Título original: El alma de las flores
Autora: Carmen Salinas
Editorial: Carena
Páginas: 279
Fecha de publicación: septiembre 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 15 euros Ilustración de cubierta: Rocío Morilla
La Revolución de los Claveles ha terminado con la vida del padre de
Alma, la cual, queriendo escapar del recóndito pueblo portugués en el
que nació y de su madre, se instala en Lisboa con sus tíos buscando la
verdadera historia que llevó a éste a la muerte. Se presenta la Lisboa
posrevolucionaria del año setenta y cinco en la que la protagonista se
desenvuelve. Pronto se hace amiga de Belmiro, hijo de sus vecinos con el
que entabla una fuerte amistad. La nueva vida de Alma se ve
interrumpida por la aparición de Abráao, atractivo saxofonista de una
banda de música del que se siente completamente enamorada hasta
idolatrarlo. Él, a ojos del lector, corresponde ese amor y la manipula
para abandonar la casa de sus tíos e instalarse en la suya propia
convirtiéndose en la bailarina de su banda.
Alma es muy joven. Tiene 19 años y solo conoce del mundo lo que sus progenitores le han transmitido, sobre todo ideas antagónicas y dispares: por parte de su padre, todo es optimismo y esperanza, abrir las fronteras de su mente y su corazón; la madre, Maria, representa lo oscuro, la tristeza y la represión.
Cuando se libera de las faldas de su dictatorial madre para irse a Lisboa a casa de su tíos, Manoel y Vica, se le abre un mundo de posibilidades y esperanzas. Sus tíos son el aire fresco que invita a la vida; junto a ellos puede respirar libre y conscientemente, y esa opresión que siente en el corazón parece que puede aflojarse, dejando entrar luz y esperanza. Junto a ellos su mundo empieza a iluminarse, llenándose de oportunidades infinitas, justo lo que hasta ese momento se le había negado. Ahora podrá trabajar, estudiar, encontrar el amor...
Tal y como comento al principio, Alma es un lienzo en blanco donde todas las personas que pasan por su vida van a pintar distintos colores, ya sean claros o oscuros, grises o amarillos. Todos, de alguna manera, creen que poseen prerrogativas ilimitadas sobre Alma; todos pueden opinar, decidir u ordenar qué es lo que debe hacer con su vida; todos poseen la inexorable verdad... unos la tratan como una niña, cuando dejó de serlo hace mucho tiempo; otros la tratan como la mujer madura que tampoco es todavía.
Por eso, en El alma de las flores vemos cómo los personajes secundarios son esenciales para reconducir la trama. Sin ellos no existirían argumentos pues, dependiendo de sus pinceladas, ya sean estas claras u oscuras, se irá pigmentando la vida de Alma, sus decisiones y sus nefastas elecciones.
Página a página recorremos la vida de la protagonista. En ellas descubrimos momentos románticos donde la esperanza germina con fuerza, pero también participamos de su descenso a los infiernos cuando la nada le rodea y las personas que iluminaban su camino dejan estar a su lado, por alguna u otra razón.
Ella es al final la dueña de su destino, pero no lo sabe, y cuando esa idea cala en su mente ya es un poco tarde. Ha elegido entre diferentes personas con sus distintos caminos, y estas elecciones tienen sus respectivas repercusiones. Unas veces le parece que ha hallado su rumbo, que puede hacerlo, que va a encontrarlo... y otras simplemente se trata de una huida hacia adelante.
Carmen Salinas, con una prosa enriquecida pero ágil y sencilla, nos invita a pasear por el Lisboa de los años 70 aportando a la novela todos los hechos históricos acaecidos durante aquellos días convulsos, y enlazándolos con los diferentes personajes que participan en la trama, ya sean principales o secundarios. Estos últimos son activos y tienen su peso específico en la narración, y al final son determinantes y desencadenantes en la vida de Alma: sin ellos, su vida y su historia seguramente serían otras.
Debo añadir que, en mi opinión, el final del libro no resulta tan sorpresivo como pueda parecer en un principio. Si se reflexiona un poco, es consecuente con su historia y con todo lo que lleva nuestra protagonista a sus espaldas.
En El alma de las flores encontramos unas de esas novelas llenas de matices, de claroscuros, fortalezas y debilidades, donde caben todas las posibilidades, todas las esperanzas y todos los infiernos, y si a ello le añadimos que está tan bien escrita... pues eso, me ha encantado.
Actualmente reside en Granada, ciudad con la que está muy comprometida, impartiendo cursos de escritura y colaborando con la educación de niños en riesgo de exclusión social, para lo que apuesta por la importancia de la lectura.
Muy activa en Twitter, su perfil @MenMarias acoge diariamente microrrelatos de la más variada temática.