Título original: Bluegate Fields
Autora: Anne Perry
Editorial: Plaza & Janés
Traducción: Ramón Pros
Páginas: 355
Fecha publicación original: 1984
Fecha esta edición (1ª): marzo 1998
Encuadernación: bolsillo
Precio: descatalogadoDiseño de cubierta: Judit Commeleran
Fotografía de cubierta: Mary Evans Picture Library
En una cloaca de los barrios bajos de Londres aparece el cuerpo sin vida
de un adolescente. Para asombro de todos, la identificación revela que
se trata del primogénito de una aristocrática familia. Cuando el
inspector Pitt y su esposa Charlotte empiezan a investigar el crimen,
tropiezan con las reticencias de los padres del muchacho, decididos a
impedir que se aireen ciertas cuestiones escabrosas. Una vez más, el
caso pone de manifiesto las contradicciones entre apariencias y realidad
en la Inglaterra victoriana.
Sigo adelante con mi reto de leer en orden al inspector Thomas Pitt (os diría que sin prisa pero sin pausa, pero la verdad es que voy muy retrasada y no me vendría mal darme un poco de prisa xD). Hoy toca el sexto en la serie, El ahogado del Támesis, en el que la autora plantea y ordena la trama de una manera bastante distinta a los cinco libros anteriores y la verdad es que se agradece este cambio de estructura a la hora de narrar la historia.
Un adolescente de apenas dieciséis años aparece asesinado y completamente desnudo en las cloacas de la zona de Bluegate Fields, empotrado contra las compuertas del Támesis. Es una de las zonas más problemáticas de Londres, foco de prostitución y donde día sí y día también aparece un cadáver cuya muerte apenas se investiga. Pero este caso es distinto: el fallecido, llamado Arthur, pertenece a la aristocracia londinense y no fue asesinado en la cloaca, sino probablemente en una bañera. Además presentaba síntomas de las primeras fases de la sífilis y había mantenido relaciones homosexuales poco antes de su muerte. ¿Habían sido consentidas o el fallecido había sido víctima de abusos? La familia, que tenía a Arthur por un inocente adolescente sin apenas experiencia en la vida, quiere que el asesinato se solucione rápido y que no se remueva más el asunto, así que pronto elige a un culpable al que señalar con el dedo, y las pruebas parecen darle la razón.
Tal y como se comenta en algún momento en la historia, han pasado cinco años desde los sucesos de la primera novela, Los crímenes de Cater Street, así que la trama se sitúa en 1886. Casados, con dos hijos, una criada y una casa más grande y mejor equipada que la primera en que vivieron tras su matrimono, los Pitt siguen su rutina: Thomas pateando Londres en su labor como inspector de policía, y Charlotte ya convertida en toda una ama de casa que se permite visitas periódicas a su madre o su hermana en los barrios donde vive la alta sociedad londinense, que mantiene el contacto con su antiguo cuñado y que hace cosas no del todo apropiadas (de las que Pitt muchas veces no se entera) con tal de ayudarle de manera oficiosa a resolver los crímenes que él investiga de manera oficial. Por este lado, las cosas siguen más o menos igual.
Aun así, tal y como os decía al comienzo, esta sexta entrega introduce un par de elementos inéditos en la serie. Por un lado Pitt tiene un compañero de investigación con bastante protagonismo, algo que no es nada habitual en los demás libros, en los que si acaso se nombra de pasada al policía de menor rango que acompaña a Pitt en algunas pesquisas, pero poco más. En El ahogado del Támesis ese compañero es el sargento Gillivray, un joven muy elegante y pulcro, de sonrisa fácil, cordero por fuera y lobo por dentro, al que le gusta mucho lo de moverse entre la alta sociedad y que se pasa el día peloteando al jefe e intentando apuntarse tantos, así que no tiene reparos en trabajar a espaldas de Pitt y correr a contarle al jefe lo que (cree que) ha descubierto para dejar a Pitt como incompetente y llevarse él la gloria (y un futuro ascenso, a ser posible). Todos hemos tenido un compañero de trabajo así, sé que sabéis a lo que me refiero :)
El otro elemento nuevo es la estructura de la investigación. En el resto de la serie es bastante estandarizada (asesinato+investigación+resolución, en ocasiones con más asesinatos durante el transcurso de las pesquisas), pero aquí Pitt se topa con una familia que quiere enterrar este asunto lo antes posible y pronto, por causas que no vienen al caso y no os puedo contar aquí, ya se tiene un culpable, un juicio y una sentencia. Es a partir de ahí cuando empieza realmente la investigación porque Pitt sigue sin estar convencido; él no ha mentido en el juicio pero no tiene claras las pruebas que se han presentado, y la carrera contrarreloj se pone en marcha para averiguar si el hombre que espera la horca desde la cárcel es realmente culpable o si el verdadero asesino sigue suelto. Tiene tres semanas para solucionar el misterio antes de que se ejecute la sentencia (con la oposición expresa de su superior de seguir adelante con una investigación que ya está cerrada) y en esas tres semanas pueden pasar más cosas... que de hecho pasan. Así que estamos ante una forma de contar lo mismo (asesinato en la alta sociedad londinense) pero de manera diferente en varios aspectos, y como ya digo, se agradece.
También os comento siempre que la autora no solo se adentra en las investigaciones por asesinato, sino que introduce en cada libro hechos o problemáticas sociales de la época victoriana en que transcurren. En este caso esas alusiones van desde la reforma laboral que tuvo lugar en Gran Bretaña en 1885 (un año antes de la ambientación de esta historia) que criminalizaba y consideraba delito la homosexualidad (Oscar Wilde fue una de las víctimas de esta reforma), a la prostitución infantil y el abuso de menores que campaba a sus anchas tanto en los barrios marginales de Londres como debajo de las alfombras de las casas de postín. Así pues, la moral de la alta sociedad victoriana por los suelos, como siempre. Eso no cambia en ningún libro, y la Perry no se cansa de decir que sus miembros eran peligrosos cuando sus privilegios se veían amenazados, con el aliciente de que esa posición de honor les permitía salirse con la suya en la mayor parte de las ocasiones (al personaje de Athelstan, inspector jefe de Scotland Yard y superior de Pitt y Gillivray, le toca bailar con este aspecto feo de la historia).
Thomas, tú ignoras que, a pesar de no saber abrocharse los cordones de los zapatos o hervir un huevo, los miembros de la alta sociedad actúan de una forma sumamente práctica cuando se trata de sobrevivir en su mundo. Tienen criados que se encargan de los quehaceres cotidianos, de modo que no se preocupan de hacerlos ellos mismos. Pero a la hora de solventar una situación que pondría en peligro su posición social, son como los Borgia.También nos reencontramos de nuevo con personajes de libros anteriores, ya sean familia de Charlotte o personajes secundarios de otros casos resueltos con anterioridad y en fin, que nos adentramos una vez más en las vidas del matrimonio Pitt pero de una manera diferente, con situaciones incómodas en el trabajo, presiones desde las altas instancias, compañeros trepa que pisarían cuellos por un ascenso, investigaciones contrarreloj para salvar vidas y, eso sí, siempre con un pie en los barrios ricos y otro pie en barrios poco recomendables y de mala fama (que los ricos visitan constantemente y donde hacen lo que no está bien visto hacer en los susodichos barrios pudientes).
El siguiente será Venganza en Devil's Acre, séptimo en la serie y quinto que leeré y reseñaré este año. Me propuse seis para este 2020, lo veo complicado, pero vamos, que lo cumplo aunque me vea el 31 de diciembre a las 23:59 colgando la reseña del sexto :))
Anne Perry nació en Blackheath, Inglaterra, en 1938. Su
escolarización fue interrumpida en varias ocasiones por los frecuentes
cambios de domicilio y sucesivas enfermedades, que la llevaron a
dedicarse apasionadamente a la lectura. Su padre trabajó como astrónomo,
matemático y físico nuclear. Él fue quien la animó a dedicarse a la
escritura. Tardó veinte años en publicar su primer libro. Durante todo
ese tiempo realizó diferentes trabajos para ganarse la vida y dedicarse
a lo que realmente era su pasión: escribir. Su primera novela sobre la
serie del inspector Pitt, editada en 1979, fue Los crímenes de Cater Street.
Anne Perry se ha consagrado como consumada especialista en la
recreación de los claroscuros, contrastes y ambigüedades de la sociedad
victoriana. Su serie de novelas protagonizadas por el inspector Pitt y
Charlotte, su perspicaz esposa, es seguida por millones de lectores en
todo el mundo.
Hola, de esta serie he leído unos veinte y pico y aun me faltan como cinco o seis, cuando veo esta entrada tuya me apetece y reseñarla desde el principio pero me falta el valor, creo que primero buscaré las que me faltan y luego ya veremos. Besinos.
ResponderEliminarÁnimo que ya te quedan pocos, Jijiji. Yo ahora viendo yus reseñas me arrepiento un poco de no haber continuado a pesar que no me convenció el primero. Creo que los hubiera disfrutado.
ResponderEliminarFeliz sábado
Me gustan este tipo de libros pero no he leído ninguno de esta autora. A ver si me hago con alguno para descubrirla. Besos
ResponderEliminarTienes el Reto a puntito de realizarlo. A mí me han gustado los que he leído de Anne Perry. Este que reseñas me llama mucho mucho. Gracias por reseñarlo, Inquilinas
ResponderEliminarBesos
Lo tienes en la mano, cumples seguro. La verdad es que a veces tengo tentaciones de volver a leer alguno de la autora pero querría que fuera de los que tienen algo místico o gótico por medio y no el caso detectivesco puro y duro. Charlotte es al final la que resuelve el tema porque Pitt a veces no se empana.
ResponderEliminarMe encanta tus aventuras con los retos.
Besos
¡Hola! Me alegro que sea una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola guapa, con esta saga no me picas tanto... Hace como un par de años me dio por leer una saga larguísima, ya ni recuerdo el nombre, que me tuvo enganchadísima... de los que había, por lo menos 10-15 libros... Creo que ahora mismo ya no tengo capacidad para tanta historia, jeje...
ResponderEliminarUn besazo
Tic tac, tic tac, totalmente a contrarreloj, te entiendo, apurando hasta el último momento para que las reseñas entren dentro del año, jajaja. Me alegro que este cambio en la estructura de la trama te haya dado esta vez un soplo de aire fresco.
ResponderEliminarUn beso ;)
Hola. Yo confío en tu tenacidad. Te veo pasando las últimas páginas uva en mano pero lo tienes. La verdad es que de los que yo leí creo que el ayudante de Pitt aún no estaba o ya no estaba, era de una médium y molaba mucho. También era Charlotte la que resolvía las cosas en realidad. Te admiro, si tuviera tu empeño, leería todos los de Connolly pero sé que no soy capaz. Yo te animo.
ResponderEliminarBesos