jueves, 26 de mayo de 2016

RESEÑA (by MB) ::: LA MUÑECA RUSA - Juan Miguel Contreras







Título original: La muñeca rusa
Autor: Juan Miguel Contreras
Editorial: Baile del Sol
Páginas: 180
Fecha publicación: 2016
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 13 euros
Ilustración de la cubierta: Ramón Buzón





¿Qué piensa un hombre que contempla la Tierra desde el espacio, donde va a morir sin regresar? Nunca podremos saberlo, sin embargo, la historia no se detiene, e Irina Belokoneva, hija de ese cosmonauta perdido entre la Luna y la Tierra, es parte de ella.
La muñeca rusa arranca con la entrada en 1968 de las fuerzas del Pacto de Varsovia en Praga. En un psiquiátrico de la ciudad, Irina asegura que han ido a por ella, para silenciarla definitivamente y que no se conozca la historia de su padre. Su historia es contada muchos años después por Milos Meisner, celador del sanatorio en ese momento, a un librero en un pueblo perdido del Cabo de Gata donde vive exiliado. Las historias se unen, unas dentro de otras, quizá porque son una y la misma. La Primavera de Praga se mezcla con la carrera espacial rusa a causa de una lunática que dice ser hija de un cosmonauta desaparecido en una misión fracasada a la Luna. La nueva ola de cine checo vista desde los ojos de un escritor prohibido como un trampolín al exilio y la memoria. Marchantes de arte parisinos que cenan con libreros enfermos tímidamente ácratas. Fotografías de libros que brillan bajo la sombra de la nariz de Cyrano. La mirada de Yuri Gagarin, una Luna en una nave industrial de Toulouse, cartas de Bohumil Hrabal a un escultor exiliado en Almería... Un relato que intenta tejer los nudos necesarios para que, en el telar de la Gran Historia, no se pierdan los hilos de unos personajes condenados al olvido en una librería que orbita alrededor de la Luna.


La muñeca rusa, esa gran matrioska que han depositado en mis manos... la observo, la miro, la toco, y mi cabeza empieza a calentarse y a bullir con mil preguntas: ¿cuál es tu historia? ¿Qué vas a contarme? ¿Cuáles son tus secretos?

La narración comienza con la entrada en 1968 de las fuerzas del Pacto de Varsovia en Praga. Juan Miguel Contreras nos posiciona en este período histórico, convulso y un tanto desconocido (al menos yo creo que no todos estamos muy familiarizados con lo que ocurrió durante aquellos meses). Tal y como digo al inicio, la novela es una matrioska en la que vamos descubriendo otras matrioskas en su interior, diversos fragmentos de historias inconclusas que nos enredan en una telaraña que nos absorbe y nos atrapa. Cada fragmento está lleno de sentimientos, desesperanza y búsqueda de la verdad, y conforme vamos avanzando en la lectura vamos uniéndolos en la medida de lo posible, porque algunos de ellos están llenos de aristas, cortantes y afiladas, que nos desgarran con sus diversas y tremendas historias.


Con la primera página ya quedas enredado en el enrejado que el autor construye con su fragmentada trama y con los diferentes personajes, muy viscerales y profundos. Te das cuenta de que este libro es diferente, que te va a dejar huella. Es tan refrescante y atrayente que ese gusanillo que todos los lectores empedernidos tenemos dentro no te permite abandonar la lectura, porque si lo hicieras sería como desamparar a estos personajes tan desolados y desangelados. Por lo que a mi respecta no lo hice... los acompañé hasta donde la historia me dejó, hasta esa última página.

Irina Belokoneva, la muñeca rusa, es el personaje más entrañable de la novela, ya que su historia (o los vestigios que le quedan de la misma) está guardada en su mente de un modo disperso Esa mente ha sido formateada una y otra vez por un sistema que, al permitirle vivir, también le ha condenado a la soledad y a la locura... El olvido de sí misma y de todos los suyos es la pena que le ha sido impuesta indirectamente por el fracaso de su padre, un astronauta ruso que es el desencadenante de todo.

Milos Meisner, artista, celador y personaje activo en la trama, es el encargado de guiarnos a través de todos los fragmentos que el autor nos va entregando a lo largo de la lectura. En el instante en que Milos entra en contacto con Irina Belokoneva, queda atrapado en su historia y su vida. Este hombre le abre su corazón, la acoge en su seno como la muñeca rusa que es, condicionándole y dirigiendo su camino. A partir de entonces, todos sus pasos y decisiones los toma por y para Irina. Y todo ello envuelto en un escenario de revolución y desintegración social, donde cada paso que das hacia adelante representa muchos pasos hacia atrás. Si además se añade que la nueva situación le tiene constreñido y encorsetado, el remolino que ya había nacido en su interior al enamorarse de una persona quebrada y rota se amplifica en una espiral de desesperación y locura.


Bohumil Hrabal, personaje real, es la voz que susurra a Milos que debe salir del bucle en el que se encuentra inmerso. Esta voz no le va a resultar gratuita, pues desde ese momento se convierte en un exiliado en cuyo equipaje solo hay culpa, desencanto e impotencia.

A lo largo de la narración, el autor introduce diversos saltos temporales muy bien hilados con la trama, porque aunque a priori parecen historias dispares e inconclusas, con su refrescante prosa las entreteje dando un sentido a la misma. Así, viajaremos con Milos por diversos lugares en los distintos tiempos, recalando como último destino en un pueblo costero de Almería (Almarga). Allí se nos entrega otro fragmento de la novela con la aparición de un nuevo personaje, el librero sin nombre, del que solo conocemos el apodo con el que le llame Greta: Henry. 

Corren los años 90, y este librero sera el bálsamo que necesita Milos. La amistad que surge entre ellos, su día a día, compartir sus experiencias e historias, así como sus diferentes puntos de vista y perspectivas, provocará en ellos todo tipo de reflexiones y catarsis, ayudándoles a reinventarse otra vez: tal vez lo negro no sea tan negro como parecía hace veinte años, y las conversaciones entre ellos son el vehículo que les ayuda a catalizar toda la desesperanza y soledad en la que ambos se encuentran inmersos.

Juan Miguel Contreras ha construido una magnífica trama para este libro, y el final de la historia es, a mi juicio, el que debe de ser; no podría haber sido otro. La muñeca rusa es una novela que nos invita a reflexionar sobre el destino, el sentido de la vida, la casualidad, la catalización de los momentos difíciles, la amistad y el poder (o su ausencia) del amor. Todo ello narrado con una maestría que consigue que todos los fragmentos formen parte de un todo.


Me encanta la cubierta; todos los libros de Baile del Sol están rubricados con su particular sello personal. Los identificas y distingues en cuanto caen en tus manos.


Nació en Madrid en 1974, aunque creció en un pueblo de la provincia de Ciudad Real, Manzanares. Licenciado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. En 1998 recibió el primer premio del certamen de relatos "Villa de Torralba" con el cuento La ciudad trenzada. En 2004 publicó la novela Cuando acabe el invierno, de la editorial Biblioteca de Autores Manchegos (BAM). En 2007 quedó finalista del concurso de relatos de la Revista Eñe, Cosecha Ñ, con el cuento titulado Sobre hojas de humo. Entre el 2000 y el 2005 fue director y programador del Festival Inernacional del Teatro Lazarillo, en Manzanares. Durante los primeros años del siglo XXI ha sido tramoyista y librero en Madrid; en 2006 abrió su propia librería, La Pecera, en Manzanares, hasta que la dejó en otras manos en 2011. En 2012 creó la editorial fantasma La internazional Samizdat, donde ha publicado el libro de relatos Cardiopatías, así como una primigenia versión de La muñeca rusa

Actualmente reside en Alcázar de San Juan.
Miss Bingley

lunes, 23 de mayo de 2016

RESEÑA (by MH) ::: CUENTOS DE FANTASMAS - Edith Wharton


 


Título original:  Afterward, Kerfol & The Lady's Maid's Bell (títulos de los tres relatos incluidos)
Autora: Edith Wharton
Editorial: Eneida (nº 79 de la colección Confabulaciones)
Páginas: 122
TraducciónIoana Sotuela
Fecha publicación original: 1910, 1916, 1902 (respectivamente)
Fecha esta edición: febrero 2015
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 9,95 euros
Ilustración de la cubierta: Villa kirchbergstraße 32 in Bensheim (c. 1905)

Una atmósfera inquietante y aterradora gravita sobre estas historias en las que nada es lo que parece y donde el horror nos acecha detrás de cada página. La sorpresa se oculta bajo la piel de lo cotidiano en estos magistrales relatos de fantasmas que constituyen, probablemente, los mejores cuentos de terror del siglo XX.


Qué bonita es esta cubierta, por favor... y qué gusto da tocar estas ediciones rugosas...

Fin del momento superficial :))

Tres son los relatos de la maravillosa escritora norteamericana Edith Wharton que componen esta edición de Eneida. No pertenecen a ninguna colección de relatos única, sino que todos ellos fueron publicados con bastantes años de diferencia entre sí, y cuya recopilación viene dada precisamente por lo que ejemplifica esa preciosa imagen de la portada del libro: no solo son relatos sobre fantasmas, obviamente, sino que los tres están ambientados en el interior de una casa, tienen a una casa como protagonista, o se utiliza la casa para ejemplificar los terrores que tienen lugar en su interior, resguardados de miradas ajenas. Hay un tercer punto de conexión entre los tres relatos: el castigo. De tres maneras diferentes Wharton castiga a un personaje por sus malas acciones... o no, porque el tercer relato tiene su miga.

Aquí terminan las similitudes, pues aunque la narración de Wharton es muy distintiva, siempre preciosista y muy psicológica en el desarrollo de personajes, los tres relatos difieren mucho entre sí. Las voces narrativas cambian (unas veces en primera persona, otras en tercera), la ambientación también (dos de ellas transcurren en Inglaterra y la otra en Francia, donde ella vivió durante muchos años hasta su muerte), y el mismo trasfondo de la historia es totalmente distinto en las tres


Se podría decir que el orden de los relatos hace que la lectura vaya de más a menos. O eso es lo que pensé cuando terminé de leerlo. Pero a día de hoy (que llevo tal retraso reseñando que se pasan sus buenos días/semanas entre que termino de leer y me siento a escribir la reseña) el último relato me sigue rondando la cabeza. Me sigue pareciendo el más flojo (que no malo, remarco la diferencia), pero también el más confuso, el que más hace trabajar al lector una vez lo ha leído. Puede parecer el más simplón y sin embargo es el que te deja pensando después, porque terminas de leer y te quedas en plan: "esto no puede terminar así... ¿cómo va a terminar así? ¿Pero qué me estás contando, Edith?". Y mirando por internet resulta que esta sensación la viene sufriendo todo aquel que lo ha leído desde que se publien 1902. Más de cien años después seguimos sin saber cómo explicar algunas cosas por muchos debates que haya sobre el tema. Así que el runrún este que me ronda al parecer es natural. Me quedo más tranquila.

Pero no adelanto acontecimientos y comento un poco de cada uno sin entrar en detalles, que si normalmente no quiero destripar nada, en un relato de fantasmas menos se puede decir todavía. Sí que debo decir que estos relatos están considerados como algunos de los mejores relatos de fantasmas del siglo XX, y para quien busque "emociones fuertes" o esté acostumbrado a literatura más moderna, pues le parecerán un poco simplones o carentes de misterio. Quizás alguno de ellos haya cumplido años mejor que los otros, pero hay que leerlos en su contexto de principios del siglo XX para sentir la magia que tienen (y su originalidad en algún caso, que también la hay). Yo los he disfrutado mucho. No en igual intensidad (unos más que otros), pero están tan bien escritos que da gusto leerlos.


La recopilación comienza con Después, que tiene reminiscencias de Henry James (buen amigo de Wharton) en cuanto a la contraposición entre los americanos y los ingleses, y la opinión idealizada que tienen aquellos de estos así como de la vida en la campiña inglesa. Es quizás el mejor de los tres relatos, en el que mejor se mantiene el suspense o al menos la identidad del fantasma hasta bien adelantada la narración, y además introduce algún elemento muy innovador para la época que no puedo comentar porque estaría comentando detalles sobre las características del fantasma. Es lo que comento arriba, a cualquier lector que esté acostumbrado a emociones más fuertes le parecerá muy light (de hecho lo es, porque ni es de terror y ni asusta siquiera; es en el suspense in crescendo de la historia donde radica su valor), pero está muy bien narrada, muy bien desarrollada y la prosa de Wharton te va arrastrando mientras haces cábalas para intentar averiguar qué pasa.

El segundo relato es Kerfol. Cambiamos de tercio por completo, tanto en estructura narrativa, como en narrador y ambientación. En esta ocasión estamos en Francia (Wharton ya vivía allí cuando lo escribió), concretamente en la Bretaña francesa. La historia está narrada en primera persona, y la historia se presenta de un modo diferente. El narrador visita la casa cuyo nombre da título al relato, allí suceden una serie de cosas que le intimidan, y es a posteriori que conocemos la historia de la casa, cuando le es relatada a nuestro protagonista. Supongo que no tendrá nada que ver (aunque viviendo en Francia y siendo considerada una autora muy francesa, tampoco sería de extrañar), pero en cierto modo esta forma de narrar me ha recordado un poco al Gaboriau de ciertas partes de la trama de El crimen de Orcival, editado el año pasado por la editorial dÉpoca. Volviendo a Kerfol, es un relato muy diferente y original, sobre todo por la historia que cuenta, por los hechos que dan pie al misterio y por la identidad del fantasma.

Se cierra la trilogía de cuentos con La campanilla de la doncella. Este relato es el que comento más arriba que a priori parece el más flojo de los tres, y es el que luego te deja pensando todo el rato sobre qué carajo has estado leyendo. También narrado en primera persona (en este caso una doncella), conocemos o intuimos muy pronto la identidad del fantasma. Lo curioso de este relato no es esto; es que llegas a un final tan anodino a primera vista que te deja exactamente igual, como si hubieses estado leyendo mientras te encaminabas a un desenlace que no te soluciona ni te aporta nada. Pero empiezas a darle vueltas y te das cuenta de que no sabes por qué actuaba el fantasma como actuaba, si lo hacía para bien o para mal, el por qué de ciertas cosas que no quedan explicadas en la narración, e intuyes que Wharton quiere que trabajes tú. Ella te narra lo que te quiere narrar, el resto lo deja en manos del lector. Te fuerza a releer el relato. Y encuentras cosas que puedes explicar en detalles que te habían pasado desapercibidos, pero otras cosas se quedan como estaban. Y ya, por orgullo propio más que nada, me puse a buscar en internet y descubrí que mi sensación con este relato es la misma que ha sentido muchísima gente desde que fue publicado hace más de cien años, y que aun hoy en día, se siguen barajando posibilidades, alternativas, opciones que expliquen esos agujeros negros del cuento. Y siguen siendo eso, agujeros negros, porque no existe una explicaciòn incontestable que les dé sentido. Cada uno da su opinión, pero jamás se sabrá a ciencia cierta lo que Wharton tenía en mente. La genialidad de Wharton es fascinante, su intención de retar al lector a sacar conclusiones que jamás se verán confirmadas también...  Así que ya dudo si es el más flojo o el más brillante de los tres. Probablemente lo segundo, pero el hecho de que no haya modo de explicar ciertas cosas, admito que es frustrante (ahora que no me lee nadie).


Esta recopilación de cuentos, por tanto, presenta tres relatos muy distintos entre sí en todos los aspectos, y que por el hecho de ser diferentes tienen todos y cada uno de ellos un gran valor literario. Pero que nadie se ponga a leerlos buscando emociones fuertes porque no las encontrará, ni pasará miedo, ni se asustará. Si por el contrario, se buscan relatos bellamente escritos (suena cursi, pero sí, están bellamente escritos), con un moderado suspense donde a veces nada es lo que parece, y una buena historia... que les dé una oportunidad porque se leen en un periquete, y es una buena forma de que aquellos que no conocen a Wharton se familiaricen con ella antes de adentrarse en sus novelas más extensas.



Edith Wharton nació en Nueva York en 1862 en el seno de una familia adinerada e instruida que le proporcionó una sólida educación. Cuando tenía 23 años, se casó con Edgard Robbins Wharton, cuyo apellido adoptó.

Wharton fue una enamorada del viejo continente, al que viajó en numerosas ocasiones, hasta que en 1907 se instaló en París. Durante la Primera Guerra Mundial viajó en motocicleta por el frente y trabajó para la Cruz Roja. Fue amiga de algunos de los mayores intelectuales de la época, como Henry James, Francis Scott Fitzgerald o Ernest Hemingway.

Su obra más conocida es La edad de la inocencia, galardonada en 1921 con el Premio Pulitzer, pero produjo desde finales del XIX un gran número de novelas, libros de viajes y relatos, entre los que destacan Cuentos de fantasmas. Su obra se caracteriza por el uso de la ironía, criticando la necedad y la arrogancia de la alta sociedad neoyorquina.

Divorciada, bisexual, aventurera, transgresora, Wharton dejó escritas algunas de las más memorables páginas del siglo XX. El gobierno de Estados Unidos le concedió la medalla de Oro del Instituto de las Artes y las Letras, siendo la primera mujer en conseguirlo.

Falleció el 11 de agosto de 1937 en Saint-Brice-sous-Forêt, cerca de París.
     
Miss Hurst