconderse en una tierra como esa, resulta un planteamiento brillante. Ya sé que hoy en día tenemos tanto dinosaurio por todas partes que no resulta novedoso, pero os digo lo de siempre, poneos en situación: este fue el primer libro (o casi... ya os lo explico abajo*) que puso la idea sobre la mesa hace más cien años, y sí, por aquel entonces fue la mar de novedoso. Y mirad que leyendo el libro pensaba que seguramente no sobreviviría ni un capítulo (me doy tres como máximo), pero no me bajáis de la burra: estaría genial vivir la experiencia y pasar por todo lo que pasan los protagonistas con tal de ver lo que ellos ven y maravillarse ante lo que ellos se maravillan. Y de eso van este tipo de historias, de hacerte vivir (o querer vivir) estas hazañas como si estuvieras allí. Si un libro de aventuras consigue eso, es un gran libro de aventuras.
 
* A ver, explico aquí el inciso que hago arriba. Para mí (para mí), El mundo perdido es la obra fundacional per sé del género de "hombre moderno entra en contacto con dinosaurios y animales prehistóricos" por el modo en que trata el tema, pero lo cierto es que, ajustándome a la realidad y las fechas, Jules Verne ya hizo huir a un personaje de un Giganotosaurus en Viaje al centro de la Tierra en 1864, mucho antes de la publicación de El mundo perdido. Así que al César lo que es del César y los dinos en casa de todos... literaria y cinematográficamente hablando, claro.
 
En fin, que allá que nos vamos para el Amazonas con un grupo de lo más variopinto, llegamos donde tenemos que llegar (todo muy top secret en cuanto a latitudes, longitudes, direcciones y demás... ya se nos avisa desde el principio que incluso si se nombra algún lugar determinado, se le ha cambiado el nombre para proteger la ubicación), suceden cosas que no puedo contar y ya estamos ahí, en la Tierra de Maple White, la tierra donde lo imposible es posible y donde unos científicos que se precien de serlo mirarán embobados a un animal que creían extinto aunque ese animal venga derecho hacia ti con la boca abierta dispuesto a zamparte. Estegosaurios, iguanodontes, pterodáctilos, phorocacos, dinosaurios carnívoros (a los que no dan nombre, que por mucho que se empeñen los ilustradores, en este libro no hay T-Rex que valga)... Además
de animales prehistóricos que pueden identificar sin problemas, también se encuentran algunos cuyas características no se corresponden con nada conocido y, sobre todo, encuentran lo que mayores problemas les da... y de lo que no os puedo hablar, sorry. Porque los dinosaurios los esperáis, esto no, y realmente creo que a Doyle le interesaba más esta parte que la de los dinos visto como se desarrolla el libro. Estoy segura de que en muchas otras reseñas lo comentarán, y que incluso si habéis visto alguna adaptación sabréis de lo que hablo, así que bueno, yo lo dejo aquí y ya lo descubriréis si leéis la novela.

El mundo perdido fue publicado por entregas en Strand Magazine y es muy representativo de la época en la que fue escrito, con el mundo científico dando pasos de gigante a marchas forzadas, descubrimientos por doquier que ponían patas arriba todo lo conocido y aceptado hasta ese momento, hombres de ciencias que debatían y defendían con uñas y dientes sus teorías y que no dudaban en lanzarse a la aventura con tal de demostrarlas, aventureros de profesión y sirs o lores por nombramiento real que dedicaban su vida a recorrer el ancho y vasto imperio británico (ya fuese para participar en revoluciones o para la aventura en sí misma...), y también en detalles como cruzarse con un indio o un nativo de tierras amazónicas y automáticamente cargarle con el equipaje (por poner un ejemplo) como el esclavo o ser inferior que también automáticamente lo consideraban. 
 
Los cuatro personajes principales abarcan un variado espectro de personalidades que se conjuntan a la perfección y que incluso te sacan unas cuantas sonrisas: el profesor Challenger (excéntrico, con tendencia a perder los papeles, apasionado de su trabajo), el señor Summerlee (negacionista de profesión, tocanarices de vocación), Ed Malone (el más joven del grupo, periodista de la Gaceta diaria, enamorado de una tonta y narrador de la historia a través de sus crónicas), y lord John Roxton (deportista y viajero ya curtido en muchas aventuras y peligros que está ahí para sacarles las castañas del fuego a los otros tres). Por cierto, que al parecer Ed Malone y John Roxton están basados en dos personas reales, el periodista Edmund Rodel y el diplomático Roger Casement, que lideraron una campaña para abolir la esclavitud en el Congo... lo curioso del caso es que Roger Casement también fue espía durante la Primera Guerra Mundial y lo ejecutaron por traición en 1916, cuatro años después de la publicación de este libro (Arthur Conan Doyle pidió clemencia para él sin resultado alguno).

¿Cuál es la única minipega que puedo ponerle al libro? Pues precisamente la escasa importancia que los dinosaurios tienen en la historia, porque aunque toda la trama parte del avistamiento de un par de especies, una vez que están allí a Doyle le interesaba más contar otras cosas, y dinosaurios, lo que son dinosaurios, pocos y sin apenas relevancia. Sí, me ha sorprendido un poco que Doyle se sacase semejante maravilla de la manga y que luego no lo explotase al máximo (como sí hizo Crichton casi ochenta años después), y sí, esperaba más dinos, más escenas con ellos como protagonistas, más interacción con los personajes... pero me lo he pasado tan bien leyéndolo que una cosa ha compensado la otra con creces.

No sé si lo que os he contado interesa o no, porque he evitado por todos los medios desvelar las aventuras reales que corren en esas tierras, las que realmente casi les cuestan la vida, las que no imagina un lector cuando piensa a priori en el libro (no solemos ver más allá de los dinosaurios), las descripciones de Doyle sobre la flora y fauna de la zona que tal parece que estuviera él mismo en esa Tierra de Maple White, las escenas que Crichton ha homenajeado en sus libros (o que a mí me lo ha parecido) y, en general, he intentado no chafar la sorpresa de nadie que se acerque a leer esta historia por primera vez.
 
A lo largo de los años me he encontrado con opiniones de todo tipo, y entre ella se decía que El mundo perdido no es una gran lectura (y cuando se dice eso lo que se quiere decir realmente es que, en cuanto a calidad, no es un buen libro). Ay, no sé, qué queréis que os diga, yo me lo he pasado muy bien leyéndolo, he conectado muchísimo con las elecciones de Doyle a la hora de desarrollar la historia, me hubiese encantado formar parte de esa expedición o asistir a una de esas conferencias científicas (¡qué buena es la escena de la conferencia en los inicios de la historia, por cierto!) y estaba deseando encontrar un hueco para abrir el libro de nuevo y retomar la lectura. Y para todo eso no hace falta ser una joya de la literatura universal: solo es necesario contar una buena historia, interesante, apasionante y diferente, y saber conectar con un lector ávido de sorpresas y aventuras.

Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930) nació en Edimburgo, donde más adelante cursaría la carrera de medicina. Una vez finalizados los estudios se decidió a abrir su propia consulta, pero la afluencia de pacientes era más bien escasa de modo que empezó a emplear el tiempo libre del que disponía en escribir historias cortas. Así nació el célebre personaje que le daría la fama, Sherlock Holmes, cuyo fulgurante éxito lo llevó a abandonar la práctica de la medicina para dedicarse exclusivamente a la literatura.

Conan Doyle posee una extensa bibliografía que, al margen de los títulos de Holmes #Estudio en escarlata, El signo de los cuatro, Las aventuras de Sherlock Holmes, Las memorias de Sherlock Holmes, El regreso de Sherlock Holmes, El perro de los Baskerville, El valle del miedo, Su último saludo y El archivo de Sherlock Holmes#, incluye novelas históricas y de ciencia ficción, cuentos de misterio, ensayos políticos, crónicas de guerra y algunos textos sobre espiritismo.

lunes, 24 de mayo de 2021

RESEÑA (by MH) ::: LA PIMPINELA ESCARLATA - Baronesa Emma Orczy



Título original: The Scarlet Pimpernel
Autora: Emma Orczy
Editorial: Random House
Traducción: Juan Leita
Páginas: 336
Fecha publicación original: 1905
Fecha esta edición: marzo 2016
Encuadernación: cartoné
Precio: 19,90 euros 
Ilustración de cubierta e interiores: Luisa Rivera



Escrita en 1905 por la baronesa Emma Orczy, esta novela de intriga y romance es considerada uno de los grandes clásicos del género de capa y espada, y su protagonista, el precursor de los héroes enmascarados que ya forman parte de la cultura popular contemporánea.

La historia transcurre a finales del siglo XVIII, durante el reinado del Terror, cuando el despiadado gobierno jacobino impuesto tras la Revolución francesa es incapaz de discernir la identidad oculta de un caballero cuyas heroicidades son la ignominia del nuevo régimen. De este justiciero solo se sabe que es inglés y que se hace llamar la Pimpinela Escarlata. Líder de una cuadrilla de diecinueve hombres valerosos, arriesgará todo cuanto posee para salvar de la guillotina a miembros de la aristocracia francesa, en este clásico de aventuras donde abundan el heroísmo, el suspense, el amor, los ideales y la venganza.


Hoy completo el nivel 3 de mi reto Todos los clásicos grandes y pequeños, y lo hago con la premisa que quizás más fácil tengo para escoger de entre todos los libros que tengo en la estantería: la de clásico que haya sido adaptado al cine o la televisión. Aun así no fue mi primera elección, tenía pensado traeros otro libro más sesudo, pero ya habréis visto que ando desaparecida, que se me pasan las semanas sin colgar ni una reseña y, sinceramente, estoy agotada por muy diversas razones que no vienen al caso. Así que decidí ser amable conmigo misma por una vez, cambié el libro a última hora y leí algo que me apetecía mucho, que sabía que iba a ser ligero y me iba a volar en las manos, y que además estaba segura de que iba a disfrutar porque ya conocía la historia precisamente por su adaptación televisiva de 1982. Al final ha resultado que se desvía mucho del libro, pero la lectura no me ha decepcionado en absoluto, me lo he pasado en grande y he puesto final a una de mis vergüenzas: por fin he leído La Pimpinela Escarlata.
 
La trama comienza en París, en septiembre de 1792. Luis XVI y su esposa María Antonieta ya han sido encarcelados, la Convención Nacional ha asumido todos los poderes de la República, la sangre corre por las calles pidiendo más sangre y, en definitiva, son muy malos tiempos para ser aristócrata en Francia. La Revolución Francesa se cobra vidas a un ritmo endiablado y la guillotina chorrea sangre de sol a sol. Entre tanta muerte, los esbirros del Comité de Salud Pública solo tienen una preocupación: un grupo de ingleses valientes y temerarios están consiguiendo sacar a aristócratas franceses de su país trasladándolos a Inglaterra sanos y salvos, y lo hacen en las mismísimas narices de aquellos que vigilan las entradas y salidas de las barricadas de París. Se disfrazan, engañan, despistan... da igual el método que usen, siempre consiguen su propósito. Este grupo de ingleses parece seguir a un líder que se hace llamar la Pimpinela Escarlata, y Francia ha puesto precio a la escurridiza cabeza de este desconocido y entrometido inglés que se ríe de ellos en su propia cara. No pararán hasta descubrir su identidad y colocarle bajo la cuchilla. 

Esta es la premisa de la novela, y aunque la trama tiene de fondo la Revolución Francesa, lo cierto es que abandonamos Francia para no volver hasta mucho más adelante en la historia, porque el grueso de lo que realmente nos interesa transcurre en Inglaterra. Y aquí viene lo peliaguado, porque obviamente yo he abierto el libro sabiendo quién es la Pimpinela Escarlata, pero quienes no hayáis leído el libro o no hayáis visto ninguna adaptación, no deberíais acercaros a la historia con ideas preconcebidas. Se revela a mitad de la narración y tampoco creo que haya que ser Sherlock Holmes para adivinarlo mucho antes de ese momento, pero ¿qué necesidad hay de dar pistas que adelanten acontecimientos? Ninguna. Así que a ver qué os cuento que sea lo más aséptico posible.
 
Una vez situada la ambientación, y ya en suelo inglés, conocemos a dos miembros del grupo que trabaja para la Pimpinela Escarlata, que acaban de llegar a la costa inglesa de Dover con los últimos aristócratas franceses arrancados de las garras de la muerte. Estos aristócratas (una mujer de mediana edad y sus dos jóvenes hijos) sirven para presentarnos a uno de los personales principales del libro, Marguerite Saint-Just, una bellísima actriz francesa, republicana moderada famosa por su inteligencia que, para sorpresa de muchos, se casó un año atrás con Percy Blakeney, lord inglés íntimo amigo del príncipe de Gales y famoso por su frivolidad carente de luces. Marguerite carga sobre su conciencia con el ajusticiamiento bajo la guillotina de una familia entera que ella traicionó por despecho de manera inconsciente, y aunque cree haber dejado todo eso atrás en su nueva vida de lujos y fiestas aristócraticas, la recién proclamada República requiere de sus servicios: debe averiguar quien se esconde detrás de la Pimpinela Escarlata y entregárselo a Chauvelin, esbirro francés sin escrúpulos que no se detiene ante nada. Marguerite, que en secreto admira a la Pimpinela por su astucia y valentía, no tendrá más remedio que aceptar el encargo por circunstancias que no os voy a contar aquí.

Y esta es la base de una historia que aúna intriga, heroísmo, aventuras, secretos y romance. Lo mismo nos sumergimos en una fiesta con la presencia del mismísimo príncipe de Gales que nos encontramos en una situación de suspense de esas en las que tienes ganas de gritarle a un personaje: "¡Date la vuelta! ¡Tonto, date la vuelta!". Y de repente nos vemos inmersos en escenas que desbordan pasiones intensas y reprimidas por malentendidos y errores del pasado, o en diálogos que van desde la sutil ironía y el doble sentido a la difícil contención de tener que decir mucho sin atreverse a usar las palabras directas para hacerlo. Marguerite es un personaje que pasa por muchos estados anímicos durante el libro; carga con una culpa enorme y ha cometido muchos errores que le han alejado de su marido, y ahora vuelve a verse en una situación que pondrá a prueba esa exhuberante inteligencia que tan famosa le hizo antes de su matrimonio. Hay momentos de tensión, hay romance de ese que se despliega poco a poco ante los ojos del lector y que nos alegra el alma a quienes amamos las novelas de época, hay acción en su justa medida y situaciones de peligro que la autora resuelve con ingenio y sin aspavientos. ¿Qué más hay? Pues una historia muy entretenida, vibrante, emocionante y a ratos divertida. ¿Quién no ha oído hablar de La Pimpinela Escarlata? Pues aparte de oír hablar, hay que leerla; seguro que os hace pasar un buen rato.
 
A todo esto, La Pimpinela Escarlata está catalogada como novela de capa y espada, un subgénero dentro de la literatura de aventuras, y aunque sí que es verdad que tenemos a un héroe protagonista con todas las virtudes que se le exigen para ser considerado como tal (inteligente, ingenioso, valiente, atrevido, honorable...), lo cierto es que no hay ni un solo duelo a espadas en toda la novela, ni siquiera al final, cuando se supone que debe llegar la escena clímax entre dicho héroe y el villano. Aventuras, sí; capa y espada, no. Pero bueno, qué sabré yo. Si se la considera como tal desde hace más de cien años, no voy a venir yo ahora a cambiarlo (o lo mismo mi atontamiento actual me nubla la memoria y me he perdido un enfrentamiento viril y emocionante con espadas rasgando mejillas y mangas abullonadas, que también puede ser... pero ciertamente, de ser así, me voy a preocupar mucho porque no lo recuerdo). El caso es que ni falta que le hace: es puro entretenimiento y una lectura agradable, fluida y sin ninguna afectación. El lenguaje es tan sencillo que podría haber sido escrita hace cinco años (o al menos la traducción lo es, y eso que es bastante antigua si no estoy equivocada), así que no hay excusas que valgan.

Y la pregunta del millón: ¿existió realmente la Pimpinela Escarlata? Pues hasta hace poco tiempo se pensaba que no, pero la escritora Elizabeth Sparrow publicó en 2013 Phantom of the Guillotine, la biografía de Louis Bayard, un francés que trabajó como agente secreto para el gobierno británico desde 1795 hasta 1815 con el fin de restaurar la monarquía en Francia y desestabilizar al gobierno francés, y que rehizo su vida en Inglaterra bajo un nombre falso e inglés cuando no pudo seguir operando de manera segura en Francia. Según Sparrow, este hombre fue la base de la Pimpinela Escarlata que creó la baronesa Orczy, de quien también dice que conocía la identidad secreta de Bayard y que guardó siempre el secreto. Sea verdad o no, lo cierto es que Bayard parecía obrar desde dentro de  los propios estamentos franceses (llegó a trabajar bajo las órdenes de Talleyrand en el Ministerio de Asuntos Exteriores), y que todo este asunto de disfrazarse y sacar aristócratas de Francia en pleno Terror revolucionario bajo las mismas barbas de los agentes franceses es cosa de la imaginación desbordante, entusiasta y sentimental de la escritora.

Otra cosilla más (sí, sé que no os estoy diciendo nada de nada sobre la historia, os he avisado de antemano). Que mucha pimpinela escarlata p'arriba, pimpinela escarlata p'abajo, pero ese nombre tiene su procedencia. ¿Sabéis qué es una pimpinela escarlata? Pues es una flor que crece en buena parte de Europa y que se cierra cuando está nublado o cuando va a llover, y el símil con el personaje creo que resulta bastante evidente: se esconde a plena vista bajo su disfraz y sale siempre adelante en situaciones muy peligrosas y complicadas.
 
Hay varias adaptaciones de la novela, pero la que guardo en mi corazón cinéfilo es la que os comento al principio. Estrenada en 1982, está protagonizada por Anthony Andrews, Ian McKellen y Jane Seymour, y en su caso sí que hace honor a la denominación de capa y espada. Aunque hace años que no la revisiono, mientras leía me di cuenta de que cambiaron muchas cosas de la novela original, pero el resultado sigue siendo fantástico. Os iba a poner el tráiler, pero me lo he pensado mejor: me parece demasiado revelador. Quedaos solamente con que os recomiendo tanto la novela como la adaptación, y que haréis bien en averiguar quien se esconde tras la Pimpinela Escarlata y en acompañarle en sus aventuras cuando ya sepáis quien es. Inolvidable y precursor de muchos héroes literarios que han venido después y no pueden ocultar que su procedencia radica en este personaje.
 



La baronesa Emmuska "Emma" Orczy (1865-1947) nació en Hungría y fue la segunda hija del barón Félix Orczy, compositor y director de orquesta, y de su esposa Emma Wass. Emma recibió una educación religiosa en conventos tanto de Bruselas como de París, hasta que la familia decidió instalarse en Londres. A la edad de quince años, entró en la Escuela de Arte del oeste de Londres, donde comenzó su amor por la pintura y el dibujo. Algunas de sus obras fueron expuestas en la Royal Academy. Aunque es autora de numerosas obras, debe básicamente su fama a La Pimpinela Escarlata, escrita para teatro en 1902 y, tras un éxito rotundo, publicada como novela en 1905. La baronesa Orczy publicó más de trece colecciones de relatos cortos entre 1905 y 1928, inspirados todos ellos en su primera novela. Estas colecciones se conocen bajo el nombre de «Serie Pimpinela Escarlata»