viernes, 23 de septiembre de 2022

RESEÑA (by MH) ::: EL TESTIGO MUDO - Agatha Christie


 
 
Título original: Dumb Witness
Autora: Agatha Christie
Editorial: Espasa
Traducción: Ángel Soler Crespo
Páginas: 320
Fecha de publicación original: 1937
Fecha esta edición: junio 2021
Encuadernación: rústica sin solapas
Precio: 14,90 euros



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La señorita Arundell es una acaudalada anciana solterona a quien sus sobrinos desean ver muerta para poder desahogarse de sus apremios económicos. Cuando sufre un accidente al caer por las escaleras, todos lo achacan a la pelotita de goma dejada por Bob, su perro. Pero la anciana desconfía, y piensa que han tratado de asesinarla. El 17 de abril escribe una carta a Poirot solicitando su ayuda, pero este no la recibe, misteriosamente, hasta el 28 de junio. Para ese entonces, la señorita Arundell ha sido asesinada, y el único testigo del crimen es Bob, su querida mascota.
  
Paso a paso, vamos avanzando. Nos adentramos en el año 1937 y, tras esa curiosidad que fue Cartas sobre la mesa, seguimos con Poirot en un caso más convencional (en apariencia al menos) y celebramos el retorno de Hastings, al que no veíamos desde El misterio de la guía de ferrocarriles. Hoy toca hablar de El testigo mudo, pionero del cambio de la autora en cuanto a la longitud de sus libros. Hasta ahora casi ninguna de sus historias superaba las 250 págnas, y a partir de ahora nos vamos a encontrar con algunos libros bastante más largos.

La señorita Arundell, de los Arundell de toda la vida, es una dama septuagenaria que, al no haberse casado y no tener familia propia, dejará toda su herencia a sus tres sobrinos. Ellos saben que serán los destinatarios del dinero, pero no pueden esperar a que su tía muera y están cada dos por tres intentando sacarle anticipos. Precisamente al principio del libro somos testigos de la visita que los tres sobrinos le hacen la Semana Santa anterior a su muerte... ah, esperad, que no os lo he dicho: el libro comienza con la frase La señorita Arundell murió el día 1 de mayo, para que tengamos todo clarito nada más empezar. El caso es que ahí están sus sobrinos intentando que el grifo gotee... pero no cae ni gota. Y una buena noche, en uno de sus paseos fruto del insomnio, la señorita Arundell casi se mata tras caerse por las escaleras de su casa. Todo el mundo le dice que ha sido la maldita pelota del perro, que se la ha vuelto a dejar en medio, pero ella, mientras guarda cama, no las tiene todas consigo... está casi segura de que no pisó ninguna pelota antes de caer. Así que hace dos cosas: cambiar el testamento y escribir una carta a Hércules Poirot llena de sospechas pero en la que no dice nada claro ni expresa ni verbaliza quién cree ella que ha intentado asesinarla. El caso es que algo pasa entre medias, porque Poirot no recibe la carta hasta finales de junio, y cuando acude a investigar se encuentra con que la buena señora ya lleva casi dos meses bajo tierra y que declaró su heredera universal nada menos que a su dama de compañía, a la que trataba con modales más que cuestionables. A todo esto... ¿de qué murió la señorita Arundell el 1 de mayo? ¿Fue muerte natural o tiene algo que ver con ese extraño accidente de la escalera dos semanas antes? Pues eso se propone investigar Poirot: aunque su clienta ya esté muerta, eso no lo exime de hacer su trabajo.
 
Y aquí estamos una vez más, con Poirot yendo y viniendo de Londres a la localidad donde se ha cometido el asesinato, con la única salvedad de que en este caso realmente no trabaja para nadie (no al menos al principio de la historia) porque quien requería de sus servicios ya ha fallecido. Aun así ya sabemos que Poirot es muy concienzudo y decide seguir adelante porque ve indicios de asesinato. Hastings, por su parte, acompaña a Poirot porque es lo que acostumbra a hacer, pero no entiende a qué viene tanto alboroto. La buena señora ha muerto porque ya era muy mayor y no ve esos indicios por ninguna parte, así que hace de chófer de Poirot cuando necesita de sus servicios, oye lo mismo que oye Poirot cada vez que se reúnen con alguien, pero ya sabemos los lectores que oír no es lo mismo que escuchar... Entonces, ¿hay asesinato o no lo hay? ¿Quién tiene razón, Poirot o Hastings? No sé yo si hace mucha falta tener mucha intuición para saber quién de los dos se pone la medalla xD.

Por lo demás, tenemos un caso en el que se habla de la soledad de la gente mayor cuando no se tiene más familia que la que toca en suerte (como es el caso de esta señora septuagenaria y sus sobrinos), y lo chupasangre que puede ser esta misma familia cuando huele el dinero pero no hay nada que haga suponer que la buena señora anciana vaya a estirar la pata a corto plazo... entra la impaciencia e intentan conseguir adelantos como sea. También hay comentarios para dar y regalar sobre los griegos que muchos considerarán racistas pero que no hacen más que retratar a una sociedad (la inglesa de clase media-alta) en un periodo (entreguerras) en el que la gente se expresaba así y decía las cosas así. Sinceramente, yo veo mucha crítica por parte de la autora (tanto en este como en otros libros) en el modo en que siempre introduce estos comentarios por parte de personajes que siguen teniendo una mentalidad muy victoriana, viven aislados en sus burbujas esnobs y clasistas y consideran todo aquello que no sea británico como de cuarta categoría (no han cambiado mucho las cosas, si me preguntáis a mí), pero aviso de que eso está ahi por si alguien considera que no quiere leerlo. Y cambiando de tercio, para terminar, que nadie piense por el título y por la ilustración que el perro pinta algo en el caso o en su resolución. No es testigo de nada así que no sé muy bien a qué viene, pero es lo que hay (es el título original, en cualquier caso).
 
Por cierto, os decía arriba que celebraba el retorno de Hastings, pero esta novela fue un hola y adiós en toda regla, porque el capitán Hastings no volvió a aparecer hasta Telón, la última novela protagonizada por Poirot en 1975... ¡casi cuarenta años después! Si me preguntáis a mí, aun sin saber este dato (e incluso probablemente sin tener nada que ver), en esta novela su narración es como más seria, con menos humor y ninguna distracción de esas tan típicas del personaje (cuando hablo de distracción me refiero a comentarios sobre lo bellas y hermosas que son todas las mujeres con las que se encuentra... tan mudo como el testigo del título está nuestro Hastings en este libro en cuanto a sus temas de conversación favoritos). Se percibe diferente, se lee diferente y la relación entre ellos es menos ¿entrañable? Ya digo que lo mismo no fue algo buscado por la autora (aunque esta mujer no daba puntada sin hilo), pero no parece el mismo Hastings de otras novelas anteriores. Así que en El testigo mudo decimos prácticamente adiós a Arthur Hastings... si todavía ando por aquí dentro de taitantos años, cuando toque leer y reseñar Telón con unos cincuenta libros de por medio, celebraremos por todo lo alto el regreso del capitán xD.

Me despido con esta cita que me ha gustado mucho porque es muy cierta (sin más, pero es que si no la dejo por aquí luego no la voy a recordar):
Entre los victorianos, no era habitual el optimismo sin fundamento. Podían pensar lo peor con la mayor tranquilidad. 



Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.

6 comentarios:

  1. Hola guapísima, me has dejado ojiplática con lo de Hastings, como nunca los he leído en orden cronológico no me había fijado cuándo salía o dejaba salir nuestro narrador. Como ahora estoy con El misterio de la guía de ferrocarriles, (Cartas sobre la mesa ya lo reseñé, que como se publicaron el mismo año no sabemos cuál fue el primero...) en breve podré ponerme con este, que me has picado con lo del carácter de Hastings.
    Un besazo enorme.

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  2. Pues éste no recuerdo haberlo leído. A ver si me animo con esta autora, que la tengo últimamente abandonada.
    Besotes!!!

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  3. Me cuesta esta autora. He leído algunas de sus obras, pero ésta no. Besos.

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  4. Hola, cada vez que leo una reseña vuestra de este reto, veo que lo tengo muy abandonado. Esta historia la recuerdo más por la serie que por la novela, tendre en cuenta tus impresiones para cuando la releí. Besos.

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  5. Me pasa como a Mar; cada vez que leo una reseña de Agatha Christie me doy cuenta de lo abandonado que tengo el reto y me dan ganas de retomarlo. Buena reseña y muy curioso lo de Hastings.
    ¡Besos!

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  6. Madre mía,.cincuenta y tantos libros para ver de nuevo a ese personaje. Sigo admirando tu titánica empresa, y no desfallecer. Yo no tendría voluntad ni de lejos, con que me cuesta la vida entera acabar una trilogía, imagina una serie así.
    La historia no me llama mucho la atención pero reconozco que es interesante, lo de la gente mayor que se va quedando sola y la poca compañía que tienen es interesada .
    Besos

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