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viernes, 7 de mayo de 2021

Y EL LIBRO COMIENZA ASÍ... #31 ::: ABRIL 2021

¡Hola a todos!

Ya estamos nuevamente ante el primer viernes de un nuevo mes, y toca resumen de lecturas del anterior, en este caso de abril. Son doce los comienzos que os traemos, y esperamos como siempre que os gusten o llamen vuestra atención.

Os recordamos que pinchando en cada imagen accedéis a la reseña en cuestión.

Esperamos que estéis disfrutando de estos días de descanso semanasanteros. En Netherfield ya hacían buena falta. ¡Un abrazo a todos y a por un buen mes de lecturas!
 
 


viernes, 9 de abril de 2021

RESEÑA (by MH) ::: MIASMA - Elisabeth Sanxay Holding


 

 
Título original: Miasma
Autora: Elisabeth Sanxay Holding
Editorial: Lumen
Traducción: Miguel Temprano García
Páginas: 208
Fecha publicación original: 1929
Fecha esta edición: junio 2010
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: descatalogado (disponible de 2ª mano)
Diseño de cubierta: Nuria Zaragoza

La crisis económica de 1929 ha dejado al joven doctor Dennyson en una situación casi desesperada: falta dinero y su consulta está casi vacía. Por eso, recibe con alegría la oferta del doctor Leatherby para trabajar como su ayudante.

Allí Dennyson espera tener un nuevo y mejor comienzo, pero los problemas no tardan en llegar. Hilda, la enfermera, le sugiere que deje el lugar sin dar demasiadas explicaciones, luego descubre que el ayudante anterior desapareció por sorpresa y, finalmente, ve cómo un paciente que había acudido a la consulta muere al día siguiente de un ataque fulminante al corazón. Poco a poco, el protagonista descubrirá la siniestra organización que se esconde en la consulta.

Tras El huésped, de la que os hablé el pasado miércoles, vengo con otra novela de suspense clásica que se encuentra en las Antípodas de la novela de Belloc Lowndes tanto en estilo como en ambientación y trama. El caso es que el año pasado os traje Nido de arañas, de la escritora Elisabeth Sanxay Holding, y este año repito con Miasma, su primera novela publicada allá por 1929 en plena crisis financiera mundial y con el crac de la bolsa a la vuelta de la esquina.

Alexander Dennison es un recién licenciado en Medicina que decide abrir su consulta en el pequeño pueblo de Shayne, donde aparentemente hay sitio para otro médico. Necesita dinero para casarse con su prometida y se las promete muy felices, pero las cosas no salen como él espera y comienza a desesperarse y plantearse ejercer de médico a bordo de un barco. Es entonces cuando recibe una propuesta de lo más inesperada: un médico de cabecera del pueblo, al borde de la jubilación, le ofrece que trabaje con él, que lleve la consulta cuando él no pueda hacerse cargo y que esté siempre disponible para urgencias, lo que implica que se vaya a vivir a su propia casa (demasiado lujosa para ser la de un médico de provincias, como bien observa el protagonista nada más verla). Alexander acepta, no le queda realmente otra, pero pronto empieza a notar cosas raras (los habitantes de la casa parecen tener mucho miedo a su antecesor en el puesto; pacientes que acuden a horas intempestivas y que el anciano doctor atiende en privado...). A todo esto se suma que la enfermera de la consulta, una atractiva joven que le da una cálida bienvenida, no duda en avisarle de que debería marcharse enseguida de la casa. Algo raro pasa en casa del doctor Leatherby, y cuando empieza a morir gente en extrañas circunstancias, Dennison decide que tiene que averiguar qué es.

Y lo que cuento en la sinopsis es casi lo único que puedo contar sobre la historia sin desvelar más de la cuenta, al menos en cuanto a la trama de suspense en sí misma. Con respecto a los personajes, Dennison representa un poco ese ideal americano del hombre humilde hecho a sí mismo, un joven huérfano que todo lo que tiene lo ha conseguido a base de sacrificio, esfuerzo, penurias y casi podríamos decir que hambre. Pero ese ideal americano se topa con la cruda realidad, esa que te dice que si eres pobre como una rata y no tienes padrino, el hecho de haber conseguido sacarte una licenciatura en algo tan complicado como Medicina no te asegura que seas capaz de salir adelante y ganarte el pan, y menos en medio de una crisis económica como la de la Gran Depresión de los años 20. Esos cincuenta dólares semanales que el doctor Leatherby ofrece a Dennison por ser su ayudante suponen dejar a un lado el orgullo profesional de tener una consulta propia, pero es la única salida que tiene delante para ahorrar dinero y poder formar su propia familia. Por cierto, me ha gustado mucho como narra la autora algo tan común (y que no ha cambiado en nuestros días) como es lo mal que lleva la gente mayor que le cambien a su médico de toda la vida por uno jovencillo "que todavía está verde y no sabe ná de ná" :)

Os decía arriba que os había contado sobre la trama "casi" lo único que os podía contar, y es totalmente cierto. Sí que os puedo decir que si debo juzgar la obra de Elisabeth Sanxay Holding ateniéndome a los dos libros que he leído suyos, creo que sabía manejar el suspense con mucha mano izquierda y que sus historias tienen unos visos cinematográficos muy evidentes. Adentrarte en sus historias se asemeja en experiencia a sentarte a ver una película clásica norteamericana de suspense de los años 30 o 40. De hecho me sorprende lo poquito que se han adaptado sus libros para lo visuales que me parecen a mí al leerlos, pero quizás solo sea una impresión personal. Holding va al grano en la narración, no se pierde en florituras ni en callejones que no llevan a ninguna parte. Te mete en la historia de cabeza, te va lanzando chinitas página tras página y los diálogos parecen mordidos por un perro (unas palabras, suspense, más palabras, suspense, te digo pero no te digo porque no te lo puedo decir, y la intriga disparada mientras la bola del misterio crece y crece). De fondo subyace un tema del que obviamente no os puedo hablar pero que yo reconozco que imaginé desde el principio... aunque fue casi lo único que adiviné, porque luego vienen varios giros y curvas que te hacen que no sueltes el libro hasta que lo terminas (incluido uno al mismísmo final, cuando ya está todo más o menos resuelto, y que a mí me hizo sonreír por inesperado... yo diría que se le adivina a Holding un humor un tanto guasoncete).

A todo esto... ¿qué es ese miasma del título? Pues la propia sensación del personaje protagonista en un entorno del que recela y duda. Os pongo una cita del libro por si os aclara la cuestión:
Creer ¿qué? No habría sabido decirlo, solo que se extendía en torno a él una niebla, un miasma de desconfianza y temor; se sentía perdido; ningún rostro le parecía familiar y honrado; no había una luz amiga en ninguna parte.

Acompañamos a Dennison en una peregrinación de sospechas porque no tiene un enemigo visible al que enfrentarse, solo tiene delante un humo denso que se aclara en cuanto él se acerca y contra el que no puede luchar, y Holding plasma de manera brillante esa atmósfera maliciosa. A ello ayuda el carácter del protagonista, un hombre joven y pobre que no ha tenido tiempo de vivir esa juventud ni de divertirse por tener que labrarse un porvernir. Eso ha forjado su personalidad (es un viejoven de estos que diríamos ahora xD), muy serio y sensato para su edad, desconfiado y nada impresionable, y precisamente por todos estos rasgos (al menos para mí) totalmente fiable como protagonista. Te cuesta imaginarlo como una persona que se deja llevar por histerias e ilusiones, y por eso sabes que si él ve, es que algo hay. La cuestión es si conseguirá resolver el puzzle y lo que se encontrará cuando junte todas las piezas.

No sé si será porque venía de un mes de marzo en el que apenas pude tocar un libro que Miasma, en las vacaciones de Semana Santa, me ha durado dos ratos en las manos. Lo he leído en un periquete, me ha mantenido enganchada toda la trama y me he quedado con ganas de leer el único que me queda en la estantería publicado por Lumen hace unos años, La pared vacía, que además es su libro más famoso. A ver qué me encuentro, pero creo que lo voy a disfrutar igual o más. Qué pena que no se haya seguido recuperando la obra de esta autora (la misma cantinela que con otros muchos autores, no voy a llorar más al respecto en este blog... de momento xD).




Nacida en Brooklyn en 1889, Elisabeth Sanxay Holding empezó a publicar ficción en 1920, pero la debacle financiera de 1929 y el deber de mantener a sus dos hijas la obligaron a dedicarse por completo a la novela de suspense, que en aquel entonces tenía un mercado más estable. Desde los años treinta y hasta su muerte, en 1955, Sanxay Holding publicó dieciocho novelas, de las cuales Lumen, de momento, ha rescatado tres y publicado dos. Alfred Hitchcock incluyó La pared vacía, publicado en Lumen, en su antología de relatos de suspense de 1959 y la novela fue llevada dos veces al cine.

viernes, 2 de octubre de 2020

Y EL LIBRO COMIENZA ASÍ... #24 ::: SEPTIEMBRE 2020

¡Hola a todos!

Este maravilloso 2020 va acercándose a su final con paso firme y, tan rápido como llegan los meses, se van. Aquí tenéis el resumen de reseñas/primeras frases publicadas durante el mes de septiembre. Ya sabéis que están ordenadas según la fecha de publicación de las reseñas, y las imágenes están enlazadas por si alguien está interesado en acceder directamente a la reseña para leerla.

¡Un abrazo!
 
 








viernes, 18 de septiembre de 2020

RESEÑA (by MH) ::: NIDO DE ARAÑAS - Elisabeth Sanxay Holding



Título original: Net of cobwebs
Autora: Elisabeth Sanxay Holding
Editorial: Lumen
Traducción: Matuca Fernández de Villavicencio
Páginas: 208
Fecha publicación original: 1945
Fecha esta edición: enero 2008
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: descatalogado (disponible de 2ª mano)
 


Malcolm Drake ya no es el chico lleno de energía que un día se fue a luchar por su país en la Segunda Guerra Mundial. De vuelta a casa, es un hombre triste y frágil a quien toda la familia intenta proteger. Vive con su hermano Arthur, con su cuñada, con su hermana y con la tía Envie, una mujer mayor que domina el clan de los Drake. Cuando Envie muere súbitamente tras tomarse una copa durante una velada, muchos sospechan que Malcolm tiene algo que ver con el asunto. El médico que visita a la anciana, por ejemplo, cree que el sobrino pudo haber introducido alcohol puro en la copa y su ingesta pudo producirle un ataque cardíaco. Las personas dispuestas a defenderlo de repente desaparecen, e incluso Lily, una vecina capaz de saltarse con desenvoltura las puritanas reglas sociales y muy dispuesta a defender la inocencia de Malcolm, nota de pronto que algo raro pasa en su casa. La policía interviene y la tela de araña que envuelve al hombre se estrecha... 

Tras La pared vacía, publicamos otra de las espléndidas novelas de Elisabeth Sanxay Holding, una maestra del suspense, largo tiempo olvidada, que ahora vuelve a tener en vilo a los buenos lectores.
Supe por primera vez de Elisabeth Sanxay Holding gracias a una reseña de Inés en su blog, La huella de los libros. No habló de este libro que hoy os traigo, pero yo, ansiosa en grado sumo cuando se trata de clásicos descatalogados complicados de encontrar, tuve la oportunidad de hacerme con las tres novelas que publicó Lumen en su día de esta autora; y así, sin saber siquiera si me gustaría su estilo, me encontré en la estantería con Miasma, La pared vacía (que fue la que reseñó Inés, os la he enlazado arriba) y Nido de arañas, que es la que os traigo hoy tras haber echado a suertes por cual empezaba (literalmente). Os confirmo, por si estáis sufriendo por mi espíritu enfermo de compradora compulsiva (...), que tras este primer acercamiento no me arrepiento de haber comprado los tres libros a ciegas.
 
Malcolm Drake vive en el hogar familiar de su hermano Arthur desde que regresó de la guerra. Algo ocurrió mientras estaba en el frente, y el sentimiento de culpa, junto a los ataques de pánico, se han adueñado de él. Tiene montones de reservas de unas pastillas azules que el médico le ha dicho que no tome, pero le ayudan a calmarse y a dormir. Cuando fallece Evie, la tía de su cuñada (que tiene una dolencia cardiaca que le impide probar el alcohol), un criado dice que ha visto a Malcolm servirle una cantidad excesiva de bebida antes de que cayese fulminada al suelo. Sí, las dichosas pastillas azules tienen efectos secundarios y a veces no recuerda qué ha hecho o ha dejado de hacer, pero Malcolm está casi seguro de que eso no es verdad. Le sirvió una cantidad muy pequeña solo para ver qué pasaba ¿no? Nada que ver con la cantidad que dice el criado... pero es que no lo sabe a ciencia cierta. Y el médico, que lo odia porque no sigue sus consejos, certifica que Evie ha muerto por culpa de ese exceso de alcohol. No tardará mucho en presentarse la policía haciendo preguntas, así que más vale que Malcolm averigüe por su cuenta qué ha pasado, porque el único que parece creer en su inocencia es él mismo: lleva demasiado tiempo comportándose de un modo muy raro.

La novela está ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, pero es algo que apenas se toca en la trama y a lo que se alude muy esporádicamente para contextualizar la historia, que se centra realmente en el estrés postraumático del protagonista y en la situación en la que se ve envuelto tanto por su estado mental frágil e inestable como por las pastillas que toma sin el visto bueno del médico, medicación que tiene efectos secundarios que afectan a la memoria. Así pues, nos encontramos con un protagonista poco fiable, recurso del que se abusa hoy en día hasta la saciedad pero que no era nada habitual en 1945, año de publicación de la novela. De hecho, Sanxay Holding está considerada la precursora en el uso de este tipo de personajes y se dice que novelistas como Patricia Highsmith tienen mucho que agradecerle.
 
El caso es que la autora, en lugar de darle a Malcolm la narración exclusiva en primera persona impidiendo al lector que tenga otro punto de vista que no sea el suyo, lo que hace es usar un narrador ominisciente que se mete constantemente en la cabeza de Malcolm y que en muchas ocasiones, sin nada que lo advierta, se hace a un lado para que el propio Malcolm nos dé a conocer sus pensamientos con su propia voz. Es una mezcla de narración en tercera y primera persona completamente integrada en muchos párrafos, un estilo narrativo peculiar que no creo que sea fácil de llevar a cabo pero que armoniza a la perfección con el ambiente de incertidumbre que quiere crear la autora y que además obliga al lector a estar muy atento.
 
Malcolm, como personaje, da mucho juego. Desde el principio conocemos su estado mental, su abuso de los barbitúricos, sus lagunas de memoria, lo agobiado que se siente en casa de su hermano, lo controlado que cree estar por todo el mundo a su alrededor, lo impotente que se siente al no tener la capacidad económica para vivir independiente de todos ellos, lo culpable que se siente al no ser capaz de corresponder a los evidentes sentimientos amorosos de la hermana de su cuñada... Malcolm se siente atrapado en esa telaraña, tiene una vida muy complicada, un comportamiento que dista mucho de ser estable y un futuro no mucho más halagüeño, así que el asesinato y su posterior cruzada para probar que es inocente solo le llevan a más complicaciones, a más comportamientos que no son percibidos como normales y a un aumento de las sospechas de todo el mundo cada minuto que pasa. Cuanto más lucha por escapar del nido de arañas más atrapado queda en él; cuanto más depende de hacer las cosas bien, más se equivoca, y de esto va toda la novela. ¿Será capaz de escapar del círculo que se va cerniendo sobre él y de demostrar su inocencia? Eso en el caso de que sea inocente, porque... ¿lo es? No recuerda nada. No sabe lo que se va a encontrar al final del camino. Puede probar su inocencia o puede descubrir que es un asesino.

Asociar esta historia a un género concreto resulta complicado. Es una novela de suspense con tintes psicológicos y un aire noir muy acentuado en el que ni siquiera falta un personaje femenino enigmático con trazas inconscientes de femme fatale que no se sabe de qué va ni qué pinta en la historia, pero a ella acude el protagonista una y otra vez a lo largo de la trama y su presencia se antoja importante, aunque no sepas hasta el final dónde encajarla ni cuál es su papel. El grupo de personajes que rodean al protagonista son percibidos tanto desde fuera de la cabeza de Malcolm como desde dentro, y eso hace que les rodee un aura de ambigüedad que lo mismo te hace pensar que están de verdad preocupados por él como que tienen mucho que ocultar en todo este asunto. 
 
En definitiva, he disfrutado mucho de la novela, que además se lee muy rápido, ya no solo por sus escasas doscientas páginas sino por el estilo ágil de la autora y las ansias por llegar al final y descubrir qué es lo que pasa. Y si tengo que opinar sobre dicho final, a mí me ha parecido totalmente coherente con lo que se narra en la historia. No tardaré mucho en ponerme con uno de lo otros dos libros que me esperan en la estantería.

Termino con una digresión. Qué pena me da que la editorial Lumen no siguiese con la línea editorial que comenzó en la primera década del siglo XXI y que abandonó mediada la segunda década. Dorothy L. Sayers, Elisabeth Sanxay Holding, Anthony Berkeley, Barbara Pym, Ivy Compton-Burnett, Louis Bromfield, Jean Rhys, Glenway Wescott, Elizabeth von Arnim, Ford Madox Ford... clásicos de la primera mitad del siglo XX, todos con una estética editorial en la cubierta muy parecida, todos abandonados y jamás reeditados tras publicar unos pocos libros de cada uno de ellos (la única que se salva en cuanto a número es Sayers, de la que llegaron a publicar seis novelas de la serie de su lord Peter Wimsey). Hoy en día estos libros son casi objetos de busca y captura para quienes amamos los clásicos y una determinada época. Muchos los tengo en la estantería, pero han llegado ahí gracias a mucho tiempo dedicado a encontrarlos y a dinero invertido en ellos. Lo dicho, una pena, porque presupuesto de un pobre lector para el mercado de segunda mano da hasta donde da, y todos estos libros y estos autores se merecen una segunda oportunidad en librerías. Algunos lo han conseguido de la mano de otras editoriales; otros ahí están, aguardando en la recámara del olvido editorial.

Nacida en Brooklyn en 1889, Elisabeth Sanxay Holding empezó a publicar ficción en 1920, pero la debacle financiera de 1929 y el deber de mantener a sus dos hijas la obligaron a dedicarse por completo a la novela de suspense, que en aquel entonces tenía un mercado más estable. Desde los años treinta y hasta su muerte, en 1955, Sanxay Holding publicó dieciocho novelas, de las cuales Lumen, de momento, ha rescatado tres y publicado dos. Alfred Hitchcock incluyó La pared vacía, publicado en Lumen, en su antología de relatos de suspense de 1959 y la novela fue llevada dos veces al cine.