miércoles, 6 de octubre de 2021

RESEÑA (by MH) ::: MEMORIAS DE UNA SUEGRA - George R. Sims




Título original: Memoirs of a Mother-in-Law
Autor: George R. Sims
Editorial: Siruela
Traducción: Alejandro Palomas
Páginas: 228
Fecha publicación original: 1892
Fecha esta edición: 2015
Encuadernación: cartoné
Precio: 17,95 euros
Imagen de cubierta: Oliver Wendell Holmes Doroth Q Together with A Ballad of the Boston Tea Party and Grandmother's Story of Bunker Hill Battle (1875)




En este clásico, George R. Sims retrata con humor y maestría la figura de la suegra y su sempiterna fama, consiguiendo así una joya satírica que merece la pena saborear.

La señora Jane Tressider nunca ha tenido miedo de decir lo que piensa, ni siquiera para reconocer que al hacerlo haya podido ofender a alguien. En cualquier caso, siendo madre de nueve hijos, no puede permitirse el lujo de que esa pequeña flaqueza interfiera en su labor, que no es otra que la de mantener a raya a su irresponsable marido mientras se encarga de llevar no solo su propia casa, sino también las de sus siete hijos e hijas ya casados. Partiendo de la premisa de que las suegras han sido mal entendidas y nadie se ha puesto jamás de su lado, Jane está decidida a poner las cosas en su sitio y a defender al grupo más difamado que existe sobre la faz de la tierra. El resultado es este diario, una hilarante comedia de modales y una sutil sátira de costumbres y actitudes típicamente eduardianas.

 
Memorias de una suegra llevaba un montón de tiempo esperando a ser leído, y la premisa de novela protagonizada por una familia me venía que ni pintada para el reto de Todos los clásicos grandes y pequeños, así que ya no tuve excusa. Llevo tal retraso en las reseñas que lo leí hace al menos dos meses y aún no os había hablado de él, así que como no tomé notas toca reseña estilo "tiro de memoria", pero al menos dejo constancia de la lectura. Os cuento de qué va (aunque el título no deja lugar a muchas ambigüedades) y qué me ha parecido.
 
Jane Tressider es una señora de mediana edad que tiene la buena o mala suerte de tener nada menos que nueve hijos que no solo le dan los disgustos propios de toda prole, sino que a todos tarde o temprano les da por casarse, mudarse, tener hijos, contratar criados, soportar vecinos y, sobre todo y ante todo, tener opiniones propias que no siempre coinciden con las suyas. ¿Y quién va a saber mejor que ella, madre de familia numerosa y sargenta de su hogar, lo que hay que hacer en cada suceso que acontece en la vida adulta? Pues nadie, obviamente, y como no tiene abuela y está bastante segura de no equivocarse nunca, y encima tiene la sanísima costumbre de evitar úlceras innecesarias y no callarse absolutamente nada, pasa lo que pasa: que se mete donde no le llaman, se sulfura porque no le hacen caso y se pregunta por qué nadie comprende que ella está en posesión absoluta de la verdad y que la experiencia hace que sea mucho más sabia que su marido, yernos, nueras, hijos, nietos, criados, vecinos, y todo aquel que respire a a doscientas millas a la redonda.
 
Lo primero que tengo que dejar claro es que la sinopsis oficial no es correcta (y es una sinopsis que imagino han cogido de ediciones en inglés que tampoco son correctas, que las he visto por ahí). No es una hilarante comedia de modales y una sutil sátira de costumbres y actitudes típicamente eduardianas, básicamente porque este libro se publicó en 1892, cuando todavía estaba en el trono la reina Victoria y a su hijo Eduardo aún le quedaban sus buenos nueve años para ser coronado. Más allá de que se considere o no hilarante, lo sería en todo caso con las costumbres y actitudes típicamente victorianas
 
En cuanto a la novela, creo que la sinopsis que os he hecho resume a la perfección lo que se narra en ella. La señora Tressider va de sufrida, generosa y altruista pero es una metomentodo de cuidado y todo tiene que hacerse como ella diga y a su gusto. Dice que no se mete en nada y se mete en todo; dice que solo quiere ayudar y lo que quiere es imponer su criterio; se exaspera con su marido porque dice que no tiene sangre en las venas y lo que le pasa al marido es que busca a la desesperada momentos de tranquilidad; le saca pegas a casi todas las nueras y los yernos, se mete en su forma de hacer las cosas, en su manera de llevar la casa, en el modo en que deciden ganarse la vida... pero ojo, que a ella lo único que le pasa es que es honesta y si la verdad es como ella la ve, ¿a santo de qué se va a callar? Siempre dice lo que piensa. Punto. Vamos, que el libro comienza con un alegato de la señora Tressider diciendo que quiere dejar el pabellón de las suegras muy alto tras tantos años de escarnio, ridículo y desprecio, y en el proceso digamos que consigue el efecto totalmente contrario
(ahí está la gracia de la novela, vaya). Al final incluso dice que sus hijos se han enfadado al leer las memorias y no se lo explica... ¡si ella solo ha dicho la verdad!

El libro está dividido en capítulos, cada uno de ellos dedicado a uno de sus hijos y a su correspondiente esposo/esposa. También tenemos el inevitable pique entre algunos hermanos, el hijo bohemio que no quiere trabajar y quiere ganarse la vida escribiendo, el yerno excéntrico que vive una guerra sin cuartel con los vecinos, la nuera que se pone a llorar cada vez que la señora Tressider le deja caer que no tiene ni idea de cómo llevar su casa, los nietos... Y ya que estoy aquí lo digo, aunque sé que estas asociaciones mentales mías están pilladas por los pelos: os aseguro que mientras leía y veía la dinámica que creó el autor entre el matrimonio Tressider, no podía dejar de pensar en el matrimonio Bennett de Orgullo y prejuicio... esa madre marimandona y atacada de los nervios que se desespera ante la pachorra impasible de su marido y que cree que lo tiene que hacer todo ella, y ese marido que parece que no le da importancia a nada, cargado de ironía y de una visión de la vida mucho más relajada que la de su mujer, pero que en cuanto tiene que sacar de problemas a alguno de sus hijos actúa sin fisuras como el cabeza de familia que es. No sé si Sims tenía en mente a los Bennett cuando escribió el libro pero lo parece. Y seré la única que lo ve porque no será cierto, pero para eso están los libros, para llevárnoslos a nuestro terreno :)

Si os digo la verdad, tanto como hilarante no me ha parecido porque a ratos peca un poco de repetitiva, de seguir la misma dinámica en el desarrollo de algunos capítulos e incluso de repetir la misma información de un capítulo al siguiente (hasta el punto de que me hizo dudar si se había publicado por entregas, porque en ese tipo de publicaciones se hacía inevitable repetir algunas cosas para recordar la entrega anterior, pero creo que no es el caso). De todos modos este 2021 no se presta preciamente a que me ría mucho con los libros y sé que algunas de las novelas que estoy leyendo me hubiesen parecido mucho más divertidas y las hubiese valorado de otra manera de haberlas abierto en otra época de mi vida. Aun así, la sátira, la mordacidad y el destripe literal de las costumbres victorianas y el papel de la suegra dentro del núcleo familiar están ahí, y resulta inevitable sonreír ante las salidas que tiene la señora Tressider y la buenísima y maravillosísima opinión que tiene la buena mujer de sí misma. Yo creo que todo el mundo conocemos a alguien como ella, y ya no solo en su papel de suegra, sino con un ego como un piano, la estrategia de ser faltonas escudándose en ser sinceras, un afán superlativo de meterse en todo y una visión de humildes sobre sí mismas totalmente irreal. 
 
A modo de resumen diría que me ha parecido muy entretenida pero "con sus cosillas", y en cualquier caso la recomiendo para quien guste de literatura de humor victoriana, de la que tampoco andamos sobradísimos en traducciones al castellano. Además se aprende mucho sobre las costumbres de la época tanto en cuestiones hogareñas como en cosas tan concretas como la búsqueda de una casa y los chanchullos de los que hacían uso muchos caseros, por poner un ejemplo. Que yo todas estas cosillas las voy anotando mentalmente, me parecen muy interesantes.
 
George R. Sims (1847-1922) fue uno de los dramaturgos y escritores de sátiras más reconocidos de su tiempo. Amigo personal de W. S. Gilbert y Ambrose Bierce, fue autor de más de treinta obras de teatro, algunas de las cuales gozaron de una extensa vida a lo largo y ancho del Reino Unido.

10 comentarios:

  1. Si yo intento hacer una reseña dos meses después de leer el libro y sin notas, no tendría memoria de la que tirar. Si recuerdo algo más de lo leído es gracias al esfuerzo de hacer la reseña que hace que se me quede más que si no escribo sobre el libro. Como tampoco doy abasto a reseñar lo que leo, este año muchas lecturas están quedando sin aparecer en el blog, pero es que tampoco quiero agobiarme.
    las sinopsis de los libros a veces dan la sensación de que el que la ha escrito no se ha leído el libro. me atrae mucho esta historia escrita por una de esas mujeres que siempre tienen razón y que solo se equivocan porque creen dar más de lo que sienten que reciben. Conozco alguna y es insoportable. El hecho de que hable de sus muchos hijos uno a uno, también me resulta interesante, así como las costumbres victorianas y los líos familiares que siempre me resultan irresistibles.
    Tomo nota.
    Un beso.

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  2. Hola. Pues para una novela que es victoriana de verdad, van y le quitan la categoría, jeje. (Perdón por el chiste fácil).
    Sí, conozco una mujer como ella y encima la tengo en la familia pero no diré quién es, por si acaso.
    Creo que justo por eso, la novela acabaría sacándome de quicio, porque alguna cosa tendrá gracia pero acabará cansando, seguro. No sé si tendría en mente a los Bennett pero es que estos eran bastante arquetípicos y por tanto aparecen mucho por ahí. Y no está mal, el caso es cómo los utilice el escritor.
    Creo que en esta ocasión la dejo pasar.
    Besos

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  3. No me importaría leerlo que seguro que me entretengo. Besos

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  4. Tiene pinta de ser entretenido, pero tengo tanto pendiente que por ahora, no voy a poderlo colar.
    Besotes!!!

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  5. Hola, No conocia de nada esta novela que por lo que veo lleva bastantes años publicada y me encanta todo lo que cuentas, aunque a veces sea repetitiva, y es que la novela Victoriana me gusta mucho, sea de humor, tragedia o misterio y si encima tu dices que es muy entretenida, me lo creo y me la llevo. Besos.

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  6. Sin dudas un papel poco explorado en la literatura el de suegra llegado un punto de su vida con poco que hacer así que por ese punto parece una historia diferente que no me importaría descubrir

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  7. ¡Hola! Me gustan las novelas ambientadas en esa época, así que me la apunto. Gracias por la reseña. ¡Besitos!

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  8. Buenas tardes, MH:
    Leí este libro en una época que me hacía falta reír y cumplió su función. Por otro lado, lo que argumentas de que todos conocemos a alguien como la literaria suegra, qué razón tienes, no digo más. Yo lo disfruté mucho en su momento, aunque comparto lo que dices sobre lo repetitivo de algunos pasajes. Como siempre digo, es un gusto pasar a leerte, siempre se ven cosas en tus reseñas que pasan por alto en la lectura.
    Un besote grande !!

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  9. Pues coincidimos totalmente en esta lectura, darling, porque a mí tampoco me pareció hilarante (ni eduardiana ni victorianamente hablando XD) y también se me hizo un poco repetitiva, hasta el punto que confieso que la dejé sin terminar. Besos.

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  10. Hola guapísima, acabo de ver que no había leído esta reseña. No sé muy bien qué hacer con ella porque me dices que es divertida, pero que tú no te has divertido mucho, que es repetitiva, en ocasiones, y encima me encuentro las contradictorias opiniones de Undine y de Mónica, jeje... Madre mía la tendré que leer yo para saber en cuál de las dos me ubico...
    Un besazo

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