viernes, 9 de abril de 2021

RESEÑA (by MH) ::: MIASMA - Elisabeth Sanxay Holding


 

 
Título original: Miasma
Autora: Elisabeth Sanxay Holding
Editorial: Lumen
Traducción: Miguel Temprano García
Páginas: 208
Fecha publicación original: 1929
Fecha esta edición: junio 2010
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: descatalogado (disponible de 2ª mano)
Diseño de cubierta: Nuria Zaragoza

La crisis económica de 1929 ha dejado al joven doctor Dennyson en una situación casi desesperada: falta dinero y su consulta está casi vacía. Por eso, recibe con alegría la oferta del doctor Leatherby para trabajar como su ayudante.

Allí Dennyson espera tener un nuevo y mejor comienzo, pero los problemas no tardan en llegar. Hilda, la enfermera, le sugiere que deje el lugar sin dar demasiadas explicaciones, luego descubre que el ayudante anterior desapareció por sorpresa y, finalmente, ve cómo un paciente que había acudido a la consulta muere al día siguiente de un ataque fulminante al corazón. Poco a poco, el protagonista descubrirá la siniestra organización que se esconde en la consulta.

Tras El huésped, de la que os hablé el pasado miércoles, vengo con otra novela de suspense clásica que se encuentra en las Antípodas de la novela de Belloc Lowndes tanto en estilo como en ambientación y trama. El caso es que el año pasado os traje Nido de arañas, de la escritora Elisabeth Sanxay Holding, y este año repito con Miasma, su primera novela publicada allá por 1929 en plena crisis financiera mundial y con el crac de la bolsa a la vuelta de la esquina.

Alexander Dennison es un recién licenciado en Medicina que decide abrir su consulta en el pequeño pueblo de Shayne, donde aparentemente hay sitio para otro médico. Necesita dinero para casarse con su prometida y se las promete muy felices, pero las cosas no salen como él espera y comienza a desesperarse y plantearse ejercer de médico a bordo de un barco. Es entonces cuando recibe una propuesta de lo más inesperada: un médico de cabecera del pueblo, al borde de la jubilación, le ofrece que trabaje con él, que lleve la consulta cuando él no pueda hacerse cargo y que esté siempre disponible para urgencias, lo que implica que se vaya a vivir a su propia casa (demasiado lujosa para ser la de un médico de provincias, como bien observa el protagonista nada más verla). Alexander acepta, no le queda realmente otra, pero pronto empieza a notar cosas raras (los habitantes de la casa parecen tener mucho miedo a su antecesor en el puesto; pacientes que acuden a horas intempestivas y que el anciano doctor atiende en privado...). A todo esto se suma que la enfermera de la consulta, una atractiva joven que le da una cálida bienvenida, no duda en avisarle de que debería marcharse enseguida de la casa. Algo raro pasa en casa del doctor Leatherby, y cuando empieza a morir gente en extrañas circunstancias, Dennison decide que tiene que averiguar qué es.

Y lo que cuento en la sinopsis es casi lo único que puedo contar sobre la historia sin desvelar más de la cuenta, al menos en cuanto a la trama de suspense en sí misma. Con respecto a los personajes, Dennison representa un poco ese ideal americano del hombre humilde hecho a sí mismo, un joven huérfano que todo lo que tiene lo ha conseguido a base de sacrificio, esfuerzo, penurias y casi podríamos decir que hambre. Pero ese ideal americano se topa con la cruda realidad, esa que te dice que si eres pobre como una rata y no tienes padrino, el hecho de haber conseguido sacarte una licenciatura en algo tan complicado como Medicina no te asegura que seas capaz de salir adelante y ganarte el pan, y menos en medio de una crisis económica como la de la Gran Depresión de los años 20. Esos cincuenta dólares semanales que el doctor Leatherby ofrece a Dennison por ser su ayudante suponen dejar a un lado el orgullo profesional de tener una consulta propia, pero es la única salida que tiene delante para ahorrar dinero y poder formar su propia familia. Por cierto, me ha gustado mucho como narra la autora algo tan común (y que no ha cambiado en nuestros días) como es lo mal que lleva la gente mayor que le cambien a su médico de toda la vida por uno jovencillo "que todavía está verde y no sabe ná de ná" :)

Os decía arriba que os había contado sobre la trama "casi" lo único que os podía contar, y es totalmente cierto. Sí que os puedo decir que si debo juzgar la obra de Elisabeth Sanxay Holding ateniéndome a los dos libros que he leído suyos, creo que sabía manejar el suspense con mucha mano izquierda y que sus historias tienen unos visos cinematográficos muy evidentes. Adentrarte en sus historias se asemeja en experiencia a sentarte a ver una película clásica norteamericana de suspense de los años 30 o 40. De hecho me sorprende lo poquito que se han adaptado sus libros para lo visuales que me parecen a mí al leerlos, pero quizás solo sea una impresión personal. Holding va al grano en la narración, no se pierde en florituras ni en callejones que no llevan a ninguna parte. Te mete en la historia de cabeza, te va lanzando chinitas página tras página y los diálogos parecen mordidos por un perro (unas palabras, suspense, más palabras, suspense, te digo pero no te digo porque no te lo puedo decir, y la intriga disparada mientras la bola del misterio crece y crece). De fondo subyace un tema del que obviamente no os puedo hablar pero que yo reconozco que imaginé desde el principio... aunque fue casi lo único que adiviné, porque luego vienen varios giros y curvas que te hacen que no sueltes el libro hasta que lo terminas (incluido uno al mismísmo final, cuando ya está todo más o menos resuelto, y que a mí me hizo sonreír por inesperado... yo diría que se le adivina a Holding un humor un tanto guasoncete).

A todo esto... ¿qué es ese miasma del título? Pues la propia sensación del personaje protagonista en un entorno del que recela y duda. Os pongo una cita del libro por si os aclara la cuestión:
Creer ¿qué? No habría sabido decirlo, solo que se extendía en torno a él una niebla, un miasma de desconfianza y temor; se sentía perdido; ningún rostro le parecía familiar y honrado; no había una luz amiga en ninguna parte.

Acompañamos a Dennison en una peregrinación de sospechas porque no tiene un enemigo visible al que enfrentarse, solo tiene delante un humo denso que se aclara en cuanto él se acerca y contra el que no puede luchar, y Holding plasma de manera brillante esa atmósfera maliciosa. A ello ayuda el carácter del protagonista, un hombre joven y pobre que no ha tenido tiempo de vivir esa juventud ni de divertirse por tener que labrarse un porvernir. Eso ha forjado su personalidad (es un viejoven de estos que diríamos ahora xD), muy serio y sensato para su edad, desconfiado y nada impresionable, y precisamente por todos estos rasgos (al menos para mí) totalmente fiable como protagonista. Te cuesta imaginarlo como una persona que se deja llevar por histerias e ilusiones, y por eso sabes que si él ve, es que algo hay. La cuestión es si conseguirá resolver el puzzle y lo que se encontrará cuando junte todas las piezas.

No sé si será porque venía de un mes de marzo en el que apenas pude tocar un libro que Miasma, en las vacaciones de Semana Santa, me ha durado dos ratos en las manos. Lo he leído en un periquete, me ha mantenido enganchada toda la trama y me he quedado con ganas de leer el único que me queda en la estantería publicado por Lumen hace unos años, La pared vacía, que además es su libro más famoso. A ver qué me encuentro, pero creo que lo voy a disfrutar igual o más. Qué pena que no se haya seguido recuperando la obra de esta autora (la misma cantinela que con otros muchos autores, no voy a llorar más al respecto en este blog... de momento xD).




Nacida en Brooklyn en 1889, Elisabeth Sanxay Holding empezó a publicar ficción en 1920, pero la debacle financiera de 1929 y el deber de mantener a sus dos hijas la obligaron a dedicarse por completo a la novela de suspense, que en aquel entonces tenía un mercado más estable. Desde los años treinta y hasta su muerte, en 1955, Sanxay Holding publicó dieciocho novelas, de las cuales Lumen, de momento, ha rescatado tres y publicado dos. Alfred Hitchcock incluyó La pared vacía, publicado en Lumen, en su antología de relatos de suspense de 1959 y la novela fue llevada dos veces al cine.

8 comentarios:

  1. Hola.
    A mí esta historia me suena mogollón. De haberla leído no pero no sé si de reseñas o de peli, no sé, es como que ya la conocía. Pero me extraña que si leí reseña no la haya apuntado.
    Como sea, gracias por no dejar que mi lista se extinga, jeje. Oye, sería muy triste no tener nada que leer.
    Aunque las historias de médicos no me suelen gustar, si me lo sacan del hospital pueden tener opciones. Además aquí hay intriga de la buena.
    Y creo que los no tan mayores también son muy de "mi médico" y desconfiar de gente joven.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Ays, qué buena pinta! Me dejas con muchas, muchas ganas. Pero la lista de pendientes es tan larga...
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Hola, me apetece muchísimo leer a esta autora, entre Inés y tú me estáis poniendo los dientes largos, una pena que estén descatalogadas y solo se encuentren de segunda mano. Ojalá alguna editorial se anime a recuperar las obras de esta escritora. Besinos.

    ResponderEliminar
  4. Hola queridísima... pues la verdad es que como siempre me has picado con esta reseña. Otro pa´la saca... ay madre... :)
    Un besazo

    ResponderEliminar
  5. Esto de apuntar novelas lleva camino de convertirse en vicio, pero es difícil resistirse.
    Besos

    ResponderEliminar
  6. Pues no la conocía, y me gusta mucho lo que cuentas. Me gustan esas pelis a las que aludes porque te ha parecido visual y adaptable la historia, así que anoto. Un besote!

    ResponderEliminar
  7. Lo tengo apuntado y con muchas ganas de leerlo, y más después de tu reseña :-)
    Un beso.

    ResponderEliminar