lunes, 29 de mayo de 2017

RESEÑA (by MB) ::: SE PROHÍBE MANTENER AFECTOS DESMEDIDOS EN LA PUERTA DE LA PENSIÓN - Mamen Sánchez




Título original: Se prohíbe mantener afectos desmedidos en la puerta de la pensión
Autora: Mamen Sánchez
Editorial: Espasa
Páginas: 304
Fecha publicación: 2014
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,90 euros 5,95 euros
Diseño de cubierta: más!gráfica
En este nuevo libro la autora se supera a sí misma, y desde la primera página el humor, la empatía hacia los personajes, las sorpresas y la variedad de registros se alían para conseguir una lectura absorbente y absolutamente satisfactoria. De nuevo se trata de una novela coral, pero protagonizada por una mujer que no tiene más remedio que: a) Reconstruirse casi desde cero después de un divorcio demoledor. b) Reformar la casa de sus abuelos, un chalecito en bastante mal estado en la ribera del Manzanares. c) Buscar huéspedes, no porque necesite el dinero, que también sino, sobre todo, porque es la mejor manera que se le ocurre para evitar tener que vivir sola.

Pero como a pesar de todo es una mujer sensata, decide imponerse e imponer unas reglas que, partiendo de la amarga experiencia, faciliten la convivencia. Por ejemplo: 

•SE PROHÍBE AFLIGIRSE POR CAUSAS AJENAS AL SENTIDO COMÚN. 
•SE PROHÍBE MOSTRAR COMPASIÓN HACIA QUIEN NO LA DESEA. 

El que ella y sus huéspedes sean capaces o tengan ganas de cumplirlas ya será otro cantar...

El perfil de Cecilia Dueñas, abogada, es como el de tantas mujeres que se acaban de divorciar y tienen que salir sí o sí de su zona de confort. Ella ya tiene una edad, cuarenta y tres años; la edad que para unos puede parecer madurez, pues ya ha alcanzado todas sus metas, para otros puede ser la "gran oportunidad" de girar y empezar a vivir la vida como quieras y con los que quieres que te acompañen. Al principio tomar el mando y redireccionarte puede resultar doloroso, pero con el tiempo se comprueba que es el mejor de los regalos porque ahora se trata solo de ti y de tu tiempo.

Para alcanzar todo lo anterior hay muchas formas y caminos. Cecilia utiliza una de las formas más eficaces: reconstruir una casa al mismo tiempo que reconstruye su vida. Todo va a la par; eliges suelos y paredes que se acompañan de personas y sentimientos, y todo fluye encajando perfectamente en tu casa y en tu vida como piezas de puzzle que se han fabricado "per se" para darle el sentido adecuado y necesario para llegar a la plenitud.

La casa que rehabilita Cecilia está llena de recuerdos y de amor. Está a orillas del Manzanares, y sus abuelos maternos se la dejaron cuando fallecieron. El deterioro que ha sufrido desde sus decesos es enorme pero, en vez de desanimarse por todo el trabajo que supone, Cecilia entiende y comprende que esta es su oportunidad en todos los sentidos, pues se encuentra en el momento óptimo, personal y laboral, para iniciar todas estas reformas y trabajos.

Andrés Leal es su maestro de obras. Le ayuda a perfilar todo el proyecto de rehabilitación, pues de alguna manera percibe y adivina todas las necesidades de la casa y de Cecilia. Así, como he comentado al principio, al mismo tiempo que reforma su casa también reforma su vida... cada decisión que tome sobre la misma conllevará el conocimiento de diversos personajes, distintos a su vida anterior elitista y cerrada. 

Tras tomar la decisión de transformar la casa de sus abuelos en la pensión más bonita a orillas del Manzanares, se encuentra con que los huéspedes u okupas que van llegando no resultan solamente unos inquilinos que pagan por vivir ahí; sus vidas empiezan a mezclarse, tejiéndose entre ellos un entramado de lo más fantasioso y a la vez fascinante. Todos (Cecilia y Andrés en principio, y luego los diversos personajes que se van sumando a la novela como inquilinos de la casa-pensión de Cecilia; Noelia, Justice, Catalina, Ivana...) son personajes que forman parte de una misión superior, de una historia que se tejió hace tiempo y que ahora hay que desempolvar, subir el telón y empezar a interpretar el papel que se les encomendó. 

Toda la historia está tintada de romance, intriga y misterio, y cosida con unos hilos folletinescos que hacen que su lectura sea ágil, rápida y sencilla. Con esto no quiero decir que se trate de una historia simplona, que es muy distinto a decir que es simple. También me gustaría comentar que, conforme iba leyéndola, la relacionaba con Bajo el sol de la Toscana; sería por la similitud de las protagonistas, sus vidas, sus fracasos y su situación personal. O por el cambio radical que realizan en su biografía y la manera de conseguirlo. O tal vez sea porque, a orillas del Manzanares, también brilla el mismo sol que en la maravillosa Toscana.

Como último apunte, decir que no había leído nada de Mamen Sánchez, pero la lectura de Se prohíbe mantener afectos desmedidos en la puerta de la pensión ha sido todo un soplo de aire fresco, que siempre se agradece.




Desde que en 2007 publicara Gafas de sol para días de lluvia, la periodista Mamen Sánchez ha ido consolidando una espectacular carrera de novelista que, ocho años y cinco novelas después (todas ellas con varias traducciones), la ha convertido en una de las autoras de más éxito del momento.

¿Su secreto? Un estilo en el que se mezclan de forma cautivadora y original géneros como la novela de intriga, el romanticismo, la comedia de costumbres y un personalísimo sentido del humor. Y, sobre todo, una capacidad poco común para la creación de unos personajes inolvidables.


viernes, 26 de mayo de 2017

RESEÑA (by MH) ::: OPERACIÓN BLACK DEATH - Fernando García Pañeda





 
Título original: Operación Black Death
Autor: Fernando García Pañeda 
Editorial: Megustaescribir/Caligrama (autopublicación)
Páginas: 327
Fecha de publicación: febrero 2016
Encuadernación: rústica
Precio: 3,79 euros (kindle) + 22,71 euros (papel)


  
Verano de 1944. Monique de Bissy, una joven de la resistencia belga, ha logrado escapar de los alemanes y ha sido rescatada por la red de evasión Comète. Con un estado de salud precario, es acogida por Martín Inchauspe, un aristócrata de dudosa reputación, sospechoso de traficar con obras de arte expoliado por los nazis.
Entre ellos pronto se forjará una conmovedora relación, fruto de una atracción irrefutable, que se verá azotada por la complejidad y la ambigüedad de las circunstancias, ya que nada ni nadie es lo que parece. Inmiscuidos en dos complejos entramados, el del contrabando de arte y el del armamento biológico promovido por los alemanes, finalmente deberán mostrar sus cartas y descubrir sus verdaderos propósitos.
Por encima de un país empobrecido y necesitado bulle un mundo paralelo de lujo donde flirtean políticos, refugiados, militares, conspiradores, traficantes de arte, diplomáticos y espías, y que es descrito al detalle, con una prosa elegante que va zurciendo y desembrollando la trama con maestría, y que envuelve al lector en la atmósfera de la época.

Una inquietante trama de espionaje, conspiraciones políticas y contrabando de arte en pleno apogeo de la España franquista durante la II Guerra Mundial.

Hacía mucho tiempo que no leía una novela de espías, creo que además ha sido la primera ambientada en España, y no solo la he disfrutado mucho sino que además me ha dado la oportunidad de conocer la prosa de Fernando García Pañeda, de quien no había leído nada hasta ahora y me ha sorprendido muy, muy gratamente por lo cuidado, bonito y elegante que escribe y por lo bien ambientado que está el libro de principio a fin. Esta novela rezuma aire de peli de los años 40 por los cuatro costados (de hecho creo que es una lectura muy cinematográfica), con un sabor muy clásico y elegante, y aunque este párrafo podría ir muy bien al final como cierre de reseña, quiero dejaros claro desde el principio lo mucho que he disfrutado de la historia.

Después de un rápido prólogo que tiene lugar en la villa holandesa de Laren donde se narra la compra-venta de unos cuadros falsos de pintores flamencos y holandeses, la acción comienza cuando, en mitad de la noche, un grupo de la resistencia intenta cruzar la frontera entre Francia y España huyendo de la Gestapo. La Guardia Civil les echa el alto, y de los seis que componen el grupo solo consiguen escapar dos: Monique de Bissy, miembro de la resistencia belga, y Alphonse, agente de la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos) y encargado de ayudar al grupo a llegar a Ergoyen.

Es decir, que tenemos (además de diversos arcos que van surgiendo y resolviéndose a lo largo de la trama) dos líneas principales en la historia. Por un lado una red de contrabando de obras de arte entre Alemania y España, en el que están involucradas tanto las autoridades españolas como las altas instancias alemanas. Este negocio va de capa caída ante la inminente posibilidad de que Alemania pierda la guerra, y en él se mueven tanto cuadros falsos como los auténticos saqueados en el brutal expolio del patrimonio artístico que realizaron los nazis antes y durante la Segunda Guerra Mundial. En esta línea se mueven traficantes de obras de arte, agentes secretos, políticos... y Alphonse siempre mediando entre todos ellos. Él es el personaje principal en esta subtrama.

La otra es la que sigue a Monique de Bissy tras llegar a España y ser acogida por los hermanos Inchauspe (Martín y Ana Eugenia) en Villablanca, el palacete en el que ambos viven en el barrio de Neguri, refugio de la aristocracia vizcaína en Getxo. Buena parte de la trama se centra en la evolución de la amistad entre las dos mujeres y el interés en otro ámbito entre Martín y Monique, pero... ¿es Monique quien dice ser? ¿Es Martín tan superficial y frívolo como aparenta? ¿A qué se dedica exactamente? Martín es el que lleva buena parte de la historia a las espaldas, y su determinación fluctúa de manera muy distinta fuera de su hogar y dentro de él. Resolutivo e inflexible en sus negocios, tierno y protector con su hermana, y algo inseguro cuando tiene que afrontar lo que comienza a sentir por Monique. De esos personajes clásicos duros por fuera, con un pasado dramático (en este caso a causa de la Guerra Civil), pero que tienen su corazoncito y son mucho más profundos de lo que aparentan. Monique es la que me hubiese gustado que fuese un poco más guerrera, más echada p'alante, cosa que se le presupone por su pasado pero que no acaba de explotar ante el lector. Esa carencia la suple Ana Eugenia, que a la chita callando demuestra ser mucho más peleona de lo que parece y con algún que otro secreto tras esa fachada un tanto celestina y hogareña.

El libro está narrado en presente y tiene un marco temporal de tres meses, más una especie de epílogo que nos traslada un año después de que termine la acción propiamente dicha de la trama. La narración adopta varios estilos, y es una estructura que a mí particularmente me ha encantado. Tenemos al narrador omnisciente en buena parte de la historia, pero de vez en cuando hay varias rupturas: las que aparecen cuando son informes del servicio secreto, que los vemos tal cual en papel, y ciertas escenas narradas en forma de guión teatral, siempre cuando se trata de una conversación entre varios espías. La historia va alternando entre los diversos arcos narrativos, predominando casi siempre, a pesar de aparecer muchísimos personajes, Martín Inchauspe por un lado, y el espía Alphonse por el otro (reconozco que a mí me resultó muy evidente su verdadera identidad desde el principio, pero eso no restó ni un ápice de interés a lo que se nos contaba. Al contrario, me pareció muy honesto que el autor no intentase rizar el rizo ni sacarse de la manga un giro de tramas de esos que me chirrían tanto algunas veces).

La ambientación es uno de los puntos fuertes de la novela. Estamos en 1944, plena Segunda Guerra Mundial, pero no hay que olvidar que eso también implica que estamos en plena posguerra civil española. Nos movemos principalmente entre la tranquilidad de Villablanca en Vizcaya y el bullicio de la vida social en Madrid, y los restos de la contienda son todavía visibles, tanto externamente en el paisaje y las ciudades como internamente en el pueblo y en los que combatieron. La situación política se divide entre los adeptos a Franco y los que quieren la monarquía de la mano del exiliado don Juan de Borbón, sin contar la supuesta neutralidad con la que España vivió la guerra en el resto de Europa. La alta sociedad ha recuperado su rutina de fiestas y frivolidad mientras la gente de a pie se muere de hambre. La España de 1944 era una España en plena convalecencia y aunque la trama no quiere ahondar en eso más de lo necesario porque no es el fin último de la historia, tampoco lo evita porque forma parte del día a día de algunos de los protagonistas.

Operación Black Death (por cierto, tendréis que leer la novela si queréis saber a qué se refiere esta operación) es una historia que atrapa desde el principio, pero como lector no te deja que te despistes. Hay cosas evidentes, pero hay otras cosas que si no estás atento puedes llegar a perderte. Son muchos personajes, espías, dobles espías, entran con su nombre verdadero, vuelven a entrar con un nombre en clave... todos, o casi todos, tienen una o varias identidades... no es ni mucho menos una lectura difícil, que nadie se me asuste, pero tampoco facilona. El autor confía en la pericia del lector y en que sepa manejarse entre tanto espionaje y contraespionaje, y construye una historia que engancha de principio a fin.

En resumen, muy, muy recomendable si os gustan las novelas con sabor a clásico, de esas que cierras los ojos y te imaginas las escenas en blanco y negro. Ya comenté al principio que es una novela muy cinematográfica, y sinceramente no me extrañaría verla algún día adaptada. Muy entretenida, genialmente ambientada y narrada. Se merece que le deis una oportunidad quienes no lo hayáis leído todavía, porque es muy difícil que no os guste. Me he quedado con muchas ganas de conocer otras obras del autor. Por cierto, aviso a navegantes en general y austenitas en particular: se avecina nueva novela de Fernando donde hace su particular homenaje contemporáneo a Persuasión. Se llama Agonía y Esperanza y está ambientado en Venecia. Ahí es nada. Os dejo AQUÍ un enlace a su blog donde explica el por qué de esta renovación de la historia de Jane Austen en su bicentenario.


Fernando García Pañeda nació en Bilbao en 1964. En 2002 publicó su primera novela, Viento de Guerra (reeditada en 2007 con el título Las lágrimas de Eurídice), a la que siguieron la intriga contemporánea de Kismet (2005), y las intimistas Tres Gymnopedias (2008) y Sueño y azar, con la que resultó ganador del Premio Alhóndiga de Narrativa Breve 2014. También ha publicado el libro de relatos de humor british-style, Gentes del Club (2012).


La crítica le ha señalado como un escritor polifacético que maneja con destreza distintos géneros, y que posee un estilo propio, culto y elegante.

miércoles, 24 de mayo de 2017

GANADORES ::: 2 EJEMPLARES "SU MEJOR INTERPRETACIÓN"

¡Buenas tardes!


Hace un par de horas que terminó el sorteo de los 2 ejemplares de SU MEJOR INTERPRETACIÓN, así que procedemos a anunciar a los ganadores :)



Las ganadoras tienen 72 horas para pasarnos sus dirección a lasinquilinasdenetherfield@gmail.com. En cuanto tengamos los datos os hacemos el envío en un periquete :)


¡ENHORABUENA A LAS GANADORAS, Y A LOS DEMÁS MUCHÍSIMAS GRACIAS POR PARTICIPAR!

viernes, 19 de mayo de 2017

RESEÑA (by MH) ::: LA ANCIANA SEÑORA WEBSTER - Caroline Blackwood




Título original: Great Granny Webster
Autora: Caroline Blackwood 
Editorial: Alba (colección Clásicos Modernos)
Traducción: Celia Montolío
Introducción: Honor Moore
Páginas: 160
Fecha de publicación original1977
Fecha esta ediciónmarzo 2004
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 14,50 euros


  
Cuatro mujeres, cuatro generaciones. La bisabuela Webster, guardiana de la «corrección» de la familia, recluida en una casa fría y silenciosa cerca del mar, que nunca ve. Su hija, la abuela Dunmartin, recluida también, aunque sin orgullo, en una colosal casa solariega en el norte de Irlanda, castigada por la lluvia y un demencial gobierno doméstico. Su hija, la tía Lavinia, una belleza londinense, vive en el polo opuesto, entre grandes fiestas, perros de lanas, inopinados amantes e intentos de suicidio. Y, por último, en la rama más joven de esta excéntrica genealogía, una joven huérfana de padre, aún en «la fase de escuchar torpemente», que visita y recuerda, y cuenta.
Tengo muchos, muchísimos libros de la editorial Alba en la estantería (y los que me faltan y quiero tener, pero hay que comprárselos poco a poco, los precios no invitan a lanzarse a por ellos), pero no sé por qué me sacan de los Maior, Minus, Brevis, Rara Avis, etc... y casi nunca miro su oferta más contemporánea o de la segunda mitad del siglo XX en adelante. Sin embargo había un libro publicado en los años 70 que me llamaba mucho la atención por su portada y por su fama de clásico moderno: La anciana señora Webster. Lo encontré de segunda mano y me hice con él. Una vez leído, estoy escribiendo y todavía no sé qué voy a decir. Este libro es de esos que te compras sin saber muy bien qué te vas a encontrar, así que no lo calificaría como decepción. ¿Puedo decir que me ha gustado? Pues no lo tengo muy claro. Sí puedo decir que no me ha entusiasmado. 

Tal y como comento, no sabía qué me iba a encontrar en cuanto a trama, pero no sé por qué tenía la idea de que este libro pertenecía al género gótico o que bebía un poco de esas fuentes. Craso error. Nada que ver, porque en realidad es una novela semiautobiográfica de la autora. Creo que la portada tiene mucho que ver en mi error (a algo o alguien tengo que echarle la culpa xD). Que tampoco es que pase nada de nada, si no es gótico no lo es, pero como que ya empecé un poco con el pie torcido...

La anciana señora Webster que da nombre al libro realmente es la bisabuela de nuestra narradora, de la que nunca conocemos el nombre. Ella, la joven narradora, no es importante: es la excusa para contarnos ciertas cosas de la familia, y es quien personifica a Caroline Blackwood en esta semibiografía camuflada donde todos los personajes están basados en familiares de la autora. El caso es que nuestra joven y huérfana narradora llega a casa de su bisabuela (a la que no conoce) durante la posguerra; está convaleciente de una enfermedad, necesita respirar el aire junto al mar y su bisabuela vive en la costa, cerca de Brighton. Pero esta señora es todo un personaje, y hasta ahí no iba mal el libro: una adolescente viviendo en esa mansión apartada con una anciana rara y antipática, que apenas la deja salir de casa, que apenas habla con ella... yo seguía con mi rollo gótico. Pero no, este es el primer capítulo. Es en el segundo donde se desvela la verdadera finalidad de la historia.

En cierto momento la bisabuela Webster le dice a nuestra protagonista que a su nieto (es decir, el padre de nuestra narradora, fallecido en la Segunda Guerra Mundial) le gustaba acudir allí de visita. Y a ella le sorprende tanto que su padre quisiera visitar a una mujer así en sus escasos permisos del frente que, una vez regresa a su casa, comienza a preguntar entre sus familiares y conocidos por qué creen que su padre quería visitar a la bisabuela Webster. Y es gracias a esta "investigación" que la autora/narradora nos desglosa y describe a algunos miembros de la familia, única finalidad de la historia

Primero conocemos a su tía Lavinia (superficial, promiscua, con tendencias suicidas a las que no da ninguna importancia); después, y gracias a un amigo de la infancia de su padre, Tommy Redcliffe, conocemos la historia de los abuelos Dunmartin y su vida en la mansión familiar de Irlanda. Supuestamente quieren hacernos creer que en este capítulo la narración se centra en la abuela Dunmartin, en su locura, porque este es un libro sobre las cuatro generaciones de mujeres de la familia Webster, pero si soy sincera a mí me parece que se habla tanto de ella como de su marido, de los dos, así como de la tristeza y desolación de este matrimonio y la deplorable gestión de la casa.

Es decir, que tenemos a la bisabuela Webster, madre de una hija con graves trastornos mentales (la abuela Dunmartin), quien a su vez es madre de Lavinia (una mujer frívola que acaba de intentar suicidarse), quien a su vez es tía de nuestra narradora (de la que acabamos sabiendo más bien poco, por no decir nada). Las conocemos, conocemos su personalidad con pinceladas, conocemos el ambiente en el que viven, lo peculiar del carácter de la bisabuela, la casa en la que terminó de volverse loca la abuela, la extravagante forma de ver la vida de la tía, y como nos lo cuenta todo la narradora. Y poco más.

Esta es de esas historias que nos cruzamos a lo largo de nuestra vida como lectores que cuando necesitamos describirla, ante la falta de una trama real, tenemos que recurrir a eso de "es una historia en la que no pasa realmente nada, lo importante son los personajes". Y yo he disfrutado de muchas novelas así. Pero es que en este caso ni siquiera puedo afirmar eso, porque los personajes tampoco me han parecido nada del otro mundo (y estando basados en personas reales me parece chocante). Son fríos, distantes, no llegas a preocuparte gran cosa por ellos, no empatizas, no ves un propósito en su recorrido a lo largo de la narración. Llegan, te explican como son, conoces sus particularidades, te cuentan algunas de sus batallitas, y con las mismas se salen de la historia y dejan paso al siguiente. Porque realmente nuestra narradora se queda sin saber por qué su padre visitaba a la bisabuela Webster y la narración solo es un vehículo para contarnos retazos de vida familiar.

Caroline Blackwood escribía bien, eso no se lo niego, pero yo no he visto en este libro la grandeza que le precede. Se le presupone un estilo punzante a la hora de retratar aquella alta sociedad de posguerra, pero salvo ligeramente en la tía Lavinia, tampoco es para tanto... Para mí, l
a historia tiene mordida, pero no llega a clavarse en la piel. No me ha aportado nada, ni para bien ni para mal, y un libro no puede dejarte indiferente, pierde toda su razón de ser. Si el narrador estira el brazo y te aleja de la historia, pues eso hace el lector, mirar desde lejos y no involucrarse para nada.

Hay clásicos muy sobrevalorados, o los hay, como con cualquier otra novela, con los que no conectas y el problema es tuyo como lector con ese libro en concreto. No tengo claro ante cual de los dos casos me encuentro ahora mismo, así que como veis, termino igual que empezaba. O quizás sí lo tengo, pero no quiero ser así de rotunda por si estoy equivocada y sigue siendo mi percepción personal la que se inmiscuye y no me deja ser objetiva. Yo no he tenido feeling con él, y mira que lo siento.

En fin, que no sé si se volverá a cruzar mi camino lector con Caroline Blackwood, y si se cruza no la evitaré y le daré una segunda oportunidad a ver qué tal, pero no es una autora que me haya dejado con ganas de repetir voluntariamente con ella a corto plazo.

(Qué rollo con tanta "narradora" y tal, pero no podía expresarlo de otra manera... y qué largo me ha quedado esto para no saber qué decir, mil perdones... Tengo incontinencia verbal xD)


Lady Caroline Blackwood nació en 1931, en el seno de la aristocracia angloirlandesa. Su padre, que murió cuando ella tenía trece años, era Basil Blackwood, cuarto marqués de Dufferin y Ava; íntimo amigo de Evelyn Waugh, formaba parte del círculo descrito en Retorno a Brideshead. Su madre, Maureen Guinness, era una de las cuatro herederas de las célebres cervezas Guinness. 

Sin embargo, Caroline, bohemia y desafecta, siguió otro destino que el que la familia le tenía asignado: a los veintidós años se casó con el pintor Lucian Freud, con el consiguiente escándalo por la "boda judía". Posteriormente se casaría con el compositor Israel Citkowitz y con el poeta Robert Lowell. El crítico Cyril Connolly, el guionista Ivan Moffat y el fotógrafo Walker Evans se contaron también entre sus relaciones.

No contenta con ser, como la llamó su biógrafa Nancy Schoenberger, una "musa peligrosa", mecenas de artistas, maestra de la anécdota y gran bebedora, ejerció el periodismo y en la década de 1970 se dedicó a la literatura.

A su primer libro, For all that I found here (1974), que reunía ficción y no ficción, siguieron las novelas de corte autobiográfico The stepdaughter (1976) y La anciana señora Webster (1977), que fue un gran éxito y quedó finalista del premio Booker. Posteriormente publicó, entre otras obras, The fate of Mary Rose (1981), Corrigan (1984) y The last of the duchess (1995).

Murió en Nueva York en 1996.

miércoles, 17 de mayo de 2017

GANADORES ::: 2 EJEMPLARES DE "NUEVE SEMANAS (JUSTAS-JUSTITAS)"

¡Buenas tardes!


Tal y como os adelantamos el otro día, y habiendo terminado hace un par de horas el sorteo del ejemplar de NUEVE SEMANAS (JUSTAS-JUSTITAS), procedemos a anunciar al ganador.

Y además venimos con la sorpresa de que P.L. Salvador finalmente ha puesto a nuestra disposición DOS EJEMPLARES en lugar de uno, así que son dos los ganadores del sorteo (ganadoras en este caso).



Las ganadoras tienen 72 horas (hasta el sábado 20) para pasarnos sus datos a lasinquilinasdenetherfield@gmail.com. El libro será enviado por su autor, P.L. Salvador, al que le damos unas enormes gracias por su colaboración con nosotras.

¡Ah! Si lo queréis dedicado avisadnos que se lo digamos al autor :)


¡ENHORABUENA A LAS GANADORAS, Y A LOS DEMÁS MUCHÍSIMAS GRACIAS POR PARTICIPAR!

lunes, 15 de mayo de 2017

RESEÑA (by MH) ::: EL LLANTO DE LA ISLA DE PASCUA - José Vicente Alfaro




Título original: El llanto de la isla de Pascua
Autor: Jo Vicente Alfaro
Editorial: Círculo Rojo
Páginas: 250
Fecha de publicación: enero 2014
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 2,99 euros (kindle) + 11,39 euros (papel)
Imagen de cubierta: Fotolia.es
Diseño de cubierta: Juan Luis Torres Pereira







Un arqueólogo español entra a formar parte de una ambiciosa excavación que pretende arrojar un poco más de luz sobre los numerosos enigmas que todavía hoy persisten en torno a la Isla de Pascua. Un crimen atroz y la sospecha de hallarse ante un descubrimiento antropológico sensacional, le situarán en el centro de una conspiración de la que se acabará convirtiendo en involuntario protagonista. 
Tras el éxito de su primera novela (La esperanza del Tíbet), José Vicente Alfaro nos propone ahora un viaje lleno de intriga a uno de los lugares más cautivadores del planeta. A través de sus páginas tendremos ocasión de conocer la cultura rapanui y realizar un recorrido por la historia de la isla, deteniéndonos en sus episodios más destacados: el incierto origen de sus primeros pobladores, la fabricación y el traslado de los descomunales moai, las terribles guerras internas, el culto al hombre pájaro, su misteriosa escritura jeroglífica, el contacto con los primeros exploradores europeos, y la evangelización llevada a cabo por los misioneros católicos, poco antes de su definitiva anexión a Chile a finales del siglo XIX. ¿Te atreves a desvelar el secreto mejor guardado de la isla?

Cuando el año pasado leí Bajo el cielo de los celtas, quedé tan encantada con la historia y la forma de transmitirla de José Vicente Alfaro que, aun habiéndola leído en kindle, me puse en contacto con él para hacerme con el libro en papel y aprovechar y hacerme con dos más de sus títulos. Uno de ellos tenía muy claro que sería el siguiente en caer, y aunque me costó sacarle hueco, una vez me puse con él lo leí en un par de días. Y trabajo mañana y tarde. Con eso lo digo todo. El libro era, es, El llanto de la isla de Pascua.

La historia está ambientada en su totalidad en la isla de Pascua, y tiene como protagonista casi absoluto a Germán, un arqueólogo español recientemente nombrado subdirector del Centro de Estudios Rapa Nui, y que forma parte de una excavación financiada con fondos europeos, entre los que sobresalen los del museo Kon-Tiki de Oslo. Es su segunda estancia en la isla; la primera tuvo lugar once años atrás, época en la que tuvo una fugaz relación con una lugareña. Para su sorpresa, en este segundo viaje se entera de que tiene una hija de la que no conocía su existencia, Maeva. Y en ello está, intentando establecer una relación padre-hija con ella, cuando sucede el hecho en torno al que gira la historia: el director de la excavación, el noruego Erick Solsvik, aparece asesinado en la Cueva de los Caníbales, y su cuerpo muestra ciertos rituales que los antiguos rapanui infringían como castigo a aquellos que violaban la ley del tapu. Poco antes de morir, Erick había llamado a todos sus compañeros de la excavación para decirles que había hecho EL descubrimiento, aquel que por fin revelaría el origen de los habitantes de la isla, el hallazgo antropológico más importante de los últimos cien años... pero no vive para contarlo. Alguien no está de acuerdo con que esa información salga a la luz. ¿Quién? ¿Y por qué? ¿Qué descubrió Erick?

La trama en sí está claramente dividida en dos partes: la que tiene lugar en el presente de Germán, contemporánea a nuestros días, y aquella en la que el autor decide contarnos su versión sobre el poblamiento primigenio de la isla y toda la historia posterior de sus habitantes hasta el siglo XIX. Aunque pueda parecerlo no son independientes la una de la otra, sino que las distintas poblaciones asentadas en la isla, la idiosincrasia propia del desconocimiento que se tiene de ellas, son parte de la trama del presente, y por ello es necesario que conozcamos la historia de los rapanui... o al menos la que decide contarnos José Vicente.

Por tanto, en el presente Germán se enfrenta a la muerte de su jefe y amigo, que intentará solventar por su cuenta; a una situación política complicada en la que los originarios de la isla se rebelan contra el gobierno de Chile provocando manifestaciones, encierros y enfrentamientos con la policía; y al descubrimiento de una hija que nació hace diez años, con la que quiere recuperar todo el tiempo perdido y que además quiere ser arqueóloga como él.  Las constantes e inocentes preguntas  de la niña son usadas muchas veces por el autor para explicarnos cosas sobre la historia de los rapanui de una manera totalmente natural e implementada en la historia sin dar sensación de discurso o de atosigamiento de información.

La parte del pasado se diferencia en la narración por un cambio en la fuente y tipografía del texto; está muy diferenciada visualmente de la parte narrada en el presente. Esta es la parte en la que el autor ha tenido que hilar muy fino y donde realmente ha compuesto una historia fascinante, porque aunque parte de datos más o menos reales (datos que al final del libro explica), lo que se narra en estas páginas, hasta la llegada de los primeros exploradores europeos, son meras suposiciones, una manera de unificar todos esos datos para conformar una probabilidad sobre lo que podría haber sido, lo que quizás fue, pero que casi con toda seguridad jamás sabremos cómo sucedió y si fue así en realidad. Porque ese es el misterio de la isla de Pascua, misterio que a día de hoy sigue sin resolver, y aunque seguramente jamás se desvele, la posibilidad que el autor nos brinda en esta novela es tan creíble y tan plausible que ahí radica la magia de la historia.

Para quien no esté familiarizado con el enigma que rodea a esta isla, se desconoce quienes fueron sus primeros habitantes hace 1600 años, y cómo fueron capaces, completamente aislados del mundo, de hacer surgir de la nada una civilización capaz de erigir, levantar y transportar monumentos como los moai, con una altura de varios metros y un peso de toneladas, además de crear un sistema de escritura propio que es único en el mundo y que también sigue sin descifrar a día de hoy. Hay mucha controversia entre los expertos, que no se ponen de acuerdo ante la ausencia de historia escrita, y ni siquiera los propios rapanui conocen sus orígenes, todo son leyendas y mitos. No sé si hace falta que te apasione el misterio que rodea a esta isla para disfrutar enormemente del libro. Imagino que no, porque es una historia muy entretenida y muy bien contada, con un final que ya quisieran muchos arqueólogos que se hiciese realidad y que me ha encantado, pero debo añadir, por si no se nota (disimulo muy mal, lo sé), que el tema me chifla desde que era una cría.

La edición está muy cuidada. No solo está perfecta en cuanto a ortotipografía y demás, cosa que ya me llamó la atención en Bajo el cielo de los celtas, sino que viene acompañada por un mapa de la isla (habrá gente que no haga caso de estas cosas, pero yo lo consulté tropecientas veces según se movían los personajes de un sitio a otro), además de ilustraciones que representan símbolos de la cultura rapanui al comienzo de cada capítulo con una breve explicación sobre ellos.

No voy a repetir, porque ya lo comenté en otra reseña, que yo siempre quise ser arqueóloga, y la isla de Pascua es de esos sitios que tengo que visitar antes de morir. Supongo que, como mucha gente, mi primer contacto con ella fue a través de la película Rapa Nui hace taitantos años. Además de que la película estaba ambientada en una época bastante más reciente sobre la que ya se conoce mucho sobre la isla, "cuando crecí" supe que también tenía bastantes inexactitudes históricas... pero la llama ya estaba encendida y ahí sigue. Nunca había leído un libro novelado sobre este tema, y no sé si debería haberlo hecho, porque si por mí fuera me montaba ahora mismo en el avión.

Me lo pasé pipa con los celtas, me lo he pasado pipa con los rapanui, y tengo que admitir que en su obra José Vicente está tocando todas y cada una de las culturas y civilizaciones ancestrales que me apasionan. De hecho reconozco que estoy haciendo mis cábalas intentando adivinar sobre qué tratará su muy próxima novela. Mientras tanto tengo otra civilización perdida, los Anasazi, esperando en la estantería.


José Vicente Alfaro (Huelva, 1976), licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, irrumpió exitosamente en el panorama literario español en el año 2013 con la publicación de La esperanza del Tíbet, novela que en muy poco tiempo se convirtió en un fenómeno de ventas, logrando superar los más de 500 días en el Top 100 de Amazon y acumulando miles de ejemplares vendidos.

A continuación le siguieron El llanto de la Isla de Pascua y El último anasazi, que contribuyeron definitivamente a consolidar su carrera como escritor. 

En mayo de 2016 publicó su cuarta novela, titulada Bajo el cielo de los celtas.

Tras convertirse en uno de los autores independientes más leídos en lengua castellana, las novelas de José Vicente Alfaro han sido traducidas a varios idiomas: inglés, alemán, francés, italiano y portugués, entre otros. Asimismo, su obra también ha sido editada en formato de audiolibro.

José Vicente Alfaro pretende a través de sus novelas contar una historia entretenida, ofreciendo al mismo tiempo al lector la oportunidad de trasladarse a un momento clave de otra civilización o cultura, probablemente desconocida para él.