sábado, 18 de abril de 2020

RESEÑA (by MH) ::: EL ENEMIGO EN CASA - Lindsey Davis




Título original:  Enemies at home
Autora: Lindsey Davis
Editorial: Edhasa
Traducción: Monserrat Batista
Páginas: 508
Fecha publicación: mayo 2015
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: 26 euros
Diseño de cubierta: Salva Ardid Asociados








OTROS LIBROS RESEÑADOS DE LA SERIE FLAVIA ALBIA:

En la Antigua Roma, el número de esclavos era mucho mayor que el de ciudadanos libres y, a menudo, los romanos sentían verdadero miedo de "los enemigos en casa", los sirvientes que vivían bajo su propio techo. Para apaciguar su temor, el gobierno decretó una ley conviniendo que si un romano era asesinado en casa y el culpable no era rápidamente descubierto, sus esclavos -todos ellos, responsables o no- serían inculpados y condenados a muerte. Sin excepciones.
 
Así, cuando una pareja de recién casados es violentamente asaltada y asesinada en su propia habitación, sus esclavos domésticos saben qué es lo que va a suceder... Huyen rápidamente para esconderse en el Templo de Ceres, donde tradicionalmente se respetaba a los refugiados. Y ahí aparece Flavia Albia, hija de Marco Didio Falco. Las autoridades, presionadas por todos los lados, necesitan una solución. Manlius Faustus, al cargo de la investigación, le pide ayuda a Albia mientras intenta persuadir a los fugitivos para que salgan del templo; Albia lo ayudará con su peculiar estilo, distinto pero aún así herencia del de sus padres.


Parezco doña-retos, os traigo cada dos por tres una reseña relacionada con este tema, pero lo de leer/releer en orden las series de Marco Didio Falco y su hija adoptiva, Flavia Albia, es otro de esos retos atemporales que un día me planteé y que voy sacando poco a poco y cuando se puede. En este caso estoy leyendo primero la serie de Flavia Albia, que es más corta (de momento siete libros; se publica el octavo este año), y luego me pondré con la de su padre, Marco Didio Falco, que es el personaje que inspiró el reto y del que sí he leído unos cuantos libros a lo largo de mi vida (su serie ya está finalizada). Pero vamos, por no liaros, que este es el segundo libro de la serie de Flavia Albia, así que vamos allá.

Una pareja de recién casados de mediana edad es asesinada en su noche de bodas mientras están en su cama. Ha desaparecido un juego de plata muy valioso, y el esclavo que guarda la puerta ha recibido una paliza desproporcionada y está muy malherido. No aparecen pruebas de ningún tipo, y los vigiles deciden que, ya que hay que dar carpetazo al asunto, van a culpar a los esclavos de la pareja. A todos. Los esclavos no son considerados personas, pueden ser torturados, acusados y ejecutados sin necesidad de pruebas, y ante la imposibilidad de resolver el caso, ellos son la mejor solución. Cuando estos se enteran, buscan refugio en el templo de Ceres. Allí están a salvo, no pueden tocarles, pero no pueden esconderse ahí para siempre, con lo que urge resolver el problema, y la mejor manera, obviamente, es encontrar al verdadero culpable, sea un esclavo o no, y hacerlo además pronto. Esta patata caliente recae sobre Manlio Fausto, magistrado al que conocimos en la primera entrega de la serie, que recurre a su vez a Flavia Albia para que investigue el asesinato. Flavia se muda a la casa de los sucesos para agilizar las pesquisas, y pronto se da cuenta de que llegar al fondo de este asunto va a resultar muy complicado.

La ambientación en la Roma del déspota emperador Domiciano es, como siempre en la obra de esta autora, fantástica. Lo comento siempre y no quiero repetirme en exceso, pero leyéndola pisas las calles de Roma, las hueles y sin ser apenas consciente asimilas el día a día de la vida en una ciudad que era un caos y que estaba muy alejada del glamour que le suponemos hoy en día. Además la autora utiliza (al igual que en la serie de Marco Didio Falco) la narración en primera persona de Flavia, una narración sarcástica, inteligente y muy personal que de vez en cuando hace guiños directos al lector al tiempo que le mete en vena multitud de detalles sobre la Roma del siglo I d.C., que es, al fin y al cabo, la razón primera y existencial de estas novelas. Y así, siendo ella nuestros ojos, oídos y pies (y estómago, que otra de las características de Flavia es su amor por la buena comida... a diferencia de la mala que suele tener que comer), los lectores nos convertimos en informantes privados de la ciudad de Roma y aprendemos a movernos por la capital del Imperio.

En lo que respecta a la trama en sí, y dejando aparte la investigación del asesinato, Lindsey Davis siempre suele aprovechar sus historias para hacer hincapié en aspectos habituales de la sociedad romana en cualquiera de sus numerosas vertientes, y en El enemigo en casa esa atención recae sobre el estatus de los esclavos dentro de una casa (una pista sobre dicho estatus: inexistente). Un esclavo en la sociedad romana era una propiedad, como podría serlo una cama, una silla o el orinal que vaciaban cada mañana. Eso se traducía en que no tenían ningún derecho (ninguno en absoluto), podían hacer con ellos lo que quisieran sin repercusión alguna y su muerte tenía la misma importancia que la de una rata de alcantarilla.
Deja que te cuente unas cuantas cosas sobre el mundo, hija. No podemos permitir que esa gente tome la delantera. Hay que obligar a los esclavos a proteger a sus amos mediante la amenaza de muerte si no lo hacen. Deben acudir corriendo sin pensar en sí mismos pase lo que pase, incluyendo ahogamiento, estrangulación, ser arrojado por un precipicio o ser alcanzado por cualquier clase de palo, proyectil, espada u otra arma [...] Con el suicidio de un amo, por el momento, la sentencia solo se aplica si los esclavos estaban allí en ese instante y pudieron evitar el intento.
En la época en que se ambientan estos libros lo de ejecutar esclavos sin más explicaciones ya no estaba del todo bien visto, pero dependiendo de las circunstancias su muerte podía estar justificada a ojos de la ley, y ahí es donde nace el embrollo de la historia. Mueren los amos de la casa, unos amos con cierta relevancia social que hace que el caso llame la atención, y los esclavos tienen todas las de perder: si son culpables, cae de cajón, pero si no lo son, si ellos no los han matado, son igualmente culpables porque su obligación como esclavos es auxiliar a sus dueños. El crimen es pena de muerte, la ausencia de auxilio es pena de muerte.

Los esclavos estaban en la casa cuando sucedió todo: ellos dicen que no son culpables, pero que tampoco oyeron nada y por eso no auxiliaron. De todos modos huyen a resguardarse al templo por si acaso, quedando atrás solo el mayordomo (un liberto) y una esclava embarazada a punto de salir de cuentas. Y todo empieza a liarse de mala manera porque las cosas no cuadran, los esclavos parece que mienten, el robo no justifica el modo en que se produjeron los asesinatos ni la brutal agresión al portero, no aparece la mercancía robada, los testamentos de los fallecidos desvelan problemas familiares, el mayordomo liberto no tiene ganas de ayudar, la esclava (que ya ha dado a luz) se comporta de cualquier modo menos como una esclava... Flavia desborda frustración durante buena parte de la novela y duda que llegue a averiguar la verdad, pero es digna hija de su padre: más terca que una mula.

Estoy disfrutando mucho de las novelas de Flavia Albia, y voy tan retrasada que aún me quedan unas cuantas por delante (cuando me ponga con las de su padre, que son unas veinte, me va a dar la risa. ¿Os he dicho que ITV prepara una adaptación de los libros de Falco? Este descubrimiento ha sido una de las alegrías de estos últimos días). El siguiente libro de la serie es Mater Familias, que ya está reseñado porque cometí la osadía de empezar por él allá en los comienzos del blog (reseña aquí), así que el siguiente que traeré será el cuarto, El cementerio de las Hespérides, que espera impaciente en la estantería.
 



Lindsey Davis (1949, Birmingham, Reino Unido) estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Oxford. Pronto descubrió que su verdadero talento se desarrollaba cuando escribía novelas detectivescas ambientadas en la Antigua Roma con el inefable Marco Didio Falco como protagonista. Todos los títulos de la serie de este investigador han sido best sellers internacionales.

Entre los premios recibidos por Davis se encuentran el Author's Club First Novel en 1989, el Crimewriters' Association Dagger in the Library, el Ellis Peters Historical Dagger, el Sherlock Award for Best Comic Detective, el Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 2009 y el Barcino de Novela Histórica de la Ciudad de Barcelona 2013, otorgado por el conjunto de su obra.

13 comentarios:

  1. Hola Inquilinas, no conocía a Flavia Albia, sí a Falco. Me parece muy divertido que Didio Falco tenga una hija tambien detective. Muy del estilo de Lindsey Davis, que para no aburrir con el mismo detective se inventa otro con el mismo estilo. Me habeis alegrado el día. Besitos.

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  2. Hola, solo he leído el primer libro de la serie de Didio Falco hace muchísimos años y la verdad no se porque no continúe. De su hija adoptiva solo tengo noticias por vuestro blog. No se si en algún momento me pondré con ellos, lo que si digo es que no lo descarto. Besinos.

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  3. Esta novela y la siguiente me faltan, me enganché a partir de la tercera, también tengo pendiente la serie de su padre, que seguro que es igual de entretenida; tendré que ponerle remedio,
    besucus

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  4. ¡Yo también empecemos con Mater familias! La verdad es que me lo pasé en grande y me encantó la ambientación y eso que no me suele gustar esa época. Creo que fue por la manera de contarlo, muy amena y por el personaje de Flavia sin duda.
    Lo leería aunque no me gusta ir para atrás, vamos que prefiero ir a por el siguiente si lo hay, o cuando lo haya.
    Besos

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  5. Yo conozco a Falco, pero sólo he leído uno de sus libros y tengo otro más esperando en la estantería. El problema es que voy ahí sin orden, cosa rara en mí. Pero como me los regalaron... Así que voy a tardar en ponerme con FLavia.
    Besotes!!!

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  6. Holaaa.. Mirad, estoy leyendo vuestra reseña y aparece mi marido. En la pantalla se ve perfectamente una foto del volumen. Lo ve y dice...¿Y esoooooo? Y enseguida se ha puesto a leeros. Ya me imaginaba yo que este libro le podría gustar. A él le encanta este género, así que ya me habéis dado una idea para regalarle. Su santo es en junio. Espero que para entonces estén abiertas las librerías. Besos

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  7. Para no atraerme apenas el género, no se como lo haces, que una vez más me lo pintas de tal manera que hasta me olvido de la novela histórica y solo pienso en la protagonista y la historia ¡Si es que eres buena Hurst, muy buena! al final picaré, ya lo verás.

    Besitos preciosa.

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  8. Pues no me importaría leerlo... la verdad es que no he leído nada de la autora.

    Besotes

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  9. Ay, me recuerdas que no he leído la primera de la señorita Flavia. Ya sabes que soy muy fan de su padre y que he leído casi toda la saga, así que curiosidad no me falta... Besotes.

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  10. Hola guapísima, yo empecé (hace años) con las novelas de Marco Didio Falco, y me encantaban. Creo que tengo seis de la suyas, pero luego me empecé a cansar y las dejé... No sé si me picas con esta o no, tengo que madurarlo, jeje...
    Un besazo

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  11. Parece una lectura interesante pero veo que va más con los gustos de mi hermana que con los míos así que se lo comento =)

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  12. Buenaas!
    No lo conocía pero no sé yo si sea una lectura de mi estilo >.<
    Gracias por la reseña <3

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  13. Aunque no soléis reseñar libros de mi estilo, me encanta pasear por aquí y dejarme sorprender, como ha ido el caso. No hubiera sabido de estos libros de no haber sido por este rincón, y lo cierto es que tu reseña me ha abierto el apetito. Tiene buena pinta porque la ambientación me interesa y al mismo tiempo, tampoco se centra demasiado en ello, sino en el misterio. Lo único que me echa para atrás es que sea una saga. Me lo apunto de todos modos ;)

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