miércoles, 30 de diciembre de 2020

RESEÑA (by MB) ::: LA VIDA OCULTA DE LA CIUDAD - Nil Kandel


 
 
Título original: La vida oculta de la ciudad
Autor: Nil Kandel
Editorial: Autopublicación
Páginas: 312
Fecha de publicación: octubre 2020
Encuadernación: rústica
Precio: 3 euros (kindle) + 13 euros (papel)




En el transcurso de su gira musical por Israel, Kilian sufre un grave accidente de tráfico y es ingresado inconsciente en un hospital de Tel Aviv. Al despertar descubre las lesiones en sus manos y sospecha que su carrera de músico ha terminado. No imagina que es tan solo el presagio de su peor tormento.Regresa a Barcelona e intenta adaptarse a su nueva situación con los pocos ingresos que recibe. Una noche se encuentra con Heitor, un antiguo amigo con quien había perdido el contacto. Heitor le habla del lucrativo trabajo que consiguió en una especie de agencia de detectives que dirige Helena, una mujer a quien conocieron en el pasado. Anima a Kilian para que también se incorpore a la empresa.Kilian se muestra esperanzado en su nueva etapa profesional, hasta que una serie de muertes violentas siembran el pánico en la ciudad. Los asesinatos parecen estar relacionados con alguno de los trabajos que le encargaron. Intenta escapar al sentirse amenazado, pero circunstancias extrañas se lo impiden. Algo sucedió en el hospital de Tel Aviv cuando estuvo ingresado. Unos hechos que desconoce y que lo obligarán a iniciar una lucha frenética para sobrevivir entre las garras del crimen organizado.
La lluvia había cesado. Caminaron sin prisa a lo largo de las húmedas y solitarias calles, charlando y recordando anécdotas e historias vividas. Caminaban juntos, pero había una enorme distancia entre ellos. Hacía demasiado tiempo que la complicidad parecía haberse extinguido.
En
La vida oculta de la ciudad,
Nil Kandel crea a dos personajes, Kilian Barris y Heitor Vallejo, amigos del instituto que, además de otras aficiones, comparten una minusvalía en la madurez de sus vidas. El primero tuvo un gravísimo accidente de moto en Tel Aviv que, entre otras lesiones, le inutilizó las manos para seguir ejerciendo su profesión de músico. Heitor, después de un accidente profesional en un pie, quedó incapacitado para el puesto de trabajo que desempeñaba en una fabrica. 

Ambos se hallan en una situación laboral y personal parecida: los dos, con sus circunstancias particulares, han tenido que renunciar a sus profesiones, lo que les ha llevado a una especie de depresión, apatía y desilusión por la vida y estatus quo actual. Tenemos por tanto a un personaje principal, Kilian, y a otro, secundario, Heitor, deprimidos, un tanto desencantados y con problemas de dinero. 

Una noche cualquiera, Heitor facilita un encuentro en Parker´s, un local al que acude Kilian asiduamente y donde se puede escuchar buen jazz en directo. La casualidad vuelve a ponerles en contacto y al corriente de sus vidas, de cómo le fue y cómo les va. En determinado momento Heitor le relata a Kilian que tiene una ocupación extra además de la pensión, un trabajo de lo más fácil y sencillo que le ayuda a mantener su estilo de vida.
━Básicamente se trata de esperar. Observar, seguir a personas, hacer fotos, conseguir información... No es complicado, pero hay que ser constante y tener mucha paciencia.
Estas palabras producen chiribitas en los ojos de Kilian, quien entiende que gracias a este encuentro inesperado se le abre un camino, una oportunidad para conseguir algo de dinero que le haga salir de su tediosa y monótona vida. Igual que ocurrió en su adolescencia, el destino vuelve a situarlos en un mismo trayecto cuyo itinerario realizarán entre distintas ciudades, aunque la mayor parte de la acción transcurre en Barcelona.
 
Después de tener una reunión con Helena Miralles que casualmente también es una antigua compañera de instituto, Kilian acepta el trabajo, convirtiéndose en una especie de detective oficioso. Pero pronto descubre que antes de comprometerse tendrían que haberle explicado la letra pequeña de este particular trabajo, ya que desde el momento en que lo acepta su vida entra en una siniestra dinámica cuya macabra realidad poco o nada tiene que ver con lo que le contó su amigo. Pronto se encuentra arrebatado de su destino y de su decisión, pues se haya sometido a las obligaciones y exigencias que su nueva ocupación conlleva. Kilian, que inocentemente pensaba que con estas tareas se pagaría algunas cervezas más en su local preferido, recibe una bofetada de realidad: esta empresa es un señuelo del que no se puede desvincular fácilmente, pues antes debe realizar unos encargos a cuenta de una deuda que ni siquiera recuerda haber contraído.

Así pues, nuestros protagonistas se verán inmersos en La vida oculta de la ciudad, formando parte de un conjunto de actividades oscuras y siniestras que los pondrán en la tesitura de tener que elegir entre sus vidas y las de otros.
━Pues sí, nunca lo había pensado, pero la verdad es que vivir en la ciudad puede ser tan peligroso como sobrevivir en una puta jungla.
Nil Kandel ofrece una novela llena de tramas, subtramas y numerosos golpes de efecto brillantemente hilados que mantienen al lector en una permanente tensión por lo que pueda ocurrirles a unos personajes que, para sobrevivir, tienen que aprender a espabilarse y sacudirse el letargo; solo así podrán desasirse de un destino macabro cuyas raíces profundizan y se alargan en el tiempo.
Quince minutos después, Kilian se detuvo ante el portal de la pensión, encendió un cigarro y se sentó en un banco de madera, con el propósito de alargar esos instantes. Por un lado, deseaba encerrarse en su habitación y tumbarse en la cama, pero también se sentía atemorizado por lo que podría descubrir.


Nil Kandel nació en Sabadell y siempre ha vivido cerca de Barcelona. Pasó gran parte de su infancia en una casa de campo, y allí encontró sus rincones preferidos donde leer novelas  de aventuras y de misterio. Ya en la adolescencia, un profesor de literatura leyó una de sus redacciones y le animó a escribir con más constancia. Le gustaba imaginar historias, por lo que empezó a crear cuentos, relatos cortos y poesías en las que intentaba reflejar sus inquietudes. Durante varios años compaginó sus dos pasiones: la literatura y la música. Formó parte de algunas bandas de rock progresivo y compuso varias canciones, hasta que decidió dedicar más tiempo a la narrativa con la intención de escribir novelas, básicamente de suspense y de intriga psicológica.  Actualmente está trabajando en la que será su quinta novela.
(Fuente: falsaria.com)

jueves, 24 de diciembre de 2020

RESEÑA (by MH) ::: UNA VISITA DE SAN NICOLÁS - Clement C. Moore


 
 
Título original: A visit from St. Nicholas
Autor: Clement C. Moore
Editorial: Reino de Cordelia
Traducción: Luis Alberto de Cuenca
Páginas: 48
Fecha publicación original: 1823
Fecha esta edición (2ª): diciembre 2019
Encuadernación: Cartoné con sobrecubierta
Precio: 7,20 euros 
Ilustraciones de cubierta e interiores: Ilse Bischoff y Arthur Rackham



Publicado originalmente en 1823, este poema escrito por el norteamericano Clement C. Moore es un emblema de la Navidad en todo el mundo. Sus versos revolucionaron la iconografía navideña al presentar por primera vez a un Santa Claus vestido de rojo, conduciendo un trineo tirado por renos y llenando de juguetes los calcetines colgados de las chimeneas. Delicioso para ser leído en voz alta, nunca había sido traducido antes al castellano en volumen exento.
No sé si conocéis la colección que tiene la editorial Reino de Cordelia llamada Snacks de Cordelia. Son libros muy chiquitines (caben en la palma de la mano) y de muy poquitas páginas (no suelen pasar de las cincuenta), que además suelen estar ilustrados o contener fotos sobre el tema que tratan. Este que os traigo es el tercero que leo este año (los otros dos versaban sobre cine clásico, una de mis pasiones... y no, no os traje reseña), y viene que ni pintado para estas fechas. ¿Qué es? Pues nada menos que el poema que se considera como el origen de la figura de Santa Claus (San Nicolás, Papá Noel,... ) tal y como la conocemos hoy en día.

Clement C. Moore escribió este poema para sus hijos, poema que se publicó por primera vez de manera anónima un día antes de la Nochebuena de 1823 en el Sentinel, un periódico de la ciudad de Troy en la que vivía el autor. Se imprimió una y otra vez en años posteriores y no fue hasta catorce años después que un libro de poesía que contenía este poema atribuyó su autoría a Moore, y aun así él no quiso confirmar ni desmentir el tema durante años. Al final él mismo lo incluyó en una antología propia de poemas que publicó en 1844. 
 
¿A qué viene tanto misterio? Pues a que Moore era un prestigioso filólogo y no quería que le relacionasen con un poemilla como este. ¿Otra posible causa? Pues que hay mucho debate (incluso en nuestros días) sobre la autenticidad de esta autoría. De hecho muchos expertos aseguran que el verdadero autor es Henry Livingston Jr, un coronel que luchó en la Guerra de la Independencia de los EEUU y que, tras la guerra, cultivó sus aficiones por la poesía y la ilustración. Sus dibujos se los regalaba a amigos y familiares, y sus poesías las publicaba ocasionalmente de manera anónima. El caso es que sus hijos aseguraron en su día que escucharon este poema de boca de su padre al menos quince años antes de que fuese publicado por primera vez en 1823. Livingston ya había fallecido en 1837 cuando salió el nombre de Moore a relucir y solo han quedado los lamentos de sus hijos; probablemente nunca se podrá demostrar sin ningún género de dudas quién de los dos fue el autor de Una visita de San Nicolás... pero ya os digo que los expertos tiran más para Livingston que para Moore.
 
Controversias aparte, ¿qué tiene de especial este poema? Que revolucionó la iconografía navideña, iconografía tan arraigada en el imaginario popular que es la misma que sigue inundando nuestras navidades doscientos años después. ¿Pensáis en Santa Claus vestido de rojo? Aquí comienza su andadura. ¿Pensáis en un trineo tirado por renos cargado de regalos? Aquí comienza su andadura. ¿Pensáis en los calcetines colgados de la chimenea representando a cada miembro de la familia? Aquí comienza su andadura. ¿Pensáis en un Santa Claus con un saco al hombro bajando por la chimenea? Pues sí, adivináis bien... aquí comienza también su andadura.

Este poema está tan enraizado en la cultura anglosajona que forma parte de la tradición navideña de muchas familias. Se suele leer en voz alta, y eso mismo he hecho yo... y creedme, es como hay que hacerlo. Si lo leéis en silencio, interiorizándolo como cualquier otro libro, no es lo mismo. Estos versos están escritos para dejarse oír, para ser interpretados, vividos y, sobre todo, disfrutados. Hay que dejarse llevar por su magia, imaginar que estamos ante una chimenea con fuego crepitante, la nieve cayendo tras las ventanas, un árbol gigantesco decorado en una esquina y un buen chocolate caliente esperando en su taza. Echadle imaginación, sin miedo, sin vergüenza. Si tenéis churumbeles en casa, leédselo, les va a encantar. Si no los tenéis, leedlo igualmente: os va a encantar. Tardaréis apenas unos minutos y acabaréis con una sonrisa en los labios. Yo lo he leído con antelación porque quería hablaros de él, pero amenazo con volver a leerlo esta noche en voz alta declamando como si no hubiese un mañana.

No os puedo decir más porque Una visita de San Nicolás se lee en tres minutos de reloj. Es un regalo navideño ideal ya sea para lectores que les gustan las lecturas típicas de estas fechas como para lectores coleccionistas de libros bonitos.
La edición cuenta con dos tipos de ilustraciones: las de Arthur Rackham, probablemente fechadas en 1931, y las xilografías coloreadas de Ilse Bischoff, también de los años 30. La reseña es cortita y no da para mucha foto, pero os enseño algunas imágenes que veáis el contraste entre unas y otras.
 
Estas navidades tan atípicas que nos ha tocado vivir necesitan de mucha magia y de instantes que nos arranquen una sonrisa. Hay que dejar que los niños que llevamos dentro campen a sus anchas aunque solo sea durante un ratito, y estos versos, que invitan a ello y yo hago míos para desearos felices fiestas, terminan tal que así:
 Desde el cielo exclamó aquel tierno fantoche:

«¡FELICES NAVIDADES! ¡QUE PASÉIS BUENA NOCHE!»

Clement C. Moore (Nueva York, 1779 – 1863). Hijo del obispo episcopaliano Benjamin Moore, cursó estudios de humanidades y teología, y en 1821 fue nombrado profesor de literatura griega y hebrea en el Seminario Protestante de su ciudad natal. La fama, de este sabio no se funda en su producción filológica, sino en un poemilla navideño que escribió para sus hijos y que llevó originariamente el título de A Visit From St. Nicholas, aunque también se lo conoce, a partir de su primer verso, como The Night Before Christmas. Los 112 versos, repartidos en 28 estrofas, de que consta han sido traducidos a muchas lenguas e ilustrados con profusión. Aparecieron por primera vez en 1823, de forma anónima, en las páginas de un periódico de la ciudad de Troy (Nueva York). Hasta 1837 no se reconocería la autoría de Moore, que no dudó en incluir Una visita de San Nicolás entre sus Poems de 1844.